CAPÍTULO I
Importancia y Ventajas del T.P.
El T.P. consiste en compartir con otras personas el regalo de la Salvación que hemos recibido en Cristo, y así, de este
modo también puedan conocer este regalo y se salven. Es la forma más sencilla para trabajar con Cristo, y todos los
creyentes lo podemos y debemos hacer.
Es el método más sencillo y eficaz para Ganar las almas; así por ejemplo, la Biblia no nos dice nada acerca de Andrés
predicando, pero él fue quien llevó a Pedro, su hermano, con el Señor, y Pedro más tarde en un sólo día Ganó tres
mil personas para Cristo Jn 1:40-42; Hch 2:41.
El T.P. ofrece muchas ventajas, nos enseña a tratar con toda clase de personas y esto nos ayuda a conocer y resolver
las dificultades espirituales de los demás por medio de la Biblia 2ª Ti 3:16-17. Otra ventaja es que muchas de las
personas que sólo escuchan un sermón difícilmente entienden el plan de salvación con claridad; pueden Llegar a tener
convicción de pecado o sentirse perdidos, pero no entender en que consiste la salvación; en cambio, si se hace T.P.
con ellos, sus dudas y dificultades que les impiden decidir por Cristo se aclaran, y entienden cómo convertirse a Jesús
Ro 1:16.
Hay ocasiones en que el T.P. parece que falla, pero esto no debe detenernos, pues las aparentes derrotas con el
tiempo se convertirán en evidentes victorias Mr 4:26-29; Is 55:11; Ec 11:1. Si tú Ganas un alma al mes, en poco tiempo
te darás cuenta de que estás Ganando muchas almas para Cristo, pues es una cadena.
CAPÍTULO II
Condiciones para el éxito del T.P.
a) Nuestros pecados han sido perdonados, porque Jesucristo los llevó en su cuerpo a la Cruz Is 53:5-6; Ro 5:8.
b) Cristo resucitó para librarnos del poder de pecar cada día Jn 10:10.
c) Hacer una entreGa de nuestra voluntad a Jesús como Señor y maestro cada día de nuestra vida.
3. No olvides que Cristo enseñó en su Palabra que aquellos hombres que no están en Él están perdidos.
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Si quieres tener éxito en el T.P. debes tener una profunda convicción de esto, pues Jesús dijo: "Porque del Hijo del
Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido" Lc 19:10.
Si los hombres sin Cristo están perdidos, ¿cómo podemos nosotros profundizar en esta verdad de tal manera que
conquiste nuestro corazón y nuestra mente? A continuación veremos tres consejos que nos ayudarán a lograrlo:
a) Estudia lo que la Biblia dice del destino de aquellos que están fuera de Cristo Jn 3:36; Ro 2:5; Is
57:21; Ef 2:12; 1ª Jn 5:12.
b) Cree lo que la Biblia dice de los que están sin Cristo; no permitas que la Palabra se invalide por las
opiniones de hoy en día Col 2:8.
c) Medita en las verdades de la Biblia acerca del destino de aquellos que no conocen a Cristo hasta que
ellas tomen tu corazón y comprendas que esto es una realidad.
No es agradable pensar en estas cosas, pero es la verdad y debemos pensar en ello hasta que nuestro corazón arda
en fuego por salvar a otros Jud 23; Jer 20:9; Mt 9:36-38.
4. Es necesario amar a aquellos con quienes tratamos, pues nada Gana como el amor Cnt 8:7.
Si realmente amas las almas, no soportarás pensar que se perderán para siempre; por el contrario, este amor te dará la
voluntad de trabajar cada día para llevar el mensaje a los que están perdidos. El amor atrae a los demás y no hay
nada que lo resista pero los hombres no creerán que tú los amas cuando realmente no los amas Jn 12:32. Necesitamos
amar a los demás, pero más amar a Jesús con el amor que Él nos ha dado Ro 5:5. Fue el amor de Cristo lo que
constriñó a Pablo a llevar a los hombres a Cristo 2ª Co 5:14-15.
Podemos desarrollar este amor meditando en el amor de Cristo por nosotros 1ª Jn 4:19.
Nunca apreciamos el amor de Cristo por nosotros hasta que veamos la maldad de nuestra vida de pecado pasada,
porque al que mucho se le perdonó, mucho amó Lc 7:47. Si no profundizas y no ves la gravedad de tu vida de
pecado, tendrás poco amor por tu Salvador. El apóstol Pablo hizo esto y se consideró a sí mismo el más grande de los
pecadores 1ª Ti 1:15.
Este amor que Dios producirá en nosotros nos guiará a idear nuevas formas de Ganar las almas Mr 2:1-5; Lc 19:4-5.
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Dios honra Ro 1:16. La Palabra de Dios produce:
a) Su necesidad de un Salvador.
b) Jesús es el Salvador que ellos necesitan.
c) Cómo pueden hacer de Jesús su Salvador personal
d) Cómo superar las dificultades que tienen para venir a Cristo
a) Que te guíe a las personas que están preparadas. Aunque siempre puedes testificar, no todas las personas están
listas, por lo que Él te debe guiar a esas personas y debes confiar en que lo Él va a hacer Hch 8:26-29; Mt
21:22.
b) Que te guíe a hablar las palabras necesarias y el mensaje correcto con los versículos apropiados Col 4:3-4.
c) Que te de su poder para hablar. No sólo necesitas conocer el mensaje correcto, sino también su poder para
hacer el trabajo Hch 4:31; permítele a Dios hacer su trabajo en ti antes de que lo hagas en tus propias fuerzas
Fil 2:13; 4:13.
8. Finalmente debes pedirle a Dios que continuamente te llene con su Espíritu Santo Ef 5:18.
Si cumples estas condiciones puedes esperar a que Dios haga de tu T.P. un éxito Fil 1:6.
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CAPÍTULO III
Cómo hacer de nuestra vida cristiana un éxito.
La vida cristiana no consiste en una serie de reglas religiosas, sino de permitirle a Dios construir los principios y la
sana doctrina sobre la Roca que es Cristo; así pues, los siguientes consejos son claves para que tu nueva vida en
Cristo se desarrolle exitosamente:
Estos consejos debes practicarlos cada día en tu vida; depende constantemente de Cristo para que Él produzca en ti la fuerza para no
fallar y hacer de tu vida cristiana un éxito
CAPÍTULO IV
Cómo comenzar.
Estos consejos te ayudarán a abrir las puertas aunque Dios te irá guiando en cómo hacer el trabajo; la bondad te
abrirá muchas puertas Pr 27:19; poco a poco el tacto vendrá a medida que hables de Cristo, pero lo esencial es
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comenzar. La mejor manera de aprender el arte del T.P. es haciéndolo; tus errores te enseñarán a adquirir sabiduría Pr
11:30.
Muchas veces la cara de una persona revela una historia de infelicidad, en estos casos es bueno preguntarle si es
feliz y decirle cómo encontrar la felicidad en Cristo.
3- Estudia la condición de la persona para encontrar lo más rápido posible su postura ante Dios Gn 3:9.
Para llevar a cabo esto, haz lo siguiente:
c) Pon atención a la forma en cómo te responde; el tono de su voz y su actitud dicen más que sus palabras.
Un hombre que no es salvo tratará de decirte lo que él piensa que él es, pero su actitud reflejará si realmente lo es
o no; así, el que se enoja por tus preguntas sólo te enseñará que su conciencia le está molestando y esto es algo
que siempre debemos tener presente: Su conciencia está de nuestro lado.
d) Confía en el trabajo del Espíritu Santo, quien te hará comprender cuál es la posición exacta de la persona y cuáles
son los versículos que necesita oír y leer Lc 12:11-12.
e) Ten como único objetivo guiar a la persona a aceptar a Cristo, guíala directamente a que lo acepte como su
Salvador personal, como su Señor y como su Maestro.
Cuando la persona se dé cuenta de su situación, el siguiente paso es que le entregue su vida a Cristo
completamente.
f) Enséñale cómo al tener el perdón de los pecados, tiene la vida que Cristo nos da Hch 10:43; 13:39; Jn 3:36; 5:24.
g) En seguida muéstrale cómo hacer de su vida cristiana un éxito, de acuerdo al capítulo tres de T.P..
Por último, muchas veces la persona con quien tratas intentará desviarte de tu objetivo de llevarla a Cristo, pero con
sabiduría, amor y paciencia endereza la conversación de nuevo al blanco, que es aceptar a Cristo.
CAPÍTULO V
Cómo tratar con aquellos que comprenden su necesidad de salvación y realmente desean salvarse.
1- Muestra con claridad que todos los hombres somos pecadores, y esto nos ha destituido y separado de Dios Ro 3:23;
6:23; 1 Jn 1:8.
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Es por esta razón que Dios constituyó a Cristo como el paGador de nuestros pecados Is 53:6. En la segunda parte
de este versículo, Dios nos muestra cómo nos proveyó de esta salvación y de esta manera Dios juzgó nuestros pecados
en la persona de Cristo 2 Co 5:21; Ga 3:13.
2- Muestra a Jesús como el Salvador que ha resucitado y vive, y que es capaz de salvar eternamente a los que en Él
confían He 7:25.
Cristo no sólo pagó por nuestros pecados y gratuitamente nos ofrece el perdón, sino que además nos da la fuerza
para vencer el pecado y dejar de vivir bajo su control Ro 6:5-6.
Así, con la muerte de Cristo, obtuvimos el perdón, y con su resurrección la fuerza para dejar de pecar, permitiéndole
a Cristo resucitado vivir en nosotros Jud 24; 1 P 1:15; Mt 28:20; 1 Co 15:1-4. Todos estos versículos enfatizan que
Cristo vive hoy y puede guardar de caer a todo hombre que le permita guiar su vida.
4- Después de todo esto, muéstrale cómo puede hacer de Cristo su Señor y Salvador personal Jn 1:12; Hch 10:43, si
tan sólo le recibe y se entrega a su señorío.
5- Una vez que la persona ha aceptado a Cristo como su Señor y Salvador, muéstrale la necesidad de confesar a
Cristo a otros, pues ninguna conversión es más clara que la de aquellas personas que confiesan abiertamente su fe en
Jesús Ro 10:9-10; Mt 10:32.
6- Por último, muéstrale la total seguridad que él puede tener de su salvación. Lo más maravilloso de la salvación es
que podemos estar completamente seguros de ella 1 Jn 5:13.
7- Una vez que has guiado a la persona a Cristo, enséñale cómo comenzar a desarrollar su vida cristiana.
La razón por la cual muchos nuevos convertidos fracasan, es por la falta de enseñanza clara y definida conforme a
las Escrituras 2 Ti 3:16-17.
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CAPÍTULO VI
Cómo tratar con aquellos que tienen poco o ningún cuidado con sus almas.
La clase de personas más grande que existe es aquella que tiene poco cuidado con su alma o no la tiene. Algunos
creyentes piensan que no hay nada que hacer por ellos, pero esto es un error, pues nuestra responsabilidad es trabajar
para producir ese cuidado por su alma, por medio del Espíritu Santo y la Palabra de Dios podemos despertar en ellos
ese cuidado.
A continuación estudiaremos una serie de versículos que nos ayudarán a alcanzar este objetivo:
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les produjo saber que habían rechazado a quien Dios había hecho Señor y Cristo, y que con su actitud estaban
desechado a quien Dios había hecho Salvador.
El peor pecado que usted puede cometer es rechazar conscientemente a quien Dios ha exaltado sobre todos lo
hombres Hch 4:12 ; Jn 16:8-9. Hay una sola cosa que Dios pide: Creer en Cristo Jn 6:29. Rechazarlo es algo terrible
Jn 8:21.
En He 10:28-29 Dios nos enseña que violar la ley de Moisés es algo terrible y tan serio que la consecuencia es la
muerte; sin embargo, Dios nos enseña que hay aún una ofensa peor que podemos cometer: pisotear al Hijo de Dios y
si usted lo rechaza, prácticamente lo está haciendo.
5- Enséñale que lo único que él necesita para perderse es descuidar la salvación que Dios nos ofrece en Cristo He 2:3.
Dios nos proveyó la salvación a gran costo, todo lo que usted necesita para salvarse es aceptarlo, no hay otra forma,
sin embargo, para perderse sólo se necesita ser indiferente a esta salvación. ¿Por qué no permite que esta pregunta:
"¿cómo escaparemos? entre profundo en su corazón? Hch 13:38-41.
Dios nos declara que en Jesucristo se ofrece el perdón de los pecados y la bendición de quedar justificados de todas
las cosas que hemos hecho; si la rechazamos nos perderemos para siempre Jn 3:36.
6- Muéstrale ahora el maravilloso amor que Dios tiene por él. Muchas veces la clave que puede guiar a estos hombres
a la aceptación de Cristo es que descubran el profundo amor que Dios tiene por ellos Jn 3:16.
Esto puede quebrantar su corazón, pues el propósito de este profundo amor es guiarlo al arrepentimiento Ro 2:4-5.
Enséñale que si él se deja guiar por este amor se arrepentirá; de otra forma sólo continúa atesorando ira para el día
de la ira. Muchas veces las personas no leen con cuidado y esto les impide ver su necesidad correctamente. Con
cortesía muéstrales el punto que tú quieres enfatizar.
En algunas ocasiones las personas cuentan las circunstancias y experiencias que les acontecen en sus vidas pensando
que a través de ellas han tenido un encuentro con Dios.
Con amor y paciencia hay que mostrarles que aquello que le sucedió en su vida pudo haber sido bueno y que no
dudas de ello, pero el entregarse a Cristo es algo que viene de oír la Biblia, creerle y hacer de Cristo el Señor de
nuestra vida. Muchas veces las experiencias no son mas que cosas que Dios usa para mostrar nuestra necesidad de Él,
pero de ninguna manera son el nuevo nacimiento.
Habrá ocasiones en que la persona tratará de desviarte; con amor y sabiduría regresa al objetivo: La Salvación.
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CAPÍTULO VII
Cómo tratar con quienes tienen dificultad para creer
Hay un gran número de personas que desean salvarse, pero ignoran cómo hacerlo. En ocasiones tienen problemas
que parecen insuperables, pero una respuesta adecuada de la Palabra de Dios podrá resolver sus dificultades.
Comienza mostrando a Cristo y cómo recibirlo antes de tratar con los problemas de las personas, pues aceptando a
Cristo se resuelven la mayor parte de éstos. En muchas ocasiones, la persona está ansiosa de salvarse, pero no puede
porque no ha entendido la necesidad de recibir e invitar a Cristo a su corazón; por esta razón muéstrale primero esta
necesidad.
A continuación veremos algunos de los casos más frecuentes de este grupo de personas:
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El tiempo para ir a Cristo es ahora, tal y como estamos, con nuestros pecados, para que Él nos levante Lc 15:18-24.
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5. “Yo no puedo dejar mis malos hábitos”.
Enséñales que si no confían en Cristo para abandonar sus malos hábitos, él puede perecer eternamente en el infierno
Ro 6:23; Ga 6:7; Ap 21:8. Esto debe quedar muy claro y no cedas hasta que la persona comprenda que no hay
escape. De no cambiar sus malos caminos, los versículos que leímos muestran que se encontrará con una vida de
tragedia, y que después le espera el infierno.
Hay que mostrarle la Biblia para que él mismo vea y comprenda cuál es su situación, y entonces puedes enseñarle que
él puede dejar sus caminos y malos hábitos en la fuerza de Jesucristo Fil 4:13; Jn 8:36. Enséñale que Cristo ha
resucitado con todo poder en el cielo y en la Tierra. Es en el poder de Cristo vivo, y mediante la unión con Él es que
podemos renunciar a nuestros malos caminos, y con su poder tener victoria Mt 28:18; He 7:25; 1 Co 15:1-4; Ro 8:37.
Hay que mostrarle como él puede obtener la victoria sobre el pecado Ro 6:12-14, y enseñarle que podemos confiar por
completo en la victoria que Dios nos da sobre el pecado y que Él nos puede librar de nuestros malos hábitos. Nosotros
tan sólo debemos mostrar nuestra vida para que Él la tome, y entonces Él pueda con su poder darnos una victoria
completa.
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Muéstrale lo que sí es duro y difícil, la vida sin Cristo Pr 13:15; Is 57:21.
9. “No puedo ser cristiano en mi negocio, me va ha perjudicar o es posible que pierda mi trabajo”.
Esta es una dificultad real en muchos, y hay que hacerle frente con mucha franqueza. Muchos tienen la idea de que es
imposible ser cristiano en su negocio. Cuando un hombre enfrenta esta dificultad, es apropiado preguntarle cuál es su
trabajo. Algunas veces podemos conocer el testimonio de algunos creyentes que desempeñan un trabajo similar y usar
esto como ejemplo. Sin embargo, podemos tratar con algún hombre que esté en un negocio en el que realmente es
imposible continuar con él y ser cristiano. En este caso, debes decirle que es mejor perder su trabajo que su alma.
Cuando él entienda esto y esté dispuesto a renunciar a su negocio a toda costa, Mt 6:33 resultará una promesa
maravillosa. En realidad es mejor morir de hambre que rechazar a Cristo aunque ningún hombre que acepte a Cristo
morirá de hambre Mr 10:29-30; Sal 37:25.
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13. “Yo no siento nada”.
Hay muchos que quieren venir a Cristo pero antes desean experimentar los sentimientos que ellos consideran apropiados,
por lo cual debes preguntar a la persona que es lo que espera sentir.
El sentimiento que muchos desean experimentar es el gozo y paz que hablan los cristianos; en este caso debes
mostrarle que este gozo y esta paz son el resultado de tener a Cristo y no se puede experimentar antes de acudir a
Él Ga 5:22.
Este versículo enseña que el gozo y la paz son fruto de la presencia de Dios en nuestro corazón, y no podemos
esperar tenerlo hasta no haber invitado a Cristo a nuestra vida Ef 1:13; Hch 5:32. El Espíritu Santo les es dado a los
hombres que obedecen a Dios poniendo una confianza completa en Cristo, en el trabajo hecho por Él en la Cruz. Es
después de haber creído cuando recibiremos este gozo y esta paz, como resultado de la presencia del Espíritu en
nuestra vida. Por otro lado, otros esperan un sentimiento de pena por el pecado. Muéstrale que no es pena lo que
debemos sentir; lo que Dios exige es apartarnos del pecado y aceptar a Jesucristo Is 55:7; Jn 1:12; Hch 2:38, 16:31.
17. “Alguien que dice conocer a Jesucristo me hizo una gran injusticia”.
Debes decirle que esta no es una razón para que él haga una ofensa a Cristo, porque no fue Jesús el que lo ofendió
Jer 2:5. En este versículo Dios pregunta si usted ha encontrado algo malo en Cristo. Por el contrario, nosotros somos
los que tratamos mal a Jesús puesto que él fue herido por nuestras faltas Is 53:5. Por otro lado, el hecho de que una
persona que profesa conocer a Cristo le haya causado daño a usted, no es razón para que rechace a Jesucristo y
pierda su alma para siempre. Usted se haría un daño mayor rechazando a Cristo y perdiendo así la vida eterna Jn
3:36; 2 Ts 1:7-9.
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18. “He causado un daño irreparable”.
Dile que él debe aceptar a Cristo primero y dejar que Cristo repare la injusticia. “El problema no podrá ser resuelto
hasta que usted haya aceptado a Jesucristo”. Lo que Dios nos pide es que lo aceptemos, y que hagamos a un lado
todo hasta que nuestro principal problema con Dios esté resuelto” Jn 3:36; Hch 10:43. Muéstrale que si hay algo malo
que pueda ser reparado, Cristo le dará la fuerza para hacerlo.
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dentro del caso que prevén estos versículos.
24. “No puedo comprender por que fue necesario que Cristo muriera para que los hombres pudieran ser
salvos”.
Hay muchas maneras de explicárselo. Los que dicen esto suelen ser personas superficiales que están tratando de
encontrar un lugar donde esconderse de la verdad de Dios y de su responsabilidad para aceptarlo como su Salvador Ro
9:20.
Debes mostrarle la profundidad de su propio pecado en la forma en que Dios lo describe en su Palabra. La persona
que se ve en la Biblia tal como lo ve Dios, no tendrá ninguna dificultad para entender que necesita un Salvador.
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27. “Usted está interpretando en forma privada la Biblia”.
Dile que la misma Biblia enseña que no puede ser interpretada en forma privada 2 P 1:20-21. La Biblia fue escrita por
Dios y es una unidad que no admite interpretación privada. La Escritura se explica a sí misma y lo principal es conocer
al Autor y lo que Él ha dicho de su propia Palabra para que podamos lleGar a entenderla Mt 22:29; Jn 5:39. Debemos
enseñarle que sólo hay tres maneras para interpretar la Biblia, y ninguna de ellas es privada: la contextual, la histórica y
la literal.
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CAPÍTULO VIII
Cómo tratar con quienes tienen falsas esperanzas
1- Aquellos que tiene esperanzas de salvarse por llevar una vida recta.
Esta es la más común de las falsas esperanzas. Este tipo de gente fácilmente se reconoce porque continuamente
afirma:
a) Estoy haciendo todo lo que puedo.
b) Yo hago más bien que mal.
c) No soy un gran pecador.
d) Nunca he hecho algo realmente malo.
Estas equivocaciones pueden ser corregidas con versículos claves, como Gá 2:16. Dios dice en este versículo que
nadie podrá ser declarado justo por medio de guardar la Ley Ro 3:19-20; Gá 3:10. No sólo es imposible cumplir con la
Ley de Dios, sino que el tratar de hacerlo y fallar nos ha colocado bajo la maldición de la misma Ley.
Por otro lado, Stg 2:10 revela que alguna persona que ha fallado en algún punto de la Ley, ante Dios se hace
culpable de todos los mandamientos de la Ley. La Biblia enseña que Dios pide perfección en cuanto al cumplimiento de
la Ley Mt 5:20. Este último versículo muestra que no importa qué justa parezca una persona, la justicia del hombre
nunca alcanzará el nivel que Dios pide. Si un hombre desea salvarse, debe buscar un medio de salvación distinto al de
sus propias obras.
En Lc 16:15; Ro 2:16 y 1S 16:7, Dios nos enseña que Él mide el corazón del hombre, y que ninguna persona puede
resistir el escudriño de Dios sin resultar culpable. No importa lo justo que un hombre pueda aparentar ser, esto no nos
debe engañar, pues en lo profundo de todo corazón siempre hay una conciencia de pecado. No olvides, la conciencia de
cada hombre siempre estará de nuestro lado.
En Mt 22:37-38 tenemos una enseñanza muy clara que le ayudará a todo aquel que espera salvarse por su buena
vida que está totalmente engañado. Estos versículos contienen el más grande mandamiento, mismo que es imposible
guardar por cualquier ser humano. Por esta razón, le podemos enseñar que, lejos de estar haciendo lo que Dios pide,
ha quebrantado el más grande mandamiento que Dios ha dado. “Lejos de hacer más bien que mal, usted ha
quebrantado la primera y más grande ley de Dios”.
En He 11:6 y Jn 6:29, Dios nos enseña que lo que Él exige es la verdadera fe que sólo Él puede dar. La obra que
Dios demanda es creer en el que Él ha enviado y sin esto, es imposible agradar a Dios, no importa la que el hombre
posea. En Jn 16:9 Jesús declaró que el no creer en Él es el peor pecado.
Por esta razón, el peor castigo vendrá no a aquel que mata o adultera, sino a aquel que rechaza el sacrificio de
Cristo y ofrece sus propias obras He 10:28-29.
Debemos tratar de llevar ante la presencia de Dios a estas personas que esperan salvarse por medio de una vida
recta, pues ante su presencia la justicia propia se desvanece. Esto lo podemos pedir al Espíritu Santo para que abra
sus ojos y le haga comprender estos pasajes que revelan la justicia de Dios y su santidad. Cuando sea posible y la
persona desee que Dios abra su entendimiento, debemos orar con ella. Muchos hombres que proclaman en voz alta sus
excelencias, ceden cuando realmente se descubren delante de Dios.
2- Aquellos que afirman que Dios es demasiado bueno para condenar a alguien.
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Debemos decirle a este tipo de personas que nosotros no podemos saber más acerca de la bondad de Dios que
aquello que nos revela la Biblia. Si ignoramos la Biblia, no tenemos otra fuente que nos hable del amor de Dios. Esta
es la única base verdadera sobre la cual podemos construir nuestras esperanzas. Si aceptamos la afirmación de la Biblia
de que Dios es amor, tendremos que aceptar también lo que la Biblia nos dice acerca de la bondad de Dios Ro 2:4-5.
Estos versículos nos enseñan claramente cuál es el propósito de la bondad de Dios, el cual consiste en guiarnos al
arrepentimiento. Sin embargo, estos versículos también nos enseñan cuál es el resultado de no permitir que la voluntad
de Dios nos guíe al arrepentimiento: Atesorar ira para el día de la ira Jn 8:21, 24.
No importa qué bueno pueda llegar a ser un hombre, si no creé en Jesús de una manera viva, morirá en sus
pecados y no verá la vida, porque la ira de Dios está sobre él. Este será el fin de todo hombre que no acepte la guía
de la bondad de Dios Jn 3:36.
Por otro lado, debemos decirle que no es Dios el que condena al hombre, sino el hombre el que se condena a sí
mismo, a pesar de la bondad de Dios. Mientras no quiera arrepentirse y acudir a Cristo para aceptar gratuitamente la
vida que Él ofrece, su destino es la condenación 2 P 3:9-11; Jn 5:40; Ez 33:11. Podemos decirle también que Dios
tiene mucha paciencia para con el hombre, pero la Biblia nos enseña que su paciencia tiene fin.
Recuerda, no importa lo que el hombre piense o incluso diga acerca de la Biblia, Dios finalmente castiga al pecador 2
Cr 36:11-21; Mt 25:41-46.
Finalmente debemos decirle a la persona que lo que más debe preocuparle, independientemente de lo que va ha
suceder en el futuro, es su situación en el presente. Es en esta situación en lo que debemos pensar, porque de ella
depende el futuro. En Jn 3:18-19, Dios afirma que el que no ha creído en Cristo ya está condenado y que la única
esperanza que existe es aceptar la salvación que Dios ofrece en Cristo Lc 13:3. Dios revela que la única esperanza
para cualquiera, es el arrepentimiento.
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5- Aquellos que tienen esperanza de ser salvos por practicar una religión, y que profesan una fe que no salva del
pecado ni conduce al arrepentimiento.
Esta es una de las falsas esperanzas más peligrosas, pero es fácil de tratar si la persona es honesta Ti 1:16. Dios
habla en su Palabra de muchas personas que sólo profesan conocerlo, pero que ante los ojos de Él están perdidos Mt
7:21-23. Uno puede tener una religión, puede estar activo en una obra cristiana y aún estar completamente perdido.
Estos versículos enseñan que no basta profesar una religión, sino que es necesario hacer la voluntad de Dios Jn
6:28-29. En su Palabra Dios nos revela su voluntad y en ella enseña que la única forma de salvación es volver a nacer
Jn 3:3-5; 1 Jn 3:9, 2:29; 2 Co 5:17.
Después debemos mostrarle que la fe es la única que salva, pero esta fe la tiene que dar Dios, y Él la otorga en el
momento en que uno le entrega su vida Ef 2:8-9.
No es cualquier tipo de fe, sino la fe que proviene de Dios. Esta es la fe verdadera que vence al mundo y al
pecado. Los demás tipos de fe no dan la victoria, y esa falta de victoria es la evidencia de que tenemos que volver a
nacer Gá 5:6; Stg 2:14; 1 Jn 5:4-5; Col 2:23.
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CAPÍTULO IX
Cómo tratar con aquellos a quienes les falta seguridad de su salvación
Al que ha creído no sólo podemos enseñarle la salvación sino también cómo puede ser útil en las manos de Dios.
Una de las cosas que ayuda al nuevo creyente para ser útil es saber que puede tener la completa seguridad de su
salvación. Nuestra responsabilidad como obreros de T.P. es conducir a esa seguridad de salvación a aquellos que,
habiendo creído, ignoran que pueden estar seguros de que son salvos Hch 16:31.
Hay dos grupos de personas que carecen de esta seguridad:
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sus vidas que aún no ha sido confesado ni abandonado. Si este es el caso, muéstrale la necesidad de abandonar su
falta, enseñándole que uno de los efectos más fuertes del pecado es robar la seguridad del creyente Jn 8:12; 10:10. En
estos versículos Jesús prometió que aquel que lo siga tendrá la luz de la vida. La falta de luz en la vida de esta
persona es el claro resultado de no estar siguiendo a Jesús. Debemos ayudarle a encontrar su falta y enseñarle aquello
en lo que no es fiel a Cristo Stg 5:19-20.
Por último, debemos mostrarle cómo obtener la victoria y el gozo que Dios promete al creyente Is 55:7; Sal 32:1-5.
Estos versículos son una buena ayuda para aquellos que tienen pecados sin confesar y que les están impidiendo gozar
de la comunión con Dios. En estos pasajes es claro que cuando el pecado es confesado y abandonado no sólo
recibiremos el perdón y la luz, sino también la seguridad que el pecado siempre roba Pr 28:13.
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CAPÍTULO X
Cómo tratar con aquellos que dudan de las doctrinas básicas de la Biblia
1.- Cómo tratar con aquellos que dudan que la Biblia es la Palabra de Dios.
El tratar con este tipo de personas no es fácil. En estos casos, lo mejor es lograr que la persona acepte creer en lo
que Cristo dijo. La mayoría de las personas suelen aceptar que lo que Cristo dijo es verdad, y esto nos dará una
buena base para mostrarle con las mismas palabras de Cristo que la Biblia es la Palabra de Dios de principio a fin.
Después, debemos enseñarle que entre las muchas cosas que Jesús afirmó, Él señaló que el Antiguo Testamento era
literalmente la Palabra de Dios Mr 7:13; Jn 10:35; Mt 22:29, 31-33; Sal 82:6. Los judíos dividen en tres partes el
Antiguo Testamento: La Ley de Moisés, Los Profetas y los Salmos Lc 24:27,44. Jesús afirmó que todos los libros del
Antiguo Testamento, al ser inspirados por Dios, anunciaban de antemano todo lo que Cristo iba ha hacer, cómo moriría y
cómo resucitaría Hch 2:25-31; Mt 22:43-44; Is 53:5-9.
Por otra parte, Jesús mismo profetizó la confección del Nuevo Testamento la cual sería llevada a cabo por el mismo
Espíritu que había inspirado el Antiguo Testamento Jn 14:26; 16:13-14; 2 P 1:19-21.
Jesús anunció que la autoridad de los apóstoles sería la base para determinar la autenticidad de la inspiración divina
de los escritos, que tanto los apóstoles como algunos de sus discípulos elaborarían para la formación del Nuevo
Testamento. Así vemos cómo el apóstol Pedro puso su sello como autoridad apostólica sobre todos los escritos del
apóstol Pablo, llamándolos Escritura Divina como lo hacía con todos los libros del Antiguo Testamento 1 P 2:6-7; 2 P
3:15-16; 1 Ts 2:13.
El mismo apóstol Pedro reconoció la autoridad de Marcos, cuyo Evangelio circulaba hasta entonces entre todos lo
creyentes como Palabra de Dios 1 P 5:13; 2 Ti 4:11; Flm 24; Mr 14:51-52.
Por otra parte, el apóstol Pablo reconoció como escritura inspirada por Dios cada uno de los escritos de Lucas Lc
10:7; 1 Ti 5:18. Así mismo, observamos cómo los apóstoles reconocieron la autoridad apostólica de dos de los hermanos
del Señor, quienes escribieron respectivamente la carta de Santiago y Judas Stg 1:1; Ga 1:18-19; 2:9; Hch 15:13; Jud 1;
1 Co 15:7.
Debemos entender que todos los escritores del Antiguo y Nuevo Testamento fueron inspirados en cada una de las
palabras del Espíritu Santo quien dictó cada palabra que leemos en la Biblia. Esta es la razón por la cual muchas
veces escribieron cosas que ni ellos mismos entendían 1 P 1:10-11; 2 P 1:20-21.
Debemos hacerle ver a la persona que el problema de no creer no está en la Biblia, sino en su voluntad. La misma
Biblia explica que cada persona es culpable en su caso de su propia incredulidad. Es algo que está en nuestra voluntad
Jn 8:47; Ro 3:3-4.
La Biblia es el testimonio que Dios nos ha dado acerca de su Hijo y de la salvación que Él obtuvo para nosotros.
Cuando un hombre la niega como tal, está presentando a Dios como un mentiroso y tendrá que dar cuentas de esto 1
Jn 5:9-10.
También debe entender que la Biblia es el único medio que Dios nos dejó para poder convertirnos. El rechazarla es
hacer a un lado este medio en donde se expresa con toda claridad nuestra condición y la solución que Dios ofrece en
Cristo Lc 16:30-31. Si rechazamos su Palabra, ni los milagros nos podrán convencer.
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Dios mismo los podía cumplir Is 7:14; He 1:3-10, 10:10,14:26.
Dios profetizó que él llevaría a cabo el ministerio de la salvación Zac 9:9, 11:10-13, 12:10. La Biblia también nos
enseña que Cristo debe ser adorado como Dios He 1:6; Jn 5:22-23; Ap 5:13.
A continuación debemos mostrarle que Jesús mismo demandó para sí el mismo honor que el Padre Jn 14:8-9. Aquel
que niega la deidad de Cristo, está haciendo de Jesús un mentiroso, impostor y blasfemo Mr 14:61-62. La persona que
niega la verdad de Cristo debe saber lo que la Biblia dice acerca de lo que está haciendo 1 Jn 2:22-23, 5:1-5, 10-12.
Después de esto, debemos mostrarle que la Biblia advierte que el peor castigo vendrá por rechazar a Cristo como lo
que Él dijo ser Jn 8:24-26; 20:31; He 10:28-29.
CAPÍTULO XI
Cómo tratar con los escépticos
Aun dentro de este tipo de personas, hay diferentes clases de escepticismo y debemos aprender como tratar con
ellas.
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escepticismo Jn 8:47. En casos extremosos, podemos mostrarle 2 Ts 2:10-12, en donde Dios nos muestra que el efecto
de rechazar la verdad es creer la mentira. Por último, y con mucho tacto podemos usar el Sal 14:1, en donde Dios nos
enseña que la postura del escepticismo es resultado de una actitud necia Ro 1:22.
Siempre que trates con este tipo de personas, nunca discutas ni te enojes. Sé amable, pero solemne, y no dejes de
orar confiando en que el Espíritu Santo te guíe y toque su corazón Jud 23; 2 Ti 2:23-26.
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después hacerles ver que el momento en que Dios puede ser hallado es cuando se ha acercado a nosotros. Debemos
dejarle claro a este tipo de personas que el hecho de estar escuchando sólo demuestra que Dios está cerca y este es
el momento para ser hallado. Podemos mostrarle después Pr 27:1 y hacerle ver que el consejo de Dios es no jactarse
del día de mañana y no contar con él. El mejor momento es el presente y no hay otro mejor Pr 29:1; Mt 25:10-12; Lc
12:19-20.
Debemos hacerle ver que esperar, no importa el tiempo que sea, sería el peor error que podría cometer. Además, de
esta forma se privaría de recibir lo que él sabe perfectamente que necesita y es lo único que Dios ha provisto para su
salvación.
La persona debe darse cuenta de la inseguridad de la vida y el hecho de que Dios no está obligado a mantenerlo con
vida el tiempo que quiera esperar. El mejor tiempo es el de Dios y 2 Co 6:2 enseña cuándo es este tiempo Jn 15:22.
CAPÍTULO XIII
Cómo tratar con aquellos que creen en doctrinas equivocadas
1. Católicos
Al igual que muchos otros grupos llamados cristianos, los católicos piensan que la salvación es algo que van ha lograr
por medio de buenas obras. Debemos mostrarles que Dios nos enseña que la salvación no es algo que el hombre
pueda alcanzar por su propio esfuerzo, sino que es un regalo que Dios nos otorga gratuitamente en Cristo Is 53:6; Ga
2:16; Ef 2:8-9; Hch 13:39.
Debemos enseñarle que los efectos del pecado son fatales y que ningún acto humano los borra Ro 3:23; 6:23. Esto nos
permitirá enseñarles la necesidad de volver a nacer Jn 3:3-7. Podemos enseñarles cómo Nicodemo siendo un profundo
religioso necesitó volver a nacer. Debe quedarle claro que este nuevo nacimiento no se obtiene por medio del bautismo
1ª Co 1:14. Esto es algo que Dios mismo hace cuando aceptamos y creemos lo que él nos dice en su Palabra y
aceptamos a Cristo como nuestro Salvador personal y el Señor de nuestra vida Jn 1:12-13; Ro 10:9-10; 1ª Co 4:15; Stg
1:18; 1ª P 1:23.
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Debemos enseñarles que es necesario arrepentirse; esto sucede cuando reconocemos que hemos pecado, que estamos
por lo mismo perdidos y necesitamos aceptar o hacer nuestro el pago que Cristo hizo por nosotros. Al mismo tiempo
debemos estar dispuestos a que Dios cambie nuestra vida y tome el control de ella Hch 3:19; Is 55:7. Por lo general
los católicos han aprendido a confiar en otros mediadores y esta es una trampa que les impide ver su necesidad de
Cristo como el único a quien Dios envió para salvarnos 1ª Ti 2:5; Jn 14:16.
Nunca debemos atacar, ni perdernos en discusiones sin sentido 2ª Ti 2:23-25. Debemos ir al punto de la salvación y
manifestarles el profundo amor que Dios tiene por ellos Jn 3:16.
Recuerda que el católico lo mismo que aquellos que se llaman cristianos y no han nacido de nuevo, no pueden estar
seguros de su salvación, pero pueden estar listos para la salvación por esta inseguridad. Ellos, como todos los hombres
viven en la incertidumbre de la eternidad, y el escuchar el mensaje de salvación puede ser una gran oportunidad.
2. Judíos
Sin duda alguna cada día hay más judíos listos para escuchar acerca de lo que ellos ignoran que Cristo es.
Todo el Antiguo Testamento está lleno de versículos que muestran claramente que Jesús de Nazaret es el Mesías que
ellos erróneamente están esperando. Sin duda Is 53 es uno de los pasajes más útiles, lo mismo que Dn 9:26, Zac
12:10, Mi 5:2, Is 9:1-6.
Podemos estar seguros que cualquier judío puede comprobar con su propio Antiguo Testamento que Jesús es el Mesías,
tal como lo describe con toda exactitud el Sal 22.
El problema mas grande de los judíos no es que no puedan entender que Jesús es el Mesías, sino el temor que tienen
a la fuerte persecución si ellos se convierten Jn 12:42.
3. Espiritistas.
Hay muchos que llamándose espiritistas dicen creer en la Biblia. Ellos usan mucho el pasaje en el que Samuel se le
presentó a Saúl en 1ª S 28:11-20. No debemos temer comentar este pasaje, porque lejos de apoyar la invocación de
los muertos, la destruye y la condena con la muerte, como una práctica satánica 1ª S 28:19. Debemos mostrarle que
Dios permitió este caso único y singular, que el profeta Samuel viniera hasta Saúl para dictar la condena divina sobre
su acto de consultar a una adivina.
Muchos grupos espiritistas suelen identificarse como cristianos; oran al comenzar sus reuniones e incluso cantan himnos
cristianos. Esa es una de las doctrinas falsas que suelen confundir a muchas personas sinceras, e incluso pueden tener
verdaderamente una actividad de espíritus, la cual lejos de ser algo divino es una profunda actividad satánica, la cual
impresiona con hechos sobrenaturales a muchos individuos que así son engañados.
Después de las guerras suelen darse avivamientos de este tipo de actividades espiritistas. Después de la Primera y
Segunda Guerra Mundial se dio esta situación.
Nosotros debemos entender como creyentes, que cualquier doctrina que nos lleve fuera de la enseñanza del Evangelio no
proviene de Dios, y no nos debe impresionar si aun hay hechos sobrenaturales, pues Satanás los puede producir Ga
1:8; 2ª Co 11:13-15.
Una de las claves para reconocer lo falso de espiritismo, como de muchas otras doctrinas, es el hecho de que ellos
niegan la deidad de Cristo. Esto no sólo es una blasfemia, sino una forma de demostrar una incredulidad en la Biblia 1ª
Jn 4:1-3; 2ª Ts 2: 9-12.
El espiritismo enseña que Cristo no es más divino que otro hombre. Para ellos la concepción divina de Cristo es un
fraude, y enseñan que sólo es un espíritu más avanzado. Por otro lado, niegan la salvación de la fe por medio de la
sangre de Cristo 1ª P 1:18-19. En Hch 13:1-12 Dios nos enseña como fue tratado un médium que había engañado a
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mucha gente.
El espiritismo, lejos de estar de acuerdo con el cristianismo, está en verdadera oposición. Esta es la razón por la que
toda la Biblia condena en forma absoluta esta doctrina 1ª Cr 10:13-14; Is 8:19-20; Dt 18:10-12; Lv 20:6; 2ª R 21:1-2, 6.
Estos versículos son lo suficientemente claros para entender la actitud de Dios hacia el espiritismo.
4. Ciencia Cristiana
Mucha gente se ha desviado hoy en día siguiendo esta falsa doctrina.
La Ciencia Cristiana no es ciencia y menos cristiana, pues no sólo niegan muchos de los principios científicos, sino que
además es una doctrina abiertamente en contra de las enseñanzas de la Biblia. Los seguidores de esta falsa doctrina,
como muchos otros grupos que viven en el error, dicen que creen en la Biblia, pero todos los conceptos que manejan
en su doctrina son contrarios a la Escritura.
Ellos niegan la realidad de la materia, la realidad del cuerpo y la realidad de que Cristo vino en carne. Debemos
mostrarles 1 Jn 4:1-3, en donde Dios afirma que quien niega la encarnación de Dios en la persona de Cristo no es de
Dios. Ellos también niegan la necesidad que tenemos de aceptar la sustitución de Cristo por nosotros en la Cruz.
Muchos de los que siguen esta doctrina no son conscientes de que niegan esta enseñanza de la Palabra, por lo que
debemos mostrarles la verdad de la Escritura, la cual los hará conscientes de su error 2 Co 5:21; Ga 3:13; He 9:22.
Los seguidores de este error hacen mucho énfasis en sus curaciones físicas. Esto es un hecho que no podemos
negar, pero tampoco en una evidencia de que esta enseñanza provenga de Dios. Muchos sanan de enfermedades
psicosomáticas si tan sólo se les puede hacer ver que esto sólo sucede en su mente. Mucha gente enferma por
sugestión y obsesión, y se calcula que el 60 % de las camas de los hospitales están ocupadas por personas que sólo
necesitan amor y atención, a la vez que una gran necesidad de paz.
Por otro lado, algunas de sus sanidades son el resultado de la actividad de Satanás en medio de este grupo. Ellos
suelen invocar la ayuda de espíritus para lograr sus objetivos. Incluso Mary Baker, su fundadora, tuvo que prohibir que
invocaran espíritus en su contra, cuando ella se vio atacada por algunos de sus seguidores, quienes usaron estas
invocaciones Mt 7:21-23; 2 Ts 2:8-9; 2 Co 11:14-15.
Ellos niegan también la realidad de la muerte, aunque finalmente tuvieron que enterrar algún día a su fundadora. Esto
sólo confirma lo erróneo de su doctrina y el error en el que viven quienes la siguen He 9:27.
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persona que están siguiendo Jn 8:47; 1 Jn 4:4-6.
La tercera regla está en Stg 1:5-7. Los seguidores de falsos profetas pueden orar y pedirle a Dios que les dé la
sabiduría para descubrir el error. Sin embargo, debe haber sinceridad para que Dios pueda trabajar. Muchos han sido
rescatados del error de seguir falsos profetas cuando han dejado de confiar en sí mismos y han acudido a Dios en
busca de luz y sabiduría.
La cuarta regla está en Mt 23:8-10: “No llaméis a nadie maestro”. Aquí tenemos un mandamiento para no reconocer a
nadie como la autoridad física y absoluta. En asuntos de fe y religión verdadera, la autoridad final y absoluta es Cristo y
la Biblia.
La quinta regla se encuentra en Pr 29:25: “No temáis a ningún hombre”. Muchos falsos profetas conservan su poder
sobre la gente por medio del miedo aun cuando no creen por completo en él. Muchos tienen el temor de que al dejarlo
van ha sufrir algún daño. Muchos seguidores de falsos profetas se hallan en esta situación; cuando el caso se presente
así, muéstrale lo errado de su postura. El hecho de que tenga miedo muestra el error en el que vive, pues el Espíritu
que Dios da al hombre no es un Espíritu de temor Ro 8:15; 2 Ti 1:7.
A todo aquel que está engañado por un falso profeta le podemos mostrar cuáles son las características de un falso
profeta:
La primera y más común es la codicia por el dinero Ti 1:10-11; 2 P 2:3.
La segunda marca es la jactancia 1 Co 13:4; Jud 16; 2 P 2:3. Siempre viven adulándose a sí mismos y a los
demás.
La tercera marca es la falsa aplicación de alguna escritura hacia sí mismo Dt 18:15-19.
La cuarta marca es atribuirse alguna autoridad que el mismo Cristo ha prohibido para cualquier hombre Mt 23:8,12.
La quinta marca es que hay algo falso en la doctrina de un falso profeta. Puede que enseñe mucho, que sea bíblico
y verdadero, pero en alguna parte dejará ver el origen satánico de su doctrina 1 Jn 2:21. Generalmente la falsedad de
su doctrina se descubre en cómo maneja la doctrina del castigo eterno, la observancia de la Ley de Moisés y la deidad
de Cristo. Por lo general, los falsos profetas o niegan el castigo eterno o hablan de una aniquilación total. Sin embargo,
lo más importante es presentar el mensaje de salvación para que la persona pueda salir del error en el que vive.
Muchas veces tendremos que esperar a que la oración y la Palabra hagan su trabajo, pues algunos seguidores de
falsos profetas sufren como una fiebre que, una vez pasada, les permite estar listos para escuchar el mensaje y creerlo.
CAPÍTULO XIV
Cómo tratar con cristianos que necesitan consejo, reprensión, ánimo o consuelo
Con frecuencia es necesario hacer T.P. con personas que realmente han nacido de nuevo, pero que por una causa u
otra, su experiencia con Cristo no ha sido lo que debería ser.
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La necesidad de la lectura diaria es tan vital que Dios la enfatiza a través de toda la Biblia Hch 17:11; Jos 1:8.
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8.- Cristianos que están pasando por un tiempo de aflicción.
Cuando vienen los tiempos de aflicción de un creyente, pocas palabras dadas en forma apropiada son de gran ayuda.
No es raro que puedan ahorrar al afligido meses y años de oscuridad y esterilidad en su vida cristiana. Algunos hoy
son inútiles por la falta de esas palabras de ayuda. Debemos estar siempre alertas para aprovechar este tipo de
oportunidades, que en un mundo como el de hoy abundan.
Recuerda que nuestros propios pensamientos nunca serán tan útiles y poderosos como las mismas promesas y el
estímulo de la Palabra de Dios. Debemos usar pocos pasajes que en el poder del Espíritu Santo serán de gran utilidad
He 12:5-11; 1 P 1:4-7; Fil 4:6-7; Mt 11:28-29. Cuando usemos estos pasajes debemos meditarlos antes en relación con
la prueba de aquel a quien deseamos consolar He 13:3.
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Por medio de los siguientes consejos podremos descubrir por qué está fracasando, y alentarlo a apropiar la victoria.
a) No han aprendido a descansar de modo absoluto en la obra terminada de Cristo para el perdón y la paz.
Muchos creyentes están buscando ser aceptados por Dios por medio de hacer ciertas obras. Nadie tendrá una
experiencia clara, satisfactoria y victoriosa si no ha aprendido a descansar por completo en la obra terminada de Cristo
para darnos el perdón Is 53:6; Ga 3:13; 2 Co 5:21. Estos versículos muestran claramente que nuestros pecados han
sido claramente perdonados no como resultado de lo que podamos hacer, sino porque Cristo los llevó sobre sí mismo
en el Calvario.
También debemos mostrarles que Cristo no sólo obtuvo para nosotros el perdón, sino también la paz, que vienen a
ser nuestros al momento en que creemos Ro 3:21-26; 4:5; 5:1.
b) No se han rendido de modo absoluto a la voluntad de Dios.
Esta es la causa de mayor fracaso en casi todos los casos Ro 6:13-19; Hch 5:32.
c) Han descuidado el estudio de la Palabra.
Si es el caso, podemos usar 1 P 2:2; Sal 119:11; Ef 6:17.
d) Han descuidado la oración 1 Ts 5:17; Lc 22:40.
e) No confiesan a Cristo delante de los demás.
Debe quedar claro que la vida victoriosa depende en gran parte de ser un testigo fiel Mt 10:32-33.
f) Han descuidado el trabajo para Cristo.
Quien usa lo que Dios le ha dado tendrá más, pero el que descuida lo que ha recibido no sólo no crecerá, sino que
aún perderá lo que tiene Mt 25:29.
12.- Creyentes que están cansados de su mal camino y desean volver al Señor.
Debemos mostrarles que deben reconocer delante del Señor sus pecados y confesarlos, al mismo tiempo que deben
estar dispuestos a que Dios cambie lo que está mal, lo cual traerá el arrepentimiento verdadero. Por último, deben
confiar por completo en el perdón de Dios y su poder, no sólo para perdonar, sino también para restaurar 1 Jn 1:9; 2
Cr 7:14; Jer 29:11-13; 1 Jn 2:1-2; Os 14:1-4; Mr 16:7. Estos versículos ilustran al que quiere regresar a la ternura y
amor con que Jesús trata al que ha conocido lo malo y amargo que es echar marcha atrás y anhela regresar Jer 2:19.
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Algunas sugerencias de carácter general muy útiles a todo obrero de T.P.
1.- Como regla general escoge para trabajar personas de tu propio sexo.
Desde luego hay excepciones a esta regla y no debes olvidar que en este trabajo de Ganar las almas la guía del
Espíritu Santo es vital. Él puede guiarte a personas del sexo opuesto, pero la guía debe ser clara. Por lo general las
mujeres hacen un mejor trabajo con las mujeres y viceversa.
Siempre es una mala señal cuando un joven está siempre buscando muchachas para tratar con ellas y viceversa.
Muchos problemas han surgido así. Naturalmente los líderes maduros pueden hacer un excelente trabajo con personas de
ambos sexos.
En general, tus motivos siempre deben ser limpios y honestos.
4.- Confía por completo en el trabajo del Espíritu Santo y en la Palabra de Dios. De ninguna manera confíes en ti
mismo.
Uno de los mayores obstáculos del T.P. es la confianza en uno mismo. Esto no significa que no debas tener
decisión, seguridad y celo, que son exactamente el resultado de confiar en el poder del Espíritu Santo y en la Palabra
de Dios.
No importa con quién trates o lo difícil que sea la persona, ten siempre presente que el Espíritu de Dios y su
Palabra tienen poder para quebrantar el corazón más duro.
Busca que el Espíritu Santo produzca la convicción de pecado, y espera que Él haga su trabajo. Ten toda tu
confianza en Dios y en su Palabra Jn 16:8-9; Ef 6:17.
5.- Deja que la persona con la que estás trabajando lea por sí misma los versículos y pasajes que le muestres.
No debes conformarte con leer los pasajes o citarlos; la persona debe leerlos; de esta manera la verdad de Dios no
sólo hallará entrada al corazón por los oídos, sino también por los ojos.
Es notable la impresión que produce la Palabra de Dios cuando la persona confirma con cada versículo su necesidad
de salvación.
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6.- Usa pocos versículos, recuerda que éstos deben dejar claro el mensaje de salvación.
En ocasiones puedes usar tan sólo un versículo, sobre todo cuando ves que la necesidad de la persona es que esa
verdad se quede grabada.
Recuerda que la persona inconversa recordará tan sólo unos pasajes. Casi todos los que hemos creído recordamos tan
sólo uno o dos textos que nos llevaron a la salvación. Sin embargo, debemos construir siempre el edificio de la
conversión, colocando en esta dirección cada versículo hasta que la mente esté convencida y el corazón listo para ser
conquistado 1 Co 3:10.
8.- Nunca permitas que la persona con quien tratas se desvíe del tema central, que es aceptar a Cristo.
Siempre vendrán discusiones sobre aspectos que nada tienen que ver con la salvación. Con amabilidad endereza
siempre la conversación hacia el tema central que es la salvación. Puedes proponerle a la persona que con gusto
podrán comentar esas cosas cuando haya oportunidad y enséñale que eso no tiene que ver con su salvación.
11.- Tu actitud siempre debe ser sincera, reverente y fervorosa, además de seria.
El creyente que así actúa hará vivir la verdad del mensaje. Acuérdate que el asunto de la salvación es algo muy
serio. Al final de cuentas, sólo si el mensaje ha tocado profundo tu corazón lo hará en aquel con quien tratas. Los
pasajes que dominamos no son tan efectivos como aquellos que nos han dominado.
Hoy se necesitan hombres que tomen en serio este trabajo de salvar a otros Jud 22-23. Pablo amonestaba con
lágrimas, y te puedo asegurar que la honestidad traerá más resultados que la habilidad Hch 20:31.
Medita en esos versículos que has aprendido a usar para que tomen tu corazón y puedan conquistar el corazón de
aquellos que buscas salvar.
12.- Nunca pierdas los estribos y menos te enojes con aquel que estas tratando de llevar a Cristo.
Más de uno ha sido ahuyentado porque el obrero perdió la paciencia; incluso algunos incrédulos buscan esto a
propósito. Sin embargo, algunos de estos fueron Ganados con paciencia.
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Nada puede confirmar más al incrédulo en sus pecados que el verte perder los estribos. Por otro lado, nada los
impresiona más, que a sus insultos tú respondas con bondad.
13.- Evita discusiones acaloradas con aquel que deseas conducir a Cristo.
Una discusión acalorada y los argumentos agresivos siempre provendrán de la carne y no del Espíritu Santo Ga 5:20,
22-23. Estos argumentos provienen de nuestro orgullo y falta de voluntad para perder el argumento.
Si tu objetivo es Ganar la discusión, seguro perderás esa alma. Recuerda que siempre será mejor perder una
discusión, que perder un alma. Si deseas Ganar a la persona te negarás a discutir aunque piense que Ganó la
discusión. Si la persona con quien tratas tiene una idea errónea que es básica para conducirlo a Cristo, con amabilidad
y tranquilidad muéstrale el error. Si el error no es sobre un punto esencial, no lo discutas y mantén a la persona en el
asunto principal 2 Co 10:3.
16.- Ora siempre que sea posible con la persona, y si hay oportunidad, hazlo de rodillas.
A veces no es posible ni es prudente que la persona se arrodille; sin embargo, la clave es la oración, sobre todo
cuando con quien oras se descubre a sí mismo frente a Dios.
Recuerda que la fe se manifiesta orando.
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18.- Por último, asegúrate siempre de ayudar a cada nuevo convertido a que sepa cómo tener éxito en su vida cristiana.
Síguelo y ayúdalo en el desarrollo de su relación con el Señor.
Nada es más triste que ver a los nuevos creyentes descuidados y sin atención en su desarrollo espiritual. Estos
creyentes sin duda alguna tendrán poco progreso.
El trabajo de seguir a un nuevo creyente es, al final de cuentas, tan importante como el de su conversión, y por
regla general el que mejor hace el trabajo de seguirlo es el que hizo el trabajo de la conversión.
FIN
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