Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Maceración: para lograr este proceso hay que colocar por periodos adecuados
frutas secas, semillas, hierbas, etc., en alcohol etílico (alcohol fino de uso
doméstico). Este se disuelve y retiene los aceites aromáticos volátiles; luego, con un
almíbar denso, posterior filtrado y estacionamiento se obtiene excelente licor.
Hay que tener en cuenta la diversidad de los materiales a macerar; si son cáscaras o
hierbas, el proceso es más rápido y si son semillas o carozos el tiempo será más
prolongado.
En lo referente a la incorporación de un ingrediente como el azúcar, esta operación
puede realizarse de dos formas: agregándolo en el momento de la maceración o
adicionando almíbar concentrado a 107 º C aproximadamente, y que se agrega
cuando el almíbar está frío.
La proporción es de dos tercios de alcohol por cada tercio de azúcar.
Asimismo, vale recordar que todos los licores deben ser filtrados para que la
preparación resulte cristalina; para ello se usará papel tisú a modo de filtro.
Nota: hay que recordar que los licores se distinguen de las demás aguardientes por
tener azúcar. Con ello, mayor aroma y un sabor más intenso, así como su
coloración característica. Se pueden entonces distinguir cuatro grupos: los licores
de jugos de frutas, los de extracto de frutas, los aromáticos con especias y los de
crema.
Recomendaciones: