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NGENESPANOL.

COM | SEPTIEMBRE DE 2015

MARFIL Un colmillo carnada.


Un GPS oculto.
La historia de un crimen.

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BIRMANIA AFGANISTÁN
Escalar, fallar Tesoros budistas
0 37634 13674 4 09 y sobrevivir condenados a muerte
septiembre de 2015 • vol. 37 • núm. 3

2 32 80
Tras el marfil Al rescate de Mes Aynak De colores
En África, algunas milicias se financian En Afganistán, una fortuna en mineral Los científicos estudian los expresivos
mediante el comercio del marfil de ele- de cobre yace enterrada bajo un tesoro cambios de color de los camaleones,
fante. ¿Puede un colmillo falso impedirlo? con artefactos budistas ancestrales. sus lenguas y su hábitat que desaparece.
Por Bryan Christy Por Hannah Bloch Por Patricia Edmonds
Fotografías de Brent Stirton Fotografías de Simon Norfolk Fotografías de Christian Ziegler

98 Testimonio | El arte de un jardín estadounidense En portada


Armado con un teléfono celular, un fotógrafo cataloga Un colmillo artificial como este fue equipado con un transmisor y lo sembraron
la fauna y flora locales. en el mercado de marfil, de manera que sus viajes –y las actividades ilegales de
Por James Estrin Fotografías de Joshua White los comerciantes– pudieran rastrearse. Fotografía de Rebecca Hale

50 El punto sin regreso


¿Es Hkakabo Razi en verdad la montaña más alta de Birmania? En un intento por medirla, un equipo
de alpinistas arriesgó todo. Por Mark Jenkins Fotografía de Cory Richards

Sobre un mar de nubes, Renan Ozturk


hace una pausa en una pendiente del
Hkakabo Razi. Es uno de los tres alpi-
nistas que intentaron llegar a la cima
de la montaña.

R E V I S TA O F I C I A L D E N AT I O N A L G E O G R A P H I C S O C I E T Y
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lucro “para el incremento y difusión del conocimiento geográfico”. Desde 1888, la Sociedad ha apoyado más de 9 000
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EXPLORA Planeta Tierra

Marejada Un modelo de tormentas moderno arroja nueva luz sobre los relámpagos. Al investigar
el comportamiento de las nubes, David Romps y sus colegas de la Universidad de Cali-
fornia en Berkeley diseñaron lo que, dicen, es el modelo más preciso para pronosticar
ciclónica la caída de rayos hasta ahora. Luego lo usaron para proyectar cómo se multiplicarían
los rayos –y cómo podrían provocar más incendios forestales– si el planeta continúa
calentándose.
Para que una tormenta produzca esa súbita descarga eléctrica, conocida como relám-
pago, debe haber agua líquida y hielo, además de corrientes ascendentes de viento lo
bastante rápidas para mantenerla suspendida. Romps teorizó que al poner esos factores
en una ecuación podría calcular qué tan seguido caerían los rayos. Multiplicó los valores
de la precipitación registrada por la energía convectiva potencial disponible, o qué tan
rápido puede formarse una nube de tormenta. Sus cálculos, con datos de 2011, coincidie-
ron 77 % de las veces con las caídas de rayos registradas. El modelo convencional solo
tenía 39 % de exactitud.
Mientras más cálido es el aire, más vapor de agua puede contener para alimentar
una tormenta. Por cada grado centígrado que el mundo se calienta, las caídas de relám-
pagos se pueden incrementar 12 % en Estados Unidos, dice Romps. Si las emisiones
de bióxido de carbono continúan al ritmo actual, puede significar 50 % más rayos
para 2100. —Lindsey N. Smith

MICHAEL SHAINBLUM
EXPLORA
Ciencia

Inyección al estómago
La mayoría prefiere tomar una pastilla que ser inyectado con una
jeringa. Pero las pastillas no son perfectas. Las inyecciones intrave-
nosas llevan más rápido el medicamento al torrente sanguíneo y
algunas medicinas a base de proteínas, como la insulina, no se
pueden administrar oralmente. El estómago comienza a digerirlas
antes de que sean absorbidas.
Ahora, los investigadores han inventado una mejor manera de
tomar tu medicina: tragar la aguja. Por fuera, esta nueva píldora “se ve
como cualquier otro multivitamínico –dice el ingeniero químico Carl M.
Schoellhammer–, pero en cuanto llega al estómago su cubierta exterior
se disuelve y deja al descubierto las agujas”. Las agujas de acero inoxi-
dable, de 1.27 mm de largo, liberan la droga cuando penetran el recu-
brimiento del tracto gastrointestinal.
No te preocupes, no sentirás nada. El tracto no registra el dolor y, con La píldora de microagujas (arriba,
sus poco más de 19 mm, esta cápsula es bastante pequeña para viajar a escala) se ve espinosa sin su
cubierta y bajo los rayos X, pero
por él. Hasta ahora solo ha sido probada en animales, sin ningún signo
los pacientes no la sienten.
de dolor o lesión. Sin embargo, desecharla es algo lento: le tomó al menos
siete días para salir del cuerpo de un sujeto de prueba. —Rachel H. Shea

DESDE ARRIBA: REBECCA HALE; CARL SCHOELLHAMMER Y GIOVANNI TRAVERSO, HOSPITAL GENERAL
DE MASSACHUSETTS / ESCUELA MÉDICA DE HARVARD / INSTITUTO TECNOLÓGICO DE MASSACHUSETTS
Tu suscripción hizo posible que National
Diario del explorador Geographic Society financiara este y otros proyectos de
Lucas Gheco exploración e investigación. Para ver más de los EL FUTURO DE LA
exploradores, visita ngenespanol.com/exploracion. EXPLORACIÓN

Redibujar la historia
Desde la antigüedad y en diferentes culturas, las cavernas se han considerado puntos Este territorio es uno de los reser-
de conexión con lo divino. Dentro de estos recintos rocosos nuestros antepasados plas- vorios más importantes de América
del Sur por la cantidad y variedad de
maron su vida cotidiana e incluso su cosmovisión, dándole forma y sentido a un mun- abrigos con arte rupestre prehispáni-
do inexplicable. A su vez, crearon la primera manifestación artística de la humanidad. co. Aquí hay, al menos, un centenar de
Hoy, investigaciones en la sierra de El Alto-Ancasti, en Argentina, sugieren que estos cuevas y aleros con pinturas y graba-
dos rupestres.
pictogramas pudieron servir a un propósito aún más elevado. Estudios morfológicos de
los motivos, análisis químicos de los pigmen-
tos y excavaciones de los pisos de las cuevas,
descubrieron una cronología más compleja.
Las primeras investigaciones apuntaban a
que este arte pertenecía a la cultura Aguada
(600-900 d.C.), pero “los nuevos estudios
indican diferentes eventos de pintado, desde
anteriores a esta cultura y hasta inicios del siglo
xx –dice Lucas Gheco, becario del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas e investigador de la Escuela de
Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca–. Residuos de fogatas antiguas,
instrumentos cerámicos, metálicos y restos óseos indican actividades de hace cientos
o miles de años, quizá vinculadas a rituales que recién comenzamos a entender”.
Cada representación oculta el trazo de una historia que podría confirmar las teorías
que en todo el mundo vinculan el arte rupestre con el chamanismo. —Erick Pinedo

FOTOS: OSCAR DECHIARA


IMÁGENES
Brasil
En la frontera entre Brasil y
Argentina, un diluvio de mari-
posas desciende a orillas del
río Iguazú. Cuando el río baja,
forma estanques con suelos
y lodos húmedos, ricos en
minerales y aminoácidos
que atraen a estos piéridos,
los cuales absorben el agua
y secretan el exceso (proce-
so conocido en inglés como
puddling).
DANIEL PINHEIRO
India
Espolvoreados de amarillo
y verde, cinco aldeanos en
Nandgaon celebran el
Lathmar Holi, festival lúdi-
co previo al Holi enraizado
en la mitología hindú. El
festival anual de dos días
incluye altercados simula-
dos entre hombres y muje-
res de dos pueblos.

MANISH SWARUP, AP IMAGES


Ve más imágenes en ngenespanol.com
Estados Unidos
Como pasta hirviendo
en una olla, estas anguilas
americanas de 10 centí-
metros de largo serpen-
tean en un plato de cristal
con destino a los merca-
dos de pescado asiáticos.
Esta especie –que desova
en el mar de los Sargazos
y es barrida hasta Maine
por la corriente del Golfo–
vive la mayor parte de
su vida en agua dulce.
HEATHER PERRY
IMÁGENES

Concurso de Fotografía
de National Geographic

La toma del millón


El año pasado, personas de 135 países enviaron más de 9 000 imágenes al concurso de
fotografía de National Geographic, nuestra colecta anual de las mejores fotos de lectores
seleccionadas por los editores y fotógrafos de la revista. Los jueces eligieron a los ganadores
en las categorías Gente (en esta página), Lugares y Naturaleza (pág. sig.). Las imágenes ga-
nadoras transmiten un sentido de lugar y tiempo, y capturan momentos únicos de manera
creativa. “Tenían capas y matices e invitaban al espectador a pensar”, dice Monica Corcoran,
directora del concurso de foto y de la comunidad Foto del Lector. Por la imagen de abajo,
Brian Yen, ganador del gran premio, recibió 10 000 dólares y un viaje a las oficinas de
National Geographic en Washington, D.C.

Para entrar al concurso de este año visita ngphotocontest.com.

GENTE Brian Yen Hong Kong, China


En un día caluroso en Hong Kong, la gente se amontona en un tren con aire acondicionado. Cuando las luces
se atenuaron, se destacó una joven mujer, perdida en el resplandor de su propio mundo digital.
IMÁGENES
Concurso de Fotografía
de National Geographic

LUGARES Triston Yeo Singapur


Yeo estaba en Budapest, impartiendo un taller de fotografía. En una piscina eligió usar una reja de
malla en vez de pasar su lente a través de ella. “La foto final da una sensación voyerista”, comenta.

NATURALEZA Nicole Cambré Bruselas, Bélgica


De viaje por el norte del Serengueti, del lado de Tanzania, Cambré vio un grupo de ñus cruzando
metódicamente el río Mara. Mientras otros esperaban, uno saltó.
IMÁGENES
Concurso de Fotografía En la calle
de National Geographic Misión La fotografía callejera es una manera de conquistar el ruido, la luz
y el caos del mundo. Nosotros pedimos ver esos momentos, sin interrupción.

NOTA DEL EDITOR

“En la calle no tienes un telón de fondo, no hay un segundo plano liso,


no controlas la acción. Esto implica poner atención en la luz, los edifi-
cios, las paredes, el espacio negativo”.
—Benjamin Lowy, fotógrafo de National Geographic

Yves Vernin
Ensuès-la-Redonne, Francia
En la basílica de Notre-Dame de la Garde,
en Marsella, Vernin se preguntaba cómo
fotografiar el viento frío y fuerte. No pasó
mucho cuando dos mujeres, ambas con el
cabello revoloteando, ascendieron por unas
escaleras cercanas.

František Štaud
Hradec Králové, República Checa
En París, Štaud planeó explorar la ciudad,
pero el cielo nublado le hizo cambiar de
opinión. Se sentó por una hora cerca
de un anuncio exterior, esperando, según
dice, “hasta que algo pasara”. Y sucedió.
Instintos básicos
Una reflexión gentil sobre el amor y la lujuria en el reino animal

Apariencias que engañan


Como podría ocurrir en toda familia numerosa, el clado o rama de los
Galloanserae tiene algunos miembros hermosos y otros más simples, algu- HÁBITAT / TERRITORIO
nos promiscuos y otros monógamos. Este superorden aviar incluye faisanes Granjas y praderas de América
comunes, pavorreales y cisnes, entre 452 especies de aves de caza y acuáti- del Norte, Europa y Asia
cas. Pero los machos más coloridos y lujuriosos de los Galloanserae podrían ESTATUS DE CONSERVACIÓN
no transmitir los mejores genes a su descendencia, según un estudio reciente. Preocupación menor
“Ha habido muchas teorías respecto a que los ornamentos, colores her-
OTROS DATOS
mosos y colas grandes aparecen en los machos más aptos –dice la bióloga
El faisán común pertenece a
evolutiva Judith Mank, del University College de Londres–. Estuvimos re- un superorden aviar que data
visando explícitamente esa teoría” en el estudio, publicado en Proceedings de hace 90 millones años.
of the National Academy of Sciences.
Mank y sus colegas analizaron genes de seis especies de aves con ambas
propiedades. En las aves atractivas encontraron un genoma de evolución rá- Un macho pro-
pida marcado por mutaciones genéticas leves; no apareció en las aves poco miscuo y llamati-
llamativas. Cuando las hembras se aparean con machos atractivos, se trans- vo puede atraer
miten fallas genéticas que pueden afectar las perspectivas de la especie a futuro.
El estudio confirmó que “no hay relación entre el atractivo y la aptitud
a las hembras,
–afirma Mank–. Un macho puede ser atractivo, pero no cumple en lo gené- “pero no cumple
tico. De alguna manera, se trata de publicidad engañosa”. —Patricia Edmonds en lo genético”.

Estos faisanes comunes (Phasianus


colchicus) fueron fotografiados en
Cammack Gamebird Farm, en De
Witt, Nebraska.

JOEL SARTORE
Colmillos falsos con dispositivos GPS ocultos exponen el rastro
de los cazadores furtivos de elefantes en África.
INVESTIGACIÓN ESPECIAL

2
El guardaparques veterano Jean
Claude Mambo Marindo se sienta al
lado de casi un centenar de colmi-
llos de elefante confiscados a caza-
dores furtivos en el Parque
Nacional de Garamba, en la Repú-
blica Democrática del Congo. El
parque ha perdido todos sus rinoce-
rontes por la caza furtiva por sus
cuernos. Ahora está sitiado debido
a su marfil, principalmente por sol-
dados corruptos de ejércitos nacio-
nales y el grupo terrorista Ejército
de Resistencia del Señor (LRA).
Guardaparques practican sus habilidades de equitación en el Parque
Nacional de Zakouma, en Chad. El parque tiene cuatro equipos de guar-
daparques montados, pues los caballos son la única manera de patrullar
con eficiencia durante la estación húmeda, cuando los elefantes se dirigen
a tierras más secas, fuera del parque.
Soldados ugandeses de la Fuerza de Tarea Regional de la Unión Africana buscan
al líder del LRA, Joseph Kony, en la República Centroafricana (RCA), arrastrán-
dose con cuerdas para cruzar los ríos. Los hombres de Kony pasan de una fronte-
ra a otra para esconderse en países con gobiernos débiles.
Por Bryan Christy • Fotografías de Brent Stirton

C
uando el Museo Americano de His- Quiero que Dante diseñe un colmillo artificial
toria Natural decidió actualizar la de elefante que se vea y se sienta como los col-
sala de mamíferos norteamerica- millos confiscados que me prestó el Servicio de
nos, el taxidermista George Dante Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. Quie-
recibió una llamada. Cuando mu- ro que dentro del colmillo falso inserte un GPS
rió la tortuga Solitario George, emblema de las hecho a la medida y un sistema de rastreo sate-
islas Galápagos, fue Dante quien asumió la tarea lital. Si puede lograrlo, le pediré que haga algunos
de restaurarlo. Pero este artesano, uno de los ta- más. En el mundo criminal, el marfil opera como
xidermistas más respetados del mundo, nunca moneda, así que, en cierto modo, le estoy pidien-
ha hecho lo que estoy a punto de pedirle. Nadie do que imprima dinero apócrifo al que pueda dar
lo ha hecho. seguimiento.
Utilizaré estos colmillos para cazar a quienes
matan elefantes y para saber qué caminos sigue
Investigación especial de National Geographic Society Este
el marfil, de qué puertos sale, en qué barcos viaja,
artículo inaugura la Unidad de Investigaciones Especiales de
National Geographic Society, que informará sobre crímenes por cuáles ciudades y países transita y dónde aca-
contra la vida silvestre. Este proyecto fue posible gracias a ba. Los colmillos artificiales plantados en un país
una subvención de The Woodtiger Fund. del centro de África, ¿se dirigirán al este –o al
8 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015 J. MICHAEL FAY, SOCIEDAD PARA LA CONSERVACIÓN DE LA VIDA SILVESTRE
que debilita y corrompe la aplicación de la ley y
más maneras que nunca de matar a un elefante
han creado una tormenta perfecta. El resultado:
alrededor de 30 000 elefantes africanos han sido
sacrificados cada año, más de 100 000 entre 2009
y 2012. Y el ritmo de la matanza no disminuye.
La mayor parte del marfil ilegal va a China, don-
de un par de palillos en marfil puede representar
más de 1 000 dólares y los colmillos tallados, cien-
tos de miles de dólares cada uno.
África oriental es ahora el punto de partida de
gran parte de la caza furtiva. En junio, el gobierno
de Tanzania anunció que el país perdió 60 % de
sus elefantes en los pasados cinco años; disminu-
yeron de 110 000 a menos de 44 000. Durante el
mismo periodo, su vecino Mozambique informó
haber perdido 48 % de sus elefantes. Los lugareños,
que incluyen aldeanos pobres y guardaparques sin
paga, matan elefantes a cambio de dinero, un ries-
En mayo de 2013, cazadores go que están dispuestos a correr porque, incluso
furtivos del grupo insurgen-
si los atrapan, las penas a menudo son insignifi-
te Seleka masacraron 26
elefantes en Dzanga Bai, un cantes. Pero en el centro de África, como supe de
abrevadero rico en minera- primera mano, algo más siniestro provoca la ma-
les de la RCA. tanza: milicias y grupos terroristas, financiados
en parte por el marfil, están cazando furtivamen-
te elefantes, con frecuencia fuera de sus países de
oeste–, hacia una costa con transporte viable origen e incluso escondiéndose dentro de parques
hasta los mercados asiáticos? ¿Irán hacia el nor- nacionales. Saquean comunidades, esclavizan a
te, la ruta más violenta del marfil en el continen- personas y matan a los guardaparques que se in-
te africano? ¿O no irán a ninguna parte, descu- terponen en su camino.
biertos antes de que los muevan y entregados por Sudán del Sur, la República Centroafricana
una persona honesta? (RCA), la República Democrática del Congo
Para probar el marfil, los traficantes rasparán el (RDC), Sudán, Chad. Cinco de las naciones me-
colmillo con una navaja o sostendrán un encen- nos estables del mundo, según la clasificación
dedor debajo de él; el marfil es un diente y no se de la organización Fondo por la Paz, con sede en
derretirá. Mis colmillos tendrán que comportarse Washington, D.C., acogen a quienes viajan a otros
como el marfil. “Y yo voy a encontrar una manera países para matar elefantes. Año tras año, la ruta
de conseguir ese brillo”, dijo Dante, refiriéndose al de las mayores y más terribles matanzas de estos
lustre que tiene un colmillo limpio de elefante. animales se remonta a Sudán, que ya no tiene
“También necesito líneas de Schreger, George”, elefantes pero protege a terroristas de origen ex-
le digo, refiriéndome al entramado en la base de tranjero dedicados a la caza furtiva, y es el hogar
un colmillo aserrado que semeja los anillos de cre- de los yanyauids y de otros merodeadores trans-
cimiento de un tronco de árbol. continentales sudaneses.
Como gran parte del mundo, George Dante Los guardaparques suelen ser la única fuerza
sabe que el elefante africano sufre un asedio. Una que se enfrenta a los asesinos. Superados en nú-
floreciente clase media china con un insaciable mero y mal equipados, conforman el frente de una
gusto por el marfil, una pobreza atroz en África batalla violenta que nos afecta a todos.
i nve s t i g ac i ó n e s pe c i a l : t r á f i c o d e m a r f i l 9
En enero de 2014, mientras pasaba por rayos X un contenedor con destino a
Vietnam, cuyo contenido declarado era de nueces de la India, las autoridades
portuarias de Togo vieron algo extraño: marfil. Se encontraron más de cuatro
toneladas, la mayor confiscación en África desde la entrada en vigor, en 1990,
de la prohibición mundial del comercio de marfil. El ADN sugiere que parte del
marfil proviene de elefantes asesinados en la RCA en 2013.
El rastro de los contrabandistas Asesinatos contra civiles por parte de grupos
armados de diciembre de 2008 a junio de 2015
El contrabando de marfil es una fuente rica de finan-
ciamiento para grupos terroristas como el Ejército de Asesinatos del Ejército de 100
Resistencia del Señor, que ha llevado a cabo ataques Resistencia del Señor muertes
crueles en aldeas del centro de África. Para hacer un 10
Asesinatos por otros 1
seguimiento del comercio ilícito, National Geographic grupos conectados
Society encargó la creación de colmillos artificiales con la caza furtiva
con rastreadores GPS ocultos que fueron plantados
en la cadena de abastecimiento del contrabando.
Lugares donde se reportó la presencia
del líder de la LRA, Joseph Kony

Ruta de los colmillos artificiales Elefantes


PARQUE NACIONAL DE ZAKOUMA
Casi 90 % de los elefantes del par- Territorios conocidos
que fueron cazados furtivamente ru
u en S
en : Localización del GPS
entre 2002 y 2012. El mejoramiento aw
en las condiciones de seguridad en (
años recientes ha impedido más
Abu i
matanzas.
Gr ar o a
DÍA 53
DARFUR Última localización del
colmillo en Junio de 2015
Lugar de la masacre
de Heban en 2012 Ed Daein
CHAD KAFIA KINGI
Controlado por Sudán, se SUDÁN
PARQUE cree que este territorio con-
NACIONAL flictivo ha sido un refugio
EVIDENCIA SATELITAL
ZAKOUMA seguro para el LRA.
Árbol Contrabandistas mantu-
vieron los colmillos
Ubicación durante tres semanas en
FRONTERA RECLAMADA
Songo del colmillo este campamento en Kafia
POR SUDÁN DEL SUR
en un camión Kingi antes de moverse
DÍAS 21 a 44
hacia el norte.
Dafaq Tienda o una tienda
KAFIA
P.N. PARQUE KINGI 0m 15
MANOVO- NACIONAL
RADOM Kafia Kingi
GOUNDA-
SAINT FLORIS FRONTERA RECLAMADA
POR SUDÁN
p en nS d ur:
P.N. DÍA 16 c to de L beeeraa ón n
BAMINGUI- Los colmillos
BANGORAN ingresan a Sudán d lP b
r d
G up ararmad dooss noo ide
d n doss

DÍA 10 SUDÁN DEL SUR

Grupo en la República
P. N.
Centroafricana: DÍA 5 SURESTE
Seleka PARQUE
NACIONAL DE GARAMBA
REPÚBLICA Desertores del LRA afirman
CENTROAFRICANA que Kony les exigió a los
Obo cazadores furtivos dentro
del parque cuotas y plazos
de entrega.
Mboki

DÍA 1
Empieza el
P. N.
rastreo de GARAMBA
los colmillos
Kpaika
REPÚBLICA Nagero
DEMOCRÁTICA
DEL CONGO
0 mi 100 Dungu
0 km 100

VIRGINIA W. MASON, HEIDI SCHULTZ Y BRAD SCRIBER


Kony ingresó por
FUENTES: ARMED CONFLICT LOCATION & EVENT DATA PROJECT; C4ADS; BRYAN CHRISTY; CITES ETIS TRAFFIC; primera vez en la RDC
DIGITALGLOBE (IMÁGENES SATELITALES); GRUPO ESPECIALISTA EN EL ELEFANTE AFRICANO DE UICN/SSC con 70 combatientes,
(DATOS DE LOS GUARDAPARQUES, 2012); INICIATIVA PARA LA CRISIS DEL LRA DE RESOLVE Y NIÑOS INVISIBLES;
UNEP/GRID-ARENDAL; BASE DE DATOS MUNDIAL SOBRE ZONAS PROTEGIDAS el 8 de marzo de 2006.
Después de que el esposo de Lucienne Lanziwa murió en un ataque del LRA en Garamba,
ella recibió un estipendio modesto. El guardaparques Kumboyo Onme está de pie detrás
de su hijo, Genekpio, quien escapó meses después de que lo secuestrara el LRA.

LAS VÍCTIMAS DE GARAMBA “He conocido a más de 1 000 niños que han sido
El Parque Nacional de Garamba en el extremo raptados –dice mientras conversamos dentro de
noreste de la RDC, en la frontera con Sudán del su iglesia en la ciudad cercana de Dungu–. Cuan-
Sur, un Sitio Patrimonio de la Humanidad san- do los raptaron, eran muy jóvenes y los obligaron
cionado por la UNESCO, es famoso internacio- a hacer cosas terribles. La mayoría de los niños
nalmente por sus elefantes y sus vastas zonas está sumamente traumatizado cuando regresa a
verdes. Pero nadie alza la mano cuando le pre- casa”. Tienen pesadillas, continúa Sugule. Tienen
gunto a un grupo de niños y ancianos en la aldea visiones retrospectivas. Sus propias familias te-
de Kpaika, a unos 50 kilómetros del margen oc- men que sean demonios o soldados para siempre,
cidental del parque, cuántos de ellos lo habían y piensan que podrían matarlos por la noche. Se
visitado. Entiendo por qué cuando pregunto: supone que las niñas fueron violadas, así que les
“¿Cuántos de ustedes han sido secuestrados por resulta difícil encontrar marido. A veces los al-
el Ejército de Resistencia del Señor?”. deanos se burlan de los niños que regresan em-
El padre Ernest Sugule, el sacerdote de la aldea, pleando la misma expresión de los hombres de
me cuenta que muchos niños de su diócesis han Kony: “LRA Tongo Tongo”. “LRA Corta Corta”,
visto a los miembros de su familia ser asesinados una referencia, explica Sugule, al uso vicioso de los
por el Ejército de Resistencia del Señor, o LRA, machetes por parte de los militantes.
el grupo rebelde ugandés dirigido por Joseph Kony es un ex monaguillo católico cuya misión
Kony, uno de los terroristas más buscados de declarada es derrocar al gobierno de Uganda, en
África. Sugule es el fundador de un grupo que representación del pueblo acholi del norte de ese
brinda asistencia a víctimas del ejército de Kony. país, y gobernarlo según su versión de los Diez
14 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Mandamientos. Desde los años ochenta del siglo del grupo Niños Invisibles y a su video, Kony 2012,
xx, y empezando en Uganda, presuntamente los por lo que este personaje se convirtió en un nom-
secuaces de Kony han asesinado a decenas de bre conocido en Occidente. En Estados Unidos,
miles de personas, cercenado labios, orejas y pe- los presidentes George W. Bush y Barack Obama
chos de mujeres, violado a estas y a niños, cor- apoyaron iniciativas ya sea para arrestarlo o ma-
tado los pies de aquellos que atrapan andando tarlo. El Departamento de Estado declaró a Kony
en bicicleta y secuestrado a niños pequeños para “terrorista mundial especialmente designado” en
crear un ejército de niños soldados que crecen 2008 y la Unión Africana ha designado al LRA
entre asesinos. como organización terrorista.
En 1994, Kony salió de Uganda y viajó con su Cuando el norte y el sur de Sudán firmaron un
pandilla de asesinos a otros países. Primero fue a acuerdo de paz en 2005, Kony perdió a su anfi-
Sudán, lo que dio inicio a un patrón de saltos cons- trión sudanés. En marzo de 2006 huyó a la RDC
tantes entre países, el cual continúa para dificultar y estableció su campamento en el Parque Nacio-
su seguimiento. Era la época en la que el norte y el nal de Garamba, que en aquel entonces albergaba
sur de Sudán estaban en una guerra civil, y Kony 4 000 elefantes. Desde Garamba, Kony expresó su
le ofrecía al gobierno de Sudán, en Jartum, un me- deseo de paz con Uganda, mientras él y sus hom-
dio para desestabilizar al sur. Durante 10 años, bres vivían sin ser molestados dentro y alrededor
Jartum lo abasteció de alimentos, medicinas y del parque, protegidos por un acuerdo de cese al
armas, incluidos rifles automáticos, baterías anti- fuego. Su ejército cultivó vegetales. Kony incluso
aéreas, granadas propulsadas por cohetes y mor- invitó a la prensa extranjera a entrevistas dentro de
teros. Fue en gran medida gracias a los esfuerzos su campamento. Mientras tanto, infringiendo el
i nve s t i g ac i ó n e s pe c i a l : t r á f i c o d e m a r f i l 15
Margaret Acino tenía 23 años, estaba embarazada y trabajaba en los campos
cerca de Gulu, Uganda, cuando un comandante del LRA pidió una navaja y les
ordenó a sus niños soldados que le cortaran los labios, las orejas y la nariz. Sie-
te cirugías después los perdonó. “Es más fácil de sobrellevar”, dice Margaret.
alto al fuego, sus hombres incursionaron en la construido rastreadores y collares electrónicos
RCA, donde secuestraron a cientos de niños y para vida silvestre, desde osos andinos hasta cón-
convirtieron en esclavas sexuales a las mujeres dores de California y demonios de Tasmania. Nos
que trajeron al parque. conocemos por Skype.
El padre Sugule me presenta a tres jovencitas, “Debe ser un verdadero amante de los anima-
víctimas recientes de secuestro por parte del LRA, les”, le digo
sentadas en una banca de madera en su iglesia. “No soy un amante de los animales –alega ai-
Geli Oh, de 16 años, pasó más tiempo con el radamente–. Soy un solucionador de problemas”.
ejército de Kony que sus dos amigas: dos años y “Entonces es el hombre que necesito” Me río.
Después de meses de experimentación, final-
mente llega por correo el dispositivo de rastreo
Los elefantes muertos finan- de marfil hecho a la medida. Consiste en una ba-
tería capaz de durar más de un año, un receptor
cian el terrorismo. “El marfil GPS, un transmisor-receptor de iridio y un sen-
opera como una cuenta de sor de temperatura.
ahorros para Kony”, dice Mientras Dante procedía a instalar el rastrea-
dor de Kermeen dentro de su molde de colmillo,
Marty Regan, del Departamento un tercer integrante del equipo, John Flaig, es-
de Estado de Estados Unidos. pecialista en aerofotografía en globo del espacio
cercano –imágenes tomadas por lo menos desde
la altura de los aviones espía– se preparaba para
medio terribles. Vio muchos elefantes en el Par- monitorear los colmillos cuando se movieran.
que Nacional de Garamba, señala, adonde la lle- Utilizando la tecnología de Kermeen, podría ajus-
vó el LRA. “Dicen que entre más elefantes maten, tar cuántas veces al día intentarían comunicarse
más marfil obtienen”. con un satélite por internet. Los seguiríamos uti-
Las fuerzas de Kony han disminuido de un lizando Google Earth.
máximo de 2 700 combatientes en 1999 a un nú-
cleo estimado de 150 a 250 hoy día. Los asesina- “QUIERO MARFIL PARA MUNICIONES”
tos de civiles también han caído de 1 252 en 2009 El 11 de septiembre de 2014, Michael Onen, sar-
a 13 en 2014. Pero los secuestros están aumen- gento del ejército de Kony, abandonó el Parque
tando otra vez. Aldea tras aldea encontré vícti- Nacional de Garamba llevando un AK-47, cinco
mas de Kony que relatan haber sido alimentadas cargas de municiones y una historia. Se encuen-
con carne de elefante y cómo los militantes se tra sentado en una silla de plástico frente a mí,
llevaban el marfil, después de haber matado a los en un claro en la base de las fuerzas de la Unión
animales. ¿Pero adónde? Africana en Obo, en la esquina sureste de la RCA,
donde está detenido. Onen había tomado parte
EL SOLUCIONADOR DE PROBLEMAS en una operación de caza furtiva del LRA en Ga-
Para seguir mis colmillos artificiales desde la ramba, formada con 41 combatientes, entre los
selva hasta su destino final, necesitaba un dispo- que se encontraba Salim, hijo de Kony. La ope-
sitivo de rastreo capaz de transmitir ubicaciones ración fue concebida por este, dice Onen. Du-
exactas sin zonas muertas. Tiene que ser durable rante el verano, los soldados de Kony habían
y suficientemente pequeño para caber en las ca- matado 25 elefantes en Garamba y regresaban a
vidades que George Dante hará en los bloques su guarida para llevar el marfil.
de resina y plomo con los que formó los colmi- En torno a nosotros rondan soldados del ejér-
llos. Quintin Kermeen, de 51 años, residente de cito ugandés que conforman todo el contingente
Concord, California, tiene las credenciales y la de la Unión Africana asentado en Obo, compro-
personalidad que estaba buscando. Kermeen ha metidos a encontrar y matar a Kony. Los soldados
18 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
aceptan a Onen como uno de ellos. Lo es de ma- enterrándolo o sumergiéndolo en ríos. Su relato
nera fundamental. Tenía 22 años la noche de 1998 fue corroborado por Caesar Achellam, un ex jefe
en que los soldados de Kony atacaron su aldea en de inteligencia de Kony que ahora se encuentra
Gulu, Uganda, y lo sacaron de su cama. Su esposa, bajo custodia del gobierno de Uganda.
secuestrada más tarde, fue asesinada. “Pueden sacar lo que quieran hoy día –dijo– y
Desde el momento de su captura, relata Onen, mantenerlo ahí durante dos, tres o incluso más
fue un disidente. Al ser pequeño, se quejaba por de cinco años”.
tener que cargar los bultos pesados que los mili- El ejército ugandés finalmente atacó los campa-
tantes de Kony transportaban de campo en campo mentos de Kony en Garamba a finales de 2008. El
durante sus patrullajes por el centro de África. A ataque aéreo, conocido como Operación Trueno
causa de sus quejas, lo golpeaban con un mache- Luminoso, incluyó apoyo de la RDC, el sur de
te. Pero Onen se salió con la suya. En lugar de Sudán y Estados Unidos. Pero no logró eliminar
convertirse en soldado, fue designado comuni- a Kony ni su liderazgo. La respuesta de este fue
cador, un operador de radio al tanto de las comu- inmediata y salvaje. En la víspera de Navidad,
nicaciones secretas de Kony. sus soldados se dispersaron en equipos peque-
Durante las pláticas de paz fallidas con Ugan- ños y asesinaron a civiles. En tres semanas, las
da, mientras Kony se mantuvo escondido en Ga- bestias de Kony mataron más de 800 personas y
ramba de 2006 a 2008, Onen le fue asignado al secuestraron más de 160 niños. La Agencia para
principal negociador por la paz de Kony, Vincent los Refugiados de la ONU estima que la masacre
Otti. A Otti le gustaban los elefantes, recuerda desplazó a 130 000 congoleños y a 10 000 suda-
Onen, y prohibió que los mataran. Pero después neses. El 2 de enero de 2009, el horror llenó de
de que Otti dejara Garamba para participar en sangre los cuarteles de Garamba, en Nagero,
las pláticas de paz, Kony empezó a matar elefan- donde los soldados de Kony incendiaron el edi-
tes por el marfil. ficio principal de los guardaparques, destruyeron
Otti estaba furioso, señala Onen. “¿Por qué acu- equipo y asesinaron a por lo menos ocho guar-
mulan marfil? –le reclamó Otti a Kony–. ¿No te daparques y empleados administrativos.
interesan las pláticas de paz?”. Seis años después, el 25 de octubre de 2014,
“No, quiero el marfil para municiones y seguir me dice Onen, su misión de caza furtiva en Ga-
peleando”, fue la respuesta de Kony, según Onen, ramba se programó para entregar marfil a Kony
que escuchaba las transmisiones. “El marfil ope- en Sudán. Kony se mostró inflexible en sus trans-
ra como una cuenta de ahorros para Kony”, dice misiones de radio. “No pierdan ni un solo col-
Marty Regan, de la Oficina de Operaciones de millo”, instruyó al grupo, según Onen, quien
Estabilización y Conflictos del Departamento afirma que el plan era llevar el marfil a una reu-
de Estado de Estados Unidos. El ejército de nión en la RCA y después a una ciudad mercado
Kony había llegado a Garamba en 2006 con po- en Darfur, llamada Songo, no lejos de la guarni-
cas municiones para continuar su guerra, me ción de las Fuerzas Armadas de Sudán en Dafaq.
confiesa Onen. “Solo el marfil haría fuerte al LRA”, Ahí, añade Onen, los hombres de Kony inter-
recuerda que decía Kony. cambian el marfil con los militares de Sudán por
En lugar de firmar un acuerdo, el jefe del LRA sal, azúcar y armas. La relación es estrecha: “Las
había ejecutado a su negociador por la paz. FAS le avisan a Kony si hay conflicto”, dice Onen.
Desde Garamba, Kony envió a Darfur un equipo Hasta donde Onen sabe, la brigada de caza
de exploración para estudiar una nueva relación furtiva que él abandonó sigue avanzando hacia
con las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS), que lo el norte desde Garamba a través de la RCA, rum-
habían apoyado contra Uganda. Esperaba inter- bo a Sudán. A mí me parece razonable pensar
cambiar marfil por granadas propulsadas por que la deserción del operador de radio podría
cohetes y otras armas. Mientras tanto, según haber demorado el avance de los 25 colmillos de
Onen, los hombres de Kony ocultaron el marfil elefante enviados a Kony.
i nve s t i g ac i ó n e s pe c i a l : t r á f i c o d e m a r f i l 19
Integrantes del equipo de búsqueda con perros levantan pesas en la base
de la Unión Africana en Obo, RCA. Los perros son pastores belgas mali-
nois, famosos por su uso en operaciones militares, especialmente en
condiciones difíciles como la selva densa del centro de África.
Quizá yo también podría enviarle mis colmi- cerveza pagadas por el jefe de la policía. Los tres
llos falsos. cenamos juntos (el jefe de la policía, musulmán,
nos dejó las cervezas). Por la mañana, después
“¡ES USTED UN MENTIROSO!” de la llegada de funcionarios de la División de Vida
Un funcionario del aeropuerto internacional de Silvestre de Tanzania y de la Embajada estadou-
Dar es-Salam, en Tanzania –uno de los países que nidense, me liberan.
exploré para introducir mis colmillos– mira en Nuestro incidente en el aeropuerto fue una de
una pantalla de rayos X cuando mi equipaje rue- muchas dificultades con los colmillos artificiales.
da hacia su escáner. “Abra esta”, ordena. Varios funcionarios de Tanzania que habían pre-
sidido mi arresto en el aeropuerto, incluido el
experto en vida silvestre, regresaron al día siguien-
Todo el centro de África es una te para desearnos buen viaje. “Hicieron exacta-
mente lo que se supone que deben hacer”, les dije
granada de mano cuya espiga al estrechar sus manos.
fue jalada por una historia de Me sentí reconfortado al encontrar tan vigi-
explotación de recursos desde lantes a los ejecutores de la ley en Tanzania, por-
que el país está plagado por quizá la peor caza
el extranjero, dictaduras furtiva de elefantes de África, y la corrupción
y pobreza. abunda. En 2013, Khamis Kagasheki, entonces
ministro de Recursos Naturales y Turismo de
Tanzania, declaró que el comercio ilegal de mar-
Abro mi maleta para exponer dos colmillos fil “involucra a gente rica y a políticos que han
falsos y le entrego cartas del Servicio de Pesca y formado una red muy elaborada”. Acusó a cuatro
Vida Silvestre de Estados Unidos y de National integrantes del Parlamento de Tanzania de par-
Geographic que certifican que son artificiales. Se ticipar en él.
reúne una multitud. Los funcionarios alzan de-
dos acusadores y alegan. Quienes ven los col- LOS GUERREROS DE GARAMBA
millos piensan que soy un traficante de marfil. A mi alrededor escucho el clic clac de las armas
Quienes ven la pantalla de rayos X, que muestra automáticas al ser cargadas. Volé desde los cuar-
los rastreadores en el interior, piensan que estoy teles de Garamba hasta una pista de aterrizaje
contrabandeando una bomba. Después de más sucia, en lo más profundo del parque, para unir-
de una hora de debate animado le hablan por me a una patrulla contra la caza furtiva. Llego a
teléfono al experto en vida silvestre del aeropuer- lo que es el frente norte de los guardaparques, un
to. Cuando aparece, toma un colmillo y recorre puesto de avanzada vulnerable tanto a los caza-
con su dedo el extremo de la base. “Líneas de dores furtivos sudaneses como al ejército de Kony.
Schreger”, dice. “Exactamente –le contesto–. Las Aquí, una unidad de la patrulla forestal está per-
mandé hacer…”. Me señala con el dedo y grita: manentemente desplegada para proteger uno de
“¡Es usted un mentiroso, bwana!” (bwana signi- los activos más importantes del parque: una torre
fica “señor” en suajili). de radio en construcción. Garamba es adminis-
En 10 años nunca se ha equivocado, señala: los trado por medio de una asociación entre el De-
colmillos son reales. La policía me arresta y paso partamento de Vida Silvestre de la RDC y Parques
una noche en custodia; me dan un escritorio para Africanos, una agrupación con sede en Johan-
que duerma. El productor de televisión de Na- nesburgo, Sudáfrica.
tional Geographic, J.J. Kelley, se acuesta en el sue- Desde el ataque de 2008-2009 por parte de los
lo en la zona de espera. Pide agua para mí y lo soldados de Kony, los guardaparques terminaron
sacan del edificio. Cuando regresa, horas des- de construir nuevos cuarteles y adquirieron dos
pués, trae tres cenas de pollo y varias botellas de aeroplanos y un helicóptero. Pero las municiones
22 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
son peligrosamente escasas –ni siquiera son sufi- elefantes desde helicópteros, como resulta evi-
cientes para el entrenamiento básico– y el arma dente por los agujeros de bala en la parte superior
más grande de los guardaparques, una ametralla- de los cráneos y la remoción de los colmillos con
dora, suele atascarse más o menos cada tercer tiro. lo que solo pueden ser motosierras.
Cada uno de los guardaparques con los que voy a “Mi interpretación –dice Jean Marc Froment,
salir ha sido equipado con un puñado de balas entonces director del parque–, es que los milita-
para unos AK-47 viejos y poco confiables, la ma- res ugandeses llevan a cabo operaciones dentro
yoría incautados a los cazadores furtivos. de Garamba y, al mismo tiempo, están tomando
Caminamos ocho horas entre hierba de elefan- un poco de marfil”. Pero, agrega, los cazadores
te tan alta y gruesa que es posible perderse a solo furtivos podrían ser del SPLA, quienes utilizan el
seis metros del hombre delante de uno, bajamos mismo tipo de helicóptero que se ha visto sobre
por barrancos de hierba, subimos colinas expues- el parque. Un consejero de los militares ugande-
tas al enemigo, cruzamos un estanque tenebroso ses rechaza la acusación acerca de los helicópte-
que nos llega hasta la cintura. Al oír el crujido de ros y sugiere que a los elefantes podrían haberles
una rama o al detectar un aroma inesperado en disparado en la parte superior de la cabeza des-
el viento, un guardaparques delante de mí, Ago- pués de haber sido abatidos.
yo Mbikoyo, tiene un gesto de precaución y me Tras trabajar extensamente por todo el centro
dejo caer de cuclillas junto con todo el equipo y de África, Froment fue transferido a Garamba a
espero en silencio. Caigo en cuenta que los sol- principios de 2014, luego de que los guardapar-
dados de Kony y otros grupos armados caminan ques descubrieron docenas de cadáveres de ele-
cientos de kilómetros desde Sudán hasta esta cor- fante en el parque. Se suponía que era una asig-
tina de hierba infinita para matar elefantes. Me nación a corto plazo, pero vio demasiada muerte
pregunto si los hombres de Kony están allá fue- para abandonarla. Había crecido no lejos de Ga-
ra en este momento. ramba, en una época en que era posible volar sobre
La cifra reciente de elefantes muertos en Ga- el parque y ver 5 000 elefantes en un solo encuen-
ramba es enorme, aun para los estándares cen- tro. Ahora es raro ver 250 en una manada.
troafricanos. Los cazadores furtivos mataron por Froment utiliza la palabra “guerra” para des-
lo menos 132 el año pasado y, hasta junio de este cribir la lucha en la que están los 150 guardapar-
año, los guardaparques habían descubierto otros ques de Garamba con los cazadores furtivos. El
42 cadáveres con agujeros de bala, más de 30 de dinero está disponible para equipar a los guar-
los cuales se atribuyeron a una sola expedición daparques con mejor equipo, pero la compra de
sudanesa de caza furtiva. La pérdida combinada armas nuevas requiere la aprobación formal del
es más de 10 % de toda la población de elefantes ejército congolés, algo que Froment no ha logra-
del parque, que en la actualidad se estima en do conseguir.
apenas unos 1 500 ejemplares. A la mitad de nuestro patrullaje llegamos a un
De marzo de 2014 a marzo de 2015, los guar- claro de hierba quemada al lado del río Kassi, el
daparques de Garamba registraron 31 encuentros sitio de una batalla reciente entre guardaparques
con cazadores furtivos armados, más de la mitad de Garamba y cazadores furtivos del SPLA, en la
de los cuales viajaba en grupo hacia el sur desde que, me cuentan los guardaparques, mataron a
Sudán del Sur y Sudán. Incluían fuerzas armadas dos cazadores furtivos. Encuentro fragmentos de
de Sudán del Sur (SPLA) y militares sudaneses, una calavera humana y, donde había acampado
así como desertores de esos grupos y una mezcla el SPLA, casi levanto una granada de mano acti-
de rebeldes de origen sudanés. Los propios sol- va al confundirla con una tortuga bebé. Según los
dados de la RDC amenazan la frontera sur del guardaparques, el SPLA la había arrojado duran-
parque y a veces también los aldeanos de los al- te la lucha. No había explotado… todavía.
rededores cazan elefantes furtivamente. Además, Toda la parte central de África es una granada
se cree que alguien –no está claro quién– mata de mano cuya espiga fue retirada por una historia
i nve s t i g ac i ó n e s pe c i a l : t r á f i c o d e m a r f i l 23
de explotación de recursos desde el extranjero, PLANTAR LOS COLMILLOS FALSOS
dictaduras y pobreza. “La cuestión de la caza Después de visitar Garamba, acordé con una
furtiva es una cuestión de gobierno –afirma Fro- fuente confidencial introducir mis colmillos en
ment–. Protegemos el elefante para proteger el el mercado negro cerca de Mboki. Esta pequeña
parque. Protegemos el parque para darle algo de aldea de la RCA, a medio camino entre Garam-
valor a la gente”. Lucha por el elefante porque sabe ba y Sudán, ha sido el blanco de ataques por par-
que, sin la presencia de animales, nadie apoyará te del ejército de Kony y donde algunas personas
a Garamba, y el parque –al que él llama el “cora- que escaparon de él encontraron seguridad. Esta
zón de África”– se perderá. Garamba es un crisol aldea se encuentra en la ruta del marfil hacia la
dentro de un crisol; un parque bajo asedio en un base de Kony en Darfur.
país con frecuencia en guerra civil, en una región
que casi ha olvidado la paz. BLANCOS INVOLUNTARIOS
Durante nuestro patrullaje no encontramos Fue justo después de las 4 a.m. en el cerro de He-
cazadores furtivos ni grupos rebeldes. Pero el ban, en Chad, a 130 kilómetros de la frontera con
tiempo acecha a nuestro equipo: meses más tarde, Sudán y a 100 kilómetros al noreste del Parque
el 25 de abril de 2015, mientras patrullaba en el Nacional de Zakouma, hogar de la mayor manada
parque, Agoyo Mbikoyo, el guardaparques que restante de elefantes, 450 ejemplares. Seis guar-
me llevó a Garamba, fue asesinado a tiros por ca- daparques, especialistas en la lucha contra la caza
zadores furtivos. En junio, tres oficiales más de furtiva, y su cocinero –toda la unidad Hippotrague
Garamba también. Se cree que los culpables fue- (término francés para “antílope ruano”)– se des-
ron sursudaneses, según Parques Africanos. pertaron, se vistieron con uniformes de camuflaje
24 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
La unidad contra la caza furtiva de Zakouma, Equipo Mamba 1, incluye al conductor Issa Adoum
(camisa marrón). Después de que cazadores furtivos sudaneses mataron a su padre, Adoum re-
chazó la diya, un pago tradicional de la comunidad. “La diya es para accidentes”, dice. Se puso fre-
no a la caza furtiva, pero llevará años reconstruir la manada del parque, ahora de 450 individuos.

y se prepararon para las oraciones de la mañana, de elefante, un par de pantalones de camuflaje y


devotos incluso en la oscuridad. Era temporada de un uniforme con la insignia de Abu Tira, policía
lluvias y los guardaparques, al igual que los elefan- muy conocido de la Reserva Central acusado de
tes a los que estaban cuidando, habían dejado el haber cometido asesinatos, asaltos y violaciones
parque en busca de terrenos más altos. en masa en Darfur. Los guardaparques también
Zakouma respira sus elefantes. Los inhala en recuperaron una licencia sellada por el ejército
la temporada de sequía, los exhala en la de llu- sudanés: otorgaba permiso a tres soldados para
vias; durante esta, el parque es más lago que viajar de Darfur a una ciudad cerca de la fronte-
tierra y los elefantes se dividen en dos grupos ra con Chad.
para escapar de las inundaciones. Uno se dirige El Parque Nacional de Zakouma ha perdido
al norte, hacia Heban; el otro, al oeste, hacia el cerca de 90 % de sus elefantes desde 2002. La ma-
centro de Chad. yoría –más de 3 000– fue víctima de la caza fur-
Los guardaparques que estaban en el cerro de tiva entre 2005 a 2008. Durante esos años llega-
Heban tenían pocas razones para preocuparse ban cazadores furtivos sudaneses en grupos de
por su seguridad. Estaban relevando a un equipo más de una docena de hombres armados, acam-
que había llevado a cabo una redada en un cam- paban dentro del parque durante meses y, en una
pamento de cazadores furtivos sudaneses tres ocasión, mataron 64 elefantes en una sola partida
semanas antes e incautó más de 1 000 municiones, de caza. Cuando la Sociedad para la Conserva-
teléfonos móviles que contenían fotografías de ción de la Vida Silvestre introdujo un aeroplano
elefantes muertos hinchados, un teléfono sateli- para vigilancia, en 2008, la caza furtiva disminu-
tal con un cargador de panel solar, dos colmillos yó, pero los merodeadores sudaneses se adaptaron
i nve s t i g ac i ó n e s pe c i a l : t r á f i c o d e m a r f i l 25
Una imagen acogedora regresa a Zakouma: bebés. Gracias a la intensificación
de los esfuerzos, el parque no ha perdido ningún elefante por cazadores furtivos
desde 2012. Sin el estrés de la caza furtiva, los elefantes han empezado a reprodu-
cirse otra vez y han nacido más de 40 crías.
Cinco de los seis hombres de la unidad de patrulla Hippotrague, de Zakouma, fueron asesinados por
cazadores furtivos de elefantes afuera del parque; el sexto se presume muerto. La familia de Idriss
Adoum (segundo desde la izq.) siguió a un sospechoso hasta Sudán. El cocinero Djimet Said (p. op.)
fue baleado, pero sobrevivió y caminó 18 kilómetros en busca de ayuda, hasta la siguiente aldea.

y regresaron en cuadrillas de ataque de menos de en Camerún. Establecieron un campamento y, en


seis hombres. Se infiltraban en el parque para una embestida de cuatro meses, mataron hasta
cacerías de un solo día. 650 elefantes. De acuerdo con Céline Sissler-Bien-
Los hombres de la unidad Hippotrague supo- venu, directora para el África de habla francesa
nían que todos los cazadores furtivos habían del Fondo Internacional para el Bienestar de los
huido a casa. Pero, en lugar de eso, esa mañana Animales, quien dirigió un grupo dentro del par-
estaban escondidos entre los árboles que rodea- que después de la matanza, los cazadores furtivos
ban el campamento de los guardaparques. Los muy probablemente pertenecían al grupo tribal
cazadores furtivos abrieron fuego y mataron a rizeigat de Darfur. Estos tienen vínculos con los
cinco de ellos. Un sexto guardaparques, un cen- yanyauids, las milicias violentas apoyadas por el
tinela joven, bajó corriendo por el cerro, desapa- gobierno sudanés que cometieron atrocidades
reció y se supone que murió. El cocinero del en Darfur. Asimismo, en 2013, cazadores furtivos
equipo, también herido, recorrió 18 kilómetros sudaneses y chadianos estuvieron implicados en
para pedir ayuda. la carnicería de casi 90 elefantes –entre ellos, 33
hembras preñadas, así como crías recién nacidas–
LA COMPLICIDAD DE SUDÁN cerca de Tikem, Chad, no lejos de Bouba Ndjida.
Al igual que Somalia con la piratería, Sudán hizo El hecho de que integrantes del ejército suda-
lo mismo con la caza furtiva de elefantes. En nés intercambien armas por marfil con el LRA
2012, no menos de 100 cazadores furtivos suda- plantea interrogantes sobre los más altos niveles
neses y chadianos recorrieron a caballo el centro del gobierno sudanés. En 2009, Bashir se convir-
de África hasta el Parque Nacional Bouba Ndjida, tió en el primer jefe de Estado en funciones del
28 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
mundo en ser procesado por crímenes de guerra Sudán no se encuentra en estas listas, aun cuan-
y crímenes contra la humanidad en la Corte Penal do los cazadores furtivos sudaneses son la princi-
Internacional (CPI) de La Haya. En la presenta- pal razón de que se mate a los elefantes en varios
ción de su caso, el fiscal de la CPI, Luis Moreno de los países listados como de interés primordial
Ocampo, recalcó el control de Bashir sobre los y secundario por la CITES. Sudán también es un
grupos de los que se dice están detrás del tráfico proveedor bien documentado de marfil para Egip-
de marfil en Sudán: “Utilizó al ejército, alistó a la to. Y es receptor de una sustanciosa inversión
milicia yanyauid. Todos ellos le reportan, todos china en infraestructura, que generalmente llega
ellos lo obedecen. Su control es absoluto”. con trabajadores chinos, una fuente de contra-
bando de marfil en muchas partes de África. De
acuerdo con el secretario general de la CITES,
Los colmillos artificiales siguen John Scalon, Sudán no aparece en estas listas
una ruta que, según me dijeron porque la CITES establece prioridades basadas
desertores del LRA, lleva el principalmente en confiscaciones de marfil y ha
habido pocas de estas relacionadas con Sudán en
marfil rumbo a la base de años recientes. Este hecho plantea la pregunta:
Kony en Kafia Kingi. Ahora, si el marfil es obtenido furtivamente por los su-
daneses, ¿adónde va?
los colmillos pueden estar
en Jartum. UNA GUARIDA DE KONY
Mis colmillos artificiales se mantuvieron inmó-
Michael Onen, el desertor del ejército de Kony, viles durante varias semanas. Un par de puntos
me contó que el LRA y los yanyauids habían lu- azules en forma de lágrimas en la pantalla de mi
chado por el marfil, con un grupo robándole al computadora, la cual muestra un mapa digital
otro, y que fue el éxito de los yanyauids en el trá- del extremo oriental de la RCA. De pronto, como
fico de marfil lo que originalmente le dio la idea el corcho en un agujero de pesca, hubo un ligero
a Kony de empezar a matar elefantes. El LRA les movimiento. Se trasladan unos pocos kilómetros.
vende a las Fuerzas Armadas de Sudán, dijo Onen. Súbitamente se mueven a un ritmo constante ha-
A pesar del papel de Sudán como refugio se- cia el norte, a unos 20 kilómetros por día a lo largo
guro para grupos conocidos por traficar marfil, de la frontera con Sudán del Sur, evitando todas
como el LRA, los yanyauids y otras bandas de las carreteras. Al decimoquinto día después de
cazadores furtivos, el país ha atraído una atención que empezaron a moverse, cruzan hacia Sudán
oficial limitada como Estado de caza furtiva. La del Sur y, desde ahí, siguen su camino hacia el
Convención sobre el Comercio Internacional de enclave de Kafia Kingi, territorio conflictivo en
Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres Darfur controlado por Sudán.
(CITES), organización sustentada en un tratado Kafia Kingi es tan reconocido como guarida
que sanciona el comercio internacional de mar- de Kony que, en abril de 2013, una coalición de
fil –y sus continuas prohibiciones– ha identifi- grupos, incluidos Niños Invisibles, Enough Pro-
cado ocho países “de interés primordial” cuando ject y la organización Resolve, publicó un infor-
se trata del tráfico internacional de marfil: China, me llamado “Escondido a plena vista: el refugio
Kenia, Malasia, Filipinas, Tailandia, Uganda, Tan- de Sudán para el LRA en el enclave de Kafia Kin-
zania y Vietnam. Ocho más están considerados gi, 2009-2013”. “No es un secreto para nadie que
de interés secundario: Camerún, Congo, la Re- Kony está en Sudán –dice Marty Regan, del De-
pública Democrática del Congo, Egipto, Etiopía, partamento de Estado de Estados Unidos–. Es
Gabón, Mozambique y Nigeria. Tres más están su santuario”.
clasificados como “de importancia para vigilar”: Pocos días después, los colmillos avanzan hasta
Angola, Camboya y Laos. Songo, la ciudad mercado sudanesa donde Onen
30 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
dijo que los hombres de Kony comercian con Ongwen también dijo que Kony pretende for-
marfil. En Songo, los colmillos permanecen tres mar una brigada para establecer contacto con
días en lo que parece un claro fuera de la ciudad. Boko Haram, el grupo terrorista nigeriano res-
Luego se dirigen 10 kilómetros al sur, de regreso ponsable de matanzas generalizadas y los secues-
a Kafia Kingi. Después de tres semanas, los col- tros de cientos de mujeres y colegialas nigerianas.
millos se dirigen otra vez hacia el norte, de re- Boko Haram también utiliza la selva como base
greso a Sudán. Cada vez más rápido, continúan de operaciones: el bosque de Sambisa en Nigeria,
hacia el norte antes de virar abruptamente hacia una reserva al sur del lago Chad. En marzo de
el este, en dirección a Jartum. 2015, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau,
“Oímos que se fue con Seleka”, me dijo Issa, el le prometió lealtad a ISIS y su grupo cambió su
hijo de Idriss Adoum, refiriéndose a la violenta nombre a Provincia de África Occidental del
coalición rebelde que derrocó al gobierno de la Estado Islámico, dándole a ese grupo terrorista
RCA el 24 de marzo de 2013. Si es verdad, Sou- de Medio Oriente una cabeza de playa en África
maine Issa encontrará cazadores furtivos que tra- occidental.
bajan con Seleka. Esta y su rival, Antibalaka, han
prendido fuego a personas, las han arrojado de ¿QUÉ SIGUE?
puentes y han asesinado gente sin motivo, convir- Hasta el momento, mis colmillos artificiales en-
tiendo a la RCA en un Estado sin ley, el tipo de viaron su última comunicación desde una ciudad
lugar donde prosperan el grupo de Kony y otras sudanesa llamada Ed Daein, 800 kilómetros al
organizaciones terroristas. En mayo de 2013, ca- suroeste de Jartum. Sé en qué casa están: median-
zadores furtivos sudaneses respaldados por Seleka te Google Earth veo su techo azul claro en mi
atacaron Dzanga Bai, un oasis de elefantes en el pantalla. Están en un lugar 1.2 °C más frío que
Parque Nacional Dzanga-Ndoki, en el suroeste de la temperatura ambiente, así que tal vez fueron
la RCA, y mataron 26 elefantes. Dzanga Bai –tam- enterrados en un patio trasero. Hasta ahora han
bién conocido como la “aldea de los elefantes”– es viajado 950 kilómetros desde la selva hasta el
un estanque cenagoso rico en minerales donde se desierto en menos de dos meses. Su recorrido es
congregan estos animales. compatible con la ruta que, según los desertores
A principios de este año, Kony sufrió la deser- de Kony, toma el marfil rumbo a la base del cau-
ción de su comandante de operaciones, Dominic dillo en Kafia Kingi. Para el momento en que
Ongwen, quien relató a las fuerzas de la Unión lean esto, mis colmillos podrían haber ido a Jar-
Africana que la ambición de Kony por el marfil tum. O es posible que aparezcan en el país que
fue reforzada por Seleka. “Los rebeldes de Seleka más consume marfil ilegal: China.
tenían una reserva de alrededor de 300 colmillos Entre tanto, mientras los líderes de Europa,
de marfil que vendieron, lo que les permitió con- Medio Oriente y Estados Unidos plantean estra-
seguir suministros que los ayudaron a derrocar tegias acerca de cómo detener la red cada vez
al presidente François Bozizé en la RCA”, les dijo más extensa de organizaciones terroristas inter-
según su sesión informativa. Ongwen indicó que nacionales, en algún lugar de África un guar-
el plan de Kony es obtener tanto marfil como sea daparques defiende su puesto, sosteniendo un
posible “para su supervivencia futura en caso de AK-47 y un puñado de balas, luchando en la lí-
que no pueda derrocar al gobierno de Uganda”. nea del frente por todos nosotros. j

“Esta asignación fue emocionante para Brent Stirton ha ganado muchos pre-
mí porque no es solo una historia de ex- mios por su fotoperiodismo de investiga-
plotación animal”, dice Bryan Christy, ción. Los sujetos de esta historia no
quien escribe reportajes sobre el tráfico fueron tímidos, dice. “Han pasado por
de vida silvestre para esta revista. “Era la mucho y se sentían cómodos al revelar
historia de una guerra tácita”. sus vidas”.
BYBA SEPTIKOVA

i nve s t i g ac i ó n e s pe c i a l : t r á f i c o d e m a r f i l 31
Al rescate de
Mes Aynak
Bajo la amenaza de ataques por
parte del talibán, arqueólogos
excavan un complejo budista espec-
tacular, antes de que sea arrasado
por una operación enorme de
extracción de cobre.

32
La perspectiva vuelve mucho más grande este altar de piedra
de 2.4 metros en Mes Aynak, Afganistán. Los arqueólogos
han descubierto solo una fracción del extenso complejo
budista que data de los siglos III a VIII d. C.
BODHISATTVA, ESQUISTO, 38.8 CENTÍMETROS, SIGLOS III-V FRAGMENTO DE 28.9 CM. DE UN BUDA DE 2.1 M DE ALTURA, ARCILLA, SIGLOS V-VI* DIPANKARA, UN BUDA DEL PASADO, ESQUISTO, SIGLOS III-V

GUERRERO (ORIGINALMENTE A CABALLO), ARCILLA, SIGLOS IV-V* MECENAS FEMENINO, ARCILLA PINTADA, 81.2 CENTÍMETROS, SIGLOS V-VII CABALLO, ARCILLA, 8.3 CENTÍMETROS DE LARGO, SIGLOS III-VII*

BUDAS EN DOS NIVELES, ESQUISTO, 24.8 CENTÍMETROS, SIGLOS III-IV MONEDA ACUÑADA EN NOMBRE DEL REY HUNO KHINGILA, PLATA, SIGLO V* SIDARTA GAUTAMA SEDENTE, ESQUISTO, 28.4 CENTÍMETROS, SIGLOS III-V
Los miles de artefactos que han
salido a la luz reflejan la riqueza
que el cobre dio a este centro re-
ligioso e industrial. Esta muestra
incluye una rara representación
de Sidarta Gautama antes de
convertirse en Buda (p. op.,
inferior, der.) y el Buda de
madera completo más antiguo
que se conoce (der.), de 20
centímetros de altura, que
data de 400 a 600 d. C.

MAYOR PARTE DE LOS ARTEFACTOS, FOTOGRAFÍAS TOMADAS EN EL MUSEO NACIONAL DE AFGANISTÁN, KABUL; IMÁGENES CON ASTERISCO,
FOTOGRAFÍAS TOMADAS EN MES AYNAK, CORTESÍA DEL INSTITUTO AFGANO DE ARQUEOLOGÍA
Por Hannah Bloch
FotografÍas de Simon Norfolk

l sur de Kabul, como a una


de Gardez, lejos de las tien-
das bulliciosas, los camiones que escupen humo
de diésel y el traqueteo de las carretas tiradas por
burros, hay una curva cerrada a la izquierda hacia
un camino sin pavimento. En un distrito de la
provincia de Logar, simpatizante de los talibanes,
los alrededores se han estremecido con bombas
camineras, ataques intermitentes con cohetes,
secuestros y asesinatos. La carretera continúa
junto al lecho seco de un río y pasa por aldeas
pequeñas, retenes paramilitares y torres de cen-
tinelas, hasta un complejo de techo azul acordo-
nado con alambre de púas.
Poco más adelante, la vista se abre hacia un
valle desarbolado, surcado por trincheras y anti-
guas murallas expuestas. Allí, en los últimos siete
años, un equipo de arqueólogos afganos e inter-
nacionales, apoyado hasta por 650 trabajadores,
ha desenterrado miles de estatuas, manuscritos,
monedas y monumentos sagrados budistas, y
sacado a la luz monasterios y fortificaciones com-
pletas que datan del siglo iii d.C. Más de un cen-
tenar de puestos de revisión rodean el sitio,
patrullado día y noche por unos 1700 policías.
La excavación es, por mucho, la más ambiciosa Baba Wali para atestiguar una producción de es-
en la historia de Afganistán. Sin embargo, la segu- cala casi industrial. Por ello, el gobierno afgano
ridad no se puso solo para a la protección exclu- confía en que el cobre enriquecerá nuevamente al
siva de unos cuantos científicos y obreros locales. país o, al menos, lo hará autosuficiente.
Sepultada bajo las ruinas yace una veta de mineral
de cobre de cuatro kilómetros de ancho que se el nombre es engañoso: Mes Aynak, “peque-
extiende kilómetro y medio o más hacia el interior ña fuente de cobre”, pero el lugar nada tiene de
de Baba Wali, la montaña que domina el sitio. pequeño. En 2007, China Metallurgical Group
Está considerado como uno de los yacimientos Corporation (MCC), compañía de Pekín que en-
sin explotar más grandes del mundo, con alrede- cabeza un consorcio respaldado por el gobierno,
dor de 11.4 millones de toneladas de cobre. En la ganó los derechos de extracción de cobre con un
antigüedad, ese metal hizo ricos a los monjes contrato de arrendamiento a 30 años (China está
budistas de la localidad; colosales depósitos de ávida por este metal; hoy consume la mitad de la
escoria púrpura, azul y verde –los residuos solidi- producción mundial). La empresa ofertó más de
ficados de su fundición– caen por las laderas de 3000 millones de dólares y prometió proporcionar
36 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
infraestructura al distante y subdesarrollado Un esqueleto manchado por el cobre del suelo yace
distrito, incluidos caminos, un ferrocarril y una junto a una estupa de Mes Aynak. Se desconoce si
el individuo vivió cuando los monasterios se encon-
planta eléctrica de 400 megavatios. Funcionarios
traban activos o en una era posterior.
afganos calcularon que la mina inyectaría 1 200
millones de dólares a la endeble economía nacio-
nal que, desde 2002, depende de la ayuda exterior ya estaban en peligro: no por la destrucción del
y hoy encara un déficit anual de 7 000 millones talibán, sino por haber sido sustraídas paula-
de dólares. tinamente por los saqueadores y perdidas para la
El potencial arqueológico de Mes Aynak fue ciencia. “Si no los destruye la minería, los destrui-
descubierto hace décadas, de manera que, cuando rá el saqueo”, afirma el arqueólogo francés Philippe
se hizo público el acuerdo con los chinos, defen- Marquis, quien dirigió las excavaciones de 2009 a
sores de la herencia cultural afgana exigieron que 2014. Es preferible, dice, documentar ahora tanto
los antiguos tesoros del lugar se excavaran y se como sea posible, de manera sistemática.
registraran debidamente antes de que se perdieran A pesar de la estrecha seguridad, las amenazas
por causa de la mina a cielo abierto. Pero las piezas actuales han demorado el desarrollo de la mina.
me s ay nak 37
En 2012, cuando se tomó esta foto, unos 500 obreros excava-
ban el sitio, dándose prisa para rescatar sus tesoros antes
de que empezara la extracción de cobre. Al demorarse la
operación, un equipo menos numeroso ahora trabaja en
una zona donde la influencia insurgente es cada vez mayor.
Construido por ingenieros chinos, el complejo de Mes Aynak también fue un centro económico
techo azul fue abandonado luego de una serie clave en Gandhara, región que actualmente
de ataques con cohetes en 2012 y 2013. Las minas abarca el oriente de Afganistán y el noroeste de
terrestres que dejaron los soviéticos en la década Pakistán. Era una encrucijada de la civilización,
de los ochenta del siglo xx suponen otro peligro, el lugar donde confluían las grandes religiones
igual que los artefactos explosivos sembrados más del hinduismo, budismo y zoroastrismo, y don-
recientemente por los talibanes y Al Qaeda. En de se fundían las antiguas culturas de Grecia,
2014, ocho especialistas en desminado perecie- Persia, Asia central e India. En palabras de Abdul
ron en ataques talibanes (cuando Afganistán se Qadir Temory, principal arqueólogo afgano del
encontraba bajo el control del talibán, Mes Aynak proyecto, era “el centro del mundo”.
albergó un campamento de élite de Al Qaeda, En los primeros siglos de la era cristiana, los
donde, de acuerdo con la Comisión 9/11, fueron budistas de Gandhara revolucionaron el arte de
entrenados cuatro de los secuestradores que la región al refinar una sensibilidad estética que

Las demoras en la mina han dado a los arqueólogos


mucho más tiempo para excavar. El pasado que
desvelan ofrece un marcado contraste contra la
violenciay el caos del presente.

participaron en los ataques de 2001 contra Nue- sintetizaba los vestigios de antiguos siglos de con-
va York y Washington, D.C.). quista. Fueron de los primeros artistas del mundo
Si a los desafíos de seguridad añadimos las en representar a Buda con forma humana y rea-
complicaciones de logística –la falta de un ferro- lista, innovación helenística tomada de la época
carril para sacar el cobre de la región y una escasez de Alejandro Magno, quien marchó por Afganis-
de agua grave–, no sorprende que la instalación tán en 330 a. C. En Mes Aynak se han descubierto
minera, proyectada para comenzar a operar en capillas que albergan estatuas de Buda con el do-
2012, todavía no lo haya hecho. En 2013, MCC ble del tamaño natural y que aún conservan en
empezó a retractarse de algunas condiciones del sus ropajes rastros de pintura roja, azul, amarilla
contrato y las dos partes aún no han renegociado y anaranjada, así como escondites de joyas de oro,
el acuerdo, así que resulta improbable que la ex- fragmentos de manuscritos antiguos y paredes
tracción se lleve a cabo antes de 2018. Si acaso. adornadas con frescos. Un nicho resguardaba una
Sin embargo, las demoras han dado mucho estatua de esquisto representando a Sidarta Gau-
más tiempo del esperado a los arqueólogos para tama antes de convertirse en Buda.
excavar, aunque con una fuerza de trabajo signi- Desde el sitio han caído cascadas de monedas
ficativamente reducida. El pasado que están des- de cobre de los siglos iii a vii d. C., acumulándo-
velando tiene un marcado contraste contra la se en el suelo de viviendas donde las han recogido
violencia y el caos del presente. Desde los siglos por centenares para guardarlas cuidadosamente.
iii a viii d. C., Mes Aynak fue un centro espiritual Muchas llevan la efigie de Kanishka el Grande,
que floreció en relativa paz. Al menos siete com- gobernante kushán del siglo ii que pudo haber
plejos monasteriales de varios pisos, con capillas, practicado el budismo, aunque lo acogió en su
habitaciones para monjes y otras salas, forman imperio junto con otras tradiciones, como la an-
un arco alrededor del sitio, cada uno protegido tigua religión persa del zoroastrismo y su culto al
por torres antiguas de vigilancia y murallas altas. fuego. Muchas de las monedas halladas en Mes
Dentro de los complejos fortificados y sus resi- Aynak representan, por un lado, a Kanishka y, por
dencias, los arqueólogos han desenterrado casi otro, a un Buda sedente o alguna deidad persa
100 estupas de esquisto y arcilla, así como relica- como Ardokhsha, diosa de la buena fortuna.
rios, elementos centrales del culto budista; y las “La acuñación de Kanishka era valorada desde
estupas varían en tamaño, desde monumentales Roma hasta China –explica Nancy Hatch Dupree,
hasta portátiles. de 87 años, antigua residente de Kabul y autoridad
40 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
respetada entre los eruditos de la herencia afga- En 2010, las tomas aéreas de un montículo llamado
na–. En la producción de Kushan hay 23 dioses y Shah Tepe revelaron pozos de saqueadores (izq.).
diosas, lo que simboliza la tolerancia. Marca una Al cabo de un año, los arqueólogos habían descu-
época de criterios más amplios”. bierto un fabuloso edificio fortificado (der.).
Aunque se sabe mucho sobre los nexos del bu-
dismo antiguo con el trueque y el comercio, se sitio. Dice sentirse orgulloso de trabajar en armo-
desconoce su relación con la producción indus- nía con sus colegas de distintas etnias, lo que no
trial. Y es allí donde Mes Aynak podría despejar es no poca cosa en un país escindido en los años
muchas dudas: apunta a la existencia de un siste- noventa del siglo xx por una guerra civil espan-
ma económico budista más complejo de lo que tosa entre grupos muyahidines, divididos en fac-
se presumía. A diferencia de Bamiyán –sitio an- ciones étnicas. “Tenemos una historia de 5 000
tiguo de peregrinación budista mucho mejor años y es muy importante que la conozca la nue-
conocido y centro de caravanas en la Ruta de la va generación de afganos –dice, mientras sostiene
Seda, situado 200 kilómetros al noroeste–, pare- una pala pequeña durante un descanso–. De lo
ce que Mes Aynak prosperó, eminentemente, contrario, solo seremos famosos por el terrorismo
como centro de extracción y producción de cobre. y la producción de amapola”.
Una especie de Pittsburgh respecto de la Nueva
York que fue Bamiyán, ya que sus centros monás- hoy día, el paisaje de Mes Aynak está defores-
ticos yacen justo encima del mineral de cobre. tado. Es posible que la antigua fundición de co-
“No conozco otro sitio donde los monasterios bre contribuyera a la denudación de la zona, lo
coexistieran en perfecta [simbiosis] con centros de cual, a su vez, pudo poner fin a la producción de
producción o industriales –dice Zemaryalai Tar- metal. Era necesario quemar cantidades enormes
zi, arqueólogo afgano quien visitó Mes Aynak de madera para hacer carbón y se habrían reque-
por primera vez en 1973, con un equipo fran- rido hasta nueve kilogramos del combustible
cés–. No hay precedentes de relaciones estrechas para extraer apenas 0.45 kilogramos de mineral
entre monasterios budistas y explotadores de de cobre. Además, haría falta mucho más para
recursos naturales, industriales o comerciales”. elevar la temperatura del fuego a casi 1 093 °C y
mantener ardiendo un horno pequeño durante
para desentrañar el significado completo de varios días.
Mes Aynak se necesitarán décadas y una nueva El británico Thomas Eley, especialista en ar-
generación de arqueólogos. Luego de obtener su queometalurgia que en 2012 realizó el trabajo de
título en la Universidad de Kabul, Sultan Masoud campo en Mes Aynak, detectó un cambio en la
Muradi, de 24 años, hijo de un albañil kabulí, producción de cobre durante un periodo relati-
compitió para participar en las excavaciones del vamente corto: de la fundición a un proceso más
lento y concienzudo, todo lo opuesto a lo espe-
Q Beca de la Sociedad El mapa satelital de Mes Aynak fue fi- rado. No obstante, sucede que el procedimiento
nanciado en parte con tu suscripción a National Geographic. más eficaz, denominado fundición de escoria,
IMAGEN PANORÁMICA COMPUESTA DE TRES IMÁGENES me s ay nak 41
DIVINO Y MUNDANO
Kafiriat Tepe incluía zonas privadas para monjes y zonas públicas para el culto gene-
ral. Las pinturas de salones y capillas celebran a las potencias seglares y religiosas, lo
cual sugiere que el monasterio gozaba del apoyo de la élite reinante. Podría esclarecer
la historia social y política del budismo.

ALMACÉN
Vasijas grandes de cerámica
almacenaban agua y comida.

COMEDOR
PATIO
CENTRAL

CELDAS

Base de piedra

Adobes de dos metros


de espesor

Los monjes
de las minas CAPILLA SUR
Con influencia de estilos grecorro-
mano clásico e indio, enormes
estatuas de arcilla de Buda están
flanqueadas por representaciones
El monasterio fortificado de Kafiriat Tepe, representado más pequeñas de devotos y bodhi-
aquí con el aspecto que pudo haber tenido en los siglos sattvas, seres que se encuentran
en el camino hacia la iluminación.
V y VI d.C., era parte del antiguo complejo minero de Mes

Aynak, próspero centro budista. La rica región cuprífera, Con frecuencia la piel se teñía
de rosa o dorado
localizada a 48 kilómetros al sur de Kabul, sirvió recien-
temente como campo de entrenamiento de Al Qaeda Cubierta de yeso

y fuente de antigüedades para saqueadores. Ahora, Cuerpo de arcilla


los arqueólogos intentan desenterrar y rescatar el sitio Interior de haces
antes que se transforme en una mina a cielo abierto. de varas y hierba

FERNANDO G. BAPTISTA, RYAN MORRIS Y EMILY M. ENG; PATRICIA HEALY MODELO 3D: ICONEM-DAFA
ILUSTRACIÓN: ROCÍO ESPÍN; JOSÉ DANIEL CABRERA FUENTES: PHILIPPE MARQUIS; NICOLAS ENGEL; CATHERINE HEIM
Kafiriat Tepe AFGANISTÁN
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(Ampliado aela izq.)
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Zona minera
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Zona urbana
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LA ESCALA VARÍA EN ESTA PERSPECTIVA.
AE ISTANCI CTI ASTA
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CAPILLA NORTE
L NOROR E
ORT
TORRES DEFENSIVAS
O DE

ESTUPAS
PUERTA Agujeros que dejaron los
I I AL
saqueadores revelan grandes
estupas, monumentos venera-
dos que albergan reliquias
sagradas. Quizá fueron cons-
truidas sobre estructuras más
PATIO DE LAS antiguas y pequeñas.
ESTUPAS
Banderines de oración
ondean en lo alto mien-
tras monjes y visitantes
caminan ceremoniosa-
mente alrededor de
estupas con estatuas
consagradas. Soldados
montan guardia en las
murallas defensivas
del monasterio.
Los arqueólogos han desenterrado un barrio de casas de ado-
be, talleres artesanales y posibles edificios administrativos.
Al fondo, Shah Tepe estaba fortificado, pero mostraba pocos
signos de violencia.
Rostros antiguos de Buda (yeso
dorado, 20.3 centímetros de alto,
arriba) y de personajes locales
(arcilla pintada, extrema der.)
evocan la época en que Mes
Aynak era una encrucijada de
Asia central. Los rostros moder-
nos pertenecen a miembros del
equipo de excavación que trabaja
para rescatar del olvido un frag-
mento de la rica herencia cultural
de Afganistán.
MECENAS, 7.1 CENTÍMETROS, SIGLOS IV-VII

MECENAS, 14.9 CENTÍMETROS, SIGLOS V-VII* MECENAS O BODHISATTVA, 9.9 CENTÍMETROS, SIGLOS IV-VII

MECENAS, 7.1 CENTÍMETROS, SIGLOS IV-VII


requería más combustible. Entonces, al menguar
el suministro de árboles para la producción de
carbón, los fundidores tal vez se vieron obligados
a utilizar el método más lento.
Para procesar tanto cobre necesitaban una
fuente confiable de agua para lavar el mineral y
enfriar los lingotes candentes. Probablemente
recurrieron a manantiales montañosos, arroyos
someros y antiguos canales de irrigación subte-
rráneos llamados karez, que aún se usan en algu-
nas partes de Afganistán. En la sección norte del
sitio excavaron un karez de nueve metros de largo,
tal vez parte de una red de dichos canales. Pero la
deforestación continua debió reducir la precipi-
tación en la zona, lo que agravó la escasez de agua.

los arqueólogos deben enfrentar no solo un


problema de escasez sino de superabundancia: la
celeridad con que ha avanzado la excavación su-
pera la capacidad para almacenar y proteger cuan-
to sale del suelo. “Es fácil excavar –comenta Omar
Sultan, ex viceministro de cultura de Afganistán
y arqueólogo educado en Grecia–. Lo difícil es
proteger”.
Han enviado más de 1 000 de las piezas más
importantes al Museo Nacional de Afganistán, en
Kabul. “Pero, lamentablemente, no podemos acep-
tar todos los artefactos –confiesa Omara Khan
Massoudi, directora del museo desde hace mu-
chos años–. No hay espacio”.
Por lo pronto, los miles de objetos que no se
encuentran en el museo están en la bodega tem-
poral del sitio o cerca de allí, y la mayoría aún no
ha sido analizada ni estudiada. Massoudi y Sultan
hablan de construir un museo local, aunque lo más
probable, al menos a corto plazo, sería crear un
museo virtual y una reconstrucción en línea para
preservar el recuerdo de Mes Aynak después de incentivos o las amenazas del talibán– tengan tra-
que se inicie la explotación minera. bajo bien remunerado. Muchos resienten que la
Sin embargo, antes habrá que resolver los desa- mina de cobre los haya desplazado de sus aldeas.
fíos de seguridad del país y las demoras ulteriores El Banco Mundial, que ha contribuido a la labor
de la instalación minera que podrían plantear ame- arqueológica por medio de un proyecto conjun-
nazas más graves a largo plazo. En buena medida, to con el Ministerio de Minas y Petróleo de Afga-
la seguridad de Mes Aynak depende de garantizar nistán, calcula que, con el tiempo, la mina creará
que los hombres de la localidad –vulnerables a los 4 500 empleos directos y muchos miles de puestos
indirectos, si bien hay un creciente escepticismo
en cuanto a que dichas plazas de trabajo lleguen
Radicado en el Reino Unido, el fotógrafo a ser realidad.
Simon Norfolk es especialista en paisa- Con los años, algunos centenares de hombres
jes. A lo largo de 12 años ha explorado
con su obra el significado de “campo de
han recibido salarios generosos (con respecto
batalla” y las múltiples interpretaciones del estándar local) para empuñar picos y palas
que puede tener el término. o llevar a cabo tareas no especializadas en el sitio
48 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
arqueológico. Pero “si no tienes comida ni salario, En busca de tesoros, los saqueadores arruinaron este
si tus hijos pasan hambre, haces lo que sea –dice Buda de tamaño mayor que el natural. “La arqueología
Habib Rahman–. Tal vez me una al talibán. Ellos es el único medio para proteger el sitio”, afirma Philippe
Marquis, quien supervisó las excavaciones hasta 2014.
pagan un sueldo”. En 2001, mientras pastoreaba
sus cabras, ese padre de 42 años y barba entreca-
na perdió una pierna a causa de una mina terres- trabajadores, acusándolos de promover el budis-
tre. Ahora camina con muletas, dos horas de ida mo. Con todo, existe admiración por los logros
y dos de vuelta desde su aldea en la montaña, para de la antigüedad. “Mis antepasados fueron mu-
lavar fragmentos de cerámica en Mes Aynak. sulmanes –dice un obrero de 36 años y veterano
La penosa vida de lugareños como Rahman del ejército afgano, quien solo proporcionó el
difícilmente cambiará en el futuro inmediato y nombre de Javed–. Pero sabemos que muchas
muchos sienten ambivalencia por la rica historia generaciones pasaron por este suelo. Mientras
que ayudan a desenterrar, ya que no tienen lazos trabajo, pienso que aquí hubo una civilización,
personales con el pasado preislámico. Tampoco una fábrica, una ciudad, reyes. Y sí, esto también
ayuda que el Talibán haya amenazado a algunos es Afganistán”. j
me s ay nak 49
EL FUTURO DE LA
EXPLORACIÓN

EL PUNTO
SIN
RETORNO
De cómo un pico olvidado que se eleva desde
la selva de Birmania (Myanmar) casi acaba
con un grupo de alpinistas de élite.

Un viento que congela los


huesos azota la cuerda de
escalada mientras Cory
Richards asciende por una
arista expuesta en un intento
por alcanzar la cima del
Hkakabo Razi, la montaña
más alta de Asia suroriental,
según se dice.
RENAN OZTURK

50
Mark Jenkins (de pie) y Renan
Ozturk hacen una pausa para
almorzar con la cima cubierta de
nieve del Hkakabo Razi a la vista
(parte superior izq.). Los alpinis-
tas esperaban ser los primeros
en medir con precisión la altura
de la montaña con un GPS.
Un puente permite el cruce
sobre el río Tamai en ruta hacia
la base de la montaña. Los alpi-
nistas pasaron semanas abrién-
dose paso por una densa selva
tropical, evadiendo serpientes
y evitando la claustrofobia a lo
largo de senderos oscuros en
forma de túneles.
Por Mark Jenkins
Fotografías de Cory Richards

l viento se estrella contra mí. Intento desesperadamente


sujetar mis piolets para evitar que me arranque de la pared.
Empujo la cabeza contra la nieve, me tranquilizo y miro
hacia abajo. Debajo de mis crampones hay una caída de
1 500 metros. Es como mirar desde la puerta abierta de un
avión. Estoy en la cordada junto con mis dos compañeros,
nada nos sujeta a la montaña. Una caída en este momento
nos llevaría a los tres a una segura muerte en picada.
Cuando el viento amaina, clavo a golpes una suelen suceder en la práctica del alpinismo. Cuan-
estaca de aluminio en la nieve a la que sujeto la do no hay buenos anclajes, tus compañeros se
cuerda. No se sostendría si cayese, pero me brin- convierten en tus anclajes, física y emocionalmen-
da suficiente comodidad psicológica para con- te. Debes confiar tu vida a su buen juicio y capa-
tinuar. En un terraplén de roca pongo el ancla y cidad, y ellos encomiendan su vida a la tuya. Es
aseguro a mis compañeros Cory Richards y Re- el código de las montañas.
nan Ozturk en el desfiladero. Renan y yo nos detenemos en un pequeño re-
“¡Buena punteada, hermano!”, grita Cory. As- coveco rocoso que domina la ladera norte. Por
ciende, inclinándose hacia la izquierda, buscando entre la ventisca podemos ver a Cory atravesar
un acceso entre el granito y la nieve. Cuando Re- otra extensión de nieve. Es muy peligroso que
nan llega hasta mí, no hay espacio en mi cornisa, Renan y yo sigamos avanzando. De nuevo, de-
de modo que se pasa a la suya. Cory camina de bemos esperar. Nos arrimamos uno contra otro,
puntas por encima de nosotros y desaparece. pero seguimos congelándonos. “Mis pies están tan
Renan y yo esperamos, encorvados para pro- fríos como para dar marcha atrás”, dice Renan.
tegernos del viento. Estamos demasiado apar- Quiere decir que están cerca de congelarse.
tados como para conversar. Solo estamos ahí de Me pregunto, al menos por décima vez en esta
pie, del lado del risco cubierto de nieve a una al- expedición, si es el final de nuestro intento por
tura de más de cinco kilómetros. Después de me- escalar el mayor pico de Birmania. Muy por de-
dia hora empezamos a congelarnos. En una hora bajo de nosotros, los demás integrantes de nues-
ya no sentimos los dedos de las manos ni de los tro grupo nos alientan en espíritu. El director de
pies. “No puedo más –grita Renan a través de su nuestro campamento base, Taylor Rees, está al
barba congelada–. Ya no siento los pies. Debo pie de la montaña. El día anterior dejamos a Hi-
comenzar a moverme”. laree O’Neill y Emily Harrington en el Campa-
No sabemos lo que Cory hace arriba de noso- mento 3, una tienda de campaña anidada en una
tros, pero tenemos tanto frío que no importa. cresta, donde nuestro agotado grupo había sos-
Renan empieza a ascender, lo sigo. Seguimos tenido una amarga discusión sobre quién inten-
unidos por la cordada, así que es crucial que nin- taría ascender a la cumbre.
guno de nosotros caiga. Se supone que la cuerda Cuando Cory logra rodear un espolón roco-
está asegurada a la montaña para impedir una so, comenzamos a movernos. Pasa una hora antes
caída, pero predicamentos mortales como este de que nos reunamos de nuevo en una cornisa
56 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Llevados hasta el límite, a los integrantes del grupo –de izq. a der., el camarógrafo Renan Ozturk, el escritor Mark Jenkins,
el fotógrafo Cory Richards, la alpinista Emily Harrington y la jefa de la expedición Hilaree O’Neill– comienza a escasearles la
comida durante el recorrido a pie. “Ninguno de nosotros previó que nos agotaríamos tanto”, comenta Cory.

estrecha. Nuestro objetivo inmediato permanece tomar fotos. Después de más de una semana de
lejos de nosotros en las alturas: la cresta del borde escalada, es la primera oportunidad real que te-
occidental, que brilla como el filo de una espada. nemos de vislumbrar la cumbre: una pirámide
“Yo voy primero”, indica Renan. Desaparece de nieve escarpada y brillante. Aunque también
en el brillo del sol. La cuerda se tensa, Cory par- vemos lo que nos queda por escalar: una cresta
te. Cuando se esfuma, sigo yo. amenazadora de roca y nieve, protegida por pi-
Alcanzar la cresta y extender mi rostro hacia náculos con forma de dagas.
el sol es como asomarme al paraíso. Tiro de mi
cuerpo hasta alcanzar la cresta y me envuelve “tengamos una aventura a la antigua usanza
una manta de luz solar. Después del frío oscuro –había dicho Hilaree–, una expedición a algún
en la cara norte, me siento renacer. lugar todavía remoto y desconocido”. Era la pri-
Renan y Cory se han dejado caer por encima mavera de 2012 y descendíamos del monte Eve-
de la cresta y han descubierto una plataforma de rest. Hilaree es sin duda la mujer más fuerte que
piedra que pende sobre la cara sur. “¡Es la corni- haya conocido. Después de alcanzar la cima del
sa del almuerzo!”, clamo a gritos para bautizar Everest, ascendió la de su vecino, el Lhotse, con
nuestra atalaya. dos ligamentos del tobillo rotos.
En unos cuantos minutos logro que crepite Teníamos mucho en común. Los dos nos cria-
nuestra estufa diminuta. Renan se quita las botas mos amando las montañas. Ambos estábamos
y comienza a frotarse los dedos. Cory empieza a casados y teníamos dos hijos, además de que
TAYLOR REES e l p u n to s i n retor n o 57
ASIA
BIRMANIA
UNA CIMA HUIDIZA
En su mayoría inexplorada, la cordillera Dandalika, que atraviesa las fronteras de China,
(MYANMAR)
O CÉANO Birmania e India, ha sido opacada por el Himalaya en los círculos del alpinismo. Sin
ÍNDICO embargo, encierra un enigma seductor. Elevándose desde la remota selva del norte de
Birmania, el Hkakabo Razi (la que se cree es la montaña más alta de Asia suroriental)
sigue sin ser medido con un GPS. El otoño pasado, una expedición de National
Geographic Society emprendió una aventura para escalarla y disipar la duda.

Día 1
Día 2 Htang Ga
Shabyen 596 m (1 956’)
529 m (1 734’) Kilometraje diario: 51
13 km (total acumulado hasta entonces: 64 km)

Días 3 y 4
Paso
1 764 m (5 787’) Día 7
Gawle
646 m (2 118’) Ngawa
1 071 m (3 515’)
45 km (109 km) En el primer día Días 5-6 19 km (146 km)
Termina la etapa en Pangnamdim
de la caminata,
motocicleta del Río Tamai
a Hilaree casi la 985 m (3 230’) Día 8
viaje; el grupo se ve pica un crótalo Gawai
obligado a reducir 18 km (127 km)
verde de labios Sin porteadores suficientes, 1 164 m (3 819’)
su equipo de 28 a blancos. 19 km (165 km)
el grupo debe reducir de
20 sacos de lona.
nuevo su equipo; la cuenta de
sacos de lona cae ahora a 13.

TÍBET Cordillera
A Dandalika
Y Dirección de la vista
L A
H I M A Hkakabo Razi
5 881 m
Después de pasar por
Lohit 19 296’ aldeas cristianas, el
Ruta de grupo entra en una
tra acercamiento región budista y tiene
apu
Brahm KACHIN su primera vista de
las montañas.
INDIA Myitkyina

CHINA

BIRMANIA
( M YA N M A R )
Mandalay

Bagan
LAOS
Ay e y
( Ir r a
ar w ady

Naipyidó
wadi )

TAILANDIA
Bahía de
Bengala Rangún

0 mi 100

0 km 100

MARTIN GAMACHE; CHARLES PREPPERNAU


FUENTES: MARK JENKINS; HILAREE O’NEILL, THE NORTH FACE; DIGITALGLOBE; PLANETOB- SERVER DEM;
TAMOTSU NAKAMURA, JAPANESE ALPINE NEWS
**Elevaciones documentadas del Hkakabo Razi: rusa, 1986: 5 691 m;
estadounidense, 1972: 5 750 m; ASTER GDEM V2, 2011: 5 754 m;
británica, 1925: 5 881 m
*Todas las distancias fueron calculadas desde puntos GPS reunidos
en el campo por integrantes de la expedición.

INICIO Comienzo del acercamiento


Putao al campamento base
448 m (1 469’) 10-13 de octubre de 2014
El gobierno estatal de
Kachin informa a los
integrantes del grupo
que no pueden abandonar
*La escala varía en
la ciudad.
esta perspectiva. La distancia
lineal entre la ciudad de Putao
y la cumbre del Hkakabo Razi
es de 111 kilómetros. La ruta efectiva
del grupo abarcó 243 kilómetros.

Día 9
Días 10-11 Dazhongdon
Dashutu 1 285 m (4 217’)
1 465 m (4 805’) 14 km (179 km)
10 km (189 km)

Día 12
Dahongdam
1 820 m (5 971’)
18 km (207 km)
El grupo llega a la última Algunos sospechan que el
aldea, desde este punto Gamlang Razi, un pico que fue
el sendero es más difícil medido en 5 870 metros en 2013,
y peligroso. mediante el uso de tecnología de
Día 13
Campamento Gaman GPS, podría en realidad ser la
2 112 m (6 929’) montaña más alta de Birmania.
7 km (214 km) Gamlang Razi
5 870 m
Una expedición birmana pudo PUNTO ALTO 19 259’
haber alcanzado la cima dos 5 743 m (18 841’)
meses antes que el grupo; Mark, Renan y Cory
registró un punto máximo regresan.
de 5 790 metros, pero los
Campamento 4
integrantes murieron durante 5 663 m (18 579’)
el descenso.

Hkakabo Razi** Campamento 3


5 519 m (18 108’)
Hilaree y Emily no ascienden más.
Día 14 Campamento 2
Campamento Pala 5 275 m (17 305’)
2 507 m (8 225’)
10 km (224 km) El alpinista japonés Cara
Takashi Ozaki realizó norte
la primera ascensión al
Los integrantes del grupo Hkakabo Razi por su cara
Campamento 1
pasan a un bosque de Day 15 norte en 1996, pero no Ruta de 4 807 m (15 771’)
coníferas y se encuentran Campamento japonés midió su elevación. ascenso
con alpinistas japoneses 2 748 m (9 015’)
en retirada, quienes les 8 km (232 km)
Día 16 CAMPAMENTO BASE
suministran cuerdas y
Campamento de confluencia Día 17
combustible para estufa. 3 289 m (10 790’)
Sec 4 029 m (13 217’)
ción 8 km (240 km) 3 km (243 km)
de s habitada:
35 km. Taylor espera al grupo
de alpinistas.
Balanceando una carga de 25
kilos, un porteador atraviesa
un puente colgante como si fuera
la cuerda floja. Al grupo le costó
trabajo hallar lugareños para
llevar el equipo. “Teníamos unos
35, queríamos cerca de 60”, dice
Taylor Rees, integrante del grupo.
Al final tuvieron que dejar parte
del equipo.
buscábamos el modo de compaginar la vida fa- Los porteadores hacen un
miliar con las expediciones. Asimismo, nos desi- receso sobre un lecho de
lusionaba tanto el carácter comercial como las hojas de bambú. En algunas
aldeas, el grupo contrató a
multitudes del Everest. Debíamos volver a lo que familias enteras, incluso
nos había convertido en alpinistas en un principio. a los abuelos, para llevar el
Pero hallar un lugar en verdad remoto tiene equipo. La mayoría eran de
sus bemoles. Un avión nos puede transportar a la etnia rawang, que habita
los polos Norte o Sur; podemos montarnos en un en remotos valles cerca de
la frontera tibetana y rara
helicóptero que nos lleve al campamento base del vez se encuentran con per-
Everest o del Makalu; embarcaciones para tu- sonas de fuera.
ristas hacen cruceros por el Nilo y el Amazonas.
Algo verdaderamente remoto –algún lugar para
el que alcanzarlo haga falta días o incluso sema-
nas– casi ha desaparecido de la Tierra.
Y, sin embargo, sabía de un lugar, una mon-
taña que desde hacía mucho tiempo me tenía
subyugado. Aunque, dada mi historia personal
con ella, fui reacio a decir algo. A la larga, des-
pués de intercambiar ideas, mi entusiasmo me
venció. “¿Qué tal –titubeé– el Hkakabo Razi?”.
Se dice que el Hkakabo Razi es el pico más alto
de Asia suroriental. Es un macizo dentado de roca
negra y glaciares blancos que se eleva desde la
selva tórrida de Birmania septentrional. Locali-
zado apenas al otro lado del borde oriental del
Himalaya, en la frontera con el Tíbet, su altura

Los rawangs no eran inmunes a los caprichos de la selva. Nos


trajeron a una pequeña con picaduras de insecto infectadas.
Un anciano tribal me dijo: “Aquí todo el mundo o mejora
por sí solo o muere”.
fue determinada por primera vez por un equipo Kingdon-Ward. El libro describía la expedición
de medición británico en 1925, en 5 881 metros. que realizó a la región en 1937 y su audaz intento
Es un pico tan remoto que pocos alpinistas han por escalar en solitario el Hkakabo Razi. Alcanzó
oído hablar de él. Para llegar a la montaña sería una altura de más de 4 500 metros antes de que
necesaria una caminata de dos semanas por la su empeño fuera frustrado por un infranqueable
densa selva, desgarrada por gargantas muy pro- “muro de granito... más allá de mis capacidades”.
fundas y habitada por víboras venenosas. Hilaree Las “capacidades” de Kingdon-Ward eran pro-
se enganchó de inmediato. Ya planeábamos nues- teicas. Botánico brillante, escritor lírico, cazador
tra expedición antes de partir de Katmandú. infatigable de plantas y, supuestamente, espía bri-
Me enteré del Hkakabo en los años ochenta, tánico, Kingdon-Ward era uno de esos aventure-
cuando me hice de un ejemplar de Burma’s Icy ros al estilo del viajero polar Roald Amundsen o
Mountains, del explorador británico Francis del explorador amazónico Percy Fawcett. Desde
62 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
1909 hasta 1956 hizo más de 20 expediciones a Volamos a Lhasa y cruzamos a hurtadillas por
Asia central, en las que recogió cientos de plantas la región oriental del Tíbet (también cerrada a los
y dio nombre a muchas, incluyendo especies de extranjeros), mediante aventones y echando
rododendros y lirios. mano de la labia para cruzar los retenes. Nos lle-
Estaba decidido a realizar el primer ascenso al vó más de un mes llegar apenas cerca de la base
Hkakabo Razi, así que en el otoño de 1993 reclu- de la montaña. Mike y Steve debieron volver a
té a mis amigos de escalada Steve Babits, Mike casa. Se nos acabó la comida en el lado norte del
Moe y Keith Spencer. Mike había sido mi mejor Hkakabo y tuvimos que bajar hasta una aldea
amigo desde la preparatoria y conocí a Keith y tibetana. Allí nos arrestaron unos militares chi-
Steve en la Universidad. Desde entonces, Mike nos. Firmamos una confesión por nuestra “mala
y yo habíamos realizado varias ascensiones pio- conducta” y fuimos deportados.
neras en las Rocosas, así como el primer descenso Dos años después, para pesar mío, el gobierno
en kayak por el río Níger, en África occidental. de Birmania concedió al alpinista japonés Taka-
En esa época, la junta militar que controlaba shi Ozaki un permiso para escalar el Hkakabo
Birmania había prohibido el acceso a la región Razi. Ozaki era un veterano incontenible del Hi-
septentrional. Planificamos inocentemente evadir malaya (moriría en el Everest en 2011, durante un
este obstáculo mediante el acceso a la montaña ascenso). Tuvo dos intentos fallidos en el Hkaka-
desde el Tíbet, el cruce ilegal de la frontera, viajar bo Razi en 1995, pero en septiembre de 1996, tras
ligeros y raudos, sin porteadores. dos meses de escalada, alcanzó la cumbre junto
e l p u n to s i n retor n o 63
Pisando con cautela, los portea-
dores siguen un sendero estrecho
por un desfiladero. “Un resbalón
y eres hombre muerto –señala
Mark, quien ya había intentado
escalar el Hkakabo en 1993–. Hay
muchas formas de morir antes
de que puedas ver la montaña”.
con el alpinista Nyima Gyaltsen, oriundo del Tíbet. Cerca del campamento
Declaró lo siguiente al diario Asia Times: “Puedo base, Renan, Emily y Hilaree
decir con certeza que el Hkakabo Razi es una de hallaron banderas de plega-
ria budistas. Siguiendo una
las montañas más difíciles y peligrosas del mundo. tradición alpinista del Hima-
Nunca había tenido tanto miedo”. laya, quemaron ramas de
Ozaki no midió la altura de la cima con un junípero para tener buena
GPS, lo cual dejó indeterminada la altitud exac- suerte. Unas semanas an-
ta de la montaña. tes, dos alpinistas birmanos
habían desaparecido en el
Jóvenes y convencidos de nuestra invencibili- Hkakabo Razi.
dad, Mike, Keith y yo hablamos sobre volver al
Hkakabo Razi (Steve se había cambiado a aven-
turas diferentes). Pero no habría de ser. Mike
murió en una expedición en 1995, junto con su
hermano y otras dos personas. Ninguno de no-
sotros se recuperó del todo.
Con todo, Keith y yo seguimos realizando ex-
pediciones y a menudo practicábamos la escala-
da en hielo. El 2 de enero de 2009 nos hallábamos
en la ascensión de una cascada congelada, en
Wyoming. Lo estaba asegurando desde un pe-
queño nicho en el hielo. Él escalaba alegremente,
unos cinco metros debajo de mí, cuando oímos un
estruendo ensordecedor. Una sección del hielo
encima de nosotros se había desprendido. Segun-
dos más tarde se desplomaron toneladas de hielo.
Keith murió: se le había roto el cuello.

Las semanas que he pasado con Cory y Renan han sido como mi-
rarme a mí y a mis dos amigos muertos en el pasado. En estos dos
hombres menores que yo veo la misma pasión por escalar, la mis-
ma sensación de ser a prueba de balas que teníamos hace 22 años.
No había razón por la cual yo siguiera vivo y como Cory, quien nos alentaba a continuar con
Keith no. Habíamos tomado las medidas de se- chistes perfectamente oportunos. Keith era calla-
guridad pertinentes. Él no cometió ningún error do como Renan, siempre embebido en la gran-
y yo no hice nada por salvarme. No hubo mora- deza a su alrededor, la voz calma. Las últimas
leja, además de la verdad ineluctable de que las semanas que he pasado con Cory y Renan han
montañas son peligrosas y que a veces infligen sido un poco como mirarnos en el pasado, a mí
horror y pesar a aquellos que osan escalarlas. mismo y a mis compañeros fallecidos. Reconoz-
co en estos dos hombres menores que yo la mis-
mientras holgazaneo bajo el sol en nuestra ma pasión por escalar montañas, la fuerza plena
cornisa del almuerzo, en el Hkakabo Razi, sor- de determinación, la ambición desmedida y, a
biendo fideos calientes con Cory y Renan, recuer- ratos, la misma sensación de ser a prueba de ba-
do a los amigos que perdí. Mike era divertido las que Mike, Keith y yo teníamos hace 22 años.
66 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Una vez repuesta nuestra determinación, co- Nos toma cuatro horas alcanzarlo. Estamos tan
menzamos a estudiar la cresta almenada que cansados que apenas podemos formar a pisotones
teníamos frente a nosotros y que lleva a la cima. una base para la tienda de campaña. Cuando in-
Dado que la montaña ha permanecido en gran tentamos meter los postes en ella, el viento la le-
medida inexplorada, ascendemos con poco co- vanta. Lanzamos nuestras mochilas dentro y la
nocimiento del terreno. aseguramos con cuerdas ancladas.
La cresta occidental del Hkakabo es una hoja Sabíamos que esa noche sería un suplicio. Des-
de serrucho de tres kilómetros de longitud: una de el Campamento 3 podíamos apreciar que la
serie de torres de piedra separadas por collados cresta se volvía más técnica y traicionera. Así que
de nieve filosos y abruptos. A diferencia de otras redujimos el peso de nuestras mochilas y lleva-
montañas, donde uno puede subir directamente mos solo lo más esencial. Dejamos nuestros sacos
a la cima, nosotros habíamos estado ascendiendo de dormir invernales y llevamos solo fundas livia-
y descendiendo por los picos del acantilado du- nas para sacos. Tenemos una estufa, una botella
rante toda la escalada. Intentamos determinar de combustible, una olla, una cuchara, dos comi-
una ruta posible, pero la cresta dentada zigzaguea das instantáneas de pasta y los tres estamos me-
como la cola de una serpiente, por lo que no po- tidos en una tienda para dos personas.
demos ver todos los obstáculos. Sin embargo Sentados rodilla con rodilla, la espalda contra
advertimos un pequeño desfiladero que parece la tienda, disponemos la estufa sobre nuestras
el mejor lugar para acampar durante la noche. botas y casi nos asfixiamos cuando hervimos agua
e l p u n to s i n retor n o 67
Renan desciende por una lade-
ra después de hallar infran-
queable la ruta. Para librar el
laberinto de crestas y falsas
cumbres no cartografiadas de
la región, el grupo se vio obli-
gado a retroceder dos veces,
desperdiciando energía y tiem-
po preciosos.
Un corredor henchido de nieve
amenaza con envolver a Hilaree
(izq.) y a Emily (abajo) cuando
ascienden por su flanco pul-
verulento. El peligro de avalan-
chas y desprendimientos de
rocas aumentaba conforme
el grupo ascendía más por el
terreno empinado envuelto
por la neblina.
Las sanguijuelas nos caían en el cuello cuando pasábamos entre las
ramas húmedas o se adherían a nuestros pies y piernas. Todo el
día nos arrancábamos sus cuerpos hinchados de sangre; nos de-
jaban mordeduras que tardaban semanas en sanar.

obtenida de la nieve. Llevamos puesto todo lo que desde una aldea a la siguiente, justo como lo ha-
tenemos. Renan dice poco, lo cual es normal. Pero bía hecho Francis Kingdon-Ward 77 años antes.
incluso Cory está callado. Dormíamos en chozas de bambú construidas
Hemos dormido juntos por semanas. Conoce- sobre pilares de los pobladores de la etnia rawang.
mos nuestros secretos. Sé que Renan lidia con la Aunque el estado de Kachin es famoso por sus
traición de un amigo. Sé que Cory lucha por per- minas de jade y oro, y por la tala ilegal de made-
manecer casado y ser un fotógrafo que viaja por ra, los habitantes de esta región del extremo nor-
todo el mundo. Ellos saben que me persiguen los te crían principalmente cerdos y pollos, además
recuerdos de mis amigos muertos, que esta mon- de cultivar pequeños arrozales.
taña es mi ballena blanca. Mis pensamientos se El primer día de la caminata por la selva, a
desvían a cuán cerca estamos de nuestro objetivo Hilaree casi la pica una víbora. En el último mo-
y a una fea disputa en nuestro grupo. mento la vio enroscada en el sendero y saltó sobre
ella. Todos mantuvimos nuestra distancia excep-
llegar al pie del hkakabo razi nos llevó un to Cory, quien se arrodilló y comenzó a tomar
mes. Justo lo que Hilaree y yo habíamos deseado fotos. “Crótalo verde de labios blancos”, aseveró.
en las laderas del Everest –lo remoto– era el ele- Formaba parte de una docena de serpientes
mento mismo que había amenazado nuestra ex- sobre las que el experto en toxinología Zoltan
pedición desde el inicio. Takacs nos había advertido y cuyo veneno po-
Primero tuvimos que atravesar casi todo Bir- dría ser fatal. Llevábamos dos antídotos, uno
mania. Desde Rangún tomamos un autobús a para víboras, otro para cobras y búngaros, aun-
Bagan, luego un transbordador río arriba por el que Takacs nos señaló que resultaba incierto el
Irawadi hasta Mandalay, donde abordamos un confiar en antídotos en medio de la selva.
tren que parecía que se iba a descarrilar en cual- Mucho menos peligrosas eran las sanguijuelas.
quier momento. En Myitkyina abordamos un Nos caían en el cuello cuando nos abríamos paso
avión en el que un pasajero documentó un AK-47 entre las ramas húmedas o se adherían a nuestros
como equipaje de a bordo. Al llegar a Putao, la pies y piernas al cruzar riachuelos. Todo el día
ciudad más septentrional del estado de Kachin, nos arrancábamos de la piel sus cuerpos hincha-
pasamos cinco días “bajo arresto” mientras unos dos de sangre; nos dejaban mordeduras que tar-
funcionarios jugaban a la papa caliente con nues- daban semanas en sanar del todo.
tros permisos para escalar. Finalmente cargamos Además estaban las arañas. Avanzábamos
nuestro equipo en una caravana de motocicle- apartando telarañas del tamaño de redes de pes-
tas durante una travesía de tres días, cruzamos car. Algunas tenían arañas con colmillos tan gran-
varios arroyos y lodo, hasta el momento en que des que eran visibles a un metro de distancia.
solo podía pasarse a pie por un sendero. Los rawangs no eran inmunes a los caprichos
Comenzó entonces la caminata de 243 kilóme- de la selva. En cierta aldea, una madre afligida
tros hasta la base del Hkakabo por la selva oscura nos llevó a su hija que chillaba; su cuerpecito es-
y húmeda. Durante dos semanas avanzamos por taba hinchado por picaduras infectadas. Hilaree
un camino que parecía un túnel, el cual siempre y Emily le untaron crema antibiótica. Cuando
se elevaba abruptamente o de súbito descendía, pregunté qué pasaría con la niña, un anciano de
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la tribu me dijo: “Aquí todo el mundo o mejora dos pilotos y un pasajero. Se suspendió la bús-
por sí solo o muere”. queda de los alpinistas y siguió la del helicóptero.
Las piernas de una de nuestras porteadoras Nueve días después, el pasajero salió a tropezones
más jóvenes estaban tan ribeteadas de piquetes de la selva y condujo a los rescatistas hasta los
que tenía la piel granulosa como la de un sapo. pilotos: uno de ellos estaba vivo con graves que-
Era una de las tres niñas de unos 12 años a quie- maduras, el otro había muerto.
nes contratamos vergonzantemente, junto con sus Tras décadas de oscuridad, el Hkakabo Razi
hermanos, padres y abuelos, para que llevaran había cobrado tres vidas en un mes.
nuestro equipo. Contratamos a cualquiera que Otro grupo de alpinistas de Estados Unidos
pudimos hallar. Todos levantaban cargas con estaba, en parte, detrás de esta repentina atención
eficiencia consumada. Buscábamos porteadores a la montaña. Un año antes, Andy Tyson había
de una aldea para que nos ayudaran a llegar a la encabezado una expedición birmano-estadou-
siguiente. Algunos trabajaban unos cuantos días, nidense a Gamlang Razi, un pico vecino. Tras
otros apenas unas horas. A veces nos abando- estudiar mapas topográficos rusos contemporá-
naban sin decir una sola palabra. neos, así como imágenes de Google Earth, Tyson
En realidad, llevábamos demasiadas cosas: cá- había determinado que el Gamlang en realidad
maras y equipo de iluminación, computadoras podría tener una altura mayor que el Hkakabo.
portátiles, baterías, incluso drones para rodar El grupo de Tyson realizó el primer ascenso al
secuencias aéreas. Pero todo era inútil si no con- Gamlang Razi en septiembre de 2013. Con un
tábamos con las suficientes espaldas fuertes para GPS de precisión topográfica, midieron su altura
transportarlo. De suerte que comenzamos a dejar en 5 870 metros. Aunque esta medición era 11
bolsas en las aldeas hasta quedar con un cuarto metros menor que la de 5 881 metros determina-
de nuestra carga inicial. da por el estudio británico del Hkakabo de 1925,
En casi cualquier otro momento habríamos era mayor que los 5 691 metros calculados por los
hallado a muchos lugareños dispuestos a ganarse topógrafos rusos.
15 dólares al día, el doble del salario de la locali- “Nadie en Birmania quería creer que el Gam-
dad. Pero cuando llegamos en el otoño de 2014, lang era más alto que el Hkakabo”, me confió Ty-
el Hkakabo Razi sorprendentemente se había son el año pasado, al señalar que el Hkakabo es
convertido en noticia de primera plana. un símbolo de orgullo nacional venerado desde
El 10 de septiembre de 2014, tres semanas an- tiempos remotos, y que un extranjero cuestiona-
tes de que partiéramos de Estados Unidos, se leía ra su preponderancia avergonzaba a algunos bir-
en un encabezado: “Comienza en Birmania la manos (Andy Tyson murió trágicamente en abril
búsqueda de alpinistas desaparecidos”. Una ex- en un accidente aéreo).
pedición de ocho hombres, todos birmanos, ha- De hecho, la expedición birmana quería de-
bía partido rumbo al Hkakabo Razi para llevar a mostrar que el Hkakabo Razi aún era el pico más
uno de sus ciudadanos a la cumbre del pico más alto del país. Antes de desaparecer, sus desven-
alto del país. Era una cuestión de orgullo nacio- turados alpinistas habían transmitido una lec-
nal. El 31 de agosto, después de dos semanas de tura de GPS de 5 790 metros.
escalada, dos integrantes del grupo enviaron una Para mi propia investigación me había puesto
señal desde algún lugar cercano a la cima. Nunca en contacto con Robert Crippen, geocientífico de
más se supo de ellos. NASA. Conversamos sobre diferentes métodos
Se montó una enorme búsqueda en la que fue- para medir el Gamlang y el Hkakabo Razi. “Lo
ron contratados porteadores de las aldeas locales verdaderamente esencial es que errores de 30
para que abastecieran a los grupos de rescate. metros o más podrían no ser evidentes, y esta es
Unos helicópteros sobrevolaron a gran velocidad más o menos la diferencia entre los dos –afirmó–.
y baja altura la selva entre Putao y la montaña. Así que tenemos indicios, pero no pruebas, sobre
Más tarde desapareció uno de los helicópteros con cuál es más alto”.
e l p u n to s i n retor n o 73
La montaña más alta de Myanmar seguiría estirarnos. Si nos recostamos sobre el costado,
siendo un enigma hasta que alguien estuviera en sería apenas posible.
la cumbre del Hkakabo Razi con un GPS. “No hay nada que me guste más que recostar-
me haciendo cucharita con dos tipos bien apes-
renan, cory y yo nos pasamos la cuchara, cada tosos”, bromea Cory.
uno de nosotros engulle sopa caliente, al tiempo Estamos tan apretujados que ninguno puede
que el viento golpea la tienda de campaña. Cuan- moverse sin dar un codazo o golpear con la ro-
do la olla se enfría, nos la pasamos entre nosotros dilla a los otros. No esperamos dormir. Espera-
y bebemos con avidez lo que queda del líquido. mos sufrir. Nos cubrimos el rostro con nuestros
Empacamos nieve en la olla, la ponemos de nue- pasamontañas como caballeros que cierran sus
vo sobre la estufa y seguimos derritiendo nieve visores en preparación para la batalla. Coloca-
hasta que cada uno tiene una botella llena de agua mos nuestros mitones debajo de las caderas para
caliente, con la que dormiremos sobre el pecho. aislarlas de la nieve.
Hace tanto frío que preferiríamos permanecer “Me estoy congelando”, digo en la oscuridad
toda la noche entrelazados alrededor de la estufa de la noche. He intentado abstenerme de decir-
ronroneante (al diablo los vapores tóxicos), pero lo durante un par de horas. Mi espalda ha estado
no tenemos suficiente combustible. apoyada contra la pared de la tienda de campaña
Disponemos nuestras cuerdas y mochilas deba- durante tanto tiempo que el frío ha penetrado mi
jo de nosotros y buscamos alguna manera de pecho. “Debo encender la estufa o algo”.
74 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Bloqueado por agujas de nos preocupaba que llegaran a la cima antes que
roca con forma de dientes, nosotros. Los había demorado el rescate de los
Mark da marcha atrás des- alpinistas birmanos. A la larga, hicieron su pro-
de la cresta que conduce
hacia la cima nevada del
pio intento por la cresta occidental, la ruta que
Hkakabo. Para seguir avan- también teníamos pensado seguir.
zando, el grupo habría teni- El jefe de su grupo, Hiro Kuraoka, estaba le-
do que pasar una noche sionado. Se había resbalado entre cantos rodados.
sin alimento ni tienda de Pero estaba animado y fue generoso: nos explicó
campaña ni sacos de dor-
mir. “Habríamos perdido
a detalle la ruta que siguieron y nos mostró nu-
algunos dedos, si no la merosas fotos de la topografía de distintos cam-
vida”, dice Cory. pamentos. Afirmó que se habían detenido a poco
más de 100 metros de la cima, al lado de un bor-
de lleno de nieve, delgado como navaja y con
pináculos infranqueables.
Le dimos a Hiro un frasco de ibuprofeno y él
nos dio combustible para la estufa y cuerdas. Su
grupo estaba vencido pero con vida, lo que es
realmente lo único que importa al final.
Al cabo de casi dos semanas de caminata, por
fin pasamos de la selva fétida a la pendiente de la
ladera meridional del Hkakabo. La humedad tro-
pical fue reemplazada por una neblina alpina
tonificante y buscamos en nuestros bolsos los
forros polares y las chaquetas de plumón. Ha-
bíamos perdido peso y estábamos cansados de
la ardua caminata. Además, se nos agotaba el

Si alguno de nosotros resbalara de la cresta, la única forma


de salvar la vida sería que el siguiente alpinista de la cordada
se lanzara precipitadamente hacia el lado contrario, ambos re-
zando durante un milisegundo para que la cuerda no se corte.
“Pásate en medio, yo tomaré el lado externo”, tiempo. Al planificar la expedición habíamos con-
replica Cory. Intercambiamos lugares y no me venido en volver a casa para el día de Acción de
caliento, pero tampoco me enfrío más. Durante la Gracias. En tiempos de Kingdon-Ward, el punto
hora más oscura y fría empiezo a imaginar que final de una expedición rara vez se basaba en una
alguien descubre nuestros cuerpos huesudos en fecha predeterminada, pero en nuestra era el tiem-
la nieve. Finalmente, por fin, llega el amanecer. po es el artículo menos disponible. Teníamos solo
10 días antes de comenzar nuestra caminata de
en la selva, dos días antes de llegar al cam- regreso desde la montaña. Sabía que a Ozaki le
pamento base, nos encontramos un grupo japonés había tomado 25 días desde el campamento base
cuyos integrantes, extenuados y ojerosos, se reti- para escalar la montaña.
raban del Hkakabo como si volviesen del frente En la siguiente semana establecimos tres cam-
de una batalla épica. Habíamos oído de ellos y pamentos durante el ascenso por la espina de la
e l p u n to s i n retor n o 75
Extenuados y decepcionados, Cory
(izq.) y Mark están sentados junto
a una fogata en Pangnamdim,
una de las últimas aldeas situadas
en el sendero que sale de la selva.
“Queríamos una aventura a la an-
tigua usanza, y la conseguimos”,
relata Mark. ¿Y en cuanto al éxito?
“La montaña siempre decide”.
RENAN OZTUR
Todo alpinista serio tiene una enorme vanidad. No se pueden
aceptar los riesgos y el sufrimiento constante en las grandes
montañas sin ella. Podemos hablar como budistas, pero no se
engañen, en realidad somos narcisistas resueltos.

cresta occidental, pero con la presión del tiempo dolorosa conversación. Con su voz suave, Renan
y enfrentados a las dificultades del terreno, se ten- señaló que el ascenso se volvería más peligroso.
saban las relaciones entre los integrantes del gru- También se señaló que tres personas que avan-
po. Me preocupó en particular cuando Hilaree zaran rápidamente tendrían mejor oportunidad
llegó al Campamento 2 con una hipotermia que de alcanzar la cima en el poco tiempo que nos
puso su vida en peligro. Logramos calentarla, pero quedaba. Emily aceptó de inmediato, pero Hila-
fue un momento aleccionador. Al día siguiente, ree se ofendió muchísimo e insistió en que debía
en el ascenso al Campamento 3, ni Emily ni Hila- hacer el intento de alcanzar la cima. Le expliqué
ree parecían sentirse cómodas en las empinadas que era una cuestión de seguridad para todo el
caras de hielo y nieve. Avanzaban lentamente. grupo, pero habíamos herido sus sentimientos.
En retrospectiva, debimos haber esperado este “Voy a decir algo –declaró emotivamente al salir
ritmo más lento. Emily es campeona nacional de de la tienda de campaña–. [Improperio], Mark,
alpinismo deportivo, pero tenía poca experiencia por el voto de confianza”.
en la escalada de este tipo de terreno mixto. Hila- Nada resulta más mortífero en las montañas
ree es una renombrada practicante del esquí de que un orgullo desmedido, pero el orgullo des-
montaña, que tiene en su currículo algunas di- medido es fundamental para escalarlas. Todo
fíciles expediciones de escalada alpina. Cory, alpinista serio tiene una enorme vanidad. No se
Renan y yo, sin embargo, tenemos más antece- pueden aceptar los riesgos y el sufrimiento cons-
dentes en este tipo de medio ambiente. Cory fue tante en las grandes montañas sin ella. Podemos
el primer estadounidense en alcanzar la cima hablar como budistas, pero no se engañen, en
del Gasherbrum II, en Pakistán, a 8 035 metros, realidad somos narcisistas; narcisistas decididos,
durante el invierno (además de sobrevivir una resueltos, masoquistas. Casi todos nosotros, en
avalancha en el trayecto). Renan había formado alguna montaña en determinado momento, he-
parte del grupo que ascendió a la cima del Meru mos desafiado la lógica y nos hemos rehusado
central en India, a 6 310 metros por la Aleta de a dar marcha atrás, como Hilaree lo hacía ahora.
Tiburón, un ascenso brutal que muchos creían Algunos hemos tenido la fortuna suficiente de
imposible. Por mi parte, durante 35 años de es- sobrevivir esos momentos desacertados. Puede
calar he realizado primeras ascensiones en la sonar severo, pero me hallo en una época de mi
Antártida y las Rocosas, los Alpes y el Himalaya. carrera como alpinista en la que la transparencia
Estas experiencias no modificaban ninguno de y la franqueza van por encima del silencio cor-
los peligros inherentes, pero significaban que los tés, incluso con mis amigos.
tres podíamos avanzar más rápido y confiar im- Todos estábamos cansados, mareados por el
plícitamente nuestra vida los unos a los otros en aire enrarecido, temerosos de lo que nos espe-
nuestra tentativa de alcanzar la cima. raba, y durante las siguientes horas las conver-
Esa noche, en el Campamento 3, Renan y Cory saciones degeneraron en gritos, acusaciones y
expresaron en privado sus inquietudes acerca de recriminaciones. Finalmente, Cory no pudo so-
ascender más junto con todo el grupo. Pasamos portar el rencor y dijo que Hilaree podía tomar
el siguiente día en nuestras tiendas de campaña, su lugar. A Renan y a mí nos preocupaba, pero
aclimatándonos, y no hubo manera de evadir la accedimos a regañadientes.
78 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
A las tres de la mañana, cuando comenzamos Voy primero en la cordada y rodeamos un bloque
a enlazarnos en cordada, con el aullido de un cubierto de nieve, avanzamos por un estrecho paso
helado viento tibetano, Hilaree tomó la decisión de roca, atravesamos una medialuna de nieve con
correcta. Dijo que hacía demasiado frío para ella ayuda de nuestros piolets y, de pronto, la ruta hacia
y que si padeciera de una segunda hipotermia, la cima aparece. Estoy horrorizado.
podría poner en peligro al grupo. Le dijo a Cory Sabíamos que teníamos que franquear otro
que fuera en su lugar. desfiladero profundo en la cresta, pero en ese
momento advertí que estaba lleno de dientes
“¿por qué hacemos esto? –pregunta Cory, pa- enormes de piedra, como la mandíbula de un
sando apuros para calzarse las botas dentro de la dinosaurio. Nos llevaría horas, hasta bien entrada
diminuta tienda de campaña–. ¡En verdad! ¿Por la noche, escalar por estas fauces talladas por el
qué?”. Tiene las manos tan entumecidas que no viento. Para alcanzar la cima haría falta otra no-
puede atarse las cintas. “Porque es muy divertido”, che en la montaña, pero esta vez sin tienda de
responde secamente Renan. campaña, estufa, comida ni agua. Estaríamos
Tras 39 días de embarcaciones, trenes, serpien- encaramados sobre una cornisa en un lado de la
tes y sanguijuelas; después de escalar con difi- montaña, expuestos al viento en la oscuridad, y
cultad las escarpadas caras de la cresta occidental moriríamos congelados. Es el punto sin retorno.
del Hkakabo, es el día de atacar la cima. Tomamos Cobro conciencia de que no alcanzaremos la
un gran trago de té hasta que la olla se vacía, lue- cumbre. No mediremos la altura del Hkakabo
go salimos a rastras de la tienda para recibir una Razi. No resolveremos el enigma de la montaña
paliza del viento. Una ventisca gira a nuestro más alta de Birmania. Durante toda la expedición
alrededor. El sol es una esfera fría y distante. Nos he llevado conmigo una foto de Mike Moe y Kei-
colocamos los crampones, nos enlazamos en cor- th Spencer. En esta, Mike y Keith están de pie
dada y comenzamos a escalar. Tenemos los pies sobre una montaña, llevan puestos abrigos de
y los dedos de las manos entumidos, pero el mo- plumón acolchados, cascos y una gran sonrisa.
vimiento es mejor que temblar dentro de la tienda. Tenía muchísimas ganas de colocar este retrato
La sangre empieza a bombear y el calor vuelve a en la cima. Pero no habría de ocurrir. Escarbo
nosotros gradualmente. con las manos un pequeño agujero y coloco la
Juntos atravesamos la primera de una serie de foto en la nieve. Tomo una lectura con el GPS en
grandes agujas de roca. A ambos lados, más de un nuestro punto más alto, 5 743 metros, luego des-
kilómetro por debajo, hay un océano de nubes. ciendo lentamente a lo largo de la cresta para
Si alguno resbalara de la cresta, la única forma de alcanzar a Renan y Cory. Ellos ya saben que nues-
salvar la vida sería que el siguiente alpinista de la tra expedición ha terminado. Lo único que que-
cordada se lanzara precipitadamente hacia el remos ahora es descender con vida. j
lado contrario, ambos rezando durante un mi-
lisegundo para que la cuerda no se tense sobre Ve un fragmento de cinco
una roca filosa y se corte. Esta es la profundidad minutos tomado de Down to
de la confianza necesaria en la escalada de mon- Nothing, película premiada
tañas. Así es como se va más allá de uno mismo y que fue rodada por Renan
Ozturk, integrante de la
y se establece un vínculo con los compañeros de expedición, y producida por
escalada. Es la razón por la cual escalamos. Camp 4 Collective, disponible
Nos reunimos en una pequeña proyección de en las ediciones digitales de la
nieve. “Tengo miedo –dice Cory–. En verdad que revista y en ngenespanol.com
me [palabrota] de miedo. Creo que hay que volver”. Esta expedición fue
auspiciada por una
Su franqueza descarnada resulta extrañamen- subvención de National
te consoladora. Expresa lo que sentimos todos. Geographic’s Expeditions
Pero Renan y yo no estamos listos para volver. Council y The North Face.

e l p u n to s i n retor n o 79
Lenguaje
colorido
Los camaleones se comunican cuando cambian de color,
cazan con lenguas tan veloces como el rayo y viven en
algunos de los hábitats más amenazados de la Tierra.

“Donde hay luz, los camaleones cambian”, escribió Percy Bysshe Shelley.
El poeta acertó en cuanto al aspecto científico: los cristales que reflejan la luz
en las células de la piel dan a estos camaleones pantera sus variados colores.

81
Para un camaleón pantera
joven, entre mejor pueda
mezclarse con su entorno,
más a salvo estará de sus
depredadores. La especie
es nativa de Madagascar
y África continental.
Cuando los camaleones
pantera machos se enfren-
tan, despliegan colores inti-
midantes. Si uno de los dos
no se retira, la confronta-
ción puede escalar a siseos,
embestidas y mordidas.
ÁFRICA Ambilobe
MADAGASCAR

MADAGASCAR
Antananarivo
OCÉANO
ÍNDICO

0 mi 150

0 km 150
NGM MAPS

Por Patricia Edmonds


Fotografías de Christian Ziegler

S
olo por el conjunto de caracterís- cómo funcionan sus mecanismos en realidad”,
ticas fenomenales, pocos rivalizan desde la proyección explosiva de la lengua hasta
con el camaleón: una lengua mu- la física de la variación de colores en la piel.
cho más larga que su cuerpo, la cual Recientemente, los científicos han hecho des-
se dispara para atrapar insectos en cubrimientos importantes sobre la fisiología del
una fracción de segundo; ojos de camaleón al observar al reptil en cautiverio. Mien-
visión telescópica, montados en tras tanto, en estado silvestre, su futuro es incierto.
torretas, que giran de manera independiente; Cuando la Unión Internacional para la Con-
patas con dedos fusionados en una especie de servación de la Naturaleza (UICN) publicó una
manopla con pinzas; cuernos que brotan de la nueva evaluación de los camaleones en su Lista
frente y el hocico; ornamentos nasales nudosos; Roja de noviembre pasado, clasificó a por lo me-
una estructura de piel alrededor del cuello, pa- nos la mitad de las especies como amenazadas o a
recida a una gorguera de encaje isabelina. punto de recibir esta categoría. Anderson es miem-
De todas sus peculiaridades corporales, al ca- bro del Grupo de Especialistas en Camaleones de
maleón lo define una en particular, de la que se la UICN, al igual que la bióloga Krystal Tolley,
tiene noticia desde Aristóteles: el cambio de color becaria de National Geographic Society, cuyas
de su piel. Es un mito popular que los camaleones expediciones en el sur de África han documenta-
adquieren el color de lo que tocan. Aunque algu- do especies nuevas de camaleones y hábitats que
nos cambios sí los ayudan a mezclarse con lo que desaparecen.
los rodea, el cambio en la piel en realidad es una Según Tolley, en afrikáans los camaleones tie-
reacción fisiológica que sobre todo sirve para co- nen dos nombres comunes. Uno es verkleurman-
municarse. Es la forma de comunicación de los netjies, el cual significa “pequeños hombres
camaleones, que funciona como un lenguaje co- coloridos”. El otro es trapsuutjies, que se traduce
lorido con el que se expresan sobre las cosas que como “caminar cuidadosamente” y se refiere al
los afectan: cortejo, competencia, estrés ambiental. andar lento y extraño de los camaleones, pero
Por lo menos esa es la creencia en la actualidad. también puede interpretarse como una súplica
“Aunque los camaleones han llamado la atención para conservar estos curiosos reptiles y el terri-
durante siglos, todavía los rodean muchos mis- torio que es su hogar.
terios –dice Christopher Anderson, adjunto en
el posdoctorado de biología en la Universidad de alrededor de 40 % de las más de 200 especies
Brown y experto en camaleones–. Todavía esta- conocidas de camaleones se encuentra en la isla
mos armando el rompecabezas para entender de Madagascar. Del resto, la mayoría vive en el
86 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Los camaleones de Madagascar pueden ser tan pequeños como el Brookesia micra, de menos de tres centímetros,
y tan grandes como el de Oustalet, de 68.5 centímetros de largo, que aquí se ve frente a árboles baobab.

continente africano. Gracias a las pruebas de elástico y colagenoso en el interior de un múscu-


ADN se ha descubierto que algunos camaleones lo tubular acelerador. Cuando el camaleón ace-
casi idénticos son genéticamente distintos. Más cha un insecto, abre la boca, saca la lengua y el
de 20 % de las especies conocidas se ha identifi- músculo tubular se contrae, presionando las ca-
cado apenas en los últimos 15 años. pas que se disparan como si fueran de resortes.
Anderson estudia la alimentación de los ca- La punta de la lengua tiene una forma que fun-
maleones con un detalle intrincado. Mediante ciona como una ventosa húmeda, con la que
una cámara que captura 3 000 cuadros por se- captura a su presa. La lengua se vuelve a enrollar
gundo, convirtió 0.56 segundos de un camaleón y la cena está servida.
que se comía un grillo en un video educativo de Anderson opina que los científicos tienen más
28 segundos sobre la mecánica de la proyección que aprender sobre la proyección de la lengua.
de su lengua. La comprensión en cuanto a la coloración de
Dentro de la bolsa gular del camaleón hay un los camaleones también ha cambiado y en espe-
hueso para la lengua, rodeado de capas de tejido cial, de manera drástica, a principios de este año,
camaleones 87
Un insecto sucumbe cuan-
do un camaleón del género
Calumma sale a buscar ali-
mento; su visión extrema-
damente aguda le permite
proyectar su lengua con
precisión quirúrgica.
cuando se publicó la investigación de Michel Mi- Henn lleva a Ember sobre la vara hacia una
linkovitch. Durante mucho tiempo, los científicos jaula habitada por Bolt, un camaleón pantera ma-
pensaron que los camaleones cambiaban de cho adulto de franja azul, el de mayor tamaño en
color cuando los pigmentos de las células de la la colección de lagartos de Henn. Cuando este
piel se extendían, como si fueran prolongaciones abre la puerta y Bolt ve a Ember, la respuesta es
de células parecidas a venas. Milinkovitch, ge- inmediata. Cuando Bolt avanza unos cuantos
netista evolutivo y biofísico, comenta que la centímetros, sus franjas verdes cambian a un
teoría no funcionaba porque hay muchos cama- amarillo vívido, y las púas de su dorso, su gargan-
leones verdes pero no pigmentos verdes en las ta y las órbitas de sus ojos, de verde a un anaran-
células de su piel. jado rojizo. Ember se pone más rojo, pero Bolt es
Así, Milinkovitch y sus colegas de la Universi- más ostentoso en lo que a despliegue se refiere.
dad de Ginebra empezaron a “hacer física y bio- Además, se acerca más, su boca se abre con am-
logía al mismo tiempo”, dice. Bajo una capa de plitud y despliega unas encías amarillo brillante.
células pigmentarias de piel encontraron otra Henn se retira y regresa a Ember a su jaula. De
capa de células de piel con cristales a nanoescala no haberlo hecho, me explica, Bolt habría tratado
acomodados en un entramado triangular. de embestir o morder a Ember, cuya piel casi se-
Al exponer muestras de piel de camaleón a guro habría cambiado a un tono pardo, el color
presión y sustancias químicas, los investigadores de la derrota.
descubrieron que estos cristales pueden “afinarse” Aunque todos los camaleones cambian de
para alterar el espacio entre ellos. Eso, a su vez, color, algunas especies no lo hacen tan drástica-
afecta el color de la luz que refleja el entramado mente como para sorprender a los observadores.
de cristales. Conforme aumenta la distancia entre Sin embargo, casi todos tienen otra técnica para
los cristales, los colores reflejados cambian de la intimidación física: pueden verse de mayor
azul a verde, amarillo, naranja y rojo: un desplie- tamaño. Estrechan su anchura e incrementan la
gue caleidoscópico común entre los camaleones altura de sus cuerpos desdoblando las costillas,
pantera mientras pasan de relajados a agitados articuladas en forma de V, para elevar su colum-
o amorosos. na vertebral. También pueden verse enormes
cuando enrollan estrechamente sus colas y uti-
a los siete años, Nick Henn tuvo su primer lizan el aparato de sus lenguas para expandir la
camaleón. Veinte años después, el aficionado y garganta. Al mostrar este perfil a sus adversarios,
criador tiene hasta 200 de ellos en el sótano de el camaleón luce más voluminoso.
su negocio, en Reading, Pensilvania. En las jaulas donde Henn tiene a los cama-
Hileras de jaulas de malla metálica contienen leones hembras, una de nombre Katy Perry –de
plantas para escalar y pisos arenosos donde las color rosado salmón debido a que está lista para
hembras pueden poner sus huevos. Las luces y aparearse– está al lado de otra llamada Peanut,
los atomizadores recrean los climas nativos de los rosa con franjas oscuras porque ya se apareó; está
reptiles. Para evitar que los animales se desqui- gestante y lleva sus huevos. Si a Katy se le acer-
cien entre sí, Henn coloca las hembras donde cara un macho que la impresionara con su cor-
no puedan ver a los machos y los machos, don- tejo, o baile de balanceos a los lados y arriba y
de no puedan ver a las hembras ni a otros ma- abajo, ella podría ceder y permitir que la monta-
chos rivales. ran. Si ese mismo macho se acercara a Peanut,
Ember, un camaleón pantera macho joven, es esta se tornaría mucho más oscura, con manchas
de los llamados “de barra roja”, variedad nativa del brillantes, y abriría sus fauces de manera amena-
distrito de Ambilobe al norte de Madagascar. Su zante hacia él. Si este persistiera, ella empezaría a
torso tiene franjas rojas y verdes tipo cebra, ade- sisear o trataría de morderlo.
más de una color aguamarina en cada costado, Tanto los camaleones machos como las hem-
como un coche de carreras. bras son polígamos. La mayoría de las especies
90 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Los cambios de

Código de color color tardan entre


30 segundos y dos
minutos.
Los camaleones pueden cambiar rápidamente su apariencia
en respuesta a la temperatura, el ambiente y el estado de
ánimo. Recientemente, los científicos identificaron un factor
clave de su habilidad para hacerlo: estos reptiles pueden
“afinar” las distancias entre los cristales a nanoescala en
su piel que reflejan la luz, lo que crea un espectro de colores.
Camaleón pantera
Furcifer pardalis

Bajo la piel
SUMISO NEUTRAL ESTIMULADO
Un camaleón se oscurece cuando necesita demos- En descanso, por lo general es verde o pardo Los colores vibrantes pueden señalar
trar que no es una amenaza (por ejemplo, después para combinar con el ambiente. Las longitu- agresión o deseo de aparearse. Los
de perder una pelea: dispersa melanina, un pig- des de onda azul y verde se reflejan en los cristales se separan, lo que refleja
mento oscuro, en las capas superiores de su piel). cristales estrechamente agrupados; la roja las longitudes de onda amarilla, ana-
y la amarilla los atraviesan. ranjada y roja.

LUZ Eritróforos
Xantóforos
Estas células contienen Las células con pigmentos
pigmentos amarillos. rojos generalmente están
en las zonas de la piel que
forman franjas.

S
MI
D ER
E PI IS
RM
DE

Melanóforos
La melanina en estas
células se mueve
hacia arriba, cuando 150
el camaleón es micrones
sumiso, y hacia (cerca
abajo, cuando está del doble del
Iridóforos
diámetro de un
estimulado. Estas células cabello humano)
contienen los
nanocristales.

El poder de los cristales


Uno de los elementos estructurales
del ADN, los nanocristales transpa- EN UN CAMALEÓN
rentes hechos de guanina, forman EN DESCANSO, LOS LOS CRISTALES SE
CRISTALES FORMAN DISPERSAN CUANDO
un entramado. Su grosor, espaciado UN ENTRAMADO UN CAMALEÓN ESTÁ
500
e índice de refracción determinan ESTRECHO. nanómetros ESTIMULADO.
qué color se crea.
MANUEL CANALES; MEG ROOSEVELT. ILUSTRACIÓN: SHIZUKA AOKI
FUENTES: DEVI STUART-FOX; RUSSEL LIGON; KRISTOPHER KARSTEN; MICHEL C. MILINIKOVITCH,
JEREMIE TEYSSIER, SUZANNE V. SAENKO, DIRK VAN DER MAREL (FOTOS INSERTAS)
Después de que estos
camaleones pantera se
enfrentaran por una hem-
bra, el ganador aún ostenta
los colores de pelea, mien-
tras el perdedor adquirió un
color oscuro de sumisión.
Madagascar es hogar de más de 40 % de las especies de
camaleones. De arriba a la derecha, en dirección de las
manecillas del reloj: un camaleón de O’Shaughnessy
duerme aferrado a una rama. Las protuberancias rostra-
les –que ayudan a que individuos de especies similares
se reconozcan y pueden usarse como armas de pelea–
adornan los hocicos del camaleón de nariz larga, del de
Will y del de Parson, una de las especies mayores.
ponen huevos, pero algunos paren sus crías
en sacos translúcidos parecidos a un capu-
llo. Los camaleones no crían, así que los
jóvenes están por su cuenta desde que salen
del cascarón.
Para evitar a las aves o las serpientes que
los cazan, los camaleones han desarrollado
formas novedosas de esconderse. La ma-
yoría de las especies son arbóreas; cuando
estrechan su cuerpo, son suficientemente
delgados como para esconderse en el lado
opuesto de una rama. Si los camaleones
que habitan en el suelo ven un depredador,
aclara Tolley, algunos “se hacen la hoja”,
retorciendo sus cuerpos para que parezcan
hojas arrugadas en el suelo del bosque.
Los camaleones pueden esconderse de
algunas amenazas pero no de la agricultu-
ra de tala y quema que destruye sus hábi-
tats. La UICN clasifica nueve especies en
peligro crítico, 37 en peligro, 20 como vul-
nerables y 35 casi amenazadas.

tolley y su equipo han identificado, en


Sudáfrica, Mozambique, Tanzania y la
República Democrática del Congo, 11 es-
pecies nuevas de camaleón desde 2006. La
profesora, nacida en Massachusetts, ha
estudiado los camaleones en África desde
2001 y trabaja para el Instituto Nacional
Sudafricano para la Biodiversidad en Ciu-
dad del Cabo. Cuando un estudio gené-
tico confirma que un camaleón pertenece
a una especie nueva, “se siente que no
solamente estás escribiendo un artículo
científico al azar que nadie va a leer –dice
Tolley–. Estás logrando algo, y esto va a
durar para siempre”.
Inmediatamente señala que “al mismo
tiempo que pienso ‘vaya, esto es muy bue-
no’, es horrible. Veo a los pequeños cama-
leones aferrados a sus ramas mientras el
bosque se destruye”. El ciclo vital del camaleón de Labord
Al describirlo, su voz se quiebra. “No pue- dura solo un año. Algunas especies
pueden vivir una docena de años en
do evitar pensar que ojalá nunca los hu-
cautiverio, pero menos de la mitad
biera encontrado –explica–, porque si esto de ese tiempo en estado silvestre.
no se detiene, pronto estarán extintos”. j
96 nat ional geo g raphic • sep t iembre de 2015
Christian Ziegler, radicado en Panamá, ¿Los sujetos de este artícu- triste: darme cuenta de lo
estudió ecología tropical antes de con- lo te sorprendieron? Todos pequeños que son los hábitats
vertirse en fotoperiodista. Sus imágenes los días, con su asombrosa que les quedan. Los camaleo-
de ciencia, conservación e historia na- conducta de cacería y su nes, junto con otras criaturas
tural han ganado premios de World belleza extraña, pero mi de Madagascar, en verdad
REBECCA HALE
Press Photo y otras distinciones. mayor sorpresa fue también necesitan nuestra ayuda.

97
TESTIMONIOS DIARIO DE UN FOTÓGRAFO

Sapo de Fowler Anaxyrus fowleri

Arte desde
D
urante su niñez en el sureste de
Indiana, Joshua White solía tum-
barse en el jardín de su casa para
un jardín observar hormigas y escarabajos.
Encontraba en aquellas pequeñas
estadounidense criaturas una sensación de asombro y se esfor-
zaba por entender los misterios de la naturaleza.
Capturaba sus descubrimientos entomológicos
en frascos de encurtidos, vasos de unicel o en sus
Por JAMES ESTRIN
Fotografías de JOSHUA WHITE propias manos.
White creció y se volvió un artista. Hace poco
se mudó a Carolina del Norte, donde pasa mucho
tiempo como lo hacía en su infancia: camina cer-
ca de su casa y examina los alrededores cuidado-
samente. Lo que ha cambiado es que ahora capta

98
Mantis religiosa Familia Mantidae

a sus sujetos diminutos con la cámara de un celu- exóticos para tomar una fotografía interesante
lar, lo que le permite interpretarlos artísticamen- –sostiene–. La belleza todo el tiempo está a nues-
te y compartirlos con espectadores más allá del tro alrededor”.
jardín de su casa. White está convencido de que la mayoría no
Ha plasmado su pasión por la naturaleza en su piensa lo suficiente en el mundo que habitamos
proyecto “Estudio fotográfico del jardín estadou- “o que ocurre bajo nuestros pies”. Las fotografías
nidense”. Sus tomas en tono sepia y el despliegue que comparte –en Instagram y Tumblr, así como
del diseño tienen el aire de los elegantes catálogos en museos y galerías de arte– exigen con delica-
científicos de especies del siglo xix, que se dibu- deza que prestemos atención a los seres que, en
jaban a mano. muchos sentidos, conforman los cimientos del
Darwin viajó grandes distancias para observar ecosistema. Aunque es frecuente considerar que
y esbozar plantas y animales en lugares casi inac- estas criaturas son molestas o plagas, las imáge-
cesibles, pero White documenta los que abundan nes de White nos piden no solo reconocer que
en la vida cotidiana y que rara vez se consideran están aquí, sino que además son fundamentales
dignos de atención. “No hay que viajar a lugares para la vida. j
Rudbekia Rudbeckia fulgida Tábano Familia Tabanidae Ciempiés Chilopoda

Clemátide Clematis sp. Sapo Anaxyrus sp. Fruto de achira (diseccionado) Canna sp.

Concha de caracol común de jardín Clase Gastropoda Ajo silvestre Allium vineale Insecto plecóptero Perlidae sp.

Ratón Peromyscus sp. Bellota Quercus sp. Plantas de la Familia de las Asteráceas
Seta Omphalotus sp. Ardilla gris de las Carolinas Sciurus carolinensis

Plántula de acebo Ilex sp. Clemátide (pétalos eliminados) Clematis sp.

Los guías de White


en sus safaris fotográ-
ficos son su perro
Coco y su hija Virgi-
nia, quien orgullosa-
mente le señala posi-
bles modelos. Cuando
plantas, insectos y
animales pequeños
captan la atención
de White, los lleva a
casa y los fotografía
con su iPhone sobre
un fondo blanco.
Ortiga de Bull Solanum carolinense Grillo Familia Rhaphidophoridae
Después de convertir
las fotografías en
imágenes en blanco y
negro, agrega un filtro
llamado Earlybird.
Todos los ejemplares
mostrados se halla-
ron muertos, excepto
el sapo de Fowler;
White lo fotografió
rápidamente antes
de liberarlo.

Lampazo menor Arctium minus Guaje Lagenaria sp.


Huevos de ave paseriforme Familia Passeriformes

Lunaria Lunaria annua Zarcillo de vid silvestre Vitis sp.


Clemátide (pétalos eliminados) Clematis sp.

Los temas de White no son raros ni exóticos, al menos no


en West Jefferson, un pequeño pueblo en las montañas
Blue Ridge en Carolina del Norte, donde vive. Sin
embargo, se pregunta si en 50 años parte de la flora o
fauna que ha fotografiado estará en peligro o se habrá
extinguido debido al cambio climático. Aunque se
interesa en la belleza inherente de los temas que elige,
White espera que sus fotografías hagan que los
espectadores rememoren los encuentros con la
naturaleza que tuvieron durante su infancia.

un jardín de estados unidos 103


Bajo la lupa
Por Bill Bonner, archivista de National Geographic

Guardia armada
En Teherán, Maynard Owen Williams fotografió la puerta de Bagh-e
Melli, entonces una de las entradas al complejo del Ministerio de Guerra,
mientras trabajaba un artículo para la edición de octubre de 1931 de
National Geographic. La estructura de 1906 hace eco de la arquitectura
persa tradicional, pero una mirada a través de la lupa revela un giro
moderno: azulejos decorativos con ametralladoras adornan su fachada.
En la actualidad, la puerta sigue en pie y las ametralladoras perma-
necen; sin embargo, las banderas a cada lado de las armas del mosaico
fueron pintadas para ocultar la imagen central del león y el sol, antiguo
símbolo de los gobernantes iraníes. —Margaret G. Zackowitz

MAYNARD OWEN WILLIAMS, NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE


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