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Hersholme

Selva segunda

La selva más pomposa


que a su deidad consagra Dinamarca
tiene por centro un cristalino lago
que de un ameno isleo
5 que visten flores y coronan plantas
en frangante y lúcida competencia
es undosa también circunferencia,
y él a las bellas ninfas
⸺de la deidad al culto dedicadas⸺
10 apacible teatro
donde lazos y redes
suelen tender en las estivas calmas
a los peces, las fieras y las almas.
Aquí yo fatigado
15 de un infinito número de penas,
de procelosas iras agitado,
del destino arrastrando las cadenas,
cierto de sus injurias,
y del progreso de mi vida incierto,
20 no esperado tomé tra[n]quilo puerto,
y entre sus verdes y floridas greñas
de la deidad reverencié las señas.
Pasos daba dudosos
por el no conocido laberinto,
25 de hermoso sí, mas tan estraño enredo
que admiración causara, si no miedo,
al que venció del otro los errores
pisando confusiones entre flores
llegué con la más clara luz del día
30 a donde corregía
de una vid los errores
con tarda sí, pero maestra mano,
un venerable anciano
que de verme admirado
35 con paso apresurado
me salió a recibir afectuoso
y me llevó al frondoso
dosel, que entre los árboles tejía
la vid, que de cortina les servía;
40 y en el sital de rico no brocado,
de rizo sí, de flores variado,
estrado que de céspedes formaba,
a gradas reducidos,
de los rayos del sol tan defendidos,
45 que puesto que el león los encendía,
y el can los irritaba
aún el más perspicaz no penetraba
curioso la nudosa celosía.
Me redujo a sentar, y con semblante
50 apacible y sereno,
de gravedad y de modestia lleno,
la causa preguntó de mi venida
a isla de tan pocos inquirida,
de menos habitada,
55 supuesto que de todos venerada
por respecto del dueñom
con señales de obsequio no pequeño.
s ddd
solo
60 ss

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