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“Nuestra vida debe regularse no solo por nuestros propios deseos y sentimientos, sino
también por nuestra preocupación por los deseos y sentimientos de los demás,
expresados como convenciones y normas sociales de comportamiento ético.”
Antonio Damasio
En estas palabras de Damasio, se recoge la esencia del desarrollo moral: somos seres
sociales regidos por nomos (leyes sociales).
Si bien hay vestigios muy antiguos de regulación social (por ejemplo el código de
Hammurabi de babilonia), es en la antigua Grecia de la mano de Platón y
Aristóteles, en donde se fundamentan las normas para ser un buen ciudadano y
ciudadana. Se aspiraba a alcanzar la virtud a través del cumplimiento de una serie de
expectativas que la polis (ciudades y pueblos organizados) otorgaba a sus habitantes.
Nace la regulación moral consciente mediada por el entorno con el que estamos
condenados a entendernos para poder vivir en grupo.
En la regulación social subyacen las tensiones psicológicas que se generan entre las
tendencias egoístas y altruistas. Entre la libertad individual y la imposición del
grupo.
A todo este marco debemos añadir una variable más: las sociedades establecen
referencias éticas temporales, circunscritas a un contexto histórico determinado. No
es difícil sentirse poco identificado con las referencias, por ejemplo del medievo, o
más recientemente cuando las mujeres no podían ejercer el voto. Del mismo modo,
en una misma época conviven sociedades muy diferentes que establecen sus propias
normas y costumbres. Hay sociedades en donde enterramos a los muertos, y otras en
donde se los comen.
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Estas reflexiones nos dejan bien claro el relativismo con el que nos movemos a la
hora de juzgar la conducta, que dicho sea de paso, siempre se trata de conducta
moral.
Desde la psicología, la respuesta es sí contamos con unas referencias que nos ayuden
a entender la conducta moral desde el desarrollo moral evolutivo.
Prenomía
Anomía
Heteronomía
Socionomía
Autonomía
¿Cómo me puede ayudar conocer los diferentes estadios del desarrollo moral?
Hay personas que quieren ser felices… o serlo haciendo felices a las demás. Hay
quienes quieren que este mundo sea más justo, e incluso pueden aspirar a dejar un
legado a las futuras generaciones. Hay quienes lo único que quieren es no sufrir.
Incluso hay quienes quieren cumplir con lo que se espera de ellas.
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Aun corriendo el peligro de dejar fuera algunas casuísticas, aquí hay algunas razones
o motivaciones de aproximación ética:
Del mismo modo, el trabajo personal del desarrollo moral contribuye a nuestra
salud. Por ejemplo, la ansiedad se activa cuando existe un dilema moral al
enfrentarse a un temor que altera tu estabilidad. Una negociación entre querer que
todo permanezca igual o adaptarse a un cambio. En ese sentido, no es extraño que
nos genere ansiedad el temor a ser abandonados, a perder un trabajo, a que se
desvele un secreto vergonzoso, etc.
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Algunas claves de cada estadio
o PRENOMIA
Cada sociedad moldea las formas de satisfacer las necesidades. Desde el principio...
desde los primeros cuidados: atender todas las necesidades, educar en la dureza de la
vida, transmitir miedos...
o ANOMIA
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racionalización, contención y restricción emocional, desvalorización de las emociones
y la toma de decisiones provocadas por ellas, etc.
El sujeto anómico descubre que puede satisfacer sus necesidades de miles de formas.
El deseo parte de la conciencia de la carencia.
La necesidad de satisfacerse es permanente. Ya que cuando se alcanza o consume el
objeto, se destruye o aparta para volver a activar el deseo. La gula, la bulimia, el
narcisismo en su versión vanidosa, las conductas adictivas....
En este sentido, en las relaciones amorosas, Eros tiene que dar paso a philia si
queremos qué perduren y no se consuman en su propio fuego.
Todo esto no significa que no necesite al otro. Precisamente los necesita para poder
hacer lo que él o ella no puede. Por ejemplo, los niños y las niñas se fían de los
criterios de seguridad de los padres. Como si fueran conscientes de que necesitan
protección.
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o HETERONOMIA
Cuando te apartas de lo que la sociedad o el grupo espera de ti, surgen las emociones
secundarias: vergüenza, culpa, asco... u orgullo, esperanza, reconocimiento... si es
que se alinea el sujeto.
Hay dos hechos que apaciguan el egocentrismo; los límites de la naturaleza y las
normas y prohibiciones sociales.
Hay una compresión clara de que el mundo ya no depende de él. Y que todo acto
tiene consecuencias.
Antes de alcanzar la autonomía necesitamos entender las leyes con mayúsculas. Los
sistemas normativos impersonales. La ley que regula al grupo por encima del criterio
personal.
Incluso los más rebeldes y anárquicos se someten algunas normas. Quizá luchan
contra el sistema económico neoliberal, pero se someten a un estilo de vida coherente
con lo que su tribu espera de ellos (no compres en Zara).
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Educamos a nuestros hijos e hijas para la libertad no en la libertad.
o SOCIONOMIA
Rechazo a la autoridad.
Reafirmación de pertenencia al grupo.
No se es autónomo porque la pertenencia al grupo no lo permite. Solo se logra
libertad frente a otros grupos y normas.
El grupo es el nuevo vínculo de pertenencia.
Se sustituyen las normas heteronomía por referencias del grupo o de modelos de
referencia.
Sentirse rechazado por el grupo es muy doloroso.
Es una etapa que se despierta el vínculo con una pareja. A veces puede derivar en
dependencia emocional.
Se puede despertar un altruismo que hace que el grupo, la causa o la pareja estén por
encima de los intereses personales.
Es el momento de crear la identidad social.
Desear ser deseada enajena el cuerpo hasta no pertenecerte (bulimia). Depende del
juicio de los demás. En la bulimia se desea ser mujer y lograr que te deseen.
También puede causar horror sentirse observada y juzgada (anorexia). Se auto
implanta un juez impecable. La anorexia renuncia a ser mujer para no enfrentarse a
la socialización juzgante.
*En el caso de la bulimia y la anorexia se habla principalmente de mujeres y no
hombres, por ser más habitual ese tipo de patologías en ellas. No obstante, los
patrones que subyacen son aplicables también a hombres con esas patologías.
o AUTONOMÍA
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Acomodación. Tendencia morfogenética. Apertura e integración con el exterior.
dimensión alocentrada.
Ejemplos de integración:
El problema no es la dialéctica entre los diferentes niveles, sino el bloqueo y no saber
utilizar el que mejor te convenga (funcionalidad, bien estar, aprendizaje)
Una persona desmotivada en su trabajo que se sitúa en heteronomía, puede
encontrar la motivación en la prenomía conectando con necesidades básicas
(nacimiento de un hijo, etc).
Una persona muy centrada en sí misma y sus intereses (anomía) puede empatizar y
encontrar el valor de acoplarse a un grupo que le sirve de referencia en su conducta y
le da estatus (socionomía).
Alguien puede en un momento auto regularse (heteronomía) por las consecuencias de
sus actos y aceptar la norma (consejeros catalanes independentistas ante el riesgo de
ir a la cárcel)
Funciones de la autonomía:
Autocuidado.
Integración.
Responsabilizarse.
Autorregulación.
Autoestima.
Instintos y referencias:
Prenomía. Necesidades.
Anomía. Deseos.
Heteronomía. Ley. Orden. Bien Común.
Socionomía. Relaciones afectivas e interpersonales.
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Vínculo con las emociones y actitudes:
Prenomía. Miedo, pereza, frustración…
Anomía. Valentía en exceso, sobrevaloración- sobrestimación, ira, orgullo…
Heteronomía. Obediencia, responsabilidad, justicia…
Socionomía. Lealtad, empatía, compromiso…
La voluntad
La voluntad nace de la confrontación entre el deseo y los límites de la realidad (o
imposiciones sociales). Hay que detectar con nitidez los límites físicos y sociales.
La voluntad es una actitud intencional.
La voluntad individual se puede enajenar por la voluntad colectiva. De esta manera
nuestra responsabilidad descansa, se abandona. Es un indicador de NO autonomía.
Narcisismo
El narcisismo puede darse tanto en aquel que se mira al espejo y se embelesa como
quien no le gusta lo que ve (activación de la envidia, el rencor y la exigencia
perfeccionista). En este caso se activa la destrucción del otro al no poseer lo que cree
suyo. Por otro lado puede darse también retraimiento. Bien porque no necesita a los
demás o bien porque se victimiza con su envidia.
Nuestro juez
El castigo puede ser visto (vívido) como una indulgencia. Si cumplo el castigo ya he
pagado... y por lo tanto no hay mala conciencia. Parece que solo estadios superiores
ayudan a realmente ser autocrítico más allá de asumir la consecuencia de un acto.
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A veces, el castigo no se activa con la culpa, sino con la vergüenza. Como el mito de
Edipo, que avergonzado, se quitó los ojos para no tener que soportar la mirada de los
otros.
Si te juzga un juez, se activa la culpa y está en juego ser castigado o no. Si te enjuicia
un jurado popular, se activa la vergüenza y no se puede escapar del Juicio social.
En Japón prima la vergüenza en lugar de la culpa.
En Sicilia, el marido engañado podía matar a la mujer por delito de honor. En
Cerdeña el marido se suicidaba por la vergüenza pública.
Hay en países que se dan las dos cosas y mueren ambos.
Alguien que quiere abusar o utilizar a otra persona tiene dos caminos
independientemente de las condiciones de oportunidad: abusar de alguien cercano
porque siente legitimidad de que es suyo y puede hacerlo, y hay quien necesita
hacerlo de alguien que no conoce porque eso le protege gracias a la falta de
sentimientos hacia esa persona. Por ejemplo, alguien que necesita dinero, ¿a quién
prefiere robar?: a un primo que cree que tiene mucho o que la familia le ha tratado
mejor que a él; o a un desconocido sin conocer nada de su situación y necesidades.
Este ejemplo nos habla de lo complejo del discernimiento y las causas que nos hacen
obrar. A la hora de juzgar nuestros actos, no basta con el acto en sí, sino los
mecanismos psicológicos que subyacen en nuestra motivación y las referencias que
guían nuestra conducta.
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