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Celebrando los Temperamentos
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© 2013 por Ron y Karen Flowers. Todos los derechos reservados. Ninguna parte
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mecánico, fotocopiado, grabado u otro, sin el permiso previo por escrito del
titular de los derechos de autor.
ISBN?! 978-1-62909-358—1
Pero para Hans Eysenck, y más recientemente Pedro Blitchington y Roberto Cruise
de la Universidad de Andrews, era necesario verificar científicamente el enfoque de
cuatro temperamentos. Porque, aunque era rápidamente evidente que la teoría del
fluido corporal era incorrecta, se podía corroborar mucho de lo que se había observado
acerca de cuatro tipos básicos de personalidad.
Para mirar más de cerca a su temperamento, anote sus dos calificaciones más altas
y lea las descripciones en las siguientes páginas. Sin embargo, recuerde que estas
páginas describen brevemente los cuatro temperamentos en sus formas más puras.
Las personas son una mezcla de los cuatro temperamentos. Por lo tanto, todo lo dicho
acerca de un tipo de temperamento dado puede no ser cierto acerca de usted. No
obstante, debe surgir un retrato que puede darle una perspectiva nueva de sí mismo
y de otros que le rodean.
Los temperamentos no son cajas en las que se pueden clasíñcar a los individuos.
Más bien, son herramientas dinámicas para ayudarnos a vernos a nosotros mismos
como los demás nos ven, a darnos el valor para aceptar nuestras fortalezas y usarlas
en el servicio para Dios y otras personas, y para hacernos conscientes de nuestras
debilidades para crecer en nuestra dependencia del Salvador.
Mediadores para los otros tres temperamentos, los flemátícos suelen ser calmados,
lentos a la ira y controlados bajo estrés. Sus emociones raramente los abruman. Su
presencia atenúa las ideas exageradas del sanguíneo, se niegan a estar demasiado
impresionados por el liderazgo brillante y los logros del colérico, y no toman demasiado
en serio los estados de ánimo del melancólico. Para los flemáticos, nada vale la pena
molestarse o excitarse. La mayoría de las cosas simplemente no importan tanto.
PACIFICADOR nrr>touímco
El flemático es un buen diplomático y se encuentra frecuentemente mediando
problemas y haciendo la paz entre los temperamentos más obstinados. Naturalmente,
la naturalidad de un flemático calma. Tienen un sentido de humor encantador, seco e
ingenioso que ayuda a otros a no tomar la vida tan en serio. Los flemáticos les gusta
burlarse y generalmente lo hacen puramente por diversión, pero de vez en cuando
viene con una púa que duele.
Bajo este exterior plácido, sin embargo, los flemáticos pueden ser bien tercos y
decididos una vez que han llegado a una decisión acerca de un asunto. Otros muchas
veces se sienten confundidos por la poca disposición aparentemente repentina de un
flemático por cambiar de opinión. Los flemáticos necesitan practicar la comunicación
abierta de sus pensamientos y sentimientos, compartiendo en el camino tanto cuando
son ambivalentes y dispuestos a aceptar cualquiera de las alternativas, y cuando tienen
sentimientos definidos de una forma u otra. Los que están en una estrecha relación
con un flemático harán bien en recordar que el silencio de un flemático no siempre
significa que no les importa el asunto. Puede reflejar, en cambio, su incomodidad con
el conflicto o el tiempo extra que tarda en llegar a una decisión. Un flemático puede
permanecer en silencio en ese momento, pero no significa necesariamente que en
última instancia seguirán la corriente.
Los flemáticos se mezclan en las Escrituras como se mezclan con la sociedad. Tal vez
Bernabé representa este temperamento. Este hombre amable e intuitivo poseía el
raro don de discernir el valor en los demás, abriendo el camino para la aceptación
de Saúl entre los otros discípulos, proporcionando otra oportunidad para que el joven
Juan Marcos madurara en todo lo que podría llegar a ser a pesar de un comienzo
desalentador. Desde la venta temprana de sus propiedades de élite para proporcionar
los fondos tan necesarios para la iglesia primitiva hasta su disposición diaria para que
otros brillaran mientras él desempeñaba un papel detrás de bastidores, sólo había una
palabra para describirlo adecuadamente: animador. Y así fue que José se convirtió en
Bernabé, hijo de consolación, renombrado por los discípulos que lo conocían mejor.
EL SHNGUÍNEU
SIEMPRE DIVIRTIENDOSE; SIEMPRE VE LO POSITIVO
Cálido y animado, lleno de entusiasmo y emoción por la vida, ese es el sanguíneo.
De hecho, los sanguíneos son demasiado felices para algunos. Viven la vida en el
presente y se preocupan poco por el pasado o el futuro. Tienen un buen sentido del
humor y son casi siempre alegres y optimistas. Por un lado, los sanguíneos deben
guardar contra el huir de sus problemas y el intentar crear una existencia de cuento de
hadas, por otra parte, el sanguíneo proporciona la elevación y el ánimo necesitado por
otros temperamentos para hacer frente a las tribulaciones de la vida. La ingenuidad
infantil y la inocencia de ojos abiertos persisten en la vejez. Conocen los altibajos de
las emociones cotidianas, pero sus estados de ánimo cambian rápidamente con las
circunstancias que les rodean, y raramente se desalientan por mucho tiempo. La ira
de un sanguíneo también puede estallar rápidamente y desaparecer con la misma
rapidez.
¡ALMA DE LA FIESTA!
Los sanguíneos son el alma de la fiesta. Nacidos para entretener, crean una plataforma
para sí mismos si uno no existe. Están en su mejor momento cuando cuentan una
historia, porque el sanguíneo ve y recuerda la vida en color vivo. Los sanguíneos no
están particularmente atentos a los detalles fácticos, pero sus mentes registran todos
los aspectos coloridos de cualquier acontecimiento que presencien. Los sanguíneos
no se preocupan de que olviden fechas y nombres y el orden de los acontecimientos,
porque esos detalles son sólo secundarios a una buena historia. Más bien, reviven
los detalles dramáticos, humorísticos, coloridos y emocionantes de una historia, ¡al
punto que oírles contarla que es usualmente mejor que haber estado allí! Los lapsos
en la memoria son llenados rápidamente por una imaginación fértil. De hecho, los
sanguíneos tienen problemas para distinguir entre memoria e imaginación. Después
de todo, lo que importa es la historia, no los hechos. El sanguíneo necesita ser traído
suavemente a darse cuenta que la narración emocionante llevada a un extremo se
convierte en mentira.
A un sanguíneo le encanta estar con la gente. De hecho, es muy difícil para ellos estar
solos. Poseen un carisma natural y siempre atraen a un público. Pero los sanguíneos
hablan demasiado y quieren estar en el centro del escenario y recibir aplauso por todo
lo que hagan. Los sanguíneos hacen amigos fácilmente, pero parecen olvidarlos igual
de rápido. No porque quieran o porque no quieren genuinamente su amistad; es sólo
que hay tantas nuevas personas amables para hacerse amigos hoy.
Las personas con este temperamento tienen dificultad para escuchar. Un sanguíneo
está demasiado inquieto para tomarse el tiempo y, además, el comentario inicial de la
otra persona puede recordarles de una historia que quieren contar tan pronto que la
otra persona termine de hablar, siempre y cuando esa persona no tarde demasiado.
Los sanguíneos interrumpen a menudo, responden por otros y terminan sus oraciones
por ellos. Sin embargo, un sanguíneo es un cómodo compañero de conversación para
los temperamentos más introvertidos que pueden tener problemas para tener una
conversación.
El sanguíneo responde muy bien a la gente. Usualmente son tiernos y simpáticos,
dotados con la capacidad de animar a los enfermos y desalentados. Los sanguíneos
llorarán cuando otra persona llora y se reirán cuando otra se rie. Pondrán su brazo
alrededor de la persona y le dará palmaditas en la espalda. Este calor refleja un amor
genuino por la gente y el mundo que los rodea. Un sanguíneo debe guardar contra
presentarse de una manera que abrume a otra persona, dejando otros incapaces de
creer que son sinceros.
Tal vez Pedro mejor ilustra el temperamento sanguíneo en el Nuevo Testamento. Querido
e impetuoso Pedro, dejando el barco para caminar sobre el agua, hablando tan a
menudo para los demás, atrayendo multitudes a si mismo por puro carisma personal.
Pero también fue Pedro, cuya fe como niño, que primero reconoció a jesús como Señor.
Y fue Pedro quien respondió dramáticamente a la obra del Espíritu Santo en su vida. Su
propia naturaleza llega a estar bajo el control del Espíritu como en el libro de los Hechos
es capaz de convertir la gloria y la aclamación, lo que su propio ser desea más, de si
mismo a Cristo.
Los Pedros en la iglesia hoy traen los mismos dones y necesitan el mismo entendimiento,
aceptación y moldeo por el Espíritu como lo hizo el Pedro de la iglesia primitiva. Sin ellos,
la vitalidad y el entusiasmo serían escasos.
El E[ILERICU
ENFRENTA TAREAS RÁPIDAMENTE
Los coléricos son personas dinámicas, enérgicas y optimistas que sueñan con sueños
imposibles y luego se ponen a punto de hacerlos realidad. Son orientados a objetivos y
determinados; por eso, usualmente hacen más que los otros temperamentos. Debido a
que siempre están alcanzando, luchando y logrando, el colérico a menudo asume más
de lo que puede lograr. Esto usualmente los toma por sorpresa, pero sin embargo los
deja frustrados por sus limitaciones.
El colérico goza de los grupos, pero tiene poca necesidad de amigos cercanos. Ellos
consideran socializar sólo por socializar como una pérdida de tiempo porque no logra
nada. Por regla general, luchan por elevar a la gente por encima de los proyectos.
Otras personas cercanas a los coléricos pueden ayudar por ser simpatizantes de
cuán importante es su agenda para ellos, mientras que al mismo tiempo afirman y
comparten a menudo lo mucho que disfrutan de ellos como una persona y desean de
su presencia en el grupo.
Los sentimientos de los coléricos son fuertes y pueden surgir frecuentemente. Mientras
que por un lado las lágrimas y las manifestaciones externas de lo que consideran las
emociones de debilidad repugnan a los coléricos, su ira es explosiva e incluso puede
llegar a ser violenta.
Los coléricos necesitan ayuda para descubrir la fuente de su ira y para estar más
en contacto y sentirse cómodos con todas sus emociones. La vida equilibrada y las
emociones expresadas antes de que intensifiquen a las proporciones de un estallido
de ira pueden ayudar a un colérico a controlar su temperamento y encontrar mejores
maneras de defender sus ideas y valor personal.
Como padre el colérico organiza bien su hogar y ejerce un fuerte liderazgo. Pueden
arreglar lo que está roto (¡o al menos intentarlo!) y responden a las preguntas con
seguridad. Es difícil para ellos escuchar las necesidades de cada miembro de la familia
en lugar de asumir que saben lo que es mejor para todos. Reconocer la necesidad de
la familia para el descanso y el tiempo libre y su presencia entre ellos, aun cuando
pueden ver tanto que hacer y sentir impUlsados a trabajar, requiere un crecimiento
continuo.
Pablo se destaca entre los coléricos en la Biblia. Sus enormes fortalezas se asemejan.
Articulado, audaz, lo suficientemente fuerte como para tomar decisiones, seguro,
incansable, competente—todo lo describe bien. Pero sus debilidades también
se destacan en bajorrelieve. Sin embargo, aun en medio de su ira, impaciencia,
insensibilidad y autosuficiencia, el Espíritu estaba trabajando. Se vuelve perceptivo
a las naturalezas tiernas y sensibles de los demás. Su honestidad y perspicacia nos
ayudan a vernos a nosotros mismos como otros nos ven. El Espíritu también nos
ayuda a querer en nuestras vidas aquellas características más hermosas que sólo un
encuentro con Cristo puede traer.
EL MELHNCÚLICI]
Probablemente el más dotado y talentoso de los temperamentos es el melancólico. La
vida para ellos es algo serio y quieren vivirla de manera significativa y con propósito.
Ellos ven bajo la frivolidad y la trivialidad de la superficie y piensan profundamente y
reflexivamente acerca de los problemas y lo que ocurre a su alrededor.
Las personas con este temperamento luchan continuamente por un sentido de valor
personal. Ellos enfocan severamente sus juicios sobre sí mismos. Aun cuando hay un
problema, rara vez es necesario más que un reprimido amable.
Mientras que los melancólicos suelen terminar todo lo que comienzan, muchas veces
es dificil para ellos empezar. Ellos son fácilmente abrumados por una tarea que parece
grande, plagada por una inclinación natural hacia el pesimismo y los problemas que
prevén existirán, y desanimados cuando sus propios esfuerzos y los de otros no
pueden estar a la altura de sus expectativas perfeccionistas. Mejor que cualquiera de
los otros temperamentos, el melancólico conoce sus limitaciones, pero éstas suelen
ser exuberantes, lo que hace muy difícil que acepten elogios y alabanzas.
Con ánimo, sin embargo, el melancólico tiene una autodísciplina increíble y persistírá
a través de la dificultad para un final digno.
Díchoso es la persona que tiene un melancólico como amigo. Los amigos no se hacen
rápidamente, pero se hacen de por vida. No habrá ningún lapsus linguae o secreto
involuntariamente divulgado. La fidelidad, la lealtad y el auto-sacrificio caracterizan un
melancólico en la amistad.
Como padre, el melancólico fomenta altos niveles de estudio y talento. Las promesas
hechas son promesas cumplidas. Mantienen su casa en buen orden y planifican
proyectos creativos para su familia. Sin embargo, deben tener cuidado de no poner
metas fuera de alcance y desanimar y culpar a los miembros de la familia que no
pueden estar a la altura de sus estándares perfeccionistas.
La Biblia está llena de melancólicos. Los profetas como Moisés, David y Jeremías quizás
ilustran mejor este temperamento. Su primera respuesta ante el llamado del Señor
muestra su inseguridad: "No puedo Señor, yo no” es su respuesta inmediata. El
desánimo y la desesperación los abruman, y usualmente se sienten solos en el mundo.
Pero renovados y fortalecidos por la afirmación del Señor, ellos salen a hacer una obra
para Dios por la cual nunca se podrían adaptar temperamentos menos humildes y
menos enseñables.
UNH IMHGEN DE PHLHBRHS I]El
TEMPERHMENTU
Colérico: A través del lienzo vacío hacemos pinceladas fuertes y rápidas de gris y
marrón. Mientras añadimos tonos de azul y púrpura, aparecen grandes montañas.
Pronto las cimas escarpadas se elevan por encima y las paredes escarpadas se
elevan hacia el cielo convirtiéndose en la vértebra de la imagen. Después de que
hemos puesto en estas montañas rugosas, resistentes—a veces rígidas—nos movemos
al primer plano y construimos un granero rojo grande. Una cerca de roca está en
construcción, cubriéndose en campos prósperos, y en esos campos un hombre está
guiando un arado ¡alado por grandes caballos sudorosos. El surco del césped negro es
recto y profundo.
Flemático: Nuevamente nos detenemos a limpiar nuestro pincel, mirando esta vez a
los verdes en nuestra paleta. Añadimos muchos tonos de verde—verdes oscuros arriba
en las cimas escarpadas y en las estribaciones. Algunas de las hojas y las agujas en los
árboles son oscuras, verdes monótonos y otros son un verde vivo y brillante. Los verdes
azules, verdes oliva y verdes amarillos hacen su contribución única, y en primer plano
un prado verde claro agrega ese último toque para combinar todo junto en un todo.
Ablanda algunos de los contornos duros y aclara algunas de los lugares oscuros. En
un rincón un jardinero está trabajando pacíficamente en su jardín ordenado, haciendo
pausas con frecuencia para mirar al perrito y hablar tranquilamente al bebé jugando
encima de un edredón.
Sanguínea: Y ahora mirando a diferentes colores por completo, usando sólo un poco
de tonos más oscuros, comenzamos a poner resaltes sobre las nubes y pinceladas
de anaranjado rosado en esas cimas montañosas. La luz del sol fluye a través de las
nubes y las hojas comienzan a brillar en el sol. Un arroyo burbujeante serpentea a
través de la pradera brillante y una alondra está cantando con todo gusto. Las flores
aparecen aquí y allá en el prado y cortinas brillantes aparecen en la ventana de la
pequeña cabaña. Una caja de ventana llena de flores coloridas se convierte en un
punto focal.
Al mirar esta imagen entendemos lo que significa Efesios 2:10 cuando dice que Dios
nos ha hecho así como somos. Nos hizo y preparó un trabajo para nosotros. ¡Qué
lástima seria si el colérico, que a menudo se siente como si lleva la responsabilidad
del mundo, pensaría: “¡Preñero cantar yodel!" Los hechos son que un colérico no
disfrutaría cantar yodel. ¿Y qué sería la vértebra de nuestra sociedad?
Sería devastador para nuestro mundo si el flemátíco diplomático decidiera: "¡Ya basta!
¡Que se salgan ellos de sus propios problemasl”¿-Qué sería de todos nosotros?
Y por último, pero no menos importante, ya que en este mundo de confusión y tristeza
ya no hay tanto gozo, qué tragedia sería para todos nosotros si el sanguíneo dijera:
”Estoy cansado de esta vida de altos y bajas. No daré más gozo y no lloraré más
lágrimas con los que lloran. Tomaré la vida tranquila y sin incidentes que me trae la
paz."
¡Dios nos ha hecho así como somos! Tengamos un sentido interior de celebración.
Mientras que aprendamos a celebrar, tendremos tiempo para hacer frente a nuestras
debilidades de que todos estamos tan desesperadamente conscientes, pero tantas
veces abrumados. Cuando podemos estar contentos de ser quienes somos y saber que
Dios está contento con nosotros, entonces el diablo se dará vuelta y huirá, porque ”si
Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?"
—Nelma Drake
Boise, Idaho
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