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¿Cómo se manifiesta el conflicto entre economía y medio Ambiente en américa Latina?

Muchos países de América Latina han adoptado modelos que se basan en la rapidez del desarrollo
económico, los cuales en la mayoría de los casos tienen como eje central la explotación de recursos
naturales. La mayoría de estos optaron por la implementación de dichos modelos en su afán de
combatir la segregación de la cual es víctima gran parte de su sociedad y el intento por reducir los
niveles de pobreza, los cuales en muchos de estos países son muy altos.

Dichos modelos de desarrollo han sido implementados por décadas, sin prestar atención en las
secuelas que algunas de estas practicas dejan sobre los ecosistemas con los que conviven, o de los
cuales se benefician. Y esta situación se vuelve mas critica cuando en los costos de actividades como
la explotación de recursos, no se tienen en cuenta las externalidades negativas, las cuales se ven
representadas en daños ambientales muchas veces irreversibles y que trascienden a afectar
directamente a comunidades enteras. El deterioro de nacimientos o reservas acuíferas, la
contaminación del aire, la reducción de bosques y vegetación típica de cada región, son solo algunos
ejemplos de dichos daños que afectan directamente a sociedades locales, o que dependen
directamente de estos recursos, reduciendo de manera directa la calidad de vida de las mismas y en
algunas ocasiones obligando a adoptar medidas poco efectivas que a su vez empeoran y repercuten
social, económica y ambientalmente.

De la mano del eje central, mencionado anteriormente, de los modelos de desarrollo económico en
América latina, se encuentra también un sector industrial y de transporte, los cuales representan la
mayoría de la contribución porcentual de contaminación por uso de combustibles fósiles, y es que,
al contar en varios países con las reservas mas grandes de petróleo y gas, América Latina es uno de
los continentes donde mas arraigado está el uso de dichos combustibles, por su facilidad de
adquisición y su costo. Es por esto que la lucha en contra de la disminución del uso de combustibles
fósiles es uno de los aspectos mas importantes, por no decir la base del cambio para construir un
sistema de desarrollo económico sostenible.

Otro factor determinante en la contribución a la contaminación del aire es el desarrollo de las


grandes ciudades en distintos países latinoamericanos, y es que las ciudades crecen a un ritmo tan
acelerado que en la mayoría de los casos lo hacen sin un planeamiento adecuado, lo cual ha
generado una distribución de la riqueza dentro de las mismas en donde la riqueza se acumula en
sectores muy puntuales de las mismas, mientras que otros sectores adquieren una alta densidad
poblacional debido a la misma distribución de la riqueza, sectores para lo cual no estaban diseñados.
Esta mal llamada distribución ha obligado a que las personas de los estratos socioeconómicos mas
bajos, opten por establecerse en las periferias de la ciudad, debido a que en estas zonas el costo de
vida es relativamente mas barato que en zonas céntricas, pero debido al poco o casi nulo
planeamiento urbano, son estas personas quienes menos acceso tienen a necesidades básicas como
la educación, la salud o el trabajo. En muchas ciudades se optó por invertir en sistemas de transporte
que trataran de acortar ese limitante para los residentes de las zonas periféricas, pero fueron
sistemas que tardaron poco en colapsar y que al final terminaron contribuyendo mas a la
desigualdad social y claramente a incrementar los niveles de contaminación. Sumado a esto
encontramos personas que migran hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades y mejor
calidad de vida, pero lo que encuentran es un entorno hostil y desigual, por lo que optan por
establecerse en la periferia, generando así un ciclo interminable en el cual las zonas urbanizadas de
las ciudades continúan expandiéndose, pero en condiciones precarias.

Además, aunque actualmente y desde hace algunos años se han venido desarrollando políticas de
protección ambiental por parte de algunos países, como promover impuestos a los hidrocarburos,
es una lucha que está lejos de terminar, y esto se debe tanto a factores internos, como monopolios
que se benefician del deterioro desmedido del medio ambiente y entidades gubernamentales
infestadas de corrupción hasta sus más altos niveles, en donde lo único que se busca es el beneficio
de unos pocos, como de factores externos, por ejemplo las empresas multinacionales, las cuales en
las últimas dos décadas han aumentado exponencialmente su intervención en países
latinoamericanos, en donde se genera un ciclo que se repite en cada país, en el que ganan
concesiones para explotación de recursos durante años y cuando terminan dejan huellas
irreversibles en los ecosistemas a cambio de un aporte casi nulo a la economía del país huésped,
todo esto cobijado por las redes de corrupción ya mencionadas.

Todos estos factores que constituyen los modelos de desarrollo económico y social de los países en
América latina, requieren una serie de planteamientos que permitan definir un rumbo a tomar para
mejorar el futuro de las naciones, y sobre todo poder conservar los recursos naturales, los cuales
diariamente se vuelven más valiosos. Es por esto que diversas entidades internacionales han
establecido criterios para mejorar procesos utilizados actualmente y reducir la huella que estos
dejan en los ecosistemas. El objetivo principal que se debe comprender es que es imperativo
desarrollar un sistema económico sostenible, esto se refiere a un sistema que permita el crecimiento
de cada país en sectores económicos y sociales, pero siempre siendo consecuentes con la
preservación de los recursos naturales.

Como es evidente que en pocos años es imposible deshacer las huellas que han dejado procesos
que llevan décadas, organizaciones como la CEPAL propone mecanismos como la administración de
riesgos, partiendo de reconocer que el cambio climático es un fenómeno que se genera a largo plazo
y cuyas consecuencias la mayoría de veces pueden ser impredecibles tanto en el tiempo de
ocurrencia como en magnitud. A partir de esto hay que establecer un grado de importancia, basado
en la probabilidad de ocurrencia de dichos eventos, para decidir de la mejor forma el momento
adecuado de implementar medidas previamente establecidas con el fin de mitigar las posibles
consecuencias de cada fenómeno. Todo esto manteniendo claro que siempre habrá posibilidades
de eventos posteriores, a esto se le denomina la administración de riesgos. Y es uno de los peldaños
que pueden contribuir en gran manera al desarrollo del sistema económico sostenible previamente
mencionado.

En definitiva hay que entender que el desarrollo económico y el cambio climático son dos aspectos
que están íntimamente ligados y por eso hay que abordar la situación actual desde los dos puntos
de vista, ya que solo a través de un sistema de desarrollo sostenible se podrá intervenir de forma
adecuada el cambio climático y tratar de mitigar las consecuencias del mismo, las cuales de no tomar
cartas en el asunto seguirán siendo cada vez peores, traduciéndose en la perdida de ecosistemas
completos y en el peor de los casos en la perdida de vidas humanas. Además, entender el rol tan
importante que tiene América Latina en la lucha contra el cambio climático, ya que es en esta parte
del mundo donde se alberga gran porcentaje de los recursos naturales actuales, los cuales se deben
preservar si se quieren evitar fenómenos futuros, los cuales podrían ser devastadores.
Referencias.

1. CEPAL Naciones unidas (2015) “Ocho tesis sobre el cambio climático y el desarrollo
sostenible en América latina”
2. CEPAL Naciones unidas (2014) “Financiamiento para el cambio climático en América Latina
y el Caribe en 2014”

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