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Núm.

75 VALLADOLID, 19 DE JULIO DE 2019 3a Época/Año 24


PUBLICACIONES BLOG ORGANO DE EXPRESIÓN DEL GRUPO EDITORIAL
@AMOR Y RABIA @AMORYRABIA PUBLICACIÓN PERIODICA
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@AMOR_Y_RABIA
DEFENSORA DE LAS
IDEAS ANARQUISTAS Amor y Rabia
SEGUNDA EDICIÓN, CORREGIDA Y AUMENTADA
5 Euros
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GRATUITA DISPONIBLE
Número Monográfico
EN INTERNET

KROPOTKIN Y EL
APOYO MUTUO
La naturaleza no es un campo de batalla
INDICE
3 - ¡Kropotkin tenía razón!, por El Aullido 31 - Un viejo anarquista en el Congreso Eugénico
11 - Que vuelva Kropotkin, por Julián Sorel de Londres, por Álvaro Girón Sierra
13 - Kropotkin frente al Darwinismo, por George 34 - Algunos textos de Kropotkin
Woodcok e Iván Avakumovic • 34 - La doctrina de Malthus
18 - Cooperación o mutua ayuda: Una idea no • 35 - La «ley del más fuerte» no es una ley
reconocida, por Ashley Montagu natural
19 - Kropotkin no era ningún chiflado, por • 36 - La selección natural como auxiliar de
Stephen Jay Gould la acción directa del medio
26 - Principio de Kropotkin, por Carlos de • 37 - ¿Moral animal?
Castro Carranza 38 - Piotr Kropotkin: recuerdos y críticas de uno
29 - Darwinismo social, por Richard Milner de sus amigos, por Errico Malatesta

Números publicados de la revista Amor y Rabia


(tercera época)

66 (10.07.2013) 67 (10.03.2017) 68 (26.03.2017) 69 (08.04.2017) 70 (01.11.2017)


Siria. Neoliberalismo, El hombre que fue Amor platónico (historia Bakunin contra Marx Contra el nacionalismo.
colonialismo y jueves, por G. K. sin palabras), por Frans (diálogo imaginario los reaccionarios
fundamentalismo contra Chesterton Masereel entre Carlos Marx y orígenes del
un estado incómodo Miguel Bakunin), nacionalismo catalán y
por Maurice Cranston vasco

71 (23.03.2018) 72a (28.05.2018) 72b (02.07.2018) 73 (17.07.2018) 74 (31.08.2018)


Contra el estigma de Introducción a ‘El Introducción a ‘El Capital’ La gran revolución. Las Contra el estado,
la prostitución. Textos Capital’ de Karl Marx de Karl Marx (2ª parte - raices anarquistas de la por Agustín García Calvo
para un debate sobre el (1ª parte - cómic) textos). Bakunin, Cafiero, Revolución Francesa
trabajo sexual por Max y Mir Most, Scaron, Rubel. El
anarquismo y la difusión
de la obra de Marx
¡KROPOTKIN
TENIA RAZÓN! Por El Aullido

El vampiro es un murciélago americano que arras- y el ruso era Piotr Kropotkin, divulgador científico
tra mala fama, ya que se alimenta de sangre, san- y militante anarquista, cuya serie de artículos se
gre que chupa del ganado doméstico. Debe cenar publicarían bajo el título de El Apoyo Mutuo.
todas las noches, porque, de lo contrario, tras dos Y, a modo de presentación, podemos partir de un
noches en ayunas moriría de hambre. El día lo pasa pequeño esbozo biográfico de este personaje inte-
dormido en grutas u otras oquedades agrupándose resante y poco conocido por la gran mayoría.
con otros ejemplares en colonias, especialmente
hembras. Cuando un ejemplar no ha comido, pide Piotr A. Kropotkin nació en Moscú en 1842 en el
alimento a otro que la regurgita y comparte, así seno de una familia de la alta aristocracia rusa. Fue
para la próxima vez devuelve el favor. Aquellos que una de las figuras teóricas más relevantes del anar-
no comparten el alimento son rápidamente detec- quismo mundial (del comunismo libertario en con-
tados y excluidos, los cuales para ser readmitidos creto). Desde muy joven rechazó su título nobiliario
tienen que ser más generosos. Los vínculos gene- de ‘príncipe’ —aunque así se le conociese, muy a su
rosos de estos mamíferos hematófagos no solo se pesar— y se sensibilizó por la causa de los oprimidos,
producen entre parientes, también se hacen con los en especial de los siervos. Entró en el elitista Cuer-
conocidos, y cuantas más amistades tengan mayo- po de Pajes del Zar e ingresó en la academia militar
res serán las garantías para poder sobrevivir. Su en 1857; allí estudió ciencias, filosofía e historia,
supervivencia se entre otras cosas.
debe a esta coope- También conoció
ración, rivalizar en- las ideas radicales
tre ellos sería com- y liberales que co-
pletamente inútil. rrían por el resto
Un ejemplo de que de Europa. Al salir
entre los animales de ella se incor-
la lucha de la vida poró como oficial
no se basa en una en un regimiento
riña o disputa de en el este de Sibe-
todos contra todos; ria, donde exploró
hay muchas estra- y cartografió re-
tegias de supervi- giones incógnitas,
vencia como la ve- entró en contacto
locidad, el tamaño, con los nativos y
los venenos, púas observó la natura-
y corazas, el camu- leza siberiana. Tras
flaje o el engaño, ver la situación de
entre otros más, los presos políticos
pero el acto de co- COLONIA DE VAMPIROS (DESMODUS ROTUNDUS) deportados, la ar-
laborar y unirse re- bitrariedad de los
sulta ser de lo más eficaz. mandos y la absurda disciplina militar, decidió aban-
donar la vida castrense en 1867.
En 1880 el zoólogo ruso, de origen alemán, Fiodo-
rovich Kessler pronunciaba una conferencia en San Estudió en la Universidad de San Petersburgo geo-
Petersburgo en la cual presentaba su tesis de cómo grafía y matemáticas, hizo un viaje por los lagos
la ayuda mutua entre los animales es un factor de Finlandia y fue el primero en darse cuenta que
importante en su evolución y supervivencia. Otro durante las glaciaciones del Cuaternario los hie-
compatriota suyo, años después, se sirvió de tales los ocuparon grandes extensiones de tierra conti-
argumentos para rebatir en una revista científica a nental, mucho más de lo que se creía entonces. Le
otro eminente naturalista inglés que defendía el propusieron a un puesto en la Sociedad Geográfi-
punto de vista contrario. El inglés se llamaba Tho- ca Rusa que rechazó, lo consideraba un privilegio
mas Huxley, que propugnaba por lo que él llamó «la mientras se mantuviesen las malas condiciones de
lucha por la existencia», presentando la naturaleza vida del pueblo ruso. Abandonó un prominente fu-
como un sangriento y cruel combate de gladiadores turo académico y de investigación científica para
donde el más fuerte sobrevive y deja descendencia, optar por el activismo revolucionario y social.
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En 1872, al año siguiente de la Comuna de París, ría de la selección natural) al contrario que Huxley
salió de Rusia y visitó Suiza, donde ingresó en la Pri- y Spencer que se negaron.
mera Internacional junto los moderados, pero que Amnistiado a los tres años se exilió a Gran Bre-
tras conocer a los bakuninistas de la Federación taña, bajo la condición de que abandonase su mi-
del Jura, simpatizó con sus ideas y se hizo anarquis- litancia activa, aquí termina el Kropotkin agitador
ta como ellos. Regresó a Rusia y se relacionó con y comienza el teórico. Con una vida más tranquila
los sectores antizaristas y revolucionarios del po- se dedicó a hacer conferencias y siguió escribiendo
pulismo ruso. Fue encarcelado por las autoridades artículos varios. Colaboró en la fundación de Free-
en 1874 en la fortaleza-cárcel de Pedro y Pablo de dom en Inglaterra y La Révolte en Francia, periódi-
la entonces capital rusa. Enfermó de escorbuto y lo cos de difusión del ideal ácrata. Allí, en Inglaterra,
internaron en el hospital de la prisión, desde allí se se publicaba La conquista del pan donde reflejaba
fugó con ayuda externa en 1876. Se trasladó a Sue- su modelo social anarco-comunista. Más tarde, tras
cia, Inglaterra (donde para poder sustentarse, escri- unos artículos previos, salió en 1902 El Apoyo Mutuo
bió artículos de divulgación en varias publicacio- como refutación
nes científicas, y a los postulados
así dar a conocer socialdarwinis-
en Occidente los tas. Además de
descubrimientos Campos, fábri-
rusos) y Suiza. cas y talleres, La
En Suiza conoció Gran Revolución
a J. Guillaume, y Memorias de
E. Malatesta y E. un revoluciona-
Reclus, pero tam- rio, añadamos
bién a quien se- también varios
ría su compañera folletos. Le ofre-
de por vida: Sofía cieron la Cáte-
Anániev. En 1878 dra de Geografía
tuvo en una bre- en Cambridge,
ve estancia en que Kropotkin
España tras la también rehu-
separación entre só tal oferta. En
bakuninistas y 1912 también
marxistas. intervino en el
En 1879 fundó Primer Congre-
el periódico Le so Eugenésico
Révolté, donde manifestando su
escribió sus artí- oposición a tal
culos de ideolo- EL ANARQUISTA KROPOTKIN REBATIÓ práctica. Antes
gía libertaria. La MAGISTRALMENTE AL CALVINISTA HUXLEY de regresar a su
militancia anar- país natal escri-
quista y la divulgación científica fueron sus dos bió otra serie de artículos en defensa del neola-
dedicaciones. Tras el asesinato del zar Alejandro marckismo y contra la teoría del plasma germinal
II por populistas en 1881, fue expulsado de Suiza de August Weismann.
como otros refugiados, por instigación del Gobier- En 1897 hizo su primera gira de conferencias por
no zarista. Reclus compiló una serie de textos de los EEUU, el tema era sobre el apoyo mutuo en la
Kropotkin que se transformaron en su primer libro naturaleza y la sociedad humana. Visitó en la cárcel
impreso Palabras de un rebelde. Se refugió primero a Alexandr Berkman, preso por atentar contra un
en Inglaterra —desde donde escribió el Obituario gran empresario industrial que contrató matones
dedicado a Darwin, en el que ya cuestionaba el vi- para reprimir una huelga. La segunda gira fue en
raje que llevaba su visión competitiva de la natu- 1901, donde asistió a varias conferencias acadé-
raleza— y después en Francia, en el pueblecito de micas, sin olvidar a los compañeros anarquistas
Thonon-les-Bains siguió escribiendo para su perió- que organizaron actos. Aprovechó su estancia para
dico y colaboró con la Enciclopedia Británica. Por divulgar la literatura rusa. Tras la reacción zarista
coherencia, rechazó una invitación para ingresar en que acabó con la Revolución de 1905, su casa de
la Real Sociedad Geográfica británica. Londres fue refugio de exiliados rusos.
Tras los sucesos de una manifestación obrera de Su credibilidad disminuyó entre los anarquistas
Lyon, Kropotkin junto otros anarquistas fue dete- cuando tras estallar la Primera Guerra Mundial
nido por «internacionalista» en 1882, durante el Kropotkin apoyó a los aliados de la Entente contra
juicio hizo una magistral declaración de principios. los Imperios Centrales, animando a los obreros a
Condenado a cinco años. Impartió clases a sus participar en esta gran matanza debido a su vehe-
compañeros presos. Muchos intelectuales y cien- mente germanofobia. ¡Nadie es perfecto, los seres
tíficos pidieron su excarcelación, entre ellos Alfred humanos tenemos también defectos! Por este ‚gran
Wallace (coautor junto a Charles Darwin de la teo- error‘ se le condenó y fue arrinconado y apartado
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del movimiento libertario internacional. y desigualdades sociales, prefirió el activismo po-
En el verano de 1917 regresó a Rusia tras el de- lítico al privilegiado mundo académico y científico,
rrocamiento del zar, en Moscú fue consultado al- aunque mantuviese su fe ciega en el progreso tec-
gunas veces por el Gobierno Provisional. Al tomar no-científico como solución a los problemas socia-
el poder los bolcheviques en noviembre, Kropotkin les (sin prever la posible manipulación por el ca-
se trasladó a Dmitrov. Sus relaciones con éstos fue- pitalismo que lo financiaba y, por consiguiente, su
ron distantes, mientras tanto muchos anarquistas nefasto impacto medioambiental). Siempre mantu-
eran encarcelados por la Cheka, policía política vo una postura contraria al protagonismo que se da
predecesora de lo que fue la KGB, era ya muy viejo unos pocos en detrimento de muchos, al reconocer
y estaba débil no pudiendo intervenir en ningún que las grandes ideas filosóficas y las teorías cien-
evento de aquellos años de la Revolución Rusa. En tíficas no son obra de una sola persona sino de su
su casita de madera (ahora museo) fue visitado por tiempo. Fue el autor más leído en el mundo hispa-
varios personajes como el ucraniano Nestor Maj- nohablante por los trabajadores e intelectuales de
nó, la ‘anarcofeminista’ Emma Goldman y, también, las primeras tres décadas del siglo XX. Y sus ideas
por el mismo Lenin. Cuando le sobrevino la muerte, se intentaron llevar a cabo en las comunas-libres
el 8 de febrero de 1921, estaba escribiendo Ética: majnovistas de los años de la Revolución rusa y en
Origen y evolución de la moral. La familia rechazó la las colectivizaciones anarquistas que hubo durante
oferta de un funeral oficial, fue enterrado en Mos- la Guerra Civil española.
cú, cuyo sepelio fue organizado por lo que quedaba Para el próximo año 2021, en febrero, se cumplirá
de la Federación de Grupos Anarquistas de Moscú, el centenario de su fallecimiento, y para ello edita-
ya que la mayor parte estaban presos. A su entie- mos este número especial de AMOR Y RABIA en su
rro, a pesar de la nevada, asistieron unas 20 mil recuerdo. Kropotkin —a pesar de su ‘gran error’— es
personas, fue la última gran manifestación antigu- uno de los librepensadores más reconocidos en el
bernamental de masas que hubo en Moscú hasta «mundillo» libertario; por ello se ha escrito, y se
la desaparición de la Unión Soviética. Esto sucedió escribirá, mucho sobre él, y más en las próximas
semanas antes de la brutal represión de los mari- fechas. Pero, también se le conoce —aunque algo
nos y obreros de la isla-fortaleza de Kronstadt en menos— por su aportación a las ciencias naturales;
manos del Ejército Rojo de Trotski, en marzo de en especial, su defensa y divulgación de la teoría
1921. (o ley) de la ayuda mutua de Kessler como factor
El pensamiento multidisciplinar de Kropotkin gi- importante en la evolución biológica y también su
raba en torno a que desde el apoyo mutuo en el influencia en la historia de la humanidad. En su
reino animal se llegaba a unos principios morales momento, entre la «comunidad científica» inglesa
básicos, y así poder alcanzar un modelo social más fue respetado, aunque considerado un personaje
equitativo y libertario, anteponer el socialismo al singular debido al contraste de su procedencia y
individualismo. Pretendió demostrar que, en contra lo que defendía ideológicamente. Por ser anarquis-
de lo que se cree, el ideal ácrata se podía corrobo- ta se le ninguneó, aduciendo que se dejaba llevar
rar con unas bases científicas. Rechazó el marxis- por ello, como si los otros, Darwin, Huxley o Spen-
mo, por considerarlo «metafísica económica» y au- cer, por muy científicos y prestigio que tuviesen, no
toritario (junto al liberalismo, son las dos caras de careciesen de ideología política y prejuicio alguno
la misma moneda), igual que al parlamentarismo que les condicionase su visión de las cosas. Pero,
representativo (que no es verdadera democracia no es cuestión por mi parte de repetir más de lo
porque no es directa,) y todo aquello que tuviese mismo, ya que Kropotkin también aportó algo más
que ver con el Estado. Mientras hubiese injusticias a tener en cuenta.

DIBUJOS DE KROPOTKIN DEL RÍO AMUR Y LA TAIGA SIBERIANA


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Cuando vemos los documentales televisivos sobre En la «Red de la Vida» que conforma nuestra natu-
naturaleza, siempre nos la presentan como un in- raleza, los carnívoros dependen de los herbívoros,
menso campo de batalla en el que todos los anima- así como éstos de las plantas. Si desaparecen las
les para sobrevivir tienen que estar eternamente plantas, no habría animales herbívoros y, por ende,
luchando. Aunque podemos utilizar metafórica- animales carnívoros. Si los carnívoros desaparecen,
mente la expresión «lucha» como la capacidad de los herbívoros esquilmarían las plantas y termina-
resistencia y adaptabilidad ante las adversidades y rían muriendo por inanición. Los grandes depreda-
las inclemencias del medio que les rodea para po- dores controlan las poblaciones de grandes herbí-
der seguir adelante —esa fue intención original que voros, permitiendo el crecimiento de plantas, como
el mismo Darwin nos expuso—, lo más frecuente en árboles. La sombra de los árboles impediría el
entenderse es directamente una guerra sin cuartel crecimiento de hierbas y arbustos, así los grandes
entre todas las partes, una extrapolación del ideal herbívoros controlan la expansión de tales árboles,
competitivo de la economía de mercado o capita- y dará crecimiento a otra vegetación que permiti-
lismo dominante al mundo natural. Pero, aunque rá la existencia de pequeños herbívoros, alimento
no incidan demasiado, también vemos de cómo los de pequeños y medianos carnívoros. Y los grandes
depredadores se agrupan para cazar grandes presas carnívoros controlan a los pequeños y medianos
que por sí solos no podrían; así como estas presas carnívoros que podrían eliminar los pequeños her-
forman manadas para protegerse —varios pares de bívoros. Cuanto mayor sea el número de actores en
ojos y orejas ven y oyen mejor que un solo par—, in- este escenario, mejor irá la función. No es una sino
cluso haciendo varias las cade-
frente a los ata- nas tróficas que
cantes. El hecho se entretejen.
de ayudarse les Aparte de ali-
beneficia más mento, las plan-
que perjudica, tas desprenden
así consiguen el oxígeno ne-
sobrevivir, y, por cesario para la
ende, poder lle- respiración de
gar a tener más los animales.
descendencia. Sin plantas no
Kropotkin en su hay animales,
libro El Apoyo y sin animales
Mutuo nos expu- tampoco ha-
so varios ejem- bría variedad de
plos, algunos de plantas Además,
ellos observa- las plantas con
dos directamen- flor —que son
te por él mismo la mayor parte—
en sus estudios dependen de los
de campo sibe- insectos polini-
rianos. Pero esta zadores, a cam-
cooperación va ANOTACIONES DE LOS AFLUENTES DEL bio de alimento
más allá del rei- ellos portan el
no animal, in- RÍO VITIM Y MAPA polen con las
cluye todos los que son fecundadas y se reproducen. Por otra parte,
seres vivos. tenemos a los pájaros frugívoros que tras comer el
Esta lucha por unos recursos limitados es lo que in- fruto expulsan sus semillas al pasar por su tracto
fluyó en la teoría de la selección natural de Darwin digestivo, ayudando a su dispersión. Los animales
y Wallace. Selección implica la acción y efecto de se alimentan y las plantas pueden crecer y mul-
elegir a una o varias cosas entre otras, separándo- tiplicarse. Esto también es más coordinación que
las y eliminándolas, para elegir lo que se considere competencia.
mejor, lo más apto. Lo que nos conduce a ver un Sin olvidar, que las plantas son los ‘productores
tipo de competencia en la que unos ganan y otros primarios’ que conforman la base sobre la que se
pierden, esto es lo que el sistema capitalista ha uti- sustenta la llamada «pirámide trófica» natural, sin
lizado como pilar teórico de su estructura socioe- estos cimientos toda la estructura se derrumba, y
conómica. Mientras lo que vemos en la naturaleza esto se debe a una relación basada en la colabora-
es variedad de seres vivos, no hay una especie de ción, y no la competencia. La mayoría de las plantas
criba que de lo contrario haya reducido tal mul- están vinculadas a otros organismos pluricelulares
tiplicidad viviente. Biodiversidad llamamos a esa que sin ellos no sobrevivirían, estoy hablando de
gran variedad de vida rodeada de vida que tene- los hongos (nuestras setas son los cuerpos fructífe-
mos, si se reduce perderíamos un gran potencial ros de ellos). Alianza hongo-planta que existe des-
de vida, despilfarro que no se puede permitir esta de hace 400 millones de años y no es complicada,
nuestra biosfera, con sus ciclos de la materia y flujo el hongo proporciona los nutrientes del suelo a la
de la energía.
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planta por sus raíces y, a su vez, la planta pasa los de control de poblaciones, permitiendo que otras
azucares que obtiene por fotosíntesis al hongo. Esta especies diferentes existan, incrementando tal bio-
relación basada en el apoyo mutuo: las micorrizas, diversidad, o tengan un papel sanitario entre las
es la que sostiene todos nuestros ecosistemas te- poblaciones al eliminar los ejemplares enfermos o
rrestres, sin ella no estaríamos aquí. Recordemos tarados y así evitar epidemias. En este caso, podría-
que las primeras plantas ni tenían raíces. Sin olvi- mos considerar la selección natural como algo adi-
dar, que por el suelo de todo el bosque las raíces cional en la naturaleza, de importancia secundaria
de los árboles y los micelios de los hongos están pero no esencial y vital. Es como los aditivos que
comunicados entre sí en una vasta red solidaria, los se añaden al hormigón que ayudan, pero no son
nutrientes que faltan en una zona son trasladados importantes. El hormigón es una mezcla de arena y
desde otra. Aquí no se ven lucha ni competencia, grava con cemento y agua, al juntarlos ya comienza
y luego nos hablan de la importancia que tienen el fraguado, al añadirles aditivos solo aceleran o
el mundo natu- retrasan el en-
ral. En los eco- durecimien-
sistemas mari- to, pero son
nos la base se irrelevantes
sustenta en el a tal proceso.
fitoplancton, y Pero, todavía
los detritívoros a la selección
tienen un papel natural, des-
de relevancia. de el mundo
Los pequeños académico y
peces pueden la comunidad
formar enor- científica, se
mes cardúme- la sigue des-
nes, que cuan- de el siglo XIX
do se mueven otorgando una
por los océanos DIBUJO SUYO DE LA CÁRCEL FRANCESA Y RETRATO importancia
aparentan ser QUE SE LE HIZO TRAS SU SALIDA no justificada,
un monstruoso como vemos
animal y va- en los docu-
rias especies mentales tele-
de depredado- visivos.
res, como del- Entre los hon-
fines, tiburones gos también
y atunes, se tenemos a
coordinan para los saprófitos,
pescarlos, otras descompone-
dos estrategias dores de ma-
de superviven- terial vegetal,
cia basadas en como la hoja-
el apoyo mu- rasca y la ma-
tuo. Incluso en dera muerta
el fondo mari- de nuestros
no las bacterias bosques. Estos
se asocian para organismos
intercambiar son el equiva-
gases, no com- lente a los ca-
piten por los FUNERAL MULTITUDINARIO DE KROPOTKIN EN MOSCÚ rroñeros entre
recursos. ¡Kro- los animales.
potkin no andaba muy descaminado en su visión Materia descompuesta que luego es asimilada por
de la naturaleza! los seres vivos que forman el mantillo del suelo de
Pero, siempre hay tramposos, los «listillos» que sa- los bosques, para generar los nutrientes que sean
can provecho del asunto, en este caso, por ejemplo, absorbidos otra vez por hongos y plantas, y plan-
los hongos parásitos. Los parásitos, aunque estén tas que serán alimento de los animales, en un ciclo
ahí, poco (que no quiere decir nada) aportan al fun- constante de reciclaje, nada se desperdicia. Todo
cionamiento del mecanismo que mueve el siste- está relacionado, no hay competencia sino todo lo
ma; aunque, esta relación simbiótica, cuanto más contrario, coordinación. Incluso podemos conside-
fuerte sea, hace que las plantas puedan ser más rar al bosque como un gran ser vivo, cuando se for-
resistentes a tal parasitismo. El parasitismo como ma un claro tras el derrumbe de un árbol, pronto
la depredación (animales que comen plantas, y ani- es sustituido por otro, similar al proceso de cica-
males que comen animales que comen plantas) son trización de una herida en nuestra piel. Lo que nos
relaciones de interdependencia que pueden acele- conlleva a considerar que el funcionamiento de los
rar el proceso de diversificación, al ser un método ecosistemas y los organismos no difieren tanto.
¿Y qué decir de los tubo digestivo de
líquenes? Dos se- los animales, que
res vivos distintos sin ellas no podrán
que hacen un solo hacer la digestión
ser vivo. Esta unión y asimilar la comi-
de hongos y algas da. Y hablando de
o cianobacterias cuerpos u organis-
es el ejemplo más mos ¿qué decir de
perfecto de apoyo los hormigueros,
mutuo: la simbio- colmenas o ter-
sis. Su superviven- miteros? Colonias
cia se debe a esta de insectos que
colaboración, sin funcionan como
la cual no podrían si fuesen un único
vivir en los luga- ‚superorganismo‘,
res más inhóspitos cuyos componen-
del planeta, sin tes no pueden vi-
contaminar. Es la vir aislados. Una
simbiosis la que ha hormiga, una abeja
tenido, y tiene, una o una termita no
gran importancia son nada aisladas,
en la historia na- deben sus vidas a
tural de la Tierra, la comunidad. ¿Y
mucho mayor que los mixomicetos?
la tan cacareada Protozoos que en
selección natural. un momento de su
De ello se dieron vida se agrupan y
también cuenta constituyen como
otros naturalistas QUIÉN DIJO ESO DE «HOMO HOMINI LUPUS» NO TENÍA un ser pluricelular.
rusos, coetáneos de La tendencia a la
Kropotkin, como A. NI IDEA DE LA NATURALEZA SOCIAL DEL LOBO agregación supone
Brandt y K. Merezhkovski. también un incremento en complejidad, y para ello
Hongos, plantas y animales son organismos pluri- es necesario que no haya lucha y competencia en-
celulares, con millares de células que conforman tre las partes.
sus cuerpos y órganos, tales células tampoco com- La asociación o agregación de los seres vivos fue-
piten ni luchan entre sí, como tampoco sus tejidos ron saltos evolutivos esenciales para incrementar
y órganos. ¿Os imagináis a los glóbulos rojos com- la complejidad de la vida. Desde las procariotas a
pitiendo por cuál obtiene más oxígeno o a los dos las eucariotas, de los seres unicelulares a los pluri-
riñones rivalizando por cuál se lleva toda la sangre celulares, llegando hasta las sociedades y los eco-
para filtrar? Incluso, además de las células somáti- sistemas, y el conjunto de todo que es la biosfera,
cas hay bacterias que coexisten en el interior del siempre ha marcado la tendencia a la asociación y

SIN LA VIEJA ALIANZA HONGO-PLANTA NO EXISTIRÍAN NUESTROS ECOSISTEMAS TERRESTRES


DE LA BACTERIA A LA CÉLULA EUCARIOTA, DE LOS SERES UNICELULARES A LOS
PLURICELULARES ES EL RUMBO QUE LLEVÓ LA EVOLUCIÓN. LA TENDENCIA ES A LA
COOPERACIÓN Y ASOCIACIÓN
coordinación. La célula eucariota, el tipo de células Carranza, ambos recogen algunas de las ideas de
que constituyen nuestro propio cuerpo, células que Kropotkin.
poseen núcleo y orgánulos dentro de una membra- Nosotros, los humanos, somos también animales,
na, es también el resultado de otra unión simbióti- como animales no estamos ni por encima ni fuera
ca. Lynn Margulis —que fue para el siglo XX lo que de la naturaleza, formamos parte de ella. Sociales
Darwin para el XIX— recogió el testigo de los viejos como nuestros parientes los simios, aunque consti-
evolucionistas rusos y defendió que fue la unión tuyamos sociedades más complejas y tecnológicas,
simbiótica de varias células procariotas (bacterias y igual que ellos (pero más evolucionados) poseemos
arqueas) la que creó a la eucariota. En esta simbio- unas conductas, que podemos definir como mora-
génesis está el origen de los protistos (protozoos y les, para llevar mejor nuestra convivencia en grupo.
algas), animales, hongos y plantas; sin esta alianza, Kropotkin de-
otro ejemplo fendía lo mis-
de apoyo mu- mo, en contra
tuo, tampoco de la idea de
existiríamos. ¿Y que fue la civi-
seguimos dan- lización la que
do importancia nos apartó de
a la lucha y la la cruel «gue-
competencia…? rra de todos
Actualmente contra todos»,
hay dos inter- fue esa socia-
pretaciones bilidad animal
que pueden ser la que nos hizo
la base de un humanos. Des-
nuevo paradig- cendemos de
ma científico seres sociales,
que permita y antes de las
otro avance en convenciones
el estudio de y las normas
los seres vivos, impuestas por
otro paso más autoridades, ya
en la próxima teníamos una
«revolución conducta mo-
cop e r n ica na » ral, empatiza-
en ciencias na- mos con nues-
turales. Estoy hablando de la Teoría de Sistemas tros semejantes y sabemos que hay que tratarlos
Integrados del bioantropólogo Máximo Sandín y como queremos que lo hagan con nosotros antes
la Teoría Gaia Orgánica del físico Carlos de Castro de inventar las leyes. La base neuronal de nuestra
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naturaleza social fue confirmada con el descubri- es un hecho, la «herencia blanda» del lamarckismo
miento de las neuronas espejo hace 25 años. No- vuelve a ser revitalizada. Simbiosis y epigenética
sotros como especie descendemos de la unión y no son dos mecanismos alternativos en la evolución
la lucha, en vez de exterminar a los neandertales biológica producen cambios más rápidos en los or-
conservamos sus genes, también son nuestros an- ganismos que las mutaciones al azar y la selección
tepasados. Y antes de nuestra salida de la «cuna natural —sin olvidar la «energía oscura» en la evo-
africana» ya proveníamos de otros cuatro linajes lución que son los virus (una parte de nuestro ADN
mezclados. O sea, nuestros antepasados se hibri- es de origen vírico)—, y, por extensión, una mayor
daron, lo que tira por la borda la idea de una se- complejidad. Ante unos recursos limitados se obtie-
lección natural que filtraba y beneficiaba solo a los ne una mayor eficiencia con la cooperación que con
más aptos. la competencia.
Kropotkin veinte años después de escribir los artí- La rivalidad y la lucha son circunstanciales, colate-
culos que dieron a El Apoyo Mutuo, escribió para la rales o residuales, pero no son el motor principal de
misma revista de divulgación científica otros artícu- la vida en la Tierra. Interdependencia y variedad es
los sobre la influencia del medio en el desarrollo de lo que hay, la selección natural darwiniana actuaría
animales y plan- como un tamiz o
tas, propugnando filtro que redu-
su acercamiento ce tal variedad. Y
al neolamarc- lo que hace que
kismo, intentó los componentes
en vano sinteti- de los ecosiste-
zar a Darwin con mas y los ciclos
Lamarck (recor- de la materia de
demos que el nuestra biosfera
mismo Darwin funcionen mejor
también era la- es justo esa di-
marckiano). Al versidad; lo que
igual que le pasó quiere decir que
a Darwin antes de tal selección na-
morir, dudaba de tural, que implica
la relevancia de una competencia,
la selección na- con sus ganado-
tural como factor res y perdedo-
de la evolución, y res, es ineficaz e
mostraba varios irrelevante, no es
estudios experi- funcional. A esta
mentales que lo variedad de seres
exponían. Entre vivos y ecosis-
estos estudios es- temas es lo que
taba el que hizo llamamos biodi-
Kammerer con versidad. En vez
sapos parteros, a de la «supervi-
quien acusaron vencia de los más
de fraude y por aptos» lo que ha
ello se suicidó, y habido a lo largo
recientemente se de la historia na-
ha descubierto tural del planeta
que no hizo tram- es un incremento
pa. También reba- de la complejidad
tía a la teoría del y biodiversidad,
plasma germinal como ya dije an-
de A. Weismann, en la que se defiende que la in- teriormente, zancadas evolutivas desde las células
formación genética está guardada en el interior del procariotas a las eucariotas, de los seres unicelula-
núcleo de las células y sin influencia externa alguna, res a los pluricelulares, y de estos a las sociedades
que fue posteriormente confirmada con el descubri- y los ecosistemas que conforman nuestra biosfera.
miento de los cromosomas y la estructura del ADN, Para ello fue necesaria una cierta coordinación y
y es una de las bases del neodarwinismo que impera cooperación, la lucha y la competencia son inútiles.
aún en las ciencias biológicas. Kropotkin consideró Aunque en nuestra sociedad exista la explotación,
que la influencia ambiental también intervenía, y su el crimen y la violencia, lo que hace que se ponga
punto de vista perdió —de momento— ante esas evi- en marcha es justo lo contrario. Aunque el pez gran-
dencias. Pero, en Ciencia nunca está dicho todo y se de se coma al chico, la unión hace la fuerza… ¡Qué
puede dar la vuelta, gracias a los recientes avances y razón tenía el viejo camarada ruso!
conocimientos en epigenética Kropotkin no andaba ¡Kropotkin tenía razón!
muy errado. La influencia del medio en los genes
Que vuelva Kropotkin Por JULIÁN SOREL (ABC COLOR, 29 octubre 2017)
Puede que hablar aquí, a propósito del centenario de selecta para los hijos de la nobleza» [3], el Cuerpo de
una revolución en la cual no triunfó precisamente el Pajes, en San Petersburgo. Tan selecta era, que sólo
modelo de comunidad que él hubiera preferido (y en tenía ciento cincuenta plazas, y estudiar en ella abría
la cual además terminó, por el contrario, imponién- casi automáticamente el paso a los cargos más codi-
dose ese «socialismo de Estado» que, como él señaló ciados de la corte [4]. Piotr ingresó en esa institución
pronto [1], «en realidad no es más que capitalismo a los quince años.
de Estado»), del príncipe anarquista Piotr Kropo- Pero este príncipe, Piotr tenía la peculiaridad
tkin parezca raro, e incluso inoportuno, por de no sentirse tan cerca de la nobleza de
no decir francamente disparatado, pero, la cual por nacimiento formaba parte
como ya saben de sobra los lectores y cuanto de los campesinos que, al fin
cuantos me conocen, yo soy un bicho y al cabo, eran quienes lo habían
raro, e incluso inoportuno, por no cuidado de niño, y esta anomalía
decir francamente disparatado. desvió de su cauce —del cauce
Han de saber que el anarquista que hubiera sido habitual en su
Piotr Alexeyevich Kropotkin, caso— el curso completo de su
que tanto conocía, quería y vida.
respetaba el mundo y la cul- Por puro amor (que no por
tura campesinos, era, por de- amor puro) a la frivolidad de
recho de nacimiento, uno de las anécdotas, mencione-
los señores de este mundo, y mos que, perseguido Kro-
no lo digo porque su familia potkin en su país debido a
fuera dueña de latifundios y su notoria actividad revo-
de miles de siervos en tres lucionaria, tuvo que esca-
provincias de la Santa Rusia par de prisión y exiliarse, y
—lo que incluso podría pa- que, dado el esnobismo que
recer una vulgaridad—, sino nos caracteriza a los seres
por algo menos común que humanos de todo tiempo
la riqueza, y es que nuestro y lugar, a fuer de erudito, de
amigo el príncipe, hijo de Eka- extranjero y de aristócrata, se
terina Nikolaevna Kropotkina convirtió, naturalmente, en una
y Alexei Petrovich Kropotkin — figura de moda en Londres, don-
príncipe de Smolensk—, nacido en de fue alabado por todos, desde
Moscú el 9 de diciembre de 1842, KROPOTKIN EN 1861 William Morris hasta Ford Madox
era descendiente directo de los Rurik, Ford, y descrito por Óscar Wilde como
que gobernaron Rusia antes que los Ro- un «bello Cristo blanco», «a beautiful whi-
manov. te Christ».
Cuando Piotr tenía cuatro años, Ekaterina murió. Perdón por la trivialidad del párrafo anterior. En
A los diez, en un gran baile al que fueron los hijos de la Londres, Kropotkin escribió casi todo el primer número
nobleza, el zar reparó en su precoz inteligencia y en su de la revista Freedom, que dio lugar al sello Freedom
belleza, y fue invitado a convertirse en uno de sus pa- Press. Este, con su pequeña librería, sigue funcionando
jes [2]. Unos pocos jóvenes nobles se preparaban para en el mismo edificio de ladrillo marrón verdoso del
integrar este selecto grupo en la institución educativa número 84 del mismo callejón, Angel Alley, en White-
más exclusiva y excluyente del Imperio, «que combina- chapel, desde ese año de 1886 hasta hoy, domingo 29
ba el carácter de una academia militar y de una escuela de octubre del 2017.

[1] La cita completa dice así: «La adoración del Estado, de la dom Press, 1942, 150 pp., p. 8.
autoridad y del socialismo de Estado, que en realidad no es más [4] Alain Vieillard-Baron: «Dos cartas de Kropotkin», en: Revista
que capitalismo de Estado, triunfó en las ideas de toda una gene- de Filosofía, Nº 6, 1960, p. 286.
ración» («The worship of the State, of authority and of State Soci-
alism, which is in reality nothing but State capitalism, triumphed [5] «This survival of the fittest, which I have here sought to ex-
in the ideas of a whole generation»). Piotr Alexeyevich Kropotkin: press in mechanical terms, is that which Mr. Darwin has called
«Caesarism», en: Freedom, Nº 139, junio de 1899. „natural selection“, or the preservation of favoured races in the
struggle for life» («Esta supervivencia del más apto, que aquí he
[2] Roger Nash Baldwin (ed.): Kropotkin’s Revolutionary tratado de expresar en términos mecánicos, es lo que el señor
Pamphlets, Nueva York, Dover Publications, 1970, 311 pp., pp. Darwin ha llamado la “selección natural”, o la preservación de
14-16. las razas favorecidas en la lucha por la vida»). Herbert Spencer:
[3] Piotr Kropotkin / Sir Herbert Read: Selections from his Wri- Principles of Biology, Londres-Edimburgo, Williams and Norgate,
tings, edición e introducción de sir Herbert Read, Londres, Free- 1864, vol. 1, p. 444.
12
Las tesis más importantes de Kropotkin se encuentran No creo desentonar si digo que esos modelos hoy es-
en dos libros: La conquista del pan (1892) y Campos, tán cada vez más lejos de la estima general. De hecho,
fábricas y talleres (1899). Kropotkin consideraba un no soy el primero en decirlo, y se suelen señalar di-
buen modelo de organización social, libre de la do- versos factores de tal descrédito: la crisis económica
minación tanto del esta- desde la década de 1970,
do como del mercado, las el respeto, desde la déca-
comunidades campesinas da de 1960, del individuo,
que había conocido en sus búsquedas y valores
Siberia, y pensaba (no era por encima de cualquier
un nostálgico) que la tec- lealtad a estados nacio-
nología moderna aplicada nales y demás abstraccio-
a la agricultura y demás nes opresivas, son un par.
actividades económicas Tal vez sea cierto. A veces
permitiría un productivo tenemos, en efecto, la im-
desarrollo descentraliza- presión —no creo ser el
do acorde a las necesida- único— de que un espíritu
des medioambientales (sí libertario recorre lo mejor
era lo que llamaríamos de nuestra época, de sus
hoy un ecologista). expresiones espontáneas
Es preciso aclarar aquí de desobediencia civil,
que, contra darwinistas so- de sus diversas protes-
Local de Freedom Press en los 70 (IZDA.) y en la actualidad, tras re- tas contra el poder de las
ciales como Herbert Spen- parar los daños producidos por un incendio provocado por fascistas
cer, para quien todo estaba empresas y las evasiones
regido por la «lucha por la fiscales sistemáticas del
vida» (como dice con bella, áspera sonoridad la expre- 1% más rico, ya sea el 15-M en España, ya sea el Oc-
sión original [5], «the struggle for life»), Kropotkin veía cupy Wall Street, de las diversas formas de disidencia
un mecanismo de supervivencia eficaz más importante general, en suma, de la última década, o quizá de las
en la ayuda mutua, título de otro libro suyo, El apoyo últimas dos décadas.
mutuo (1902), escrito y publicado en inglés, en el exi- Los retos que tendríamos que enfrentar para sostener
lio londinense, en el que, por ejemplo, leemos que «los estas expresiones de una nueva o renovada voluntad
animales que adquieren hábitos de ayuda mutua son sin de autodeterminación son en realidad los mismos re-
duda los más aptos. Tienen más probabilidades de sobre- tos que ya enfrentaba el anarquismo de pensadores
vivir y alcanzan, en sus clases respectivas, el mayor desa- como el príncipe Kropotkin. ¿Cómo construir algo ca-
rrollo de la inteligencia y organización corporal». paz de sostenerse en el tiempo sin instituciones cen-
Esto fue escrito por Kropotkin luego de la lectura de tralizadas y sin los peligros que estas implican, sin una
un artículo del zoólogo Thomas Henry Huxley, afec- excesiva delegación de poder en autoridades dema-
tuosamente apodado «el Bulldog de Darwin». siado distantes de los individuos reales y faltas, por lo
Thomas Huxley (abuelo de Aldous, el gran escritor, por tanto, de control, y sin un malsano, o kafkiano, creci-
cierto, y de Julian, el ilustre evolucionista, y de Andrew, miento de la burocracia? ¿Qué ofrecer, para disuadirla
el Nobel de Fisiología, y profesor de biología de H. G. de seguir corriendo hacia el abismo, que ya asoma, a
Wells cuando este, becario pobre del Royal College of una inmensa mayoría mundial embarcada ciegamente
Science, aún no había escrito ninguna de sus grandes en la inercia de un crecimiento sin límites —un creci-
novelas de ciencia-ficción) había publicado su artícu- miento, no ya a mediano, sino a corto plazo, destruc-
lo «The struggle for existence in human society» en The tivo y suicida— y adicta a un nivel de vida cada vez
Nineteenth Century en febrero de 1888, y Kropotkin, más alto? ¿Cómo podrían unas comunidades fundadas
también en The Nineteenth Century, le respondió con en la democracia directa local y en la igualdad real
varios artículos luego reunidos en El apoyo mutuo. enfrentarse a lo opuesto, a concentraciones de poder
La idea de la cooperación como fuerza natural expues- tan enormes como las existentes en los Estados y los
ta en ese libro recopilatorio de 1902 encaja coheren- mercados internacionales?
temente en la opera omnia del príncipe Kropotkin, que Ante los fracasos sociales y económicos del llamado
creía que el ser humano era por naturaleza solidario, «socialismo real» —del capitalismo de Estado, para ser
o, al menos, propenso a colaborar con los demás, y a exactos y justos— y del capitalismo global, y ante la
quien, por ende, la idea de una sociedad integrada por evidencia de la alarmante incapacidad de estos siste-
comunidades basadas en la democracia directa le pa- mas —tan alejados de todo posible control de las per-
recía perfectamente razonable. sonas reales, de los individuos concretos, de carne y
Las ideas de Kropotkin, sobre todo entre las décadas hueso, que somos— para lidiar con sus sombras, con
de 1880 y 1920, ganaron muchos simpatizantes en la degradación ambiental, con los explosivos depósi-
todo el mundo; los wobblies las recibieron muy bien tos de desesperación e inequidad tóxica sembrados y
en Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra ahondados cada día en todas partes, ¿cómo salvarnos
Mundial, sin embargo, los modelos estatales centrali- y salvar al mundo?
zados parecían de algún modo ser los únicos realistas Tal vez pensadores como Piotr Kropotkin puedan venir
y firmes, más aún en las décadas de 1950 y 1960, con hasta nosotros desde el pasado, a bordo de la fabulosa
el este comunista y el oeste capitalista enfrentando máquina del hoy citado de pasada H. G. Wells, y ayu-
sus respectivas versiones de «progreso» y desarrollo. darnos a inventar otro futuro.
Kropotkin frente al Darwinismo
GEORGE WOODCOK e IVAN AVAKUMOVIC | El príncipe anarquista (1971)

Kropotkin se enfrentó siempre con una poderosa Hobbes, autor de Leviatán, había basado su justifi-
serie de argumentos que tenían el apoyo de va- cación del Estado y de la autoridad monárquica en
rios científicos y que mientras no se abordasen en la teoría de que el hombre primitivo es por natura-
su propio terreno amenazaban con destruir aquel leza dado a la lucha fratricida y que sólo pueden im-
edificio racional que él había levantado. Estos argu- plantarse en él las virtudes sociales por la fuerza de
mentos se relacionaban con la teoría darwiniana de una autoridad superior. Y al final del siglo XVIII se
la evolución, tan de moda entonces, y proclamaban traspasó el argumento al campo de la economía, y,
que en la naturaleza nunca hay bastante para todos en lo que difícilmente puede considerarse una coin-
y que sería en realidad, poco deseable que lo hubie- cidencia, estuvo estrechamente ligado a la primera
se, pues la fuerza más potente de la evolución del aparición del anarquismo como doctrina social ma-
mundo animal y, por tanto, de la humanidad, es la dura y completa. En 1793 publicó William Godwin
lucha por la vida dentro de las especies, que al su- su Investigación acerca de la justicia política, que
poner la supervivencia de los más aptos actúa como tuvo en aquel tiempo gran influencia intelectual,
medio de selección natural asegurando el progreso y en el que abogaba por la benevolencia universal
de la raza. Los apologistas del capitalismo ya habían como base de las relaciones humanas (idea no muy
adoptado estas ideas de competencia ilimitada, y lejana del apoyo mutuo de Kropotkin) y sugería,
también los marxistas, que veían en el proletariado como Kropotkin, que si todos los hombres hiciesen
la clase más «apta». su cuota de trabajo manual, si se eliminasen toda
El principal exponente de la teoría de la lucha por clase de actividades socialmente inútiles y de derro-
la existencia fue, en el siglo XIX, Thomas Henry Hu- che, y si la potencialidad de la ciencia se explotase
xley, pero la base fundamental de la discusión, y su plenamente en beneficio de todos, sería posible go-
utilidad como justificación del orden social exis- zar de bienestar al coste de un gasto mucho menor
tente, eran mucho más antiguas que el siglo XIX o de energía que el habitual en sociedades anteriores.
que la polémica evolucionista en su forma moderna. Durante algunos años prácticamente nadie refutó
Durante el siglo XVII, el filósofo autoritario Thomas los argumentos de Godwin. Pero luego apareció un

KROPOTKIN, DIVULGADOR CIENTÍFICO Y ANARQUISTA


DARWIN Y WALLACE, COAUTORES DE LA TEORÍA DE LA SELECCIÓN NATURAL
clérigo, T.H. Malthus, que sostenía que la población mentados un proletariado rural hambriento, se sen-
tendía naturalmente a incrementarse en una pro- tía confortado con el consuelo de las prédicas del
porción más alta que la de cualquier incremento del reverendo Malthus. Las teorías de este bondadoso
suministro de alimentos. Este proceso conduciría cristiano adquirieron estatus de enseñanza clásica
inevitablemente al desastre si no se ponían «ba- en el sistema económico victoriano, y aunque hoy
rreras positivas» al crecimiento demográfico; es de- resulta difícil entenderlo, fueron aceptadas por mu-
cir, fenómenos naturales, como la enfermedad y el chos científicos de talla. Pero incluso entonces sus
hambre, y fenómenos sociales, como la lucha gene- bases racionales y matemáticas fueron eficazmente
ralizada de los individuos, en la que los más débiles refutadas no sólo por la tardía respuesta de God-
perecen. Con el fin de preservar al bienestar exis- win en 1820, sino también por la pronta Respuesta
tente, era necesario, según Malthus, que no se al- a Malthus de Hazlitt. Hoy, cuando la posibilidad de
terase este proceso, y denunciaba, en consecuencia, un vasto incremento de producción de bienes esen-
la doctrina de la benevolencia universal de Godwin ciales se halla situada más allá de la duda razona-
como concepción peligrosa que podría alterar la li- ble, y en que se ha mostrado en la práctica que un
mitación natural de la población y producir una so- mayor bienestar y una mayor instrucción producen
ciedad en la que el crecimiento demográfico, supe- una caída de la tasa de natalidad, la teoría básica
rando el incremento en el suministro de alimentos, de Malthus resulta insostenible, y quienes buscan
conduciría inevitablemente al desastre y al hambre una razón en que apoyar su argumento de que la si-
para todos, y no sólo para las minorías, que son eli- tuación de la humanidad no puede alterarse deben
minadas antes de alcanzar su plenitud en proceso buscarlo en otro sitio.
normal de competencia sin trabas. El resultado últi- El advenimiento de Darwin trasladó el argumento
mo de cualquier tentativa de cambio sería, en con- del campo económico al biológico. Al formular su
secuencia, un regreso a través de terribles pruebas a teoría, Darwin se apartó de los evolucionistas ante-
la vieja situación. Las cosas eran, en realidad, como riores, como Lamarck, Buffon y su propio abuelo, uti-
tenían que ser, y, en conclusión, hablar de una mejo- lizando la lucha por la vida como mecanismo clave
ra de la sociedad humana era pura quimera. mediante el cual la «selección natural» favorecía las
Era una doctrina consoladora para los propietarios variaciones positivas y destruía las negativas; acep-
de la industria, los generales y los administradores taba que había influido poderosamente en él para
del comienzo de la revolución industrial, y sin duda llegar a esta conclusión, la teoría de Malthus del
más de un capitalista, cuyos obreros infantiles su- freno positivo al incremento de población, que tam-
cumbían en la atmósfera mefítica de su fábrica, más bién consideraba Darwin un importante factor para
de un terrateniente que se apoderaba de las tierras seleccionar, eliminando a los individuos inferiores,
comunales y ayudaba a hacer de labradores bien ali- en la lucha por la vida. Aunque Darwin advierte a
15
veces contra el uso del término «lucha por la exis- la teoría base de los anarquistas de que los hombres
tencia» de forma demasiado literal, resulta evidente tienden naturalmente a la cooperación estaba ame-
que imaginaba no sólo una lucha contra los factores nazada. Cualquier concepción de una sociedad basa-
ambientales, sino también de los individuos entre da en el acuerdo voluntario debía aportar una res-
sí, como elemento dominante del proceso evoluti- puesta eficaz a los evolucionistas neomaltusianos, y
vo. Aunque en años posteriores reconoció que tam- esto fue lo que aportó Kropotkin en El apoyo mutuo.
bién era importante la cooperación, nunca llegó a Su preocupación por este aspecto de la evolución
desarrollar esta idea en grado apreciable, y la base databa de años antes de que se interesase por las
principal de su concepción de la evolución continuó teorías revolucionarias, pues ya en la década de
siendo la idea de conflicto. 1860 él y su hermano habían analizado ampliamen-
Thomas Henry Huxley, su principal apóstol y divul- te la teoría de la variación de Darwin, y se habían
gador, llevó esta tendencia a su extremo al hablar planteado sus dudas en la cuestión de la herencia,
del mundo animal como «un duelo de gladiadores» y además, durante sus exploraciones siberianas, le
y de la vida del hombre primitivo como «una lucha sorprendió descubrir que había, de hecho, menos
libre y constante». Competencia, lucha, animosidad, pruebas de lucha que de cooperación entre indivi-
envidia y odio eran las cualidades que surgían auto- duos de la misma especie. Más tarde, cuando se hizo
máticamente de la concepción de Huxley como fac- anarquista e intentó fundar sus creencias en una
tores necesarios de progreso. La lucha entre grupos base científica, se vio de nuevo afectado por esta
e individuos era para él la ley de vida. No sólo era cuestión. Ya hemos hablado de su defensa, en 1882,
deseable como condición de progreso, sino que era de la solidaridad mutualista como factor evolutivo,
también inevitable. y su estudio, en Clairvaux, de la tesis de Fiodorovich
Se verá cómo esta teoría complacía a los apologistas Kessler. Pero fueron las afirmaciones extremadas de
del capitalismo del siglo XIX en aquel período de es- Huxley sobre la ferocidad de la lucha por la vida las
cepticismo en que los valores de la religión ortodoxa que decidieron finalmente a Kropotkin a aceptar el
perdían su poder; el materialismo científico del tipo desafío. Ha de subrayarse que, pese a la poco deli-
huxleyano, violentamente atacado al principio de su cada conducta de Huxley en el asunto de la solicitud
aparición, alcanzó muy pronto la misma respetabili- de liberación de Kropotkin cuando éste se hallaba
dad que las insostenibles doctrinas de la Iglesia. Los preso en Clairvaux, Kropotkin nunca tuvo la menor
que se sentían incómodos basando sus acciones en animosidad personal hacia él y siempre estuvo dis-
una dudosa ley divina se alegraron mucho al descu- puesto, sin dejar de señalar el peligro de la perver-
brir que la ley natural había sido interpretada por el sión que Huxley hacía del darwinismo, a alabar el
profesor Huxley de modo que constituía igualmente valor, los conocimientos y la inteligencia con que
una justificación firme de la competencia ilimitada. había defendido al principio la teoría evolucionista
No hay duda de que si tales doctrinas eran ciertas, contra la ortodoxia eclesiástica.

HOBBES Y MALTHUS, PREDECESORES DEL DARWINISMO


HUXLEY Y SPENCER, VERDADEROS ‘PADRES’ DEL DARWINISMO Y LA LUCHA POR LA EXISTENCIA
Kropotkin inicia El apoyo mutuo con un examen de número pese a una tasa de nacimientos muy baja;
la vida de las especies animales. Su estudio está lle- permite a los animales gregarios emigrar en busca
no de citas de las obras de los naturalistas de campo de nuevos asentamientos. En consecuencia, aunque
y de sus propias observaciones, que muestran que la admitiendo plenamente que fuerza, rapidez, colo-
sociabilidad o el apoyo mutuo entre individuos de la res protectores, astucia y resistencia al hambre y
misma especie se halla tan extendida en todos los al frío, que mencionan Darwin y Wallace, son otras
niveles del mundo animal, desde los insectos a los tantas cualidades que hacen al individuo, o a la es-
mamíferos superiores, que puede considerarse una pecie, más aptos en determinadas circunstancias,
ley de la naturaleza: creemos que la sociabilidad, en cualquier circuns-
«Las especies que viven en solitario o en pequeñas tancia, es la mayor ventaja en la lucha por la vida.
familias son, en realidad, relativamente pocas y su Las especies que voluntaria o involuntariamente
número es limitado. Además, parece muy probable la abandonan están condenadas a la decadencia;
que, aparte de unas cuantas excepciones, las aves y mientras que los animales que saben combinar
mamíferos que no son gregarios vivieran en socie- mejor sus esfuerzos tienen mayores oportunidades
dades antes de que el hombre se multiplicase sobre de supervivencia y de posterior evolución, aunque
la tierra y desencadenase una guerra permanente puedan ser inferiores a otros en esas facultades
contra ellos, o destruyese las fuentes de las que an- enumeradas por Darwin y Wallace, salvo la facul-
tes obtenían alimentos.» tad intelectual.»
El apoyo mutuo no sólo es una ley de la naturaleza, Inteligencia, nutrida por el lenguaje, imitación y
salvo en animales que viven en condiciones un tan- experiencia acumulada, son para Kropotkin «una
to artificiales, o entre especies en decadencia, sino facultad eminentemente social». Además, el hecho
que también es, según Kropotkin, el factor de evolu- mismo de vivir en sociedad fuerza a desarrollar,
ción más importante en las especies sociales: aunque sea en forma rudimentaria, ese «sentido co-
lectivo de justicia que acaba convirtiéndose en un
«La vida en sociedad permite resistir a los anima- hábito» sin el cual es imposible toda vida social.
les más débiles, las aves más débiles y los mamífe- Las pruebas que Kropotkin aduce en apoyo de es-
ros más débiles, les permite protegerse de las aves tos argumentos convierten la visión de Huxley de
más terribles y de los animales de presa; permite «naturaleza de colmillo y garra» en una pesadilla
la longevidad; permite a la especie criar a sus reto- de científico de salón. Pero Kropotkin no elimina del
ños con el mínimo gasto de energía y mantener su todo la lucha por la existencia. Admite que juega
17
su papel, metafóricamente, en la forma de la lucha y su papel vital como lazo orgánico entre los seres
contra circunstancias adversas. Pero en forma de humanos. Incluso hoy, pese a que el Estado haya
competencia dentro de las especies sólo se presenta asumido tan amenazadora importancia en la vida
en circunstancias excepcionales, e incluso entonces humana, el apoyo mutuo sigue siendo el factor más
es más perjudicial que ventajosa, pues destruye las importante en la interrelación entre hombres y mu-
ventajas obtenidas con la sociabilidad. La selección jeres, considerados como individuos.
natural, lejos de estimular la competencia, aporta «Ni los poderes aplastantes del Estado centra-
medios por los que puede evitarse. lizado, ni las doctrinas de odio mutuo y de lucha
Si estas ideas pueden aplicarse de modo casi uni- implacable que, adornadas con los atributos de la
versal a los animales, se aplican también al hom- ciencia, predican oficiosos filósofos y sociólogos,
bre primitivo, que debe su dominio sobre el mundo podrían desarraigar el sentimiento de solidaridad,
animal a su sociabilidad y a las aptitudes que culti- profundamente asentado en el entendimiento y el
va en sociedad. Tres generaciones de antropólogos corazón del hombre, porque está nutrido de toda
han demostrado la falsedad de la visión huxleyana nuestra evolución anterior… Lo que fue resultado
de un hombre primitivo enzarzado en una perpetua de la evolución desde sus etapas primigenias, no
vendetta entre individuos y familias, similar a la hi- puede verse aplastado por uno de los aspectos de
pótesis freudiana de la horda primigenia centrada esa misma evolución. Y la necesidad de la ayuda
en el padre. Los estudiosos del hombre primitivo, mutua y del mutuo apoyo que últimamente se ha-
desde los tiempos de Lewis Morgan hasta el pre- bía refugiado en el círculo estrecho de la familia, o
sente, han hallado en todas partes una tendencia a en los barrios pobres, o en la secreta unión de los
vivir no en grupos familiares, sino en agrupaciones obreros, se reafirma una vez más, incluso en esta
tribales en las que la ley como tal es desconocida, y sociedad moderna nuestra, y proclama su derecho
está reemplazada por un completo sistema de cos- a ser, como ha sido siempre, primer caudillo del
tumbres que aseguran cooperación y apoyo mutuo. progreso.» (…)
Tampoco hay prueba alguna de que el hombre pri- En cuanto completó su obra sobre la Revolución
mitivo no fuese una especie social; en realidad, los Francesa, Kropotkin comenzó a caminar por otra vía
restos de las culturas primitivas aportan abundan- nueva. La consideración de las cuestiones éticas le
tes indicios de su primigenia sociabilidad y coope- había hecho pensar de nuevo en la cuestión gene-
ratividad. ral de la evolución. Veía ahora con mayor claridad
Kropotkin, utilizando los datos de los antropólogos ciertos errores del darwinismo, y creía que en al-
de vanguardia de su época, demostró que dentro de gunos aspectos se había desechado injustamente a
la tribu primitiva el apoyo mutuo era la regla y no Lamarck, sobre todo en la cuestión del influjo di-
la excepción, y mostró cómo entre los bárbaros el recto del medio en el desarrollo de plantas y ani-
campo de cooperación mutua se convirtió en males. En consecuencia, se puso a trabajar so-
pueblo y, a través de la aparición de las bre el asunto, y de ello se derivó una serie
primitivas formas de gremio, asumió in- completa de artículos que se publicaron
cluso proporciones nacionales e inter- en The Nineteenth Century durante los
nacionales. Finalmente, el papel del cinco años siguientes. «Evolución y
apoyo mutuo en las instituciones apoyo mutuo», «La acción directa del
humanas alcanzó su más alto desa- medio sobre las plantas» y un ensayo
rrollo en la ciudad libre medieval. doble, «La respuesta de los animales
Kropotkin, incluso en su juventud, a su medio», aparecieron en 1910.
había investigado mucho la natu- En 1912 publicó «La herencia de ca-
raleza de las relaciones sociales en racterísticas adquiridas», y en 1914,
estas ciudades, y podía por ello apor- «Variaciones heredadas en las plan-
tar gran cantidad de pruebas, ilustradas tas», y en 1915, a modo de conclusión,
por relatos contemporáneos, que mostra- «Variaciones heredadas en los animales».
ban que las ideas imperantes en el siglo XIX Estos ensayos eran de carácter sumamente
sobre la vida medieval era casi por completo erró- polémico, e incluían un ataque a la teoría de August
neas, y que tras las murallas de las ciudades libres Weismann sobre el plasma germinal, y pretendían
y antes de su decadencia en el Renacimiento, había demostrar la herencia de caracteres adquiridos a
existido una rica vida comunal en la que la ayuda través de la acción directa del medio. Como siem-
mutua y el comunismo cooperativo jugaban un gran pre, Kropotkin acumulaba gran cantidad de datos y
papel. pruebas para apoyar sus argumentaciones, aunque
Estos capítulos del libro de Kropotkin están escritos no dijo en modo alguno la última palabra sobre esta
con entusiasmo y puede que tendiesen a menospre- cuestión, aún ferozmente polémica.
ciar el lado oscuro de la vida en tales sociedades. Apoyo mutuo y sociabilidad son de hecho, funda-
Sin embargo, nos muestra con clara conciencia la mentos de todo credo de ética social, de toda prác-
debilidad interna que llevó al colapso del espíritu tica de cooperación, y si no condicionaran de modo
comunal a final de la Edad Media. Y, considerando natural casi todos nuestros actos diarios hacia nues-
el conjunto de su información, aporta importantes tros semejantes, ni siquiera la más austera tiranía
datos que corroboran el papel decisivo que el apoyo podría impedir la desintegración de la sociedad.
mutuo jugó en el desarrollo de la actividad social
Cooperación o mutua ayuda:
Una idea no reconocida
ASHLEY MONTAGU | La naturaleza de la agresividad humana (1976)

No todos eran tan unilaterales y absolutistas como mal bajo condiciones naturales. Las observaciones
Huxley, por supuesto. El filósofo e historiador eco- hechas entonces y después le convencieron de que
nómico francés Alfred Espinas, el zoólogo ruso Karl «Huxley había dado una interpretación muy inco-
Kessler, y el príncipe Piotr Kropotkin, geógrafo y rrecta de los hechos de la Naturaleza, tal como lo
humanista ruso, abordan todos ellos la cuestión de vemos en el bosque y en la selva». De 1890 a 1896
la conducta animal, entre 1878 y 1902, y llegaron publicó varios artículos rebatiendo el punto de vista
todos ellos a la conclusión de que el principal fac- huxleiano de la evolución como lucha entre gladia-
tor operativo en la evolución de los animales era dores. Fueron esos artículos los que se publicaron
la cooperación y no el conflicto. Alfred Espinas, fi- como libro en 1902 bajo el título El apoyo mutuo:
lósofo, economista e historiador francés, publicó en un factor de la evolución. En la introducción Kropo-
1878 un libro notable, Sobre las sociedades ani- tkin dice que, aunque buscó ávidamente por Siberia
males, donde llamaba la atención hacia la coope- oriental y Manchuria del Norte, no logró descubrir
ratividad universal, considerando que caracterizaba «esa amarga lucha por los medios de la existencia,
mejor que el conflicto la vida social de los animales. entre animales de la misma especie, considerada
Kessler, que fue profesor de zoología y decano de por la mayoría de los darwinistas (aunque no siem-
la Universidad de San Petersburgo, pronunció una pre por el propio Darwin) como característica do-
conferencia en 1880 titulada «Sobre la ley de la minante de la lucha por la vida y factor primordial
ayuda mutua», donde trataba de mostrar que junto de evolución». Sin negar la importancia de la lucha
a la «ley de la lucha mutua» existe en la naturaleza por la existencia, ni la de la selección natural en la
una «ley de la ayuda mutua», «mucho más impor- evolución de las formas vivas, Kropotkin se esfor-
tante que la ley del desafío mutuo para el éxito de zó por demostrar que la ayuda mutua es «el factor
la lucha por la vida y, especialmente, para la evo- principal de la evolución».
lución progresiva de las especies». La conferencia Aunque tales afirmaciones quizá sean demasiado
de Kessler, leída en 1880 en un congreso ruso de fuertes, lo cierto es que se ha pasado inmerecida-
naturalistas, fue la inspiración principal del pensa- mente por alto la cooperación como factor en la
miento de Kropotkin sobre el tema. Kessler murió el competitiva «lucha por la existencia», y especial-
año siguiente. mente en la evolución de las relaciones sociales.
De joven, Kropotkin pasó varios años en Siberia y En tiempos de Kropotkin, teorías como la suya eran
Manchuria, donde se ocupó de estudiar la vida ani- simplemente desestimadas.

ESPINAS Y KESSLER, PREDECESORES DE LA TEORÍA DEL APOYO MUTUO.


19
Hay una semejanza chocante y deprimente entre Tinbergen, Desmond Morris y otros son todos miem-
ese período y el nuestro por lo que respecta a la bros valiosos de la comunidad científica, y mientras
aceptación general de conclusiones «científicas» no limiten sus conclusiones mucho al conocimiento de
fidedignas. El propio Darwin describió un concepto la conducta animal. Pero cuando establecen analo-
revolucionario que fue mal entendido en un mun- gías entres sus trabajos con animales y la conducta
do que durante siglos había aceptado ciegamente de los seres humanos, y luego apoyan sus conclu-
las suposiciones y relatos de la religión cristiana; siones con asertos completamente insensatos, su
muchos de sus partidarios y vulgarizadores tomaron trabajo pierde valor y, de hecho, se hace peligroso
sus palabras, las estiraron hasta cubrir todo tipo de debido precisamente a su atractivo popular. Son
ideas injustificables, y las presentaron al mundo en descendientes directos de esos pensadores decimo-
un ejemplo clásico de tergiversación. nónicos de la «naturaleza de garras y colmillos en-
Hoy día, en un proceso paralelo, el interesante y va- sangrentados» cuando permiten que su formación
lioso trabajo de científicos imaginativos en el cam- científica —en la cautela, en una cuidadosa defini-
po de la conducta animal ha sido extendido —unas ción de palabras y conceptos, en la comprensión de
veces por los propios científicos y otras veces por relaciones entre eventos, en el pensamiento lógi-
profanos— hasta cubrir interpretaciones no justifi- co— se desvanezca en el humo de sus entusiasmos.
cadas por el trabajo original. Konrad Lorenz, Niko

Kropotkin no era ningún chiflado


STEPHEN JAY GOULD | «Brontosaurus» y la nalga del ministro (1991)

A finales de 1909, dos grandes hombres mantenían los viejos de mi edad suelen hacer: abandonar esta
correspondencia a través de océanos, religiones, ge- vida mundana para vivir los últimos días de mi vida
neraciones y razas. Lev Tolstoi, sabio de la no violen- en paz y soledad.»
cia cristiana en sus últimos años, le escribía al joven Pero el último viaje de Tolstoi fue a la vez breve y
Mahatma Gandhi, que luchaba por los derechos de desdichado. Menos de un mes más tarde, resfriado
los colonos indios en Sudáfrica: y fatigado por los numerosos trayectos largos efec-
«Dios ayuda a nuestros queridos hermanos y co- tuados en los trenes rusos cuando el invierno se es-
laboradores en el taba acercando, con-
Transvaal. La misma trajo una neumonía
lucha del débil con- y murió a los ochenta
tra el fuerte, de la y dos años de edad,
mansedumbre y el en la casa del jefe de
amor contra el orgu- estación de la parada
llo y la violencia, se del ferrocarril de As-
hace sentir cada año tapovo. Demasiado
con más fuerza tam- débil para escribir,
bién entre nosotros.» dictó su última carta
Un año más tarde, el 1 de noviembre de
hastiado por los con- 1910. Dirigida a un
flictos domésticos e hijo y a una hija que
incapaz de soportar la no compartían sus
contradicción de vivir puntos de vista sobre
en pobreza cristiana la no violencia cris-
en una finca próspera EL DARWINISMO SIRVIÓ COMO BASE TEÓRICA PARA tiana, Tolstoi ofrecía
que funcionaba gra- una última palabra
cias a los ingresos no
JUSTIFICAR EL IMPERIALISMO BRITÁNICO. de consejo:
deseados que le producían sus grandes novelas (es- «Las ideas que habéis adquirido sobre el darwi-
critas antes de su conversión religiosa y publicadas nismo, la evolución y la lucha por la existencia no
por su mujer), Tolstoi huyó en tren hacia regiones van a explicaros el significado de vuestra vida y no
desconocidas y buscando un final más sencillo a sus os ofrecerán guía en vuestras acciones, y una vida
días de decadencia. Escribió a su mujer: sin explicación de su significado y su importancia,
«Mi marcha te angustiará. Lo siento, pero com- y sin la guía persistente que surge de ella, es una
préndelo y cree que no puedo hacer otra cosa. Mi existencia despreciable. Pensad en ello. Os lo digo,
posición en casa se está haciendo, o se ha hecho, probablemente en vísperas de mí muerte, porque
insoportable. Aparte de cualquier otra considera- os amo.»
ción, ya no puede vivir más en estas condiciones de La queja de Tolstoi ha sido la más común de las de-
lujo en las que he vivido, y estoy haciendo lo que nuncias contra Darwin, desde la publicación de El
20
origen de las especies en 1859 hasta hoy. El darwi- visión de Malthus de que el crecimiento de la po-
nismo, sostiene la acusación, socava la moralidad al blación ha de sobrepasar el de los recursos alimen-
proclamar que el éxito en la naturaleza sólo puede tarios y conducir a una contienda manifiesta por los
medirse mediante la victoria en sangrienta batalla: recursos en disminución. Además, Darwin mantenía
la «lucha por la existencia» o la «supervivencia de una visión limitada pero controladora de la ecología
los más aptos», para citar los lemas que el propio como un mundo abarrotado de especies que compe-
Darwin escogió. Si deseamos que «la mansedumbre tían, tan equilibradas y tan hacinadas que una nueva
y el amor» triunfen sobre «el orgullo y la violencia» forma sólo podía hacer su entrada si literalmente
(como Tolstoi le escribió a Gandhi), hemos de repu- expulsaba a un antiguo habitante. Darwin expresó
diar la visión de Darwin del comportamiento de la este punto de vista en una metáfora incluso más
naturaleza, como afirmaba Tolstoi en un alegato fi- fundamental para su visión general que el concep-
nal a sus hijos descarriados. to de lucha: la metáfora de la cuña. La naturaleza,
Esta acusación contra Darwin es injusta por dos ra- escribe Darwin, es como una superficie con diez mil
zones. En primer lugar, la naturaleza (no importa lo cuñas clavadas firmemente y que cubren todo el es-
cruel que sea en términos humanos) no proporciona pacio disponible. Una nueva especie (representada
base alguna para nuestros valores morales. (La evo- como una cuña) sólo puede conseguir entrar en una
lución podría, todo lo más, ayudar a explicar por qué comunidad si logra introducirse en un resquicio mi-
tenemos sentimientos morales, pero la naturaleza núsculo y fuerza la salida de otra cuña. El éxito, en
no puede nunca decidir por nosotros si una deter- esta visión, sólo puede conseguirse mediante la vic-
minada acción está bien o mal.) En segundo lugar, toria directa en competencia abierta.
la «lucha por la exis- Además, el mismo dis-
tencia» de Darwin es cípulo principal de
una metáfora abstrac- Darwin, Thomas Henry
ta, no una afirmación Huxley, propuso esta
explícita de contienda visión «gladiatoria» de
sangrienta. El éxito re- la selección natural (el
productor, el criterio termino es suyo) en una
de la selección natural, serie de famosos ensa-
funciona de muchas yos sobre ética. Huxley
maneras; la victoria en sostenía que el predo-
la contienda puede ser minio de la contienda
un camino, pero la coo- sangrienta definía el
peración, la simbiosis y comportamiento de la
la ayuda mutua pueden naturaleza como amo-
también asegurar el ral (no explícitamen-
éxito en otras épocas y te inmoral, pero cier-
contextos. En un pasaje tamente inadecuado
famoso, Darwin expli- KROPOTKIN EN FINLANDIA EN como para ofrecer guía
caba su concepto de lu- alguna de conducta
cha evolutiva (Origin of EL VERANO DE 1917 moral):
Species, 1859, pp.62-63): «Desde el punto de vista del moralista, el mundo
«Utilizo este término en un sentido amplio y me- animal se halla aproximadamente al mismo nivel
tafórico, que incluye la dependencia de un ser res- que un espectáculo de gladiadores. Los animales
pecto de otro y, lo que es más importante, no sólo están bastante bien tratados, y preparados para
la vida del individuo, sino el éxito en dejar des- luchar, y de ahí que los más fuertes, los más rápi-
cendientes. De dos animales caninos en tiempo de dos y los más astutos vivan para luchar otro día. El
escasez puede decirse verdaderamente que luchan espectador no necesita dirigir sus pulgares hacía
entre sí para dirimir quién obtendrá alimento y vi- abajo, pues no se da cuartel alguno.»
virá. Pero de una planta en el límite de un desierto Pero después, Huxley va más allá. Cualquier so-
se dice que lucha por la vida contra la sequedad… ciedad humana establecida siguiendo estas líneas
Como el muérdago es diseminado por aves, su exis- habrá de degenerar en la anarquía y la miseria: el
tencia depende de ellas; y metafóricamente puede mundo brutal de Hobbes de ‘bellum omnium contra
decirse que lucha con otras plantas que poseen fru- omnes’ (donde bellum significa «guerra», no belle-
tos, tentando a las aves a devorar y así diseminar za: la guerra de todos contra todos). Por lo tanto, el
sus semillas.» principal objetivo de la sociedad debe residir en la
Aún así, en otro sentido, la queja de Tolstoi no ca- mitigación de la lucha que define el camino de la
rece totalmente de fundamento. Darwin presentó naturaleza. Estudiar la selección natural y hacer lo
efectivamente una definición general, metafórica de contrario en la sociedad humana:
la lucha, pero sus ejemplos reales favorecían cierta- «Pero en la sociedad civilizada, el resultado inevi-
mente la batalla sangrienta: «la naturaleza, roja en table de tal obediencia (a la ley de la contienda
dientes y garras», en un verso de Tennyson tantas sangrienta) es el restablecimiento, en toda su in-
veces citado que pronto se convirtió en un tópico tensidad, de esta lucha por la existencia (la guerra
reflejo para esta visión de la vida. Darwin basaba de cada uno contra todos), la mitigación o aboli-
su teoría de la selección natural en la deprimente
21
ción de la cual era la principal finalidad de la orga- Escribió Mutual Aid (en inglés) como respuesta di-
nización social.» recta al ensayo de Huxley que se ha citado anterior-
Esta aparente discordancia entre el comportamien- mente, «The struggle for existence in human society»,
to de la naturaleza y cualquier esperanza para la de- publicado en febrero de 1888 en The Nineteenth
cencia social humana ha definido el principal tema Century. Kropotkin respondió a Huxley con una serie
de debate sobre ética y evolución desde el mismo de artículos, también publicados en The Nineteenth
Darwin. La solución de Huxley ganó muchos adep- Century, y que acabaron reunidos en forma del libro
tos; la naturaleza es aviesa y no constituye guía Mutual Aid.
alguna para la moralidad excepto, quizá, como in- Como sugiere el título, Kropotkin afirma, en su pre-
dicador de lo que debe evitarse en la sociedad hu- misa cardinal, que la lucha por la existencia conduce
mana. Mi propia preferencia reside en una solución por lo general al apoyo mutuo y no al combate como
distinta, basada en tomar seriamente la interpreta- criterio principal del éxito evolutivo. Por lo tanto, la
ción metafórica de Darwin sobre la lucha (hay que sociedad humana debe basarse en nuestras inclina-
admitirlo, frente a la preferencia del mismo Darwin ciones naturales (no invertirlas, como sostenía Hu-
por los ejemplos gladiatorios): la naturaleza es en xley) al formular un orden moral que aportará tanto
ocasiones aviesa, a veces amable (en realidad, nin- la paz como la prosperidad a nuestra especie. En
guna de las dos cosas, porque los términos humanos una serie de capítulos, Kropotkin intenta ilustrar la
son muy inapropiados). Al presentar ejemplos de continuidad entre la selección natural para la ayu-
todas las conductas (bajo la rúbrica metafórica de da mutua entre los animales y la base del éxito en
la lucha), la naturaleza la organización social
no favorece a ninguna y humana, cada vez más
no ofrece pauta alguna. progresista. Sus cinco
Los hechos de la natu- capítulos secuenciales
raleza no pueden pro- se refieren a la ayuda
porcionar guía moral en mutua entre los anima-
ningún caso. les, entre los salvajes,
Pero una tercera solu- entre los bárbaros, en
ción ha sido defendida la ciudad medieval, y
por algunos pensadores entre nosotros.
que realmente desean Confieso que siempre
encontrar una base para he considerado a Kro-
la moralidad en la na- potkin como necio e
turaleza y la evolución. idiosincrásico, aunque
Puesto que pocos de indudablemente bien
ellos pueden detectar intencionado. Siempre
mucho consuelo mo- es presentado así en
ral en la interpretación los cursos normales so-
gladiatoria, esta tercera bre biología evolutiva,
posición debe reformu- PARAJE DE LA CUENCA DEL AMUR como uno de estos pen-
lar el comportamiento EXPLORADO POR KROPOTKIN sadores blandos y pelu-
de la naturaleza. Las dos que permiten que
palabras de Darwin sobre el carácter metafórico de la esperanza y el sentimentalismo se introduzcan
la lucha ofrecen un punto de partida prometedor. en el camino de la robustez analítica, y que están
Se puede argumentar que los ejemplos gladiatorios dispuestos a aceptar la naturaleza tal como es, con
se han exagerado y se han presentado equivocada- pelos y señales. Después de todo, era un hombre de
mente como dominantes. Quizá la cooperación y la política extraña y de ideales impracticables, arran-
ayuda mutua son los resultados más comunes de la cando del contexto de su juventud, un extranjero
lucha por la existencia. Quizá la comunión, y no el en tierra extraña. Además, su retrato de Darwin se
combate, conduce al mayor éxito reproductor en la correspondía tanto con sus ideales sociales (apoyo
mayoría de las circunstancias. mutuo ofrecido naturalmente como producto de la
La expresión más famosa de esta tercera solución evolución, sin necesidad de una autoridad central)
puede encontrarse en Mutual Aid (El apoyo mutuo), que uno no podía ver más que esperanza personal
publicado en 1902 por el anarquista revolucionario y no precisión científica en sus narraciones. Kropo-
ruso Piotr Kropotkin. (Debemos abandonar el viejo tkin ha estado durante mucho tiempo en mi lista
estereotipo de los anarquistas como barbudos lan- de temas en potencia para un ensayo (aunque sólo
zadores de bombas que acechan furtivamente du- fuera porque yo quería leer su libro, y no simple-
rante la noche en las calles de las ciudades. Kropot- mente vocear la interpretación que de él hacen los
kin fue un hombre genial, casi santo según algunos, libros de texto), pero no lo hice nunca porque no
que promovió una visión de pequeñas comunidades podía encontrar un contexto mayor que el mismo
que establecían sus propios estándares median- hombre. Los intelectos excéntricos son interesan-
te consenso para beneficio de todos, con lo que se tes como chismorreo, quizá como psicología, pero
eliminaba la necesidad de la mayor parte de fun- la verdadera idiosincrasia proporciona la peor base
ciones de un gobierno central.) Kropotkin, un noble posible para generalizar.
ruso, vivía en un exilio inglés por razones políticas. Pero esta situación cambio de golpe para mí cuan-
22
do leí un artículo excelente en el último número de Pero Todes identifica una razón muchísimo más
Isis (la primera de nuestras revistas profesionales en interesante en la experiencia inmediata de la tie-
historia de la ciencia), de Daniel P. Todes: «Darwin’s rra y de la historia natural rusas. Todos tenemos la
Malthusian metaphor and Russian evolutionary thou- tendencia a tejer teorías universales a partir de un
ght, 1859-1917». Supe que el provincianismo había conjunto limitado de circunstancia inmediata. Mu-
sido mío en mi ignorancia del pensamiento evolu- chos genetistas leen todo el mundo de la evolución
cionista ruso, y no de Kropotkin en su aislamiento en los confines de un frasco de laboratorio lleno de
en Inglaterra. (Puedo leer ruso, pero sólo penosa- moscas de la fruta. Mi propia incertidumbre crecien-
mente y con un diccionario; lo que significa, a todos te sobre la adaptación universal procede en gran
los efectos prácticos, que no puedo leer el idioma.) parte, sin duda, del hecho de que estudio un caracol
Sabía que Darwin se había convertido en un héroe peculiar (género Cerion, un gasterópodo terrestre de
de la intelligentsia rusa y que había influido en la las islas y costas del Caribe) que varía de manera
vida académica en Rusia quizá más que en ningún muy amplia y caprichosa a través de un ambiente
otro país. Pero prácticamente nada de esta obra rusa que aparentemente no varía, y no estudio un ave en
se ha traducido nunca, y ni siquiera se ha discutido vuelo o cualquier otra maravilla del diseño natural.
en la bibliografía inglesa. Las Rusia es un país inmenso, infra-
ideas de esta escuela nos son poblado según cualquier medi-
desconocidas; ni tan sólo re- da de su potencial agrícola que
conocemos los nombres de los pudiera adoptarse en el siglo
principales protagonistas. Yo XIX. Rusia es también, en la ma-
conocía a Kropotkin porque ha- yor parte de su superficie, una
bía publicado en inglés y había tierra inhóspita, en la que es más
vivido en Inglaterra, pero nun- probable que la competencia se
ca comprendí que representaba ejerza entre el organismo y el
una crítica rusa generalizada a ambiente (como en la lucha me-
Darwin, bien desarrollada y ba- tafórica de Darwin de una plan-
sada en razones interesantes ta en el límite del desierto) que
y tradiciones nacionales cohe- se manifieste entre organismo y
rentes. El artículo de Todes no organismo en contienda directa
hace a Kropotkin más correcto, y sangrienta. ¿Cómo podría nin-
pero coloca sus escritos en un gún ruso, que tuviera un fuerte
contexto general que demanda sentimiento por su propio país,
nuestro respeto y produce una ver el principio de Malthus de
ilustración sustancial. Kropotkin la superpoblación como un fun-
era parte de una gran corriente damento de la teoría evolutiva?
que fuía en una dirección no fa- Todes escribe:
miliar, no era un arroyo aislado y «Era algo extraño a su expe-
pequeño. riencia porque, simplemente,
Esta escuela rusa de críticos de la enorme masa continental de
Darwin, asegura Todes, basaba KROPOTKIN A LOS 22 AÑOS Rusia hacia empequeñecer a
su principal premisa en un re- su población dispersa. Para un
chazo firme de la afirmación de ruso, ver que una población que crecía de manera
Malthus de que la competencia, al modo gladiato- inexorable iba a reducir inevitablemente los recur-
rio, ha de ser dominante en un mundo cada vez más sos potenciales de alimento y espacio requería una
atestado, en el que la población, que crece geomé- buena cantidad de imaginación.»
tricamente, sobrepasa de manera inevitable unos Si estos críticos rusos podían ligar honestamente
recursos alimentarios que sólo pueden aumentar su escepticismo personal a la consideración de su
aritméticamente. Tolstoi, que hablaba por una opi- propio patio de atrás, también podían reconocer
nión general de sus compatriotas, calificó a Malthus que los entusiasmos contrarios de Darwin podían
de «mediocridad maliciosa». registrar el provincianismo de su entorno distinto,
Todes encuentra un conjunto distinto de razones de- en lugar de un conjunto de reglas necesariamente
trás de la hostilidad rusa hacia Malthus. Las objecio- universales. Malthus resulta un profeta mucho más
nes políticas al carácter absolutamente despiadado adecuado en un país hacinado e industrial que pro-
de la competencia industrial occidental surgieron fesa un ideal de competencia abierta en los merca-
desde ambos extremos del espectro ruso. Todes es- dos libres. Además, se ha señalado a menudo que
cribe: tanto Darwin como Alfred R. Wallace desarrollaron
«Los radicales, que esperaban construir una so- de manera independiente la teoría de la selección
ciedad socialista, consideraban al maltusianismo natural después de su experiencia primaria con la
como una corriente reaccionaria en la economía historia natural de los trópicos. Ambos afirmaban
política burguesa. Los conservadores, que espera- estar inspirados por Malthus, de nuevo de manera
ban preservar las virtudes comunales de la Rusia independiente; pero si la fortuna favorece a la men-
zarista, lo veían como una expresión del «tipo na- te preparada, su experiencia tropical predispuso se-
cional británico».» guramente a ambos hombres a leer a Malthus con
resonancia y aprobación. Ninguna otra región de la
23
Tierra está tan atestada de especies y, por lo tanto, Pero una segunda forma de lucha (el estilo que
tan repleta de competencia de cuerpo contra cuer- Darwin denominó metafórico) opone al organismo
po. Un inglés que hubiera aprendido las maneras de contra la rigurosidad de los ambientes físicos que lo
la naturaleza en los trópicos estaba casi predesti- rodean, no contra otros miembros de la misma espe-
nado a considerar la evolución de forma distinta a cie. Los organismos han de luchar para mantenerse
como la vería un ruso alimentado con relatos de los calientes, para sobrevivir a los peligros súbitos e im-
páramos siberianos. predecibles del fuego y de la tormenta, para perse-
Por ejemplo, N.I. Danilevsky, un experto en pesque- verar durante los duros períodos de sequía, nieve o
rías y dinámica de poblaciones, publicó una extensa pestilencia. Estas formas de lucha entre el organis-
crítica del darwinismo, en dos volúmenes, en 1885. mo y el ambiente se libran mejor mediante la coope-
Identificó la lucha por el beneficio personal como ración entre los miembros de la misma especie: me-
el credo de un «tipo nacional» claramente británi- diante la ayuda mutua. Si la lucha por la existencia
co, en contraste con los viejos valores eslavos del enfrenta a dos leones contra una cebra, contempla-
colectivismo. Un niño inglés, escribe, «boxea de uno remos una contienda felina y una carnicería equina.
en uno, no en grupo como a nosotros los rusos nos gus- Pero si los leones están luchando conjuntamente
ta pelear». Danilevsky consideraba la competencia contra la rigurosidad de un ambiente inanimado, lu-
darwinista como «una doctrina puramente inglesa» char no eliminará al enemigo común, mientras que
basada en una línea la cooperación pue-
de pensamiento bri- de vencer un peli-
tánico que se exten- gro cuya superación
día desde Hobbes está más allá del
a Malthus pasando poder de cualquier
por Adam Smith. La individuo único.
selección natural, Por lo tanto, Kropo-
escribió, está arrai- tkin creó una dico-
gada en «la guerra tomía dentro de la
de todos contra to- noción general de
dos, que ahora se de- lucha por la existen-
nomina la lucha por cia, dos formas de
la existencia, que es significado opuesto:
la teoría política de 1) organismo con-
Hobbes; en la compe- tra organismo de la
tencia que es la teoría misma especie para
económica de Adam recursos limitados,
Smith… Malthus apli- lo que lleva a la
có exactamente el competencia; y 2)
mismo principio al organismo contra el
problema de la po- DIBUJO HECHO POR KROPOTKIN DE UNA DE SUS ambiente, lo que lle-
blación… Darwin ex- EXPLORACIONES SIBERIANAS. va a la cooperación:
tendió tanto la teoría «Ningún naturalis-
parcial de Malthus como la teoría general de los eco- ta dudará de que la idea de una lucha por la vida
nomistas políticos al mundo orgánico». (Las citas son sostenida por la naturaleza orgánica es la mayor
del artículo de Todes.) generalización de nuestro siglo. La vida es lucha;
Cuando nos volvemos ahora al Mutual Aid de Kro- y en esta lucha los más aptos sobreviven. Pero las
potkin a la luz de los descubrimientos de Todes so- respuestas a las preguntas „¿con qué armas se rea-
bre el pensamiento revolucionario ruso, hemos de liza principalmente la lucha?“ y „¿cuáles son los
invertir el punto de vista tradicional e interpretar su más aptos en la lucha?“ diferirán mucho según la
trabajo como inserto en la tendencia principal de la importancia que se conceda a los dos aspectos di-
crítica rusa, no como una chifladura personal. La ló- ferentes de la lucha: el directo, por el alimento y
gica central del argumento de Kropotkin es simple, la seguridad entre individuos separados, y la lucha
directa y en gran parte convincente. que Darwin describió como „metafórica“; la lucha
Kropotkin empieza reconociendo que la lucha des- con gran frecuencia colectiva, contra las circuns-
empeña un papel fundamental en la vida de los or- tancias adversas.»
ganismos y asimismo proporciona el impulso princi- Darwin reconoció que existían ambas formas, pero
pal para su evolución. Pero Kropotkin sostiene que su lealtad a Malthus y su visión de la naturaleza llena
no debe verse la lucha como un fenómeno unitario. a rebasar de especies le llevó a destacar el aspecto
Debe dividirse en dos formas fundamentalmente competitivo. Después, los devotos menos refinados
distintas con significado evolutivo contrario. De- de Darwin exaltarían la interpretación competitiva
bemos reconocer, ante todo, la lucha de organismo hasta prácticamente la exclusividad, y asimismo la
contra organismo por los recursos limitados (el tema colmaría de un significado social y moral:
que Malthus comunicó a Darwin y que Huxley des- «Llegaron a concebir el mundo animal como un
cribió como gladiatorio). Esta forma de lucha directa mundo de lucha perpetua entre individuos medio
conduce a la competencia por el beneficio personal. muertos de hambre, cada uno de ellos sediento de
24
la sangre de los demás. Hicieron que la literatura realista de que los verdaderos creyentes tienden a
moderna resonara con el grito de guerra de ‚¡ay de leer sus preferencias sociales en la naturaleza. Kro-
los vencidos!‘, como si se tratara de la última pala- potkin, el anarquista que aspiraba a sustituir las
bra de la biología moderna. Elevaron la lucha „des- leyes del gobierno central por el consenso de las
piadada“ para las ventajas personales a la altura comunidades locales, esperaba ciertamente locali-
de un principio biológico al que el hombre debe zar una preferencia profunda por la ayuda mutua en
someterse también, bajo la amenaza de sucumbir, la médula evolutiva más recóndita de nuestro ser.
de no ser así, en un mundo basado en el exterminio Déjese que la ayuda mutua impregne la naturaleza
mutuo.» y la cooperación humana se convierte en un simple
Kropotkin no negaba la forma competitiva de la lu- ejemplo de la ley de la vida:
cha, pero afirmaba que se había puesto poco énfasis «Ni los poderes aplastantes del Estado centralizado
en el estilo cooperativo y que debía equilibrar a la ni las enseñanzas del odio mutuo y de la lucha des-
competencia, o incluso predominar, si se considera- piadada que proceden, adornados con los atributos
ba a la naturaleza en su conjunto: de la ciencia, de filósofos y sociólogos serviciales,
«Hay una inmensa cantidad de guerra y exterminio pueden extirpar el sentimiento de la solidaridad
en marcha en medio de las distintas especies; al humana, profundamente plantado en el entendi-
mismo tiempo, hay tanta cantidad, o quizás incluso miento y el corazón de los hombres, porque ha sido
más, de apoyo mutuo, ayuda mutua y defensa mu- alimentado por toda nuestra evolución anterior.»
tua… La so- Pero la se-
ciabilidad es gunda razón
una ley de la es más es-
n a t u r a l e za clarecedora,
como lo es pues se trata
la lucha mu- de una bien-
tua.» venida entra-
A medida que da empírica
Kropotkin zi- procedente
gzagueaba a de la propia
través de sus experiencia
ejemplos se- de Kropotkin
lectos e iba como natura-
haciendo aco- lista, y de una
pio de ener- afirmación
gías para sus de la curiosa
propias prefe- tesis de To-
rencias, se fue des de que el
convenciendo flujo usual de
cada vez más la ideología
de que el es- MAPA DE SIBERIA ORIENTAL EFECTUADO POR KROPOTKIN a la interpre-
tilo coopera- tación de la
tivo, que conducía a la ayuda mutua, no sólo predo- naturaleza puede a veces invertirse, y que el paisa-
minaba en general, sino que también caracterizaba je puede colorear la preferencia social. Cuando era
a los animales más avanzados de cada grupo: las joven, mucho antes de su conversión al radicalis-
hormigas entre los insectos, los mamíferos entre los mo político, Kropotkin pasó cinco años en Siberia
vertebrados. Por lo tanto, la ayuda mutua se con- (1862-1866), justo después de que Darwin publi-
vierte en un principio más importante que la com- cará El origen de las especies. Fue allí como oficial
petencia y la degollina: militar, pero su misión sirvió de tapadera conve-
«Si… preguntamos a la Naturaleza: „¿quiénes son niente a su anhelo de estudiar la geología, la geo-
los más aptos: los que se encuentran continuamen- grafía y la zoología del vasto interior de Rusia. Allí,
te enzarzados en guerra mutua, o aquellos que se en el polo opuesto a las experiencias tropicales de
sostienen mutuamente?“, de inmediato vemos que Darwin, vivió en el ambiente menos propicio a la
aquellos animales que adquieren hábitos de ayuda interpretación de Malthus. Observó un mundo esca-
mutua son indudablemente los más aptos. Tienen samente poblado, barrido por frecuentes catástrofes
más probabilidades de sobrevivir y alcanzan, en que amenazaban a las pocas especies capaces de
sus clases respectivas, el mayor desarrollo de la in- encontrar un lugar en una tal desolación. Como dis-
teligencia y organización corporal.» cípulo potencial de Darwin, buscó la competencia,
pero a duras penas halló alguna. En cambio, observó
Si preguntamos por qué Kropotkin favorecía la coo- continuamente los beneficios de la ayuda mutua al
peración mientras que la mayoría de los darwinistas habérselas con un rigor exterior que amenazaba a
del siglo XIX abogaban por la competencia como todos por igual y que no podía superarse mediante
resultado predominante de la lucha en la naturale- los análogos de la guerra y el boxeo.
za, destacan dos razones principales. La primera pa-
rece menos interesante, por evidente, al responder Kropotkin, en resumen, tenía una razón personal y
al principio ligeramente cínico pero absolutamente empírica para observar con aprecio a la cooperación
como fuerza natural. Escogió este tema para el pá-
25
rrafo inicial de Mutual Aid: de Darwin. A veces, Kropotkin habla de ayuda mutua
«Dos aspectos de la vida animal me impresionaron como algo seleccionado para el beneficio de pobla-
sobremanera durante los viajes que en mi juven- ciones enteras de especies, un concepto extraño a
tud realicé en Siberia oriental y en Manchuria sep- la lógica darwinista clásica (donde los organismos
tentrional. Uno de ellos fue el rigor extremo de la trabajan, aunque sea inconscientemente, para su
lucha por la existencia que la mayoría de especies propio beneficio en términos de genes transmitidos
de animales han de llevar contra una Naturaleza a las generaciones futuras). Pero Kropotkin también
inclemente; la enorme destrucción de la vida que (y con frecuencia) reconoció que la selección para la
periódicamente resulta de los agentes naturales; y ayuda mutua beneficia directamente a cada indivi-
la consiguiente pobreza de vida sobre el enorme duo en su propia lucha por el éxito personal. Así, si
territorio que cayó bajo mi observación. Y el otro Kropotkin no entendió toda la implicación del ar-
fue que, incluso en aquellos pocos puntos en los gumento básico de Darwin, incluyó efectivamente
que la vida animal bullía en abundancia, no pude la solución ortodoxa como su justificación principal
encontrar (aunque la buscaba ansiosamente) aque- para la ayuda mutua.
lla amarga lucha por los medios de existencia en- De manera más general, me gusta aplicar una regla
tre los animales pertenecientes a la misma especie, empírica más bien cínica a la hora de juzgar argu-
que fue considerada por la mayoría de darvinistas mentos sobre la naturaleza que también tienen im-
(aunque no siempre por el mismo Darwin) como la plicaciones sociales manifiestas: cuando tales afir-
característica dominante de la lucha por la vida y maciones imbuyen a la naturaleza con exactamente
el principal fac- aquellas pro-
tor de la evolu- piedades que
ción.» nos hacen sentir
¿Qué es lo que bien o que ali-
podemos hacer mentan nuestros
del argumen- prejuicios, hay
to de Kropotkin que ser doble-
hoy en día, y del mente suspicaz.
de toda escuela Soy especial-
rusa que él re- mente cauteloso
presenta? ¿Eran con aquellos ar-
únicamente víc- gumentos que
timas de la es- encuentran la
peranza cultural amabilidad, la
y del conserva- mutualidad, el
durismo intelec- sinergismo, la ar-
tual? No lo creo monía (los mis-
así. En realidad, mos elementos
afirmaría que el que nos esfor-
argumento bási- KROPOTKIN DURANTE SU EXILIO EN INGLATERRA zamos en gran
co de Kropotkin medida, y con
es correcto. La lucha ocurre realmente de muchas mucha frecuencia sin éxito, para poner en nuestras
maneras, y algunas de ellas conducen a la coope- propias vidas) intrínsecamente en la naturaleza. No
ración entre los miembros de una especie como el veo evidencia alguna de la noosfera de Teilhard, del
mejor camino hacia la ventaja para los individuos. Si estilo californiano de holismo de Capra, de la reso-
Kropotkin puso excesivo énfasis en el apoyo mutuo, nancia mórfica de Sheldrake. Gaia se me antoja una
la mayoría de darwinistas en Europa occidental ha- metáfora, no un mecanismo. (Las metáforas pueden
bían exagerado la competencia con la misma inten- ser liberadoras y esclarecedoras, pero las nuevas
sidad. Si Kropotkin extrajo una esperanza inadecua- teorías científicas deben suministrar nuevas afirma-
da para la reforma social a partir de su concepto de ciones sobra la causalidad. A mí Gaia sólo me parece
naturaleza, otros darwinistas se habían equivocado reformular, en términos diferentes, las conclusiones
con la misma firmeza (y por motivos que ahora la básicas a que hace tiempo llegaron los argumentos
mayoría de nosotros condenaríamos) al justificar la clásicamente reduccionistas de la teoría de los ci-
conquista imperial, el racismo y la opresión de los clos biogeoquímicos.)
trabajadores industriales como el duro resultado de No hay atajos a la intuición moral. La naturaleza no
la selección natural en el modo competitivo. es intrínsecamente nada que pueda ofrecer consue-
Yo culparía a Kropotkin únicamente de dos mane- lo o solaz en términos humanos… aunque sólo sea
ras, una técnica, la otra general. Cometió realmente por el hecho de que nuestra especie es un recién lle-
un error conceptual común al no saber reconocer gado tan tardío en un mundo que no ha sido cons-
que la selección natural es un argumento sobre las truido para nosotros. Tanto mejor. Las respuestas a
ventajas para los organismos individuales, por mu- los dilemas morales no se encuentran ahí afuera, a
cho que éstos luchen. El resultado de la lucha por la la espera de que los descubramos. Residen, como el
existencia puede ser la cooperación y no la compe- reino de Dios, dentro de nosotros mismos, el punto
tencia, pero la ayuda mutua debe beneficiar a los or- más difícil e inaccesible para cualquier descubri-
ganismos individuales en el mundo de explicación miento o consenso.
Principio de
Kropotkin
CARLOS DE CASTRO CARRANZA | El origen de Gaia. Una teoría holista de la evolución (2008)

«¡No compitas! … la competición es siempre perjudicial En respuesta a esta filosofía pesimista, surgen o
para las existen dos visiones diferentes. Una, quizás la que
especies, y tú tienes cantidad de recursos para evitar- tendría el propio Darwin, es aquella en la que se
la» concluye que no debemos extrapolar el compor-
Ante el problema de la evolución y el comporta- tamiento que interpretamos en la naturaleza a la
miento de la naturaleza en relación a la moralidad moral humana. En esta visión, no tiene sentido, por
humana existen tres posturas posibles. La de Huxley, excesivamente antropocéntrico, hablar de crueldad
en la que la naturaleza nos puede ayudar como guía o de amor entre los organismos o en la naturaleza;
moral para saber lo que es metáfora
justo lo que no o debe serlo, fre-
debemos hacer. El cuentemente se
principal objetivo usa como si la na-
social sería evitar turaleza fuese así.
o mitigar la lucha En este sentido
por la existencia no se debería ha-
darwinista. El tó- blar de egoísmo
pico de la lucha o de generosidad;
de la existencia e incluso es peli-
visto como nos groso pues hablar
cuenta el verso de competencia,
de Tennyson «la conflicto o coope-
naturaleza roja en ración.
dientes y garras», Darwin advertía
lo que nos ayuda que él entendía
es a saber a qué la lucha por la
se debe sobrepo- existencia en un
ner nuestra moral. sentido metafóri-
Danilevsky critica co, el éxito en la
nuestra tradición
KROPOTKIN EN CHESHAM STREET (BRIGHTON) reproducción o la
filosófica y polí- DURANTE SU EXILIO INGLÉS. supervivencia de
tica diciendo que la guerra de todos contra todos los nietos puede
de Hobbes se transforma en la competencia de la ser por cooperación entre organismos; pero la reali-
teoría económica de Adam Smith. Malthus la aplica dad es que él mismo se olvida luego de ésta última
a las poblaciones humanas y finalmente Darwin la forma de verlo y, quizás por ser más visual, sencilla
extiende al mundo orgánico, a la naturaleza entera. o llamativa, los ejemplos que abundan son los de la
La moral pues lo tendrá difícil, pues debe sobrepo- competencia pura y dura. Y sus primeros intérpre-
nerse a nuestras raíces biológicas, a nuestra «natu- tes y defensores, como Huxley, perdieron el carácter
raleza». metafórico y lo convirtieron en el dogma que apoya-

[1] Bastian, el protagonista de La Historia Interminable, aprende casi al final de su aventura que: «no quería
ser el más grande, el más fuerte o el más inteligente. Todo eso lo había superado. Deseaba ser querido como
era, bueno o malo, hermoso o feo, listo o tonto, con todos sus defectos… o precisamente por ellos». ¿Contra
inspiración de Ende?
27
ba indirectamente ciertas visiones del capitalismo la inteligencia. La inteligencia, al menos como ca-
liberal, de ahí que Huxley dijera que los más fuertes, pacidad de adaptación, es pues para Kropotkin una
los más rápidos y los más inteligentes vivían para consecuencia de la cooperación y la evolución.
luchar al siguiente día [1]. Kropotkin busca infructuosamente, en aquellos si-
Por esto, y por la oposición ideológica al capitalismo tios de abundancia de vida que visitó, la lucha com-
económico, surgen opositores al darwinismo en el petitiva entre individuos de la misma especie.
mundo ruso de finales del siglo XIX y principios del En su libro, Kropotkin nos regala ejemplos que se-
XX. A Tolstoi no le gusta el darwinismo por razones rían rocambolescos de explicar bajo el principio
morales. A Kropotkin, exponente del anarquismo, de la competencia, pero muy sencillos de entender
por razones ideológicas. bajo el principio de cooperación:
Pero este último caso, el de Kropotkin, es muchísimo ¿Cómo explicar que durante más de dos horas va-
más interesante de lo que se suele imaginar. Kropo- rios cangrejos traten de voltear a otro cangrejo que
tkin no niega del todo el darwinismo, lo que niega se había quedado de espaldas y que «viendo» que
es que la relación fundamental que se establece no consiguen su objetivo va a llamar más cangrejos
entre organismos sea una relación de competencia para la tarea? ¿Cómo explicar el comportamiento de
bajo la visión sobre todo de Huxley. En 1902 pu- la hormiga que da de comer a otra hormiga «ene-
blica su Mutual Aid (Ayuda Mutua) como una teoría miga» y que a partir de entonces ésta es conside-
de la evolución ba- rada amiga? ¿Y los
sada en la selección nidos conectados
natural pero en la de termitas donde
que la cooperación conviven dos o tres
es la relación fun- especies diferen-
damental entre los tes? ¿Y los escara-
animales. Para Kro- bajos enterradores
potkin la lucha por que se ayudan para
la existencia con- enterrar a un ratón
duce en general a la aunque solo uno de
ayuda mutua y no al ellos depositará los
conflicto. Es la coo- huevos en él? Y mi
peración la que per- favorito, que extrae
mite casi siempre el del propio Darwin:
éxito reproductivo. ¿Cómo explicar
Gould nos advierte aquel pelícano cie-
del porqué las pro- go alimentado por
puestas de Kropot- otros pelícanos que
kin, lejos de ser las tenían que recorrer
ideas descabelladas más de 50 km para
de un anarquista, LAS TERMITAS SON UN EJEMPLO DE SOCIABILIDAD hacerlo?
son las de un obser- ANIMAL AVANZADA ¿No vemos estas
vador atento de la cosas a menudo
naturaleza. La diferencia, según Gould, del énfasis en los documentales porque son conductas raras?
de Darwin en la competencia y del de Kropotkin en ¿Cuántas veces hemos visto en cambio pelearse a
la cooperación, se debe a que el primero fue influido los leones por la comida? El caso es que las ideas de
por los ecosistemas tropicales exuberantes de orga- Kropotkin son ignoradas, aunque muchas de ellas
nismos. En ella, la competencia en todo caso estaba fueran equilibradas y razonables, porque provenían
entre organismos. Los organismos en Siberia morían de un anarquista.
de inanición, por tormentas, por frío, no por compe-
tir contra otro organismo. Al revés, era mejor cola- Hoy deberíamos de hablar de ‘kropotkismo’ o del
borar para resolver los problemas que enfrentaban. Principio de Kropotkin, por su valor científico. Y lo
estaríamos haciendo, sin duda, si el mundo fuera
Para Kropotkin además, en los organismos dentro «regido» por el anarquismo. O incluso por las ideas
de cada grupo son superiores aquellos que más coo- políticas de Thoreau, Tolstoi o Gandhi.
peran. Escribe: «así, encontramos entre los superiores
de cada clase de animales, a las hormigas, los loros y Una vez rescatado a Kropotkin, alguien debería pre-
los monos, todos combinando la más grande sociabili- ocuparse de algunas observaciones naturales in-
dad con el más grande desarrollo de la inteligencia». quietantes que hace. Repetidas veces dice que la so-
La cooperación lleva el avance. El más apto es el ciabilidad de los animales tiende a perderse por las
que más y mejor ayuda, no el que compite mejor. perturbaciones del ser humano, cita muchos ejem-
Se es más apto cuanto más sociable se es. La socia- plos, entre ellos a la comadreja, el zorro ártico y los
bilidad no solo asegura el bienestar de la especie osos. Algunos proceden de observaciones suyas y
sino que, indirectamente, favorece el crecimiento de otras de otros naturalistas.

[2] Una especulación: ¿acaso las plantas, que nos parecen menos evolucionadas que los animales, lo son
porque tienen menos oportunidades para evitar la competencia?
28
Hacemos pues una predicción: en aquellos ecosis-
EL PRINCIPIO DE KROPOTKIN Y SU LEY DE temas menos perturbados o más complejos, habrá
LA NATURALEZA menos relaciones competitivas que en los más dis-
Hemos llamado Principio de Kropotkin a la idea de torsionados o sencillos. Teniendo en cuenta que aún
que los organismos huyen por todos los medios de hoy, la mayoría de los observadores científicos de la
tener que competir. Es un principio pues de inteligen- naturaleza son occidentales educados en países don-
cia adaptativa. Así, la naturaleza «inventa» la coope- de la distorsión ecológica es enorme, uno sospecha
ración, la coordinación, la migración [2], el sexo (que que se tenderán a buscar incluso en las zonas menos
reduce la tasa de crecimiento geométrico), la misma distorsionadas las relaciones competitivas. Muchos
complejidad e incluso la muerte de los organismos. más sencillas además.
Todos ellos efectos de este principio. Esto explicaría las observaciones de Kropotkin en las
La naturaleza, siempre que pueda, tratará de no com- que antiguamente se daban más comportamientos
petir entre sus partes (organismos, ecosistemas, célu- gregarios entre aves y mamíferos.
las,…) y solo si las relaciones entre sus partes están La ley de la naturaleza es para Kropotkin la tendencia
muy simplificadas será casi inevitable la competen- hacia la sociabilidad: «aparte de unas pocas excepcio-
cia. Dijimos que la competencia se daba en los es- nes, aquellas aves y mamíferos que no son gregarios
tados iniciales del desarrollo de un ecosistema o del ahora, vivieron en sociedad antes de que el hombre
cerebro humano. Pero una vez maduro, las relaciones se multiplicara sobre la tierra». Pero si esta tendencia
competitivas desaparecen o eran totalmente secun- es cierta, una vez simplificado el ecosistema, aquellos
darias. organismos que
Si esto es así, el consigan adap-
mundo actual tarse a los eco-
esconde una sistemas huma-
cierta paradoja. nos —la mayoría
Al simplificar la de los terrestres
mayoría de los en la actuali-
ecosistemas, es- dad— terminará
pecialmente du- volviendo al gre-
rante el último garismo, a formar
siglo, el ser hu- sociedades. Qui-
mano, sobre todo zás la cigüeña,
en las sociedades los estorninos,
industrializadas las palomas y las
capitalistas y ex- ratas de nues-
comunistas, ha tras ciudades que
provocado un son consideradas
retroceso en las plagas lo están
relaciones de la LOS ELEFANTES RECONOCEN A SUS PARIENTES MUERTOS haciendo.
naturaleza y las Como conse-
ha llevado hacia la competencia. Es, como dijimos ya, cuencia de la tendencia a la cooperación, surge la
la profecía que se autocumple. El darwinismo com- sociabilidad y, para Kropotkin, esto supone un incre-
petitivo aplicado a la economía mundial ha ayudado mento inevitable de la inteligencia, la compasión y la
a crecer geométricamente (exponencialmente) el im- sensibilidad: las relaciones sociales cooperativas al
pacto ambiental. Este impacto ha sustituido ecosis- ser más complejas, exigen más inteligencia y sensibi-
temas complejos y maduros por ciudades, carreteras, lidad. El ejemplo de los pelícanos que alimentaban al
centrales hidroeléctricas, campos de (mono)cultivo, pelícano ciego, desde una visión antropocéntrica, se
pastos, deforestación, sobrepesca y un largo etcétera describirían con un comportamiento compasivo, que
que suponen una simplificación de los ecosistemas exige una percepción de lo que pasa a su alrededor
primigenios. Así, los científicos actuales quizás estén muy superior a la que exigiría la competencia. Y para
observando más competencia de la que durante mi- Kropotkin, inteligencia, sensibilidad y compasión son
llones de años previos a nuestra llegada explosiva previos a los sentimientos morales.
hubo. No debemos minimizar la capacidad simplifi-
cadora del ser humano, ya en la época de Kropotkin La evolución lleva a la formación de sociedades y a la
este observa: «cuando los rusos tomaron posesión de inteligencia. No nos engañemos al pensar que solo el
Siberia, ellos la encontraron tan densamente poblada Homo sapiens es inteligente. Su alto grado de auto-
de ciervos, antílopes, ardillas y otros animales socia- conciencia quizás sea nuestro rasgo más importante.
bles, que la verdadera conquista de Siberia no fue otra Pero chimpancés, elefantes y delfines parecen mos-
cosa que una expedición de caza». Observación que trar también un cierto grado de autoconciencia.
se puede hacer también para la conquista del Oeste Los elefantes, por ejemplo, tienen un comportamien-
americano, donde una población de 150 millones de to que nos recuerda a la añoranza, en este caso hacia
bisontes se llegó a reducir un millón de veces a base sus muertos. En cualquier caso, no hemos sido la úni-
de tiros (o donde se extinguió en 1914, también por ca especie plenamente inteligente que ha existido, el
la caza, a la paloma migradora, que contaba con más neandertal y quizás el actualísimo hombre de la isla
de 2.000 millones de individuos en 1810). de Flores, han sido en este sentido también humanos,
29
y aunque sean de nuestro mismo género, están extin- a números distintos de termitas. A pesar de que el
tos y son especies distintas de la nuestra. primer factor de escasez era el oxígeno, y por lo tanto
Y esta tendencia hacia la sociabilidad y la inteligen- este debería a priori desaparecer antes en los tubos
cia, no se da solamente entre vertebrados superiores con mayor número de termitas, el resultado fue que
como sabemos por la elevadísima sociabilidad de los en los tubos con menos termitas éstas morían antes
insectos sociales. Ya hemos dicho que la sociabilidad que en los tubos con más termitas. Si las relaciones
en los insectos se ha inventado más de una docena fueran competitivas el resultado habría sido el asesi-
de veces distintas. Es tan elevada esta tendencia a la nato. ¡Lo que en cambio mataba a las termitas aisla-
socialización, que en la actualidad se le llama atrac- das era el estrés de verse solas! ¡Las termitas nece-
tor biológico, del lenguaje de la Teoría del Caos. sitaban más a sus compañeras que a la luz, al agua o
Las termitas son tan gregarias que sabemos que vi- al mismo aire!
ven más y mejor juntas que separadas, incluso en Por último señalemos que la sociabilidad hace más
condiciones extrañas y extremas. Un sencillo expe- difícil la especiación en el sentido darwiniano, pues
rimento nos enseña esto. Se colocó en situación de el aislamiento reproductivo necesario se reducirá.
privación de recursos (en tubitos de ensayo cerrados)

Darwinismo social RICHARD MILNER | Diccionario de la Evolución (1993)

Lo que habitualmente se denomina darwinismo so- Marx la munición contra el «derecho divino» de los
cial fue la fusión, en la década de 1879, de las ideas reyes y la jerarquía social sostenida por la religión.
evolucionistas con un programa político conserva- Y la idea de que la evolución es una historia de con-
dor, al elevar a la categoría de «ley natural» las vir- flicto competitivo casaba bien con su ideología de la
tudes tradicionales de la confianza en la capacidad «lucha de clases».
propia, la austeridad y la industria, gozó de un espe- Marx envió a Darwin un ejemplar de su obra princi-
cial favor entre los hombres de negocios norteame- pal Das Kapital (El capital), publicada en 1867, pero
ricanos. Sus abogados, que se basaron más en los el naturalista nunca lo leyó (las páginas no fueron
escritos de Herbert Spencer que en los de Charles cortadas). Tanto comunistas como capitalistas de-
Darwin, instaban a la implantación de la política del claraban ser «darwinistas sociales», aunque sus ra-
laissez-faire dirigida a eliminar a inadaptados, inefi- zones eran muy diferentes. Engels elogió a Marx
cientes e incompetentes. afirmando que había descubierto las leyes de la so-
Uno de los portavoces destacados del darwinismo ciedad humana, como Darwin había descubierto las
social, William Graham Sumner, de la universidad de de la naturaleza.
Princeton, creía que los millonarios eran los indi- Cuando la genética mendeliana se puso de moda,
viduos más «aptos» de la sociedad y merecían los hacia 1900, la idea de saltos evolutivos disconti-
privilegios de que disfrutaban. Habían sido «selec- nuos en la naturaleza sugirió un fundamento para
cionados naturalmente en el crisol de la competen- la revolución en el ámbito social. Algunos ideólogos
cia». Andrew Carnegie y John D. Rockefeller estaban se apoderaron de ella como el antídoto frente a los
de acuerdo con esas ideas y se adhirieron a concep- «cambios lentos y constantes» de Darwin. Sin embar-
ciones similares, pues pensaban que proporcionaba go, tras la Revolución rusa, los «mendelistas» fueron
una justificación «científica» a los excesos del capi- denostados por los científicos doctrinarios soviéti-
talismo industrial. cos. Ahora, mediante la «mejora» del campesinado,
El darwinismo, al igual que otras grandes verdades, se lograría una nueva sociedad que produciría un
parecía prestarse a los programas políticos más sal- «progreso» genético acumulativo. Bajo la tiranía de
vajemente contradictorios según quién fuera su in- la «demostración» de la «herencia por uso», falsifica-
térprete. Edward Bellamy, el crítico social utópico, da por Lysenko, los científicos doctrinarios se nega-
pensaba que la total eliminación de la competencia ron a creer que cada generación debía ser educada
aceleraría la perfección evolutiva. La cooperación y de nuevo.
el socialismo podrián producirse por pasos lentos; Los anarquistas, cuyo portavoz fue Piotr Kropotkin,
al fin y al cabo, Darwin había enseñado que la «na- un príncipe ruso que despreciaba los excesos de
turaleza no da saltos». La respuesta de Sumner fue la nobleza, proclamaron otra filosofía darwiniana.
que el socialismo era «un plan para nutrir a los me- Kropotkin partió de la conducta social cooperativa
nos aptos y, no obstante, progresar en civilización», de los animales y de ciertos pasajes de la obra de
lo que equivalía a una imposibilidad evolucionista. Darwin Descent of Man (Origen del hombre) (1871).
Karl Marx escribía a su amigo Friedrich Engels que Según él, la cooperación social natural era la verda-
la teoría de Darwin era la base «requerida en historia dera forma del darwinismo social.
natural» para la filosofía llamada por él «socialismo En su libro Apoyo mutuo (1902), Kropotkin mante-
científico». En el «materialismo» de Darwin encontró nía que la evolución había generado muchos com-
30
portamientos sociales en el seno del mundo natu- Ernst Haeckel, el destacado evolucionista alemán,
ral; la supervivencia dependía a menudo de que los pensaba, por el contrario, que el hombre debe
individuos cooperaran en beneficio mutuo. Su filo- «amoldarse» a los procesos de la naturaleza, al mar-
sofía anarquista no consistía simplemente en una gen de su carácter despiadado. Los «más aptos» no
ausencia de reglas y orden en que todos y cada uno han de obstaculizar nunca las leyes del progreso
camparían por sus respetos. Kropotkin creía profun- evolutivo. En su formulación extrema, esta idea so-
damente que, si la humanidad se liberaba de insti- cial fue utilizada por la Alemania nazi para justificar
tuciones opresivas y corruptoras, se impondría por sí la esterilización y el asesinato masivo de las «razas
mismo un orden natural y armónico. La cooperación no aptas», «incompetentes» e «inferiores».
para el bien común en una sociedad sin clases era, Las ideas de Darwin en política eran liberales (a
pensaba él, la base de la naturaleza humana en su veces radicales) para su época; su compasión hacia
estado natural. los desamparados era excesiva para un darwinista
Los teólogos liberales vincularon el darwinismo con social en el sentido anglonorteamericano del tér-
el progreso social como parte del plan divino. Mu- mino. En cierta ocasión se rió de una observación
chos cristianos descubrieron en la evolución un in- satírica según la cual él «habría demostrado que “la
evitable «ascenso» de la humanidad. El hombre no fuerza tiene la razón” y que, por tanto, Napoleón está
era un ángel caído, sino un simio elevado que toda- en lo cierto, así como también cualquier comerciante
vía progresaba hacia lo alto. marrullero». Darwin se opuso apasionadamente a
El reverendo Henry Ward Beecher, el predicador pro- la esclavitud, fue conocido por su gran indulgencia
testante más popular de Norteamérica, enseñaba como juez, hizo campaña en contra de las prácticas
que el plan de Dios consistía en perfeccionar al ser abusivas del trabajo infantil y fue admirado entre
humano de manera continua. Todavía quedaría por sus paisanos por sus actividades filantrópicas.
delante el progreso moral hacia un tipo de ser supe- No obstante, se había resignado al sometimiento de
rior y los pecados serían meros deslices que nos re- los pueblos tribales considerados «inferiores» por la
trotraerían a un comportamiento más animal. Mien- mayoría de los ingleses. Había sido testigo direc-
tras los teólogos cristianos se liberaban de la culpa to del exterminio de los indios sudamericanos por
y el pecado original, los darwinistas sociales, como el ejército argentino y pensaba que la masacre de
William Graham Sumner, parecían estar tan movi- los indígenas australianos y tasmanos era el resul-
dos por su rígido deber para con la «competición» tado inevitable del choque entre razas «avanzadas»
evolucionista, como pudo haberlo estado cualquier y «salvajes».
calvinista por su deber para con Dios. A veces, los ingleses constructores del imperio ha-
Thomas Henry Huxley consideraba la evolución en blaban de las «cargas del hombre blanco» que pe-
la naturaleza como algo sanguinario y despiadado, saban sobre ellos; el deber de las naciones «civi-
pero pensaba que el ser humano está obligado a lizadas» de llevar el progreso material y moral a
dejarla tras de sí y buscar una vía mejor. Huxley en- las razas «retrasadas». En una carta personal a un
señaba que las personas tienen la posibilidad de no amigo, Darwin observó con ironía que la mejora de
aceptar la «ley de la jungla», y deben, en cambio, lu- muchas poblaciones nativas estaba consistiendo en
char por una sociedad compasiva y humana. «barrerlas de la faz de la Tierra».

MONUMENTO A KROPOTKIN FRENTE SU CASA DE DMITROV


Un viejo anarquista en
el Congreso Eugénico de
Londres
ÁLVARO GIRÓN SIERRA | Derivas de Darwin. Cultura y política en clave biológica (2010)

Es un hecho conocido que Piotr Kropotkin (1842- Congreso Internacional de Eugenesia celebrado en
1921) fue uno de los líderes y teóricos anarquistas Londres en 1912— no lo hizo de manera especial-
más importantes del mente premedita-
periodo que va des- da, llegando a decir
de finales de los años privadamente: «tal
1870 a comienzos vez daré una vuel-
de la Gran Guerra. ta por el Congreso».
También es sabido Sin embargo, a te-
que fue un eminen- nor del contenido
te geógrafo, pero de su intervención
su memoria ha per- allí, sería poco in-
durado, entre otras teligente no inten-
cosas, por haber pu- tar dejar constancia
blicado en 1902 un de lo que dijo, así
libro —Mutual Aid. A como intentar in-
Factor of Evolution— dagar cuáles eran
que no pocos ha vis- las posibles razones
to como el ejemplo subyacentes de sus
clásico de refutación argumentos. Ésta
de ese dudoso ar- es la materia misma
tefacto que hemos de esta contribu-
convenido en llamar ción, aunque en el
darwinismo social. resbaladizo terreno
Pero Kropotkin no de los porqués, es
sólo escribió sobre necesario decir que
darwinismo. Una todavía se está en
vida especialmente una fase meramen-
agitada no impidió te prospectiva.
que abordara una Kropotkin —a la
temática amplísi- altura de julio de
ma en sus escritos: 1912 acababa de
urbanismo, teoría cumplir 70 años—
del valor, revolución era un anciano cu-
francesa, glaciación, yas severas enfer-
estructura de las medades crónicas
cordilleras y mese- le habían obligado
tas del este de Asia, a abandonar su res-
literatura rusa, y petable vida subur-
ética. De hecho, fue bial en Londres e
esta última el gran invernar en Italia y
motor de su obra, si Suiza, vigilado por
no de su entera bio- sus amigos médi-
grafía. Y esto lo ha- SÁTIRA ANTIEUGENÉSICA cos. Aunque pro-
cía en una época en bablemente era el
que los debates sobre evolucionismo y ética no eran anarquista con más influencia teórica dentro y fuera
precisamente infrecuentes. del movimiento libertario, su papel como líder or-
Evidentemente, evolucionismo, ética y eugenesia ganizador había entrado en declive, en un momento
tienen no pocos puntos de contacto. Sin embargo, en que ‘anarcosindicalismo’ era la palabra de moda
por lo que sabemos hasta ahora, Kropotkin sólo entre los jóvenes anarquistas. Sin embargo, hay que
se pronunció sobre la eugenesia públicamente en tener muy en cuenta que Kropotkin habían también
contadísimas ocasiones y su correspondencia pri- adquirido un aura de respetabilidad personal, inte-
vada indica que en la más importante de ellas —el lectual —y para pocos científica— completamente
32
insólitas para un libertario. Ello se materializó, entre didos a aquellos que no habían enviado por escri-
otras cosas, en que este miembro de la Royal Geo- to y con anterioridad papers u observaciones sobre
graphical Society, colaborador habitual de Nature, el orden del día. El ruso comenzó agradeciendo a
la Enciclopedia Británica y The Times —entre otras Achile Loria y al entomólogo y biólogo evolucionista
muchas organizaciones científicas y publicaciones— Vernon Kellogg el haber ensanchado la cuestión en
tenía acceso a audiencias normalmente vetadas un Congreso que en su opinión no había tenido en
para cualquier otro líder libertario. No resulta extra- cuenta hasta entonces las amplias zonas de contac-
ño, pues, que su corta pero enjundiosa intervención to que existían entre eugenesia e higiene social. De
en el Congreso de Londres fuera reflejada en un pe- hecho, llegó a criticar abiertamente al presidente de
riódico de irreprochable pedigrí conservador como las sesiones —seguramente Leonard Darwin— que al
The Times. Dicho de otra forma: no es descabellado parecer había indicado la necesidad de concentrar-
pensar que lo que dijera Kropotkin sobre la eugene- se en los aspectos puramente hereditarios de la Hi-
sia, como sobre otras muchas cosas, sería tomado en giene Social. Kropotkin afirmó, con cierta sorna, que
serio por un público que trascendía las filas ácratas. el Congreso con ello corría el riesgo de esterilizar
Entremos en concreto en la intervención de Kropo- sus propios debates, ya que al ignorarse las consi-
tkin. El 29 de julio de 1912, en la Universidad de deraciones sobre la influencia del medio en aquello
Londres, y presidido por Leonard Darwin, se dio con- que es transmitido hereditariamente —y aquí asoma
tinuidad a las sesiones del Congreso Eugénico In- claramente la posición neolamarckiana de Kropot-
ternacional que habían comenzado el 25 de julio. A kin— se estaba ofreciendo una imagen tanto de la
lo largo de ese día intervinieron, entre otros, Alfredo Genética como de la propia Eugenesia totalmente
Niceforo cuya intervención —significativamente— falsa. Para él, la separación entre herencia y medio
versaba sobre la «Causa de la Inferioridad de los era totalmente absurda.
caracteres físicos y mentales de las clases sociales Ahora bien, para Kropotkin, como para otros muchos,
inferiores» y Achile Loria, quien disertó sobre la élite la verdadera pièce de résistance del Congreso fue el
psicosocial y la élite económica. Kropotkin, por su tema de las esterilizaciones. Ello debe ser entendi-
parte, aprovechó a fondo los siete minutos conce- do en el contexto de una Gran Bretaña donde se es-

PROGRAMA DEL 29 DE JULIO DE 1912 DEL I CONGRESO EUGENÉSICO


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taba en proceso de aprobar la legislación orientada Darwin en The Descent of Man son fundamentales
a impedir el matrimonio entre los llamados débiles en la preservación de la raza, alimentando esos ac-
mentales: The Mental Deficiency Act. Kropotkin es- tos de benevolencia el instinto de sociabilidad sin
taba convencido de que éste era el asunto principal el que ninguna especie podría sobrevivir en la lucha
que se iba a abordar en el Congreso. Dos semanas que sostiene contra las fuerzas hostiles de la na-
antes de su celebración comentaba en una carta a turaleza. Además se preguntó, contando al parecer
su amiga Marie Goldsmith que estaba convencido con la aprobación ruidosa de parte de los asisten-
que allí, fundamentalmente, se hablaría tes, quiénes eran aquellos indeseables a quienes se
«de la interrupción generacional, me refiero a los quería esterilizar:
descendientes de todos los ‚feeble-minded‘, a los «¿A los trabajadores o a los indolentes? ¿A las mu-
cuales, de acuerdo con el borrador de la Ley de jeres de las clases trabajadoras que amamantan a
McKenna, pertenecen sus hijos o las mujeres
todos aquellos que ‚no de las clases superiores
son capaces de ganarse que al negarse a hacer-
la vida‘, a excepción, cla- lo muestran su inepti-
ro está, de los miembros tud para la maternidad?
de la Familia Real, fun- ¿Aquellos que produ-
cionarios y ‚herederos‘». cen degenerados en los
No le faltaba razón. El barrios degradados o
pretexto para atacar el aquellos que lo hacen
asunto en el Congreso en los palacios?».
lo ofreció la interven- Con igual vehemencia
ción de Bleecker Van cargó contra la parte
Wagenen, represen- del informe de la Ame-
tando al Committee of rican Breeder’s Associa-
the Eugenic Section of tion que abogaba por
the American Breeder’s la esterilización como
Association. En dicha elemento disuasorio
alocución se informaba contra los crímenes de
sobre los resultados de carácter sexual. Kropo-
las leyes autorizando o CARTEL DEL II CONGRESO EUGENÉSICO DE 1921 tkin respondió como ya
recomendando la este- había hecho hace más
rilización de ciertas clases de individuos defectuo- de veinte años antes en su libro Las Prisiones, cuan-
sos, degenerados y criminales en 8 estados de los do ironizaba con respecto a la teoría del «criminal
Estados Unidos. Un año después, y con triste ironía, nato», preguntándose retóricamente si lo que se he-
el príncipe anarquista manifestaba que sobre los re- redaba era una joroba de criminalidad. El criminal
sultados fisiológicos de tales esterilizaciones dicho era, para él, un producto manufacturado por la so-
informe no decía absolutamente nada, afirmándose ciedad misma, y ésa —y no otra— era la conclusión
—eso sí— que muchos de los esterilizados estaban de la ciencia moderna. Insistió en lo que ya señala-
encantados. ba sobre el efecto corruptor de las prisiones (él pro-
A la luz de todo ello se entienden mejor las razones ponía su abolición pura y dura). A esto añadió que
de por qué Kropotkin declaró abiertamente en el las aberraciones sexuales —citando expresamente a
Congreso que era verdaderamente lamentable que Krafft-Ebing— eran frecuentemente el efecto de la
se abogara por los certificados matrimoniales, el influencia del ambiente carcelario, y que en el caso
maltusianismo, la notificación de las enfermedades de que el germen de este tipo de desviaciones es-
contagiosas y —especialmente— la esterilización de tuviera presente en algunos prisioneros, el encarce-
aquellos que eran considerados como indeseables. lamiento no haría sino agravarlas. La esterilización,
Entre otras cosas porque, según él, se estaban sa- en estos casos, no sólo sería inútil, sino también in-
cando conclusiones de orden práctico de una su- moral. Crear o agravar este tipo de perversiones en
puesta ciencia —la eugenesia— que no tenía todavía las cárceles para luego castigarlas con las medidas
fundamentos sólidos y que en un sentido estricto no propuestas en el Congreso, era, según él, un gran
existía todavía como tal. Le parecía especialmente crimen. Eliminaba además la fe en la Justicia, des-
chocante que se propusieran medidas que, además, truía el sentido de mutua obligación entre sociedad
iban en contra de la naturaleza misma del ser huma- e individuo, y sobre todo, atacaba la solidaridad de
no. Para Kropotkin, la opinión científica mayoritaria la raza humana (su mejor arma en la lucha por la
del momento no consideraba que lo que se debía existencia).
hacer fuera, por un lado, rendir un homenaje mera- Finalmente, se preguntaba si antes de garantizar
mente verbal a la parte de nuestra naturaleza que a la sociedad el derecho de esterilizar a personas
nos impulsa a tomar partido por los débiles, y lue- afectadas por enfermedades, débiles mentales, in-
go, por el otro, actuar en una dirección francamente dividuos que han tenido poco éxito en la vida o
opuesta. Entre otras cosas —y aquí asomo parte del simplemente epilépticos (mencionaba como uno
argumento básico que Kropotkin había desplegado de ellos, no sin cierta ironía, al admirado Dostoievs-
en su Mutual Aid— porque los actos de apoyo mu- ki) no sería un deber sagrado el abordar el estudio
tuo o incluso de altruismo mencionados por Charles detallado de las raíces sociales de tales enferme-
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dades. Y siendo, según su criterio, causas sociales terilización de linajes humanos concretos:
las que estaban detrás de todos esos males, las so- «Destruid los barrios degradados, construid vivien-
luciones lógicamente también debían ser sociales, das saludables, abolid la promiscuidad entre niños
aunque éstas se quedaran en los límites —necesa- y adultos, y, no se asusten, como tan frecuentemen-
riamente insatisfactorios para un anarquista como te lo hacen ahora, de ‚hacer socialismo‘; recuerden
Kropotkin— del «Municipal Socialism» tan en boga que pavimentar las calles, traer suministro de agua
en aquellos años en la Gran Bretaña. Y ese cambio, a las ciudades, es lo que ya comienzan a llamar ‚ha-
como buen neolamarckiano, Kropotkin pensaba que cer socialismo‘ y entonces habrá mejorado el plasma
habría de afectar necesariamente al material here- germinal de la siguiente generación mucho más de
ditario de grandes poblaciones, siendo por ello una lo que hubiera hecho cualquier dosis de esteriliza-
alternativa infinitamente más beneficiosa que la es- ción».

ALGUNOS TEXTOS DE KROPOTKIN


La doctrina de Malthus
Campos, fábricas y talleres (1898)
Pocos libros han ejercido una influencia tan perni- Respecto a las clases desheredadas, las cuales
ciosa sobre el desarrollo general del pensamiento siempre sienten la influencia de las ideas predo-
económico como la que el Estudio del principio de minantes en un momento determinado entre las
población, de Malthus, ha tenido durante tres ge- clases privilegiadas, Malthus las privó de toda es-
neraciones consecutivas. Apareció en un momento peranza de mejora; las hizo escépticas respecto a
oportuno, como todos los libros que han alcanza- los ofrecimientos de los reformadores sociales, y
do alguna influencia, asociando ideas ya existen- hasta nuestros días, los reformadores más avan-
tes en el cerebro de la minoría privilegiada. Era zados abrigan dudas en cuanto a la posibilidad de
precisamente cuando las ideas de igualdad y li- satisfacer las necesidades de todos, en el caso de
bertad, despertadas por las revoluciones francesa que alguien las reclamase, y de que una mejora
y americana, pugnaban por penetrar en la mente temporal de los trabajadores diera por resultado
del pobre, mientras que los ricos se habían ya can- un aumento repentino de la población.
sado de ellas, cuando Malthus vino a afirmar, con- La ciencia, hasta el presente, permanece imbui-
testando a Godwin, que la igualdad es imposible; da de esa doctrina. La economía política conti-
que la pobreza núa basando sus
de los más no es razonamientos
debida a las insti- sobre una tácita
tuciones, sino que admisión de la
es una ley natural. imposibilidad de
«La población — aumentar rápida-
decía— crece con mente las fuer-
demasiada rapi- zas productoras
dez; los últimos de las naciones, y
recién venidos no poder dar así sa-
encuentran sitio tisfacción a todas
para ellos en el las necesidades.
festín de la na- Esa suposición
turaleza; y esta permanece indis-
ley no puede ser cutible en el fon-
alterada por nin- do de todo lo que
gún cambio de la economía polí-
instituciones.» tica, clásica o so-
De este modo le cialista, tiene que
daba al rico una decir sobre valor
especie de argu- de cambio, sala-
mento científico EL PROBLEMA NO SON LOS LÍMITES SINO EL REPARTO rios, venta de la
contra la ideas de fuerza de trabajo,
igualdad; y bien renta, cambio y consumo. Ella no se eleva nun-
sabemos que, aunque todo dominio está basado ca sobre la hipótesis de un suministro limitado
sobre la fuerza, ésta misma comienza a vacilar e insuficiente de lo necesario a la vida; la tiene
desde el momento que deja de estar sostenida por segura, y todas las teorías relacionadas con
por una firme creencia en su propia justificación. la economía política retienen el mismo principio
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erróneo. lativamente a la rapidez con la que se multipli-
Casi todos los socialistas admiten también seme- can los animales y las plantas. En suma, podemos
jante afirmación: y hasta en biología (tan íntima- decir que la teoría de Malthus, al revestir de una
mente entrelazada con la sociología) hemos visto forma pseudocientífica las secretas aspiraciones
recientemente la teoría de la variabilidad de las de las clases poseedoras de la riqueza, vino a ser
especies prestar una ayuda inesperada, por haber el fundamento de todo un sistema de filosofía
sido relacionada por Darwin y Wallace con la idea práctica, que, penetrando en la mente de todas
fundamental de Malthus, de que los recursos na- las clases sociales, ha venido a reaccionar (como
turales deben inevitablemente ser insuficientes lo hace siempre la filosofía práctica) sobre la filo-
para suministrar los medios de subsistencia re- sofía teórica de nuestro siglo.

La «ley del más fuerte» no es una ley natural


Ciencia moderna y anarquismo (1913)

Y puesto que el hombre es parte de la naturaleza, y puesto que la vida de su «espíritu», tanto personal
como social, no es más que un fenómeno de la naturaleza, como lo es el crecimiento de una flor o la evo-
lución de la vida social entre hormigas y abejas, no hay motivo alguno para que cambiemos bruscamente
nuestro método de investigación por pasar de la flor al hombre, o de la colonia de castores a una población
humana.
El método inductivo ha probado además sus méritos hasta el punto de que el siglo XIX, que lo ha aplicado,
ha hecho avanzar la ciencia más en cien años de lo que avanzó en los dos mil años anteriores. Y cuando en
la segunda mitad del siglo empezó a aplicarse este método a la investigación de las sociedades humanas,
no se llegó a nin-
gún punto en que
se juzgase nece-
sario abandonarlo
y adoptar de nue-
vo la escolástica
medieval. Además,
cuando los natu-
ralistas filisteos,
basando aparen-
temente sus argu-
mentaciones en
el «darwinismo»,
empezaron a en-
señar: «Aplasta a
quien sea más dé-
bil que tú, ésa es
la ley de la natura-
leza», nos fue fácil
demostrar prime-
ro que ésa no era
la conclusión de
Darwin, y mostrar
por el mismo mé-
todo científico que
tales científicos
habían empren-
dido un camino
errado; que no
existe tal ley: que
la vida de los ani-
males nos enseña
algo por completo
distinto, y que esas conclusiones eran absolutamente anticientíficas. Tan anticientíficas como, por ejemplo,
la afirmación de que la desigualdad de riqueza es ley natural, o que el capitalismo es la forma de vida
social más ventajosa que pueda concebirse para el progreso de la especie. Precisamente este método
científico-natural aplicado a los hechos económicos nos permite demostrar que las supuestas «leyes» de
la sociología burguesa, incluida su economía política, no son en absoluto leyes, sino simples hipótesis, o
meras afirmaciones que no han sido jamás verificadas.
La selección natural como auxiliar de la
acción directa del medio
Nineteenth Century and After / julio 1910

Para comenzar, no existe ninguna necesidad de que aquellos animales que sobreviven mejor son
asumir que los inicios mismos de la variación de los que realizan mejor la economía de su fuer-
cualquier organismo se encuentren ya tan bien za vital al despojarse rápidamente de un órgano
enunciados como para tener un «valor selecti- inútil, con sus músculos, sus nervios y sus vasos
vo» —que sean ya tan útiles en la lucha por la sanguíneos. Esa economía es normalmente dema-
vida—, como nos encontraríamos inclinados a asu- siado pequeña para implicar una ventaja vital. Lo
mir si la variación fuera accidental y no se viera mismo es también válido acerca del desarrollo co-
gradualmente reforzada por la acción del medio. rrelativo de los dientes de un mamífero que se co-
Así se elimina una seria dificultad, tan seria que rresponde a un cambio dado en su alimentación o
los darwinistas me- a la degeneración
jor informados lo de los dedos de las
reconocen, incluso pezuñas en la raza
aunque repudien bovina y en los ca-
las exageraciones ballos, y todos los
de los críticos de sorprendentes ca-
Darwin. sos indicados por
Entendemos, ade- los paleontólogos
más, por qué las va- americanos Cope y
riaciones deben ser Marsh, que mues-
acumulativas, Si se tran cuán difícil
deben a una causa es explicar la va-
definida están abo- riación correlativa
cadas a acumularse de los distintos ór-
durante el tiempo ganos, tanto en su
que dure su causa; evolución como en
mientras que no su degeneración,
LA SELECCIÓN NATURAL ES IRRELEVANTE EN LA
habría razón algu- EVOLUCIÓN BIOLÓGICA ANTE TANTA BIODIVERSIDAD en tanto que no
na para suponer reconozcamos que
que un carácter que parece ser meramente acci- la variación es de-
dental en una generación deba ser reforzado en la bida a una acción concreta del entorno.
siguiente, ya que no existe causa interna o exter- Por sí mismo, es evidente que aquellos biólogos
na que produzca tal efecto. Tal suposición es un que reconocen la influencia dominante de la ac-
hecho contrario a todo lo que sabemos acerca de ción directa del medio no niegan necesariamente
las desviaciones accidentales y se contradice con la intervención de la selección natural. Por el con-
la investigación de esa nueva rama, la biometría. trario, éstos reconocen absolutamente su utilidad
Y, finalmente, comprendemos por qué la variación como auxiliar. Simplemente limitan su capacidad.
deber ser correlativa; por qué numerosos órganos Cesa de ser una selección de variaciones al azar
deben variar a la vez y apoyar entre sí la variación —en la mayoría de los casos, necesariamente in-
de los demás —un hecho bastante común en la diferente en sus estados incipientes—, para con-
naturaleza y que aun así representa una de las vertirse en una selección fisiológica de aquellos
mayores dificultades para la teoría de las varia- individuos, sociedades y grupos que son más ca-
ciones accidentales—. De este modo, si las alas de paces de ajustarse a los nuevos requerimientos
un grupo de aves se incrementan un poco como a través de una nueva adaptación de sus tejidos,
consecuencia de un aumento del ejercicio, apoya- órganos y hábitos. No es tanto una selección de
do con una mejor alimentación, vemos la causa individuos como una selección de grupos de indi-
fisiológica del aumento y comprendemos el moti- viduos, modificados, más o menos, todos a la vez
vo por el que todos los músculos, los huesos, los en una dirección determinada. Es también, para el
vasos sanguíneos y los nervios conectados con las mundo animal, una selección de aquellos que me-
alas deben sufrir un desarrollo correlativo. O si los jor ejercitan su inteligencia colectiva para dismi-
ojos de un animal cavernícola se han vuelto inser- nuir la competitividad y la guerra interna, y para
vibles en la oscuridad de la cueva comenzando el cuidado de la descendencia gracias al esfuer-
a atrofiarse, entendemos cómo la función de los zo conjunto. Y, para terminar, como no depende
ojos deja de tener lugar por una deficiencia fisio- de una intensa lucha entre todos los individuos
lógica de los nervios que llegan a éstos, seguida de un grupo, no requiere para su actuación com-
necesariamente de la de los vasos sanguíneos y pleta de esas épocas excepcionalmente malas,
los músculos conectados a ellos. No necesitamos de sequías y tiempos de calamidades que Darwin
recurrir a una improbable hipótesis y mantener consideraba especialmente considerables para la
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selección natural. Tendría lugar tanto en tiempo naturaleza.
de abundancia como de escasez, especialmente En resumen, cuando vemos en la selección natu-
en tiempo de bonanza y durante las estaciones ral a un auxiliar de la acción directa del medio,
favorables, cuando la abundancia de alimento y muchas de las serias dificultades que acosaban
la vitalidad favorecen la variabilidad y dotan de el camino del seleccionista desaparecen y deja-
una cierta plasticidad a los organismos. La evolu- mos de sentirnos en la necesidad de recurrir a las
ción progresiva se hace así comprensible y nues- numerosas hipótesis construidas por el neodarwi-
tra hipótesis se encuentra con lo que realmente nismo en su apoyo.
conocemos de la variación y la evolución en la

¿Moral animal?
La moral anarquista (1890)
La idea del bien y del mal no
tiene pues nada que ver con la
religión o con una mística con-
ciencia. Es una necesidad de las
especies animales. Y cuando fun-
dadores de religiones, filósofos y
moralistas nos hablan de enti-
dades divinas o metafísicas, no
hacen sino refundir lo que las
hormigas y gorriones practican
en su pequeña sociedad.
¿Es esto útil para la sociedad?
Entonces es bueno. ¿Es perjudi-
cial? Entonces es malo.
La idea puede ser extremada-
mente limitada entre animales
inferiores, puede ampliarse en-
tre los animales más avanzados;
pero su esencia es siempre la
misma. EL PRINCIPIO DE LA MORAL TIENE RAÍCES BIOLÓGICAS EN
Entre las hormigas no va más LAS SOCIEDADES ANIMALES
allá del hormiguero. Las costum-
bres sociales, las normas de bue- cionales, como una enfermedad común que afecte
na conducta sólo son aplicables a los individuos a ambos. Así mismo, los gorriones de los Jardines
de aquel hormiguero, no a los demás. Un hormi- de Luxemburgo de París, aunque se ayudarán mu-
guero no considerará a otro perteneciente a la tuamente de forma conmovedora, lucharán has-
misma familia, salvo que circunstancias excep- ta la muerte con otro gorrión de la Plaza Monge
que se atreviera a aventurarse en su territorio. Y
el salvaje considerará a un salva-
je de otra tribu como un individuo
al que no se aplican los usos de la
propia. Es incluso admisible vender-
le, y vender es siempre robar más o
menos al comprador; comprador o
vendedor, uno u otro está siempre
«vendido». Un chukchi considerará
un crimen vender a los miembros de
su propia tribu: a ellos les dará sin
nada a cambio. Y cuando el hombre
civilizado, comprenda al fin las re-
laciones que existen entre él mis-
mo y el más simple papú, relaciones
estrechas, aunque imperceptibles a
primera vista, ampliará sus princi-
pios solidarios a todo el género hu-
UN HORMIGUERO ES MÁS QUE LA SUMA DE SUS mano, e incluso a los animales. La
COMPONENTES idea se amplia, pero el fundamento
sigue siendo el mismo.
Piotr Kropotkin: recuerdos y críticas
de uno de sus amigos
Errico Malatesta

Este artículo que reproducimos fue publicado por primera vez para el número especial dedicado a Kropotkin que
salió publicado en febrero de 1931 en Probuzhdenie (La Aurora), periódico que editaban compañeros rusos emi-
grados en Detroit en el décimo aniversario de la muerte de Kropotkin; ese mismo año fue traducido al al francés
bajo el título “Pierre Kropotkine: Souvenirs et critiques d’un de ses vieux amis” en el número 31 (18 de abril de
1931) de Le Réveil Anarchiste (Ginebra), siendo traducido al español por Germinal Esgleas y reproducido en La
Revista Blanca en mayo; Max Nettlau lo tradujo al inglés, siendo publicado en el número 12 (julio 1931) del
Freedom Bulletin (Stroud, Gloucestershire).

Piotr Kropotkin es, indudablemente, uno de los que que él no dijera, fue para muchos, casi una herejía.
más ha contribuido –quizás aún más que Bakunin y Bien estaría, pues, someter las enseñanzas de Kro-
Eliseo Reclus– a la elaboración y a la propagación potkin a una crítica severa y sin prevenciones para
de la idea anarquista. Por eso tiene bien merecidos distinguir lo que es siempre verdadero y vivo de
la admiración y el reconocimiento que todos los lo que el pensamiento y la experiencia posterio-
anarquistas sienten por él. res pueden haber demostrado erróneo. Lo que, por
Pero, en honor a la verdad y en interés supremo de otra parte, no afectaría sólo a Kropotkin, porque los
la causa, es preciso decir que su obra no ha errores que se le pueden reprochar eran pro-
sido toda y exclusivamente bienhe- fesados por los anarquistas antes de
chora. No es suya la culpa; al con- que Kropotkin hubiese adquirido
trario, fue la eminencia misma una posición eminente en el
de sus méritos la que causó movimiento. Él los confirma
los males que me propon- y los hace durar dándoles
go indicar. el apoyo de su talento
Naturalmente, Kropo- y de su prestigio; pero
tkin no podía, como nosotros, los viejos
hombre alguno lo militantes, tenemos
podría, evitar todo en ello todos, o casi
error y abrazar toda todos, nuestra parte
la verdad. Hubie- de responsabilidad.
ra sido necesario, Escribiendo hoy
pues, aprovechar acerca de Kropotkin
su preciosa contri- no tengo la inten-
bución y continuar ción de examinar a
la búsqueda para fondo su doctrina.
nuevos progresos. Quiero solamente
Mas los talentos li- recoger algunas im-
terarios de Kropotkin, presiones y algunos
el valor y la extensión recuerdos que podrán,
de su producción, el creo, aclarar su persona-
prestigio que le daba su lidad moral e intelectual y
nombradía de gran sabio, el hacer comprender mejor sus
hecho de que hubiese sacrifi- méritos y sus defectos.
cado una posición de encumbra- Pero ante todo diré algunas pala-
do privilegio para defender, a costa bras que salen de mi corazón, porque
de peligros y de sufrimientos, la causa po-
pular, y con eso el encanto de su persona, MALATESTA no puedo pensar en Kropotkin sin sentir-
me conmovido. por el recuerdo de su in-
que hechizaba a todos los que tenían la fortuna de mensa bondad. Recuerdo lo que hizo en Ginebra en
acercársele, le dieron tal notoriedad y tal influencia el invierno de 1879 o de 1880 para ayudar a un
que pareció, y en gran parte fue realmente, el maes- grupo de refugiados italianos en la miseria, en la
tro reconocido de la gran mayoría de anarquistas. que yo estaba: recuerdo los cuidados que llamaría
Así ocurrió que la crítica fue desalentada y se produ- maternales, que tuvo para mí en Londres una noche
jo un alto en el desarrollo de la idea. Durante buen en que había sido víctima de un accidente y en que
número de años, a pesar del espíritu iconoclasta y había llamado a su puerta; recuerdo mil rasgos de
progresivo de los anarquistas, la mayoría de ellos gentileza para con todo el mundo; recuerdo la at-
no hicieron, en materia de teoría y de propaganda, mósfera de cordialidad que se respiraba en torno
sino estudiar y repetir a Kropotkin. Decir otra cosa suyo. Porque era verdaderamente bueno, con esta
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bondad casi inconsciente que siente la necesidad de guro de tener razón y no podía soportar la contra-
aliviar los sufrimientos y de esparcir a su alrededor dicción con calma y yo, por otra parte, tenía mucho
la sonrisa y la alegría. Se hubiera dicho, en efecto, respeto por su saber y muchas atenciones por su sa-
que él era bueno sin saberlo; en ninguna ocasión lud vacilante, acabábamos siempre por cambiar de
gustaba que se le llamara así. Se mostró ofendido argumento para no irritarnos demasiado.
porque en un artículo que escribí en ocasión de su Mas esto no perjudicaba, de ningún modo, la intimi-
70 aniversario, dije que la bondad era la primera de dad de nuestras relaciones. No importa la diferencia
sus cualidades [1]. Gustaba más bien de mostrar su de explicaciones que dábamos a los hechos, ni la
energía y su arrogancia quizá porque estas últimas diferencia de argumentos con los cuales justificába-
cualidades se habían desa- mos nuestra conducta; en
rrollado en la lucha y para la práctica queríamos las
la lucha, mientras que la mismas cosas y estábamos
bondad era expresión es- impulsados por el mismo
pontánea de su naturaleza deseo ardiente de libertad,
íntima. de justicia y de bienes-
••• tar para todos. Podíamos,
Yo tuve el honor y la fe- pues, marchar de acuerdo.
licidad de estar unido a Y, en efecto, no hubo nun-
Kropotkin durante largos ca desacuerdo serio entre
años por la más fraternal nosotros hasta el día en
amistad. Nosotros nos que- que se presentó, en 1914,
ríamos, porque estábamos una cuestión de conducta
animados por la misma práctica de una importan-
pasión, por la misma es- cia capital para él y para
peranza y también por las mí: la de la actitud que
mismas ilusiones. los anarquistas debían to-
Los dos de temperamento mar frente a la guerra. En
optimista (y creo, sin em- esta funesta ocasión se
bargo, que el optimismo despertaron y se exaspe-
de Kropotkin aventajaba raron sus viejas preferen-
en mucho al mío y quizá cias para todo lo que es
tenía un origen diferente), ruso o francés y se declaró
veíamos las cosas de color apasionadamente partida-
de rosa –¡ay!, demasiado rio de la Entente. Pareció
de color de rosa–, esperá- haber olvidado que era
bamos, hace ya más de 50 internacionalista, socialis-
años, una revolución próxi- ta y anarquista; olvidó lo
ma que habría de realzar que él mismo había dicho
nuestro ideal. Durante ese poco tiempo antes sobre la
largo período hubo muy guerra que los capitalistas
pocos momentos de duda y preparaban [2] y se puso a
de desaliento. Recuerdo, por ejemplo, que Kropotkin admirar a los peores hombres de Estado y generales
me dijo. una vez: «Querido Errico, temo que sólo tú de la Entente; trató de cobardes a los anarquistas
y yo creemos en una revolución próxima». Pero esos que rehusaban entrar en la unión sagrada, deplo-
eran momentos pasajeros. En seguida la confianza rando que la edad y la salud no le permitieran tomar
renacía y uno se explicaba, no importa de qué ma- un fusil y marchar contra los alemanes. No había
nera, las dificultades presentes y el escepticismo de medio de entenderse. Para mí, el suyo era un caso
los camaradas y se continuaba trabajando y espe- verdaderamente patológico. De todas maneras, ese
rando. fue uno de los momentos más dolorosos, más trá-
Sin embargo, no se debe creer que nosotros tenía- gicos de mi vida (y me atrevo a decir de la suya),
mos en todo las mismas opiniones. Al contrario, en aquel en que, después de una discusión de las más
muchas cuestiones fundamentales estábamos lejos penosas nos separamos adversarios, casi enemigos.
de estar de acuerdo y raramente nos encontrábamos Grande fue mi dolor por la pérdida del amigo y por
sin que alguna diferencia suscitase entre nosotros el perjuicio que resultaba para la causa por el alcan-
tensas discusiones; pero como Kropotkin estaba se- ce que iba a tener entre los anarquistas una tal de-

[1] El artículo fue publicado en la publicación anarquista parisi- sistemática”: “puso a las ideas anarquistas en un marco de refe-
na Les Temps Nouveaux el 14 de diciembre de 1912. Malatesta rencia filosófico con el que se puede estar o no de acuerdo. Pero,
afirmó que prefería hablar sobre la persona en lugar de sobre el dejando de lado las teorías, es anarquista”.
pensador. “Ama a los seres humanos”, escribió. “Todo lo que pien- [2] Como señala Nettlau, “se refiere al panfleto War, publicado en
sa y lo que hace se debe a esa bomdad, a ese gran amor hacia el francés por Les Temps Nouveaux (París, 1912, 22 páginas), y en
ser humano, hacia todos los seres humanos, parece ser un rasgo italiano, por Il Risveglio (Geneva, marzo de 1912, 22 páginas)”.
esencial de su carácter”. Describió a Kropotkin como “una mente
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fección. Pero a pesar de todo quedaron intactos en me parece que le faltaba algo para ser un verdadero
mí el amor y la estima por el hombre, así como la es- hombre de ciencia: la capacidad de olvidar sus de-
peranza de que, pasada la embriaguez del momento seos y prevenciones para observar los hechos con
y vistas las consecuencias de prever de la guerra, una impasible objetividad. Me parecía más bien lo
reconocería su error y volvería a ser el Kropotkin de que yo llamaría de buen grado un poeta de la cien-
siempre. cia. Hubiera podido adivinar nuevas verdades por
••• intuiciones geniales, pero estas verdades habrían
Kropotkin era a la vez un sabio y un reformador so- debido ser verificadas por otros hombres que pue-
cial. Estaba poseído por dos pasiones: el deseo de den tener menos genio o no tener genio de ningu-
conocer y el deseo de hacer bien a la humanidad. na clase, y mejor dotados de lo que se llama espí-
Dos nobles pasiones que uno quisiera ver en todos ritu científico. Kropotkin era demasiado apasionado
los hombres, sin que ellas sean por esto una sola y para ser un observador riguroso.
misma cosa. Pero Kropotkin era un espíritu eminen- De costumbre, concebía una hipótesis y buscaba en
temente sistemático. Quería explicarlo todo según seguida los hechos que habrían debido justificarla,
un mismo principio, quería reducir a la unidad; y lo lo que puede ser un buen método para el descubri-
hacía, a menudo según mi parecer, aun a despecho miento, pero llegaba, sin querer, a no ver los hechos
de la lógica. Así, apoyaba en la ciencia sus aspiracio- que la contradecían.
nes sociales, que no eran, según él, sino deduccio- No sabía decidirse a admitir un hecho, y a menudo
nes rigurosamente científicas. ni a tomarlo en consideración, si no acertaba en pri-
Yo no tengo ninguna competencia especial para juz- mer lugar a explicarlo, es decir, a hacerlo entrar en
gar a Kropotkin como sabio. Sé que había prestado su sistema.
en su juventud notables servicios a la geografía y Como ejemplo contaré un episodio a que di oca-
a la geología; aprecio el gran valor de su libro El sión. Entre los años 1885-1889 me encontraba en
apoyo mutuo y estoy convencido de que habría po- la Pampa argentina y me fue dado a leer algo sobre
dido, con su vasta cultura y su elevada inteligencia, las experiencias hipnóticas de la escuela de Nancy.
dar una más grande contribución al progreso de las La cosa me interesó mucho, pero no tuve entonces
ciencias, si su atención y su actividad no hubiesen el medio de saber más. De regreso a Europa, vi a
sido absorbidas por la lucha social. Sin embargo, Kropotkin en Londres y le pedí si podía darme al-

PETROGRADO, 1917: KROPOTKIN PARTICIPA


EN UN ACTO PÚBLICO DEL GOBIERNO
PROVISIONAL PARTIDARIO DE
CONTINUAR LA GUERRA CONTRA ALEMANIA

MILUIKOV KERENSKI
LIDER DE LOS KADETES, MINISTRO DE JEFE DEL GOBIERNO PROVISIONAL TRAS
LA CAIDA DEL ZARISMO, DEFENSOR DE
KROPOTKIN
EXTERIORES DE KERENSKI, ENEMIGO DE
LA REFORMA AGRARIA Y DEFENSOR DE SEGUIR LA GUERRA CONTRA ALEMANIA
SEGUIR LA GUERRA CONTRA ALEMANIA
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gunos informes sobre el hipnotismo. Me contestó a ninguna posibilidad de variación. La ilusión de la
rotundamente que nada se debía de creer de él, que voluntad no sería en sí más que un hecho mecánico.
todo eran imposturas o alucinaciones. Algún tiempo Naturalmente, lógicamente, si la voluntad no tiene
después, volví a ver a Kropotkin y la conversación ninguna potencia, si no existe, si todo es necesario y
recayó de nuevo sobre el hipnotismo. Con sorpresa, no puede ser de otra manera, las ideas de libertad,
encontré que su opinión había cambiado comple- de justicia, de responsabilidad no tienen ninguna
tamente: los fenómenos hipnóticos habían pasado significación, no corresponden a nada real.
a ser una cosa intere- Según la lógica, no
sante y digna de es- se podría sino con-
tudio. ¿Qué había templar lo que pasa
ocurrido? ¿Había po- en el mundo con in-
dido conocer nuevos diferencia, placer o
hechos? ¿O había dolor, según su pro-
tenido pruebas con- pia sensibilidad, pero
vincentes de hechos sin esperanza y sin
que había negado posibilidad de cam-
en un principio? De biar nada.
ningún modo. Había,
simplemente, leído •••
en un libro de no se Kropotkin, pues, que
qué fisiólogo alemán era muy severo con
una teoría sobre las el fatalismo histórico
relaciones entre los de los marxistas, caía
dos hemisferios del en el fatalismo me-
cerebro, que, bien o cánico, que es mucho
mal, podía servir para más paralizador.
explicar los fenóme- Pero la filosofía no
nos en cuestión. podía matar la po-
Con esta disposición tente voluntad que
de espíritu, que le había en Kropotkin.
hizo arreglar las co- Estaba demasiado
sas a su manera en convencido de la
las cuestiones de bondad de su siste-
ciencia pura, en las ma para renunciar a
cuales no hay razón él o solamente so-
porque la pasión tur- portar tranquilamen-
be al intelecto, se po- te que se le pusiera
día prever a qué lle- LIBRERÍA FREEDOM, AÑOS 50 en duda. Más era de-
garía en cuestiones masiado apasionado,
que miraban de cerca demasiado enamo-
a sus más grandes deseos y a sus más caras espe- rado de la libertad y de la justicia para detenerse
ranzas. ante las dificultades de una contradicción lógica y
••• renunciar a la lucha. Salía de paso encuadrando a la
Kropotkin profesaba la filosofía materialista que do- anarquía en su sistema y haciendo de él una verdad
minaba a los sabios de la segunda mitad del siglo científica.
XIX, la filosofía de los Moleschott, Buchner, Vogt, Se confirmaba en su convicción sosteniendo que to-
etc.; por consiguiente, su concepción del universo dos los descubrimientos recientes en las ciencias, de
era rigurosamente mecánica. la astronomía a la biología y a la sociología, concu-
Según ese sistema, la voluntad (potencia creadora rrían más a demostrar siempre que la anarquía es el
de la cual no podemos comprender la fuerza y la modo de organización social que es exigido por las
naturaleza, como, por otra parte, no comprendemos leyes naturales. Se le podía objetar que, cualesquie-
la fuente y la naturaleza de la materia y de otros ra que fueren las conclusiones que se pueden sacar
«principios primeros»), la voluntad, que contribuye de la ciencia contemporánea, era cierto que si nue-
poco o mucho a determinar la conducta de los indi- vos descubrimientos venían a destruir las creencias
viduos y de las sociedades, no existe, es una ilusión. científicas actuales, él, Kropotkin, sería anarquista a
Todo lo que fue, todo lo que es y que será desde el despecho de la ciencia, como era anarquista a des-
curso de los astros al nacimiento y decadencia de pecho de la lógica. Pero Kropotkin no habría sabido
una civilización, desde un temblor del suelo al pen- admitir la posibilidad de un conflicto entre la cien-
samiento de un Newton, desde el perfume de una cia y sus aspiraciones sociales y hubiera imaginado
rosa a la sonrisa de una madre, desde la crueldad de siempre un medio, no importa si lógico o no, para
un tirano a la bondad de un santo, todo debía, debe conciliar su filosofía mecanicista con su anarquismo.
y deberá llegar en una sucesión fatal de causas y Así, después de haber dicho [3] que «la anarquía es
efectos de naturaleza mecánica que no deja lugar una concepción del universo, basada sobre la inter-
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pretación mecánica de los fenómenos que abraza los privilegios de que había gozado, que había re-
toda la naturaleza, comprendida la vida de las socie- nunciado a su posición y descuidado los estudios
dades» (confieso que no he acertado nunca a com- que amaba para dedicarse a la educación de los tra-
prender lo que eso puede significar), Kropotkin ol- bajadores de San Petersburgo y a la lucha contra el
vidaba, como si nada fuera, su concepción mecánica despotismo de los zares. Siempre impulsado por los
y se lanzaba a la lucha con el ánimo, el entusiasmo mismos sentimientos, se había adherido en seguida
y la confianza de alguien que cree en la eficacia de a la Internacional y aceptado las ideas anarquistas.
su voluntad y espera poder, En fin, entre las diferentes
por su actividad, obtener o concepciones anarquistas,
contribuir a obtener lo que había elegido el programa
desea. comunista-anarquista que,
••• basándose sobre la solida-
En realidad, el anarquismo ridad y el amor, va más allá
y el comunismo de Kro- de la misma justicia [5].
potkin, antes de ser una Pero naturalmente, como
cuestión de razonamiento, era de prever, su filosofía
eran un efecto de su sen- no quedaba sin influencia
sibilidad. En él, el corazón sobre su manera de con-
hablaba en primer lugar y cebir el porvenir y la lucha
a continuación venía el ra- que era necesario llevar a
zonamiento para justificar cabo para llegar a él.
y reforzar las impulsiones Puesto que, según su fi-
del corazón. losofía, todo lo que llega
Lo que constituía el fondo debe llegar, el comunismo
de su carácter, era el amor anarquista, que él deseaba,
a los hombres, la simpatía debía fatalmente triunfar,
por los pobres y los oprimi- como por una ley natural.
dos. Sufría realmente con Y esto le quitaba toda in-
los males de otro, y la in- certidumbre y le ocultaba
justicia, aun cuando le fa- toda dificultad. El mundo
voreciera, era insoportable burgués debía caer fatal-
para su espíritu. mente; estaba ya en diso-
En la época en que yo le lución y la acción revolu-
frecuentaba en Londres [4], cionaria no servía más que
ganaba su vida por su cola- para acelerar la caída.
boración en revistas y otras Su gran influencia como
publicaciones científicas y propagandista tenía, ade-
estaba en una situación re- más de su talento, el hecho
lativamente cómoda. Pero TUMBA DE KROPOTKIN de que mostraba la cosa de
sentía como un remordi- tal manera simple, de tal
miento de hallarse mejor manera fácil, de tal manera
que la mayoría de trabajadores manuales y parecía inevitable, que el entusiasmo prendía en los que le
siempre querer excusarse de sus pequeñas como- escuchaban o leían.
didades. Decía a menudo hablando de sí mismo y Las dificultades morales desaparecían, porque él
de los que se hallaban en su situación: «Si nosotros atribuía al «pueblo» las virtudes y todas las capaci-
hemos podido instruirnos y desarrollar nuestras fa- dades. Exaltaba, con razón, la influencia moralizado-
cultades, si hemos tenido acceso a los goces intelec- ra del trabajo, pero no veía lo suficiente los efectos
tuales, si vivimos en condiciones materiales no de- deprimentes de la miseria y de la opresión. Pensaba
masiado malas, es porque nos hemos aprovechado, que bastaría con abolir el privilegio de los capitalis-
por el azar de nuestro nacimiento, de la explotación tas y el poder de los gobernantes para que todos los
a que están sujetos los trabajadores; luchar por su hombres se pusieran inmediatamente a quererse
emancipación es para nosotros un deber, una deuda como hermanos y a cuidarse de los intereses de los
sagrada que les debemos pagar». otros tanto como de los suyos propios.
Era tanto por amor a la justicia como para expiar De la misma manera, no veía dificultades materia-

[3] En Modern Science and Anarchism, según Nettlau. échange égal de Proudon... En lugar de eso, el amor da todo lo
que puede y desea dar incluso más aun, sin contar, sin calcular...
[4] Esto se refiere a los años 1881-1882, según Nettlau. Me parece que hay dos sentimientos enfrentados en la mente hu-
[5] En una carta del 18 de mayo de 1931 a Luigi Fabbri, Mala- mana: el sentimiento de la simpatía, o amor, hacia el prójimo, los
testa escribe: “Estrictamente hablando, justicia significa dar a los otros seres humanos, que siempre es beneficioso; el sentimienro
demás lo equivalente a lo que ellos te dan a tí; eso significa el de justicia, que da lugar a un conflicto interminable, porque todo
el mundo considera justo lo que le viene mejor”.
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les o se desembarazaba de ellas fácilmente. Había potkiniano: «La anarquía es el orden natural».
aceptado la idea, corriente entonces entre los anar- Se podría preguntar, cómo la Naturaleza, si es ver-
quistas, de que los productos acumulados del suelo dad que su leyes la armonía, ha esperado que vi-
y de la industria eran de tal manera abundantes, que nieran al mundo los anarquistas y espera aún que
no había por mucho tiempo por qué preocuparse ellos triunfen para destruir las terribles y mortíferas
de la producción y decía siempre que el problema inarmonías que los hombres siempre han padecido.
inmediato era el del consumo [6]; que era necesa- ¿No se estaría más cerca de la verdad diciendo que
rio, para hacer triunfar la revolución, satisfacer en la anarquía es la lucha en las sociedades humanas
seguida y ampliamente, las necesidades de todos; contra las inarmonías de la Naturaleza?
la producción seguiría, naturalmente, el ritmo del
consumo. De ahí esa idea de la toma del montón •••
que puso de moda y que si bien es la manera más He insistido sobre los dos errores en que, según mi
simple de concebir el comunismo y la más apta para parecer, cayó Kropotkin: su fatalismo teórico y su
agradar a la multitud, es también la más primitiva y optimismo excesivo, porque creo haber constatado
la más realmente utópica. los malos efectos que han tenido
Y cuando se le hizo observar que en nuestro movimiento.
esta acumulación de productos no Hubo camaradas que tomaron en
podía existir, porque los propieta- serio la teoría fatalista (que por
rios no hacen producir normal- eufemismo se llama determinis-
mente sino lo que pueden vender ta) y perdieron, por consecuencia,
con provecho, y que quizá en los todo espíritu revolucionario. No
primeros tiempos de la revolución se hace la revolución dicen; ella
sería necesario organizar el racio- vendrá a su tiempo, pero es inútil,
namiento y adoptar la producción anticientífico y aun ridículo que-
intensiva más bien que estimular rerla hacer, y con esas buenas ra-
la toma del montón, que en suma zones se separaron y pensaron en
no existe, se puso a estudiar di- sus asuntos, Pero uno se equivo-
rectamente la cuestión [7] y llegó caría si pensara que esto fue para
a la conclusión de que, en efecto, todos una excusa cómoda para
la abundancia no existía y que en retirarse. He conocido a muchos
ciertos países se estaba continua- camaradas de temperamento ar-
mente bajo la amenaza del ham- diente, prestos a afrontar todo pe-
bre. Pero se tranquilizaba pensan- ligro, que han sacrificado su posi-
do en las grandes posibilidades ción, su libertad y aun su vida en
de la agricultura ayudada por la nombre de la anarquía, con todo y
ciencia. Tomó como ejemplo los estar convencidos de la inutilidad
resultados obtenidos por algunos de su acción. Lo han hecho por
agricultores y algunos sabios agrónomos en espa- asco a la sociedad, por venganza, por desesperación,
cios limitados y sacaba de ellos las consecuencias por amor al bello gesto, mas sin creer por eso que
más animadoras sin contar con los obstáculos que servían la causa de la revolución, y, por consiguien-
habrían opuesto la ignorancia y el espíritu de rutina te, sin escoger el fin ni el momento y sin pensar en
de los campesinos, y el tiempo que en todo caso ha- coordinar su acción con la de los demás.
bría sido preciso para generalizar los nuevos modos Por otra parte, los que sin ocuparse de la filosofía
de cultivo y de distribución. han querido trabajar por la revolución, han creído la
Como siempre, Kropotkin veía las cosas como él hu- cosa mucho más fácil de lo que es en realidad, no
biera querido que fuesen y como todos nosotros es- han previsto las dificultades, no se han preparado
peramos que serán un día: tomaba como existente como era preciso y se han encontrado impotentes el
y como inmediatamente realizable lo que debe ser día en que había quizá la posibilidad de hacer algo
adquirido por largos y penosos esfuerzos. práctico.
••• Puedan los errores del pasado servir de lección para
Kropotkin concebía a la Naturaleza como una es- hacerlo mejor en el porvenir.
pecie de providencia, gracias a la cual la armonía •••
debía reinar en todo, comprendidas las sociedades He terminado. No creo que mis críticas puedan em-
humanas. Eso es lo que ha hecho repetir a muchos pequeñecer a Kropotkin, que queda como una de
anarquistas esta frase de sabor perfectamente kro- las glorias más puras de nuestro movimiento. Ellas
servirán, si son justas, para demostrar que ningún
hombre está exento de error, ni aun cuando posea
la elevada inteligencia y el corazón heroico de un
[6] Sobre esto, ver el artículo “The Products of Soil and Industry”. Kropotkin. De todas maneras, los anarquistas en-
[7] Nettlau indica: “Su artículo ‘El capital de la revolución’ pu- contrarán siempre en sus escritos un tesoro de ideas
blicado en La Révolte, a comienzos de 1891, contiene la primera fecundas, y en su vida un ejemplo y un acicate en su
consideración de Kropotkin sobre este tema, y sus estudios fueron lucha por el bien.
causados por las críticas que le hizo Malatesta durante el año
1890”.
“En la práctica de la ayuda mutua, cuyas
huellas podemos seguir hasta los más antiguos
rudimentos de la evolución, hallamos, de tal
modo, el origen positivo e indudable de nuestras
concepciones morales, éticas, y podemos afirmar
que el principal papel en la evolución ética de
la Humanidad fue desempeñado por la ayuda
mutua y no por la lucha mutua. En la amplia
difusión de los principios de ayuda mutua, aun
en la época presente, vemos también la mejor
garantía de una evolución aún más elevada del
género humano”
Piotr Kropotkin, El Apoyo Mutuo

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