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Noviembre 9

Deja que se Cure


Lee: Colosenses 3:12-15

Permite que los sentimientos que hieren se curen

Versículo Clave
Perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros. Efesios 4:32

Niño: (Asustado) Ay, Ay, me volví a lastimar el dedo. “¡mi dedo está sangrando otra vez!”
CHARLIE: ¿Alguien ha herido tus sentimientos o tu orgullo? Lastimarse duele y cuando te
lastiman también duele. Hola soy el tío Charlie, escuchas Tesoros para niños. En la Biblia en
Colosenses capítulo 3 versículos 12 y 13 dice “Vestíos, pues, como escogidos de Dios,
santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre,
de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere
queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” La
historia, deja que se cure.

“¡Mami, mi dedo está sangrando otra vez!” gritó Jason mientras corría a la cocina.
Su mamá suspiró y le dio una servilleta. Él la envolvió alrededor de su dedo y observó,
fascinado, mientras la mancha roja crecía. “Jason tú tienes que dejar quieta esa cortada,” lo
regañó su mamá. “Yo quisiera…” Justo entonces la puerta de la cocina se cerró de golpe, y
ella vió a Stacy, quien entró pisando fuerte en el cuarto y tiró sus libros en la mesa.
“¡Mira Stacy!” Jason colocó su dedo en frente de la cara de su hermana mayor. “Mi dedo está
sangrando otra vez.”
“Tú no recibirás ninguna compasión de mi,” refunfuñó Stacy. “¡Deja de hurgarlo o llevará
mucho tiempo para que se sane, y dejará una cicatriz!” la cara de Jason se frunció, y parecía
que estaba listo para llorar. “Tampoco empieces a llorar,” añadió Stacy. Ella le echó una
mirada a su hermanito y después se volvió a su mamá. “¡Ya no soporto más a Jodi! La
semana pasada me ignoró, y esta semana quiere que sea su amiga,” se quejó Stacy. “¡Ella
piensa que puede ser de ambas formas, y no me gusta para nada!”
Su mamá frunció el ceño. “Bueno ella se disculpó por no invitarte a la piyamada, ¿verdad?”
preguntó su mamá. “Si recuerdo bien, Jodi quería que tú fueras pero pensó que íbamos a
casa de la abuela. Tú le habías dicho eso antes.”
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Stacy se encogió de hombros. “¡Yo le quise decir el próximo fin semana! Si ella de verdad
quería que fuera, parece que ella me hubiese preguntado. ¿Pero ella me preguntó? ¡Oh, no!
Yo creo que ella no quería que fuera.”
“Eso no es justo.” Su mamá la miró directamente a los ojos. “Stacy, tú necesitas dejar de
hurgar la llaga, o va a dejar una cicatriz que puede herir tu amistad para siempre.”
“P-ero yo…yo no sé q-q-que tú…” tartamudeó Stacy. Ella hizo una pausa y miró sus pies.
Ella suspiró. “Mamá yo si sé que es lo que tú quieres decir,” ella finalmente admitió. “He
estado actuando igual que Jason.”
“¿Te cortaste el dedo Stacy?” preguntó Jason. “¿Te duele?”
Stacy sonrió. “No, no el dedo, sino mis sentimientos fueron heridos,” contestó ella.
Jason desenrolló la servilleta de su dedo. “Mira mami. Dejó de sangrar. ¿Stacy, tus
sentimientos heridos dejaron de sangrar?”
Sonriéndole a su hermano, Stacy asintió con la cabeza.

¿Alguien ha herido tus sentimientos o tu orgullo? ¿Estás tú hurgando en la herida –


negándote a perdonar y a olvidar? ¿Continuas recordándote a ti mismo y a otros lo que
sucedió y como tú piensas que deberías haber sido tratado? Dios le dice a Sus hijos que
perdonen. Deja de pensar acerca de tu herida y deja que se cure.
Efesios 4:32 dice “Perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros.”
La clave dice: Permite que los sentimientos que hieren se curen. Escuchaste Tesoros para
niños, soy el tío Charlie y espero que nos escuches otra vez. Nosotros amamos a los niños
porque Dios ama a los niños.

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