Está en la página 1de 3

cuerpos físicamente, ser mejores parejas o amantes ...

Esta pre-
sión termina pasando factura y activando el mecanismo de la
ansiedad. Tenemos que aprender a encontrar nuestro término
medio en cada faceta de nuestra vida, como trabajadores, como
padres, como madres, como esposos, esposas, como pareja,
como hijos, como deportistas, como amigos ... de cara a lograr
el equilibrio; de lo contrario, los ansiolíticos pasarán a formar
parte de nuestro menú diario.

VIVIR PARA EL ÉXITO

Parte de la responsabilidad de esta ansiedad que terminamos


sufriendo en carnes propias viene determinada por el concepto
de éxito que tenemos. Un concepto de éxito casi exclusiva-
mente ligado al reconocimiento popular y al mundo laboral.
El problema también aparece cuando vivimos para el éxito. No
es de extrañar que los trastornos mentales, las depresiones, la
ansiedad y la tristeza, en último término, hagan acto de pre-
sencia lo largo de nuestras vidas.
¿Qué significa llevar, tener o vivir una vida de éxito? Es algo
más simple de lo que parece. Llevar una vida exitosa pasa por
dos factores importantes, el primero, como analizaremos en
el apartado dedicado a Epicteto, es aceptar los designios del
destino, es decir, saber que lo que sucede en tu vida no depende
exclusivamente de ti, que hay miles de factores incontrolables
e imponderables que se escapan a los propósitos de uno, a los
cálculos que uno hace, a los proyectos que se propone. Aceptar
de manera emocional y racional estos incontrolables es de vital
importancia para poder tener una vida de éxito.
Pongamos un ejemplo: yo puedo estar convencido de que
llevar una vida exitosa para mí es encontrar a la mujer de mis
sueños y envejecer juntos, ser capaz de entender a otra persona
e intentar que nuestra relación funcione. Pero esto implica la

130 131
...-:

voluntad de otra persona ajena a mí, una voluntad difícilmente


controlable y, por lo tanto, es un elemento ajeno a mi modelo
de éxito. De modo que tengo que ser consciente de que puede
que no logre desarrollarlo si lo deposito en terceros elementos
de los que puedo tener escaso o nulo control.
En segundo lugar, y quizá sea el factor más difícil de poner
en práctica, es el de ser los partícipes de nuestra idea de éxito.
Tenemos la obligación de sentir que somos los que hemos ele-
gido el modelo de vida exitosa por nosotros mismos, de manera
reflexiva y no imitativa, que hemos sido capaces de analizarnos, EL RECONOCIMIENTO SOCIAL
saber de nuestras carencias, nuestras querencias, nuestras vir-
tudes, nuestros defectos, conocernos lo mejor posible y cons-
truir nuestra vida, independientemente de la concordancia o · El problema no reside en querer mejorar cada faceta de la
aceptación social que este tenga con el resto de la población. vida en la que uno se encuentra, sino en el motivo por el que
Somos tremendamente sugestionables, vivimos en una cada uno lo hace. Un motivo que nunca suele analizarse. Si se
sociedad donde todo sucede cada vez más rápido. Se acumulan hace de manera consciente y autónoma sin esperar valoración
y amontonan miles de estímulos maravillosos a los que nos externa, simplemente para sentirse mejor con uno mismo, con
gustaría acudir de manera inmediata. La urgencia se adueña su progreso como persona, entonces estaríamos en el camino
de todo y no deja espacio para la reflexión. Somos muy fáciles de la virtud. El inconveniente surge cuando lo que buscamos
de hechizar entre otros factores porque la sociedad hace que es la valoración del otro para evaluar nuestra virtud. En ese
te acostumbres a un ritmo de actividad frenético, facilitando momento nos encontramos con una vida mal orientada, mal
así la labor seductora que el sistema logra implantar sobre los enfocada, porque ponemos la valoración de nuestros actos, de
prototipos de éxito que le interesan. nuestra virtud, en manos de terceras personas y se convierte en
Es un error querer lo mismo que otros simplemente porque un ejercicio de aceptación social frente a un ejercicio de apren-
la envidia irreflexiva se ha apoderado de nosotros. Debemos dizaje y mejora.
asegurarnos de que las ambiciones que tenemos son realmente Piensen por un momento qué es lo nos sucede cuando nos
nuestras y no prestadas o copiadas, y no dejarnos guiar por quedamos esperando el reconocimiento del otro; en el fondo lo
otra cosa que no sea nuestro particular análisis de vida. De lo que estamos haciendo es otorgar poder a las opiniones, puntos
contrario, puede sucedemos lo que a mucha gente le ocurre de vista e ideas que tengan sobre nosotros, sobre lo que hace-
mos, sobre lo que somos. Y destaco de nuevo esta frase por
después de perseguir o de imitar el modelo de éxito de terce-
si han leído demasiado rápido: les otorgamos poder. Cuando
ros, sin haberlo sometido a la conveniencia de uno mismo, y es
esperamos el reconocimiento de los demás les estamos con-
que, tras esforzarnos y realizar el camino para alcanzar esos
cediendo un poder sobre nosotros que, de otra manera, no
estándares de éxito, descubramos que, una vez logrado, no nos
tendrían. Y pensándolo fríamente, ¿quién en su sano juicio y
sintamos felices ni satisfechos con nuestros logros.

132 133
de manera consciente querría concederle poder a otra persona son tus defectos y tus virtudes es algo necesario para no nece-
sobre uno mismo? sitar más reconocimiento del que te concedes.
Sin darnos cuenta, dejamos que las opiniones de los demás Pero como somos humanos es muy difícil no otorgar lo
nos afecten porque les damos importancia. Y qué decir de las que en castellano llamamos «predicamento» a nuestros seres
redes sociales virtuales (Facebook, Twitter, Instagram . .. ) donde queridos. Si tuviésemos que atender a algún tipo de opinión o
muchos de los seguidores que vierten sus opiniones son meros juicio de valor sobre nosotros, este debería llegar solo de parte
conocidos digitales. Sienta muy bien que nos confieran recono- de las personas que forman nuestro círculo de confianza. El
cimiento, que los demás nos digan que estamos haciendo bien aprecio, el afecto e incluso la admiración de la gente a la se
las cosas, que somos buenas personas, que vamos por el buen que ama harán casi inevitable que busquemos su aprobación
camino ... , pero si cuando las cosas se pintan bonitas nos las y reconocimiento. Si hemos logrado tener una relación sana y
creemos, si nos provoca mucha ilusión el hecho de que digan, satisfactoria con estas personas de nuestro entorno, si hay sufi-
escriban y piensen cosas buenas sobre nosotros, entonces les ciente confianza, debemos prestar atención a sus percepciones
estamos otorgando mucho poder a esas opiniones. sobre nosotros porque no serán malintencionadas o dañinas,
Las personas fuertes y equilibradas son aquellas que saben sino más bien críticas y constructivas. Serán perspectivas com-
que el reconocimiento de los demás está bien, pero no se ilu- plementarias sobre nosotros que nos brindarán otro punto de
sionan con esta clase de adulaciones, no les dan más valor vista sobre lo que somos. No debería dolernos si la intenciona-
que el de un acto simbólico. Porque si así lo hicieran, estarían lidad de estas críticas por parte de nuestro círculo próximo es
cediendo poder sobre sí mismas a muchas personas. ¿Y qué la de intentar que cambiemos para mejor, o simplemente la de
sucedería cuando los juicios positivos y estimulantes se tor- exponer cómo nos ven desde la perspectiva de personas que
naran negativos y dañinos? Pues que nos hundirían, pero lo también nos aprecian. Es importante que tengamos en cuenta,
harían porque nosotros lo hemos permitido. Al creernos los al menos como objeto de reflexión, la posibilidad de que estas
comentarios buenos y positivos sobre nosotros, al dejar que perspectivas nos sean útiles para ir sumando en el importante
nuestra personalidad se fuera identificando con las opiniones, proceso de autoconocimiento.
comentarios y demás piropos, nos hemos quedado expuestos a
la visión de nosotros mismos que los demás tengan, nos vende-
mos al criterio ajeno.
El halago siempre sienta bien, pero no puede afectar-
nos en nuestra percepción sobre nosotros mismos. Porque si
nos afecta, entonces igualmente lo hará la descalificación, el
menosprecio o incluso el simple hecho de que nos ignoren.
La principal necesidad de reconocimiento tiene que venir
de nosotros, saber que haces las cosas lo mejor que puedes, que
tratas de mejorar como persona cada momento que pasa, que
ejerces el pensamiento crítico sobre tu persona. Saber cuáles

134 135

También podría gustarte