Está en la página 1de 2

No prolongues el tiempo de Dios para tu

respuesta
Somos nosotros los responsables de recibir en el tiempo indicado por Dios las
respuestas que necesitamos, pero muchas veces por nuestra falta de fe y por
nuestras malas decisiones hacemos que ese tiempo estimado se prolongue más de lo
que tenía que ser. A través del siguiente mensaje y a través de la Biblia quiero
enseñarte que muchas veces somos nosotros mismos quienes estamos haciendo que
la respuesta de Dios en nuestra vida tarde más.

Acordándose de Dios, solo cuando la casa se esta


quemando
por Enrique Monterroza
Escucha, oh Dios, mi oración,
Y no te escondas de mi súplica.
Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo”
Salmos 55: 1, 2

Cuando era un pequeño que no pasaba de los diez años padecía de una alergia que hacia
que mi cuerpo se llenara de ronchas, como de picadas de hormiga, esa alergia me duraba
aproximadamente entre una hora u hora y media, pero era algo muy incomodo para mi
cuerpo, que no te lo pudiera explicar.

Nunca supe porque me daba, los doctores solo me decían que pusiera atención a lo que
comía y que no lo comiera más si me provocaba alergia. No me daba muy seguido, pero de
tiempo en tiempo aparecía por una hora y se iba.

Recuerdo que cada vez que la alergia comenzaba a aparecer, mi corazón comenzaba a
palpitar mas rápido, sentía una comezón insoportable en todo mi cuerpo y siempre
comenzaba a pedirle a Dios que me la quitara.

Cada vez que esto sucedía siempre le decía a Dios: “Si me la quitas te prometo que el
domingo voy a misa”, en aquel entonces todavía no conocía de Cristo, no sabia realmente
que era tener una relación personal con el Señor, aun no le había entregado mi vida, pero eso
no era impedimento para prometerle cosas si el me echaba la mano.

Luego que la alergia pasaba se me olvidaba la promesa y la recordaba nuevamente hasta que
me volvía a dar al tiempo, así pase muchos años de mi infancia prometiéndole a Dios cosas
cuando sentía que necesitaba su ayuda.

Ese mismo error cometemos muchos hoy en día, que pedimos ayuda de Dios solo cuando
sentimos que nos estamos muriendo, le prometemos miles de cosas y jamás se las
cumplimos, pues luego que las aguas regresan a la normalidad, no hay razón para que
cumplirlo.
Y es que tratamos a Dios como que si fuera un Bombero el cual necesitamos solo cuando la
casa se esta quemando. Mi alergia era insoportable para mí, me picaba cada parte de mi
cuerpo y esa misma desesperación me llevaba a clamar a Dios y pedirle su ayuda, para que
de esa manera yo luego que me ayudara lo buscara y le sirviera. Pero realmente Dios no
tendría porque estar condicionado, pues ¿Quién soy yo para condicionar a Dios?, ¿Qué pasa
si tarda o si simplemente no obra como yo quiero?, ¿Me voy para el mundo?, ¿Dejo de creer
en El?

Amados hermanos, Dios sin mí, sigue siendo el mismo Dios Todopoderoso, pero yo sin Dios
no soy nada. No tratemos de manipular a Dios condicionando su actuar a nuestra fidelidad u
obediencia. Dios no se merece que lo tratemos como un Bombero, Dios es mas que eso, El
siempre esta ahí aun cuando nosotros no queremos comunicarnos con El, Dios siempre
estará ahí esperando el día que nos acordemos de El, no solo para pedir su ayuda, sino
también para tratarlo de agradar, ¿Cómo?, con una vida santa delante de El, alejada el
pecado y consagrada para El.

Dejemos de pedir auxilio SOLO cuando la casa se esta quemando, Dios es el mejor súper


héroe de la historia, pero no quiere que lo tratemos como una solución SOLO para los
momentos de caos, El anhela que cada día de nuestra vivir sea una oportunidad mas para
acordarnos de El, para platicar con El, sacarle una sonrisa con nuestros actos generosos y
llenos de amor y porque no echarle la mano para bendecir a otros.

Amados hermanos, no clamemos a Dios solo cuando la alergia aparece, pues luego que se
vaya quedaremos en deuda con El, mejor sirvámosle y levantemos en alto su Nombre con
nuestros actos de tal manera que cuando necesitemos ayuda de El no necesitemos pedírsela,
pues El estará atento a nuestras necesidades antes de que pidamos su auxilio.

Dios no es un Bombero, El es tu Padre y el mío, por esa


razón tratemos de mantener una comunión diaria con El.

También podría gustarte