Como decía aquel poeta “a la mitad de mi vida me encontré a mí mismo en un oscuro
bosque, había equivocado el camino. Al final encontraría el camino correcto, pero en el
lugar más insospechado”. Nos pasamos la vida ignorando sus detalles sus pequeñeces tratando de buscar en lo grande algo lo suficientemente asombroso como para lograr un impacto en nuestras vidas miramos a nuestro alrededor y nos encontramos con un mundo que pareciera descender en un abismo de locura y perdición donde la moral se hace más débil y el conformismo más fuerte y presente en la visión de cada persona. No sería posible percibir en la humanidad esa esencia que a veces pareciera tan ausente de no ser por aquellas personas que marcan la diferencia, aquellas que se encargan de regalarle al mundo una razón de ser. En esta misión, mi primera misión, pude observar muchas cosas, cosas que vistas desde