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Indicaciones
- Preparar un altar para poner la Biblia y la Imagen de la
Virgen María.
- Pegar el lema del mes en el altar.
Iniciamos con la señal de nuestro bautismo: En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
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Cantemos: Demos gracias, N° 103 (Coro)
M: HECHO DE VIDA
En una zona, la familia “Ontaneda Palacios” nunca participaba en las reuniones
de la Pequeña Comunidad, ni en las actividades de fe en su zona, más bien
criticaba y se burlaba de las familias que participaban en la Iglesia. Los
misioneros siempre visitaban a esta familia para invitarle a participar, pero
hacían oídos sordos a dicha invitación; siempre decían: No tenemos tiempo.
De pronto, se enfermó su hijo menor. El papá estaba muy desesperado sin saber
qué hacer. Fue donde el coordinador zonal para consultarle y éste le dijo:
“Ahora nos vamos a organizar las familias de nuestra Pequeña Comunidad para
ayudarte”. Así fue. Las familias de la Comunidad Eclesial visitaron a la Familia
Ontaneda Palacios, compartieron la Palabra de Dios y coordinaron para llevar al
enfermo al Centro de Salud. La familia quedó muy contenta, creyó en Dios y se
comprometió a participar en su zona.
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La familia constituye el lugar natural y el instrumento más eficaz de
humanización y de personalización de la sociedad: colabora de manera
original y profunda en la construcción del mundo, haciendo posible una vida
propiamente humana, en particular custodiando y transmitiendo las virtudes
y los valores (Familiaris Consortio. 43)
M: CONFRONTACIÓN:
El fruto de nuestra fe es y debe ser el servicio a Dios en su Iglesia. Pero
lamentablemente hay muchas familias que todavía no comprenden el verdadero
sentido de la fe viviendo aisladas de la comunidad y tampoco se preocupan de
educar a sus hijos en la vida cristiana. Pero nuestras familias no deben ser así.
Al contrario, tenemos que preocuparnos en vivir cada día el mensaje de la
Palabra de Dios sirviéndole con alegría participando en nuestra zona, en nuestra
Pequeña Comunidad, haciendo obras de misericordia a favor de los más
humildes y necesitados. Cuando nuestras familias viven estos valores del
Evangelio están siendo verdaderas escuelas de vida cristiana y están
contribuyendo en la construcción de una nueva sociedad donde reinen la paz, la
justicia y la misericordia.
No busquemos a Dios solamente en las necesidades, sino confiemos en Él
porque siempre está con nosotros. Nunca se desatiende de nuestras familias. Las
pruebas que nos toca vivir son como llamadas de atención que nos llevan a
reflexionar y a reconocer que existe un Dios misericordioso que nos ama y nos
perdona, y nos da oportunidades para convertirnos de corazón.
A: ORACIÓN COMUNITARIA:
Por todas las familias que se sienten alejadas de Dios, para que con tu
Santo Espíritu les toques su corazón y se acerquen más a ti.
Roguemos al Señor.
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Para que el Señor aumente nuestra fe y seamos verdaderas familias
servidoras de la sociedad. Roguemos al Señor.
Para que Dios conceda la salud espiritual y corporal a todos los
enfermos y a quienes cuidan de ellos les dé paciencia. Roguemos al
Señor.
Por nuestras autoridades nacionales, regionales y locales, para que
gobiernen con sabiduría y justicia y respeten nuestro medio ambiente.
Roguemos al Señor.
M: COMPROMISO COMUNITARIO:
Que el Señor derrame su bendición sobre cada uno de nosotros y sobre nuestras
familias: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cantamos: ELEGIMOS A CRISTO, CREEMOS EN ÉL.
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