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Actividad 4 Unidad 3

Transiciones familiares y de pareja e intervención del especialista en familia

Docente: Diana Carolina Flórez Salazar

Integrantes:

Andrea Carolina Devia Grisales

Lizeth Suzanne Cuesta Romaña

Sonia Marcela García Erazo

Especialización Familia Universidad Mariana

Quinta Cohorte

Febrero 2020
ESTUDIO DE CASO
Descripción del caso

El caso que explicaremos a continuación se presenta dentro de la familia Rodríguez

Sosa, conformada por una pareja que tiene 32 años de casados, María del Carmen de 52 años

quien es organizadora de eventos y su esposo Julio de 57 años el cual ya se encuentra

jubilado, además, la pareja vive en constante interacción con su hija de 32 años y su nieto de 4

años. Con respecto a la descripción de la situación problemática que se encontró durante a

terapia se puede manifestar que los esposos María del Carmen y Julio vienen presentando

diferentes dificultades en su matrimonio, debido a que el señor Julio pasa la mayoría de su

tiempo en casa de su hija Sonia jugando y compartiendo con su nieto Camilo prestando poca

atención a su relación conyugal y pasándola a un segundo plano. Igualmente, a raíz de esa

situación conflictiva sean desencadenado diferentes problemáticas dentro del sistema familiar

como una comunicación dañada caracterizada por insultos y silencios en las conversaciones,

además de que discuten por todo y no logran entablar una conversación sin recurrir a las

ofensas.

A su vez entre en la pareja se presenta poco intercambio de afecto hasta el

punto de que ya no hacen ninguna actividad de ocio juntos, debido a que el esposo no tiempo

para dedicarle a su relación conyugal a lo que la esposa responde con soberbia ante esta

situación, en vez de buscar una alternativa para solucionarla, se debe agregar que la pareja ha

llegado al punto de que ya no tienen intimidad o vida sexual activa.


Los conflictos en el subsistema conyugal han ido escalando cada vez más a través del

tiempo. Es importante mencionar que el señor Julio se refugia en su nieto después de cada

discusión con su esposa y cuando no está en casa de su hija sale a beber con sus cuñados, esto

enfurece más a la señora María del Carmen por lo que ha pensado en abandonar su casa e irse

a vivir donde su madre, igualmente ella también encuentra refugio en la administración de los

negocios de la familia y en asistir a la iglesia. De igual modo, por la tensión que se vive

dentro del hogar el señor Julio presenta dificultades en el manejo de la ira y control de

impulsos debido a que golpea y tira objetos al piso cuando pierde la calma y discute con su

esposa.

Se debe resaltar que es la esposa quien convence a su pareja de buscar ayuda

profesional y asistir a terapia, porque ellos expresan que desde hace muchos años sienten que

ya el hogar se acabó, no hay comunicación, los espacios propios de compartir en pareja se han

reducido drásticamente y el amor es poco. Por otro lado, María del Carmen manifiesta que por

parte de su esposo ha sufrido varias infidelidades a lo largo de su matrimonio que han sido

desencadenantes del deterioro de la confianza y el respeto dentro del subsistema conyugal.

Análisis Sistémico de la Familia

La familia como sistema abierto está en continuo movimiento para mantener un

estado dinámico de equilibrio que no es sinónimo de estabilidad ni quietud sino más bien al

resultado de cambios continuos en un proceso de autorregulación del sistema para adaptarse a

los cambios del ambiente que son susceptibles a generar desequilibrio.


De este modo la familia como cualquier otro sistema para adaptarse a una realidad

dinámica y cambiante tiene períodos de estabilidad y períodos de inestabilidad y el paso de

una etapa a otra hace aparecer la inestabilidad como en las etapas del ciclo vital familiar y en

las transiciones de pareja.

Estos periodos de inestabilidad pueden crean situaciones conflictivas dado que el

sistema familiar tiende a la homeostasis que es la tendencia a preservar el estado previo de

cosas ante la tendencia natural al desequilibrio o al caos (entropía) el sistema contrarresta la

tendencia a través de la importación de información, materia o energía para mantener sus

estados estables de organización y por ende su subsistencia. Como diría Bateson (1972) para

que un organismo se mantenga vivo, hacen falta muchos movimientos interiores dentro de

una logística interna, todo esto implica una capacidad de organización para hacer frente a los

cambios y fuerzas adversas del entorno y de este modo prolongar la subsistencia y moverse

hacia el crecimiento y el desarrollo.

Por consiguiente una de las características de estos periodos de inestabilidad es la

dinámica comunicacional conflictiva dentro del subsistema conyugal , la cual está

caracterizada, citando los axiomas de la Comunicación humana Watzlawick , Beavin,

Jackson y Marche (1972) por intercambios en los que se rechaza el contenido ( aquello

de lo que hablamos con los demás) y la relación (metacomunicación dada por la relación

interpersonal con el interlocutor, capacidad de empatía) sobre todo de la parte del marido o

incluso si el contenido se valida , a nivel de relación la señora no se sentía confirmada lo

cual bajo su punto de vista era bastante doloroso.


Esto se debe a que el marido maneja dentro de la teoría de los modelos de

comunicación de Satir ( como se citó en Casas, 1985) un modelo comunicativo acusador

cuyas personas que lo utilizan se caracterizan por buscar los errores de los demás,

habitualmente para sentirse más fuertes emocionalmente y que tienen la razón o son más

importantes con respecto al otro, con gran facilidad encuentran defectos en la otra persona,

el problema de las personas que hacen uso de este modelo comunicativo no está en que uno

encuentre defectos en la otra persona , sino en la manera agresiva (expresiones

paraverbales como fuerte tono de voz y su kinesis exhibe rigidez y tensión muscular) en

que lo comunican adoptando una posición de aparente “seguridad” sacan a relucir el

historial de “equivocaciones “que su interlocutor ha cometido y tienen una tendencia a

caer en dinámicas de manipulación.

Transiciones familiares

En el análisis de las transiciones familiares de la presente familia, debe quedar claro

como ya se explicó anteriormente que el concepto de familia no puede ser analizado como

una institución estática sino desde una mirada sistémica que destaque todos los procesos,

etapas y crisis por los que debe pasar el sistema familiar a lo largo de su desarrollo, porque las

familias siempre van hacer cambiantes, modificando a la vez su estructura y dinámica

familiar; en definitiva los grupos familiares son sistemas abiertos, diversos y están

transversalizados por situaciones contextuales como la cultura, la condición socioeconómica,

la política y la historia.
Ahora bien, trayendo a colación el ciclo evolutivo la familia está en la etapa del

reencuentro que también es conocida como la fase del nido vacío, debido a que una de sus

características es la salida de hijos del hogar, como es el caso de la hija de la pareja quien

salió del hogar de sus padres formando una nueva familia con su esposo y su hijo de 4 años.

Por esta razón, María del Carmen y Julio se encuentran nuevamente solos y no han sido

capaces de consolidar un vínculo conyugal con nuevas necesidades y metas diferentes a las

que tenían cuando vivían con su hija y su nieto, es decir, no han podido dejar atrás su rol de

padres y concentrarse en sus funciones conyugales.

Por otra parte, con la salida de su hija del hogar los viejos problemas de

infidelidad han iniciado a causar un malestar que anteriormente debido al cumplimiento de

sus funciones parentales no se le había dado un papel relevante dentro de la relación,

agravándose la situación problemática con la incapacidad que tiene la pareja para lograr

acuerdos y satisfacer las nuevas necesidades que esta etapa les presenta. Simultáneamente la

pareja está sufriendo un distanciamiento emocional y sexual propio de la crisis de la fase

reencuentro.

Transiciones de pareja

Con respecto al ciclo evolutivo de la pareja podemos enunciar que se encuentran en la

etapa de estabilización, ya que la salida de su hija del hogar implica un reencuentro

nuevamente entre ellos como pareja, donde no han podido replantearse, aceptar y renovar su

vínculo emocional y mucho menos fortalecer su rol de esposos.


Igualmente se debe destacar que en la etapa de diferenciación hubo conflictos que no

se resolvieron y en el momento que la hija sale del hogar emergen los conflictos de

infidelidad que habían quedado enmascarados con su rol de padres.

Crisis Normativas

Las crisis normativas o crisis evolutiva que corresponde a aquellos acontecimientos

de carácter vital como lo afirma Estrada (2012) que constituyen movimientos o transiciones

tales como el desprendimiento, el encuentro, llegada de los hijos, reencuentros, vejez

Estos movimientos o transiciones normativas son generadas demandas desde las

dinámicas externas e internas, de la familia como sistema abierto, el cual está en continuo

movimiento para mantener un estado dinámico de equilibrio. Blaustein (como se citó en,

González, 2000) afirma que estas crisis están relacionadas con cambios biológicos,

psicológicos, sociales, de cada uno de los miembros de la familia, los cuales generan como

consecuencia transformaciones de las pautas de interacción familiar, se abandonan viejas

pautas por otras nuevas que posibilitan a cada uno de los miembros nuevas funciones y roles

que permiten el desarrollo y la evolución del sistema familiar.

Crisis No-normativas

. Las crisis inesperadas o para normativas por otra parte son cambios inesperados

para los cuales la familia no está preparada. González (2000) afirma que son aquellos cambios

o transformaciones que experimenta la familia en cualquiera de sus etapas de desarrollo, que

no están relacionadas con los períodos del ciclo vital, sino con hechos situacionales o

accidentales; por ejemplo, divorcio, separación, abandono, muerte.


Es pertinente anotar que la pareja experimentó una crisis no normativa de infidelidad

que de acuerdo a González (2000) constituye un evento desmoralizador ya que se trata de un

hecho que rompe con las normas o los valores de la familia. Este evento desmoralizador

desestabilizó el sistema familiar al punto de fracturar la confianza y el respeto dentro del

subsistema conyugal y significó para María del Carmen un evento vital estresante y doloroso

en su momento pero la estrategia de afrontamiento de la pareja fue concentrarse en su rol de

figuras parentales durante décadas , sin embargo, al encontrarse la pareja en esta etapa del

ciclo vital correspondiente al reencuentro/ nido vacío , esta hace un replanteamiento de sus

bases y el adulto hace una revisión retrospectiva de su recorrido vital no solo como individuo

sino también como pareja emergen diferentes conflictos que afectan la relación e interacción

de la pareja y que habían quedado escondidos por dedicarse a ejercer el rol de padres

cuando las figuras filiales estaban presentes . Dichas situaciones, motivan la búsqueda de

procesos de intervención.

Intervención Terapéutica del Especialista en Familia

Dentro del proceso de intervención tanto María del Carmen como su esposo en mayor

grado deben independizarse de su hija y su nieto con el objetivo de nuevamente a través del

apoyo mutuo formar una pareja, centrándose en crear espacios que les permitan compartir

tiempo entre los dos y por primera vez deben construir un contrato matrimonial con metas,

reglas y normas que les faciliten llegar acuerdos y adaptarse a las exigencias y cambios del

entorno.
Del mismo modo, dentro del trabajo que se debe hacer en el área de identidad, aunque

María del Carmen está dedicada al negocio familiar y Julio por su jubilación pasa la mayor

parte de su tiempo en casa y compartiendo con sus cuñados, afirmando así que cada uno tiene

intereses diferentes, a pesar de eso deberán crear dentro del subsistema conyugal la seguridad

de que podrán seguir recibiendo cariño, cuidados y el apoyo del otro. También en el área de

sexualidad se trabajarán con estrategias de intervención que permitan fomentar la vida sexual

de la pareja y mejorar la confianza deteriorada por las infidelidades del esposo, además

tendrán que poner en práctica el autoconocimiento, la aceptación de su aspecto físico y el

erotismo en la relación de pareja.

Se debe agregar que en el área económica pese a que la familia no posee problemas

monetarios y está atravesando por una buena situación financiera, es importante que se

planteen unos ajustes y tener precauciones por los cambios que trae consigo la jubilación del

señor Julio y en beneficio de tener un buen capital que les permita en unos años vivir

dignamente su vejez. Finalmente, en el área del fortalecimiento del yo será fundamental

promover la ayuda mutua dentro del subsistema conyugal que le permita a la pareja

prepararse para la soledad y reconocer el envejecimiento.


Es importante resaltar que, en el momento de plantear una intervención para el

presente caso, es primordial destacar que un evento evolutivo por sí solo no representa una

crisis para la familia, sino que también entran a intervenir, el significado que para la familia

tiene la crisis y los recursos con los que cuenta la familia para afrontarla, de igual forma estos

dos aspectos alterarán la dimensión y el sentido de la crisis.

Por consiguiente, en la intervención de este caso será de suma importancia el análisis

de los recursos familiares que puedan facilitar la transformación y el desarrollo del sistema

familiar; primeramente, la cohesión es un recurso que se deberá fortalecer dentro del

subsistema conyugal porque a partir de ese proceso se podrá evidenciar un apoyo emocional y

recíproco a lo largo de la toma de decisiones familiares y durante la presencia de futuras

dificultades y conflictos.

Así mismo, implementar la flexibilidad dentro del subsistema conyugal es

fundamental para que sus miembros asuman nuevos roles y normas de acuerdo a los exigentes

cambios y transiciones que se deben afrontar durante la vida en pareja por esta razón sería

pertinente establecer un nuevo contrato matrimonial como propone Estrada (2012) en el que

ambos logren verbalizar y comprender las expectativas del otro teniendo en cuenta los

desafíos de esta etapa de la crisis familiar y la transición en pareja en términos de compañía,

espacios de privacidad en pareja, lealtad, seguridad económica , necesidad de intimidad y

sexualidad, apoyo para ejecutar logros ya sea familiares o individuales.


Además, es primordial que el sistema familiar desarrolle la característica de la

permeabilidad que le permita aceptar ayuda desde fuera, es decir, de otros subsistemas como

los amigos e instituciones sociales. En definitiva, implementando el proceso prevención se

brindará a la pareja un entrenamiento en resolución de conflictos para que se han capaces de

adaptarse a los futuros cambios y transformaciones que les brinde el ambiente.

Bibliografía

Bateson, G. (1998). Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires: Lohlé-Lumen.

Casas Fernández, G. (1985). La terapia familiar y el enfoque de Virginia Satir. In La

terapia familiar y el enfoque de Virginia Satir.

Estrada, L. (2003). Ciclo Vital Familiar. Editorial Posada. México D.F. México.

González Benítez, I. (2000). Las crisis familiares. Revista cubana de medicina general

integral, 16(3), 270-276.

Watzlawick, P., Beavin, J. H., Jackson, D. D., & Morche, J. (1972). Une logique de
la communication.

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