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Valorar los Síntomas para sacar la Similitud más

cercana al Paciente.
Un síntoma es una sensación molesta o desagradable. Algo que sentimos en forma
desmedida o deficiente. A nivel orgánico, mental o espiritual.

En Homeopatía (Homeo= igual; Patía= patología), elegimos remedios que generan los
mismos síntomas que presenta el paciente contra los que el organismo reacciona
provocando su desaparición. Por eso decimos que la curación se realiza en forma natural
ya que son los propios mecanismos de defensa o curación los que han sido estimulados.
Los remedios más conocidos (llamados policrestos) desarrollan de 2 a 4 mil síntomas
en los experimentadores voluntarios sanos.
Pero para elegir el similimum (remedio igual al paciente) deben tomarse
los síntomas más característicos del remedio. Esto constituye el Genio del
medicamento y lo debemos hacer coincidir con el núcleo de sufrimiento del
paciente.

El síntoma que esclaviza al paciente es el que debe elegirse. Es el que nos llevará al
buen remedio

Tomemos un ejemplo: si un paciente no puede efectuar el más mínimo movimiento,


incluyendo el girar de los ojos, porque eso agrava su cefalea, le daremos Bryonia. Es un
medicamento donde el síntoma esclavizan te es la agravación por cualquier
movimiento. Sólo quiere estar quieto. Y mentalmente tan fijado en el pasado y tan
preocupado por el futuro que tal vez por ello no quiera moverse de donde está.

Los síntomas mentales son los de máxima jerarquía. Un síntoma mental siempre
tendrá preponderancia sobre un síntoma orgánico. Si tiene diarreas o cefaleas antes
de una prueba, un examen o antes de una cita de negocios importante no vamos a tomar
el síntoma diarrea o cefalea.
Vamos a tomar los síntomas falta de confianza en

Sí mismo y trastornos por anticipación (o sea trastornos físicos, no importa de qué


tipo, que se producen por anticipado al acontecimiento). Y vamos a pensar en
Lycopodium si es caluroso y no le gustan los mariscos o vamos a pensar en Silícea si es
friolento y muy sumiso. Como vemos, el síntoma mental es el que nos guía.

Quiero presentarles en cada entrega, un caso ejemplificador de los síntomas que valen
para el Homeópata, independientemente de la patología por la que consulten. Esos
síntomas claves, usualmente mentales, que abren la puerta de la salud si utilizamos
la combinación correcta para esa cerradura.

Elijo el remedio Staphysagria por los siguientes síntomas nucleares. Presentaba


Dwells muy importante. Dwells significa duelos no elaborados; viven recordando
acontecimientos desgraciados del pasado. Muy resentido con lo sucedido en Chile por el
golpe militar, aunque la bronca mayor estaba dirigida hacia su propia organización

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política porque lo había discriminado dada su condición gay. Muy resentido por todo
esto.

Tomo entonces el síntoma Rencor. Además de estos dos síntomas, que lo atan al
pasado, Luis relata con mucha tristeza lo mal que lo afectan las injusticias. Se enferma
por ello y esto se llama Trastornos por indignación. Sin embargo, lo que más le
preocupa en este sentido es que reprime toda la bronca cuando se trata de defender sus
propias convicciones o intereses. Lo afecta muchísimo, sufriendo terribles jaquecas o
dolores de estómago. Ha sido así siempre lo que me lleva a tomar el síntoma Trastornos
por cólera reprimida. Junto a estos síntomas claves noto otras características que
concuerdan con la Personalidad del remedio Staphysagria.

Los homeópatas; Sabemos que es un remedio aplicable a personas para quienes todo lo
estético y artístico tiene gran valor. Son pacientes muy aplicados, meticulosos, de buen
gusto para todo y se nota en los arreglos de la casa, en el vestir y en la afinidad por las
obras de arte, la buena música, el buen teatro y el buen cine. Aunque no sea excluyente,
figura también como característica la aversión al sexo opuesto, pero también se los
conoce por su gran actividad sexual independientemente de la elección de pareja.
Ambas características se presentaban en el paciente.

El examen del enfermo Crónico y la consideración del hoy miasmático

Las enfermedades crónicas representan el campo de aplicación más interesante de


la terapéutica homeopática.
Ya se ha puesto de relieve cómo, en este caso, se manifiestan sobre todo los aspectos
ligados a la reactividad psicosomática peculiar del paciente y la forma en que
evoluciona en el tiempo y en el espacio.
De ahí se deriva una aproximación metodológica compleja que no se limita a considerar
el cuadro mórbido del momento para compararlo con los datos experimentales de la
Materia Médica, sino que lo incluye dentro de la historia evolutiva del paciente.
El mismo Hahnemann había notado que la correcta aplicación de la Similitud, no era
suficiente para garantizar la curación definitiva de una cantidad importante de pacientes
afectados por síndromes de evolución crónica
. En este caso, la administración de los remedios más adecuados determinaba la
desaparición momentánea de la sintomatología, la cual sin embargo, se volvía a
presentar con las mismas o diferentes manifestaciones. Estos sujetos alternaban por
ejemplo dermatitis pruriginosas (con Picazón) con bronquitis recurrentes o con ataques
de gastroenteritis iterativas.

Hahnemann se dio cuenta por ello de que la simple aplicación de la Similitud a un


enfermo crónico determinaba sólo la curación aparente, pero no resolvía el estado de
desequilibrio que favorece el perpetuarse la enfermedad.

Las sucesivas observaciones de este autor evidenciaron que los pacientes que
reaccionaban de esta forma, presentaban características comunes que podemos
resumir en el siguiente cuadro:

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• Frecuentes manifestaciones cutáneas pruriginosas
• Periodicidad de los trastornos.
• Alternancia de manifestaciones a nivel de la piel, las mucosas, los órganos
internos y el psiquismo.
• Tendencias a las parasitosis.
• Tendencia a la convalecencia postrada.• Escasa reactividad a los remedios
correctamente prescripto.

Hahneman definió este cuadro clínico con el término de Psora (palabra que en aquel
entonces confundía la descripción de la sarna con las de todas las dermatitis
pruriginosas), pensando que la reiteración de las manifestaciones externas fuese la causa
de las molestias viscerales y circulatorias que caracterizan a estos enfermos crónicos.
Estudió muchos remedios que contenían en su patogenesia algunos de los elementos
descriptos en la Psora y recomendó sobre todo liberar el paciente de este estado
tóxico con la administración de remedios que definió como antipsoricos

(Sulphur, Psorinum, Arsenicum album, Lycopodium. )

No debemos, a la luz de los conocimientos microbiológicos, inmunitarios y bioquímicos


actuales, caer en la confusión con el sentido otorgado por Hahnemann al de miasmas
tóxicos, pero debemos interpretar el cuadro
Psórico descrito por Hahnemann como
Un particular modelo de tipo “alérgico” que muchos sujetos presentan y que debe ser
corregido con la administración de remedios antipsoricos para evitar las continuas
recidivas.
Otro modelo reaccional crónico que presentaban algunos enfermos de Hahnemann y de
sus seguidores era el de la diátesis sicótica, que está caracterizada por:

• Evolución lenta y progresiva.


• Proliferación de neo formaciones, sobre todo cutáneas.
• Retención hídrica.
• Catarro crónico de las mucosas, generalmente a nivel de las vías urinaria
Según Hahnemann, la sicosis era producida por la infección gonocócica. Los autores
más modernos han puesto en evidencia otros factores que inducen este tipo de
reactividad, como por ejemplo:

• Las vacunaciones.
• La seroterapia.
• Los tratamientos con antibióticos, corticoides, etc.
• Los anticonceptivos (sobre todo los de vía oral).
• Las infecciones crónicas (colibacilosis y otras)

Algunos remedios, definidos como anti sicóticos, contienen en su patogenesia algunas


de las características de este modo reaccional sicótico y son utilizados, según la
Similitud, para corregir este tipo de reactividad.
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Los más importantes son

THUJA OCCIDENTALIS, MEDORRHINUM, NATRUM SULPHURICUM,


NITRICUM ACIDUM. .

Para este caso de modo reaccional crónico, se habla de posibles trastornos a nivel del
tejido retículo endotelial (T.R.E.). Estos son los dos modos reacciónales crónicos que se
encuentran y que condicionan la evolución y el tipo de sintomatología
presentada.

Difícilmente los enfermos presentan signos característicos propios de un solo modo


reaccional crónico. Mucho más a menudo existe una mezcla que ocasiona cuadros más
bien complejos.
Las constituciones Otro elemento importante en la observación del paciente crónico es
su tipo constitucional. El estudio de las constituciones es una ciencia que prescinde
de la homeopatía, la cual sin embargo, representa un campo de acción ideal.

Fueron los autores homeopáticos posteriores a Hahnemann los que se ocuparon de este
problema y algunos proporcionaron soluciones brillantes, como Grauvogl y Nebel.
Pero la teoría más actual y más adaptada a la realidad clínica es la que formuló Henri
Bernard, basándola con una hipótesis embriológica.

Según este autor, el distinto desarrollo de las capas embrionarias condicionaba la


aparición de características morfológicas que permiten definir algunas constituciones:
• Predominio del endodermo:

CONSTITUCION CARBONICA o BREVILINEA


• Predominio del mesodermo:

CONSTITUCION SULFURICA o NORMOLINEA.


• Predominio del ectodermo:

CONSTITUCION FOSFORICA o LONGUILINEA o LONGILÍNEA.

Cada una de estas tres constituciones fundamentales básicas puede ser asociada a una
cuarta constitución secundaria definida como CONSTITUCION FLUORICA, al cual
asocia notas de asimetría y distrofia que modifican las características de
las constituciones de base. Aunque hoy día puede no ser aceptada esta hipótesis, la
clasificación de Bernard es muy interesante a nivel clínico-descriptivo.
Por otra parte, son los elementos morfológicos los que condicionan de modo preferente
la descripción de estos tipos constitucionales. A continuación se realiza una breve
síntesis de los aspectos morfológicos de cada una de las constituciones citadas:

La tipología sensible

Otro elemento fundamental en la observación del paciente crónico es la

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TIPOLOGIA SENSIBLE, como ya se anticipó en los capítulos de metodología.
Durante la experimentación con las sustancias a dosis homeopáticas en individuos
sanos, se evidenció que existen sujetos que a igualdad de condiciones, desarrollan para
una sustancia dada un número muy elevado de síntomas pato genéticos, mucho más
elevado que el de otros experimentadores. Estos sujetos presentan un denominador
común:

• Tendencias mórbidas.
• Particularidades morfológicas (aspecto).
• Particularidades del comportamiento (carácter).

El conjunto de estas características define el tipo sensible a una determinada sustancia.


Estos sujetos muestran pues una reactividad particularmente vivaz a ciertos remedios y
en la práctica clínica diaria manifiestan incluso trastornos susceptibles de ser tratados
según la Similitud, en este mismo remedio. Por ejemplo, los sujetos sensibles de la
experimentación con NUX VOMICA son individuos sedentarios, con una cara
aparentemente pletórica, pero con un fondo de sub-ictérico.
Se ven hiperactivos, hipersensibles, coléricos, friolentos y con tendencia a
trastornos dispépticos.
Los sujetos más sensibles a la acción de PULSATILLA son en cambio preferentemente
del sexo femenino, con cabello rubio o castaño y de ojos azules; muestran un
carácter dulce, sensible, un poco cambiante y una tendencia a trastornos
circulatorios venosos, celulitis, inflamación catarral a nivel de las mucosas.

Los pacientes pueden ser por ello comparados en función de: sus características
morfológicas (color de cabello, de la piel, morfología de los dientes, índice entre los
segmentos óseos, etc.), sus características de comportamiento (agresividad,
sociabilidad, cólera, obsesión, emotividad) y sus tendencias mórbidas.

Con los varios tipos sensibles contenidos en la materia médica.


La tipología sensible tiene, sin embargo, sólo un carácter orientador. Si la
sintomatología que presenta un paciente, en un determinado momento de su vida, no
corresponde a la de la patogenesia del tipo sensible al que pertenece, se deberán escoger
otros remedios más indicados basándose en otros criterios. El conjunto de la diátesis
(modo reaccional crónico), entendida en su sentido homeopático, de la constitución
y del tipo sensible constituye el terreno del paciente. Sobre ellos actúan los elementos
patógenos, desencadenando la manifestación mórbida en su totalidad.

El tratamiento homeopático del paciente crónico se convierte así en tratamiento de


fondo, porque no se limita únicamente a aplicar la Similitud de los trastornos
presentados en un determinado momento, sino que además, toma en cuenta los
elementos constitutivos del terreno, como el modo reaccional crónico, la constitución
y el tipo sensible.

Formular ejemplos de tratamiento homeopático en enfermos crónicos es siempre difícil,


no es posible presentar “recetas hechas” para todo el mundo, porque al tratarse de un
“tratamiento de terreno”, está muy “personalizado” o “individualizado” y a la vez
los pacientes con el mismo diagnóstico nosológico difieren mucho entre sí. Pero por
razones didácticas y los fines ilustrativos se ha podido escoger un modelo terapéutico

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muy simple: el tratamiento de las verrugas.

Podemos considerar las verrugas como la resultante de la interacción entre el virus y un


terreno particularmente receptivo. Existen sujetos que desarrollan verrugas sólo si son
expuestos a un contagio muy intensivo y en cambio otros poseen

Un terreno particularmente receptivo, que favorece numerosas recidivas. Los individuos


portadores de verrugas pertenecen generalmente a la diátesis sicótica, que favorece las
manifestaciones proliferativas.
El remedio anti sicótico más importante es THUYA, que puede ser oportunamente
empleado para corregir este tipo de reactividad que facilita la implantación del virus.
Las diluciones más empleadas varían desde las 15 CH hasta las 200 CH, con
administraciones desde semanales hasta mensuales.

Algunos tipos sensibles manifiestan una acentuada predisposición a las verrugas y los
correspondientes remedios encuentran una frecuente indicación como terapia de fondo.
Los más empleados son:

• NATRUM SULFURICUM • ARSENICUM ALBUM


• SILICEA • CALCAREA CARBONICA
• SEPIA • LYCOPODIUM
• NATRUM MURIATICUM • GRAPHITES

Pero si las características morfológicas-temperamentales y las tendencias morbosas


indican un remedio del tipo sensible distinto a los arriba enumerados se elegirá otro.
Existen finalmente algunos remedios prescritos según una similitud anatomopatológica,
como por ejemplo:

• ANTIMONIUM CRUDUM, para las verrugas corneas en las palmas y plantas de


pies y manos;

• NITRICUM ACIDUM, para las sangrantes, con color amarillo-oro;

• DULCAMARA, para las verrugas juveniles planas, translúcidas, usualmente


localizadas en el dorso de la mano y antebrazos;

• CAUSTICUM en las formas sub-inguinales.


Estos remedios son solamente suministrados en diluciones medias de 7 ó 9 CH, en gotas
o en gránulos una o dos veces al d

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