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REPÚBLICA DE COLOMBIA

RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO PROMISCUO MUNICIPAL


CAICEDONIA VALLE

Referencia: Acción de Tutela instaurada por los


estudiantes JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN y
VALENTINA VALENCIA PELÁEZ, en contra de la
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA
EMPRESARIAL ALEXANDER VON HUMBOLDT

Radicado No. 2018-00010-00

Caicedonia Valle del Cauca, cinco (05) de febrero de dos mil dieciocho (2018)

Éste Despacho Judicial, en ejercicio de sus competencias constitucionales y


legales, específicamente las previstas en el artículo 86 de la Constitución Nacional y
Decreto 2591 de 1991, ha proferido la siguiente

SENTENCIA DE TUTELA Nro. 0 1 0

Dentro del trámite de la acción de tutela de la referencia.

1. ANTECEDENTES

Los estudiantes JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN y VALENTINA VALENCIA


PELÁEZ, interpusieron Acción de Tutela en contra de la entidad CORPORACIÓN
UNIVERSITARIA EMPRESARIAL ALEXANDER VON HUMBOLDT, en la cual fueron
vinculados por el Despacho el docente LUIS EDUARDO PINTO, la SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL DEL QUIDÍO, la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO y el INSTITUTO COLOMBIANO DE CRÉDITO
EDUCATIVO Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN EL EXTERIOR “ICETEX”, tendiente a
obtener la protección de sus derechos fundamentales al debido proceso, la honra, el
buen nombre y la educación, los cuales consideran vulnerados con ocasión a la sanción
disciplinaria impuesta por el presunto plagio cometido en una evolución académica, sin
la evacuación de un debido proceso disciplinario.

Fundamentan su petición en los supuestos de hecho que se mencionan a


continuación.

2. HECHOS

Los accionantes manifiestan encontrarse adelantando actualmente cuarto


semestre de medicina en la CORPORACIÓN UNIVERSITARIA EMPRESARIAL
ALEXANDER VON HUMBOLDT, dentro de cuyo programa académico debieron
asistir a la asignatura denominada “PROCESOS MORFOFICIOSLÓGICOS IV”, dictada
por el docente LUIS EDUARDO PINTO, quien asignó el trabajo denominado
“EVALUACIÓN FORMATIVA FISIOLOGÍA IV 2017-2”, mismo que constaba de 33
preguntas que debían resolverse en grupo y que debía entregarse para ser calificado el
día 17 de noviembre de 2017.

El 24 de noviembre del año inmediatamente anterior, el docente procedió a


publicar las notas del correspondiente trabajo, siendo asignadas para JUAN DAVID
PONCE HOLGUÍN la calificación de 2.9 y para VALENTINA VALENCIA PELÁEZ la
calificación 3.9, haciendo la aclaración de que las mismas no eran definitivas en atención
a que existía “POSIBILIDAD DE PLAGIO”.

Dicha manifestación del profesor toma por sorpresa a los accionantes, ya que
según sus manifestaciones, no conocían que integrantes de cada uno de sus
correspondientes grupos habían compartido presuntamente información del precitado
trabajo, sin su consentimiento.

Posteriormente el docente LUIS EDUARDO PINTO, cita a ambos grupos para


aclarar dicho suceso el día 27 de noviembre del 2017, acto en el cual una de las
integrantes del grupo uno manifestó haber copiado una parte del trabajo y asumió la
responsabilidad de dicho plagio, por lo que el docente concluyó la anulación del trabajo
para el total de los integrantes de ambos grupos , imponiendo como calificación definitiva
cero (0), resultando afectados los accionantes, quienes manifiestan no tener
conocimiento del actuar de sus compañeros

Como consecuencia de ello, perdieron el bloque “PROCESOS MORFO-


FISIOLOGICOS IV” con una nota final de corte de 2.7 para JUAN DAVID y de 2.51 para
VALENTINA, afectándose el promedio general del bloque en 2.9 a ambos.

Los accionantes manifiestan haber expresado su inconformidad con la sanción


impuesta, no solo al docente, sino también a la Doctora MARIA EUGENIA GOMEZ
CANDAMIL coordinadora académica de la entidad accionada, siguiendo el conducto
regular de la institución, para ponerla al tanto de lo ocurrido.

Acto seguido, elevaron derecho de petición a la entidad y al docente, con base en


el reglamento estudiantil, especialmente en lo referente a la conducta considerada como
“PLAGIO”, misma en la que aseguran no haber incurrido, pues como lo expresan de
manera recalcitrante, fueron ajenos al actuar de una de sus compañeras, por lo que
solicitan la modificación de la nota final del trabajo, recibiendo como respuesta
proveniente del docente que la nota original sería conservada y que procedería a iniciar
el proceso disciplinario respectivo; sin embargo, y a pesar de obrar prueba de dicha
respuesta en el expediente, la nota no fue modificada en el sistema.

A continuación, en comunicación recibida por los accionantes el día 04 de


diciembre proveniente de la coordinadora académica, Doctora MARIA EUGENIA
GOMEZ CANDAMIL y el docente LUIS EDUARDO PINTO se les manifestó que un
integrante del grupo 1 reconoció haber copiado parte del trabajo del grupo 9, por lo que
a los demás estudiantes –ajenos al plagio- se les restituiría la nota y se iniciaría
formalmente el proceso investigativo y disciplinario.

El día 06 de diciembre al revisar la plataforma virtual de calificaciones, la nota


seguía siendo cero para los integrantes de ambos grupos, situación que se agravó, ya
que dicho portal cerró, siendo imposible la modificación de las mismas, por lo que a
sugerencia de la coordinadora académica, se dirigieron nuevamente por medio de un
derecho de petición ante el docente a cargo de la materia, el 12 de diciembre de 2017,
sin que a la fecha haya sido resuelto favorable o negativamente.

Finalmente, manifiestan que hasta la fecha de interposición de ésta acción


constitucional, la institución educativa no les ha notificado la apertura de proceso
investigativo o disciplinario alguno y que la nota de cero impuesta a título de sanción y
con fundamento en el régimen disciplinario interno, es la que se encuentra reportada en
el portal dispuesto para tal fin por la universidad.

3. ACTUACIÓN PROCESAL

Mediante Auto Civil No. 82, adiado de enero 23 de 2018, fue admitida la Acción de
Tutela, ordenándose rituar el trámite preferente y sumario establecido en el Decreto 2591
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de 1991, la vinculación del docente LUIS EDUARDO PINTO, la SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL DEL QUIDÍO y la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO. y la notificación a las partes, por el medio más
expedito, Se ordenó la práctica de pruebas.

3.1. MEDIDAS PREVIAS

Por medio del Auto No. 82 de enero 23 de 2018, éste despacho decretó las
medidas previas solicitadas por los accionantes, consistentes en la suspensión del
proceso de matrícula hasta que se resolviera de fondo la presente acción; permitir a los
mismos el ingreso a normal a clase de las asignaturas correspondientes a quinto
semestre y respetar el cupo de los mismos en el plantel educativo.

Posteriormente y a solicitud del joven JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN, se decretó


la medida cautelar consistente en el cambio del estado de crédito en el INSTITUTO
COLOMBIANO DE CRÉDITO EDUCATIVO Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN EL EXTERIOR
“ICETEX” de “APLAZADO” a “RENOVADO”, en atención a que dada la situación antes
descrita, el mismo había sido cancelado por dicha institución, impidiéndole así continuar
con su formación profesional, ya que al ser persona de escasos recursos económicos,
solo de esta manera le es posible continuar con el mismo.

3.2. Respuesta de la Entidad Accionada (CORPORACIÓN UNIVERSITARIA


EMPRESARIAL ALEXANDER VON HUMBOLDT)

La entidad accionada respondió dentro del término otorgado para tales efectos,
manifestándose respeto de cada uno de los hechos en que se fundamenta la acción
constitucional, sin refutarlos de manera directa, para concluir que la calificación de cero
impuesta a los integrantes de ambos grupos obedece al criterio del docente, como
consecuencia académica a la situación dibujada dentro de la entrega del
plurireferenciado trabajo y no a una investigación y posterior imposición a título de
sanción disciplinaria por el presunto plagio cometido.

Así mismo manifiesta que la competencia para imponer sanciones de tipo


disciplinario a los estudiantes recae exclusivamente sobre el decano de la facultad
correspondiente y no al cuerpo docente, por lo que asegura que las manifestaciones
elevadas por el docente LUIS EDUARDO PINTO corresponden a una apreciación
subjetiva que hace sobre el caso particular, sin que le fuera dado hacerlas, ya que como
se dijo anteriormente, dicha facultad disciplinaria solo recae en cabeza del decano de la
faculta de medicina, para éste caso o sobre a quien éste delegue, de acuerdo al
reglamento interno de la institución, reconociendo finalmente que el docente incurrió en
un error de apreciación respecto del proceso disciplinario.

En consecuencia, considera que la institución no ha vulnerado derecho


fundamental alguno de los accionantes, por lo que solicita negar el amparo solicitado.

3.3. Respuesta de la Entidad Accionada – Vinculada (SECRETARÍA DE


EDUCACIÓN MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO)

La entidad vinculada por el despacho SECRETARÍA DE EDUCACIÓN


MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO, se manifestó sobre los hechos presuntamente
vulneradores de los accionantes, para concluir que a pesar de ser un organismo de
vigilancia y control de las instituciones educativas con domicilio en la ciudad de su
jurisdicción, las labores administrativas de cada institución corresponden al desarrollo de
la autonomía institucional propia de cada institución educativa, motivo por el cual
considera no ser agente vulnerador de derecho fundamental alguno de los accionantes,
por lo que solicita ser desvinculado del trámite constitucional.

3.4. No Respuesta de los Vinculados por el Despacho (Docente LUIS EDUARDO


PINTO, la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL DEL QUIDÍO, la
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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO y el
INSTITUTO COLOMBIANO DE CRÉDITO EDUCATIVO Y ESTUDIOS
TÉCNICOS EN EL EXTERIOR “ICETEX”)

Habiéndose notificado el contenido de los Autos No. 82 de enero 23 de 2018 y 185


de enero 31 de 2017 y corrido el traslado del escrito de tutela y sus anexos al Docente
LUIS EDUARDO PINTO, a la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL DEL
QUIDÍO, a la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO y al
INSTITUTO COLOMBIANO DE CRÉDITO EDUCATIVO Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN
EL EXTERIOR “ICETEX”, éstas guardaron silencio. Por tal motivo, se dará aplicación a
la presunción de veracidad de los hechos expuestos por la parte actora, de conformidad
al artículo 20 del Decreto 2591 de 1991, Reglamentario de la Acción de Tutela.

4. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

4.1. Competencia

Éste Despacho Judicial es competente para proferir la presente decisión dentro de


la Acción de Tutela de la referencia de conformidad con lo dispuesto en el artículo 86 de
la Constitución Política y en concordancia con el Decreto 2591 de 1991.

4.2. Legitimación en la causa

Atendiendo el enunciado de que toda persona tendrá acción de tutela para


reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, la protección de sus derechos
fundamentales, contenido en el artículo 86 superior, y 1° y 10 del Decreto 2591 de 1991,
predícase la legitimación en la causa activa por parte de los jóvenes JUAN DAVID
PONCE HOLGUÍN y VALENTINA VALENCIA PELÁEZ, para reclamar la protección de
los derechos que aduce le han sido quebrantados.

Legitimación en la causa por pasiva que igualmente se reconoce en las


entidades accionadas CORPORACIÓN UNIVERSITARIA EMPRESARIAL
ALEXANDER VON HUMBOLDT, a la cual pertenecen los accionantes, (artículo 42-2.
Dto. 2591 de 1991), con vinculación del docente LUIS EDUARDO PINTO, la
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL DEL QUIDÍO, la SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN MUNICIPAL DE ARMENIA QUINDÍO y el INSTITUTO COLOMBIANO DE
CRÉDITO EDUCATIVO Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN EL EXTERIOR “ICETEX”.

5. Planteamiento del problema jurídico.

Con fundamento en los antecedentes expuestos, le corresponde a éste operador


judicial, determinar si una entidad educativa vulnera los derechos fundamentales de su
alumnado al sustraerse de aplicar el debido proceso a una investigación disciplinaria y a
pesar de ellos sancionarlos con la nota más baja permitida en el reglamento estudiantil.

A fin de resolver el asunto objeto de esta decisión constitucional, este Despacho


Judicial, se pronunciará sobre los siguientes tópicos: (i) la jurisprudencia relativa al
derecho a la salud como derecho fundamental y su protección constitucional; (ii)
Los sujetos de especial protección constitucional –personas de escasos recursos
económicos- y (iii) finalmente, analizará el caso concreto.

5.1. Jurisprudencia relativa al derecho a la educación y la autonomía


universitaria. Reiteración de jurisprudencia.

“El artículo 67 de la Constitución Política establece, entre otros que la educación


es un derecho de la persona. En desarrollo de éste postulado y, teniendo en cuenta que
incide directamente en el desarrollo tanto individual como en sociedad de toda la
población, la Corte Constitucional ha desarrollado una amplia jurisprudencia en torno a
su naturaleza de derecho fundamental, pero instituyendo también que a la par de ser un
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derecho, la educación implica una serie de compromisos recíprocos entre estudiantes y
planteles educativos.

Así pues, se ha dicho que la educación es un derecho – deber, que impone


obligaciones tanto a las instituciones educativas, como a los alumnos que deciden
matricularse en las mismas. Según la jurisprudencia de ésta Corte, la educación es un
derecho fundamental en tanto es un presupuesto esencial para la dignidad humana y,
para el libre desarrollo de la personalidad así como, para la participación y el
desenvolvimiento de las personas en su entorno sociocultural. En consecuencia, la
acción de tutela es el mecanismo idóneo para procurar su salvaguarda, ante la acción u
omisión de las autoridades públicas o, los particulares que se encarguen de su
prestación.

La doble condición de derecho – deber, significa que el estudiante tiene de forma


simultánea derechos para exigir y obligaciones que cumplir. En particular, la Corte ha
señalado que: “(...) la educación ofrece un doble aspecto. Es un derecho-deber, en
cuanto no solamente otorga prerrogativas a favor del individuo, sino que comporta
exigencias de cuyo cumplimiento depende en buena parte la subsistencia del derecho,
pues quien no se somete a las condiciones para su ejercicio, como sucede con el
discípulo que desatiende sus responsabilidades académicas o infringe el régimen
disciplinario que se comprometió a observar, queda sujeto a las consecuencias propias
de tales conductas: la pérdida de las materias o la imposición de las sanciones
previstas dentro del régimen interno de la institución, la más grave de las cuales,
según la gravedad de la falta, consiste en su exclusión del establecimiento educativo.”
(Negrita fuera del texto)

En concordancia con lo anterior, ésta Corporación ha sostenido que el pleno


ejercicio de éste derecho, depende del acatamiento y cumplimiento de los estudiantes de
los reglamentos de cada institución educativa, en cuanto a la obediencia del régimen
académico, administrativo y disciplinario de las mismas.

En suma, existe una amplia jurisprudencia Constitucional, en la cual se han


instituido como las características y componentes principales del derecho fundamental a
la educación las siguientes: (i) es objeto de protección especial del Estado; (ii) es
presupuesto básico de la efectividad de otros derechos fundamentales, como la
escogencia de una profesión u oficio, la igualdad de oportunidades en materia educativa
y de realización personal, el libre desarrollo de la personalidad, el trabajo, entre otros; (iii)
es uno de los fines esenciales del Estado Social y Democrático de Derecho; (iv) está
comprendido por la potestad de sus titulares de reclamar el acceso y la permanencia en
el sistema educativo o a uno que permita una “adecuada formación”; (v) se trata de un
derecho deber que genera obligaciones recíprocas entre todos los actores del proceso
educativo.

Ahora bien, partiendo de lo estipulado en el artículo 27 de la Constitución, que le


impuso al Estado la obligación de garantizar las libertades de enseñanza, aprendizaje,
investigación y cátedra, y de los artículos 68 y 69 de la misma Carta Política, la Corte se
ha pronunciado sobre los alcances y límites del principio constitucional de la autonomía
universitaria.

Específicamente, el mencionado artículo 69 de la Constitución ampara la


autonomía universitaria y, con base en esto, se ha sostenido que las instituciones de
educación superior tienen la facultad de definir su filosofía, su organización interna, así
como las normas que regirán su funcionamiento. En efecto, la autonomía universitaria
ha sido definida por la Corte como: “(...) la capacidad de autorregulación filosófica
y de autodeterminación administrativa de la persona jurídica que presta el servicio
público de educación superior”. (Negrita fuera del texto)

El alcance de la autonomía universitaria, ha sido definido por esta Corporación de


la siguiente forma: “(...) podemos deducir dos grandes vertientes que definen el contenido
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de la autonomía de las instituciones educativas superiores. De un lado, la dirección
ideológica del centro educativo, lo cual determina su particularidad y su especial
condición filosófica en la sociedad pluralista y participativa. Para ello la universidad cuenta
con la potestad de señalar los planes de estudio y los métodos y sistemas de
investigación. Y, de otro lado, la potestad para dotarse de su propia organización interna,
lo cual se concreta en las normas de funcionamiento y de gestión administrativa, en el
sistema de elaboración y aprobación de su presupuesto, la administración de sus bienes,
la selección y formación de sus docentes.”

En conclusión, a raíz de la garantía constitucional de la autonomía universitaria,


las instituciones educativas pueden tomar sus propias determinaciones en temas como
aspectos financieros, académicos, disciplinarios, entre otros; pero esto no significa que
las universidades tengan una potestad absoluta en estos temas, pues la Corte ha
instituido que, “las disposiciones y actuaciones de las universidades deben
ajustarse a la Constitución Política y a las leyes. Por consiguiente si bien éste
Tribunal ha reconocido como expresión de esa autonomía universitaria la facultad
de definir los reglamentos estudiantiles, lo cierto es que éstos tienen como límite,
entre otros, la garantía de los derechos fundamentales.” (Negrita fuera del texto)

5.2. Jurisprudencia relativa al debido proceso en los procesos disciplinarios


universitarios.

De acuerdo con lo que hasta aquí se ha expuesto, la concepción de la autonomía


universitaria incluye la potestad de establecer los procedimientos disciplinarios a cada
institución educativa, dentro de los cuales en todo caso, debe tenerse en cuenta la
garantía y respeto de los derechos fundamentales de los estudiantes.

El artículo 29 constitucional consagra el debido proceso, el cual se aplicará “a toda


clase de actuaciones judiciales y administrativas”, entre las cuales, deben incluirse
aquellos procesos adelantados por las universidades, que si bien tienen una autonomía
reconocida especialmente por la Constitución, ello no significa que no deban tener en
cuenta el pleno respeto al ordenamiento jurídico que los rige, “es decir, tanto al
conjunto de valores, principios, derechos y deberes constitucionales, como a las
prescripciones contenidas en la ley”. (Negrita fuera de texto)

No obstante lo anterior, el respeto por el debido proceso debe armonizarse con la


garantía de la autonomía universitaria y, en ésta medida se debe observar siempre “la
naturaleza flexible propia de los procesos disciplinarios que se surten dentro de los
centros docentes y, de otra, los derechos mínimos de los integrantes de la comunidad
universitaria”.

En ese orden de ideas, la Corte ha sostenido siempre que la potestad sancionatoria


de las universidades, debe observar lo dispuesto por los reglamentos internos que a su
vez, tienen que sustentarse en la garantía y respeto por los principios constitucionales y
legales al debido proceso. Esto significa que dentro de los procesos disciplinarios y en
concordancia con la garantía institucional de la autonomía universitaria, éstos deben
contemplar el contenido mínimo de las garantías de los procesos penales; así pues, “la
potestad sancionatoria de los centros educativos no requiere estar sujeta al mismo rigor
de los procesos judiciales”.

Sobre el particular, la Corte ha establecido que “toda persona tiene derecho a


que antes de ser sancionada se lleve a cabo un procedimiento, así sea mínimo, que
intuya la garantía de su defensa.” (Negrita fuera de texto)

Para darle contenido a esta garantía del debido proceso, en la sentencia T-301 de
1996, la Corte teniendo en cuenta su jurisprudencia, puso de presente que “en los
reglamentos de cualquier institución universitaria se deben contener como mínimo los
siguientes elementos: (1) la determinación de las faltas disciplinarias y de las sanciones
respectivas; (2) el procedimiento a seguir previo a la imposición de cualquier
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sanción, el cual debe garantizar el derecho de defensa del inculpado.” (Negrita fuera
de texto)

Más adelante en la misma providencia se señaló:

“En resumen, la efectividad del derecho al debido proceso dentro de los


procedimientos sancionadores aplicados por las instituciones universitarias, sólo queda
garantizada si el mencionado procedimiento comporta, como mínimo, las siguientes
actuaciones: (1) la comunicación formal de la apertura del proceso disciplinario a la
persona a quien se imputan las conductas pasibles de sanción; (2) la formulación de los
cargos imputados, que puede ser verbal o escrita, siempre y cuando en ella consten de
manera clara y precisa las conductas, las faltas disciplinarias a que esas conductas dan
lugar (con la indicación de las normas reglamentarias que consagran las faltas) y la
calificación provisional de las conductas como faltas disciplinarias; (3) el traslado al
imputado de todas y cada una de las pruebas que fundamentan los cargos formulados;
(4) la indicación de un término durante el cual el acusado pueda formular sus descargos
(de manera oral o escrita), controvertir las pruebas en su contra y allegar las que
considere necesarias para sustentar sus descargos; (5) el pronunciamiento definitivo de
las autoridades competentes mediante un acto motivado y congruente; (6) la imposición
de una sanción proporcional a los hechos que la motivaron; y (7) la posibilidad de que el
encartado pueda controvertir, mediante los recursos pertinentes, todas y cada una de las
decisiones de las autoridades competentes.”

De lo que se ha expuesto, cabe señalar que la educación tiene una doble


naturaleza, pues es un derecho fundamental y como tal puede reclamarse mediante la
acción de tutela y, a su vez es un deber que impone a los estudiantes la observancia de
los reglamentos internos de cada institución. Por otra parte, existe un principio
constitucional a la autonomía universitaria, en virtud del cual, las instituciones de
educación superior tienen la facultad de adoptar sus propias reglamentaciones, dentro
de las que se incluyen los procesos disciplinarios contra los alumnos, que incurran en
alguna de las faltas que se hayan establecido previamente como tales. Para hacer
confluir éstos dos pilares del Estado Social de Derecho, la Corte ha instituido que
no se le puede imponer a las universidades que adelanten los procesos
disciplinarios con la rigurosidad que se predica de los procesos judiciales, pero si
deben respetar las garantías mínimas del debido proceso, para garantizar el
respeto de los derechos fundamentales de la población estudiantil. (Negrita fuera
de texto)

5.3. Análisis y solución del caso concreto

En el caso sub exámine, los accionantes aseguran haber sido sancionados por la
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA EMPRESARIAL ALEXANDER VON HUMBOLDT y
el docente LUIS EDUARDO PINTO, como resultado del presunto plagio cometido por un
compañero suyo, dentro de una evaluación académica que debía ser presentada en
grupos, con la calificación más baja permitida por el plantel universitario, esto es, cero
para la asignatura correspondiente, afectando promedio general del bloque de materias,
razón por la cual no pudieron matricularse en el periodo académico siguiente.

Según sus manifestaciones, el plagio fue cometido por una compañera suya, sin
la autorización de ningún otro miembro de los grupos, previa o posterior a la entrega del
trabajo, quien reconoció su falto y aceptó la responsabilidad de lo ocurrido ante las
directivas de la institución universitaria; sin embargo, el docente a cargo del programa
académico decidió imponer la sanción correspondiente a la nota más baja permitida (0,0),
sin haberse agotado investigación y proceso disciplinario alguno en contra de los
presuntos infractores.

Como consecuencia de dicha sanción, el INSTITUTO COLOMBIANO DE


CRÉDITO EDUCATIVO Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN EL EXTERIOR “ICETEX”,
procedió a cancelar el crédito educativo asignado al joven JUAN DAVID PONCE
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HOLGUÍN, mismo que por tratarse de una persona de escasos recursos, era el único
medio que le posibilitaría adelantar estudios profesionales en dicha universidad.

La universidad se pronunció sobre los hechos en los que se fundamenta la acción,


para concluir que la modificación de la nota correspondiente a dicho trabajo y que fuera
inicialmente reportada en la plataforma, esto es, 2.9 para JUAN DAVID y 3.9 para
VALENTINA, y que más adelante fuera remplazada por el docente por 0,0 para ambos,
obedeció a una interpretación subjetiva errónea del profesor respecto del proceso
disciplinario que debía adelantarse por el decano de la facultad, manifestando además
que la misma obedece a una consecuencia académica ajena a la sanción a que habría
lugar con ocasión a las resultas de un proceso disciplinario que eventualmente aperturra
la universidad en contra de los accionantes.

Para éste Despacho judicial, no pasa inadvertido el hecho de que con la conducta
omisiva de la CORPORACIÓN UNIVERSITARIA EMPRESARIAL ALEXANDER VON
HUMBOLDT, así como con la errónea apreciación hecha por parte del docente LUIS
EDUARDO PINTO respecto del procedimiento que debía seguirse para sancionar a los
presuntos comitentes de plagio en su asignatura, se están cercenando de manera
palmaria las garantías constitucionales de los accionantes, máxime, si se tiene en cuenta
que como consecuencia de sus decisiones le fue cancelado el crédito educativo que le
permitía al joven JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN acceder a dicha institución, sin que se
haya llevado un debido proceso investigativo disciplinario, que condujera a la imposición
de una sanción.

Ahora bien, en cuanto al argumento presentado por la universidad, respecto a que


la nota mínima impuesta a los estudiantes por el profesor obedece a una consecuencia
académica propia de la autonomía universitaria y la libertad de cátedra que cobija las
conductas de los docentes, nada dista más de la realidad constitucional, pues como se
observa en los apartes jurisprudenciales transcritos por éste Juzgador y que sirven de
sustento a la presente decisión, si bien no se espera de las instituciones académicas la
misma rigurosidad propia de los procesos penales, si es requisito indispensable la
apreciación del principio – derecho del debido proceso, mismo que brilla por su ausencia
en las actuaciones adelantadas por universidad y cuerpo docente, ya que a lo largo del
trámite tutelar, no se aportó prueba siquiera sumaria de la apertura de investigación
preliminar o proceso disciplinario alguno adelantado en contra de los actores.

Adicionalmente, la universidad y el docente no pueden relevar el principio


fundamental a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho, ni la protección
constitucional al derecho a la educación y al debido proceso, situación que palmariamente
se estaría configurando en el hecho de que a motu proprio el docente imponga lo que la
universidad, en un intento caprichoso por desligarse de toda responsabilidad ha
denominado consecuencia académica –perdida de la materia- y que adicionalmente
como producto de un eventual proceso disciplinario, se imponga nuevamente dicha
sanción.

Y es que no pasa inadvertido para éste dispensador judicial la coincidencia de que


la medida correctiva o consecuencia administrada por el docente, concuerde con la que
eventualmente impusiera la universidad en caso de encontrar responsables
disciplinariamente a los accionantes de la conducta atribuida, es decir, la calificación de
cero en los casos de plagio tal como lo indica el parágrafo del artículo 85 del reglamento
estudiantil de la CORPORACIÓN UNIVERSITARIA EMPRESARIAL ALEXANDER VON
HUMBOLDT.

Así las cosas, el Despacho encuentra procedente amparar los derechos


fundamentales al debido proceso, la honra, el buen nombre y la educación de los
estudiantes JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN y VALENTINA VALENCIA PELÁEZ y en
consecuencia dejará sin efecto la sanción impuesta, correspondiente a la calificación
mínima permitida por la universidad, dentro de la cátedra “PROCESOS
MORFOFISIOLÒGICOS IV”, dictada por el docente LUIS EDUARDO PINTO.
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Finalmente, ordenará al INSTITUTO COLOMBIANO DE CRÉDITO EDUCATIVO
Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN EL EXTERIOR “ICETEX”, remplazar el estado
“APLAZADO” del crédito educativo del joven JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN, a
“RENOVADO”.

6. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el JUZGADO PROMISCUO MUNICIPAL DE


CAICEDONIA, VALLE DEL CAUCA, administrando justicia en nombre de la República
y por autoridad de la Ley

R E S U E L V E:

Primero. - AMPARAR los Derechos Constitucionales Fundamentales al debido


proceso, la honra, el buen nombre y la educación, de los estudiantes JUAN DAVID
PONCE HOLGUÍN y VALENTINA VALENCIA PELÁEZ.

Segundo.- DEJAR SIN EFECTO la sanción impuesta a los estudiantes JUAN


DAVID PONCE HOLGUÍN y VALENTINA VALENCIA PELÁEZ, correspondiente a la
calificación mínima permitida por la universidad, dentro de la cátedra “PROCESOS
MORFO-FISIOLÒGICOS IV”, y en consecuencia ORDENAR que dentro de las 48 hábiles
siguientes a la notificación de éste proveído, proceda a modificar la misma por la
inicialmente asignada por el docente LUIS EDUARDO PINTO.

Tercero: ORDENAR al INSTITUTO COLOMBIANO DE CRÉDITO EDUCATIVO


Y ESTUDIOS TÉCNICOS EN EL EXTERIOR “ICETEX”, modificar el estado
“APLAZADO” del crédito educativo del joven JUAN DAVID PONCE HOLGUÍN quien se
identifica con Cédula de Ciudadanía No. 1.094’966.774, expedida en Armenia Quindío, a
“RENOVADO”

Cuarto: DECLARAR que por la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN


DEPARTAMENTAL DEL QUIDÍO y la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN MUNICIPAL DE
ARMENIA QUINDÍO no se ha vulnerado derecho alguno a los accionantes.

Quinto: NOTIFÍQUESE de conformidad con lo establecido en el artículo 30 del


decreto 2591 de 1991. Si no fuere apelada, ENVÍESE inmediatamente el expediente a
la Honorable Corte Constitucional, para su eventual revisión.

Sexto: INFÓRMESE que contra esta sentencia procede el recurso de apelación.

Séptimo: ENVÍESE inmediatamente el expediente a la Honorable Corte


Constitucional, para su eventual revisión

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

(Original Firmada)
FERNEY ANTONIO GARCÍA VELÁSQUEZ
Juez

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