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TRABAJO CLASE DE ANGUSTIA EN LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA

DE: Víctor Daniel Arévalo Grande


1) RESEÑAS DEL TEXTO: Tratamientos de la depresión. Clínica del medicamento
y/o clínica de la palabra
1.1) Síntesis del proceso de cambio de la clínica psiquiátrica tradicional a la actual en el
tratamiento de la depresión
La autora Inicia señalando que el concepto “depresión” puede ser abordado para la determinación
de su significado desde múltiples campos de conocimiento, tales como: “1) la fisiología, para la
cual la depresión vendría a ser una disminución de la actividad electro física, 2) la farmacología,
que concibe a la depresión como la acción de fármacos que disminuyen la acción del órgano
oferente, 3) la psicología, que define la depresión como toda disminución en la función normal
cognoscitiva , 4) la neurobiología, que ve a la depresión como una disfunción en la mecánica
neuroquímica” (Gómez: 2007, pp. 26).
Así las cosas, todas las dinámicas propias dentro de estos campos de conocimiento y la forma
predominante respecto a cómo aborde y defina la depresión tienen directa incidencia en la manera
como la psiquiatría opta por tratar las enfermedades mentales. Lo anterior se evidencia en los
cambios surgidos al pasar de la clínica psiquiátrica tradicional a la actual.
Esto se denota en tanto que para la primera nombrada la depresión se trataba según su afecto
como norma, síntoma o síndrome y se busca indagar por su causa al establecer su naturaleza
endógena o exógena, por lo cual la depresión no era una identidad específica, había un énfasis en
el detalle clínico y el diagnostico determina el cuadro clínico. Contrario sensu la concepción de la
depresion como una entidad surge dentro de la clínica psiquiátrica actual. Esta se caracteriza a su
vez por una sobre estima del valor de las sustancias químicas dentro del tratamiento de
enfermedades mentales y la realización de diagnóstico desde el tratamiento.
De forma sucinta se procede a referir algunos de los avances más importantes en la historia de la
psicofarmacología tales como los descubrimientos de Jean Delay y Pierre Deniker y la creación
de antidepresivos tricíclicos en 1952, el surgimiento de los antidepresivos inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina. Continuando, la autora destaca que este fenómeno de
preponderancia del tratamiento mediante psicofármacos es un síntoma de la época
contemporánea en la cual se tiende a abolir el deber ético del sujeto de afrontar la adversidad y la
existencia. Lo dicho lleva a visualizar al sujeto bajo depresión como víctima del contexto social,
elementos biológicos y fluctuaciones de las sustancias químicas de su cerebro, exonerándolo de
este deber de afrontarse en las causas psíquicas de su estado. Finalmente se Concluye este
apartado indicando que la clínica de la palabra no niega el uso de medicamentos, solo que ve este
como un instrumento. El psicoanálisis critica la clínica actual en tanto la creación de cuadros
clínicos sobre la única base de la acción de las moléculas, desconociéndose al sujeto como ser –
hablante y cuerpo de goce.

1.2)Reseña del apartado: clínica con ética


En este apartado del texto hace énfasis en que el acto de elección de tratamiento no es solo un
acto de carácter medico sino también es ético. Lo dicho ya que la elección en la forma del
tratamiento implica un acto de la subjetividad del profesional, él cual a partir de su bagaje de
conocimiento y la evaluación que haga del paciente debe elegir una postura acerca de la
enfermedad que presente este, lo anterior evaluando los posibles efectos secundarios del
tratamiento a optar según las condiciones concretas surgidas de la evaluación. Incluso en medio
de esta decisión se requiere una evaluación económica, especialmente cuando la forma de tratar
es de carácter farmacológico, en cuyo caso la variable de costo y capacidad adquisitiva del
paciente entran a ser factores a consideración.
Continuando, en el texto se presenta una somera lista de los efectos secundarios más comunes en
tratamientos farmacológicos de la depresión, se señalan 1) la sedación y somnolencia, 2) efectos
sobre la sexualidad como disminución del deseo sexual, 3) focos psicóticos, 4) posible aumento
de conductas suicidas.
Así las cosas, es notorio el fenómeno de estandarización del sujeto dentro del tratamiento
mediante medicamentos, sin embargo este ejercicio de estandarización no es susceptible de ser
absoluto, ya que tal como señala la autora “El sufrimiento que presenta el paciente al clínico
conlleva no sólo el real del organismo viviente en su perturbación, sino también el modo como
aquél goza de su cuerpo, es decir, ese más allá de la medida que representa la dimensión real del
goce en el cual se halla implicado el sujeto que habita un cuerpo”( Gómez: 2007. Pp. 85) el
anterior es un elemento propio de la perspectiva terapéutica.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, se denota que la experiencia analítica reúne tanto
la perspectiva ética como la terapéutica. La primera perspectiva se evidencia en el uso de la
palabra como vehículo de indagación y la segunda está inmersa en el descubrimiento de la
relación que tiene el sujeto con su deseo y su goce llevada a cabo por el diagnostico.

Ahora bien, al acercarse a la concepción de depresión sostenida por Freud, la autora apuntala que
esta reside en la oposición entre un afecto y el inconsciente. Por otra parte, Lacan retomando esta
concepción Freudiana de afecto, señala que el mismo no es netamente psicofisiológico, sino que
visto desde la filosofía e incluso la teología cristiana entabla un vinculo entre el sujeto, el afecto y
la ética. Este breve desglose respecto al concepto de “afecto” será profundizado en cuanto a su
incidencia en la comprensión de la depresión desde el psicoanálisis en el tercer aparte del texto.
1.3) La depresión de emoción a afecto

Este tercer y último apartado dará cuenta de la definición de “afecto”, y de la conceptualización


de este por parte de Freud. Ello, desde un abordaje de los principales textos en los cuales otorga
elementos definitorios de “afecto”, lo cual se hará desde una delimitación de la elaboración
Freudiana al respecto, por parte de la autora. Así mismo se expondrá las implicaciones de una
visión netamente neurobiológica centrada en la química dentro del tratamiento de enfermedades
mentales y en concreto respecto a la depresión, para cerrar con una concisa descripción de las
ventajas y aportes de una clínica de la palabra que eventualmente use el tratamiento
farmacológico de manera instrumental según su necesidad y no como elemento fijador del
tratamiento.

Así, en un primer momento inicia con la conceptualización clásica de afecto es la de verlo como
carácter genérico del placer, del dolor, y de sus emociones entendidas como estados afectivos. A
su vez que las tendencias afectivas vendrían a ser expresiones de la voluntad como inclinaciones
de afecto. Ahora bien, teniendo en cuenta que la definición de Freud de depresión la ve como una
oposición de un afecto con el inconsciente, es necesario preguntarse ¿de qué manera la hipótesis
del inconsciente incide dentro de la concepción clásica de afecto?, para responder esta cuestión se
hace una evaluación de la elaboración Freudiana sobre la relación inconsciente y afecto.

Continuando, se destaca que la elaboración Freudiana sobre la materia se centra en lo


desarrollado dentro de tres principales textos, 1) la psiconeurosis de defensa (1894), en la que la
carga de afecto determina su aceptación u rechazo, 2) el inconsciente (1915) en el que afecto es
un tributario de una representación y por ello solo da un valor descriptivo a su trasformación o
represión y 3) inhibición, síntoma y angustia (1926) donde el afecto de angustia indica la
inminencia de un peligro pulsional que deja sin recursos al Yo. Desde lo descrito, es posible
destacar que es un punto de concordancia de la postura Freudiana el que existen impulsos,
emociones y sentimientos inconscientes que pueden ser susceptibles de hacerse conscientes, al
igual que la existencia de ideas consientes e inconscientes. A su vez se destaca en la teoría
freudiana la visión de afecto como una expresión cualitativa de la cantidad de energía pulsional,
siendo que esta energía pulsional se manifiesta en registros de afecto y de representación.

Esto a su vez implica que los afectos responden a procesos de descargas en los que la ultima
expresión percibida es como sentimiento. Luego se precisa que Freud hace responsable a la
represión de la separación entre representación y objeto de afecto que suscita depresión (la
depresión se visualiza como pulsión ahorrada, por no ser descargada), la represión hace que este
último se desplace por múltiples representaciones. Desde esta evaluación de la postura Freudiana
en cuanto a los efectos de lo inconsciente en la concepción clásica de afecto, parte la autora para
indicar que una de las problemáticas de la visión neurobiológica esta en que su abordaje
neuroquímico de los afectos excluye la evaluación de los desplazamientos del afecto y la cuestión
del sujeto y su goce. Por otra parte, se expone que Lacan concibe el afecto como de que viene del
cuerpo entendido como cuerpo hablante y por ende desnaturalizado, moldeado, recortado o
vaciado de su goce. Desde los fundamentos teóricos de psicoanálisis expuestos, el texto concluye
con la consideración de que el tratamiento de la depresión entendida como suspensión de la
función de la causa de ahorro de libido permite buscar que mediante la palabra esa causa se
exprese como síntoma y sea de esta forma curado, sin desconocer el uso instrumental y solo
suplementario de medicamentos.

2) Ideas surgidas a partir de la lectura

Este texto es rico en aspectos de análisis, puesto que abarca una problemática diversa tal como lo
es el tratamiento de la depresión, en cuanto a que las materias que tienen incidencia en la misma
son diversas como la medicina, neurobiología, psicología, neuroquímica y bioquímica.
Centrándome en la conclusión respecto a la no prescripción del uso de medicamentos
combinados con la clínica de la palabra, siempre que no sea el tratamiento el fijador del
diagnostico y el uso de medicamentos sea instrumental.

Encuentro procedente traer a colación lo dicho por parte de José García Valdecasas (2010) quien
al señalar en su texto “Mercaderes en el Templo: hegemonía del paradigma bio-comercial en
Psiquiatría.” La predominancia de un paradigma bioquímico en materia del tratamiento de las
enfermedades mentales advoca como principal fenómeno de superación de las problemáticas y
daños causados por la medicación no independientemente de los grandes Laboratorios
Farmacéuticos la mayor rigurosidad y observación por parte del profesional psiquiatra a la hora
de medicar, teniendo en consideración al paciente como ser más allá de una visión netamente
orgánica o neuroquímica de su ser.

Así las cosas, esto me llevo a pensar desde el ámbito de mi carrera de derecho recaer en la
relevancia de la observación del paciente por parte del profesional psiquiatra y el seguimiento de
las reglas de la profesión o como jurídicamente se le denomina la lex artis al momento del
diagnóstico y del tratamiento. Puesto que en ultimas tanto Valdecasas (2010) como Gloria Gómez
(2007) encuentran a mi juicio como uno de aspectos más relevantes al momento de establecer el
tratamiento la observación atenta del sujeto y el seguimiento de un modelo de clínica que se
centre en la obtención de la salud de la persona, es decir advocan porque en el caso a caso se
aplique una lex artis científicamente fundada con miras al reconocimiento del ser humano tratado
en toda su completitud. Aduciendo en ello y en la atenta nota de los resultados de estudios
científicos independientes de la gran industria farmacéutica la forma de obtener una superación
de los efectos nocivos de la predominancia de un paradigma bio-comercial en la psiquiatría actual
que medica excesivamente y sin necesidad real.

Aquí, es necesario acotar que desde el derecho colombiano se comprende la lex artis medica
como:
“la suma de los estándares de la medicina con base en la evidencia, la cual resta importancia a la
intuición, la aplicación irracional de lineamientos, la experiencia clínica no sistémica y la justificación
fisiopatológica como bases de decisiones médicas, para dar mayor relevancia a los resultados de
exámenes sustentados en la investigación científica” (Corte Suprema de Justicia de la Republica de
Colombia: Sentencia SP 22 de Mayo de 2008 Rad. 27357)
A su vez, ha señalado la Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia en materia de
responsabilidad medica por indebido tratamiento:
“la idoneidad del galeno se debiera predicar por ser portador de un título académico y de la
experiencia que lo autoriza y legitima para ejercer la profesión; ello, siempre y cuando la violación del
estándar socialmente admitido se realice tras la asunción efectiva de la posición de garante, esto es,
con el diagnóstico, tratamiento o postratamiento capaz de causar un efecto nocivo y correlacional del
bien jurídicamente tutelado, que se habría podido evitar —por ser previsible— de haberse actuado con
las precauciones técnicas del caso.” (Corte Suprema de Justicia de la Republica de Colombia:
Sentencia SC 28 de junio de 2017 Rad. 27357).

Ahora bien, al ser la lex artis un conjunto de estándares de carácter científico, es claro que el
cambio en la forma como la misma concibe el tratamiento adecuado en diagnósticos de depresión
debe surgir necesariamente de cambios sustentados en la práctica clínica y en la evidencia
científica para que así mismo estos preceptos impuestos desde la praxis de la observación en la
consulta lleven a sustentar una comprensión de técnicas de tratamiento estándar. para así medir
en casos de responsabilidad de los profesionales su posible negligencia, falta de experticia y en
ultimas responsabilidad ante los efectos de los tratamientos que indiquen.

Por lo anterior concluyo que desde una perspectiva jurídica una posible superación de la
problemática del excesivo tratamiento mediante fármacos de la depresión devendría a su vez
radicar en la determinación de una La lex artis médica comprensiva del ser humano como ser
psíquico y pulsional que fuese seguida por parte de los profesionales de la psiquiatría al momento
de establecer tratamientos. Para que por medio de la efectiva delimitación de este precepto los
daños que pueda causarle al paciente un error en el tratamiento o medicación le sean disciplinaria,
penal y civilmente exigibles judicialmente al profesional incurso en falta. Así se extrae del papel
y el concepto de lex artis dentro del ordenamiento jurídico colombiano como el parámetro
determinante de la existencia o no de una mala práctica médica o profesional. Esta comprensión
de los elementos aportantes de una clínica analítica permitirían un mayor control sobre el sector
de la salud en concreto en materia de la salud mental.
BIBLIOGRAFIA

Corte Suprema de Justicia de la Republica de Colombia (2008) Sentencia SP 22 de


Mayo de 2008 Rad. 27357. Bogotá D.C

Corte Suprema de Justicia de la Republica de Colombia (2017): Sentencia SC 28 de


junio de 2017 Rad. 2735). Bogotá D.C

García-Valdecasas Campelo, J., & Vispe Astola, A. (2011). Mercaderes en el Templo:


hegemonía del paradigma bio-comercial en Psiquiatría. Revista de la Asociación Española de
Neuropsiquiatría, 31(2), 321-341.

Gómez, G. (2007). Tratamientos de la depresión. medicamento y/o clinica de la palabra .


Desde el Jardín de Freud , 75-94.

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