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UNIVERSIDAD

PARTICULAR DE
CHICLAYO
FACULTAD DE DERECHO

ALUMNO:
YORDI JAIRO CRUZ VASQUEZ
CATEDRA:
DERECHO CIVIL V
TEMA:
DERECHO DE USO Y HABITACION
CICLO:

VII

AÑO:

8 DE ENERO DE 2014

1
DEDICATORIA

El presente trabajo, está dedicado


para nuestros padres y al docente
por las enseñanzas compartidas.

2
AGRADECIMIENTO

Me gustaría
agradecer en estas líneas la ayuda que
muchas personas; amigos que nos han
prestado el tiempo durante este proceso
de investigación del trabajo.

ÍNDICE

3
INTRODUCCIÓN……………………………...………………..……………………..............5

ANTECEDENTES HISTORICOS....................................................................................6
DERECHO DE USO........................................................................................................6
CONCEPTO....................................................................................................................6

DERECHO DE HABITACIÓN.........................................................................................7

CONCEPTO....................................................................................................................8

CONSTITUCIÓN.............................................................................................................8
USO Y HABITACIÓN......................................................................................................9
SUJETOS........................................................................................................................9
EFECTOS JURIDICOS QUE PRODUCE EL USO Y LA HABITACION.......................10
DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL NUDO PROPIETARIO.......................................12
DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS BENEFICIARIOS.........................................12

DIFERENCIA CON OTRAS FIGURAS JURÍDICAS......................................................14

SEMEJANZAS ENTRE EL USO Y LA HABITACIÓN...................................................17

OBJETO.........................................................................................................................18

EXTINCIÓN.....................................................................................................................19

TÍTULO IV.......................................................................................................................20
RÉGIMEN LEGAL DEL DERECHO DE USO.(ART 1026. C.C.)....................................20
DERECHO DE HABITACIÓNARTICULO 1027..............................................................21
EXTENSiÓN DE LOS DERECHOS DE USO Y HABITACiÓN ARTICULO 1028...........22
CARÁCTER PERSONAL DEL USO Y HABITACiÓN ARTICULO 1029.........................23

CONCLUSIONES............................................................................................................25

BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................................27

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INTRODUCCIÓN
En el nuevo Código está regulado, juntamente con el derecho de habitación en el
Titulo de la Sección Tercera del Libro de Derechos Reales (Arts. 1026 al 1029).
Anteriormente que en el derogado Código Civil, el Usufructo, el uso y la habitación
están regulados en un solo Título (el V) de la Sección Tercera destinada a la
Propiedad (Arts. 924 al 959).

Albaladejo señala, acertadamente, que el derecho de uso es el derecho de usar


de la cosa y disfrutarla solo directamente. En el mismo orden de ideas,
Salvat sostiene que “en el derecho de uso comprende no solamente la utilización
de la cosa (el ius utendi), solamente que este último derecho se encuentra
restringido de ciertos límites, en el cual “el ius fruendi queda limitado a las
necesidades del usuario y su familia”
Ballester, de un “uso sin disfrute” No obstante lo indicado, el concepto de esta
figura ha evolucionado, de manera que, según las tendencias de la doctrina y
legislación actuales, el beneficiario de este derecho puede no solo servirse de la
cosa sino recoger los frutos, pero en forma limitada: en lo que fuera necesario
para él y su familia.

ANTECEDENTES HISTORICOS

En la época clásica del derecho romano en lo que corresponde al derecho real del
uso, se le atribuyo solo la facultad de usar las cosas ajenas, no así, la facultad de
disfrutar o gozar o de hacer suyos los frutos percibidos por el usuario (uti
potestfrui non potest); pero la finalización de la época señalada, y posiblemente

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a partir de Justiniano, el contenido de derecho de uso es ampliado, facultándose al
usuario una leve participación en los frutos del bien ajeno. Pero limitado
únicamente a las necesidades del usuario y de su familia. Este cambio con la
aplicación al derecho de disfrutar en beneficio personal del usuario con la
limitación indicada, pueda que sea el fundamento del uso de los bienes que no
tienen edificaciones o que no rinden una real utilidad.

DERECHO DE USO

I. CONCEPTO.-

El Código  Civil prescribe: “El derecho de usar o de servirse de un bien no


consumible, se rige por las disposiciones anteriores, en cuanto le sean aplicables”.
“Derecho de Uso es el que confiere a una persona para que ésta pueda servirse
de un bien no consumible, aprovechando de sus frutos, en cuanto le basten para
sus necesidades y las de su familia”. Es en buena cuenta el derecho de uso es un
“usufructo restringido” limitado a las necesidades del usuario únicamente, y a lo
más a las necesidades de su familia, recayendo únicamente sobre bienes “no
consumibles”.

No surge de la ley, sino por acuerdo de partes. Es personal, por tanto, no es


cesible y es inembargable. No recae sobre créditos (951 y 954; inc. 12º, Art. 617
del C. de P.C.)

Concede derechos que únicamente cubren las necesidades del usuario y su


familia; todo excedente deberá devolverlo al propietario. Las obligaciones del
usuario son semejantes a las del usufructuario. El derecho de uso se extingue en
los mismos supuestos que el usufructo.

II. CARACTERES:

Siendo mas restringido que el derecho de usufructo, esta tipificado por los
caracteres siguientes:

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1º.- Es un derecho real en bien ajeno, creado siempre por voluntad de las partes,
que son el propietario y el usuario y nunca por disposición de la ley.
2º.- Se concede con carácter personal, por lo que no es cesible, es por ello que el
derecho de uso, junto con el derecho de habitación se concede con carácter
personalísimo, y no pueden ser materia de ningún acto jurídico, salvo la
consolidación.
3º.- Recae exclusivamente sobre bienes “ no consumibles” y nunca sobre
consumibles.
4º Es un derecho inembargable (Art. 617 del C. de P.C., inc. 13).

DERECHO DE HABITACIÓN

Entre los derechos de usufructo, uso y habitación, que son desmembraciones del
derecho de propiedad, se establece una escala del mas al menos; primero el
usufructo, luego el uso, al que acabamos de referirnos y, finalmente el derecho de
habitación.
El Código dice, con respecto a este derecho, lo siguiente: “cuando el derecho de
uso recae sobre una casa o parte de ella, para servir de morada, se estima
constituido el derecho de habitación”.

A decir Salvat, recibe ese nombre “cuando el derecho de uso consiste en la


facultad de morar en una casa”. Baudry Lacantinerie, en el mismo orden de ideas,
expone que “en cuanto a la habitación, ella no es, de acuerdo con el Código Civil,
otra cosa que un caso particular de uso: es el uso de una casa-habitación” .
A diferencia del derecho de uso, en el que la doctrina admite la posibilidad del
disfrute, en el derecho de habitación esta facultad queda excluida. Señala
acertadamente Albaladejo que “la habitación es un derecho de uso sin percepción
de frutos, y aplicando a la vivienda”. El derecho de habitación es un derecho real
personalísimo, no negociable, cesible, ni transferible

I. CONCEPTO.-

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Tiene los mismos caracteres que el derecho de uso y se diferencia de él en que es
más reducido, pues, se contrae solo al derecho de habitar en una casa, un
departamento, etc. Es el derecho de uso que se da sobre una casa y se
circunscribe al derecho de morar o habitar en esa casa o predio, a favor del
usuario y también su familia.

Tiene los mismos caracteres que el derecho de uso. Es un derecho que casi
siempre obedece al propósito de prestar auxilio o ayuda a personas de condición
económica modesta, a personas a quienes se tiene especial diferencia, afecto o
gratitud, y con el que se favorece las más de las veces a familiares.

II. CONSTITUCIÓN. -
El derecho de habitación se puede constituir:
 Por escritura pública
 Por testamento o disposición de última voluntad.
Ejemplos:
- Se puede estipular, dentro de un contrato de comprar-venta  que el vendedor ha
de gozar del derecho de habitación en todo o en parte del predio urbano, materia
de la transferencia, por tiempo determinado o también “mientras sus días”, es
decir que se conviene que va a continuar viviendo hasta el día de su fallecimiento.

- Cuando al vender un inmueble se pacta que el vendedor siga ocupando todo el


inmueble o parte determinada de él “mientras sus días” o por un plazo equis de
tiempo.

- Se puede disponer en un testamento que, sin transmitir el dominio de un predio


urbano, se conceda el derecho de ocuparlo en favor por ejemplo de un hermano
(que no va a ser heredero), en atención a que debido a sus condiciones
económicas precarias, no tiene medios suficientes para arrendar un inmueble para
servirse de morada y, para asegurarse el causante que a su muerte, ese hermano
no sea desalojado del predio donde ha estado viviendo hace varios años, lo que
indudablemente beneficiara al referido usuario y el dominio del inmueble pasara
desde la muerte del testador al heredero o herederos señalados en el testamento .

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- Juan al vender una casa a Pedro o al dejarle este bien por testamento, dispone
en una cláusula del respectivo instrumento que esa casa o parte del inmueble,
será habitada por el usuario por tal plazo, o mientras sus días. Es gratuito y, un
derecho personal no susceptible de cesión a terceros.

USO Y HABITACIÓN
SUJETOS

De la misma manera que el usufructo, los derechos de uso y habitación implican la


existencia de cuando menos, dos partes intervinientes: el que constituye derecho,
y el beneficiario del mismo.

Cabe precisar que exista una pluralidad de sujeto, tanto constituyentes como
beneficiarios. En otras palabras, nada impedirá que los derechos de uso o
habitación sean instituidos por varios copropietarios a favor de un beneficiario, o
un nudo propietario a favor de varios beneficiarios.

Como en casi todas las materias, rigen para estos derechos los mismos principios
y normas que hemos analizado al ocuparnos del usufructo. Nos retiremos, a
dichos análisis.

EFECTOS JURIDICOS QUE PRODUCE EL USO Y LA HABITACION

El uso y la habitación
Estos son derechos reales que a la vez son desmembraciones de la propiedad, de
menos importancia que el usufructo. En realidad, el uso constituye un usufructo

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parcial o restringido dado que en la actualidad faculta al usuario para percibir
algunos frutos. Antiguamente estos derechos reales como; el usufructo, el uso y la
habitación se denominaban como servidumbres personales, por oposición a las
servidumbres prediales o formales.

Si el usuario consume todos los frutos de los bienes, o el que tiene derecho de
habitación ocupa todas las piezas de la casa, quedan obligados a todos los gastos
de cultivo, reparaciones y pago de contribuciones. El usufructuario; pero si el
primero sólo consume parte de los frutos, o el segundo sólo ocupa parte de la
casa, no deben contribuir en nada, siempre que al propietario le quede una parte
de frutos o aprovechamientos bastantes para cubrir los gas-tos y cargas. Si los
frutos que quedan al propietario no alcanzan a cubrir los gastos y cargas, la parte
que falte será cubierta por el usuario, o por el que tiene derecho a la habitación.

EFECTOS JURIDICOS QUE PRODUCE EL USO.

Podemos definir el uso indicando que es un derecho real, temporal y por


naturaleza es vitalicio, para usar de los bienes ajenos sin alterar su forma ni
substancia y que también es de carácter intrasmisible, ya que este derecho real se
puede distinguir del usufructo por los siguientes puntos; Es restringido solo para el
uso y en algunos casos para percibir ciertos frutos En el carácter intransferible,
peculiar al uso y la habitación, que no existe en el usufructo, porque, como hemos
visto, el usufructuario puede enajenarse, puede gravarse o trasmitirse; en cambio
el usuario y el habituarlo no puede trasmitir su derecho ya que son personalísimo
en un doble aspecto tanto por que se extinguen por la muerte

EFECTOS JURIDICOS DE LA HABITACION

El derecho real de la habitación en realidad es un derecho del uso sobre una finca
urbana para habitar gratuitamente algunas piezas de una casa ya que nos e

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distingue en rigor por fuera de esta circunstancia especialísima, en cuanto al
contenido, pues también es un derecho real intrasmisible, temporal, por naturaleza
vitalicio, para usar algunas piezas de una casa sin al-terar su forma ni substancia,
en cambio el uso se extiende como el usufructo tanto a los bienes muebles como
a los inmuebles

En el carácter intransferible, peculiar al uso y la habitación, que no existe en el


usufructo, porque, como hemos visto, el usufructuario puede enajenarse, puede
gravarse o trasmitirse; en cambio el usuario y el habituarlo no puede trasmitir su
derecho ya que son personalísimo en un doble aspecto tanto por que se extinguen
por la muerte.

DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL NUDO PROPIETARIO.

Según hemos mencionado, los derechos de uso y habitación se rigen por las
normas y principios aplicables al usufructo.

En consecuencia, con tales reglas, los principales derechos del nudo propietario
son fundamentalmente dos: el de exigir que el bien le sea restituido al término del
plazo legal o convencional; y el de ejercitar todos los poderes inherentes a su
condición de propietario, pudiendo disponer de la nuda propiedad y, en general,
realizar todos aquellos actos de disposición o gravamen que no sean
incompatibles con la existencia de los derechos del beneficiario.

Debemos también entender que, en aplicación de las normas que regulan el


usufructo, y como consecuencia del derecho a recuperar el bien, el propietario
está facultado a adoptar las medidas necesarias para su protección, pudiendo por
ejemplo acudir al juez para que este ordene la constitución de una garantía en
caso que peligre la cosa (artículo1007 del Código Civil); o para exigir la ejecución
de las reparaciones que competen al beneficiario que atente contra la utilización
normal del bien, y solicitar su regulación por el juez (artículo 1017).

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A diferencia de lo que ocurre en el usufructo, en que el propietario no tiene
derecho a la explotación del bien pues los frutos son del usufructuario, en el
derecho de uso  el dueño puede conservar ciertos derechos de disfrute, ya que
como se ha visto éstos sólo pertenecen al beneficiario de manera limitada. Existirá
pues un disfrute compartido entre el propietario y el usuario.
En lo que respecta al habitacioncita, hemos visto ya que la doctrina no admite que
disfrute del bien. Por consiguiente, en tal caso el nudo propietario tendrá derecho
a los frutos de la vivienda. Naturalmente, dicho disfrute se admite siempre y
cuando no vulnere los derechos del habitacioncita.

DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS BENEFICIARIOS:

Con las diferencias que surgen de la limitación de los derechos de disfrute,


podemos afirmar que tanto el usuario como el habitacionista gozan de derechos
similares a los del usufructuario.

Así cabe mencionar que, en su calidad de poseedores inmediatos, tienen derecho


a hacer valer su calidad de tales y a defender el bien y posesión con los
instrumentos legales pertinentes.

En lo que respecta a la administración del bien, sus alcances se ven disminuidos


por las limitaciones para el disfrute que tienen ambos beneficiarios. Así, el usuario
podrá administrar el bien únicamente en aquello que se refiere a los frutos que
está autorizado a percibir (o sea, los necesarios para él y su familia, en aplicación
de la doctrina). El habitacioncita, en cambio, el carecer de la facultad de disfrute,
no tiene derecho a administrar el inmueble, sino simplemente a usarlo.
Lo anterior se aplica asimismo al derecho de disfrute propiamente dicho que, a
diferencia del concedido al usufructuario, es limitado en el caso del usuario e
inexistente tratándose del habitacioncita.

En lo que respecta a la posibilidad de efectuar mejoras en el bien, y el reembolso


de las mismas, opinamos que ellos dependerán del alcance de los derechos

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concedidos al usuario o habitacioncita. Creemos que en la medida que tales
mejoras son compatibles con sus derechos sobre el bien, serán de aplicación las
normas aplicables al usufructuario (artículo 916 del Código Civil, por remisión del
numeral 1015 del mismo Código).

En lo que se refiere a las obligaciones del usuario o habitacioncita, al igual que


para el usufructo, la más importante y de la cual se derivan las demás es
conservar el bien según su naturaleza y destino para su ulterior devolución al
propietario.
Regirán también para esta instituciones las tres limitaciones fundamentales que ya
apuntábamos al estudiar el usufructo, a saber: (1) se prohíbe el “abusus”, o sea, el
consumo del bien; (2) se debe obrar “como un buen padre de familia” en relación
al bien, lo que supone comportarse moderada y conscientemente; y (3) el bien
debe ser utilizado “a la imagen del propietario”, según su propio destino y
naturaleza.
A esta limitaciones de orden general cabría, tratándose del derecho de uso, la de
aprovechar los frutos dentro de los limites que la doctrina señala. Estos limites
están determinados por las necesidades del usuario y su familia. En palabras de
Diez-Picazo y Gullón, el beneficiario del derecho de uso”... disfruta para consumir
y no puede obtener beneficios más allá (op. cit., Pág. 465).
En el derecho de habitación, en cambio, los trataditas nos enseñan que no existe
derecho al disfrute.

En cuanto a las obligaciones referentes a reparaciones, mejoras, tributos,


garantías, etc. podemos afirmar que en principio regirán las normas aplicables al
usufructo, claro esta siempre y cuando sean compatibles con los alcances de los
derechos concedidos al beneficiario del uso o habitación.     

                            DIFERENCIA CON OTRAS FIGURAS JURÍDICAS

a) Con el usufructo:

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Como ya se ha mencionado, el derecho de uso se puede considerar un usufructo
disminuido, atendiendo a que, si bien confiere la potestad de usar la cosa, el
derecho a percibir sus frutos es limitado.

De ahí que la distinción fundamental entre ambos derechos radique precisamente


en los alcances de la facultad de disfrute.

En el usufructo, según se ha estudiado, esa facultad por lo general es extensa y


se ve limitada únicamente por la obligación de conservar la forma y sustancia del
bien
En el derecho de uso, en cambio, la regla es inversa ya que la posibilidad de
disfrute se admite pero en forma limitada, en la medida en que sea preciso para
cubrir las necesidades del usuario y su familia. Planiol y Ripert lo denominan como
“un pequeño usufructo, limitado a las necesidades del usuario”. 
Según se ha apuntado, el legislador de 1984 se limitó a reproducir el Código Civil
anterior en esta materia, y de ese modo omitió precisar los alcances del derecho
de uso.
En lo que respecta al derecho de habitación, la distinción con el usufructo se torna
bastante más diáfana, dado que a diferencia de éste último, no confiere al
habitacioncita el derecho a disfrutar de la vivienda, sino simplemente a utilizarla
como morada para sí y su familia.

Los derechos de uso y habitación se distinguen también del usufructo por su


carácter intransmisible. Según se ha visto, el usufructo puede ser objeto de
transmisión por acto inter vivos, salvo que se hubiese constituido con carácter
personalísimo (artículo 1002 del Código Civil). El uso y habitación, en cambio, no
son susceptibles de ser enajenados o transmitidos bajo ninguna circunstancia.
Se trata, según se ha dicho, de derechos de índole personalísimo.

b) Con el arrendamiento:

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Según se ha visto al estudiar el usufructo, entre esta figura y el arrendamiento
existen semejanzas dadas por el hecho de que tanto el arrendamiento como el
usufructuario tienen derecho a usar y disfrutar del bien.

Comentábamos al respecto, acerca de la dificultad de distinguir si nos


encontrábamos frente a una u otra figura.

Tratándose de los derechos de uso nos encontramos con la misma dificultad, la


cual se acentúa tratándose del derecho de habitación, por su innegable semejanza
con el arrendamiento.

No obstante lo dicho, podemos apuntar entre estas figuras las mismas


características distintivas ya apuntadas al estudiar el usufructo, a saber:
- De modo preliminar, pueden distinguirse los derechos de naturaleza real que
genera el uso y habitación, de los derechos de índole personal q que da lugar el
contrato de arrendamiento. Según vimos al estudiar el usufructo, se trata de un
argumento discutible, ya que buena parte de la doctrina estima que el
arrendamiento hace surgir derechos reales. No obstante, ello, formamos parte de
quienes consideran que el arrendamiento hace surgir solamente derechos
personales a favor del locatario.

- Otra diferencia, ya que fue señalada también respecto al usufructo, radica en el


conjunto de obligaciones que el locador asume al locatario en el contrato de
arrendamiento.
En efecto, el locador se obliga a todos aquellos actos que permitan al locatario el
uso y disfrute del bien, mientras que en el uso y habitación no existen relación
obligacional de tipo personal entre nudo propietario y usuario (o habitacioncita). La
única relación entre ellos es la derivada de “la coincidencia de sus derechos
respectivos sobre una misma cosa” Otra distinción radica en que el arrendamiento
es un contrato, y como tal sólo puede nacer del acuerdo de voluntades. Los
derechos de uso y habitación, en cambio, también pueden tener su origen en un
mandato legal. Es el caso, por ejemplo, del derecho de habitación conferido al
cónyuge supérstite en virtud del artículo 731 del Código Civil.

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Adicionalmente, los derechos de uso y habitación pueden también ser instituidos
por acto jurídico unilateral, o por testamento.

- Otra diferencia se encuentra en la circunstancia de que está en la naturaleza del


arrendamiento el ser un acto a título oneroso, mientras que los derecho de uso y
habitación pueden no serlo, y de hecho con frecuencia se instituyen a título
gratuito.
- Otra diferencia radica en que al igual que el usufructo, los derechos de uso y
habitación se extinguen siempre con la muerte del beneficiario. Por el contrario, el
arrendamiento puede continuar con los herederos del arrendatario si se
encontraban en posesión del bien, en aplicación del artículo 1710 del Código Civil.

c) Con el derecho de propiedad:

Existe la semejanza dada por el hecho de que son derechos reales, o sea,
derechos preferentes sobre los de cualquier persona con un mero derecho de
crédito.
Al igual que el usufructo, los derechos de uso y habitación constituyen
desmembraciones del derecho de propiedad.

De ahí que las diferencias entre las instituciones sean incontestables, resultando
aplicables las ya apuntadas al tratar sobre el usufructo, a saber:
En primer lugar, tanto el derecho de uso como el de habitación presuponen
siempre la existencia de una persona distinta que ostente la condición de nudo
propietario.
En segundo lugar, se trata de derechos con contenido limitado: el beneficiario del
derecho de uso sólo podrá usar el bien y disfrutarlo en lo que sea menester para
atender las necesidades básicas de él y su familia. El habitacioncita sólo podrá
usar la vivienda, sin derecho a su disfrute.

Evidentemente, ninguno de ellos podrá jamás disponer del bien.

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d) Con la copropiedad:

El derecho del usuario o habitacioncita, al igual que el usufructuario, concurre


siempre con el propietario. Existe pues una simultaneidad de derechos que
personas distintas ejercitan sobre el mismo bien. De ahí que pueda entreverse
cierta semejanza entre estas figuras y la de la copropiedad. Pese a ello, las
diferencias son notorias, dado el distinto contenido de los derechos.
Tratándose de la copropiedad los derechos de los condóminos son iguales. Cada
uno de ellos goza, simultáneamente con los demás, de todos los derechos y
facultades inherentes a la propiedad.
En los derechos de uso y habitación, en cambio, existe una suerte  de división de
las atribuciones inherentes al derecho de propiedad, de manera que el propietario
conserva las de disposición jurídica y disfrute, correspondiendo el uso y un disfrute
limitado al beneficiario de los derechos de uso, y solo la utilización al titular del
derecho de habitación.

SEMEJANZAS ENTRE EL USO Y LA HABITACIÓN

Pasaremos a enumerar los caracteres que son comunes a ambos derechos:

a) Son derechos reales, ya que aunque confieren un beneficio personal, recaen


directamente sobre un bien.

b) Son desmembraciones del derecho de propiedad, ya que necesariamente se


constituyen sobre un bien ajeno. Los poderes sobre ese bien quedan así divididos
entre el nudo propietario, quien se despoja temporalmente de su facultad de usar,
y el titular del derecho de uso o habitación en su caso.

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c) Inciden únicamente sobre bienes no consumibles. En efecto, la figura del 
cuasiusufructo no se aplica a estos derechos.

Naturalmente, el derecho de habitación requiere, además, que se trate de un bien


inmueble con características de vivienda.

d) El beneficiario de estos derechos está en la obligación de conservar la fortuna y


sustancia de los bienes, para su posterior restitución al nudo propietario. Se
aplicarán, al respecto, los mismos principios mencionados al tratar sobre el
usufructo.

e) Se trata de derechos eminentemente temporales, a cuyos efectos regirán de


modo general las normas aplicables al usufructo, su duración y extinción.

f) Son derechos intransmisibles. A diferencia del usufructo, que puede ser objeto
de transmisión por acto Inter.-vivos, los derechos de uso y habitación no pueden
serlo. Son, a decir de Diez-Picazo y Gullón, derechos “intransmisibles e
indisponibles”.

Evidentemente, tampoco podrán ser objeto de transmisión mortis causa, en


consonancia con la normativa general aplicable al usufructo.

OBJETO

Ya hemos visto que tratándose del usufructo la doctrina y legislaciones


consultadas admiten que este pueda constituirse sobre bienes de oda especie.
En los derechos de uso y habitación no rige, sin embargo, este principio.
En efecto, y como bien señala Diez-Picazo y Gullón, el derecho de uso “...sólo
puede recaer sobre cosas corporales que estén dentro del comercio de los
hombres, muebles e inmuebles, con tal que sean susceptibles de ser utilizadas...”

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En lo que se refiere al derecho de habitación, es claro que solo puede recaer
sobre bienes inmuebles, cuando estos además reúnan las características de
vivienda o morada. No podría, por ejemplo, constituirse derecho de habitación
sobre un terreno sin edificar.

EXTINCIÓN

Los derechos de uso y habitación, en aplicación de las normas del usufructo, se


extinguirán en los mismos supuestos que éste, según pasamos a enumerar:

(1) En caso de vencimiento del plazo de constitución;


(2) Por prescripción (se trata, según se ha visto, de una hipótesis de caducidad);
(3) Por consolidación, cuando se reúnen en la misma persona las calidades de
nudo propietario y beneficiario de tales derechos;

(4) Por fallecimiento del beneficiario;

(5) Por renuncia del usuario o habitacioncita; por declaración judicial.


Nos remitimos, sobre el particular, relativa a la extinción del usufructo.

TÍTULO IV

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Régimen legal del derecho de uso.(Art 1026. C.C.)

El derecho de usar o de servirse de un bien no consumible se rige por las


disposiciones del título anterior, en cuanto sean aplicables

Análisis:

 
Max Salazar Gallego
Tendríamos que iniciar indicando que este artículo tiene su antecedente inmediato
en el artículo951 del Código Civil peruano de 1936. No obstante, para hacer honor
a la verdad, habría que puntualizar que es sencillamente idéntico. Resulta claro
que se había decidido no aportar nada nuevo sobre el particular, y que se ha
dejado a la doctrina el socorrer en los vacíos conceptuales y/o normativos que
pudieran
existir. Además de esto, se estimó que la redacción era suficiente para entender lo
s alcances de lafigura. Esto no es propio pues, como podemos notar, es bastante
limitada la apreciación legal en que se ha incurrido. El artículo define este derecho
como aquel que faculta a una persona a usar o servirse de un bien no consumible.
El derecho de uso resulta, pues, un derecho real que asomaba en un principio (ya
entendido en el Derecho Romano) relacionado con la propiedad, con la
identificación de un único de sus aspectos, el ius utendi (DOMíNGUEZ DE PIZZIO;
FERNÁNDEZ DOMINGO) No obstante, fue ampliándose otorgando la facultad de
goce al beneficiario del mismo, de aprovechar los frutos que provea el bien, pero
de manera limitada, solo para satisfacer las necesidades del usuario ylas de su
familia, tal como veremos en los comentarios al resto de los artículos por tratar
más adelante (BORDA)

El artículo continúa limitado al explicar que este derecho se rige por las
disposiciones del título anterior, es decir, las referidas al usufructo, haciendo la
salvedad de que estas lo serán en cuanto sean aplicables, es decir, en la medida
en que no desnaturalicen el instituto bajo estudio, y no se le extiendan mas allá.

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Cuestión curiosa esta última ya que, como reiteramos, la parquedad en la
apreciación legislativa no ayuda mucho a comprender la figura. A la luz de lo
antedicho, el derecho de uso ha sido considerado por distintos tratadistas como un
"pequeño usufructo" o como una "forma intermedia entre el usufructo y la
servidumbre" (PUIGPEÑA); un "usufructo limitado" (ALBALADEJO); "análogo al
usufructo, pero menos extenso"(BORDA); un "usufructo familiar" (JOSSERAND);
entre otras concepciones. El derecho de uso es distinto al usufructo, siendo el
primero más restringido, en tanto que en el segundo el uso se presenta solo como
elemento constitutivo de la utilidad de la cosa (FERNÁNDEZ DOMINGO). Esto
explica que quien tiene simplemente un derecho de uso, no puede ceder a otro ni
siquiera el ejercicio del propio derecho, mientras que el usufructuario, cuyo
derecho es mucho más amplio, está ciertamente autorizado a hacerla. Finalmente,
el artículo nos conduce a determinados bienes sobre los que puede recaer el uso,
esto es, bienes no consumibles, es decir, aquellos cuyo uso por un individuo no
los agota para los demás

DERECHO DE HABITACIÓNARTICULO 1027


Cuando el derecho de uso recae sobre una casa o parte de ella para servir de
morada, se estima constituido el derecho de habitación.

Análisis:

Max Salazar Gallegos

Nuevamente, el artículo bajo análisis tiene su precedente próximo en el articulado


del Código Civil de 1936, específicamente el artículo 952; se trata, mal que nos
pese, de una reproducción literal de aquel. El precepto legal define el derecho de
habitación como un derecho de uso restringido, en contraposición a este, por el
hecho de recaer sobre determinados bienes, solo inmuebles, que sirven para un
supuesto específico: morada. Ahora bien, no se trata de cualquier clase de
inmueble, sino de aquellos que por sus características puedan ser utilizados como
morada por personas. Vale aquí la aclaración para el hecho de que este derecho,

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en nuestra particular opinión, solo podría ser constituido a favor de personas
naturales y no de personas jurídicas. En la medida en que las personas jurídicas
no requieren de morada, entendida como casa-habitación, y/o vivienda
propiamente dicha, no estarían comprendidas en los alcances del instituto.
Además, toda vez que la facultad de disfrute se encuentra excluida en el derecho
de habitación, mal podría considerarse la constitución de un inmueble para oficina
como un derecho de habitación para personas jurídicas, puesto que, entre otros,
se trata de una actividad eminentemente económica, sea que se identifique con
personas jurídicas sin fines de lucro o con aquellas en las que el animus lucrandi
se encuentre presente. Asimismo, la extensión del ámbito "familiar" de una
persona jurídica ha de tenerse en cuenta como causal que imposibilita la
constitución del derecho a su favor. Entendemos que la doctrina no es pacífica
sobre el particular y que esta última particularidad, la de instituir un derecho de
habitación a favor de personas jurídicas, tiene serios defensores, aun cuando esta
situación sea poco frecuente en la práctica.

EXTENSIÓN DE LOS DERECHOS DE USO Y HABITACIÓN ARTICULO 1028

Los derechos de uso y habitación se extienden a la familia del usuario, salvo


disposición distinta.

Análisis:

Max Salazar Gallegos

Reproducción textual de su antecedente, el artículo 953 del Código Civil peruano


de 1936.Este traduce una característica importante de estos derechos, y es que
son de carácter limitado, pues se concede el uso y los frutos, pero estos últimos
solo hasta donde sean necesarios para el sustento del beneficiario y su familia,
aun cuando esta aumente. Ahora bien, la norma apunta al carácter excepcional de
la extensión del uso, pues indica que este se encuentra condicionado a una
disposición distinta, sea del acto jurídico que lo constituye de la ley. La excepción,
¿hacia qué punto límite deberá ser entendida entonces? De acuerdo con el texto

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del artículo, literalmente hablando, puede referirse al supuesto de que (i) este
derecho no se pueda extender a la familia del usuario, sino únicamente al
beneficiario; y (ii) el derecho se extienda más allá del círculo familiar del usuario.
Toda vez que se trata de derechos de carácter personalísimo, inclinamos nuestra
opinión hacia el primer supuesto. De otra parte, la norma no hace mención alguna
respecto a qué debemos entender por familia. Coincidimos con aquella parte de la
doctrina nacional que indica que el sentido del precepto debe ser interpretado
siempre de acuerdo con las circunstancias, las costumbres imperantes en el lugar
y la situación personal del beneficiario (ARIASSCHREIBER PEZET). A esto
podemos añadir que será el propio juez, en cada caso, quien determine el están
dar razonable

CARÁCTER PERSONAL DEL USO Y HABITACIÓN ARTICULO 1029

Los derechos de uso y habitación no pueden ser materia de ningún acto jurídico,
salvo la consolidación

Análisis:

Max Salazar Gallegos

Este artículo también reproduce su antecedente, es decir, el artículo 954 del


Código Civil derogado, con lo cual el legislador de 1984 termina por delegar su
función, descansando en autoridad sobre su predecesor. Tratándose de derechos
personalísimos, como ya hemos acotado, que atañen solo a los beneficiarios de
los mismos, quienes deben efectuar un uso directo sobre la cosa, se constituye
una exclusividad en el beneficio. Este beneficio se traduce en la imposibilidad de
transmitir el derecho cedido al beneficiario, ni por herencia u otro acto, sea gratuito
u oneroso. A esto se refiere el precepto aludido. Dentro de las características
propias de estos derechos y que la norma omite pronunciar, debemos acercamos
a los siguientes:- Se trata de derechos constituidos sobre bienes ajenos. En
efecto, hay por lo menos dos sujetos en relación jurídica, el constituyente y el
beneficiario. El primero deberá ser el nudo propietario del bien sobre el que recae

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el derecho. La constitución del derecho rara vez presupone un mandato legal, por
lo que nos centramos en el supuesto antedicho.- El constituyente podrá indicar en
el acto constitutivo, entre otros, el plazo por el cual se deba entender otorgado el
derecho.- En esta última sentencia encontramos otra de las características de los
mismos y es que se trata de derechos temporales, limitados en el tiempo,
conforme a la ley o el acto constitutivo que los origina.- Existe, como no puede ser
de otra manera tratándose de un derecho sobre un bien que se instituye a favor de
un tercero beneficiario, el deber de conservación sobre la cosa que este último
debe observar. Hay pues una diligencia de buen padre de familia que no puede
exceptuarse al momento de usar y/o habitar el bien. Respecto al origen de estos
derechos, pueden ser por mandato legal (muy poco común);acuerdo de
voluntades; acto jurídico unilateral o por testamento. Estos derechos son
frecuentemente gratuitos, caso contrario, podríamos confundir el derecho de
habitación, por ejemplo, con un contrato de arrendamiento.

CONCLUSIONES

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Derecho de uso y habitación. El derecho de uso y el derecho de habitación son
derechos reales de características comunes. Si bien suelen regularse
conjuntamente, constituyen derechos diferentes. Ambos son derechos
personalísimos, intransferibles y que se otorgan porrazón de la persona.

Derecho de uso
Se entiende por derecho de uso todo aquel derecho real que legítima pera tener y
utilizar una cosa o bien ajeno de acuerdo con las necesidades del usuario y, en su
caso. Su familia. Los derechos y obligaciones del usuario se definen en el titulo
constitutivo y, a falta de este, se regulan por lo que la legislación establezca al
respecto. El derecho de uso puede constituirse con respecto a cualquier bien
susceptible de uso, ya sean muebles o inmuebles, y pueden ser titulares de
derecho de uso tanto personas físicas como jurídicas, si bien en este último caso
es necesario establecer un límite temporal. Es un derecho personalísimo, que no
puede ser enajenado ni tampoco arrendado.

Es más limitado que el usufructo, dado que no dad derecho al disfrute o goce de
lacosa. Por este motivo, un usufructo podría arrendar la cosa, pero no tiene ese
de-recho el que ostenta un derecho de uso.

Derecho de habitación

El derecho de habitación es aquel derecho real que otorga a su titular el derecho


de ocupar en un inmueble la parte necesaria para él y su familia, con la finalidad
de satisfacer sus necesidades de vivienda. Por su naturaleza, solo puede recaer
sobre un bien raíz y, al igual que el derecho de uso, los derechos y obligaciones
se regulan por lo dispuesto en el titulo constitutivo y, a falta de este, por lo que
establezca la legislación que lo regule. Única-mente pueden ser titulares del

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derecho de habitación las personas físicas y no puede ser objeto de enajenación o
arrendamiento.

BIBLIOGRAFÍA

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1. ALBALADEJO, Manuel, “Derecho Civil III, Derecho de Bienes” Volumen I y
II, Librería Bosch, 5ta edición, Barcelona 1983.
2. ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max; CARDENAS QUIROS, Carlos “Exégesis
del Código Cvil Peruano de 1984” Tomo V, Gaceta Jurídica, Tercera
Edición Mayo 2001
3. BALLESTER GINER, Eladio, “Derechos Reales” Organización Bells,
Valencia 1989.
4. DIEZ-PICAZO, Luis-Gullón, Antonio, “Sistema de derecho Civil”, Volumen
III, Editorial Tecno, Madrid, 1984.
5. PALACIO PIMENTEL, Gustavo “Elementos del derecho civil peruano”
Tomo I Lima-Perú 1979. “Manual de Derecho Civil peruano” Tomo I Lima-
Perú 1975 Editorial Universo
 

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