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GUIA DE ESTUDIO: El Trabajo y El Empleo.

1.- Origen de la palabra trabajo. Desarrolle.

2.-Trabajo. Concepto.

3.- Confeccione una línea de tiempo, con la evolución del


Trabajo a lo largo de la historia.

4.-Politica inmigratoria en Argentina. Desarrolle.

5.- Prejuicios y reacciones contra los inmigrantes. Explique y


Busque en Internet el caso de los crímenes de Tandil de 1872.

1)
Cuando hablamos de trabajo nos referimos a la ocupación retribuida, es decir,
una labor a cambio de la cual se recibe una recompensa en dinero. También se
pude definir como obra producida por un individuo, por ejemplo, son trabajos
concluidos como la construcción de un edificio o una pintura artística. Además,
aplicamos este término para hablar del lugar de donde se desempeña una
tarea laboral determinada. Pero esta palabra tiene origen del latín triaplium, es
decir, tres palos y hace referencia a la atadura compuesta por tres palos
cruzados donde los prisioneros en el siglo VI eran amarrados e inmovilizados
mientras se los azotaba. El vocablo derivó de tripalium a tripaliare que significa
torturar y de allí trabajo como esfuerzo, sacrificio y sufrimiento. Luego,
evoluciono a la noción de labor, que significa esfuerzo hecho por los seres
humanos.

2)
El trabajo está relacionado con el “hacer” algo, ya que es la acción que permite
alguna transformación de un objeto o una situación, en este proceso el
trabajador obtiene un beneficio y se transforma. A su vez socialmente
hablando, se vincula el trabajo con “tener”, como si fuera un bien preciado por
la sociedad. Se dice “tengo trabajo”. Se asocia a la identidad de una persona y
a su pertenencia a la sociedad. Desde la misma perspectiva, el trabajo le da un
valor a lo que se produce, hay una diferencia entre antes y después de la
consecución de una labor. Para el derecho, el trabajo humano responde a una
necesidad, es una labor que presta una utilidad y forma parte del proceso de
producción como bien u objeto de cambio.
3)
EVOLUCIÓN DEL
TRABAJO

Paleolítico

Fue la depredación que consistió


en la caza, la pesca y la
recolección de frutos y vegetales. Neolítico

Los seres humanos pasaron a ser


productores de sus propios
Unos años más adelante alimentos, cultivando la tierra.

Asegurada la subsistencia y
establecidos en ciudades comenzó En el siglo III a.C
la división del trabajo entre el
La primera forma de trabajo en
manual y el intelectual. La vida en
relación de dependencia fue la
las aldeas se fue tornando mas
esclavitud. Cuando los pueblos
compleja y dio lugar en unas
aprendieron a generar excedente
regiones a la revolución urbana.
de producción optaron por no
Nació la oposición campo/ciudad.
matar a los vencidos sino de los
prisioneros de guerra sean sus
Edad Media (siglo V-XV) esclavos. Ya que morían gran
Surgió el feudalismo, sistema a partir parte de los que producían en
del cual el rey otorgaba a los señores esas guerras. Ejemplo: En el caso
vasallos el control de las tierras. La de los romanos, incas, aztecas,
población se congregaba alrededor etc.
de los castillos del señor feudal por
protección. Con esa mano de obra Siglo XVII
asegurada, los esclavos fueron
reemplazados por los siervos. Los Las ciudades o “burgos” crecían en
campesinos no eran esclavos ni importancia, allí el trabajo familiar
recibían salario, sino que hacían artesano se incorporan otras personas,
producir la tierra y una parte se la surgiendo una nueva forma de trabajo
otorgaban como tributo al señor. basada en un régimen jerárquico. Los
burgueses para eludir los controles
daban trabajo a los campesinos
comerciando con estos productos y
trayendo del Oriente, lograron
acumular capitales. Entonces la
acumulación capitalista, se produjo por
la separación del trabajador de los
medios de producción.
Siglo XVIII

Ocurre la revolución industrial y


fueron desapareciendo los talleres
artesanales. Los trabajadores
dejan de ser dueños del fruto de
su trabajo y pasan a ser obreros
por “mano de obra” y reciben una
recompensa por su labor. El
Edad Contemporánea
aumento de la población
acrecentó la oferta laboral y eso Con la formación de Estados
trajo una disminución salarial. Nacionales, el feudalismo cayó a
Como consecuencia tendría que partir de la revolución francesa.
trabajar toda la familia, incluso Allí los trabajadores que hicieron
niños para poder subsistir. posible la victoria de la burguesía,
lograron la igualdad ante la ley y
consiguieron algunos títulos de las
1790-1825 tierras donde habían trabajado.

Empezaron a surgir nuevos


gremios monopólicos en contra
de la burguesía que quería
producir libremente. Pero en 1791 1848
se dicta una ley que suprime las
corporaciones dejando libertad de Los proletarios, en pequeños
trabajo y en Inglaterra, también se grupos burgueses descontentos
hacen leyes “antisociacionistas” con las practicas capitalistas
contra los gremios. generan una serie de
revoluciones, aunque esas
fracasaron, la concientización del
obrero creció y afines del siglo XIX
Desde el siglo XIX hasta hoy se logró el derecho legal a huelga.

La nueva conciencia fuera del


proletariado y de la necesidad de
un cambio político, económico y
social da surgimiento a las ideas
criticas del capitalismo y a
movimientos como el socialismo,
anarquismo, sindicalismo,
cooperativismo, la doctrina social
cristiana, tendientes a mejorar las
condiciones de vida del hombre
trabajador.
4)
El proyecto liberal del país plasmado en la constitución nacional de 1853
requería de inmigración; por eso se estableció en el preámbulo que nuestro
país asegura la libertad no sólo para nosotros sino” para todos los hombres del
mundo que quieran habitar el suelo argentino”. En el artículo 25 aclara que la
inmigración que debe fomentar el gobierno es la europea, aunque no puede
restringir la entrada de extranjeros que quieran labrar la tierra, mejorar las
industrias o enseñar las ciencias y artes. La política argentina con la
inmigración tuvo 2 etapas: La primera, de promoción oficial, tenia como objetivo
la colonización que intenta asentar al inmigrante en el campo; se a
especialmente en las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda. La
segunda, ya con gran inmigración (década de los 80 a 1915) es espontanea o
incentivada por las empresas de colonización privada.

La Ley Avellaneda se encuentra en concordancia con lo dispuesto en el


preámbulo y los artículos 20º y 25º de la Constitución. La norma dispuso la
designación de agentes de inmigración en el exterior, al mismo tiempo que se
estipuló la creación de una comisión de inmigración, con sede en las ciudades
que fuesen capitales de provincia o puertos de desembarque. Por su parte, con
el fin de solventar los gastos que implicara el fomento de la inmigración, se
creó un Fondo General de Inmigración (Novick, 2008), cuyo detalle de
composición se especifica en el capítulo X de dicha ley. De los preceptos de la
ley se desprende la concepción que tenían las autoridades argentinas del
progreso del país, relacionada directamente con la capacidad del Estado para
gestionar la llegada de inmigrantes que se dieran a la tarea de colonizar las
tierras que les fueran provistas por el gobierno. Esta postura ante la
inmigración configuró a lo largo del siglo XIX una política migratoria de puertas
abiertas que, si bien no hacía distinción de personas según lugar de
procedencia, sí buscaba fomentar la llegada de inmigrantes europeos,
evidenciándose ciertos rasgos de selectividad que fueron de la mano con la
influencia que ejerció el pensamiento de progreso y civilización difundido por
Juan Bautista Alberdi, entre otros.

5)
Muchos de los que llegaban no eran trabajadores calificados, y los criollos
sentían que les hacían la competencia porque los dueños de las estancias
preferían a los inmigrantes. Los peones vascos, irlandeses y alemanes son los
que ocupan en muchísimos casos de las ovejas, por lo que los criollos, sin
trabajo, tomaron represalias como si los inmigrantes fueran los culpables. EN
esta situación es en la que se inscriben los crímenes de Tandil de 1872.
En la madrugada del lunes 1º de enero de 1872, unos 45 jinetes nativos, mal
entrazados, pero con voladas cintas punzó en sus sombreros, irrumpieron
vociferando en la plaza de Tandil, entonces un incipiente pueblo de la frontera
bonaerense, alboroto para desencaje de sus rostros cetrinos y lucimiento de
sus armas de fuego, dagas y lanzas. Fue el primer acto previo a la más
vertiginosa, incomprensible, cruenta y salvaje gira criminal de la historia rural
bonaerense. En menos de cuatro horas sumaron 36 asesinatos contra
inmigrantes (16 franceses, 10 españoles, 3 británicos y 2 italianos, además de
5 nativos). Degollaron a casi todos y, en un caso, sólo después que la víctima
quedó amarrada a la rueda de un carro. Violaron a una jovencita de 16 años
-también degollada- y mataron de un tiro a una nena de 5 años. Comandaba a
los forajidos Jacinto Pérez, alias San Jacinto el Adivino, gaucho violento y
lugarteniente del santón Gerónimo de Solané, un analfabeto de origen
desconocido ("Zambo chileno" para el porteño The Standard), que apareció en
la zona meses antes como Tata Dios o Médico Dios. Llegó de Azul donde
estuvo preso por ejercicio ilegal de la medicina y hay quienes sostienen que
viajó requerido por Ramón Rufo Gómez, cuñado del juez de paz Figueroa. Fue
a buscarlo para que curara las jaquecas de su esposa y lo protegió en la
estancia La Argentina. El predicador se instaló en el puesto La Rufina, donde
llegó a reunir casi medio millar de seguidores. Se le atribuyó anunciar
hecatombes -inundaciones, plagas o sequías- e inspirar el odio contra los
extranjeros: también instigar al grupo que reclutó Jacinto Pérez para ejecutar
su proyecto criminal xenófobo. Pero ni siquiera cayó "la movediza", la gran
piedra que se mantuvo otros oscilantes cuarenta años. Solané era uno de esos
providenciales que seducen a incautos y desesperanzados, poco o nada
instruidos, urgidos por una sobrevivencia en peligro y degradados por la mala
vida que les deparaban sus propios desaciertos y los gobiernos.
Espejos en que mirarse
Si aquel suceso -la persecución, ajusticiamiento y secuelas- dejó alarmas para
aventar peligros actuales, la lectura desapasionada de los testimonios por
recurrir puede aproximar el diagnóstico sobre otros personajes providenciales
que puedan abrevar en las angustias presentes y se erijan en salvadores. La
orgía de sangre de Tandil tuvo su primer indagador contemporáneo de
importancia en Hugo Nario (Tata Dios: el Mesías de la última montonera y Los
crímenes de Tandil: 1872) y el más reciente y enjundioso John Lynch (Masacre
en las pampas, Emecé, 2001). Existe una nutrida bibliografía y documentación
en la que se concluye que la autoridad no develó los móviles del crimen y el
hueco dividió a la prensa en opiniones disímiles: el sumario y la tarea judicial
resultaron escuálidas. Es que el caudillaje no concluyó con la batalla de
Caseros. Veinte meses después -en su palacio San José-, Justo José de
Urquiza recibió el balazo no mortal -porque lo detuvo su lujosa dentadura
postiza-, pero sí lo fueron las cinco puñaladas inmediatas que le infirió
Nicodemes Coronel, el imponente y temible infiel capataz de su otra estancia
(San Pedro). La parte bárbara que Sarmiento le endilgaba al gaucho, no pudo
evitar personajes de chiripá y encajes, pero sombríos y enigmáticos, como
tampoco pudo soslayarlos el propio José Hernández. Acababa de llegar a
Buenos Aires ese mismo 1872 desde Brasil donde permaneció alejado del
caudillaje. Aquí se sentó a escribir su Martín Fierro (personaje que limpia su
cuchillo en el pasto después de matar a un negro) y cuya primera parte
apareció a fines de ese mismo año. La masacre de Tandil encendió la queja de
los cónsules extranjeros y las opiniones de consumo interno se dividieron. LA
NACION del 18 de enero de 1872 descartó las causales religiosas y hurgó los
orígenes sociales del crimen múltiple. Refiriéndose al perfil de los autores
sostuvo que el gobierno los enviaba "a la frontera por seis meses y los retenía
seis años. Cuando (cada uno) regresaba, descubría que había perdido su
trabajo y sus cultivos, el rancho había sido saqueado, la casa incendiada y su
mujer e hijos vivían como cautivos entre los indios, pues el gobierno que lo
esclavizaba para el servicio en la frontera no lograba de hecho, defender esa
misma frontera". Seguramente, la trama menos asumida y amalgamada de la
historia argentina sea aquella en que se entrecruzan las ideas progresistas con
injertos de educadores, colonos y artesanos extranjeros, pero también con el
costumbrismo rioplatense, de los estancieros tradicionales, los gauchos de
siempre y los indómitos hombres de frontera. El cronista de LA NACION que
dio cuenta de los dos únicos ajusticiamientos que se verificaron a raíz del
episodio señaló -el 14 de setiembre de 1872-, refiriéndose a las últimas
palabras del sentenciado Esteban Lasarte (33 años, soltero, gaucho al parecer
trabajador y honesto, simpático y corajudo), que adujo haberse plegado a la
horda casi casualmente, y logró fumar un cigarrillo y beber champaña antes de
ser fusilado en la plaza de Tandil. Pero plantó también su febril ideario: "Quiero
ser enterrado por hijos del país -rogó y continuó-; no quiero que ningún italiano
me toque ni aun el chiripá".

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