Los estrógenos juegan un papel importante ya que son uno de los reguladores más
importantes del ritmo con que se produce este recambio y, por tanto, de la pérdida de hueso. Cuando se llega a la menopausia y disminuyen los niveles de estrógenos el proceso de recambio óseo se acelera y con éste el ritmo de pérdida de hueso. En la postmenopausia se pierde hueso a un ritmo más rápido que cuando existe actividad hormonal.
Los estrógenos que produce el ovario durante la época fértil de la mujer protegen nuestros
huesos, lo que explica que al llegar a la menopausia se produzca la osteoporosis, o bien una pérdida progresiva de masa ósea y un deterioro de la calidad del hueso que predispone a la mujer a un mayor riesgo de fracturas.