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Evaluación Financiera de Proyectos:

Métodos y Ejemplos

Una evaluación financiera de proyectos es la investigación de todas


las partes de un proyecto determinado con el fin de valorar si este
tendrá un rendimiento futuro. Por ello, esta evaluación previa será la
forma de saber si dicho proyecto contribuirá a los objetivos de la
empresa o si será una pérdida de tiempo y dinero.

La importancia de la evaluación financiera es que es previa a todo


desembolso. Sin esta no se considerarían muchos riesgos financieros del
proyecto, aumentando las probabilidades de fracaso del mismo. Hay que
tener en cuenta que esta evaluación se hace con base en datos
estimados, por lo que no asegura que el proyecto vaya a ser un éxito o
un fracaso.

Características
Las características de esta evaluación pueden variar enormemente
según el tipo de proyecto. Sin embargo, todas las evaluaciones deben
tocar los siguientes temas:

Flujo de fondos

Una vez operando, el proyecto generará ingresos y gastos. Para cada


año operacional es necesario estimar cuánto se generará de unos y otros
para obtener el flujo de fondos disponible.

Financiación

Aunque la empresa pueda permitirse autofinanciar el proyecto, en la


evaluación financiera es importante tratar al proyecto como si tuviese
que financiarse por sí mismo.

Tiempo de retorno de la inversión


El tiempo que tardará el proyecto en ser rentable es otro dato
imprescindible a la hora de evaluarlo financieramente.

Objetivos

Si los objetivos del proyecto no están alineados con la visión y misión de


la empresa, no tendría sentido realizarlo.

Métodos de evaluación financiera 


Existe un gran número de métodos de evaluación financiera, de los
cuales los más conocidos son: el Valor Actual Neto (VAN), la Tasa
Interna de Retorno (TIR) y el Período de Recuperación (PR o Payback).

El Valor Actual Neto (VAN)

El VAN es un procedimiento que mide el valor en el momento actual de


una serie de flujos de caja futuros (es decir, ingresos y gastos), que
serán originados por el proyecto.

Para ello se deben introducir los flujos de caja futuros en la situación


actual de la empresa (actualizándolos mediante una tasa de descuento)
y compararlos con la inversión que se hizo en un principio. Si es mayor
que esta, el proyecto es recomendable; en caso contrario, no merecerá
la pena llevarlo a cabo.

Tasa Interna de Retorno (TIR)

La TIR trata de calcular la tasa de descuento que logra un resultado


positivo para el proyecto.

En otras palabras, busca la tasa de descuento mínima para la cual el


proyecto es recomendable y generará un beneficio. Por tanto, la TIR es
la tasa de descuento con la que el VAN es igual a cero.
Período de Recuperación (PR o Payback)

Este método busca averiguar cuánto tiempo tomará recuperar la


inversión inicial del proyecto. Se obtiene sumando los flujos de caja
acumulados hasta que sean iguales al desembolso inicial del proyecto.

Esta técnica tiene algunas desventajas. Por un lado, tiene en cuenta solo
el tiempo de recuperación de la inversión.

Esto puede dar lugar a equivocaciones a la hora de elegir entre un


proyecto y otro, ya que este factor no quiere decir que el proyecto
elegido sea el más rentable a futuro, sino que es el que antes se
recupera.

Por otro lado, no se tienen en cuenta los valores actualizados de los


flujos de caja como en los métodos anteriores. Esto no es lo más
adecuado, ya que se sabe que el valor del dinero cambia con el tiempo.

Ejemplos

VAN y TIR

Pongamos el ejemplo de que tenemos el siguiente proyecto a evaluar:


un coste inicial de 20 000 € que en los próximos 3 años generaría 5000,
8000 y 10 000 €, respectivamente.

VAN

Para calcular el VAN, primero tenemos que saber qué tipo de interés
tenemos. Si no disponemos de esos 20 000 €, probablemente pidamos
un préstamo bancario a un tipo de interés.

Si disponemos de estos, hay que ver qué rentabilidad nos daría ese
dinero en otra inversión, como un depósito de ahorro. Por tanto,
pongamos que el interés es un 5 %.
Siguiendo la fórmula del VAN:



El ejercicio nos quedaría así:



VAN= -20000 + 4761,9 + 7256,24 + 8638,38 = 656,52

De esta forma, hemos calculado el valor actual de los ingresos anuales,


los hemos sumado y le hemos restado la inversión inicial.

TIR

En el caso del TIR, hemos comentado anteriormente que sería la tasa de


descuento que hace que el VAN se iguale a 0. Por tanto, la fórmula sería
la del VAN, despejando la tasa de descuento e igualándola a 0:



TIR = 6,56 %
Por tanto, el resultado final es la tasa de interés a partir de la cual el
proyecto es rentable. En este caso, esta tasa mínima es de 6,56 %.

Periodo de Recuperación o Payback

Si tenemos dos proyectos A y B, el período de recuperación nos lo da el


retorno anual de cada uno de estos. Veamos el siguiente ejemplo:



Por la técnica del Periodo de Recuperación, el proyecto más interesante


sería el A, que recupera su inversión el año 2 mientras que el B lo hace
en 3.

Sin embargo, ¿quiere esto decir que el A es más rentable en el tiempo


que el B? Por supuesto que no. Como hemos comentado, el Periodo de
Recuperación solo tiene en cuenta el tiempo en el que recuperamos la
inversión inicial del proyecto; no tiene en cuenta la rentabilidad, ni los
valores actualizados mediante la tasa de descuento.

Es un método que no puede ser definitivo a la hora de elegir entre dos


proyectos. Sin embargo, es muy útil combinándolo con otras técnicas
como el VAN y el TIR, y también para hacernos una idea preliminar de
los tiempos de retorno del desembolso inicial.

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