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Karl Heinrich Marx:

Marx es el uno de los principales representantes de la filosofía contemporánea y su obra, es el


resultado de la influencia de la filosofía hegeliana, del socialismo utópico francés, y de la economía
política inglesa. A partir de aquí, Marx desarrolla su filosofía, pero partiendo de una pensamiento
novedoso. A diferencia de Hegel, considera que la idea de que todo lo real es racional, además de
un error, supone un freno en el desarrollo político, ya que viene a decir que hay que aceptar las
cosas como son, vengan como vengan, sin intentar cambiar nada. Pero esto no es posible en una
sociedad capitalista, que abusa que del proletariado, perpetuando la diferencia de clases. Así, Marx,
propone una revolución que acabe por transformar el estado para, finalmente, aniquilarlo.
El filósofo, invierte la dialéctica hegeliana y la aplica a la historia y a la economía y así, nace
el materialismo histórico. Según la teoría marxista, la tensión producida entre la clase obrera y el
capitalista, llevará irremediablemente a su destrucción, debido al empobrecimiento generalizado del
proletariado, como consecuencia de la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos. Y estas
mismas contradicciones internas provocarán su destrucción.
El expropiador será expropiado, pero no sin antes pasar por una serie de etapas. Para la
transformación de la sociedad en una sociedad sin clases, es decir, comunista, es necesario un
proceso, que empieza por una primera fase de dictadura del proletariado, para seguir con una fase
socialista y finalmente, culminar el proceso revolucionario con la abolición de la propiedad
privada, la desaparición de las clases sociales y la aniquilación del estado.
“La historia de todas las sociedades es la historia de luchas de clases.” Marx y Engels. El
Manifiesto del Partido Comunista.

Friedrich Wilhelm Nietzsche


Otro de los autores más importantes de la filosofía contemporánea es Nietzsche y su filosofía
vitalista, ejerció una fuerte influencia a finales del XIX y buena parte del siglo XX, debido
principalmente a su carácter crítico, pero también por su defensa de una trasmutación de los valores
de la cultura occidental, idea que se refleja en el superhombre.
El conjunto de su filosofía constituye una crítica a toda la cultura occidental, fundamentada en la
metafísica, la moral y la religión, que han invertido los valores de la vida. La base de la cultura
occidental es el resentimiento contra la vida, y por ello, ha de ser superada.
El Superhombre es el centro de toda la filosofía nietzscheana, porque el hombre es algo que ha de
ser superado. Y esta superación, llegará con la muerte de Dios y la aceptación de que no existen
valores donde agarrarse, no hay fundamentos, esto es, el nihilismo. Es necesario destruir los
antiguos valores para volver a construir unos nuevos. Es entonces cuando aparece el superhombre.
Porque el ser humano, no es algo estático, sino que es un constante devenir, es voluntad de
poder creadora, que alcanza su máxima expresión con el eterno retorno.
El individuo, dice Nietzsche, ha perdido el sentido de la tierra, y ha quedado disuelto en la
sociedad. El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el
superhombre el sentido de la tierra! (Nietzsche, Así habló Zaratustra, prólogo).

I
Jean Paul Sartre
No podemos hablar de filosofía contemporánea sin mencionar a Sartre. El filósofo y literato francés
Jean Paul Sartre, es considerado como el principal representante de la corriente existencialista. Su
implicación activa en la vida política, lo ha convertido en un ejemplo de compromiso social y político.
El pensamiento de Sartre, como el de Heidegger, se fundamenta en la fenomenología de Husserl,
para elaborar una teoría del ser, que parte de la distinción de dos modos de ser:  el ser en sí, o de
los fenómenos y el ser para sí, el de la conciencia.
El ser humano, afirma el filósofo, es libertad, y en este sentido, la libertad se presenta como una
condena, ya que no es libre para dejar de ser libre. Está condenado a tener que elegir
continuamente. Y esto se manifiesta en la angustia, la experiencia metafísica de la nada o de la
libertad sin dirección.

I
Bertrand Russell
El autor, junto a Whitehead, de la obra Principia Mathemética hizo grandes aportaciones a la lógica
matemática, pero con el tiempo, se pasó al campo de la filosofía, en parte influido por Wittgenstein.
Es, sin lugar a dudas, uno de los autores más conocidos e influyentes de la filosofía contemporánea,
y ha pasado a la historia, por su enorme sentido de la ética y a su consideración de la misma, como
de vital importancia para el discurso civil, defendiendo que hasta la razón debía estar subordinada a
consideraciones éticas.
En un primer momento, Russell se aferró al idealismo de Bradley, para cambiar más tarde a un
realismo de corte platónico. Después, se mueve hacia un realismo de sentido común, al estilo de
Moore.
Sus doctrinas más conocidas son las siguientes: construccionismo lógico, atomismo lógico y el
monismo neutral. Además escribe una serie de obras sobre problemas morales, religiosos y
sociopolíticos. La filosofía de Russell se centró en la búsqueda de la verdad objetiva e impersonal
sucesivamente en la religión, en las matemáticas y en la ciencia.
Imagen: Historia y
María Zambrano,
Y cerramos esta lección con los autores más importantes de la filosofía contemporánea para hablar
de María Zambrano, cuya filosofía se mueve entre la ética y la poesía. Esta gran pensadora
posee un estilo propio de escribir, un método único, si bien es cierto que su contribución a la filosofía,
no fue reconocida hasta que llegó a España, tras el exilio, con la concesión de dos de los galardones
más importantes, el Premio Príncipe de Asturias y el Premio Cervantes.
María Zambrano, que según los que las conocen ya nació filósofa, habla en su obra de dos tipos de
actitud: la actitud filosófica y la actitud poética. La primera es la que se origina cuando el ser
humano se hace preguntas. Y la segunda, será precisamente la respuesta a esas preguntas.
Su lenguaje original, su discurso crítico, que fomentó en los largos debates que mantenía con su
abuelo desde niña, y su gran sensibilidad, la han hecho merecedora, del reconocimiento del que hoy
disfruta.

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