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FRENOS

Un freno es un dispositivo utilizado para detener o disminuir la velocidad de algún vehículo,


generalmente, un eje, eje de transmisión o tambor. Los frenos son transformadores de energía,
por lo cual pueden ser entendidos como una máquina per se, ya que transforman la energía
cinética de un cuerpo en calor o trabajo y por tanto pueden visualizarse como “extractores“ de
energía. A pesar de que los frenos son también máquinas, generalmente se les encuentra en la
literatura del diseño como un elemento de máquina y en literaturas de teoría de control pueden
encontrarse como actuadores.

Un fallo en los frenos se detecta fácilmente con un poco de práctica. Normalmente, los
frenos pueden fallar debido al desgaste normal de las diferentes piezas, como las pastillas
de freno, los discos, problemas de deterioro del líquido de frenos, y multitud de otras
pequeñas causas. Es muy raro, y por raro entendemos infrecuente, que de repente nos
quedemos sin el 100% de la capacidad de frenado, sin previo aviso.

Lo que ocurre es que si el fallo es repentino y total, poco podremos hacer para evitar algún
tipo de colisión. Sobre este caso podemos hablar en otra ocasión, sobre cómo lidiar con un
fallo total de los frenos en plena ruta. De todos modos, el fallo en el sistema de frenado se
detecta normalmente gracias a síntomas muy claros que nos deben poner sobre alerta.

¿Dónde está fallando el sistema de frenos?

Cada síntoma que percibamos nos dirá, aproximadamente en algunos casos, de forma más
precisa en otros, qué parte del sistema de frenos puede estar fallando. Incluso puede ser que
algo que asociemos directamente a un posible problema de frenos nos indique que otro
elemento está fallando, por ejemplo la suspensión, o el alineado de las ruedas. Veamos:

Los discos pueden estar fallando o ser defectuosos si:

 el pedal está demasiado duro o nos ofrece excesiva resistencia;


 el pedal vibra al pisarlo (esto también puede ser síntoma de ruedas mal alineadas,
mal equilibradas u otros problemas más generales);
 perdemos eficacia de frenado en caliente porque estemos exigiendo demasiado al
disco, o al sistema de frenado;
 el vehículo no se mantiene estable en frenada;
 escuchamos un chirrido al frenar, que puede estar causado por defecto en el disco, o
por alguna chinita que se haya acomodado en su superficie.

Las pastillas de frenos también nos ofrecen síntomas de su situación defectuosa, o agotada,
y algunos de ellos son compartidos con los síntomas de mal estado de los discos, y también
del líquido de frenos, como veremos más adelante.

Debemos tener cuidado con las pastillas si:

 el pedal tiene excesivo recorrido. Esto lo podemos comprobar sin más que verificar
visualmente el grosor de las pastillas (en el taller);
 el coche vira a un lado al frenar, porque puede deberse a que las pastillas están
sucias, manchadas de grasa o líquido de frenos, o bien si están cristalizadas. En caso
de tener que cambiarlas, se cambian las pastillas del eje completo;
 las pastillas son de mala calidad y pierden eficacia de frenado en caliente o sufren
de fading (algo habitual si abusamos del freno en largas pendientes descendentes);
 de nuevo, si escuchamos un chirrido al frenar podemos tener un problema de
pastillas.

El líquido de frenos, y más bien su estado, es una preocupación que, además, coincide con
ser uno de los principales defectos de los vehículos en España (según el estudio publicado
recientemente por la FUNDACIÓN MAPFRE). Es normal que no nos acordemos de este
preciado líquido, ya que también es normal que en las revisiones oficiales se tenga en
cuenta su duración. No obstante, debemos verificar su correcto nivel, al igual que lo
hacemos con el del aceite del motor.

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