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“el cometido propio de los jueces está referido a la aplicación del ordenamiento
jurídico, el cual no se compone de una norma aislada - la "ley" captada en su
acepción puramente formal - sino que se integra por poderes organizados que
ejercen un tipo específico de control social a través de un conjunto integrado y
armónico de normas jurídicas. El ordenamiento jurídico, desde el punto de vista
normativo, no puede reducirse a la ley. De ahí que la palabra "ley" que emplea
el primer inciso del artículo 230 de la C.P. necesariamente designe
"ordenamiento jurídico".
Con ello, da pie para afirmar que la limitación a las fuentes formales del derecho
implicaría una cantidad de consecuencias jurídicas adversas y que por tal razón es
necesario permitir la aplicación de otras fuentes, siempre y cuando estén
armonizadas con los preceptos constitucionales y de ahí el entendido de aplicar la
voz ordenamiento jurídico.
Por otro lado, la necesidad de crear una unidad jurídica en torno a las decisiones
adoptadas por los jueces, hizo que la Corte Constitucional, se pronunciara sobre
los efectos y alcances de las consideraciones que ella ofrece en sus sentencias,
las cuales deben ser tenidas en cuenta por las demás jurisdicciones al momento
de fallar:
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C – 104 – 1993.
derechos y colaborar así en la realización de la justicia material, procurar la
exactitud, unificar la interpretación razonable y disminuir la arbitrariedad, permitir
estabilidad y otorgar seguridad jurídica materialmente justa.
Articulo 4.- Tres decisiones uniformes dadas por la Corte Suprema como Tribunal
de Casación sobre un mismo punto de derecho, constituyen doctrina probable, y
los Jueces podrán aplicarla en casos análogos, lo cual no obsta para que la Corte
varíe la doctrina en caso de que juzgue erróneas las decisiones anteriores.”
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CONSEJO DE ESTADO - SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO - SECCION PRIMERA Consejera
Ponente: MARIA CLAUDIA ROJAS LASSO. 7 de marzo de dos mil trece (2013). Radicación número: 11001-03-
15-000-2013-00131-00(AC)
Ahora bien, en cuanto a lo que se refiere a la aplicación del Precedente Judicial en
actuaciones de materia contenciosa administrativa, queda claro que es posible
debido a lo ordenado en la sentencia C-836 del 2001, que avala el uso de la
doctrina probable en esta jurisdicción.
Sin embargo, con la expedición de la Ley 1395 de 2010 y con posterioridad con la
entrada en vigencia de la Ley 1437 de 2011 y en conjunto con todo el
ordenamiento jurídico, es plausible afirmar que la aplicación del Precedente
Judicial no es solo de competencia exclusiva de los jueces, sino que la
Administración Publica también está en el deber legal y constitucional de dar
cumplimiento a las jurisprudencias que se han determinado como precedente.
A pesar de la corta duración en el tiempo de la Ley 1395 del 2010, esta incluía una
disposición la cual decía así:
Así mismo, se resalta que para lograr una buena aplicación del Precedente
Judicial es necesario que el Consejo de Estado en su Sala Plena unifique la
jurisprudencia en aquellos casos que por su importancia jurídica, trascendencia
económica o social deban ser resueltos por ellos 3.
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Artículo 111. Funciones de la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo. La Sala de lo Contencioso
administrativo en pleno tendrá las siguientes funciones:
3. Dictar sentencia, cuando asuma la competencia, en los asuntos que le remitan las secciones por su
importancia jurídica o trascendencia económica o social o por necesidad de unificar o sentar jurisprudencia.
Esta competencia será asumida a petición de parte o a solicitud del Ministerio Público o de oficio cuando así
lo decida la Sala Plena.
4. Requerir a los tribunales el envío de determinados asuntos que estén conociendo en segunda instancia,
que se encuentren para fallo, y que, por su importancia jurídica, trascendencia económica o social o
necesidad de unificar jurisprudencia, deban ser resueltos por el Consejo de Estado a través de sus secciones
o subsecciones.
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Ley 734/ 2002. Artículo 76. Control disciplinario interno. Toda entidad u organismo del Estado, con
excepción de las competencias de los Consejos Superior y Seccionales de la Judicatura, deberá organizar una
unidad u oficina del más alto nivel, cuya estructura jerárquica permita preservar la garantía de la doble
creación de las Oficinas de Control Disciplinario Interno, en cada una de las
entidades u organismos del Estado. Estas oficinas, son las encargadas de conocer
y fallar en primera instancia los procesos disciplinarios adelantados contra los
servidores públicos pertenecientes a dicha entidad u organismo. Si se verifica en
los organigramas de las entidades públicas, se ve que en cada una de ellas existe
esta Oficina.
Es de aclarar, que la aplicación de la figura del precedente judicial por parte de los
funcionarios pertenecientes a la Oficina de Control Disciplinario Interno de la
entidad, no se puede entender como una usurpación de las funciones
jurisdiccionales que le incumbe a la Rama Judicial, sino que es una deber de
orden legal5 del cual no se puede hacer caso omiso, puesto que estarían
instancia, encargada de conocer y fallar en primera instancia los procesos disciplinarios que se adelanten
contra sus servidores. Si no fuere posible garantizar la segunda instancia por razones de estructura
organizacional conocerá del asunto la Procuraduría General de la Nación de acuerdo a sus competencias.
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Ley 734/ 2002. Artículo 34.- 1. Cumplir y hacer que se cumplan los deberes contenidos en la
Constitución, los tratados de Derecho Internacional Humanitario, los demás ratificados por el Congreso, las
leyes, los decretos, las ordenanzas, los acuerdos distritales y municipales, los estatutos de la entidad, los
reglamentos y los manuales de funciones, las decisiones judiciales y disciplinarias, las convenciones
colectivas, los contratos de trabajo y las órdenes superiores emitidas por funcionario competente.
incurriendo en una falta6, sino que ha de tener en cuenta las jurisprudencias con
carácter de precedente existentes al momento de su actuación, bien sea en el
trascurso de la investigación disciplinaria o en el propio fallo, para que sea
aplicada en sede administrativa y así evitar un desgaste innecesario en el que
deba incurrir el investigado llevándolo a acudir al aparato jurisdiccional, en caso de
que el funcionario no hiciere uso del precedente judicial.
(i) el delito puede ser cometido por los jueces, los servidores públicos y en
ocasiones por particulares que ejercen funciones públicas, en los términos que
señala el Código Penal; (ii) en cuanto al sujeto pasivo de la conducta, se ha
estimado que es la administración pública, aunque se admite que, en ciertos
casos, pueda tratarse de un delito pluriofensivo como cuando con aquél se
vulneran igualmente bienes jurídicos de los particulares; (iii) el objeto material del
delito comprende resoluciones, dictámenes o conceptos, es decir, abarca tanto
decisiones judiciales como actos administrativos. A su vez, la expresión “contrario
a la ley”, ha sido entendida por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en
el sentido de que con aquélla se designa: (i) la norma jurídica aplicable al caso
concreto; (ii) el ordenamiento jurídico colombiano; (iii) los mandatos
constitucionales; (iv) ley en sentidos formal y material, ya que no distingue entre
una y otra; y (v) actos administrativos. En otras palabras, de conformidad con la
jurisprudencia sentada por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, la
expresión “ley”, contenida en el artículo 413 del Código Penal no ha sido
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Ley 734/2002. Artículo 50. Faltas graves y leves. Constituye falta disciplinaria grave o leve, el
incumplimiento de los deberes, el abuso de los derechos, la extralimitación de las funciones, o la violación al
régimen de prohibiciones, impedimentos, inhabilidades, incompatibilidades o conflicto de intereses
consagrados en la Constitución o en la ley.
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Sentencia C-335/08
entendida como norma jurídica aplicable al caso concreto, interpretación que es
plausible y ajustada a la Constitución.
El buen uso del precedente judicial, trae consigo ventajas en las cuales tanto la
administración como el particular resultan ampliamente beneficiados, pero todo
esto se logra en mayor escala si por parte de la administración se adecuan los
protocolos necesarios y se adelantan procesos de capacitación a los servidores
públicos para que tengan conocimiento del mismo y si los particulares también
tuvieran en mayor medida idea sobre el uso de esta figura.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
Constitución Nacional.
El precedente judicial y el ejercicio del derecho ante las Altas Cortes. Universidad
de Medellín y Fundación Universitaria Tecnológico de Comfenalco; 1° edición;
2015.