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Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos
poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los
sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte
en su presencia.
¿Por qué decimos que los Apóstoles, son hombres como tú y yo?
En su carácter:
Ninguno era conocido por su erudición ni por su gran saber.
No eran oradores ni teólogos.
No sobresalían por talentos naturales o habilidades intelectuales.
Todos tenían inclinación a equivocarse, a fallar, a tener actitudes erróneas, les faltaba fe.
a) Carecían de entendimiento espiritual (Mt. 15:16-17; Lc. “4:25) como lo corrigió Jesús,
enseñándoles (HCH 1:3).
b) No eran Humildes (Mt. 20:20-28; Lc. 9:46) como lo corrigió Jesús, siendo ejemplo de
humildad.
c) Carecían de fe (Mt. 6:30, 8:26, 14:31) como lo corrigió Jesús, con milagros y hechos
portentosos (Jn. 20:30)
d) Carecían de compromiso (Mr. 14:50) como lo corrigió Jesús, oró por ellos (Jn. 17: 11-26)
e) Carecían de poder (Hch. 1:8) como lo corrigió Jesús, envió a su Espíritu Santo.
En su llamado:
a) Llamado al ministerio, llamado a la salvación (Jn 1:35-51)
b) Llamado al ministerio, dejando todo Lc. 5 ejemplo, dejaron todo (Mt. 4:19-22; Lc. 5:11)
c) Llamado al apostolado, seleccionó y nombró a doce hombres en particular (Mt. 10:2-4,
Mr. 3:16-19, Lc. 6:13-16, Hch. 1:13-14)
d) Llamado al Martirio…