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Es un hecho público, notorio, comunicacional, y agregaríamos mundial, la pandemia

causada por el virus conocido como Coronavirus (COVID-19), que ha afectado todas
las actividades o acciones cotidianas económicas, sociales, deportivas, culturales, etc.
que cualquier sociedad debe realizar para su normal funcionamiento. Esta situación
mundial a la cual Venezuela no ha escapado, también ha causado sus efectos en el
ámbito de las contrataciones públicas.

En el caso de Venezuela, y específicamente en  materia de contrataciones públicas,


recientemente el día 17 de marzo del año en curso el Servicio Nacional de
Contrataciones, autoridad técnica en la materia, publicó en su página web y en sus
redes sociales un Comunicado dirigido a los Órganos y Entes contratantes del Estado,
haciendo una serie de recomendaciones en cuanto a la tramitación de las modalidades
de selección de contratistas, como consecuencia de la declaratoria de Estado de
Alarma Nacional decretada por el Ejecutivo Nacional, que incorpora un conjunto de
medidas extraordinarias para enfrentar la referida pandemia y su impacto en la
contratación pública.

Las recomendaciones emitidas por el Servicio Nacional de Contrataciones son:

 (i) Los concursos abiertos y cerrados iniciados antes de la declaratoria del


Estado de Alarma Nacional, que hayan recibido ofertas, deben continuar con el
proceso de selección de contratistas;
 (ii) en aquellos concursos donde aun no se hayan recibido ofertas,
recomiendan la terminación de los procesos con base en el artículo 107 de la Ley de
Contrataciones Públicas y aplicar la modalidad de contratación directa con
comparación de ofertas, basados en los artículos 101 de la Ley y 116 del Reglamento,
para garantizar la continuidad de las operaciones de los órganos y entes contratantes.
 (iii) para los concursos que se encuentren en la etapa de evaluación de las
ofertas que sean declarados desiertos, recomiendan aplicar la modalidad de
contratación directa, con las consideraciones señaladas anteriormente.
 (iv) colocan a disposición del público los medios electrónicos disponibles para
cualquier información adicional sobre el tema.
 
Es importante aclarar, que el ordenamiento jurídico venezolano en materia de
contrataciones públicas es muy claro y preciso, desde el punto de vista adjetivo o
procedimental, estableciendo criterios cuantitativos y cualitativos que permiten instituir cuál
será la modalidad de selección de contratista a aplicar, lo cual en definitiva dependerá, ya
sea del monto de la contratación, o, en su defecto, del supuesto fáctico especial que deja a
un lado el monto estimado de contratación y prioriza la situación especial para la selección
de la modalidad de selección aplicable al caso.
Siendo concretos, la Ley de Contrataciones Públicas establece expresamente cuatro (4)
modalidades de selección de contratistas, a saber:
 (i) Concurso Abierto.
 (ii) Concurso Cerrado.
 (iii) Consulta de Precios.
 (iv) de manera excepcional, la Contratación Directa.
 
Establecidas las referidas modalidades de selección de contratistas, debemos detenernos
con especial atención a la segunda recomendación que refleja el Comunicado del Servicio
Nacional de Contrataciones, en cuanto a la terminación de los procedimientos en donde no
se hayan recibido ofertas y a la aplicación de lo que ese Servicio denomina:  Contratación
Directa con Comparación de Ofertas.
Al respecto, debemos indicar de manera categórica, que la modalidad de selección
supuestamente denominada Contratación Directa con Comparación de Ofertas, de
acuerdo al criterio emitido por dos compañeros de Doctorado el Dr. Alberto Gil Martínez
Abogado Especialista en Derecho Administrativo de la Católica y Dr. Daniel Rosas Rivero
Magíster Complutense e IESA. Profesor de Postgrado del IESA, quienes me comentaron a
manera de previsión y argumentación sobre posibles auditorias que no se encuentra
tipificada en ningún instrumento que regule la materia de contrataciones públicas en
Venezuela, ya que nuestros textos normativos son muy claros en relación a las cuatro
modalidades de selección de contratistas antes indicadas, cuya única variante legislativa
incluye la posibilidad de darles carácter internacional con la participación de empresas no
constituidas ni domiciliadas en Venezuela. Por lo que resulta un error insalvable e
inexplicable que el Servicio Nacional de Contrataciones, autoridad técnica en la materia de
contrataciones públicas, haga expresa referencia a una modalidad de selección de
contratistas inexistente en nuestro ordenamiento jurídico. En todo caso, la modalidad de
selección existente que el Servicio Nacional de Contrataciones pudiera llamar a aplicar
bajo las situaciones de alarma nacional que imperan actualmente en el país es  la
Contratación Directa, establecida en los artículos 101 y siguientes de la Ley de
Contrataciones Públicas, en donde es imperativo que el objeto de la contratación
enmarque con alguno de los supuestos previstos en la referida norma, o en su defecto en
el artículo 5 de la Ley, siempre con su respectiva justificación a través de un acto
motivado. Si el Servicio Nacional de Contrataciones deseaba hacer un llamado a los
órganos y entes contratantes en el sentido de obtener diversas ofertas de forma de poder
comparar precios, pues así ha debido hacerlo expresamente sin necesidad de incurrir en el
gravísimo error de hacer referencia a una modalidad de selección de contratista
inexistente, ya que el artículo 116 del Reglamento ya abre esa posibilidad, al establecer
que cuando las condiciones lo permitan, se podrán solicitar al menos (02) ofertas, pero se
podrá otorgar la adjudicación si hubiera recibido al menos una de ellas. Otro de los dislates
del Comunicado del Servicio Nacional de Contrataciones, lo encontramos en la tercera
recomendación, donde pareciera recomendar que se proceda por contratación directa
luego de la declaratoria desierta de los concursos que en la actualidad se encuentren en la
etapa de evaluación de las ofertas. Sobre el particular, la referida autoridad técnica
pareciera olvidar, que expresamente los artículos 101.12 de la Ley y 117 de su
Reglamento, solo habilitan la aplicación de la modalidad de contratación directa previa
declaratoria desierta de la modalidad de consulta de precios, por lo que, contrario a lo que
parece recomendar el Servicio Nacional de Contrataciones, en los casos de concursos
abiertos y cerrados que se declaren desiertos, se deben seguir agotando las demás
modalidades de selección de contratistas, debiendo tramitarse cada una de ellas y obtener
la correspondiente declaratoria desierta, antes de proceder por contratación directa. En
todo caso, el Servicio Nacional de Contrataciones se equivoca en el supuesto de hecho
que habilita en la actualidad a aplicar la contratación directa, siendo  que tal posibilidad no
deviene de la declaratoria desierta de la modalidad de selección artículos 101.12 de la Ley
y 117 de su Reglamento sino más bien del supuesto de hecho previsto en el artículo 5.12
de la Ley de Contrataciones Públicas, que autoriza a proceder por contratación directa
cuando se decreten cualquiera de los Estados de Excepción previstos en la Constitución,
tal y como ocurrió en fecha 13 de marzo de 2020, cuando el Ejecutivo Nacional decretó el
Estado de Alarma, que es precisamente uno de los Estados de Excepción previstos en la
Constitución.

La orientación técnica del Comunicado hace mucho énfasis en la aplicación de la


contratación directa durante el tiempo que dure el Estado de Alarma Nacional. Sobre ello,
debemos advertir que el Comunicado no tiene una jerarquía normativa ni igual ni mucho
menos superior a la Ley de Contrataciones Públicas y su Reglamento, por lo que esa
orientación técnica hacia la modalidad de contratación directa, bajo ningún concepto puede
ejecutarse en desapego a las normas excepcionales y de estricta interpretación que
contiene Ley de Contrataciones Públicas y su Reglamento. Al respecto, debemos hacer
énfasis en que la contratación directa tiene 28 casos excepcionales de aplicación en la Ley
de Contrataciones Públicas artículos 5 y 101, más algunos otros en distintos planes
excepcionales que se han dictado en los últimos años, por lo que su aplicación es total y
absolutamente casuística y excepcional, es decir, debe necesariamente enmarcarse
dentro de al menos una de esas situaciones excepcionales, cumpliendo siempre con el
requisito fundamental de preparar el correspondiente acto motivado y los demás previstos
en la Ley y el Reglamento.
Si bien creemos entender cuáles son las razones de fondo que impulsan al Servicio
Nacional de Contrataciones a elaborar el Comunicado que hemos analizado, que no es
otra que tratar de agilizar los procedimientos de selección de contratistas, y en
consecuencia, las contrataciones que permitan el normal funcionamiento de la
Administración en pro del interés colectivo durante el tiempo que dure el Estado de Alarma
Nacional decretado por el Ejecutivo Nacional, no es menos cierto que es fundamental
respetar el Estado de Derecho que como principio se encuentra plasmado en nuestra
Constitución Nacional, y más aún, cuando en opinión de quienes suscriben, existen
mecanismos en la Ley de Contrataciones Públicas y su Reglamento que igualmente
permiten acelerar esas adquisiciones de bienes, obras o servicios, siempre dentro del
marco normativo vigente y salvaguardando la responsabilidad administrativa de todos los
funcionarios públicos que participan en el proceso de contratación pública. Es por ello, que
llamo a una interpretación conservadora y estricta del contenido Comunicado, enmarcando
su contenido siempre dentro del marco legal vigente, de forma que mientras dure el Estado
de Excepción que ha sido decretado por el Ejecutivo Nacional, se garantice una aplicación
racional y legal de las modalidades de selección de contratistas, en particular de la
contratación directa, procediendo a su aplicación por la exclusión contenida en el artículo
5.12 de la Ley de Contrataciones Públicas.

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