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Maria Callas

Maria Callas nació en Nueva York el 2 de diciembre 1923 en una familia de inmigrantes
griegos. Sus padre George Kalogeropoulos era el boticario de la pequeña ciudad griega
Meligala, y su madre, Evangelis Dimitriadu era hija de un oficial cuya familia tiene un grato
historial musical, heredado posteriormente a María. La familia residía en Grecia ante de que
naciera Callas, allí llevaban una vida acomodada. Tenían dos hijos: Jackie y Basilio, éste
último, el tan anhelado varón que le otorgó a la familia gran felicidad hasta que a sus tres
años de vida falleció luego de una epidemia de fiebre tifoidea, lo cual llevaría a la familia a
una profunda crisis que posteriormente les hace emigrar a Estados Unidos, lugar donde
nacería María. Para sus padres ésto fue una gran decepción pues se esperaba la
concepción de un niño. Las hermanas crecieron y desarrollaron una gran afición musical
patrocinada principalmente por su madre. María empezó a cantar a los ocho años.
Recuerda su madre una calurosa tarde en la que sorprendió a varios espectadores
escuchando cuidadosamente a la pequeña niña quien desde su ventana interpretaba “La
paloma”, su balada favorita de la infancia.

En 1936 Litza decide volver a Grecia pues piensa que en ese país sus hijas tendrían
mejores opciones para impulsar sus carreras artísticas. Allí su hermano Efthemios se
convirtió en una de las figuras más influyentes en la educación musical de Maria, y es
precisamente él quien consigue que la joven de trece años presente una audición para
ingresar al Teatro Mayor de Atenas. Años más tarde ingresa al Conservatorio de Atenas.
Para aquella época María tenía una avanzada miopía así que sin sus lentes se le dificultaba
ver la batuta del director y tenía que memorizar todas las notas de sus partituras. Esta
dificultad resultó beneficiosa para el desarrollo de su genio musical.

A los quince años Maria Callas, para ese entonces Maria Kalegeropoulos, hace su debut
como estudiante interpretando a Santuzza en la ópera Cavalleria rusticana de Pietro
Mascagni. Otros papeles que obtuvo en esa época fueron el de Beatrice en la opereta
Boccaccio y, probablemente uno de los más importantes en su carrera, como la
protagonista de Tosca de Puccini.

Ha sido reconocida como la más grande soprano que ha existido. VIvió en Estados Unidos,
Grecia, Italia, y Francia, lo que le otorgó gran aptitud para los idiomas. Sabía inglés, griego,
italiano y francés.
Anhelaba excelencia profesional

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