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Latifundio

Un latifundio es una explotación agraria de grandes dimensiones, caracterizada además por un uso
ineficiente de los recursos disponibles. La extensión necesaria para considerar una explotación
latifundista depende del contexto: en Europa un latifundio puede tener algunos cientos de hectáreas. En
Latinoamérica puede superar fácilmente las diez mil.

Aparte de la extensión, existen otros elementos característicos de lo que se conoce como latifundismo:
bajos rendimientos unitarios, utilización de la tierra por debajo de su nivel de máxima explotación, baja
capitalización, bajo nivel tecnológico, mano de obra empleada en condiciones precarias y, en
consecuencia, con bajo nivel de vida. El latifundismo ha sido tradicionalmente una fuente de
inestabilidad social, asociada a la existencia de grandes masas de campesinos sin tierras. Para solucionar
los problemas originados por los latifundios, se han probado diversas fórmulas, dependientes del tipo de
gobierno en el que se encontraban: desde el cambio de estructura de la propiedad (reforma agraria), con
expropiaciones incluidas, hasta la modernización de la explotación (agricultura de mercado.

Positivismo
El Positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el
conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las
teorías a través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge en Francia a
inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Augusto Comte y del británico John Stuart Mill y
se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según esta escuela,
todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los
hechos reales verificados por la experiencia.

Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto
individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser
humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la Revolución francesa, que obligó por
primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico.

Porfirio Diaz
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori[1] —Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 15 de septiembre de 1830 † París,
Francia, 2 de julio de 1915— fue un militar y político mexicano, que ocupó el cargo de Presidente de
México, en dos ocasiones; la primera del 5 de mayo de 1877 al 1 de diciembre de 1880, siendo sucedido
por su compadre Manuel González. Asumió por segunda ocasión el cargo del 1 de diciembre de 1884 al
25 de mayo de 1911, fecha en que firmó su renuncia.

En 1846 ingresó al seminario, que abandonó en 1850, cuando ingresó al Instituto de Ciencias y Artes de
Oaxaca, considerado herético. Tras egresar, se unió a Juan Álvarez, quien dirigía la Revolución de
Ayutla, contra Antonio López de Santa Anna. A la caída de Santa Anna, Benito Juárez, fue nombrado
gobernador de Oaxaca, mientras que a Díaz se le confirió el mando político en Ixtlán. En 1859, estalló la
Guerra de Reforma, provocada por la promulgación de la Constitución de 1857. Díaz participó como
militante en las fuerzas liberales al mando de Jesús González Ortega. Luego del triunfo liberal, Porfirio
Díaz se convirtió en diputado por su estado natal, y en abril de 1861 le fue concedido el cargo de general
de división.
Participó en la Segunda Intervención Francesa en México, donde luchó bajo las órdenes de Ignacio
Zaragoza en la Batalla de Puebla, librada el 5 de mayo de 1862. Un año más tarde, peleó en el Sitio de
Puebla, ciudad que tomaron los franceses el 18 de mayo de 1863, e hicieron preso a Díaz, quien estuvo a
punto de ser extraditado a Francia, pero logró escapar y encontrarse con Juárez en la Ciudad de México,
quien le encomendó formar un ejército de resistencia en Oaxaca. En marzo de 1865, el mariscal Aquiles
Bazaine tomó Oaxaca y Díaz de nuevo fue hecho prisionero y llevado a Puebla, de donde escapó en
agosto. Tras escapar, reinició sus actividades en Oaxaca, derrotó a los franceses en la Batalla de
Miahuatlán y en la Batalla de la Carbonera. El 2 de abril de 1867, Díaz tomó Puebla, y el 15 de junio,
recuperó para las tropas republicanas la Ciudad de México. En 1871, Díaz se levantó en armas contra
Juárez, y expidió el Plan de la Noria. A mediados de 1872, estuvo a punto de entrar a la Ciudad de
México pero fue derrotado por Sóstenes Rocha. El 18 de julio de ese mismo año Juárez murió de angina
de pecho, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada, se convirtió en
presidente y le concedió amnistía. Díaz, despojado del mando militar, se retiró a Tlacotalpan, donde vivió
hasta 1876, cuando se levantó en armas contra la reelección de Lerdo, proclamando el Plan de Tuxtepec.
Tras su triunfo, Díaz se convirtió en presidente provisional y sacó del país a Lerdo, Mariano Escobedo y
José María Iglesias. En 1880 fue sucedido por Manuel González. Cuando regresó al poder en 1884,
comenzó la era conocida como Porfiriato, que se prolongó hasta 1911.

Francisco I. Madero
Francisco Ignacio Madero González[1] (30 de octubre de 1873 – 22 de febrero de 1913) fue un empresario
y político mexicano, originario de Parras, Coahuila. Fue elegido presidente de México al triunfo de la
revolución de 1910. Fue asesinado junto con el vicepresidente José María Pino Suárez a causa del golpe
de estado organizado por Victoriano Huerta.

Francisco I. Madero nació en la hacienda de El Rosario, Parras de la Fuente, Coahuila, el 30 de octubre


de 1873. Hijo de Francisco Madero Hernández y de Mercedes González Treviño. Durante su juventud
hizo estudios de agricultura en Maryland, estudios de Administración de Empresas en HEC (Hautes
Études Commerciales) Jouy-en-Josas, cerca de París y en la Universidad de California en Berkeley.
Regresó a México para casarse con Sara Pérez en 1903, en 1905 tuvo contacto con la Junta Organizadora
del Partido Liberal Mexicano, a la cual apoyó económicamente para la reanudación de la edición del
periódico Regeneración, sin embargo retiró su apoyo al PLM debido a las diferencias ideológicas con
Ricardo Flores Magón;[2] y en 1909 fundó el Partido Nacional Antirreeleccionista para competir contra el
presidente Porfirio Díaz, quien ocupaba el cargo de manera casi ininterrumpida desde 1876. El mismo
partido lo eligió candidato a la presidencia de la República y tras alcanzar un alto nivel de popularidad
en las elecciones de 1910 el gobierno decidió encarcelarlo en San Luis Potosí bajo los cargos de conato de
rebelión y ultraje a las autoridades. Logró escapar hacia Estados Unidos y desde San Antonio, Texas
promulgó el Plan de San Luis, un llamado a las armas que posteriormente provocó la renuncia del
Presidente Díaz en 1911 y una guerra civil con una duración alrededor de los diez años, además de la
muerte de alrededor de un millón de mexicanos.

La situación política no se remedió con la renuncia de Díaz. Madero fue elegido presidente y tomó
posesión del cargo el 6 de noviembre, su mandato presidencial se caracterizó por encabezar un gobierno
democrático pero poco identificado con las clases marginadas y por conservar en su gabinete antiguos
porfiristas, lo cual provocaría varios alzamientos armados entre los que destacan los del campesino
Emiliano Zapata quien el 25 de noviembre proclamó el Plan de Ayala exigiendo la restauración de los
derechos agrarios y desconociendo a Madero como presidente, mientras En marzo de 1912, Pascual
Orozco signó el Plan de la Empacadora, con las mismas pretensiones que Madero, para combatir los
levantamientos eligió al general Victoriano Huerta, quien, si bien no logró controlar al primero, derrotó
al segundo.
Mientras esto sucedía Félix Díaz, sobrino de Porfirio, se levantó en armas pero fue capturado en
Veracruz y estuvo a punto de ser ejecutado, pero Madero, desoyendo a sus colaboradores que
aconsejaban fusilarle, le indultó. Orozco fue derrotado por Huerta y se vio obligado a huir a Estados
Unidos. En febrero de 1913, un complot encabezado por Manuel Mondragón y Félix Díaz, liberó a
Bernardo Reyes de la Prisión de Tlatelolco, lo proclamó líder de su movimiento e incluso llegaron a
atacar el Palacio Nacional, pero las tropas del encargado de la plaza, Lauro Villar lograron detener a los
invasores y asesinar a Reyes. Mondragón y Díaz se refugiaron en una fábrica de artillería conocida como
La Ciudadela. Madero salió ese mismo día —9 de febrero— a arengar al pueblo a mantenerse leal al
gobierno, y ante la herida de Villar, Madero nombró a Huerta nuevo jefe militar. Henry Lane Wilson,
embajador norteamericano en México, preocupado por los intereses de las compañía de su país en
México y por la política de Madero, decidió realizar un pacto con Díaz y Mondragón, con lo que comenzó
la Decena Trágica. El 17 de febrero, Huerta suscribió un armisticio con Díaz, Lane Wilson y Mondragón,
por el que se comprometían a colocar a Huerta en la presidencia a cambio de que éste se la entregara más
tarde a Díaz. El 18 de febrero, un grupo de empresarios capitalinos —entre ellos Ignacio de la Torre y
Mier, yerno de Díaz— declararon su fidelidad a Huerta. Ese mismo día, Gustavo A. Madero, hermano y
asesor del presidente, fue arrestado y torturado hasta la muerte. El 19 de febrero, Madero y José María
Pino Suárez, vicepresidente, fueron obligados a firmar la renuncia a sus cargos. Pedro Lascuráin se hizo
cargo del poder ejecutivo 45 minutos y su único acto de gobierno fue nombrar a Huerta como secretario
de Relaciones Exteriores. Acto seguido renunció y Victoriano Huerta entró a la presidencia. El 22 de
febrero de 1913 y pese a la promesa de los golpistas de respetar su vida y facilitar su exilio a la isla de
Cuba, Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron asesinados a un costado del Palacio de
Lecumberri en la Ciudad de México.[3]

Pascual Orozco
El general Pascual Orozco Vázquez (1882 - 1915) fue un revolucionario mexicano que se inició apoyando
el Plan de San Luis de Francisco I. Madero. Tras el triunfo de la revolución al lado de Emiliano Zapata se
alzó contra este último y reconoció el gobierno golpista de Victoriano Huerta.

Nació el 28 de enero de 1882 en la Hacienda de Santa Inés, muy cerca de San Isidro, en el municipio de
Guerrero, Chihuahua. Sus padres fueron Pascual Orozco y Amada Orozco y Vázquez. Contrajo
matrimonio con Refugio Frías y en su juventud se dedicó a transportar metales preciosos entre las
compañías mineras del estado, lo cual le permitió en poco tiempo comprar su propia mina de oro. Fue tío
de Maximiano Márquez Orozco, Coronel de la Revolución quien estuvo localizado en Madera,
Chihuahua. A comienzos del siglo XX se interesó en las ideas de los Hermanos Flores Magón y en 1909
comenzó a importar armas desde los Estados Unidos ante el inminente estallido de la Revolución
mexicana.

El 31 de octubre de 1910 fue nombrado jefe revolucionario del Club Antirreleccionista "Benito Juárez"
del Distrito de Guerrero. Siete días después de iniciada la guerra obtuvo su primera victoria ante el
general Juan N. Navarro. Tras emboscar a las tropas federales en el Cañón del Mal Paso el 2 de enero de
1911, ordenó desnudar los cadáveres del ejército y envió los uniformes al Presidente Díaz con una nota
que decía: "Ahí te van las hojas, mándame más tamales". Su actitud belicosa le hizo ascender
rápidamente posiciones entre las tropas maderistas y alcanzó el rango de general, teniendo entre sus
subordinados a Francisco Villa. Tras la toma de Ciudad Juárez, Madero nombró su primer gabinete
provisional y otorgó a Venustiano Carranza el Ministerio de Guerra, una posición que Orozco
ambicionaba. Tras irrumpir una junta de gabinete el 13 de mayo de 1913, Orozco y Villa comenzaron a
mostrar signos de rebeldía hacia la jerarquía maderista.

Tras la renuncia del Presidente Díaz, Orozco fue nombrado comandante de los Rurales en Chihuahua y
candidato a gobernador por el Club Independiente Chihuahuense, una organización antagónica a
Francisco I. Madero. Después de recibir varias amonestaciones por parte de la jerarquía revolucionaria
se vio obligado a renunciar a la candidatura el 15 de julio de 1911. Posteriormente se negó a combatir las
tropas de Emiliano Zapata en el sur del país y convocó a una rebelión contra el Presidente Madero el 3 de
marzo de 1912. Orozco financiaba la rebelión con su propio capital y con el robo de ganado en el estado,
el cual vendía en el vecino estado de Texas, donde también adquiría armas y municiones pese al embargo
declarado por el presidente estadounidense William Taft.

Madero ordenó a Victoriano Huerta combatir la rebelión. Las tropas de Huerta vencieron a los
orozquistas en Conejos, Rellano y Bachimba y consiguieron tomar Ciudad Juárez. Tras caer herido en
Ojinaga Orozco se vio obligado a huir hacia los Estados Unidos. Después de vivir por algunos meses en la
ciudad de Los Ángeles consiguió regresar a Chihuahua pero sumamente enfermo, aquejado por
periódicos ataques de reumatismo. Fortalecido por su campaña ante Madero, Orozco regresó a la Ciudad
de México y al poco tiempo encabezó la decena trágica. Días después, Orozco y Huerta, antes acérrimos
enemigos, unieron sus fuerzas el 27 de febrero de 1913. El gobierno golpista de Huerta aprovechó la
alianza de Orozco y ordenó a éste que enviara a negociadores al lado de Zapata para intentar
convencerlo de que se les uniera, la misión fracaso por completo, el mensajero fue fusilado por órdenes
del caudillo del sur quien le mando decir que: La Revolución adherida al Plan de Ayala no estaba
dispuesta a tratar con traidores. (Y con el coronel Pascual Orozco, padre, fueron fusilados Luis Cajigal y
Emilio Mazari). Orozco jamás pudo enfrentar a Zapata en batalla (quiso vengar a su padre en un
principio), ya que Huerta lo mandaría a luchar contra Francisco Villa en el norte, quien lo derrotó en la
batalla de Ojinaga; el gobierno de Huerta fue efímero y tras el triunfo del Ejército Constitucionalista
Orozco tuvo que acompañarlo al exilio en los Estados Unidos. Ambos planeaban una nueva rebelión en la
ciudad de El Paso pero fueron condenados al arresto domiciliario por el gobierno estadounidense.

Pancho Villa
José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido por su seudónimo Francisco Villa o el hipocorístico de
éste, Pancho Villa. Fue uno de los jefes de la revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisiva
para la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta. Originario del estado de Durango
(se desconoce si era de Río Grande o de San Juan del Rio ), nació el 5 de junio de 1878 y murió asesinado
en una emboscada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923. Durante la revolución fue
conocido como "El Centauro del Norte".

Comandante de la División del Norte, fue caudillo del estado norteño de Chihuahua, el cual, dado su
tamaño, riqueza mineral, y también la proximidad a los Estados Unidos de América, le proporcionó
cuantiosos recursos. Villa fue gobernador provisional de Chihuahua en 1913 y 1914. Aunque no se le
aceptó en el panteón "de los héroes nacionales", sino hasta 20 años después de su muerte, su memoria se
honra hoy por mexicanos, estadounidenses y personas de todo el mundo. Además, numerosas calles y
barrios en México y otros países han sido nombrados en su honor.

Villa y sus seguidores, conocidos como villistas, se apoderaron de las tierras de los hacendados para
distribuirlas a los campesinos y soldados. Se apoderó de trenes y, como varios generales revolucionarios,
usó dinero fiduciario impreso, para pagar por su causa.

El dominio de Villa al norte de México se rompió en 1915, a través de una serie de derrotas que sufrió en
Celaya y Agua Prieta en manos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Después del ataque de Villa a
Columbus, en 1915, el General John J. Pershing trató infructuosamente de capturar a Villa durante un
año. Como dice el corrido popular en recuerdo de la victoria tácita de Villa sobre quien fuera, un poco
después, el comandante de las tropas norteamericanas en la Primera Guerra Mundial:
En Columbus quema y pilla/ Pershing lo viene a buscar/el Tigre se vuelve ardilla/y no lo puede encontrar.../Mi
general Pancho Villa, le venimos a cantar...

Villa se retiró en 1920 y se le dio una gran propiedad que él convirtió en una "colonia militar" para sus
ex soldados. En 1923 decidió volver a involucrarse en la política mexicana y como resultado fue
asesinado, probablemente por órdenes de Obregón.

Emiliano Zapata
Emiliano Zapata Salazar nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel Anenecuilco, Morelos y falleció el 10
de abril de 1919 en Chinameca, Morelos. Conocido como el Caudillo del Sur, fue uno de los líderes
militares más importantes durante la Revolución mexicana, comandó un importante ejército durante la
revolución, el Ejército Libertador del Sur. Hijo de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar, y formó parte de
una familia campesina.[1]

Inicios

Su Infancia se desarrolló a la par del latifundismo porfirista, en Morelos. Realizó sus primeros estudios
con el profesor Emilio Vera, quien había sido un viejo soldado juarista. Pronto trabajó como labrador y
arriero. Su esposa era Piedad Reyes. En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla, para discutir
la forma de defender frente a los hacendados vecinos sus tierras del pueblo. Su rebeldía lo condenó a la
leva (conscripción): en 1908, Zapata quedó incorporado al 9°. Regimiento de Caballería, en Cuernavaca.
Emiliano Zapata fue asignado como caballerango de Pablo Escandón, Jefe del Estado Mayor de Porfirio
Díaz, y más tarde, en el mismo puesto, al mando de Ignacio de la Torre, yerno de Díaz, quién le tomaría
especial afecto por su destreza con los caballos.

El motivo por el que se incorporó a Emiliano Zapata al ejército fue el hecho de que había raptado a una
jovencita, ya que Zapata era conocido por ser un hombre muy enamoradizo.[2] La acusación la puso el
padre de Inés Alfaro Aguilar, joven con quien tiempo después Zapata tendría dos hijos: Nicolás y Elena
Zapata Aguilar. En la fotografía en la que Zapata y Villa aparecen sentados en la silla presidencial, el
niño más pequeño que se asoma es Nicolás. Después el 20 de agosto de 1911 contrajo matrimonio con la
señorita Josefa Espejo Sánchez conocida como “La Generala” originaria de Anenecuilco, hija de don
Fidencio Espejo y Guadalupe Sánchez Merino con quien procreó dos hijos mas. El primero tuvo por
nombre Felipe; éste nació en el cerro El Jilguero y murió a la edad de cinco años en uno de los tantos
refugios que como familia tuvieron luego de ser mordido por una víbora de cascabel. La segunda hija fue
Josefa; ella nació el Tlaltizapán y un año antes que su hermano Felipe murió a consecuencia de una
picadura de alacrán. Así Josefa quedó sin hijos en poco tiempo. Sin embargo, Zapata tuvo más hijos
como es el caso de Ana María Zapata, hija de Petra P. Torres.

En septiembre de 1909 Emiliano Zapata fue electo presidente de la junta de defensa de las tierras de
Anenecuilco, donde empezaría a analizar documentos que se originaron en el virreinato que acreditaban
los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes
de Reforma, sobre todo la Ley Lerdo que obligo a las corporaciones civiles a vender o ser expropiadas las
tierras improductivas, lo cual fue motivo en su tiempo del apoyo de varios líderes indígenas como Tomás
Mejía a los gobiernos conservadores mexicanos y al Segundo Imperio Mexicano, estas leyes además
fueron aprovechadas por varias personas para acrecentar sus tierras de manera ilegal al solicitar la
propiedad de zonas comunales que los pueblos no trabajaban, por esto se convertiría, de esa manera, en
dirigente agrario de Morelos, su estado natal. Es en estas fechas donde acuña lo que sería el lema durante
su campaña revolucionaria: “Tierra y Libertad”, frase con la que firmaba todos los documentos oficiales
como dirigente agrario. Su primera aparición política ajena a su mundo campesino fue en las elecciones
para gobernador de Morelos en 1909, cuando apoyó al candidato de la oposición, Patricio Leyva, en
contra del de los latifundistas, Pablo Escandón y Barrón.

Victoriano Huerta
José Victoriano Huerta Márquez[1] (Colotlán, Jalisco; 22 de diciembre de 1850 – El Paso, Texas; 13 de
enero de 1916) fue un ingeniero, militar y presidente de facto de México.

Huerta nació el 22 de diciembre de 1850 en la ranchería del Agua Gorda, municipio de Colotlán, Jalisco,
hijo de Jesús Huerta y Refugio Márquez, ambos indígenas huicholes, por lo que será el tercer presidente
mexicano de origen indígena. Cuando tenía quince años el general Donato Guerra visitó su ciudad natal y
expresó su deseo de contratar a un secretario particular. Huerta que sabía leer y escribir por haber sido
un caso raro por asistir a la escuela municipal que dirigía el sacerdote del lugar, se ofreció como
voluntario y como recompensa a sus servicios y a la buena inteligencia mostrada se le recomendó y
concedió una beca para estudiar en el Colegio Militar,donde obtuvo notas sobresalientes que lo hicieron
merecedor de un reconocimiento especial, el Presidente Benito Juárez quien era el primer indígena en
llegar a la presidencia, lo elogió durante su visita al colegio para entregar los reconocimientos a los
cadetes con las siguientes palabras:

De los indios que se educan como usted, la patria espera mucho. []

Al graduarse fue comisionado al Cuerpo de Ingenieros y se desempeñó en labores topográficas en la


región de Puebla y el Estado de Veracruz, donde conoció a Emilia Águila, con quien se casó el 21 de
noviembre de 1880 y tendría once hijos.

Para el año de 1890 Huerta había alcanzado el grado de coronel y siete años más tarde comenzaría una
larga trayectoria en el combate a las rebeliones indígenas que se generaban por todo el país. En
diciembre de 1900 combatió a los yaquis en Sonora y en 1902 a los mayas en Yucatán y Quintana Roo.
Durante su estancia en el sureste desarrolló cataratas, una enfermedad que lo hostigaría la mayor parte
de su vida.

Tras concluir su campaña en la Península de Yucatán Huerta recibió el grado de general brigadier, la
Medalla al Mérito Militar y fue nombrado miembro de la Suprema Corte Militar de la Nación gracias a
los esfuerzos de su amigo el general Bernardo Reyes, Ex Gobernador de Nuevo León y Secretario de
Guerra y Marina. En 1907 pidió permiso por razones de salud y visitó a Reyes en Monterrey, ciudad
donde trabajó como jefe de Obras Públicas dos años y medio aplicando sus conocimientos de ingeniería
civil en el trazado de las calles. Cuando Reyes fue enviado a Europa en 1909 Huerta decidió regresar a la
Ciudad de México y comenzar a impartir clases de matemáticas. Tras estallar la revolución convocada
por Francisco I. Madero, Huerta solicitó su reincorporación al ejército y tras la renuncia de Porfirio
Díaz, Huerta fue el encargado de escoltar el convoy presidencial de éste al puerto de Veracruz, cosa que a
don Porfirio no le agradó del todo pues nunca confió plenamente en él.

Huerta permaneció fiel al ejército durante el gobierno interino de Francisco León de la Barra pero
participó en algunas acciones de provocación al ejército rebelde comandado por Emiliano Zapata, lo cual
levantó sospechas de insubordinación y tan pronto Madero asumió la presidencia ordenó su dimisión de
las fuerzas armadas. Sin embargo, tras la rebelión de Pascual Orozco, Madero reconsideró su decisión y
lo puso al mando de las tropas del gobierno federal. Huerta tuvo un desempeño impresionante y se
convirtió en un héroe nacional. Mientras perseguía a Orozco rumbo al norte tuvo un altercado con el
comandante rebelde Francisco Villa, quien se negó a regresar unos caballos que sus hombres habían
robado a las tropas de Huerta. Enfurecido, lo mandó arrestar y ordenó fusilarlo. Los hermanos del
Presidente Madero intervinieron y Villa sólo estuvo preso algunos días en la Ciudad de México, lo cual
encolerizó a Huerta. Al regresar a la capital ratificó su lealtad al presidente Madero y mientras se
sometía a un tratamiento de cataratas Madero lo hizo renunciar.

Pascual Orozco
El general Pascual Orozco Vázquez (1882 - 1915) fue un revolucionario mexicano que se inició apoyando
el Plan de San Luis de Francisco I. Madero. Tras el triunfo de la revolución al lado de Emiliano Zapata se
alzó contra este último y reconoció el gobierno golpista de Victoriano Huerta.

Nació el 28 de enero de 1882 en la Hacienda de Santa Inés, muy cerca de San Isidro, en el municipio de
Guerrero, Chihuahua. Sus padres fueron Pascual Orozco y Amada Orozco y Vázquez. Contrajo
matrimonio con Refugio Frías y en su juventud se dedicó a transportar metales preciosos entre las
compañías mineras del estado, lo cual le permitió en poco tiempo comprar su propia mina de oro. Fue tío
de Maximiano Márquez Orozco, Coronel de la Revolución quien estuvo localizado en Madera,
Chihuahua. A comienzos del siglo XX se interesó en las ideas de los Hermanos Flores Magón y en 1909
comenzó a importar armas desde los Estados Unidos ante el inminente estallido de la Revolución
mexicana.

El 31 de octubre de 1910 fue nombrado jefe revolucionario del Club Antirreleccionista "Benito Juárez"
del Distrito de Guerrero. Siete días después de iniciada la guerra obtuvo su primera victoria ante el
general Juan N. Navarro. Tras emboscar a las tropas federales en el Cañón del Mal Paso el 2 de enero de
1911, ordenó desnudar los cadáveres del ejército y envió los uniformes al Presidente Díaz con una nota
que decía: "Ahí te van las hojas, mándame más tamales". Su actitud belicosa le hizo ascender
rápidamente posiciones entre las tropas maderistas y alcanzó el rango de general, teniendo entre sus
subordinados a Francisco Villa. Tras la toma de Ciudad Juárez, Madero nombró su primer gabinete
provisional y otorgó a Venustiano Carranza el Ministerio de Guerra, una posición que Orozco
ambicionaba. Tras irrumpir una junta de gabinete el 13 de mayo de 1913, Orozco y Villa comenzaron a
mostrar signos de rebeldía hacia la jerarquía maderista.

Tras la renuncia del Presidente Díaz, Orozco fue nombrado comandante de los Rurales en Chihuahua y
candidato a gobernador por el Club Independiente Chihuahuense, una organización antagónica a
Francisco I. Madero. Después de recibir varias amonestaciones por parte de la jerarquía revolucionaria
se vio obligado a renunciar a la candidatura el 15 de julio de 1911. Posteriormente se negó a combatir las
tropas de Emiliano Zapata en el sur del país y convocó a una rebelión contra el Presidente Madero el 3 de
marzo de 1912. Orozco financiaba la rebelión con su propio capital y con el robo de ganado en el estado,
el cual vendía en el vecino estado de Texas, donde también adquiría armas y municiones pese al embargo
declarado por el presidente estadounidense William Taft.

Madero ordenó a Victoriano Huerta combatir la rebelión. Las tropas de Huerta vencieron a los
orozquistas en Conejos, Rellano y Bachimba y consiguieron tomar Ciudad Juárez. Tras caer herido en
Ojinaga Orozco se vio obligado a huir hacia los Estados Unidos. Después de vivir por algunos meses en la
ciudad de Los Ángeles consiguió regresar a Chihuahua pero sumamente enfermo, aquejado por
periódicos ataques de reumatismo. Fortalecido por su campaña ante Madero, Orozco regresó a la Ciudad
de México y al poco tiempo encabezó la decena trágica. Días después, Orozco y Huerta, antes acérrimos
enemigos, unieron sus fuerzas el 27 de febrero de 1913. El gobierno golpista de Huerta aprovechó la
alianza de Orozco y ordenó a éste que enviara a negociadores al lado de Zapata para intentar
convencerlo de que se les uniera, la misión fracaso por completo, el mensajero fue fusilado por órdenes
del caudillo del sur quien le mando decir que: La Revolución adherida al Plan de Ayala no estaba
dispuesta a tratar con traidores. (Y con el coronel Pascual Orozco, padre, fueron fusilados Luis Cajigal y
Emilio Mazari). Orozco jamás pudo enfrentar a Zapata en batalla (quiso vengar a su padre en un
principio), ya que Huerta lo mandaría a luchar contra Francisco Villa en el norte, quien lo derrotó en la
batalla de Ojinaga; el gobierno de Huerta fue efímero y tras el triunfo del Ejército Constitucionalista
Orozco tuvo que acompañarlo al exilio en los Estados Unidos. Ambos planeaban una nueva rebelión en la
ciudad de El Paso pero fueron condenados al arresto domiciliario por el gobierno estadounidense.

Venustiano Carranza
Venustiano Carranza Garza (Cuatro Ciénegas, Coahuila, 29 de diciembre de 1859 - Tlaxcalantongo,
Puebla, 21 de mayo de 1920). Fue un importante militar, político y empresario mexicano que participó en
la segunda etapa de la Revolución Mexicana, tras el asesinato de Francisco I. Madero, con el que logró
derrocar al gobierno usurpador del general Victoriano Huerta. Fue Presidente de México de 1917 a 1920,
año en que fue asesinado por tropas del general Rodolfo Herrero.

Juventud

Nació en el municipio de Cuatro Ciénegas, Coahuila, el 29 de diciembre de 1859. Fue el undécimo hijo del
coronel liberal Jesús Carranza Neira y de María de Jesús Garza, miembros de una familia de clase media
acomodada, descendiente de españoles. Inició su instrucción primaria en su pueblo natal. Realizó sus
estudios en el Ateneo Fuente de Saltillo, e ingresó en 1874 a la Escuela Nacional Preparatoria de la
Ciudad de México. Abandonó las aulas para dedicarse a actividades agrícolas en los ranchos Las Animas
y El Fuste, pertenecientes a su familia.venustiano carranza estuvo el la revolucion mexicana.

Decena Trágica
Se conoce como Decena Trágica al movimiento armado propiciado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y
Victoriano Huerta con la posterior adhesión de diversos generales mexicanos y con la ayuda del
embajador estadounidense Henry Lane Wilson, que duró aproximadamente 10 días con el fin de
derrocar al gobierno de Madero. Culminó con el asesinato de Madero y Pino Suárez.

Cronología

En 1912 la sublevación de Félix Díaz y Bernardo Reyes contra el gobierno de Francisco I. Madero
fracasa. Y habiendo resultado condenados a muerte en el juicio marcial que se les siguió, Madero
encarcela a los rebeldes, perdonándoles la vida.

El 9 de febrero de 1913 Huerta se había reunido con Bernardo Reyes en una Casa de la Colonia Roma y
además había permitido pasar comida a la Ciudadela, lugar donde se encontraban refugiados los alzados.
Madero llamó a Huerta y le cuestionó ambas acciones a lo que Huerta negó rotundamente su reunión
secreta e hizo pasar por un error el abastecimiento. Madero le dio dos días a Huerta para que tomara la
Ciudadela y demostrase así su lealtad y sus palabras. Gustavo A. Madero desconfiaba de Huerta, éste
había informado al presidente sobre la reunión de Huerta. Madero le creyó a Huerta y para que ambos
personajes limaran asperezas los persuadió para reunirse en un restaurante lo que se concretó en una
cita.

Finalmente, el 17 de febrero, Madero, el vicepresidente José María Pino Suárez y Felipe Ángeles (a quién
más tarde dejaría libre), fueron hechos prisioneros. Mientras tanto, el embajador Henry Lane Wilson
intrigaba en contra del gobierno mandando insinuaciones de que sólo se podría evitar la intervención
armada de los Estados Unidos con la renuncia de Madero. El papel de Wilson durante este episodio fue
deplorable: hacía ostentación ante miembros del cuerpo diplomático de conocer los proyectos desleales de
Huerta y notificó al Departamento de Estado de Estados Unidos que los rebeldes habían aprehendido al
presidente y vicepresidente, hora y media antes de que esto sucediera. (La conocida participación de
Wilson bien podría deberse, entre otros motivos, a promesas petroleras incumplidas por Gustavo A.
Madero a quien el embajador llamaba "pillo").

Cuando Madero y Pino Suárez fueron hechos prisioneros, Wilson ofreció a Huerta y a Felix Díaz el
edificio de la embajada norteamericana para que llegaran a acuerdos finales, en lo que se llamó el Pacto
de la Ciudadela, para hacer creer que había sido firmado ahí, y conocido popularmente como pacto de la
embajada. En este pacto se desconocía al gobierno de Madero y se establecía que Huerta asumiría la
presidencia provisional antes de 72 horas, con un gabinete integrado por reyistas y felicistas; que Félix
Díaz no tendría ningún cargo para poder contender en las futuras elecciones; que notificarían a los
gobiernos extranjeros el cese del ejecutivo anterior y el fin de las hostilidades. El Plan de San Luis Potosí
fue un plan promulgado por el líder político mexicano Francisco I. Madero, presidente del Partido
Nacional Anti reeleccionista, desde San Antonio, Texas. Fue promulgado en Texas ya que Madero había
huido de la prisión de San Luis Potosí tras ser encarcelado por el General Porfirio Díaz (Presidente de
México). El plan consistía en un llamado al pueblo mexicano a levantarse en armas, desconociendo la
reelección de Díaz en el cargo, anulando las recientes elecciones y convocando a nuevos comicios. Además
declaraba la no reelección como un principio supremo para México. La fecha para dar inicio al
levantamiento fue el 20 de noviembre de 1910, a las seis de la tarde. Muy pronto llegaron a la Ciudad de
México las copias del Plan de San Luis y el 18 de noviembre de 1910 fue descubierta una conspiración
contra Díaz en la ciudad de Puebla. Esa conjura estaba dirigida por Aquiles Serdán, quien fue asesinado
por la policía. Sin embargo, la rebelión desatada por Madero provocó la renuncia de Porfirio Díaz en
1911, la ascensión al poder de Madero así como la Revolución mexicana, que duraría alrededor de una
década y cobraría la vida de un número significativo de mexicanos.

Al Pacto de la Ciudadela siguió la tortura y asesinato de Gustavo A. Madero, hermano del presidente. A
éste le arrancaron el único ojo que tenia, lo patearon, lo humillaron, lo golpearon continuamente hasta
matarlo. Aún después de muerto continuaron maltratando su cadáver.

A Pino Suárez, Madero y su familia el embajador de Cuba les había comunicado el ofrecimiento de
darles asilo político de parte del gobierno Cubano. Cuba había dispuesto una embarcación en Veracruz
para tal fin.

Las condiciones que puso Madero para firmar su renuncia fueron entre otras que se le permitiera su
exilio y se respetase a su familia.

Francisco Madero y Pino Suárez se encontraban encerrados en la intendencia de Palacio Nacional.


Victoriano Huerta persuadió al Ministro de Relaciones Exteriores de Madero, Pedro Lascuráin de que
consiguiera del presidente y del vicepresidente su renuncia. Huerta le había prometido a cambio respetar
la vida de ambos. Huerta hizo saber a Lascuráin su plan: al renunciar Madero y Pino Suárez, Lascuaráin
como Ministro del Exterior sería nombrado presidente, inmediatamente él debía nombrar a Huerta
Secretario de Estado del Despacho de Gobernación para después renunciar y así quedar este como
presidente legal de México. Lascuráin pidió a Huerta garantías de su palabra de respetar a los presos y
éste con una imagen de la Virgen de Guadalupe que dijo le había dado su madre desde su infancia y que
conservaba desde entonces, juró por esa imagen a Lascuráin que cumpliría con su palabra.

Lascuráin visitó a los presos e informó del ofrecimiento de Huerta. Madero y Pino Suárez le entregaron
su renuncia. Un tren especial los llevaría a Veracruz y de ahí tomarían el barco dispuesto por el gobierno
Cubano hacia ese país. Todo había sido arreglado conforme a este ofrecimiento.

Después se presentaron las renuncias del presidente y vicepresidente ante un Congreso reunido en sesión
extraordinaria y que para simular el quorum se tuvo que llamar a los suplentes. El Congreso dudó de la
autenticidad de las firmas pero Lascuráin comunicó que él mismo había sido testigo de ellas, por lo que
su honorabilidad valió para que en la votación que se llevó en el Congreso para dar validez a las firmas
resolviera a favor del documento. El Congreso nombró presidente a Pedro Lascuráin, que había sido
Ministro de Relaciones Exteriores de Madero, quien a su vez como único acto de gobierno -y de acuerdo
al pacto- nombró a Victoriano Huerta Ministro de Gobernación para inmediatamente renunciar, y dejar
a Huerta como presidente provisional legal de México.

Desde su aprehensión, Madero y Pino Suárez permanecieron en el Palacio Nacional, esperando en vano
un tren que los conduciría al puerto de Veracruz, de donde se embarcarían a Cuba, cuyo embajador
Manuel Márquez Sterling hasta se había quedado a dormir "en zapatos" en su improvisada habitación,
al exilio. De nada sirvieron las gestiones de sus familiares, amigos, los ministros de Cuba, Chile y Japón,
ante Wilson para que hiciera valer la influencia que tenía sobre Huerta, ya que el embajador les
respondió que él, como diplomático, no podía interferir en los asuntos internos de México. El embajador
de Cuba había ido a visitar a los prisioneros y ante el temor de Pino Suárez de ser asesinados pasó la
noche con ellos. Madero tenia mejor humor y motivó a los presentes para pasar una velada agradable.
Pino Suárez dijo que al ya no serles de utilidad a Huerta, serían asesinados. Escribió una carta a su
amigo Serapio Rendón donde le pedía velar por sus hijos y consolar a su esposa. Sarita, como se conocía a
la esposa de Madero, tenia protección de la delegación japonesa. Ella había ido a entrevistarse con el
embajador norteamericano para abogar por la vida de su esposo. El embajador le comentó que él le
había advertido a Madero mucho tiempo atrás que eso pasaría y que ahora pagaba las consecuencias de
su mal gobierno. Al final dijo a Sara que no se preocupara, que no le pasaría nada a Madero.

El 22 de febrero Madero recibió en su prisión improvisada la visita de Sara -su esposa- y de su madre. La
madre de éste informó a Francisco de la muerte de su hermano. Su esposa luego trató de reconfortarlo y
motivarlo para pensar en una vida tranquila en París, luego se dieron un beso y soltó en llanto Sara. A las
22:00 los mandaron a acostarse para que a las 22:20 los despertásen con la noticia de que serían
trasladados, Madero preguntó al guardia por qué no se les había informado antes para estar vestidos,
pero no le respondió. Bajo órdenes del general Aureliano Blanquet, confirmadas por Huerta y
Mondragón, se trasladó a ambos en ese momento y en distintos coches a la Penitenciaría de Lecumberri.

Al momento de llegar a Lecumberri (y resumiendo) se desviaron los coches hacia un lado de la


penitenciaría, Francisco Cárdenas, el hombre encargado de asesinar a Madero, lo ordenó: «Baje usted,
carajo» y ante la negativa de este, le disparó en la cabeza, muriendo en el asiento del coche. Por su parte,
Pino Suárez, custodiado por Rafael Pimienta, igualmente se niega a bajar al oír el disparo, pero Pimienta
le apunta con la pistola, haciendo que Pino Suárez intente huir corriendo pero Pimienta le alcanza a
disparar, ya caído, Cárdenas le ordena a Pimienta matarlo, pero este se resiste y lo acaba matando el
mismo Cárdenas.

La ciudad se levantó con la noticia ¡¡¡Ya mataron a Madero!!! y aunque la primera reacción fue de
indignación, la mayoría de los habitantes de la capital se alegraron del cese de hostilidades, se lanzaron
jubilosos a las calles, adornaron las fachadas de sus casas y, en unión de la prensa, ensalzaron a los
vencedores y condenaron a los caídos. Apresaron a todos.

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