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LA MUERTE

Desde tiempos remotos los hombres de diversas culturas han tratado de encontrar
una respuesta a muchos de los enigmas de nuestra existencia, para responder a
esas dudas, algunos decidieron atribuirle un origen divino o mítico, mientras que
otros decidieron recurrir a la ciencia.
Algunos de los misterios inicialmente planteados ya han sido esclarecidos y
actualmente no nos agobian tanto, pero hay otros que aún nos mantienen en la
penumbra, uno de ellos es la gran pregunta que cada ser se ha planteado por lo
menos una vez en el transcurso de su existir y es ¿qué hay más allá de la
muerte?, esta pregunta ha sido abarcada por todas las disciplinas del
conocimiento, religiones y culturas del planeta, pero ninguno de los argumentos
que estos nos brindan logra abarcar la complejidad que esto representa.
Sabemos que la muerte es el inexorable destino de todo ser, una realidad
desconocida a la que todos tarde que temprano hemos de encontrarnos, una
realidad que siempre ha sido parte de nuestras vidas ya que en el transcurso de
nuestra existencia hemos tenido algún contacto directo o indirecto con ella, sin
embargo no todos la enfrentan de la misma manera, para la mayoría de las
personas, la muerte es una cuestión temible y fatal; para otras, significa la simple
ausencia de vida, un estado en blanco, un vacío, hay quienes hasta la consideran
algo absurdo.
Para el cristianismo la muerte supone la redención, los cristianos piensan que al
morir, el cuerpo se corrompe, pero el alma va hacia Dios. Entonces tiene lugar el
juicio de cada uno. ¿Hemos sido buenos? Vamos al cielo. Si hemos vivido en
pecado mortal iremos al infierno, aunque cabe la posibilidad de ir al purgatorio, el
lugar donde se purifican los pecados veniales que hemos cometido.
Los hinduistas creen en la reencarnación, para ellos después de la muerte, el
alma renace en este mundo, aunque no necesariamente en un cuerpo humano. Es
el karma resultante de acciones pasadas el que determina el tipo de renacimiento.
La doctrina del karma dice que cada pensamiento o acción da como resultado
unas consecuencias: si una persona roba o miente, en el futuro se verá
perjudicado. Para los budistas la muerte no es más que un tránsito Los actos
positivos realizados a lo largo de nuestras vidas nos permitirán gozar de un karma
favorable, los actos negativos inducirán un karma negativo. Renaceremos bajo
una forma determinada por esta ley de causa y efecto; por eso la muerte no es un
final, más bien parece un cambio de ropajes. Para la tradición hindú nadie nace ni
muere en ningún momento, el alma imagina su nacimiento y su muerte. El
hinduista cree en la trasmigración de las almas, ya que existe un principio de
orden superior y permanente que denominan atman y que se podría traducir por
espíritu. El atman se reencarna para ir purificándose y poder reencontrar su origen
mediante una experiencia de vida denominada liberación definitiva (como
resultado de una conducta implacable y sabiduría). La muerte para los hinduistas
es solo un migrar del cuerpo y su liberación definitiva pondría fin a la
reencarnación. Cuando una persona muere se incinera su cadáver,
preferiblemente junto a un río sagrado.
Como podemos ver tal y como nos decía la lectura de El encuentro con la muerte
en las sociedades occidentales “el simbolismo religioso ayuda a entender la propia
muerte no como un final absoluto sino como la reintegración del individuo al
proceso de vida universal y eterna”. Aunque este no apacigua del todo está
angustia que siente el ser humano ya que algunos no se convencen con estas
teorías y desarrollan gran temor a lo que puede venir con la muerte como es el
miedo a desaparecer, lo que nos espera y a perder lo que se tiene.
Los rituales funerarios juegan un papel importante a la hora de abarcar el tema de
la muerte ya que estos nos permiten estar cara a cara a ella y aceptarla como una
realidad irreversible y definitiva

Los griegos celebraban estos rituales sagrados en la ciudad natal, y los


descendientes del fallecido, o en su caso los parientes, tenían la obligación de
afrontar los gastos funerarios. Por su parte, las mujeres de la familia se
encargaban de bañar el cuerpo, untarlo con aceite, y envolverlo con un sudario
dejando el rostro libre, adornándolo con coronas y joyas. Para finalizar, y como
superstición, seguían un ritual de origen mitológico, puesto que colocaban en la
boca del difunto una moneda. Un día después del fallecimiento, con el cadáver ya
preparado, se exponía en la casa del difunto o de un allegado con los pies siempre
dirigidos hacia la puerta, donde se velaba uno o dos días. Al velatorio acudían las
mujeres, que lo hacían vestidas de negro, con el pelo recogido y lamentándose de
la pérdida en voz alta. En la puerta de la casa se colocaba un vaso de agua traído
de una casa vecina, ya que la del propio hogar se consideraba que estaba
contaminada en esos momentos. Esta agua servía para indicar a las personas que
allí había un fallecido, y para rociar a aquellas que salían del velatorio con el fin de
purificarlas. Al tercer día se sacaba en procesión al fallecido hasta el lugar de
sepultura, transportando en su propio lecho de muerte. Una vez allí, se procedía a
la inhumación del cadáver o bien se guardaban las cenizas en una vasija.
Después del entierro, los participantes se lavaban el cuerpo para purificarse y
celebraban el banquete. Al día siguiente la casa también se lavaba con agua de
mar para purificarla. El lugar del entierro se señalaba con un elemento que
sobresaliera del suelo, ya fuera un montón de tierra, una construcción de piedra…
Cuando el finado era de clase alta, en su tumba se levantaban hermosos
monumentos funerarios. Un componente característico de este ritual era el
epitafio, un pequeño poema que informaba al transeúnte sobre la personalidad del
difunto.

En el Imperio Romano, la relación con el difunto era de respeto y de mucho temor,


puesto que a la persona que acababa de fallecer se le tenía miedo. Pensaban que
tras morir se acaba todo y que la única manea de pervivir, de logar la inmortalidad,
era la de permanecer en la memoria de los seres humanos. Al fallecer, los
familiares y allegados van en fila despidiéndose y pronunciando su nombre. Las
mujeres gritan y se lamentan en voz alta, mientras los varones reprimen sus
emociones. El proceso de preparación del cuerpo para los ritos funerarios era muy
parecido al que se realizaba en Grecia: se bañaba el cuerpo, se afeitaba y se
perfumaba, se cubría con la mortaja, y se trasladaba al atrium, patio central de la
casa, decorado con flores y lámparas. Al final de esta exposición, que podía durar
varios días, se colocaba una moneda debajo de la lengua del fallecido, tal como lo
hacían los griegos. Después se organizaba una comitiva fúnebre, denominada
pompa fúnebre, acompañada por flautas y trompetas. El difunto se colocaba en
una especie de camilla, seguido de sus familiares, clientes, conocidos… A
continuación se practicaba la incineración, más accesible para las clases altas, o a
la inhumación, que se convertiría en el procedimiento único con la llegada del
cristianismo.

La forma en la que se mira la muerte, como algo bueno, malo o como un simple
proceso biológico, los rituales entorno a ella y las creencias de lo que hay después
de ella dependen de la perspectiva desde la cual se mire, no estamos seguros de
lo que haya después de la muerte, no sabemos si nos estará esperando el
paraíso, si reencarnaremos, o si simplemente ese sea nuestro fin y nos espere la
nada, lo único que puedo decir es que debemos estar agradecidos con ella, ya
que de cierta forma es la que le da sentido a la vida, no podríamos hablar de vida
si no existiese la muerte, el saber que todo tiene que acabar nos hace darle
importancia y valorarla, ya que como seres humanos valoramos más las cosas
que sabemos que son limitadas y hacemos uso descontrolado de las cosas que no
lo son. En fin, solo sabremos que hay después de la muerte cuando nuestro turno
llegue, porque nadie ha muerto y ha vuelto para contar que hay detrás, nos
corresponde verlo por nosotros mismos.
BIBLIOGRAFIA
El encuentro con la Muerte en las sociedades occidentales
http://apoyoalduelo.com/la-muerte-en-otras-culturas/
http://www.monografias.com/trabajos75/costumbres-muerte-religiones-paises-
latinoamerica/costumbres-muerte-religiones-paises-latinoamerica2.shtml

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