II.

Sociedad Internacional en Mutación

Balance de Río + 20

LOURDES BENAVIDES
Campaña CRECE (Intermón Oxfam)
JOSÉ M^ MEDINA
Campaña "Derecho a la alimentación. URGENTE" (Prosalus)

Resumen Abstract

La Cumbre de Río+20 supone el recuerdo y After celebrating the Earth Summit in Rio de
balance de los últimos 20 años, en materia Janiero, Brazil, in 1992, the Rio +20 United Na-
medioambiental, después de la Cumbre de la tions Conference on Sustainable Development
Tierra.' represents the memory and the evaluation of
what has been done during the last 20 years in
La conclusión es que estamos más lejos, the field of sustainable development.
ahora que entonces, de lograr el desarrollo
sostenible. El Borrador del Documento de la As a conclusion, we can state that sustaina-
declaración, proponía como ejes principales la ble development is now further than it was 20
transición hacia una economía verde en el years ago. The draft declaration establishes as
marco de la erradicación de la pobreza y el for- main priorities the transition towards a green
talecimiento del marco institucional de gober- economy in the framework of poverty eradica-
nanza para el medio ambiente y el desarrollo tion and the institutional strengthening in
sostenible. what's related to environment and sustainable
development.
El ministro español ha destacado que, pese a
las diferencias existentes entre los participan- The Spanish Minister emphasized that, des-
tes, ha quedado patente que "el desarrollo sos- pite some differences among participants "sus-
tenible tiene una importancia crucial para la cre- tainable development represents an essential
ación de empleo y el crecimiento económico". factor for job creation and economic growth".

De la misma manera, valoró el hecho de que
se haya acordado completar los actuales siste-
mas de medidas del desarrollo por nuevas me-
didas que enriquecerán nuestra comprensión y
medición del desarrollo sostenible.
As well, he stressed the fact that an agree-
ment was reached to add some new measure-
ments to present development measurement
standards in order to increase our assessment
capacities on sustainable development.

Palabras clave: Río+20, economía verde, Key words: Rio+20, green economy, sustai-
desarrollo sostenible. nable development.

78 105 Verano 2012


A lo largo de las últimas cuatro décadas, la
preocupación por el impacto ambiental de
nuestro modelo de desarrollo se ha ido plas-
mando en una serie de informes y de obliga-
ciones internacionales. Destacan dos grandes
hitos: el cambio de paradigma que supuso el
informe Brundtland, con el nacimiento del con-
cepto de desarrollo sostenible y la Cumbre
de la Tierra de 1992,en la que la comunidad in-
ternacional incorporó una serie de acuerdos
sectoriales y transversales y asumió el princi-
pio de precaución, que implicaba la obligación
de actuar de forma preventiva siempre que ha-
ya una duda razonable.
La década del 2000 llevó a tensiones y a un
replanteamiento de mucho de lo conseguido
hasta el momento. Veinte años después de la
Cumbre de la Tierra, en la que los gobiernos
reconocieron por primera vez el papel de la so-
ciedad civil, la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Desarrollo Sostenible
(UNCSD/Río+20) representaba un momento
clave para todos los actores, en palabras de
Mary Robinson, un momento que ocurre "una
vez en una generación", y que suponía reno-
var el compromiso político con el desarrollo
sostenible.
Antecedentes
Antes de revisar los contenidos y resultados
alcanzados en Río+20, puede resultar ilustrati-
vo y esclarecedor hacer un rápido recorrido
sobre la evolución del pensamiento acerca del
binomio ecología y desarrollo.
En 1968 fue fundado el Club de Roma, un
foro de sabios responsables de promover estu-
dios sobre problemas globales a nivel mundial,
con el objetivo de generar debates y sensibili-
zar a la opinión pública mundial sobre los pro-
blemas de la supervivencia del planeta. El pri-
mero de esos informes, titulado Los límites del
crecimiento, fue publicado en 1972 bajo la di-
rección de Donnella Meadows, y tenía como
objetivo definir los límites y los obstáculos físi-
cos del planeta a la multiplicación de la huma-
Verano 2012 NM 05
Balance de Río + 20
nidad y de la actividad humana. El informe ha-
cía una proyección: si el desarrollo de la hu-
manidad seguía al mismo ritmo que hasta ese
momento, antes del año 2100 se habría produ-
cido un colapso catastrófico. Frente a ello, la
propuesta que hacía era el crecimiento O, que
suponía la estabilización del crecimiento de la
población y de la producción industrial. Sus
conclusiones no fueron llevadas a la práctica.
Un informe fundamental por la vinculación
que proponía entre ecología y desarrollo fue el
Informe de la Comisión Mundial del Medio Am-
biente de 1987, titulado Nuestro futuro común,
más conocido por Informe Brundtland, ya que
el equipo que lo elaboró estuvo dirigido por la
ex-primera ministra noruega Gro Harlem
Brundtland. Este informe introdujo el concepto
de desarrollo sostenible: "aquel que satisface
las necesidades del presente sin limitar el po-
tencial para satisfacer las necesidades de las
generaciones futuras". Realizó un cuestiona-
miento del concepto tradicional de crecimiento,
que depende de un consumo de energía y re-
cursos naturales en continuo aumento (insos-
tenible) y que debería dar paso a la búsqueda
de fines económicos que requieran usos me-
nos intensivos de recursos.
En 1991, dos premios Nobel y dos econo-
mistas del Banco Mundial publicaron, con el
apoyo de esta institución, el libro titulado De-
sarroiio económico en condiciones de sosteni-
biiidad medioambiental, conocido como Infor-
me Goodland, en el cual redefinen el desarro-
llo sostenible como un desarrollo sin creci-
miento, con una producción que no supere la
capacidad de carga ambientalmente sosteni-
ble. Este modelo propuesto se basa en una
distinción entre crecimiento y desarrollo. Se-
gún el informe Goodland el crecimiento cuanti-
tativo y el mejoramiento cualitativo siguen dife-
rentes leyes. Nuestro planeta se desarrolla en
el tiempo sin crecer, y por tanto, nuestra eco-
nomía, que es un subsistema dentro de una
Tierra finita que no crece, debería adaptarse a
un patrón semejante de desarrollo, sin creci-
miento de la producción. Sus propuestas eran
las siguientes:
79
Lourdes Benavides y José M- Medin
- Los países ricos no deberán incrementar
la producción en términos cuantitativos y
tendrían que reducir el impacto ecológico a
un nivel sostenible.
- Los países pobres tendrían que asumir
que nunca podrán alcanzar los niveles ac-
tuales de los países ricos en cuanto a con-
sumo de productos, polución y despilfarro
por persona.
-Apoyo técnico y financiero del primer mun-
do para un desarrollo sostenible en el ter-
cer mundo.
-Reconocimiento de la gran deuda me-
dioambiental contraída por los países ricos.
Otro de los informes del Club de Roma pu-
blicado en torno a 1992 y titulado La primera
revolución mundial, planteaba que es más
que dudoso que se pueda lograr el desarrollo
sostenible mundial si la tasa de crecimiento
en los países industrializados continúa au-
mentando. La sociedad sostenible nunca sur-
girá dentro de una economía mundial que re-
pose exclusivamente sobre el funcionamiento
de las fuerzas del mercado, que responde
únicamente a señales a muy corto plazo y no
constituye una guía segura para considera-
ciones a más largo plazo. El consumismo en
su forma actual no puede persistir: hay que
interrogarse sobre el nivel general de abun-
dancia material que puede sostenerse y so-
bre las desigualdades entre ricos y pobres
(tanto dentro de países como entre países)
que se puede tolerar.
En junio de 1992 se celebró en Río de Ja-
neiro la III Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la
Cumbre de la Tierra. El objetivo era discutir y
aprobar cinco documentos:
• Carta de la Tierra o Declaración de Río:
constituye un enunciado de los grandes
principios para una buena gestión de los
recursos del planeta, resumiendo la filoso-
fía del desarrollo sostenible.
80
• Declaración sobre el bosque: fue más difí-
cil de adoptar; algunos países con fuerte
potencial forestal (Brasil e Indonesia) pre-
sionaron de forma que el convenio previs-
to por la Conferencia tuvo que ser abando-
nado y reducirse a una simple declaración
en términos bastante vagos.
• Convenio sobre la biodiversidad: se pre-
tendía preservar flora y fauna en peligro
de desaparición, pero el texto final también
quedó diluido por diversos intereses. Es-
pecialmente criticada fue la posición nega-
tiva de Estados Unidos.
• Convenio sobre el clima: había un consen-
so previo de no llegar a medidas muy res-
trictivas ni fijar un calendario para la reduc-
ción de la contaminación atmosférica, sino
dejar la concreción para un momento pos-
terior, que fue el Protocolo de Kyoto.
• Agenda 21: recogía, a modo de catálogo,
los programas de acción que la Conferen-
cia de NNUU sobre Medio Ambiente que-
ría impulsar para el decenio. Tuvo la ma-
yor unanimidad, ya que cada Estado
miembro puede extraer de la agenda un
programa a su elección y fijar él mismo su
participación financiera.
Además de suponer para los gobiernos un
referente en términos absolutos y en diversos
sectores, lo más positivo de la Cumbre fue el
impacto mediático logrado y la sensibilización
a escala mundial sobre este tipo de problemas
y la necesidad de planteamientos globales; se
considera una cita histórica que supuso un an-
tes y un después en la conciencia ambiental
planetaria.
En 2002 se celebró la Cumbre de Johannes-
burgo, diez años después de la Cumbre de la
Tierra de Río. La sensación desde la sociedad
civil fue la de una oportunidad perdida para
priorizar los problemas de desarrollo sostenible
y de erradicación de la pobreza frente a la
agenda comercial multilateral, por falta de vo-
luntad política para incluir metas concretas. Los
105 Verano 2012
f
^'
gobiernos y el sector privado presionaban para
que los acuerdos alcanzados hasta el momento
fueran voluntarios y no vinculantes y la Organi-
zación Mundial del Comercio rechazaba el prin-
cipio de precaución acordado en 1992.
Desde el punto de vista de vista económico:
- ausencia de compromiso de aportar recur-
sos adicionales para la lucha contra la po-
breza ni para el alivio de la deuda externa;
- petición de reforma de los subsidios que
tienen impactos negativos sobre el medio
ambiente y el desarrollo sostenible, pero
sin calendario y sin que se abordara ex-
presamente la reforma de los subsidios a
la agricultura;
- inclusión de referencias a la necesidad de
cambiar nuestros actuales patrones de
producción y consumo para alcanzar un
desarrollo sostenible global;
- inclusión de referencias a la necesaria res-
ponsabilidad de las empresas.
Desde el punto de vista medioambiental:
- no se establecieron metas concretas con
relación a las energías renovables ni con el
suministro de energía a los dos mil millones
de personas que no tienen acceso a ella;
- se acordó como meta "tratar de" reducir a
la mitad, antes del año 2015, el número de
personas sin acceso a agua potable y sa-
neamiento.básico (el saneamiento básico
no figuraba inicialmente en los ODM y se
incluyó en esta Cumbre);
- no se incluyeron compromisos claros en
relación a la necesaria conservación de la
biodiversidad;
- se estableció una fecha, 2020, para la mi-
nimización de la producción y uso de sus-
tancias tóxicas, incluidos los residuos peli-
grosos.
Verano 2012 NM 05
Balance de Rio + 20
Los grandes temas de Rio+20
en la etapa preparatoria
Después de 40 años del informe sobre los lí-
mites del crecimiento y de los 20 años transcu-
rridos desde la Cumbre de la Tierra de Río, la
visión ampliamente compartida es que, como
señalaba el propio el Secretario General de
Naciones Unidas en un artículo publicado en la
prensa\ "los desafíos que entonces enfrenta-
ba la humanidad se han hecho más grandes".
Representantes de organizaciones sociales
comprometidas con los pequeños campesinos,
grupos juveniles, pescadores, indígenas, muje-
res, trabajadores, ambientalistas, organizacio-
nes de diferentes confesiones, ONG y autori-
dades locales de 15 países africanos tuvieron
una reunión en Nairobi (Kenia) a final de mayo
como preparación de la Cumbre de Río+20 y
señalaron que, 20 años después de la Cumbre
de la Tierra, estamos más lejos que entonces
de alcanzar el desarrollo sostenible.
Río+20 suponía una oportunidad de renovar el
compromiso con el desarrollo sostenible,
evaluar las brechas en el cumplimiento de la
Agenda 21 y afrontar los nuevos desafíos mani-
festados por la crisis económica, energética, am-
biental y social. El borrador del documento de
Declaración, llamado "borrador cero", proponía
como ejes principales la transición hacia la eco-
nomía verde en el marco de la erradicación de la
pobreza y el fortalecimiento del marco institucio-
nal de gobernanza mundial para el medio am-
biente y el desarrollo sostenible.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible sur-
gieron en el curso de la fase preparatoria, a ini-
ciativa y con el empuje de países como Colom-
bia, Perú y Emiratos Árabes Unidos, como
posible resultado de una Conferencia cuyo fra-
caso era anunciado muchos meses antes de su
celebración, y fueron incluidos en el borrador.
El concepto de economía verde
En la fase preparatoria, las imprecisiones y
ambigüedades en torno a este concepto des-
81
Lourdes Benavides y José iVI- iVIedin
pertaron las suspicacias de unos y otros. La
posibilidad de que pueda ser interpretado de
formas muy diferentes hace que los países en
desarrollo estén incómodos con él, ya que en-
tienden que, si se incluye de una forma dema-
siado genérica, puede permitir que los temas
ambientales sean utilizados como base para
un proteccionismo comercial o para la inclu-
sión de nuevos condicionamientos a la hora de
otorgar ayudas y préstamos.
Para muchos, el concepto de economía ver-
de da por supuesto que el modelo económico
actual puede coexistir, sin ningún cambio en
su naturaleza y funcionamiento estructural,
con la sostenibilidad medioambiental y conse-
guir la equidad social y económica. Corre el
riesgo de legitimar y enmascarar intereses
económicos y políticos que perpetúan el mo-
delo actual de sobreexplotación del planeta y
de las poblaciones más vulnerables. Algún
analista señaló incluso que los países ricos
buscan desarrollar a nivel mundial un conjunto
de indicadores y medidas para cuantificar y va-
lorizar económicamente las distintas funciones
de la naturaleza, para introducirlas al mercado
a través de una serie de mecanismos financie-
ros. Se trata de crear las bases de un mercado
mundial de servicios ambientales y de los eco-
sistemas, de una financiarización del me-
dioambiente.
Así, organizaciones africanas alertaron del
peligro de que el concepto de economía verde
fuera secuestrado por los intereses de las
grandes corporaciones multinacionales. Si no
se tienen en cuenta los derechos humanos, la
justicia social, la equidad y el buen gobierno, la
agenda de la economía verde servirá exclusi-
vamente a los intereses de los ricos en lugar
de servir para luchar contra la pobreza y aten-
der los desafíos de la sostenibilidad.
El marco institucional que se
encargará del desarrollo sostenible
después de la Cumbre
Esta cuestión quizás fuera la más relevante,
porque en última instancia lo importante de la
82
Cumbre serán sus efectos a largo plazo. Va-
rios países estaban considerando en la fase
previa la propuesta de establecer un nuevo
Consejo para el Desarrollo Sostenible que fun-
cione bajo la Asamblea General de las Nacio-
nes Unidas. Sería una versión mejorada de la
actual Comisión sobre el Desarrollo Sosteni-
ble, que todos coinciden en que es demasiado
débil.
Otros países mostraban su preferencia por
reformar y fortalecer el ECOSOC, aunque tam-
bién había quienes señalaban que la reforma
de este organismo lleva ya varios años, con
escasos resultados y que, por tanto, sólo un
Consejo totalmente nuevo puede hacer frente
a las enormes tareas que debería asignar la
Cumbre. La dificultad de contar con fondos pú-
blicos en la definición de soluciones de mejora
institucional marcaba en gran medida las pau-
tas de las negociaciones.
Europa y varios países africanos también
mostraban su interés por mejorar el actual Pro-
grama de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente (PNUMA) y convertirlo en una agen-
cia especializad, como la OMS y la PAO, con
el argumento de que las aportaciones volunta-
rias lo convertían en el "niño pobre" de las Na-
ciones Unidas y de que su mandato actual es
demasiado débil y de alcance limitado. Pero
países como Estados Unidos y Rusia manifes-
taron su oposición a crear una nueva entidad
de las Naciones Unidas, que implicaría más
costos.
El planteamiento de unos Objetivos
de Desarrollo Sostenible compartidos
por la comunidad internacional
Esta idea emergió en el proceso preparato-
rio y para algunos el planteamiento sonaba a
empezar a diseñar la agenda post-ODM, y, por
tanto, estos objetivos de desarrollo sostenible
serían los sucesores de los ODM. Paralela-
mente, se convirtieron y fueron confirmando
como el principal resultado potencial de
Río+20, a medida que la. transición hacia una
economía verde mostraba enfrentamientos
NM05 Verano 2012

irreconciliables entre gobiernos y el rechazo de
la mayor parte de la sociedad civil; y la reforma
de las instituciones para la gobernanza me-
dioambiental se topaba con las limitaciones
presupuestarias de los principales defensores
de soluciones ambiciosas, como la Unión Eu-
ropea.
Los países desarrollados ponen el énfasis
en objetivos ambientales, mientras que los paí-
ses en desarrollo argumentan que también de-
ben incluirse objetivos económicos y sociales,
como el crecimiento económico sostenido, la
erradicación de la pobreza y la reforma del sis-
tema financiero mundial.
Organizaciones de la sociedad civil insistían
en aunar equidad y límites planetarios e im-
pulsar simultáneamente los tres pilares del de-
sarrollo sostenible: el económico, el social y el
ambiental, a partir del principio de las respon-
sabilidades comunes pero diferenciadas, reco-
nocido en la Cumbre de la Tierra, y las diferen-
tes capacidades entre los países. Al igual que
los gobiernos impulsores, defendían que la
propuesta de estos objetivos se lanzara en
Río+20, iniciándose un proceso de dos años
para que la Asamblea General de las Naciones
Unidas formulara los objetivos, indicadores y
plazos para alcanzarlos. Este proceso debe
ser único e incorporar también la valoración y
los aprendizajes de los Objetivos de Desarrollo
del Milenio, superando así sus debilidades.
Conclusiones: ¿qué resultados
surgieron de Río+20?
Las valoraciones sobre el resultado de la
Cumbre son diversas, aunque hay que recono-
cer que son más abundantes las visiones ne-
gativas que entienden que el gran perdedor de
esta Cumbre es el planeta.
En general, las organizaciones de la socie-
dad civil se sienten defraudadas por el resulta-
do de Río+20; sienten que los legítimos intere-
ses de la humanidad han sido puestos en se-
gundo plano, por detrás de los intereses parti-
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Balance de Río + 20
culares del sector privado empresarial, y que
las referencias a los principios de Río 92 no
son más que maquillaje. No se han hecho
compromisos serios en temas tan graves co-
mo la crisis ecológica, el cambio climático, la
lucha contra la pobreza, la garantía de la segu-
ridad alimentaria, la crisis energética, la situa-
ción de los océanos, etc. Los acuerdos alcan-
zados son tan débiles que algunos los han ca-
lificado de falta de acuerdos.
Diversos medios han destacado que muchos
asistentes -ecologistas, activistas, líderes em-
presariales- se han marchado de Río conven-
cidos de que el progreso en los asuntos me-
dioambientales debe acometerse a nivel local,
con el sector privado y sin la ayuda de los
acuerdos internacionales, es decir, que son las
personas individuales y las empresas; más
que los gobiernos, quienes deben liderar los
esfuerzos para mejorar el medio ambiente.
Por el contrario, la valoración oficial del Go-
bierno de España, realizada por el ministro de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es
optimista, en el sentido de que la Declaración
final de Río+20 marcará la senda para avanzar
en el desarrollo sostenible, supondrá el inicio
de hasta seis procesos nuevos de gran impor-
tancia y reafirmará compromisos anteriores en
esta materia. Arias Cañete ha destacado que,
pese a las diferencias existentes entre los par-
ticipantes, finalmente ha quedado patente que
"el desarrollo sostenible tiene una importancia
crucial para la creación de empleo y el creci-
miento económico".
El ministro valoró también el hecho de que
se haya acordado completar los actuales siste-
mas de medida del desarrollo, centrados en el
PIB, por nuevas medidas que lo complemen-
ten, iniciando un proceso dentro de Naciones
Unidas que enriquecerá nuestra comprensión
y medición de lo que es el desarrollo sosteni-
ble.
Una rápida revisión del documento final nos
puede permitir identificar que su lenguaje es
débil y carente de compromiso. Se invoca un
83
Lourdes Benavides y José M- Medin
largo rosario de anteriores compromisos que
han sido incumplidos sin dar pistas claras de
cómo se van a cumplir
El apartado dedicado a la economía verde
adolece de una definición clara de qué se en-
tiende por tal; se apunta como uno de los ins-
trumentos más importantes para el desarrollo
sostenible y se recogen una serie de orienta-
ciones generales para las políticas que deben
impulsarla, pero el conjunto resulta bastante
impresionista, poco nítido, poco claro. Quizás
el tiempo y la perspectiva permitan tener una
visión más clara de este concepto, pero en ini-
cio se mantiene la preocupación por su indefi-
nición.
El apartado relativo al marco institucional pa-
ra el desarrollo sostenible también resulta po-
co definido. Se habla de la necesidad de coor-
dinación y coherencia de todos los organismos
de Naciones Unidas, de la necesidad de forta-
lecer el ECQSQC, de establecer un foro políti-
co de alto nivel de carácter intergubernamental
que reemplace a la Comisión de Desarrollo
Sostenible, de fortalecer el PNÜMA como prin-
cipal autoridad ambiental mundial... pero pare-
ce que todo queda postergado al futuro, cuan-
do la realidad es que los problemas ecológicos
son urgentes y las respuestas no deberían te-
ner dilación.
La lectura del apartado referido al marco pa-
ra la acción y el seguimiento también transmite
84
una sensación de falta de concreción. Se abor-
dan muy diversos temas, pero no parece que
haya compromisos concretos en ninguno. El
apartado relativo a los Qbjetivos de Desarrollo
Sostenible pudiera ser el único pequeño logro
de la Cumbre, con el compromiso de estable-
cer un proceso formal para después de 2015;
se creará un grupo de trabajo con 30 repre-
sentantes de los cinco grupos regionales de
Naciones Unidas que presentará un informe a
la Asamblea General en el período de sesio-
nes que abrirá en septiembre próximo.
Respecto a los medios de ejecución, tampo-
co hay nuevos compromisos; la responsabili-
dad principal del desarrollo sostenible la tendrá
que asumir cada país. Quedó patente que la
falta de voluntad de la Unión Europea de
anunciar compromisos financieros debilitó su
capacidad negociadora frente a lös países
emergentes, cada vez más relevantes a la ho-
ra de defender o bloquear propuestas. Se re-
cuerdan los compromisos establecidos sobre
ayuda al desarrollo y la conveniencia de que
haya fuentes innovadoras de financiación, pe-
ro se traslada la elaboración de propuestas a
un comité cuya labor concluirá en 2014. No
hay urgencia, no hay compromisos fuertes, no
hay nada concreto.
Notas ' •
' The New York Times, 23/05/2012.
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