La obligación de notificar las causas del despido y no poder modificarlas en el juicio responde a la
finalidad de dar al dependiente la posibilidad de estructurar en forma adecuada la defensa, pues
se trata del basamento mismo para que los preceptos contenidos en el art. 18, CN puedan hallar plena vigencia en la solución del conflicto a desarrollarse. Empero, el detalle de esa información sobre las causas no puede importar un formulismo taxativo, ya que de interpretarse de tal modo la norma inferior, se arribaría al extremo no deseado de cercenar el debate judicial, con la consiguiente lesión de los preceptos constitucionales invocados —del dictamen del procurador general de la Nación, al que adhieren los ministros Moliné O'Connor, Belluscio, Fayt, López y Bossert— (CS, 9/8/2001, "Vera, Daniel c. Droguería Saporiti SACIFIyA", V.107.XXXV).
Con la finalidad de salvaguardar el derecho de defensa en juicio de la contraparte, el legislador
dispone que en el despido con justa causa —directo (decidido por el empleador) o indirecto (decidido por el trabajador)— se deben comunicar por escrito y en forma suficientemente clara los motivos en que se funda la ruptura del contrato.