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Lopez Maria de los Angeles

Matricula B8147

Agnés Varda
Agnés Varda fue una directora de cine Frances, considerada por algunos
críticos como la “Abuela de la Nueva Ola” y una de las pioneras del cine hecho por
mujeres y del cine feminista. A lo largo de los años, Varda se convirtió en una figura
reconocible, cercana y muy admirada, en una inspiración directa para un montón de
cineastas jóvenes. Como cineasta, y en su reinvención como artista contemporánea,
ha expuesto, viajado y filmado por medio mundo. Fascinada por los encuentros
casuales, por las distintas formas de vida, tanto en la ficción como en el documental,
contó historias de personas sin hogar, de vagabundos por vocación, de artistas
callejeros.

Cuatro años antes de que Godard filmara “Sin aliento”, Varda ya había
proyectado su primera película, “La Pointe Courte (La punta corta)” que arranca con
una sucesión de escenas naturalistas y cotidianas para luego abordar la relación
amorosa entre dos personajes típicamente opuestos. Desde sus inicios marca cierta
tendencia que lleva a lo largo de todos sus guiones. Su cine, siempre atento al
mundo que la rodeaba y muchas veces expuso temas y conflictos sociales de
manera anticipada, como por ejemplo el aborto, ha conectado con generaciones
muy distintas y ha prevalecido y prevalecerá de manera extendida.

Sus obras son indisociables de su persona, su lucha por la inclusión y la igualdad de


género en la industria del cine; sus películas guardan un carácter realista y social, y
exponen todas las creencias en está mujer creía, sus ideologías estaban plasmados
en cada uno de los fotogramas, la mujer detrás de la cámara, pionera y referencia
feminista, nunca ha ocultado su condición ni ha camuflado sus batallas bajo
imágenes de discursos imperantes.

A lo largo de su filmografía se percibe la necesidad irrefrenable de moverse, de


hacer algo, de rodar la película a cualquier precio y con el presupuesto que sea,

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compone sus films con un estilo preciso, en donde mezcla ficción con elementos de
documental, se puede notar y disfrutar el arduo trabajo con el que pensó sus
películas. Sus intentos de incluir a la minoría, de darles un espacio donde alzar la
voz, creía en el cine como un arma de revolución, donde se jacto de diferentes
películas y narraciones diversas, algunas mas guiones que otras; como por ejemplo,
“Black Panthers” un cortometraje documental que ella logro viajando a donde esta
comunidad se estaba alzando y los capto siendo una mujer blanca y francesa con
solo una cámara de 16mm, logro que una comunidad oprimida con una gran lucha
detrás, se hiciera camino a través de lo que ella tenia para ofrecer. Así como
también con películas como “Sin techo ni ley” dónde se armo de guion, con un
personaje sin tanta profundidad o pasado para analizar, nos demostró tras las
acciones y comportamientos de una vagabunda la necesidad de libertad, una
reflexión acerca de la condición social femenina, frecuentemente reprimida por
dictámenes impuestos por la sociedad y estructuras patriarcales. Necesidades que
se sufren siendo no solo mujer sino también siendo de menor condicione un mundo
construido de manera piramidal.

Su filmografía nos habla de su vida y la vida de millones con necesidades y


aspiraciones, sus películas sirvieron de soporte de muchos y lo fantástico es la
prevalencia de su persona en cada una de ellas. Varda dirigió una cuarentena de
piezas entre cortometrajes, documentales y largos de ficción. Su previa formación
en fotografía le permitió captar los pequeños detalles de la realidad que la circunda,
y hacer un mundo de aquello que en lo que nadie paraba. Le gustaba quedarse en
lo que nadie prestaba atención, en lo cotidiano que pasaba por normal pero que
abundaba de un valor y potencial, varios de sus planos dotados con gran duración le
sirvieron como elemento de exposición.

Varda lucho de manera ferviente por los derechos de la mujer, expuso temas como
el aborto, la contracepción, la maternidad y otros, le ha dedicado al tema de la
mujer largometrajes y cortometrajes, destacados siempre por la experimentación y
la dialéctica propia del ensayo literario como forma de expresión.

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Ejemplo sublime de los anteriormente dicho, es el cortometraje documental
“Respuestas de mujeres: nuestro cuerpo, nuestro sexo” donde hay alto contenido
político, donde mujeres hablan sobre el sexo en concreto, sobre su sexo, sobre el
deseo y el placer. El cual se convirtió en un manifiesto feminista: una crítica a la
cosificación del cuerpo femenino, a los roles alrededor del sexo, la maternidad y/o el
placer, y a las violencias a las que se somete a las mujeres por el solo hecho de
serlo.

Su primera película explícitamente feminista “Una canta, la otra no”, y la cual fue un
absoluto éxito en Francia, expone la amistad de dos amigas desde los 15 años, su
relación con el trabajo, con el amor y la amistad entre el 62 y el 72, mientras que la
historia de la mujer evoluciona. Agnes en Cahiers du Cinéma contó lo siguiente;

“Quería revalorizar la amistad entre mujeres como un sentimiento que incorpora


violencia, ternura, coherencia y solidaridad”

En su carrera como cineasta expuso sus caminos y descubrimientos sobre


cuestiones como su relación con el tiempo y la vida, las relaciones entre el hombre
y mujer en un periodo de transformaciones, y nuevas disposiciones, y su propia
indagación de su ser como mujer, la definición de su feminidad y sus ideologías
como feminista, mas allá de que muchas veces la atacaron, siempre supo que parte
quería mostrar y que dejar fuera. Tenia la costumbre de escribir los guiones de sus
películas, dotados siempre de alto contenido político. De carácter realista y social,
sus guiones se enfrentaban a la desigualdad, denunciaban la opresión, los
estereotipos y siempre pusieron de manifiesto su posición crítica frente al rol que las
mujeres ocupan en las sociedades contemporáneas.

En su ultima película “Varda by Agnes” se puede terminar de descodificar el


mensaje que a lo largo los años intento dar a través de tantos films y de tantas
maneras. Ella misma se puso en ella como ultimo intento de representación total, y
me cabe admitir que es una de mis preferidas, porque es donde podemos
condensar a Varda en su máximo esplendor mas su filmografía desconfiada por ella
misma. Es un paseo al que nos lleva ella como directora y mujer.

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Con películas como “Cleo de 5 a 7”, la cual fue y es considerada una de las obras
ejemplares de la Nouvelle Vague, en la que Varda expuso sobre el amor y la muerte
utilizando a una paciente de cáncer que conoce a un soldado a punto de partir hacia
la guerra, con sutiliza y poco a su alcance logro llevar a la pantalla tales historias
que trascendieron y enseñaron, y que hoy en día son material de vuelta para
ejemplificar sobre variados temas, como construcción de un film, construcción de
lucha, ejemplo de producción, etc.

Así como también la película “Una canta, la otra no”, nombrada anteriormente y que
también admito que es una de mis preferidas, cuál marcó un hito llevando y
exponiendo contenido abiertamente a favor del aborto cuando esta discusión
todavía era prematura para el mundo en el mundo, Varda tuvo el valor de exponer lo
que muchos otros ocultaban o hacían la vista al costado, con sutileza, ganas y
coraje son palabras que describen a Varda como mujer y cineasta.

En cuanto a lo formal o diseños de producción que la atribuían a un lugar dentro del


grupo de cineastas de los 60, Agnés digredia de ciertas formas, reconocidas
abiertamente por ella misma. Ella no tuvo la misma construcción y conocimiento
sobre cine y crítica, no era participe a tal nivel como el resto, no fue guiada por las
mismas razones que a todos los demás a la creación cinematográfica.

Su cine se ha dotado de su presencia dentro de plano, encuadrando con las manos,


colocando objetos, entre otras cosas. Solía detenerse sobre en imagen llenas de
silencio, llenas de emoción e incertidumbre ante un avance o retroceso. Un
momento de suspensión captada por una cámara, momentos que Agnés buscaba
obtener y crear.

Otra característica recurrente del cine de Varda, es el empleo de una voz en off que
comenta sobre la naturaleza de las imágenes que tiene como fin profundizar en
esas capaz expuestas ante la cámara, comenta de cerca las imágenes que tomaba.
Varda recitaba esos textos con su propia voz, uno de los rasgos más reconocibles
de su cine, en una marca de autor. Empleando el tono quebrado e inseguro, la voz

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en off era un elemento que agregaba emoción, reflexionaba y conmovía, como por
ejemplo, cuando señala en “Las playas de Agnés” hablando de una fotografía que
tomó hace años y su voz dice “todo hombre que mira al mar siempre es un Ulises”.
Así como también en “Documentira" la voz nos indica con demasiada insistencia lo
que debemos ver.

Agnés ha sido una directora muy valiosa y habilidosa que ha demostrado y expuesto
numerosas situaciones que atañe a las masa en general, y alude a incluir a las
minorías y aquellos que son excluidos principalmente. Agnés Varda ha sido una
directora libre que ha logrado experimentar y trascender con los recursos del cine.

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