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Comunidad Apostólica Hosanna

Redes de Discipulado
Lección del 16 al 22 de Agosto de 2020
Apóstol Edwin Álvarez
Pagina Web: www.edwinalvarez.org

LA FE DE LO IMPOSIBLE VII.

“Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor, ten
misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y
muchas en el agua.  Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar.   Respondiendo Jesús,
dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he
de soportar? Traédmelo acá.  Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano
desde aquella hora.  Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no
pudimos echarlo fuera?  Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” (Mateo 17: 14-21)

Hemos visto una serie de lecciones muy edificantes e inspiradoras sobre este último
oligopistos. En verdad es motivador y un aliento enorme para la fe cada vez que leemos
“nada os será imposible”. Sin embargo, las palabras de Jesús no terminan allí. Es necesario
que agreguemos: “pero este género no sale sino con oración y ayuno”. Dediquemos pues
los próximos minutos a culminar este estudio con nuestra participación, misma que se nos
exige para que se haga realidad esta poderosa promesa “nada os será imposible”, la que con
lleva la práctica continua y permanente de la oración y el ayuno.

GENERACIÓN.

En el pasaje que nos lleva a la promesa “nada os será imposible”, aparece dos veces la
referencia de Jesús a un tipo especial de personas. “Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh
generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta
cuándo os he de soportar? Traédmelo acá”. (Mateo 17:17) La palabra “generación” es
traducida de el término griego “genea”, que está relacionado con engendrar, descendencia,
tipo, raza o categoría.
En el versículo 21 la palabra género viene de el término griego “genos”, el cual tiene la
misma raíz que en ella, y que es traducido generación, clase, tipo, familia, linaje, o raza.
Podemos apreciar, pues, qué generación y género proceden de la misma raíz, y que tienen
un significado muy parecido. Jesús dijo: “generación incrédula y perversa”, refiriéndose
al tipo de personas que rodeaban a los apóstoles, y al padre y al muchacho, Con quienes los
apóstoles recién habían tenido una experiencia frustrante, realmente un fracaso.

El “género” del que habla Jesús en el versículo 21 es también otro tipo de personas, los que
producen que los imposibles sean posibles. De ello nos ocuparemos a continuación.

INTERPRETACIÓN.

La interpretación tradicional indica que cuando Jesús dijo: “este género no sale sino con
oración y ayuno”, se estaba refiriendo al espíritu, o sea, al demonio que poseía al
muchacho y que fue la razón por la cual el padre lo trajo a los apóstoles y ellos no pudieron.
Según esta interpretación los demonios no salen, sino con el ejercicio de la oración y el
ayuno.

Esta interpretación entra en contradicción con lo que el Señor dijo: “He aquí os doy
potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os
dañará.  (Lucas 10:19) Con la autoridad que nos dio para echar fuera demonios.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere
y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales
seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les
habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo,
predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las
señales que la seguían. Amén”. (Marcos 16:15-20) Con la autoridad que el Señor le dio a
sus discípulos, para sanar enfermos, echar fuera demonios y entra en contradicción también
con la autoridad que el Señor nos ha dado sobre toda fuerza del enemigo. “Entonces
llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los
echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”. (Mateo 10:1) “Después subió al
monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen
con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para
echar fuera demonios”.  (Marcos 3:13-15) “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio
poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el
reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.  (Lucas 9:1-2) “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los
habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo”. (1ª Juan 4:4) “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se
nos sujetan en tu nombre”. (Lucas 10:17) Quiere decir entonces que para ejercer esta
autoridad sobre los demonios sencillamente se necesita la fe y la unción. Y los espíritus
inmundos y los demonios se someterán.
La interpretación, que en mi punto de vista, más se aproxima al texto bíblico, es la que
viene de el sentido etimológico. Tanto generación como género, como hemos visto, tienen
un origen común en la palabra genea y en la palabra genos y ambas tienen que ver con
raza, estirpe, clase, tipo o categoría. Vemos pues, en la expresión del Señor: “este género
no sale sino con oración y ayuno”, una referencia al tipo de personas para los cuales nada
es imposible, de quienes está hablando en el versículo 20, es decir: “Jesús les dijo: Por
vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a
este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”. (Mateo 17:20)

Concluimos pues, conforme a la Palabra de Dios que hay una generación para quienes nada
es imposible, incluyendo la autoridad y la capacidad para echar fuera demonios. Los
apóstoles deberían ser parte de esa generación por cuanto fueron llamados, y empoderados
para echar fuera demonios, pero les falló el factor fe. De manera entonces que para ser parte
del género que echa fuera demonios, y que para quienes nada es imposible, necesitamos
ejercitar nuestra fe, bajo la gracia y el poder que nos da la oración y el ayuno.

EL GENERO QUE PRODUCE LA ORACIÓN Y EL AYUNO.


Los discípulos adoptaron el ayuno como una práctica de su vida y de su ministerio, y así lo
transmitieron a la iglesia. “Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué
nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? Jesús les
dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos?
Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán”. (Mateo 9:14-16)
La pregunta de los discípulos de Juan en cuanto a que los discípulos de Jesús no ayunaban
fue una muestra de que estos no habían entendido que el Mesías estaba entre ellos, por lo
que Jesús les responde: “¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que
el esposo está con ellos?”. Jesús estaba afirmando de Sí mismo que el era Él era el Mesías
prometido.

Nosotros estamos viviendo en el tiempo profetizado por Jesús, o sea, el tiempo en que el
señor nos ha sido quitado, no está físicamente con nosotros, por tanto es en esta
dispensación en la que nos corresponde a nosotros la oración y el ayuno, para que estos a su
vez, nos conviertan a nosotros en la generación para la cual “nada no seas imposible”.

Hechos 9:17-18 “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha
enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los
ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado”.   Este ayuno
convirtió a Pablo en un hombre para el cual nada le era imposible desde recobrar la vista
hasta el gran ministerio que desarrolló.

Hechos 13:1-2 “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros:
Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto
con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”. El ayuno de la iglesia de
Antioquía permitió que lo que había sido imposible para la iglesia de Jerusalén, llegar hasta
lo último de la tierra, se lograra con una iglesia donde el ayuno y la oración era parte de la
práctica diaria y permanente de la congregación. Dando así también inicio el gran
movimiento misionero. “Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los
despidieron”. (Hechos 13:3)
Hechos 14:23 “Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído”. Previamente como Saulo, el apóstol Pablo
establecía los ancianos y los pastores y las autoridades de cada iglesia que fundaba
constituyéndolos en su posición ministerial con ayunos y de esta manera el Evangelio de
Jesucristo hizo lo imposible extendiéndose por todo el imperio romano, más allá de toda la
persecución que la iglesia sufrió y lo hizo con milagros, señales y prodigios convirtiendo lo
imposible en posible.

Amados(as): Te hago un llamado a la oración y el ayuno. El poder de la iglesia se


potencializa en el ayuno y la oración. En esta época de pandemia la oración y el ayuno debe
ser nuestra principal arma y debe ser una práctica a la que seamos llevados continuamente.
El ayuno y la oración nos sacará de esto en victoria y viendo los imposibles transformados
en posibles. Amén

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