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El Alfabeto Manual adoptado por el Real Colegio

de Sordo-mudos de Madrid, (1805-1814).


Una laguna historiográfica resuelta
por Pedro MARTÍNEZ PALOMARES
y Javier VERGARA CIORDIA
Universidad Nacional de Educación a Distancia UNED

1. Panorama historiográfico de la importancia de los estudios lingüísticos


educación de sordos sobre la lengua de señas que usaban los
Los estudios sobre la educación de los sordos entre sí (Herrero, 2008).
sordos españoles, en su vertiente históri-

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ca, han recibido un fuerte impulso a par- Respecto a la etapa institucional de
tir de la década de los 70 del siglo pasado, esta enseñanza especial se ha estudiado
con el denominador común de haberse la intermitencia de las primeras escuelas
centrado fundamentalmente en los pri- de Barcelona de principios del siglo XIX
meros maestros de los siglos XVI y XVII. (Gascón y Storch de Gracia, 2004); el lar-

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Bien conocidas son las discusiones sobre go proceso de creación y organización de
las experiencias pedagógicas y los perso- la de Madrid, a cargo de la Real Sociedad
najes como Ponce de León, Pablo Bonet, Económica (Negrín, 1982); se ha esboza-
Ramírez de Carrión y, en menor medida, do, con textos de época, distintos momen-
de Rodríguez Pereira y Pedro de Castro, tos educativos del siglo XIX (López, 1999,
reflejadas en publicaciones dentro y fuera 2005); y por último, se ha sistematizado la
del ámbito español (Pérez de Urbel, 1973; legislación producida a favor de los sordos,
Eguiluz, 1986; González, 1992; Ferrerons de índole pedagógica a lo largo del siglo
y Gáscón, 1995; Plann, 1997; Gascón y XIX y de mayor preocupación social y la-
Storch de Gracia, 2004, 2006). Se ha in- boral, en los dos tercios del siguiente (Oso-
tentado recuperar la extraordinaria pro- rio, 1973). No disponemos de una historia
puesta educativa desarrollada por Hervás consolidada de la educación formal, es de-
y Panduro, en 1795, su influencia en las cir, de los colegios, la organización esco-
primeras escuelas españolas del siglo XIX lar, la metodología seguida, los medios de
(Gascón y Storch de Gracia, 2004) y la comunicación empleados, los contenidos
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impartidos y los resultados alcanzados. ñanza. Las noticias sobre los sordos en los
Como excepción se podría considerar la periódicos de la época y su confrontación
historia del Colegio Nacional de Sordomu- con otras fuentes serán las que conduz-
dos de Madrid (Granell, 1932), en la que can, finalmente, al hallazgo del modelo
se ofrece un extenso caudal de personas, de alfabeto manual adoptado en 1805 y a
fechas, datos y sucesos relacionados con conocer su influencia posterior.
la institución, encontrándose pendiente
poner en juego y ensamblar los elementos
que allí se manifiestan. 2.  La educación de sordos y los al-
fabetos manuales
La presente investigación se enmarca La necesidad de comunicarse con las
en ese proceso de ensamblaje histórico personas sordas es uno de los temas cen-
muy sentido entre los historiadores de la trales de la historia de su educación y el
educación de los sordos: encontrar pistas alfabeto manual se constituye en uno de
que conduzcan al conocimiento del alfa- los elementos esenciales para su alfabeti-
beto manual que, al poco de inaugurarse zación en su vertiente oral o escrita. Dicho
el centro madrileño, se hacía imprescin- alfabeto, como su nombre indica, se reali-
dible como medio comunicativo y recurso za signando las letras con las manos, ya
didáctico en la naciente enseñanza. Las sea de forma simbólica o figurativa, sin
reseñas sobre su necesidad, reforma de necesidad de instrumentos materiales de
algunas de sus letras, adopción del mode- escritura. Su aplicación a la educación lo
lo e implantación en el centro, recogidas convirtió en un recurso metodológico-di-
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por Miguel Granell (que no señala sus dáctico tan imprescindible que no existe
fuentes), aún está pendiente del resulta- escuela de sordos que no cuente con el co-
do y si se tiene en cuenta la relevancia del rrespondiente alfabeto con el que expre-
centro, la publicidad que conllevarían los sar manualmente su lengua.
eventos públicos de esa época, la impor-
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tancia de dicho alfabeto y su posible di- Inaugurado el Real Colegio de Sor-


fusión, contamos con razones suficientes do-mudos de Madrid, bajo la tutela de la
para plantear esta investigación, máxime Real Sociedad Económica Matritense, el
cuando dicho alfabeto manual se cons- 9 de enero de 1805, el maestro-director,
tituirá en la base del siguiente Alfabeto D. Juan de Dios Loftus y Batzán, a los
Manual para los Sordomudos del Real pocos días de la apertura del centro, so-
Colegio de Madrid adoptado por su di- licitó a la Junta de Dirección y Gobierno
rector Dr. D. Tiburcio Hernández; 1815, del establecimiento que se le dotara de
ya bicentenario [1]. El presente trabajo una lámina de alfabeto manual para su
recorre brevemente el trayecto compren- quehacer docente. La Junta tomó en con-
dido desde la aplicación a los sordos de sideración la petición, con el apoyo del so-
ese instrumento para la comunicación, cio responsable de la enseñanza, D. José
sus raíces y su difusión por las naciones Miguel Alea, pues preveía la futura asis-
europeas para darnos cuenta del impor- tencia de algún alumno sordo-ciego y era
tante papel que desempeñaba en la ense- partidaria de la enseñanza de la pronun-
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ciación (Granell, 1932, 40). Así se inicia tan cierta y real que se reduce a demos-
la búsqueda de un alfabeto manual, entre tración», sustituyendo la falta de audición
los disponibles, para poder satisfacer las «mediante hablarle por escrito, o con letras
necesidades del maestro y sus discípulos. de la mano». Tal aserto pivotaba en «la per-
fección y simplicidad de nuestras letras»,
En 1620 se había publicado en Es- es decir, el castellano, es una «lengua tan
paña el primer tratado de educación de perfecta que como hablamos escribimos y
los sordos, o arte de enseñar a hablar a los escribimos como hablamos» (Pablo Bonet,
mudos, que contenía un alfabeto manual 1620, prólogo). Así, la labor pionera de
para la enseñanza oral, el de Juan Pablo Pablo Bonet fue doble: como lingüista, su
Bonet; pero cuando abrió sus puertas el trabajo consistió en reducir las letras a
colegio madrileño, uno de los objetivos su sonido: «dejándolas desnudas y purga-
que establecía su Reglamento era conse- das de aquellas composiciones que tenían
guir que los jóvenes sordos leyeran y es- [...] y con esto apropiadas para que las re-
cribieran «con arreglo a los métodos de los ciba el mudo»; y, como logopeda, conocer e
abates L’Epée y Sicard» (Reglamento de indicar las posiciones de la boca, lengua,
1804, capítulo V, 1º y 2º). La nueva meto- dientes, labios, etc., necesarias para poder
dología francesa, que se creía superadora reproducir los fonemas, procurando que «no
de los maestros españoles, y un posible se apliquen medios infructuosos y violen-
desfase del alfabeto español para cubrir tos, ni atormentarles la garganta, sino por
las necesidades del idioma del momento arte claro y fácil» (Pablo Bonet, 1620, 121).
se conjugaron y se planteó la necesidad de

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adoptar un nuevo alfabeto. Convertida así la vista en vía de recep-
ción de la comunicación, para que el sordo
sepa de qué letra-sonido (fonema) se trata,
2.1.  Lengua oral y el abecedario de- antes de enseñarle las letras en voz, ha de
mostrativo de Pablo Bonet conocer muy bien (escritas) y saber por de-

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El ingenio de Juan Pablo Bonet, (secre- mostraciones de la mano lo que representa
tario del Condestable de Castilla, a cuyo cada una, «se pone acabado este capítulo el
hermano, D. Luis de Velasco, desmutizó), abecedario demostrativo», con la salvedad
consistió en darse cuenta de que la prin- de que «demás de para los mudos, es cu-
cipal causa de la mudez era la falta de riosidad que deben saberla todos para dife-
audición: «siendo el hablar lo mismo que rentes casos que se pueden ofrecer» (Pablo
imitar aquello que se ha oído, se sigue Bonet, 1620, 127-128). Así, sin más preám-
que no podrá hablar el que oír no pudie- bulos ni explicaciones ni reivindicaciones,
re» (Pablo Bonet, 1620, 118), y establecer entre las páginas 130 y 131 de su obra
las bases principales de su rehabilitación, se insertan ocho grabados calcográficos
pues consideraba que los sordos eran per- distribuidos en las siguientes tablas: [A],
sonas inteligentes y con una «agudísima [BCD], [EFG], [HIL], [MN], [OPQ], [RST],
atención», con que la naturaleza «quiso y [UXYZ], en las que los dibujos de la mano
suplir lo que le había quitado en el oído». configuran la letra que trata, declarando
Enseñar a hablar a los sordos es un «arte que cada figura manual es indistinta para
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las mayúsculas y las minúsculas, estando forma breve del loable vivir»; insistiendo
escritas ambas. Siguen las instrucciones el fraile en que «no se pierde nada que los
que han de seguirse para la /I/ cuando debe que tienen ejercicio de ayudar a bien mo-
tener la voz de /J/ y las distinción entre /Y/ rir, aprendan, y sepan hablar por las letras
y /Z/ a pesar de tener la misma figura, así de mano, que es común saberlo muchos.»
como para el uso de la tilde (Pablo Bonet, (M. Sánchez de Yebra, 1593, 172).
1620, 130-133).
El Alfabeto de Yebra, indicado en pri-
mer lugar a los confesores para hablar
2.2.  Las raíces del alfabeto manual con penitentes muy sordos que saben en-
Un recurso dactilológico similar al que tenderse con letras de mano, también era
Pablo Bonet puso a disposición de la edu- de utilidad para consolar a otros sordos,
cación de los sordos en el duro aprendiza- que compelidos de la necesidad apren-
je de la fonética, que era curiosidad que den la mano para poderse tratar, y co-
sabía como otros muchos y recomendaba municar con las gentes y como golosina
aprender, aparece, veintisiete años antes de aprender por curiosidad figurando la
de la Reducción de las letras, en la obra letra minúscula cursiva con los dedos de
titulada Libro llamado Refugium Infir- la mano, a modo de acróstico y de la A
morum de fray Melchor Sánchez de Ye- a la Z, acompaña unas devociones para
bra (fallecido unos siete años antes de la que se lean, y que insistentemente atribu-
publicación). La obra, destinada a los sa- ye a San Buenaventura. Un remedio cu-
cerdotes y laicos, se inscribe dentro de las yas configuraciones manuales se podían
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artes del bien vivir en que la influencia de realizar con la mano diestra, o siniestra
las corrientes humanistas había transfor- y, por las indicaciones, estaba al alcance
mado el Ars Moriendi del siglo anterior. de las personas sordas alfabetizadas y al
La atención especial de los manuales re- uso en la época, entre cuyos usuarios se
ligiosos al momento de la muerte, del que podría incluir Juan Pablo Bonet aunque
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dependía en gran medida la salvación per- éste en ningún momento indica que cono-
sonal, ahora se convierte en manuales de ciese la obra de Melchor de Yebra.
piedad que, resaltando la importancia
de la vida en general, conservan la parte Ambos alfabetos, de veintiuna letras
dedicada a los enfermos y al cuidado de los manuales, muestran pequeñas diferen-
moribundos. Y, como no podía ser menos, cias en cuanto a las configuraciones de al-
los sordos también se tenían por necesita- gunas letras, su posición y movimientos;
dos de asistencia y consuelo. Melchor de siendo más expresivas las configuraciones
Yebra dedica la cuarta parte de su obra del de Bonet frente a la horizontalidad de
a la «Instrucción, donde se da inteligen- la mano del de Yedra; pero al mismo tiem-
cia de un Alfabeto de bien vivir, que aquí po revelan un parecido extraordinario
se pone, del glorioso San Buenaventura» cuando la configuración manual muestra
(Sánchez de Yebra, 1593, 170-179) «para con nitidez la letra que se trata (en mi-
que muera como vive: a esta causa se pone núscula cursiva impresa). Ambos poseen
aquí de San Buenaventura un Alfabeto o objetivos comunicativos y destinatarios
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comunes, ambos se realizan indistinta- oportuno de algunos códigos numéricos


mente con una sola mano y ambos pasa- por su semejanza con la letra impresa cur-
ron sin pena ni gloria por España. Habría siva, llevará a Gascón Ricao, a defender la
que esperar al siglo siguiente para que el existencia previa de un alfabeto manual
de Pablo Bonet fuese promocionado por «Q» que campaba por Castilla a mediados
el abate L’Epeé y conocido en Europa como del siglo XVI y del que se sirvió Melchor de
Alfabeto Manual Español, permaneciendo Yebra al contabilizar que un tercio de las
en olvido el de Melchor Sánchez de Yedra, letras de mano de su alfabeto eran exacta-
a pesar de los intentos de reconocimiento mente las mismas que aparecen en Hero-
a finales del siglo XIX y principios del XX. glyphica Aegiptiorum de Giovanni Pierio
Valeriani que, a su vez, debió servirse de
El historiador Gascón Ricao, en un ex- las de San Beda (Gascón, 2006 a).
traordinario y meritorio trabajo, inserta
las raíces del alfabeto manual español en Del mismo modo, con toda probabilidad,
la scriptura digitorum que se remonta al Juan Pablo Bonet también se aprovechó
mundo clásico. Una tradición que, tras la del alfabeto Q y, tres años después, Cristó-
caída del Imperio Romano de Occidente, se bal Bautista Morales al incluir el capítulo
encontraba a punto de desaparecer y Beda titulado Letras por la mano para hablar,
el Venerable recopilará en el siglo VII con y entenderse, principalmente con Mudos, y
intencionalidad cultural en su obra de Sordos donde explica, «por ser cosa curio-
Temporum ratione. En el primer capítulo sa», un alfabeto que se ejecuta con la mano,
titulado Computo nel loquela digitorum en una obra publicada por su hermano

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recoge una serie de códigos manuales nu- Juan, (Morales, 1623, 28-31). Atribuye su
méricos con los que se expresaba con fa- nueva invención a Manuel Ramírez de Ca-
cilidad el paso del tiempo, su cálculo y su rrión (maestro de los nobles sordos D. Luis
razón; y sugería la posibilidad de transfor- de Velasco y del marqués de Priego del que
mar tales códigos manuales a otros alfabé- también será secretario e intérprete) y, por

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ticos, sustituyendo el valor numeral por la lo que refiere, describe un alfabeto manual
letra que ordenadamente representaría en muy parecido al de Melchor de Yebra. En
el alfabeto tal valor (Gascón, 2006 b). definitiva, se trata de recursos culturales
de la época, conocidos por los personajes y
La revalorización de lo clásico favoreci- puestos al servicio de la comunicación y la
da por el Renacimiento propiciará su recu- educación de sordos.
peración y la difusión de otros sistemas de
loquela digitorum e indigistatio de confi- Tal fue la consolidación del alfabeto
guraciones manuales de sistemas cifrados, manual español como herramienta peda-
numéricos y alfanuméricos, y, no confor- gógico-comunicativa y su difusión por las
mes con estos sistemas representativos, se escuelas de sordomudos europeas en el
abrirá paso la tradición de imitación con siglo XVIII, gracias al abate L’Epeé, que
la mano de la grafía de las letras uncia- D. Lorenzo Hervás y Panduro lo encontra-
les, dactilología figurativa de los siglos XI rá en el Colegio de Sordomudos de Roma y
y XII. Esta última tradición y el reciclaje dará buena cuenta de él en su obra Escue-
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la Española de Sordomudos. Hervás, reco- modelo didáctico de enseñanza del idioma


nociendo que Juan Pablo Bonet lo utilizó en sus vertientes escrita y oral, la impor-
para enseñar el habla a los sordos, seguirá tancia que desempeña la lengua de señas
el modelo que creía haber perfeccionado el en la comunicación (Herrero, 2008); y, en
abate francés L’Epée recomendando el ini- la práctica, su implicación personal en la
cio de la instrucción de los sordos por el puesta en marcha de la primera escue-
«conocimiento de las letras, su formación la de sordomudos de Barcelona en 1800
manual y su escritura» al ser las cosas (Gascón y Storch de Gracia, 2004, 329-
que los Sordomudos aprendían con más 334), así como otras influencias aún por
facilidad (Hervás, 1795, II, 4), convencido reconocer.
de que así había sido la línea seguida por
Pedro Ponce de León, a tenor de lo que ha-
bían declarado testigos como Ambrosio de 2.3.  Lengua escrita y el alfabeto ma-
Morales y Francisco Vallés, pues «aunque nual de Hervás y Panduro
ignoramos el modo de ella [instrucción] no Creado el Real Colegio de Sordo-mu-
se puede dudar, que sería el mismo que dos de Madrid por Carlos IV bajo la tutela
hoy se usa, pues ninguno otro aparece me- de la Real Sociedad Económica Matriten-
jor ni pudo tener admirables efectos como se, por O. R. de 27 de marzo de 1802, la
los observados en los discípulos de Ponce» primera preocupación será formar al nue-
(Hervás, 1795, I, 298-299). vo maestro-director en París en la nueva
metodología a cargo del abate Sicard, su-
Dando cuenta de que era un recurso cesor de L’Epée. Mientras tanto, la Real
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muy conocido y usado entre los judíos de Sociedad se ocupaba de redactar un re-
España, como lo había indicado Pereira glamento y buscar local apropiado para
en París, Hervás no dudará en otorgar instalar el establecimiento. Dificultades
la invención del mismo a Pedro Ponce económicas impidieron que se llevase a
(Hervás y Panduro, 1795, II, 25). Pater- cabo la apertura del centro cuando se ha-
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nidad errónea, aclarada por Eguiluz An- bía previsto y el maestro-director, al ver
goitia en 1986, gracias al hallazgo de un reducido su sueldo a la mitad, renunció
folio manuscrito de Ponce, según el cual a iniciar la docencia y se negó a entregar
su alfabeto manual era a imitación de lo aprendido en París. La búsqueda de un
la «mano musical», en la que, a modo de nuevo maestro, esta vez con experiencia,
pentagrama, estaban escritas las letras y las dudas surgidas sobre su nombra-
del Abc en las falanges; y con el índice de miento alargarán el proceso hasta el 9 de
la otra mano, como puntero, se señalaba enero de 1805 (Negrín, 1982, 7-31).
la letra de que tratara. Un alfabeto ma-
nual (con el concurso simultáneo de las Cuando abrió sus puertas el colegio
dos manos) en el que la falange señala- madrileño, a diferencia de los métodos se-
da simbolizaba una letra del abecedario. guidos por los maestros españoles del si-
Una atribución desafortunada de Hervás glo XVII que comenzaban por la enseñan-
que no disminuye su gran contribución za del habla al tratarse de experiencias
teórica a la educación de los sordos, su individuales, se había previsto seguir la
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metodología francesa más apropiada para la representación visual del idioma, «de la
trabajar con un grupo de alumnos, co- escritura nos valemos para enseñar a los
menzando por la escritura y relegando el Sordomudos un idioma como nos valemos
trabajo de la pronunciación. En ambas si- de la voz para enseñarlo al que oye.» (Her-
tuaciones el alfabeto manual estaba justi- vás, 1795, II, 31-32); en otras palabras,
ficado, en la ortofónica para saber la letra que la educación de los sordos comienza,
que se debía pronunciar y, en la escrita, continúa y se perfecciona con la escritura.
porque facilitaría visualmente a los alum- Y, al parecer, a la vista de las planas de
nos el dictado al ejecutarse con la mano en escritura de los alumnos madrileños, se
alto. Siendo la vista la principal vía de re- podía considerar un éxito que se lograba
cepción de la comunicación y la escritura en poco tiempo:

GRÁFICO 1:  Plana del alumno D. Jacobo Moreno. [2].

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La cuestión es si se trataba la escritu- aprenderá fácilmente a escribirla»; pues


ra como medio de comunicación o como fin en aras de la simplificación, «el discípulo
en sí misma, al tener que postergarse el viendo que una figura manual sirve para
habla, más difícil de conseguir al reque- significar la letra menor y la mayor, lue-
rir una atención más personalizada. En go comprenderá significarse una misma
otras palabras, el joven alumno del Real letra con una figura manual, y con dos
Colegio madrileño, Jacobo Moreno, en diferentes figuras manuscritas». Introdu-
el breve tiempo de dos años escribía con cir el alfabeto manual, desde el comienzo,
total corrección y su letra era clara e in- como medio de comunicación es un pro-
teligible; el problema se plantea cuando cedimiento sencillo que abrevia el proce-
se pregunta si había alcanzado con cierta so de conocimiento de las letras, abre la
autonomía ese nivel de comunicación por puerta a su escritura, no necesita mate-
escrito; pues Hervás avisaba que «mas no rial, se puede utilizar en cualquier lugar
por esto son capaces de entender lo que y tiempo y es de aprendizaje tan rápido
ven escrito, porque no saben idioma por que, al parecer del jesuita, «muchísimos
escrito» (Hervás, 1795, II, 4). ¿Entendía el Sordomudos llegan a aprender en una
contenido global de lo que había escrito y hora» (Hervás , 1795, II, 30-31).
lo comunicaba al público? o, por el contra-
rio, ¿se había limitado a copiar transcri- La importancia y ventajas que ofrecía
biendo lo que dictaba su maestro con el al- el alfabeto manual no las han pasado por
fabeto manual? La cuestión fundamental alto aquellos que han mantenido una re-
de la educación de los sordos se reduce y lación cercana con sordos, como no se le
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concreta en que el joven sordo adquiera la escapó a José Miguel Alea al implicarse
lengua de su comunidad, aunque sólo sea personalmente en la reforma de algunas
en su dimensión escrita, que la use y com- figuras de sus letras manuales. Tampoco
parta con sus coetáneos y que le permita lo pasó de largo Granell al dar cuenta en
el acceso y disfrute de los bienes y servi- su obra de que, el 3 de febrero de 1805,
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cios; y eso no es ni fácil ni baladí. Tal ha en la reunión de la Junta de dirección


sido, y es, la meta de la educación de sor- del colegio, se había llevado a cabo la re-
dos, conseguir hacerles competentes en la forma de tres letras del alfabeto manual
lengua de su comunidad, un objetivo que y que la había realizado el pintor Salvá
a lo largo de la historia de la educación cobrando la cantidad de 10 r.v. por cada
se ha intentado solventar y, si se tiene en letra (Granell, 1932, 46); y tampoco a Gas-
cuenta sus resultados, con escaso éxito. cón y Storch de Gracia cuando apuntan
la hipótesis de un posible viaje de vuel-
Desde el primer día de escuela, se su- ta de París del alfabeto manual de Pablo
giere simultanear el proceso de aprender Bonet y su posterior reforma, de la mano
las letras y su escritura con el conocimien- de Alea (Gascón y Storch de Gracia, 2004,
to y práctica del Alfabeto manual que ha- 76). Manteniéndose latentes las cuestio-
bía al uso y, además, «si tiene dificultad nes: ¿qué alfabeto se modificó, el español
[para la letra] se le enseñará a conocer- o el francés?, ¿qué recurso dactilológico se
la y formarla manualmente [...] después uso en el colegio de Madrid en la etapa
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1805-1814?, éstas y otras cuestiones si se satisfacían sus preguntas [...] diciéndose-


han obviado por estos meticulosos inves- lo con el Alfabeto manual, lo buscaban, lo
tigadores, ha sido, sin duda, por no haber mostraban y lo escribían al momento en la
encontrado rastro del mismo. pizarra» (Diario de Madrid, 6 de Noviem-
bre de 1806, nº 310) y, tal vez, el éxito del
evento junto a la competencia surgida con
3.  El alfabeto manual del 1805 el nuevo alfabeto reformado haría caer a la
En principio, cabe aventurar que, dis- baja las ventas del alfabeto de Bonet. Esa
poniendo España del Alfabeto manual de podía ser la explicación más verosímil se-
Juan Pablo Bonet (reconocido y alabado gún los datos de la prensa hasta el momen-
por el abate L’Epée como uno de sus maes- to; mientras permanece en la oscuridad, a
tros), dicho alfabeto sería la base sobre la falta de más datos, el Alfabeto manual re-
que se hiciese necesaria la modificación de formado que se usaba en el Real Colegio.
alguna de sus veintiuna letras o el añadido
de otras, a fin de adecuarlo a la grafía del El mismo Diario, en el mes de febrero de
idioma español de principios del siglo XIX. 1807, se convierte en plataforma de una dis-
En apoyo de esta tesis, el Diario de Ma- cusión epistolar al uso de la época —crítica
drid, a principios de 1805 insertaba en la y réplica— sobre la publicidad de un peque-
sección de Ventas: Alfabeto manual según ño librito que se promocionaba en la sección
Bonet para hablar a sordo-mudos y promo- de Literatura del mes anterior. En carta al
cionado como «estampa útil para todo gé- director, un ciudadano se quejaba del precio
nero de personas, principalmente para los y su poca utilidad, entre otras cosas porque

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que tratan con sordos y mudos. Se hallará entre sus páginas se insertaba «el alfabeto
en la librería de Escribano, calle de Ca- manual para enseñar y entender a los sor-
rretas, y en el puesto del Diario, frente de do-mudos, con las variaciones que se han
Santo Tomás, a 4 r. v.» (Diario de Madrid, adoptado en el Real Colegio de esta Corte,
22 de marzo de 1805, nº 31, p. 327). Llama que está a cargo de la Real Sociedad Eco-

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la atención sobre el alfabeto manual que nómica». El crítico, de nombre «M. P. R.»,
circulaba por el Madrid de principios del hacía la observación de que ese alfabeto no
siglo. Tan vivo se encontraba que al año dio el resultado esperado al comprobarlo
siguiente, en la misma sección, repetía su «con la Muda que ha aprendido el Alfabeto
publicidad pero a mitad de precio: «Alfa- [...], bien sea porque ella lo haya olvidado,
beto manual por el estilo de Bonet, para o que se lo hayan enseñado de otro modo, o
hablar por las manos a Sordo-mudos, a 2 que las figuritas [de la mano] no sean fáci-
r. v.» (Diario de Madrid, 11 de diciembre les de practicar, lo cierto es que yo notaba
de 1806, nº 345, p. 681). El 10 de septiem- muchas diferencias»; en todo caso aclaraba
bre de 1806 ya se había celebrado el pri- que dicho alfabeto, que figuraba en la pá-
mer examen público de los Sordomudos en gina 8 del librito, correspondía al Alfabeto
el que se había visto que los alumnos del manual para los Sordo-mudos, según Her-
Real Colegio madrileño habían adquirido vás (Diario de Madrid, nº. 35, 36 y 37 de
un extenso vocabulario, «fueron pregunta- los días 4, 5 y 6 de febrero de 1807); dando
dos por diferentes personas y al momento testimonio público sobre la coexistencia de
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los alfabetos manuales de Bonet y Hervás copia el que va en el Compendio) solamen-


entre los sordos madrileños. te porque no es el mismo que el que sabe
la Muda a quién consultó.» (Diario de Ma-
La respuesta firmada por «El Autor drid, n.º 51 y 53 de 20 y 22 de febrero de
del Compendio», que se calificaba a sí mis- 1807). Tal defensa a favor del Colegio y
mo de «moderado y comedido», pero con de su alfabeto, la indicación de que el alfa-
«los colmillos bien afilados para emplear- beto contenido en su obra era copia idén-
los en ocasiones como esta», le reprochaba tica al que se usaba en el centro, consti-
que hubiera tenido «un atrevimiento sin tuyen pruebas suficientes para recuperar
igual para ponerse a criticar el Alfabeto un documento de extraordinario valor his-
manual de los Sordo-mudos, que se ha tórico en la educación de sordos, al poder
adoptado en el Real Colegio que está es- rescatar un modelo de comunicación has-
tablecido en esta Corte baxo la protección ta hoy no documentado y que explicaría
de la Real Sociedad Económica (de que es muchas actuaciones posteriores.

GRÁFICO 2:  Portada de Compendio del año 1807, Madrid.


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El Alfabeto Manual adoptado por el Real Colegio de Sordo-mudos de Madrid...

La obra en cuestión consiste en un pe- la Real Lotería, del estado de la población


queño librito en 16º, de veintisiete hojas, es- y las distancias en leguas de las capitales;
tilo agenda, dividido en dos partes e incluye contiene dos láminas: alfabeto manual
un librito de memoria para apuntar. Entre para enseñar y entender a los sordo-mudos,
las varias curiosidades que publica desta- con las variaciones que se han adoptado en
can, en la primera parte, los retratos de los el Real Colegio de esta Corte, que está a car-
reyes y el príncipe, las épocas más célebres, go de la Real Sociedad económica; y termi-
los cómputos eclesiásticos, la estaciones del na con un pequeño librito en blanco para
año, los días en que se gana indulgencia, llevar la contabilidad mes a mes y 7 hojitas
en que se saca ánima, en que debe comerse en blanco para apuntar, figurando los días
pescado, días de gala y besamanos, etc. En de la semana. En definitiva, una pequeña
la segunda parte, tras los días de entrada agenda en miniatura con portada ilustrada
y salida de Correos, los de extracciones de (v. Gráfico 2).

GRÁFICO 3:  Las páginas 8 y 9 se han dispuesto enfrentadas


para observar las modificaciones de las figuras manuales.

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Pedro MARTÍNEZ PALOMARES y Javier VERGARA CIORDIA

Si se atiende al autor, se trata del D. Lorenzo Hervás, que insertará en su


grabador D. Francisco de Paula Martí y obra y volverá a España casi dos siglos
Mora, escritor e inventor, individuo de la después de haber salido para ser adopta-
Real Sociedad Económica Matritense, Ca- do por el Real Colegio de Madrid, previa
tedrático y director de la Escuela de Ta- reforma de algunas de sus letras manua-
quigrafía, creada por O. R. el mismo año les. Todo un ejemplo de la extraordinaria
que se creó el Real Colegio de Sordomudos. vitalidad y versatilidad del alfabeto de
D. Francisco de Paula Martí estuvo muy li- Bonet y satisfacción moral de D. Lorenzo
gado al establecimiento de los Sordomudos al ver acogida en vida, al menos en parte,
[3], se ocupó de remover los obstáculos que su contribución a la educación de los Sor-
impedían el restablecimiento del centro a domudos de España publicada 10 años an-
la vuelta del Rey Deseado y de evaluar el tes. A las veintiuna letras del alfabeto ma-
Plan de enseñar a los sordomudos presen- nual español que encontró en Roma, «que
tado por D. Tiburcio Hernández; fue nom- Epée usaba para enseñar el francés y que
brado secretario de su Junta de Dirección comúnmente se usan en las escuelas de
y Gobierno en el año 1814 y será el autor Sordomudos», Hervás y Panduro añadió
del nuevo Alfabeto Manual para los Sordo- otras cinco letras necesarias para escribir
mudos del Real Colegio de Madrid adopta- el español: /j/, /ll/, /ñ/, /u/, /y/; procurando
do por su director Dr. D. Tiburcio Hernán- no aumentar el número de figuras con la
dez; 1815. No cabe duda que estamos ante mano, así «las dos letras /i/, /j/; las dos /l/,
una autoridad que da fe a un documento /ll/, y las dos /n/, /ñ/ se indican con las mis-
de incalculable valor histórico que, inserto mas figuras de la mano pero invertida»
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en dos hojas separadas, contiene, en una, (Hervás, 1795, II, 28, lámina del alfabeto).
el alfabeto manual de Hervás y Panduro
y, en la siguiente, las modificaciones que Por su parte, José Miguel Alea, so-
introdujo el Real Colegio (v. Gráfico 3). cio responsable de la enseñanza del Real
Colegio, creyó necesario mantener en la
revista española de pedagogía

El nuevo alfabeto adoptado revela el misma posición las letras de igual figura,
largo viaje que había realizado el Abece- en lugar de invertirlas como había he-
dario Demostrativo que, saliendo a la luz cho Hervás; pero dotándolas de un ligero
en el siglo XVI, en el libro de Juan Pablo movimiento para diferenciarlas; de esta
Bonet, llegará a París con Rodríguez Pe- manera tendrían movimiento las letras
reira, entre otros, en el siglo siguiente. /j/, /ll/ y /ñ/ para diferenciarse de la /i/, /l/
Acogido por L’Epée (que consideró como y /n/, respectivamente, que carecerían de
maestro a Bonet) se extenderá por las movimiento. También consideró necesario
escuelas europeas y será conocido con variar de posición horizontal a posición
el nombre de alfabeto manual español, vertical las figuras de /v/ y /u/, aplicar mo-
así pasará a Italia de la mano de Tom- vimiento a ésta última y con la misma con-
maso Silvestre. En una lámina dibujada figuración para ambas, por lo que requería
por Ignacio Puppi, alumno de la escuela nueva presentación, y reformar dos letras:
romana, se recogerá y modificará dicho /p/ doblando el dedo meñique hasta tocar-
alfabeto siguiendo las instrucciones de se con el pulgar; /q/ totalmente nueva; y,
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El Alfabeto Manual adoptado por el Real Colegio de Sordo-mudos de Madrid...

por último, modificar la letra /y/, también Sin embargo el Diario de Madrid, nº
nueva, recurriendo a la misma figura que 14, de 14 de enero de 1817, pp. 57-58, que
/i/, y movimiento distinto al de /j/, para eco- hacía publicidad del Compendio del año
nomizar una nueva figura. Una línea junto 1817 no menciona ningún alfabeto ma-
a la letra refleja —como señala el autor del nual. La razón de la ausencia la expone
Compendio— el tipo y dirección del movi- Granell, casi de casualidad, en un breve
miento a realizar. Con toda probabilidad, apunte, al dar cuenta de que la Junta
las tres letras necesitadas de reforma y del Colegio, en su reunión de 5 de febre-
que según los investigadores se encargó al ro de 1815, acordó que «en lo sucesivo, el
pintor Salvá, corresponderían a las figuras Sr. Martí no publicase su Alfabeto ma-
de las letras /p/, /q/ y /v/; ya que las otras o nual» actuando de Secretario de dicha
se invirtieron o se dotaron de movimiento Junta el mismo Sr. Martí (Granell, 1932,
según la línea descrita. 80), pues se encontraba en estudio un
nuevo alfabeto manual, que contenía pe-
queñas variaciones sobre el anterior y
4.  Repercusión e importancia una orientación metodológica más oralis-
La publicidad de este Alfabeto en la ta, por la que se elimina la figura de la
campaña de ventas del Compendio del letra /h/ (al no pronunciarse) y ve luz por
año..., que aparece por primera vez en la primera vez la letra /ch/. Entregadas las
sección de libros de Gazeta de Madrid, copias de las láminas a los reyes y alte-
en 12 de diciembre de 1806, permitió la zas reales [4], según consta en las actas
difusión deseada entre el público letra- de la Junta, habrá que esperar a verlo

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do de la noticia de ese alfabeto especial; inserto en el Compendio del año 1819,
así como, el reconocimiento de la posi- promocionado nuevamente por el Diario
bilidad de educación de los sordos espa- de Madrid, nº.11, de 11 de enero de 1819,
ñoles, confirmada recientemente en el p. 43; y, al año siguiente, en Diario de Ma-
examen público de 10 de septiembre de drid, nº.14, de 14 de enero de 1820, pp. 59

revista española de pedagogía


1806, y el fomento de una escuela inci- y 60, en el Compendio del año 1820, con el
piente cuyo recorrido iniciaba. Las cam- encabezado de Alfabeto Manual para los
pañas de promoción de las ediciones pos- Sordo-mudos del Real Colegio de Madrid,
teriores al Compendio del año 1807 en adoptado por el Dr. D. Tiburcio Hernán-
el Diario de Madrid han contribuido al dez su Maestro-Director.
conocimiento de las ediciones del Com-
pendio que contenían el alfabeto manual En resumen, aunque directamente se
del 1805; así figuran en: Diario de Ma- pretendía impulsar la venta de una obra,
drid, nº 14, de 14 de enero de 1808, pp. cuya publicidad pagaba el autor de la mis-
59-60: Compendio del año 1808; Diario ma, indirectamente puso en conocimien-
de Madrid, nº 2, de 2 de enero de 1811, to y a disposición de la gente un sencillo
p.7: Compendio del Calendario para el instrumento de comunicación del que,
año1811; y Diario de Madrid, nº 12, de al parecer, pudo servirse personalmente
12 de enero de 1815, p. 46: Compendio Goya, cuya profunda sordera le llevó a
del año 1815. plasmarlo en su dibujo catalogado como
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Pedro MARTÍNEZ PALOMARES y Javier VERGARA CIORDIA

cifras de mano, un alfabeto manual que, pena ni gloria para los sordos, su edu-
fechado en Piedrahita en 1812, recoge fiel- cación y su historia. Reparación que, en
mente las letras —como se configuraron justicia, este breve estudio ha pretendido
en el de 1805— que diferenciándose por cumplir.
el movimiento se realizan con la misma
figura manual: las letras /i/ y /j/; la /l/ y Dirección para la correspondencia:
/ll/; la /n/ y /ñ/ (Gascón y Storch de Gracia, Pedro Martínez Palomares. Departamen-
2004, 257-265). to de Historia de la Educación. Facultad
de Educación de la UNED. C/ Juan del
A pesar de tal profusión de noticias so- Rosal, 14. 28040 Madrid. Email: pmarti-
bre el rastro documental del alfabeto ma- nezpalomares@educa.madrid.org.
nual que se presenta, queda por aclarar
que entre la documentación bibliográfica Fecha de recepción de la versión definiti-
depositada en la Biblioteca Nacional, sólo va de este artículo: 2. XII. 2015.
se conservan los ejemplares correspon-
dientes a Compendio del año 1807 que
ha permitido la recuperación del Alfabeto Notas
del 1805 y Compendio del año 1817 que [1] Difundido en muchas publicaciones su autor es
ya no lo incluye por haberse reformado. D. Francisco de Paula Martí y Mora, Secretario de
Con nueva estampa renovada, el Alfabeto la Junta de dirección y gobierno del Real Colegio.
del 1815, se inserta por primera vez en el Las láminas, con el nombre del autor, se encuen-
Compendio del año 1820 conservado gra- tran en: Real Biblioteca: Arch3/Caj/22; y, con el
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cias a la moderna edición facsímil que del nombre del impresor Hauser y Menet, en Bibliote-
mismo realizó Librerías París-Valencia ca Nacional, INVENT/47114. En otros lugares se
en 1995. Posteriormente a esta última le conoce por el nombre del director del colegio
edición, en 2006, ha aparecido una edición que lo aplicó, D. Tiburcio Hernández.
facsímil del Compendio del año 1807, Avi-
revista española de pedagogía

so de Marcelo Grota (Madrid, Ediciones [2] Archivo de la Real Sociedad Económica Matritense,
de la Imprenta), con motivo del bicente- legajo 203, documento 03: Examen público de
nario de la primera edición del Compen- los sordomudos del Real Colegio, 29 de diciem-
dio. En el Aviso se rescata la importancia bre de 1807.
de la publicación de la primera agenda de
bolsillo y se destaca la valía, la obra y la [3] Archivo de la Real Sociedad Económica Matritense,
importancia de su autor. Ignora, por des- la documentación contenida en legajo 218, do-
gracia, no sólo la relación que D. Francis- cumento 03; legajo 219, documento 06; legajo,
co de Paula tuvo con los sordos y el Real 220, documento 01 y legajo 221, documento 04,
Colegio de Madrid, sino también la impor- dan fe de su dedicación a la causa de los sordos
tancia de sus alfabetos (a lo más que llega y su colegio.
es a indicar que la agenda se cierra con el
alfabeto manual para sordo-mudos según [4] En la Real Biblioteca se encuentran depositadas
Hervás, soslayando la lámina siguiente), dos láminas idénticas del Alfabeto Manual para los
por lo que la publicación ha pasado sin Sordo-mudos del Real Colegio de Madrid, adoptado

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El Alfabeto Manual adoptado por el Real Colegio de Sordo-mudos de Madrid...

por el Dr. D. Tiburcio Hernández su Maestro-Direc- Imprenta del Colegio Nacional de Sordo­
tor, numeradas: 100 y 101. mudos).

HERVÁS y PANDURO, L. (1795) Escuela Espa-


Fuentes y Bibliografía ñola de Sordomudos o arte para enseñarles a
Archivo de la Real Sociedad Económica Matri- escribir y hablar el idioma español (Madrid,
tense tomo I, Imprenta Real; tomo II, Fermín Villal-
pando).
Diario de Madrid.
IBIDEM (2008), Escuela Española de Sordomu-
Gazeta de Madrid. dos: La gramática de la lengua de signos en
su contexto interligüístico y pedagógico, Edi-
EGUILUZ ANGOITIA, A. (1987) Fr. Pedro Ponce ción y estudio introductorio de Ángel Herre-
de León: La nueva personalidad del sordomu- ro (Alicante, Publicaciones de la U. de Ali-
do (Madrid, Instituto Profesional de Sordomu- cante).
dos Ponce de León).
LÓPEZ TORRIJO, M. (1999) Textos para una
FERRERONS, R. y GASCÓN, A. (1995) Juan Pa-
historia de la educación especial (Valencia, Ti-
blo Bonet, su tierra y su gente (1573-1607) (Za-
rant lo Blanch).
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LÓPEZ TORRIJO, M. (2005) La educación de per-


GASCÓN RICAO, A. (2006 a) Historia del Alfa-

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sonas con sordera: La escuela oralista españo-
beto dactilológico español. Ver en http://www.
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cultura-sorda.eu (Consultado el 16.II.2015).

MARTÍ y MORA, F. de P. (1806) Compendio del año


GASCÓN RICAO, A. (2006 b) Influencia de los
1807 (Madrid, s.n.). Este libro se reeditó el 2006
sistemas digitales clásicos en la creación del

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alfabeto manual español. Ver en http://www. en edición facsímil con Aviso de Marcelo Grota
cultura-sorda.eu (Consultado el 16.II.2015). (Madrid, Ediciones de la imprenta Memoria His-
pánica).
GASCÓN RICAO, A. y STORCH de GRACIA y
ASENSIO, J. G. (2004) Historia de la educa- MARTÍ y MORA, F. de P. (1816) Compendio del
ción de los sordos en España y su influencia año 1817 (Madrid, s.n.).
en Europa y América (Madrid, Ramón Areces).
MARTÍ y MORA, F. de P. (1819) Compendio del
GONZÁLEZ MOLL, G. (1992) Historia de la edu- año 1820 (Madrid, s.n). Reproducción Valencia
cación del sordo en España (Valencia, Nau (1995) por Librerías París-Valencia.
Llibres).
MORALES, J. B. (1623) Pronunciaciones genera-
GRANELL y FORCADELL, M. (1932) Historia les de lenguas, ortografía, escuela de leer, es-
de la enseñanza del Colegio Nacional de Sor- crivir, y contar, y significación de letras en la
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Pedro MARTÍNEZ PALOMARES y Javier VERGARA CIORDIA

NEGRÍN FAJARDO, O. (1982) Proceso de crea- Resumen:


ción y organización del Colegio de sordomudos El Alfabeto Manual adoptado por el
de Madrid (1802-1808), Revista de Ciencias de
Real Colegio de Sordo-mudos de
la Educación, 109, pp. 7-31.
Madrid, (1805-1814): una laguna
IBIDEM (2013) Veinticinco ensayos de historia de historiográfica resuelta
la educación española moderna y contemporá- Presentar el Alfabeto Manual que el
nea (Madrid, UNED), capítulo XVI. Real Colegio de Sordo-mudos de Madrid
adoptó, en 1805, para la educación de sus
OSORIO GULLÓN, L. (1973) Estudio evolutivo alumnos sordos, hasta ahora desconocido,
de la legislación española a favor de los sordo- es el objetivo primordial de este trabajo.
mudos, Revista Española de Subnormalidad, Cuando España —pionera de la educación
Invalidez y Epilesia, 3: 3, pp.71-131. de los sordos entre los siglos XVI y XVII—
recupera este campo pedagógico con la
PABLO BONET, J. (1620) Reductión de las letras creación del Real Colegio de Sordo-mudos
y Arte para enseñar á ablar los mudos (Ma- de Madrid a cargo de la Sociedad Econó-
drid, Fco. Abarca). mica Matritense de los Amigos del País,
necesita un recurso comunicativo que,
PÉREZ de URBEL, J. (1973) Fray Pedro Ponce de sustituyendo al oído, facilite entender y
León y el origen del arte de enseñar a hablar a enseñar a sus alumnos. El hallazgo docu-
los mudos (Madrid, Obras selectas). mental de las láminas que contienen di-
cho Alfabeto, que ahora se presenta por
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PLANN, S. (1997) A Silent Minority, Deaf Educa- primera vez, constituye la aportación fun-
tion in Spain, 1550-1835 (Los Ángeles, Uni- damental de una investigación que aspira
versity of California Press). Hay traducción a llenar una laguna hondamente sentida
española: (2004) Una minoría silenciosa (Ma- en la historia de la educación especial de
drid, Artegraf). los sordos de este país.
revista española de pedagogía

Reglamento del Real Colegio de Sordo-mudos, Descriptores: Alfabeto manual, sordos,


formado por la Real Sociedad Económica Ma- educación especial, historia.
tritense, y aprobado por S. M. (1804) (Madrid,
Imprenta de Pacheco).
Summary:
SÁNCHEZ de YEBRA, M. (1593) Libro llamado Manual Alphabet adopted by the
Refugium Infirmorun, muy útil y provechoso
Real Colegio de Sordo-mudos de
para todo género de gente, en el cual se con-
tienen muchos avisos espirituales para soco-
Madrid (1805-1814): filling a gap
rro de los afligidos enfermos, y para ayudar in the historical record
a bien morir a los que están en lo último de The basic aim of this work is to pre-
sus vida, con una Alfabeto de S. Buenaven- sent a hitherto-unknown Manual Alpha-
tura para hablar por la mano (Madrid, Luys bet introduced by the Real Colegio de
Sánchez). Sordo-mudos de Madrid [Royal Madrid
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El Alfabeto Manual adoptado por el Real Colegio de Sordo-mudos de Madrid...

School for the Deaf and Dumb] in 1805 nicating with and teaching students was
for the instruction of their deaf students. needed to replace hearing. The newly-dis-
That year saw a revival of attention to tea- covered plates containing this Alphabet,
ching of the deaf in Spain —a pioneer in here presented for the first time, form the
the education of deaf students in the 16th core of an investigation that seeks to fill a
and 17th centuries— with the creation of serious gap in the history of special edu-
the Real Colegio de Sordo-mudos de Ma- cation for the deaf in Spain.
drid under the auspices of the Sociedad
Económica Matritense de los Amigos del Key Words: Manual Alphabet, deaf, spe-
País. This meant that a means of commu- cial education, history.

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