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Anemia en el embarazo

Normalmente, durante el embarazo aparece una anemia hiperplasia eritroide, y la masa


eritrocítica aumenta. Sin embargo, un aumento desproporcionado en el volumen plasmático
produce hemodilución (hidremia del embarazo): el hematocrito disminuye del 38 a 45% de
las mujeres sanas no embarazadas al 34% en un embarazo único a término y
aproximadamente el 30% en un embarazo multifetal a término. Así, durante el embarazo, la
anemia se define como hemoglobina (Hb) < 10 g/dL (Hto < 30%). Si la Hb es < 11,5 g/dL al
inicio del embarazo, las mujeres pueden recibir tratamiento profiláctico porque la
hemodilución posterior generalmente reduce la Hb a < 10 g/dL. A pesar de la hemodilución,
la capacidad de transporte de oxígeno sigue siendo normal durante todo el embarazo. El Hct
normalmente aumenta de inmediato después del nacimiento.

La anemia aparece en hasta un tercio de las mujeres durante el tercer trimestre. Las causas
más frecuentes son
 Deficiencia de hierro
 Deficiencia de ácido fólico
Los obstetras, en consulta con un perinatólogo, deben evaluar la anemia en pacientes
embarazadas que son testigos de Jehová (quienes probablemente rechazarán las
transfusiones de sangre) tan pronto como sea posible.

Signos y síntomas

En general, los síntomas tempranos de la anemia son leves o inespecíficos (p. ej.,
cansancio, debilidad, mareos, disnea leve durante el ejercicio). Otros signos y síntomas
pueden incluir palidez y, si la anemia es grave, taquicardia o hipotensión.

La anemia aumenta el riesgo de

 Parto pretérmino
 Infecciones maternas posparto

Diagnóstico

 Hemograma completo, seguido de pruebas basadas en el valor de la hemoglobina


corpuscular media (HCM)

El diagnóstico de la anemia comienza con un hemograma completo; en general, si la mujer


tiene anemia, los estudios posteriores se basan en si el volumen corpuscular medio es bajo
(< 79 fL) o alto (> 100 fL):
 Para las anemias microcíticas: la evaluación incluye búsqueda de deficiencia de
hierro (ferritina sérica) y de homoglobinopatías  (electroforesis de hemoglobina). Si
estos estudios no son diagnósticos y no hay respuesta al tratamiento empírico, en
general se justifica una consulta con un hematólogo.
 Para las anemias macrocíticas: la evaluación incluye los niveles de folato sérico y
de vitamina B12.
Para la anemia con causas mixtas: se requiere evaluación para ambos tipos.

Tratamiento

 Tratamiento para revertir la anemia


 Transfusión si se considera necesaria por síntomas severos

El tratamiento de la anemia durante el embarazo está dirigido hacia la reversión de la


anemia (véase más abajo).

Con frecuencia, la transfusión está indicada para cualquier anemia si hay síntomas
generales (p. ej., mareos, debilidad, cansancio) o signos y síntomas cardiopulmonares (p.
ej., dispnea, taquicardia, taquipnea); la desición no se basa en el Hct.

 Durante el embarazo ocurre hemodilución, pero la capacidad de transporte de


oxígeno sigue siendo normal durante todo el embarazo.
 Las causas más comunes de anemia durante el embarazo son la deficiencia de
hierro y de folato.
 La anemia aumenta el riesgo de parto pretérmino e infecciones maternas
posparto.
 Si la Hb es < 11,5 g/dL al inicio del embarazo, se debe considerar el tratamiento
profiláctico de las pacientes.
 Si es posible, trate la causa de la anemia, pero si los pacientes tienen síntomas
graves, generalmente está indicada la transfusión.

Anemia por deficiencia de hierro en el


embarazo
Alrededor del 95% de los casos de anemia durante el embarazo corresponden a anemia
ferropénica. La causa suele ser
 Ingesta alimentaria inadecuada (especialmente en las niñas adolescentes)
 Un embarazo anterior
 La pérdida normal recurrente de hierro en la sangre menstrual (que se aproxima a la
cantidad normalmente ingerida cada mes y así impide que los depósitos de hierro se
acumulen) antes de que la mujer quede embarazada
Diagnóstico
 Determinación de hierro sérico, ferritina y transferrina

Típicamente, el Hct es ≤ 30%, y el volumen corpuscular medio es < 79 fL. La disminución del
hierro sérico y de ferritina y el aumento de los niveles séricos de transferrina confirman el
diagnóstico de anemia ferropénica.
Tratamiento
 Habitualmente sulfato de hierro, 325 mg por vía oral 1 vez al día

En general, un comprimido de 325 mg de sulfato ferroso a media mañana es efectivo. Dosis


más altas o más frecuentes aumentan los efectos adversos gastrointestinales,
especialmente el estreñimiento, y una dosis bloquea la absorción de la siguiente, reduciendo
así el porcentaje del hierro.

Arededor del 20% de las mujeres embarazadas no absorben el hierro suficiente por vía oral;
algunas de ellas requieren tratamiento parenteral, en general hierro en dextrán 100 mg IM
día por medio para un total de ≥ 1.000 mg durante 3 semanas. El Hct o la Hb se miden
semanalmente para determinar la respuesta. Si los suplementos de hierro son ineficaces,
debe sospecharse una deficiencia de folato concomitante.
Los neonatos de madres con anemia por deficiencias de hierro en general tienen un Hct
normal pero depósitos reducidos de hierro total y necesitan suplementos de hierro en la
alimentación.

Prevención
Aunque la práctica es controvertida, los suplementos de hierro (en general sulfato ferroso,
325 mg por vía oral 1 vez al día) se administran de rutina a las mujeres embarazadas para
evitar la depleción de los depósitos de hierro del cuerpo y la anemia que puede producirse
por un sangrado anormal o un embarazo posterior.

Anemia por deficiencia de folato en el


embarazo
La deficiencia de folato  aumenta el riesgo de defectos del tubo neural  y, posiblemente, de
un síndrome alcohólico fetal . La deficiencia aparece en el 0,5 al 1,5% de las mujeres
embarazadas; existe anemia macrocítica megaloblástica  si la deficiencia es moderada o
grave.
Rara vez aparecen una anemia grave y una glositis.
Diagnóstico
 Medición de folato sérico

La deficiencia de folato se sospecha si el hemograma completo muestra una anemia con


índices macrocíticos o con alta amplitud de distribución eritrocitaria. Niveles séricos de folato
bajos confirman el diagnóstico.

Tratamiento
 Ácido fólico 1 mg 2 veces al día por vía oral

El tratamiento consiste en ácido fólico 1 mg por vía oral 2 veces al día.

La anemia megaloblástica grave puede justificar una examen de la médula ósea y una
internación terapéutica en el hospital.

Prevención
Para prevención, todas las mujeres embarazadas y las que intentan concebir reciben 0,4 a
0,8 mg de ácido fólico por vía oral 1 vez al día. Aquellas que han tenido un bebé o un feto
con espina bífida deben tomar 4 mg 1 vez al día, comenzando antes de la concepción.

Hemoglobinopatías en el embarazo
Durante el embarazo, las hemoglobinopatías, especialmente la anemia drepanocítica ,
la enfermedad por hemoglobina S-C  y la talasemia beta y alfa, pueden empeorar la
evolución materna y los resultados perinatales. Se dispone del cribado genético para
algunos de estos trastornos.
La enfermedad drepanocítica preexistente, en particular si es grave, aumenta el riesgo de
lo siguiente:
 Infección materna (con mayor frecuencia, neumonía, infecciones
urinarias  y endometritis )
 Hipertensión inducida por el embarazo
 Insuficiencia cardíaca
 Infarto pulmonar
 Restricción del crecimiento fetal
 Parto pretérmino
 Bajo peso de nacimiento
La anemia casi siempre empeora a medida que el embarazo progresa. La del rasgo
drepanocítico o falciforme aumenta el riesgo de infecciones urinarias, pero no se asocia con
complicaciones graves relacionadas con el embarazo.
El tratamiento de la anemia drepanocítica durante el embarazo es complejo. Las crisis
dolorosas deben tratarse intensivamente. La exanguinotransfusión profiláctica para
mantener la Hb A a ≥ 60% reduce el riesgo de crisis hemolítica y las complicaciones
pulmonares, pero no se recomienda de rutinaria porque aumenta el riesgo de reacciones
transfusionales, hepatitis, transmisión de HIV e isoinmunización de grupo sanguíneo. Las
transfusiones profilácticas no parecen disminuir el riesgo perinatal. La transfusión
terapéutica está indicada en las siguientes condiciones:
 Anemia sinitomática
 Insuficiencia cardíaca
 Infección bacteriana grave
 Complicaciones graves del trabajo de parto y del parto (p. ej., sangrado, sepsis)

La enfermedad de la hemoglobina S-C puede presentar síntomas por primera vez durante


el embarazo. La enfermedad aumenta el riesgo de infarto pulmonar al causar ocasionales
émbolos de espículas óseas. Los efectos sobre el hueso son poco comunes pero, si
aparecen, a menudo incluyen restricción del crecimiento fetal.
La beta-talasemia drepanocítica es similar a la enfermedad falciforme de la hemoglobina
C, pero es menos común y más benigna.
La talasemia alfa no causa morbilidad materna, pero si el feto es homocigota, puede
producir una hidropesía fetal y la muerte fetal durante el segundo y el tercer trimestre.

Bibliografía

https://www.msdmanuals.com/es-pe/professional/ginecolog%C3%ADa-y-
obstetricia/complicaciones-no-obst%C3%A9tricas-durante-el-embarazo/anemia-en-el-embarazo

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