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José Rafael Paz Psicopatologia Sus fundamentos dinamicos Ediciones Nueva Visién Buenos Aires Encontramos aqui la convergencia de las dos unsiedades: laustro y agorafébica. La primera de ser capturado y destruido dentro del objeto en el cual se ha irrumpido con violencia. La agoracbica, do, perderse en ol espacio animista resutante de la fragmentacién del “self” y del objeto. Bibliogrofia 1, Freud, S., “Anilsis de la fobia de un nigo de cinco afos", en O.C, It P. 566. 2. Gero, G., “Defense in Sympton Formation”, en Journal Amer, Prychoan ‘us, 1983, vol. 1 0 1 13. Grinberg, R. de, "Caractrstica de ls rlaclones de objeto en una ein teofobia", en Reo. de Pricoan, 1959, vol XVI, n¢ 2 4, Liberman, D,, Le comunicacién en terapéutica pricoonalitice, Eudebs, 4908, exp. VILL 5. Mom, J. a) “Algunat consideracones sobre el concept de distancia en las fobins’, en Rev. de Pricoan, vol. XI, 1856, n° 4; b) “Arpectos tel cot y tdenios en Las fobiasy en ls modaldades fbicas, en Rev. de Pecos, vol. XVHL, 190, ne 2; ¢) “Consideraciones sobre el concepto de fobia en ‘eacién con algunos arpectos de la obra. de Melanie Klein", em Reo. de Paton. wal XIX, O80, n6 1.2 8 Segal, H., “Note sobre mecanismor exquizoides subyacentes en Ia for. rmacién de hi fob", en In. J. of Paychoan, vol. XXXV, p. 238 3 Neurosis obsesioa Estudiaremos los sintomas caracteristicos de este cuadro, inten- tando establecer relaciones estructurales entre ellos y con otras formaciones patolégicas. ‘Como ideas obsesicas se engloban a diversas experiencias que tienen el rasgo comin de ser vividas como “mentales” y no ente- ramente gobernables por el sujeto, Pueden ser representaciones aisladas 0 configuraciones ideativas complejas; en este caso corres- pponden a sistemas obsesivos, los que a veces pueden mostrar una, arborescencia rica 0, por el contrario, trasunter ya en Ia super- Ficie na temitica monstona. 200 Yroducen angustia tanto por el contenido penoso que pue dn tener (‘ideas “nesras") como por sumir al erfermo en juego fnticipatorins inguietantes. Por ejemplo: ideas aeerca del future die Toque ocoresi, premoniciones nefastas. Tigicos som los di Jemas sin salida satisfactarin ("en tn nastragio, teniendo sok Ja posibiidad de salvar a uno, ga quién veseato?, gx mi maride ami hijo”), El clima vivencial que acompaiia a estas eucubraciones ¢ frecuentemente de “responsabilidad moral"; veces, como en ¢ ciemplo me ivamente congriente con el tema et uestifn: en muchos otros easos no: el contenido insignificante se translorma en cuestidn ‘ltima y vital pacientes perciben y suiren la discordancia: la angus famente del cantenido de lo que se piens sino del no poder deiar de pensar En estos casos el carieter parasitario de In prod iva ex plenamente.autobjetivado: existe concencia de enfer edad. Diferenciamos entonces dos motivos de aasiedad. El prs mero obedece al contenido mismo de las ideas. Corresponde a respuesta de Yo frente al contacto con derivados de las pulsione: Driginarias, pero ya incluidos en sintomas. Aderais, en estos pa ciontes, la ansiedad se expresa mezclada con derivados afectivo: no muy alejados de impulsos lbidinales y ngresive “anale:", qut Je dan tn matiz peculiar de tenacidad-posesién, A diferencia del fébico, en donde el eje cercania -distancic adquiere las caracteristcas libidinosas que en su oportunidad des cribimos (es decir un movimiento centrifuge-ceniripeta). Ia eroti ‘acién obsesiva se da en una circularidad de posesion y fracaso frecuentemente en el hastio o en el no poder librarse del objete hasta entonces poseido (pasivo) trocado en poseyente (activo) El otto motivo de ansiedad surge como reaccién frente 9 la pérdida de Ja propia autonomla, al sentirse invadido por elu ccubraciones parisitas, que ademés, en términos de fantasias, re fuerzan Ia vivencia de pasividad recién sedalada, Se suele observar In siguiente secuencia: en un primer mo: mento una idea 0 un sistema de ideas es placenteramente aco- ido y se inicia la cavilacién (puede no obstante existir un trasfondo de inquietud que expresa lo que teéricamente con ceptualizamos como angustia sefal, que anticipa el desenlace ca tastréfico del proceso). Luego de un tiempo, ‘al cavilacién va tornindose displacentera ¢ intenta ser expulsada (por ejemplo ayudindose mediante algin tipo de actividad motriz) en busce ‘de un estado de “vacio-limpieza” 0 sustituvéndola por otros pen 20 sumientos que, esos si, tengan sentido, sean stiles y mejores. Al contaminarse los pensamientos nuevos”; se inicia un nuevo ciclo “Todo esto ha sido descripto como erotizacién del pensamien- to, de acuerdo al modelo clésico de desarrollo de la libido, puesto ‘que fracasa la neutralizaciOn paulatina de catexias en el proceso sublimatorio ideativo normal. Mis adecuado quiz, serfa hablar le pregenitaizacién del pensamiento. ‘Lo que ademis complica las cosas es la imbricacion de todas estas cavilaciones on sistemas objetivos de rendimiento, en los ‘que se mezclan las rutinas y eizcularidades de las distintas acti- vidades con los estereotipos propios del sujeto. Es una enajenacién que se incluye en otra. Debemos tener esto presente pam ver cudl es el continente que se ha roto en muchas descompensaciones: si el sistema vicariante externo (Jos soportes institucionales obsesivas), o el interno. Y éste, a su ver, si por un déficit en el mantenimiento de las estereotipias © por tina. distonia, potencialmente itil en tanto esbozo de conciencia de enfermedad. Hemos descripto hasta ahora la produccién de ideas obsesi- vas (los representantes ideativos en sus cadenas de derivados) y los afectos que suelen acompafiarlas. "Agreguemos que tales pensamientos pueden tener lugar sin ‘que exista una respuesta vivencial de angustia. Hablamos en- tonces de aislamiento; este mecanismo expresa Ia. disociacién ope- rando en organizaciones anales, y por lo tanto frente al micdo « Jas palsiones agresivas y libidinales, propias de ese estadio. ‘Las ideas pueden hacerse conscientes en tante la carga emo- cional ha sido separada de las mismas, Pero cuando la escisién ¢ intensa, reiterada y se constituye en sistema, es todo un seg- mento del “self” el que queda desconectado. En estos cases, es freeuente que el paciente Se extrafe de su no sentir. La despersonalizacién obsesiva, que sucle ser bastante fre- cuente se da asi por Ia progresén de aislamietos. En une des personalizacién esquizoide franca (del periodo inicial de una esquizofrenia, por ejemplo), lo masivo de la escisin y el carter nuclear de la misma constituyen la regla. Es obvio que, como en todos los casos, acentuamos las dife- rencias; Ia clinica se encarga de mostrar las transiciones. Lo que més arriba describiamos como sustitucién de unas ideas (malas) por otras (buenas), 0 la eliminacién de las primeras me- dinate uaa linpiezaexpulsiva conesponde « los ferémenos anu latorios. 202 En ellos el objetivo es eliminar algo que Iu existido (un ppensamiento’ que ha sido pensado, un acto realizado). ‘Estamos frente a fantasias omnipotentes, que se introducen ‘mmaginariamente en la dimensién ya inaccesible dsl pasado part cambiar lo que fue. Vimos antes a la actividad obsesiva gastindne en of control jo acpi, nai cambio, I face ol anlacn je lo que ‘Detengémonos en este punto, para ‘Rferenciar las producciones simbblicas obsesivas del pensamien- to normal, pues las formas che racionalidad aparentes de aqudl pueden vcultar el cardeter atcaico que en realidad poseen ‘Comsideremos la anticipucidn. La heros estudiado como fun. cin erueal del pensamiento, en tanto secrea en el mbito sim- Fulico un contexts de posibilidades sobre el cual el “i viviendo” se insertard Para realizar tal apertura ao posible es necesario contar en vineatos internos buenos que inconscientemente impregnen con e peranza (confianza) 1o indeterminado que por definicién carac- feriza al futuro. TEs decir, si se acepta la indeterminacion, ‘0 posible 0 lo probable, es porque se eonfia en trazar en el seno de la realidad tina Tinea propia La busqueda de certeza absoluta que caracteriza al pensa- rniento ubserive trasunta el "no contar eon” (objetos buenos) ln que el despegue del presente tiene que hacerse por el camino tie lo seguro, to claro y/ 0 aistinto.” ‘De aqui surge la tendeneia. x incluir sus eavilaciones en sistemas favorables de pensamientos ya dados culturalmente (16- ices, mateméticos, fileséficos), La praxis Inns, en tanto expericnciatrunsformadora, 6s sividida y accntuad unilateralmente uno de sis’ componentes, El pensar del absesive se emparenta aqui con el esquiznide pero la generaidad de fiiacion no Jo define. En cierla medida hay un fracaso de lo esqsizoide en tanto retraceién y recrcacion autista, pues no puede dejar de pensar ren fa realvad”. La hisqueda de instrumentes. precisos v om mipotentes para moverse en ella dice de su) conexién, relativa ‘con la misma. Pero ademis, ln temética de la certeza expresa, como lo sefiala Frond, la duda profunda respecto de su capacidad de amar, SP Redeem ha dectiptn contro reylas fondamentales que satifacea le ectsdad olwesva: 1) de esactitud; 2) de no ser perturbedo: 3) de puret Ue peneamiento; 4) de perfecién y cerns (en 5) 203 si bien esta duda es en {inconsciente) de que odia Estamos de lleno en In doble faz de los sintomas neuriticos. no aqui en el sentido de expresién transaccional de impubos y defensas sino de las significaciones dobles que encierran En efecto, el duday trasunta un saber angustioso que el ohse- sivo intenta soslayar: «que existe dentro desi lo agresivo y lo La biisqueda de certeza se ubica asi en dos planos: x uno ‘5 la climinacién de la duda, de To inseguro o indeterminado. Es la idealizacién de lo cierto 0 5 sién, a través del pensar omnipotente, eterminado. En términos de expericncias infantiles y' de rulbio nes, de lo sucio y To agresivo. Es ademés, la restauracién de experiencias anales de Ia certeza supone, estructuralmente heblan lo, una situaciin de fusién Yo-ideal-ideal del yo. en In intempo- ralidad del inconsciente. La “otra certeza” es Ia que proviene del saber que se alber gan impulsos reprobables. Proviene del Yo parasitado por una relacién con un Superyé que admonitoriamente censura al ricleo infantil pulsional; “eres sucio y mal La certeza (primera) en su claridad y limpieza restaura quella armonia narcisista, pero eliminaria, en el ejercicio mismo de su funcién al objeto superyoico (esqueméticamente al padre) por lo que se transforma en arma, De ahf que la duda puede entenderse como certeza del Su reryé y del Yo que tienen que ser mantenidas en ef equilibria de la oscilacibn, no de la sintesis, para no consumar lo prohibido Por lo tanto, el conterto latente bisico es de sometiniento superyoico, con aceptacién del repudio internalizado a aspectos del skmismo considerados como males. EI problema del obsesivo, entances (como el de eva estructura. psicopatolégica) no’ se define por uno de los lérmi- ros del conflicto sino por la articulacién reciproca entre ell Retomemos el dilema del naufragio; en ese caso el anal pudo mostrar la omnipotencia subyacente a In preocupacién, pues- ‘0 que la paciente se constituia, en la fantasia, en arbitro de la vida o la muerte de su marido y de su hijo. En ¢sa linea de omnipotencia ambos representaban filos - hheces a los que ella podla eliminar “haciendo correr el gua’, © por el contratio, restituir as. Este es el-punto de insercién de Ia omnipotencia que in tenta negar Ia pérdida de los propios contenidos (herida naréi- una defensa, respecto de la certeza 204 sista), que son llevados por el agua (inodoro), cumpliendo asi con la Ley (Supery6) en el nivel anal del desarrollo nis tt gen siotematoldigicn: el de Ine aeatar y sitar ilerencia weside et le snayor congleidad he To lien ¥en slativanent elemental de lo pincrs. "Eventwalmente se organizan dando lugar 4 ceremoniales absor bontes que constitayen la “religidn privadu” que se elircrs Frevd (2, ¢.). 'No silo Ia forma, sino también el ritiwa de os distintes actos tiene importancia para que "valgan”- Ese valor migicu puede precisase en algiin contenido dle finido 0 quedar en a bruma de la indeterininaet El enttelazamiento de los actos. los va. realimentando, in ndose de a poco en los ritmos libidinal y repetitivas. 0, apayindose en tor auellas act bre todo privadas, en las que ya exlste en cierto jucg actos, grstos y titmas. Tipicamente, lor que rodean cL comer, el dormir, el aseo, lay eclactone.sexvales, ete Dichas actividades tienen el cardeter dle proparatives para Ja aceign final, y fr significados magicos que incluyen son om partidos, pertenecen lis sistemas consensuales de depostacion redid veal, ces ejemplo, Tavarse las munos cumple Ja Fanciba abjtiva de climinar gérmenes antes dealimentarse, pero dentro de tal orma 0 logro civlizado se tallan ubieados lox temores univer: sales a envenenamientos, bichos, ete. Pero en el balance normal la meta predomino, Mis atin, el acto de asea puede ya situarse en el ontexto de. goce ral alimenticio. Es'in placer lavarse las manos pues rio quiere deci ‘que luego se va a come Enel desprendimiento obsesivo de las acciones de su fun cin instrumental el lavarse las manos se transforma en met, qe ‘mina Ia perspectiva gozosa posterior. Pero abn mis: esa limpieta puede adquitir un cardcter auto- agresivo legando a imitarseo lastimarse. Aqui ya se ha producido Iv irrupeién franca del sadismo y Ia religion, pivada muestra su trasfondo sado-masoquista, Estas actividades van recubriendo la. rutina, abarcando de a poco mas y mis tiempo y asumiendo rasgos. ;rogresivamente bbafrocor y grotescs. TEs comin que In familia se adecie paulatinameate a tales peculizidades, con la eventual absorcién de. akyimos. de sin Flembros. 205 Los conflictos y rifias que pucden suscitarse por In inte: rrupcién de los ceremoniales son sumamente caracteristicos y es freevente que el paciente, en el fondo de si, conserve concencia de la irracionalidad de sus actos, pero sintiéndose impotente para smodificrlo. ; Un pirrafo apartt’ merecen Jas ideas complkives de sel zat actos que reprucban 0 Tos angostian (3 invultar, mastrbar- se, arrojarse a las vias del tren, a proferir gritos en ceremonias solemnes). La coercién puede llegar a. ser agobiante y tratan de aliviaria apelando a rtueles 0 pensamientes que cumplan In funcién de contrapensar lo anterior, hasta que éstos tampoco resultan confiables © sc contaminan y “no se los pueden sacar de la cabeza”, por lo que necesita a su vez neutralizarlos. Sinteticemos el obseivo se defied de furs impues dinosos y agresivos de rafz ona, los que al emerger por e fracare de ta represén dan lugar a ln mocilizacién defensiva ques con ceptualiza como anulaién, aslomiento y formactén reactive. Esta ultima, segiin sabemos, se define por su ri rmanencia y por poseer un sentido opuesto Ie pulsiin 0 ‘Desde un cierto punto de vista puede consider tipo de defensa exitosa, en tanto constituye una cristalizacién con- dlctual que elimina Ta necesidad de ingenitrelas con detntas téenicas para lidiar con los impulos. Su basamento criginario se hallaria on ta reversibilidad di reccional propia de Ine imples, expresada por Frend on "Toe instintos y sus vicisitudes” (2d) como la posibilidad de trans- formacién en lo eontrario y de welts cont Ta propia persona Esta flaciin permite comprender la unién entre I Tora cin reactiva, concebida como racgo estable, y el maoquiemo. estudiado por Freud en aquel mismo articu Es caracteristico de esta defensa la infiltracién por impul- ses, que obliga de continuo a crear nuevas eapas que inviertan 4 sentido de To previo. Al estudiar mecanismos: defensivos vimes ‘el ejemplo de la amabilidad y cortesia constituidas en forma- ones reactivas frente hostilad y rechazo, y In eventsal rebe- Iién ante aquélla expresindore en actitudes de desapego agresivo también fijadas en maneras estables de relacionarse. : Podria pensarse que estamos simplemente en presencia de un retorno de fo reprimi, y hay casor en que es as pero lo que permite postular el mecanismo antedicho es el andlisi estat’: Fico, a veces sdlo discernible través del método psiconnalitic, Hemos visto hasta este punto las formas defensivas y ks pro- ductos sustitutivos y formaciones reactivas, asi como el emparen- 206 tamiento de los mecanismos defensives propios de esta neurosis con otros mis primitives. ‘Los impulsos a los que hemos aludido reiterademente son los propios de la nal, Coma saber, durante si acmé tienen Togar aprenizajes fondamentales, que corresponden no s6lo a ccontencién esfinteriana, sino of control activa de la musculatu la deambulacién, el aprendizaje del habla y los consiguientes cam bios en las capacidades simbélicas Fijacién en la etapa anal supone entonces fiacién “a todo esto”, vieisitudes que en el inconsciente se estampan como temones ‘especificos y omnipotencias también especificas. De aqui surgen les micdos a ensuciar (con heces) 0 gol pear (misculos) y el privilegio mégico del pensay, erotizado en Ja analidad posesiva pero con estructuras ya comple. ‘La importancia de los ritmos y los tiempos mace también de aquella fuente pulsional, en conflicto con el tiempo y el espacio "sociales", que se hacen presentes a través de kes _mediaciones familiares: “hacer las necesidades en tal momento y en tal lugar” Por esto el absesivo muestra permanentemeste Ia tensién sumisién-rebeldia, que constituye uno de sus rasgos caractero égicos fundamentales, junto con la tenacidad, obstinactén y aspi raci6n a la frugalidad. ‘Sus actividades mégicas se hallan circunscripras a Jo priva- do y secteto, o inchuidas en los sistemas de gestos convencionales. De agui Is sceptacién que el obsesivo tiene de la cultura, en su sentido més primario: objetos integrados como instancia' super yoica frente a la cual se dan rebeliones periodicas. Estas rebeliones, que pueden ser por cjemplo “tiestas de suciedad”, 0 de masturbacién, 0 de desorden, suponen interna- ‘mente una liberacién del sojuzgamiento, por Jo que pertenecen 4a familia maniaca, pero transformadas ¢ includes en tna orga- nizacién neurética especifi ‘También dicha actitad puede tener Jugar simulténeamente en distintos sectores de vida. Es tipica en este sentido, la con- ducta de un paciente que siendo sumamente escnipuloso en sus actividades y en su petsona, tenia cajones secretos con un gran desorden acurmulativo, en los que amontonaba pequefios objetos initiles, papeles vencidos, etcétera. En su fantasfa dichos cajones iban adquiriendo un doble sig- nificado: por un lado podian estar enos de objetos valiosos, que por descuido habrian Negado hasta alli: “...quien sabe qué ‘cosas tengo". En otros momentos suftfa crisis de_ desilusin: “vs.todo no es mis que un conjunto de perquerias”. “Analicemos estas situaciones. En primer lugar aparecen los ccajones como tipicos “cajones de fantasias” (G. T. de Rodrigué). 207 ts En albergucs sind por a clos entca poyct vamente tng parte del esquema compor- que coresponde Fecipiente ‘natoral(ampolla recta)” Simutancamente Tay ‘una iealzactén de Tos proptoscootenids y una prohibicin de acc soa los mismes, en vaivin con crise nigratorias y expub vas (observar el parenesco con el citeulo melon ‘Ack, dicho sta de paso, tenes una respuesta para laa rente paradoja de la Hactn a situaiones futantes ¥ grt Catoriat: Ta posible insstencia parental en lo atingente con trl esfinterano, limpiesa, eter (en convergent cual ‘con pulsions Tntensas, no! descartables) supone el rechuso de tale impulses y contenidos per también, wu secret tdeatizacién Los cajones pasaron ser representantes dl propio inter, de acuerdo a as pautas de indlserimfnacion anal, elaconades pero Aistintas cualtatvamente, on indiferenciaciones mis arenes, En este caso la indiferenciacién era fundameatalmente cloe- «al, y's bien en planos mks profuados substan las eeusc. tes Reees = nfo, fa estructura global mostraba yu cl dos, por ia pérdida do un interior femenino, si blem reller, en el con slomerado que contenin los cafnespodta haber “cuslquet cont Nos encortramor de nuevo conta indetenninaién pero: sando a favor" por asf decir la temdticaimaginativa co Sila & ta de las namactones acerea de tesoros ccondidoe. En tanto neuro, todo eto se da en la opacidad exilante catre et imaginar "tds Io que habrs” yt wlgarded Se sabe {Fuicio de realidad conervado) que son “nada mas que papelec 1A veces, ete juici de realidad tuna masivamate poo ya ineosporado al sstoma marogusta de relacon con el Supenys (se cordar la raciin esteblecida por Frend entre pci de realidad ¥ Supery6), en la medida que el saber que no son més qus pape: Tes se degrada en no son mus que : Nos encostrmor entoncer con fa njurianarcssta, Si To cs ala anulactin concebida tambien como. limpray atomic ca wn ipo pita de tna de anc Kee 4 lo" propiosImpulss, podemos comprender a paula interna, laada de" sometimiento, que ex la que tiende er explsada cn lat fests manacas de los obsesives En elles jstamente er en quienes se visuliza de manera cruda la dificoltad par libre de ln opresion yt teaneniad de las estructoras‘nconecentes de contencgn y sometinient. De ahi que la rigdfeacin en una neurovs de carder sea la sala més frecvente,ubicando todo el stere defensivn tt stare en eben de fbn -sometininto” Yo deel Yo 08 Esto es Io que sucle conceptualizarse como gratificacién nar cicista secundaria producida por los sintomas, #n los caractere obsesivos. HE pnnto de fijcion predominaite del obsesivo (anal secundario) hace que el complejo edipico sea vivido fuertemeste teiido de com ponents akresivos” Desde este panto de vista nor podemos encon tar dentio de la misma configuracién neurética global, con uni ttradieiin que va desde aquellas estructuras obsesias compensa dias en las que los controles de impulsor mucstran transcione hacia formas instramentales y adaptadas de manejo de la realidad hasta cuadros en los que los componentes megalomaniacos anaes la magnitud del sadismo (defusion por regresér. instntiva, dead 1a perspectiva clisia), 1a naturteza predominantemente. ost! de Ins introyectos parertales unidos en la escena primava, las an Sedates de castracion menos precisamente polarizadas ytendiend« 3m isin paranoid» hpmendras, costes ans ‘on formaciones perversasy pelcbticas. Como sabemos, egin ol es ‘quema de Abraham, las ristas se hallan “inmediatamente hack Strés" del cuadro aque nos ocupa. "Estricturalmente, la organraacién superyoica pose una grat severidad manifiesta frente "lo Instintivo™. Pero el carder shai oval conan de tal severidad noe bien rote « Drimitvismo de esa organtancion aparentemente ipertial. Le {eoria abjtal nos da la resoluidn de la aparents parado: la oF fanizacidn moral manifiesta corresponde aun proceso de elabora Gidn y relative neutralizacion (no en el sentido metapsicol6git ‘stricto de modifieacion cvalltativa de la catexs sino de contre) ‘de una organizacion objetal primaria y seductora (corropta) qut tiende a avrastrar al Yo (a fo nuclear del self) pero rechazande parte de sus componentes ("Io cio"). EL suesio de_un paciente con estas caracteristicas consistin er lo siguiente: “Entraba a un parque 0 una plaza andando en bici ‘lets Estaba oscuro, era de noche. Pedsleaba con esfuerzo, tenie Ta sensacién de estar haciendo algo peligroso. Se acercaba un guar didn 0 un poliefa que me iba a hacer la boleta. Cuando me exten: cia el papel Tela decia "Miers, Me despetaba muy angur tiado.” El agilisis det suefio mostré la simbolizacién de un coito representado por el “andai en bicicleta™. La duda acerca de s setrataba de tn parque o una plaza adquirié gran importancia 26 ‘a pesar de que manifiestamente constituia una cuestion banal. Pero, profundamente, parque y plaza, correspondian, respectiva- sente, a masculino y femenino. De ah{ que la duds bisica reidiera en quién penetraba g quién, y, por fo tanto, cudl era el sexo El detalle del esfuerzo es caracteristico: corresponde a Jo muscular que impregna las distintas actividades. Se ha seialado en este sentido la hiperpotencia eréctil que pueden tener estos pacientes, junto a una incapacidad orgéstica relativa, puesto que {o importante es el apiarato flico muscular més que la ereccién intl en una secoeneia que I tscende como met. El esfuerzo expresa la obediencia, el acatamiento al superyé; no obstante él peligro acecha y culminard en el fracaso relative dee caboractn onrca en tanto ene un deserace de pte ‘Guardién 0 policia: nuevamente la disyuncién dubitativa en 1s identidad manifiesta de los representantes de Ia ley (del padre), ‘pero ademés, con una gradacién en la peligrosidad de uno y otro, ‘La boleia es el castigo, sin duda, pero con una doble sig- nificacién: por une parte constituye un éxito desde el punto de ‘vista del cuidado del reposo, asi como lo es como logro cultural, puesto que el policla o guardidn no ataca directamente al sujet bir; pero el retorno de lo reprimido se da masivamente en el acto apaentomentesubimatorio,y que muestra, or Io tnt, sv indole reactiva. Lo fecal aparece directa y agresivamente (recordemos también que en el “argot” portefo “hacerle a uno Ta bolets” signi fica matarlo) procedente del guardién o policia. EI personaje superyoico expresa entonces las pulsiones de tal forma que las disoeiaciones del estado de suefio no sirven para contener la situacin y el paciente despierta ‘Cabria preguntarse si el guardin o policfa es un representan- te de ambos aspectos, el superyoico y el pulsional, o si representa ‘un objeto superyoico corrupto. La respuesta, en lo que al caso se refiere no podemos darla sin entrar en detalles no pertinentes al sentido del ejemplo. De hecho, ambas situaciones se dan en la estructura del obsesivo, en distinfos niveles. La iltima de las posibilidades corresponde al rea de indiseriminacién del neurético obsesivo, que entronca con Jos aspectos psicdticas de su personalidad. Fenichel dice: “Del mismo modo que en los temores orales ‘el hecho de que los temares anales encubren angustias de ‘as: tracién, no contradice el cardcter auténomo de los temores pre- 210 enitakes, Esta deformacin de Ta angustia de castraciin es regresiva {Pes producida por una reavivacién de la vieja angustia pregenital Acerea de la pérdida de las heces. Es a menudo muy dificil deter- fninar, en va angustia anal, qué parte representa un vestigio de Iz primitiva angustia pregenital, vestigio que ha conferido, quizas, faa angustia de castracién cictta cualidad -lesde el mismo comien- 20 de ésta (Jas experiencias pregenitales de separicién, con res- ppecto al pecho y a las materias fecales son precursores arcaicos te la idea de castration) y qué parte corresponde a la angustia de astracién regresivamente deformada” (1, p. 355) ‘Siquiendo esta Tinea que plantea Fenichel, podrian diferen- ciarge entre: a) Neurosis phsesioas verdaderes, en las que se cum- ple Ta secuencia + 9 etapa fics + 4 amsindad de cation 1 pregeitaida nivel polsional plea de Ia neurosis obnesia y en las que tendremos todas Jas caracteristicas de la formacién hheurética, puesto que la emergencia de 2 y 6 (Io que Fenichel sefala como dificiles de diferenciar) dark lugar a la formacién dle sintomas y toda la secuencia exarninada, Yb) Organizaciones obsesivas, como superstructuras defensi- vas origidas sobre desorganizaciones psicdticas, melancolias, per- Yorsiones, etc., y en las que, en Jo axial de la personalidad no se ‘observa ol proceso descripto en el esquema. No obstante, hay que distinguir a su yer entte situaciones ‘en las que han existido procesos de transformacién neurética eundariamente usados como defensas frente a patologias mAs pi ‘arias, de otras en las euales lo obsesivo es un apbsito precario, y Ul diagnéstico y pronéstico dependen de Ja estructura suyacente. au Bibliografia 1. Fenichel, 0, Terie psicaanalitica de las neurosis, Nowa, Buenos Alves, 1057, ©. XIV. 2. Freud, S, a) “Inhbicién sitoma y angst", en O.C t. Tp. 3252, puntor V y"Vi h) “Aniliss de un caro de necois whsesiva” en OCs {Th p. 624: ©) “Los actor olaesvos y lat pristine reliiosas” en OC. 1k p. 956; d) “Los instntosy sut destino, en O.C., tp 104". 3. Grinberg, La, Aspectos regresivos y evolutivot de los mecanismas obme- vos: el control omnipotente yl caneol adaptative”, en Rev. Pia, t XXIV, m3. 4 Liberman, D., “La persona ligice-Neurons abeesiva", en Le comuntaclén 'n terapcutca psicoonalitca, Eudcha, Buenos Aires, 1962, cap. Vil. 5, Rasoovaly, Le, “Anilisis y estructura de una sennons cbresiva”, ex Reb. tle Pecoan, 1947, vol, Ven 1

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