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LA RESPONSABILIDAD CIVIL DOMINICANA

El estudio de la responsabilidad, en materia contractual,


requiere un examen detallado: (1) de las condiciones
exigidas por la ley para su validez; (2) de las
particularidades de cada uno de los elementos
constructivos de la misma; y, (3) por último, de todas y
cada una de las particularidades que encierran los
diferentes tipos de obligaciones existentes, dentro y fuera
del contracto, su naturaleza y consecuencias jurídicas, así
como sus efectos entre las partes y frente a terceros.

Condiciones

La responsabilidad contractual requiere la existencia de


tres condiciones: (a) la existencia de un contrato; (b) que
le contrato sea válido; y (c) que el contrato haya sido
realizado entre el responsable y la víctima.

a) Existencia de un contrato

Si un contrato previo, no hay responsabilidad


contractual.

Que el contrato es la ley entre la partes, y debe ser


ejecutado según las reglas de la buena fe.

Los contratos deben ser aplicados e interpretados en el


sentido en que las partes le han dado ejecución

Los jueces están facultados para interpretar las


convenciones.
Cuando existe oscuridad o ambigüedad en el contenido
de las cláusulas del contrato y se imposibilita
determinar a simple vista.

Contratos de trasporte.

Cuando el transporte se realiza mediante un precio


estipulado, existe un verdadero contrato y se aplican las
reglas de la responsabilidad contractual.

Todas las veces que una de las partes no haya querido


hacer a la otra, un servicio gratuito, existe un contrato.

La complacencia, como las obligaciones mundanas o


los buenos oficios, quedan fuera del dominio
contractual.

En la responsabilidad delictuosa el autor de una


imprudencia o negligencia es responsable.

El contracto debe ser válido.

La nulidad puede ser de fondo o de forma.


La nulidad absoluta que proviene de un contracto
contrario a la ley.
El orden público y la moral exigen que nada subsista de
semejante contrato.
Nulidad relativa

La venta de cosa de otro; los vicios del consentimiento;


así como los contratos realizados por incapaces,
constituyen ejemplos típicos del problema.

Venta de la cosa de otro. Es nula por la falta de objeto,


con el fin práctico de darle al comprador y solo al
comprador, el derecho de anular el contrato.
Vicios del consentimiento. Contratos realizados por los
incapaces.

Personas con capacidades diferentes, principalmente,


para revisar y modernizar las normas relativas a la
discapacidad.

Nulidad de los contractos realizados con menores de


edad.
Nulidad que sirve de fundamento para dejar sin efecto ni
validez algunas cualesquiera actuaciones irregularmente
realizadas por un menor en base al error sobre la persona
contratante, situación que caracteriza uno de los vicios
consentimiento previsto en la ley.

La nulidad de los contractos realizados por los incapaces


es puramente relativa.
Solo la persona cuyo consentimiento ha sido viciado
puede invocarla. En el fondo lo que verdaderamente existe
es una falta de consentimiento, lo que constituye a su vez,
otra causa de nulidad. La ausencia del consentimiento.
Tampoco existe aquí responsabilidad contractual.
El contrato debe ser celebrado entre el responsable y la
víctima.

Las convenciones solos producen efectos entre las partes


contratantes, no existe responsabilidad contractual cuando
es extraña al contracto.

Excepciones
Estipulación por otro, cuando el contracto produce sus
efectos en provecho del tercero beneficiario, quien puede
prevalecerse de los principios de la responsabilidad
contractual, en caso de incumplimiento de la obligación
asumida por el estipulante.

Causahabiente o pariente de uno de los contratantes

Pueden reclamar dentro de las reglas de la responsabilidad


contractual, la reparación de un perjuicio causado por el
incumplimiento del contratante.

Tercero autor o cómplice de la inejecución

La responsabilidad de dicho contracto es todavía


contractual.
Seguro de responsabilidad

Cuando el autor del daño se asegura contra la


responsabilidad en la que puede incurrir., o, el autor del
daño conviene con un tercero que este último le
garantizara las consecuencias perjudiciales de los actos, la
responsabilidad en las relaciones entre el asegurador y el
asegurado, el garante y el garantizado, es contractual como
aun cuando la responsabilidad del asegurado o la del
garantizado se delictuosa.

Esta obligación de seguridad, a diferencia de la


existente en el contracto de transporte, no es la
obligación determinada de entregar al discípulo sano y
salvo, sino la de dar pruebas de diligencia y prudencia en
la enseñanza del deporte.

El profesor de gimnasia se compromete solamente a


vigilar y dirigir los ejercicios de sus discípulos, tomando
todas las precauciones necesarias en cuanto al material y
los locales utilizados. En principio, solo responde cuando
comete una negligencia o imprudencia, debe
necesariamente incluir medidas de seguridad prudente que
puedan asegurar a los padres que independientemente de
recibir un aprendizaje de calidad en tal o cual área, han
dejado a sus hijos bajo el cuidado desconfiable de un
organismo, entidad, escuela o persona que tiene la
responsabilidad de impedir.
Quienes se proponen divertirse entienden que su seguridad
está garantizada y el propietario lo entiende igualmente.
Aquí la obligación determinada de seguridad aparece
estrechamente ligada al contracto realizado.
En materia laborar, la jurisprudencia se inclina en
reconocer que existe una obligación de seguridad a cargo
del empleador con respeto a la persona del trabajador.

La falta
Característica de la falta contractual., es preciso analizar
desde dos puntos de vista: a) desde el punto de vista del
lecho personal., y, b) desde el punto de vista del hecho de
los terceros. En ambas situaciones, el perjuicio es un
elemento común, sin el cual la acción no puede subsistir.
Así también lo es el lazo de causalidad entre los dos
elementos anteriores.
Los artículos 1147 y 1148 del Código Civil, tratan de la
responsabilidad civil por la inejecución del deudor.,
mientras que el artículo 1137 de ese mismo texto legar,
exige la comisión de una falta para que el deudor
comprometa su responsabilidad, sin embargo, el estudio
de la falta en materia de responsabilidad contractual, tiene
diferentes enfoques dependiendo: a) si se trata de una falta
por la inejecución del hecho del deudor., b) si se trata de
una falta por la inejecución o el hecho del acreedor., c) si
se trata de faltas simultanea sobre todo en los casos de
contractos sinalagmáticos perfectos, rige el principio del
non adimplenti contractus, que es lo que comúnmente
conocemos como la regla del dando y dando de las partes
contratantes.
Falta por la inejecución del deudor, que constituye la falta
más frecuente en la práctica.
Apreciación de la falta contractual
Nuestra suprema corte de justicia, ha juzgado, sin
embargo, que la apreciación de la falta en materia de la
responsabilidad civil, sea delictuosa, contractual, o de
cualquier otra naturaleza debe ser inconcreto, no in
abstracto, a no ser que se trate de un caso de presunciones
legales.

a) Falta dolosa y no dolosa.

b) Falta no intencional.
c) interés practico en la distinción de ambos tipos de
faltas

Graduación de las faltas


La cuestión de saber si existe una graduación de las faltas
en materia contractual solo se presenta en las obligaciones
de prudencia y diligencias. Las obligaciones
determinadas, la inejecución de la obligación constituye
por sí mismo, la falta.

a) Repudio de la teoría de las tres faltas. En el dominio


contractual, a diferencia de la materia cuasidelituosa,
en que lo fija la ley directamente o por referencia
implícita a texto supletorio, es la voluntad de las
partes la que fija el grado de diligencia prometido por
el deudor.

b) Diferencia de grado entre la falta delictuosa y la falta


contractual. En el dominio contractual, se admite que
el deudor de una obligación de prudencia, promete
conducirse siempre como un buen padre de familia.
Algunos autores afirman que sobre este punto existe
una diferencia sensible entre cuasidelituosa y la falta
contractual. La primera es, la que no comete un
excelente padre de familia y la segunda la que no
comete un buen padre de familia.

La responsabilidad contractual por el hecho del otro.


como su nombre lo indica, esta responsabilidad es a la vez
una responsabilidad por otro y una responsabilidad
contractual. Su nombre supone que el responsable, ósea
aquel a quien se dirige la victima del daño no es el autor
directo del mismo sino un tercero. La existencia de la falta
depende, pues de hecho de un tercero. Por consiguiente, en
lo siguiente contracto en que se obliga el deudor a ejecutar
por sí mismo la obligación, no es posible hablar de
responsabilidad de otro, porque si el deudor la hace
ejecutar por un tercero viola personalmente el contrato en
curre en la responsabilidad contractual por su hecho
contractual y no por la responsabilidad de otro.

Hay que examinar tanto la intención de la parte, como la


voluntad del legislador.

Inejecución del contracto por la intervención de un


tercero.

Cuando en un contracto una de las partes no ejecuta su


obligación o la ejecuta mal, por el motivo que un tercero
interviene en el contacto con su hecho, da lugar a ese
incumplimiento.
a) Intervención del tercero en la ejecución del contrato
en el contracto realizado entre el autor del daño y la
víctima.

b) Intervención del tercero por su propia cuenta.

c) Las disposiciones relativas al transporte marítimos


establecen la responsabilidad contractual por el hecho
de otro.

El articulo 1797 declara a los empresarios y


contratitas responsables del hecho de las personas
que ellos emplean.

Fundamento de la responsabilidad contractual


por otro.

La falta es la base de la responsabilidad contractual,


del hecho de otro, no se trata más que de la aplicación
de la teoría de la representación.

Teoría de la representación
Personas responsables.

El deudor es garante del tercero encargado de


ejecutar porque este último representa, y, por
consiguiente, se confunde con él.
En caso de seguros, la ley permite que el asegurado
pueda asegurarse de todas las faltas de su
representante.
Los representantes convencionales se clasifican en
dos grupos: los sustitutos que son aquellos que
ejecutan el contracto enteramente por el deudor
(deudor que da mandato a un tercero para ejecutarlo)
y los ayudantes, que son aquellos que colaboran con
el deudor en la ejecución de la obligación.

La relación de causalidad

Sobre ese tercer y último elemento constitutivos de la


responsabilidad civil, vale la pena hacer valer todo lo
anteriormente expuesto para la relación de causa a
efecto entre la falta y el perjuicio. Esta debe ser
directa única, directa, cierta determinada, y
definitivamente existente, para que exista
válidamente y lazo de causalidad que caracterice una
acción en daños y perjuicio, en el perjuicio sufrido
debe ser la consecuencia inmediata u y directa de la
falta. Sin esta el perjuicio no existiría. Con lo que
tampoco existiría daño alguno que reparar.
El cálculo de las responsabilidades

Pocas cuestiones son tan discutidas y tan oscura como el


problema del cumulo.
Lo que se discute es si la víctima del deño puede
prevalecerse de una u otra acción en responsabilidad. Esto
es, si ella tiene derecho a una opción como consecuencia
del daño resultante de la inejecución del contrato.
El principio general es que, si el perjuicio resulta del
incumplimiento de una obligación contractual, la
responsabilidad es contractual. En los restantes casos, la
responsabilidad es delictuosa (si el daño ha sido querido
por su autor)., o cuasidelictuosa (sino lo ha sido).

Todo acreedor contractual que sufre un perjuicio por la


inejecución de un contracto puede optar por las reglas
delictuosa con el objeto de obtener la reparación a que
tiene derecho.

Posición de la jurisprudencia dominicana

El principio tradicional que se mantenía en la


jurisprudencia dominica era el de no cúmulo de estas
responsabilidades.

Cuando el perjuicio no resulta de la ejecución del


contracto, acción delictuosa no debe ser negada a menos
que la parte oigan tenido la ejecución de descartarla. Ella
será evidente si las partes han estipulado que el deudor
estará obligado solamente a una diligencia inferior a la
exigida por el artículo 1382.

interés practico
antes de resolver el problema del cumulo, es preciso poner
de manifiesto el interés practico de la cuestión
a) En cuanto a la competencia.

b) En cuanto a ejercicio de la acción.

c) En cuanto a la ejecución de la condenación


pronunciada.
d) Cuando se trata de la mujer dotar en bienes.

e) Cuando mediante la acción contractual el demandante


solo puede obtener una reparación parcial y la acción
delictuosa asegura una reparación total.
f) Cuando una clausula expresa del contracto limita en
caso de inejecución a una suma determinada de la
reparación.

g) En caso de quiebra.
Jurisprudencia

Nuestro sistema jurídico no se acepta el cúmulo de las


responsabilidades ni el cumulo de las penas. En lo que
respecta a la responsabilidad civil.

Doctrina
En la opinión de los autores el problema del cúmulo se
resuelve buscando la intención de las partes, porque en
realidad lo que sea querido plantear como la problemática
del cumulo de responsabilidades no existe en el ámbito de
la responsabilidad civil.

Cuando la responsabilidad contractual ha sido


reglamentada, hay que admitir que la responsabilidad
delictuosa ha sido descartada. Cuando el contracto no ha
reglamentado la responsabilidad, hay que distinguir
todavía si en la ley hay una disposición supletoria o
imperativa.

Ejemplo:
Cuando un texto establece una prescripción abreviada de
la acción, las partes podrán abreviar este plazo, pero
aumentarlo recurriendo a la responsabilidad delictuosa.

Causas de exoneración de responsabilidad

Es un principio general de derecho que el demandado


puede liberarse de responsabilidad en materia civil,
cuando demuestra en justicia la existencia de una causa
extraña que justifique su comportamiento erróneo o
fortuita. Esa causa puede ser tres: el hecho de la víctima,
la fuerza mayor o caso fortuito y el hecho de un tercero.
En estos casos el lazo de casualidad deja de existir.

El hecho de la victima

Falta de la victima

La falta de la víctima puede ser una de las causas o la


causa exclusiva del daño. La falta de la víctima puede no
bastar, por si sola para explicar el daño sufrido, porque
este puede ser la consecuencia de faltas combinadas del
autor del hecho y de la víctima.

Caracteres que debe presentar el hecho de la víctima.


a) Causalidad.
b) No imputabilidad.
c) El hecho de la víctima debe ser imprevisible e
irresistible.

Nuestra suprema corte de justicia, en caso de


responsabilidad en virtud de la guarda de las cosas
inanimadas donde el individuo trepo a un albor a coger
uno aguacate y se cayó de una rama débil por lo que la
víctima pretendía atribuir responsabilidad, debe tenerse
en cuenta que hecho ha dado lugar al accidente, es
decir si el daño es consecuencia de las actuaciones de
la víctima o de un tercero.

Si este hecho ha sido la causa eficiente del accidente, la


presunción del guardián no puede ser aplicada.
El hecho de la víctima debe ser culposo. Para saber si
el hecho la víctima es la sola casusa de del daño o si
este daño tiene dos causas se debe distinguir entre dos
situaciones: La falta del demandado y el hecho de la
víctima. Si el hecho de la víctima es una sola causa del
perjuicio, el demandado debe ser exonerado, porque
hay una ausencia completa de causalidad entre el hecho
de este último y el daño.

Falta intencional
Cuando uno de los dos adversarios ha querido el daño
se puede decir que este no tiene más que una causa, y
por tanto debe soportar todo el peso de la
responsabilidad.

Consentimiento de la víctima.
Hay que distinguir los casos en que la víctima ha tenido
simplemente conocimiento de los riesgos a que ellos se
expones, de aquellos en que ella consiente el daño. El
daño no puede tener por efecto exonerar de su
responsabilidad al demandado.

Fuerza mayor y caso fortuito

Unidad de ambas naciones.

Los autores están divididos sobre si existe una


distinción o no entre la fuerza mayor o el caso fortuito.
El caso fortuito es un suceso natural que ocasiona un
daño. Ejemplo: inundación, terremoto. y la fuerza
mayor es un suceso no natural (orden o prohibición de
la ley o de una autoridad legalmente establecida
funcionado regularmente) el caso fortuito revela el
carácter imprevisible del suceso. Para colin y Capitant,
el caso fortuito consiste en una imposibilidad relativa
de ejecución la fuerza mayor en una imposibilidad
absoluta, proveniente de un obstáculo irresistible,
imprevisto e imprevisible (tempestad, terremoto, guerra
hecho del príncipe).

Jurisprudencia. La jurisprudencia da a estas dos


expresiones un sentido idéntico y ve en el caso fortuito
y en la fuerza mayor y una sola y misma noción,
excepto en materia de accidente de trabajo, en que se
adopta el criterio de la exterioridad definido por los
partidarios de la teoría del riesgo el patrono no es
exonerado más que por los sucesos extraños a la
explotación.

Aplicaciones

Guerras y sus consecuencias. Desvalorización. Crisis


económicas. Aumento o disminución de los precios,
robo, perdida, deterioro de la cosa. Cual que sea la
causa del robo, de la pérdida o del deterioro de la cosa
de vida, no hay fuerza mayor si el deudor ha prometido
una cosa de género, porque tiene siempre la posibilidad
de remplazarla comprando otra.

Huelgas. Lock-out. Estos sucesos constituyen una


causa de fuerza mayor según las circunstancias.

Enfermedad
Irresistibilidad. Imposibilidad absoluta para el
demandado de actual de otra manera.

Estado de necesidad. El estado de necesidad es


excluyente de responsabilidad, por tanto, no comete
una falta el conductor que realiza una maniobra de
salvamento para evitar un accidente automovilístico.

El hecho de un tercero

caracteres

a) Causalidad. Si el hecho del tercero no es la causa


del perjuicio, es evidente que no puede tener ningún
efecto sobre la responsabilidad del demandado.

b) no imputabilidad. Cuando es la falta del


demandando la que ha provocado el hecho del
tercero de donde resulta el daño, dicha causa es la
falta verdadera del perjuicio.

c) Persona de quien debe emanar el hecho. Se designa


en este caso tercero, todas personas distintas de la
víctima o del demandado.

d) El hecho del tercero debe ser culposo. Cuando el


hecho del tercero es una sola causa del daño, el
demandado debe ser exonerado sin necesidad de
buscar si este es o no culposo en cabio, si el hecho
del tercero y la falta del demando han ocurrido a la
realización del daño en demandado no puede
prevalecerse del hecho del tercero si este no es
culposo.
e) El hecho del tercero debe ser imprevisible e
irresistible.

Efecto cuando es invocada una presunción de


responsabilidad

a) La responsabilidad del demandado es la única


presumida.
b) La responsabilidad del tercero es solo presumida.

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