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Secuela

Muchos de los sujetos murieron como resultado de los experimentos conducidos por los
nazis, mientras que muchos otros fueron asesinados una vez que se completaron las pruebas
o para estudiar el efecto post mortem.27 Aquellos que sobrevivieron a menudo quedaron
mutilados, sufriendo de discapacidad permanente, cuerpos debilitados y presión
psicológica.2815
El 19 de agosto de 1947, los médicos capturados por las fuerzas aliadas fueron llevados a
juicio en el proceso de USA vs. Karl Brandt et. al. que es comúnmente conocido como
el Juicio de los doctores. Durante el proceso, varios médicos alegaron en su defensa que no
existía una ley internacional concerniente a la experimentación médica. No obstante, en la
medicina alemana, el principio de consentimiento informado no era original para cuestiones
en torno a la Segunda Guerra Mundial. En 1890, el doctor Albert Neisser infectó pacientes
(en su mayoría prostitutas) con sífilis sin su consentimiento. A pesar del respaldo de gran
parte de la comunidad académica, la opinión pública liderada por el psiquiatra Albert Moll
estuvo en contra de Neisser. Mientras que Neisser fue multado por una corte disciplinaria,
Moll desarrolló «una teoría de un contrato legal positivista en la relación médico-paciente»
que no fue adoptada por la ley alemana.29 Finalmente, el Ministro para asuntos religiosos,
educativos y médicos emitió una directiva que declaraba que las intervenciones médicas,
con excepción del diagnóstico, curación e inmunización, estaban excluidas bajo toda
circunstancia «si el sujeto era menor de edad o no competente por otras razones» o si no
había dado su «consentimiento inambiguo» luego de una «explicación correcta de las
posibles consecuencias negativas» de la intervención; sin embargo, esta directiva no era
legalmente vinculante.29
En respuesta a ello, los doctores Leo Alexander y Andrew Conway Ivy elaboraron un
memorándum de diez puntos titulado "Experimento médico permisible" que fue conocido
como el Código de Núremberg.30 El código trata sobre la necesidad del consentimiento
voluntario de los pacientes, evitar dolor innecesario y sufrimiento y el supuesto de que la
experimentación no terminará en la muerte o en discapacidad; 31 no obstante, no fue citado
en ninguno de los descubrimientos contra los reos y nunca se convirtió en ley médica
alemana o estadounidense.30
Cuestiones éticas
Los conocimientos médicos modernos sobre cómo reacciona el cuerpo humano al
congelamiento hasta el punto de la muerte se basan casi exclusivamente en los
experimentos médicos nazis.[cita  requerida] Esto, junto con el uso reciente de información
procedente de investigaciones biomédicas nazi sobre los efectos del gas fosgeno, ha sido
controvertido y presenta el dilema ético para los médicos modernos que no están de
acuerdo con los métodos usados para obtener esta información. 20 De forma similar, se ha
creado una muy seria controversia sobre el uso de los resultados de pruebas sobre armas
biológicasrealizadas por el Escuadrón 731 del Ejército Imperial Japonés;32 sin embargo, los
resultados del Escuadrón 731 fueron mantenidos clasificados por los Estados Unidos y se
concedió indulto a la mayoría de los médicos involucrados.33
10 ATROCES EXPERIMENTOS NAZIS CON SERES HUMANOS

Entre las mayores crueldades del régimen más atroz del mundo moderno estuvieron los
experimentos con humanos realizados con los cautivos de los campos de concentración.
Esta lista reúna algunos de los más sorprendentes.

-Gases: los nazis querían conocer a fondo el efecto del gas mostaza y el fosgeno sobre el
cuerpo humano. Para esto, los utilizaron sobre prisioneros, muchos de los cuales murieron
en la prueba.

-Heridas en la cabeza: el Dr. Wichtmann martillaba la cabeza de niños, a los que mantenía
atados, para calcular cuantos golpes exactamente aguantaba el cráneo.

-Esterilización: las mujeres de los campos de concentración fueron usadas en la búsqueda


de crear métodos de esterilización mediante drogas, cirugías y raxos X.

-Altura y presión: el Dr. Rascher encerró a  prisioneros en una cámara de baja presión para
buscar formas de ayudar a los pilotos alemanes que tenían que estar a grandes alturas. De
los 200 cautivos, murieron 80.

-Malaria: en el campo de concentración de Dachau se inyectó malaria a varias personas


para luego investigar cómo tratarla, administrándoles todo tipo de drogas experimentales.
Muchas personas murieron de sobredosis.
 

-Congelamiento: los nazis querían conocer mecanismos para tratar la hipotermia, para lo


cual sumergían a los prisioneros en un tanque con agua congelada por más de tres horas, o
hasta la muerte.

-Veneno: en el campo de concentración de Buchenwald se realizaron experimentos para


investigar el efecto de los venenos en las personas. Simplemente, añadían veneno en la
comida de los prisioneros. Muchos morían al instante.

-Agua de mar: en el campo de concentración de Dachau se realizaron experimentos que


pretendían potabilizar el agua de mar, mezclándola con otras sustancias. De los prisioneros
que debían beber estas pruebas, muchos murieron de deshidratación.

-Niños: Los nazis, obsesionados con la supremacía racial, emplearon niños para


experimentar, buscando la forma de que sean más fuertes, sus ojos más claros y sus rasgos
más ajustados al estándar ario

-Sulfamidas: los prisioneros eran infectados de alguna enfermedad como gangrena o


tétano, luego eran tratados con sulfamidas, un agente sintético antimicrobiano, pero muchas
veces las dosis demasiado altas les causaban la muerte.

10 de los más terribles experimentos nazis aplicados durante el Holocausto


 Las atrocidades cometidos por los nazis siguen generando repudio a toda la sociedad
mundial. Existen algunos terribles experimentos aplicados en humanos que pocos conocen.
Durante el Holocausto, los nazis sometieron a miles de personas a terribles experimentos
para demostrar su superioridad. Las principales víctimas eran los presos de los diferentes
campos de concentración que estaban por todo su reino.
1.- Coagulación de la sangre
Este castigo consistía en estudiar la coagulación de la sangre con la esperanza de poder
frenar así hemorragias en el campo de batalla. Para tal efecto, podían disparar, hasta
amputar los miembros de las personas sin anestesia alguna.
2.- Sulfamida

Para probar la eficacia de la sulfamida, los presos tenían que hacerse heridas en sus piernas
con cristales y arena para similar el escenario de una herida de batalla. A pesar de que las
conclusiones ayudaron a avanzar en el mundo de la medicina, los presos sufrieron gran
dolor y algunos acabaron muertos.
3.- Hipotermia
Sigmund Rascher, encargado de muchos de estos terribles experimentos, quiso descubrir
cuánto tiempo demoraba en morir una persona producto de la hipotermia. Para tal efecto,
las víctimas eran introducidas en bañeras heladas en exteriores, lo que llevó a la muerte de
la mayoría. Los que no, eran sometidos a otros experimentos para intentar ser revividos.
4.- Bombas

Entre 1943 y 1944 se llevaron a cabo experimentos en el campo de concentración de


Buchenwald para probar la efectividad de fármacos en heridas fruto de bombas y
quemaduras. A los prisioneros les quemaban a conciencia para probarlas.
5.- Agua de mar
La intención era saber si el agua del mar era apta para el consumo humano y para ello, los
sujetos sólo podían tomar durante días este agua salada, lo que les llevó a sufrir
alucinaciones, diarrea, locura e incluso la muerte.
6.- Venenos

Durante el Holocausto los presos de Buchenwald tomaban veneno para ver cómo
reaccionaban y cuánto tardaba en hacerle efecto. Algunos murieron inmediatamente y otros
simplemente fueron asesinados para poder realizar autopsias y ver los resultados.
7.- Esterilización
Para este experimentos los presos se sometieron a diferentes tipos de esterilización, con el
fin de averiguar cuál era más rápida y barata.
8.- Regeneración

Durante más de un año se estudió la regeneración de huesos, tejidos y nervios mediante


experimentos en Ravensbruck. Parte de las intervenciones consistían en cortar trozos
enteros de nervios de las piernas de los reclusos para ver cómo se regeneraban.
.
10.- Experimentos gemelos
Las personas gemelas eran otras víctimas de los nazis. A ellos, se les sacaba sangre todos
los días, se les comparaba y se les medía a menudo, intentando averiguar las diferencias. Si
uno de ellos moría, el otro era asesinado para ser estudiado post-mortem.
 
 
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Entre 1933 y 1945, en Alemania, estuvo en el poder el Partido Nacionalsocialista Alemán


de los Trabajadores al mando de Adolf Hitler. Durante ese período, en el contexto de
la Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo una brutal represión contra judíos, comunistas,
homosexuales y gitanos.

La historia del nazismo es ampliamente conocida, pero hoy nos queremos detener en un
aspecto más particular: los experimentos con humanos.

Durante el nazismo muchos médicos y científicos estuvieron involucrados en experimentos


llevados a cabo en los campos de concentración. Lo cierto es que, en los juicios, solo 15 de
los 23 que participaron en estos terribles experimentos con humanosfueron considerados
culpables.

Congelación e hipotermia

Las muertes y enfermedades causadas por el duro invierno que tenían que enfrentar los
militares en el Frente Este llevó a los médicos y científicos nazis a investigar en
profundidad los efectos para la salud del frío extremo, la congelación y la hipotermia.

Estos experimentos estuvieron a cargo del doctor Sigmund Rascher en los campos


de Birkenau, Auschwitz y Dachau, y en 1942 presentó los resultados en una conferencia.
En primer lugar se veía cuánto tiempo tardaba un cuerpo en congelarse hasta la muerte. En
segundo lugar se investigaban estrategias para reanimarlo.

A las víctimas —jóvenes judíos, principalmente rusos— se los ponía en tinas de agua
helada o desnudos a la intemperie en temperaturas menores a cero grados Celsius, con una
sonda rectal que medía su temperatura corporal. La mayoría de los sujetos de investigación
moría al llegar a los 25 grados Celsius.

Por otra parte, los experimentos para resucitar también eran crueles y dolorosos en aquellos
que estaban a punto de morir. Las estrategias de reanimación eran varias: se los ponía bajo
lámparas de rayos ultravioletas que quemaban la piel, se les irrigaba agua hirviendo que
generaba ampollas, se los ponía en tinas con agua caliente cuya temperatura se iba
aumentando, o hacían que una mujer «caliente» al hombre teniendo relaciones sexuales con
él.

Experimentos genéticos

La raza aria era el objetivo de los nazis: cabello rubio, ojos azules, superhombres de una
única raza en todo el mundo; quienes no cumplieran esas características debían ser
exterminados.

Se llevaron a cabo decenas de investigaciones médicas para analizar la «pureza» de las


razas humanas. El protagonista de muchos de estos experimentos fue el doctor Rascher.

En los campos de concentración se llevaron a cabo gran cantidad de experimentos


genéticos para perfeccionar la raza y entender sus defectos. Entre los más conocidos fueron
los experimentos de Josef Mengele con gitanos y mellizos. Mengele, llamado «ángel de la
muerte» seleccionaba a sus sujetos apenas bajaban del tren en el campo de Auschwitz.

En el caso de los gemelos, Mengele los estudiaba por varios días y luego de todas las
pruebas necesarias los mataba con una inyección de cloroformo en el corazón.

 Estos, y muchas más: «Los crueles experimentos científicos de Josef Mengele»

Otras pruebas espeluznantes


En los campos de concentración también se llevaban a cabo otro tipo de pruebas con
extrema violencia: interrogaciones con tortura, inyecciones con virus de enfermedades,
esterilización y experimentación de nuevas cirugías.

Por ejemplo, el doctor Kurt Heissmeyer inyectó la bacteria que causa la tuberculosis a


prisioneros del campo de Neungamme. También se los expuso al gas fosgeno para
encontrar un antídoto, ya que este había sido utilizado como arma biológica en la Guerra.

En muchos casos se mutilaba a un preso para trasplantar sus extremidades en otro. La idea


era saber si se podían trasplantar extremidades, pero se hizo de forma tan cruel que muchas
personas murieron, otras quedaron inválidas y el experimento no llegó a ninguna buena
conclusión.

Otra loca idea fue la de Hans Eppinger, que buscaba una forma de hacer bebible el agua de
mar. Se privó de comida y agua fresca a los gitanos y se los obligó a beber solo agua de
mar, por lo que muchos desarrollaron graves enfermedades.

El envenenamiento por inyecciones o en la comida era común en los campos de


concentración; así como también la inseminación artificial de las mujeres, de las que se
burlaban diciendo que habían inyectado en ellas esperma de animales para crear un
monstruo.

Estos son solo algunos de los peores experimentos nazis con humanos, ¿sabías de ellos?

Todos conocemos el trágico destino de las víctimas, sujetos de estos experimentos, pero
¿qué habrá sucedido con sus victimarios?

Los experimentos con humanos durante el nazismo


Experimentos con seres humanos en el nazismo
Durante ese lapso histórico se produjeron hechos que marcarían la historia, como
la Segunda Guerra Mundial, así como la persecución y el exterminio de comunistas, judíos,
homosexuales y gitanos. 

Una de las facetas más desconocidas pero igualmente macabras del periodo histórico de la
Alemania nazi es, sin duda, los experimentos que realizaron los médicos del régimen con
personas humanas como víctimas. Comparando los experimentos psicológicos más
inmorales de la historia con las investigaciones del doctor Mengele, uno se da cuenta que el
experimento de la Prisión de Stanfordfue, prácticamente, un juego de niños.

La sociedad actual valora a los médicos como aquellas personas que se especializan en
sanar a las personas, evitarles dolor, y procurar por su bienestar y su salud. No obstante,
durante los años del nazismo los médicos desempeñaron otras funciones. Muchos médicos
e investigadores estuvieron implicados en experimentos realizados en los campos de
concentración. Un total de 15 de los 23 médicos acusados de haber perpetrado estos
horribles experimentos fueron declarados culpables durante los juicios de la Alemania
posterior al Tercer Reich.

Hipotermia y congelación

El estudio de la congelación en humanos se realizó con el objetivo de simular las


condiciones que padecían los militares en el Frente del Este. Gran parte del ejército fallecía
a causa de las bajísimas temperaturas, o a causa de patologías asociadas a éstas, como la
gripe o la pulmonía. El experimento con humanos suponía la base científica para predecir
mejor la reacción de los cuerpos ante el frío y poder emplear algunas variables para hacer
más resistentes a los soldados ante esas condiciones.

Las investigaciones fueron comandadas por el doctor Sigmund Rascher en los campos


de Auschwitz, Birkenau y Dachau. En el año 1942, Rascher expuso los resultados en una
conferencia. De una parte, mostraba el tiempo necesario para que un cuerpo humano se
congelase hasta el fallecimiento, y por otra, se estudiaban métodos de reanimación para
estos casos.
Los conejillos de indias de estos experimentos inhumanos fueron jóvenes rusos y judíos.
Colocaban a cada una de las víctimas en barriles de agua congelada o se les dejaba
completamente desnudos a la intemperie sufriendo temperaturas de congelación. Su
temperatura corporal se medía mediante una sonda colocada en el recto. La mayor parte de
jóvenes moría al situarse su temperatura corporal por debajo de los 26 grados centígrados.

Además, llegado el momento en que perdían el conocimiento y se encontraban al borde de


la muerte, los investigadores realizaron diferentes experimentos para tratar de reanimarlos.
Estos intentos de resucitación causaban un gran sufrimiento en los sujetos, a quienes se
mantenía al borde del colapso durante largos e interminables minutos. Se les situaba debajo
de lámparas de rayos ultravioletas que abrasaban la piel, o se les irrigaba agua hirviendo en
el interior del cuerpo, práctica que hacía aparecer ampollas, o se les colocaba en tinas de
agua que se iba calentando progresivamente.

Quemaduras con químicos

El campo de Buchenwald también fue escenario de investigaciones espantosas. Se quemaba


con fósforo a prisioneros, principalmente gitanos, para estudiar las consecuencias de
algunos compuestos químicos en el cuerpo humano.

Pruebas con alta presión a grandes alturas

Probablemente uno de los experimentos más brutales fue el realizado por Sigmund
Rascher, el mismo médico que fue artífice de las investigaciones de hipotermia antes
explicadas. Himmler, dirigente de las SS, alentó a Rascher para que investigara la conducta
humana en condiciones extremas de presión atmosférica. Quiso indagar sobre la altura
máxima a la que los soldados paracaidistas y los pilotos de los aviones militares podían
saltar al vacío sin padecer daños.
De los más de dos cientos sujetos que participaron en las pruebas de Rascher, setenta
fallecieron.

Cuando fue llevado delante de los tribunales por los aliados después de la guerra, una de las
investigaciones más macabras salió a la luz. Un informe daba fe de las anotaciones de
Rascher, donde se relataba el caso de un judío de 37 años que fue obligado a tirarse desde
una altura de 12.000 metros. Después del tercer salto desde esa altura, sufrió una agonía y
murió al cabo de pocos minutos.

Experimentos genéticos

El triunfo de la raza aria era uno de los principales objetivos de los nazis. La raza aria, sin
embargo, es un concepto pseudocientífico que usó la propaganda nazi para establecer las
bases de una sociedad en que esta falsa procedencia étnica marcara la criba entre lo humano
y lo inhumano. Desde el nazismo, los arios, popularmente descritos como rubios, con ojos
azules y de complexión atlética, debían erigirse como la raza pura que dominaría el planeta.
Las personas que no cumplían estos rasgos, poco más que debían ser eliminados. Las leyes
que regulaban el matrimonio se encaminaron a investigar la procedencia racial y determinar
su pureza.
En los campos de concentración se realizaron múltiples investigaciones en el campo de la
genética con el fin de perfeccionar la raza y comprender la naturaleza de los defectos
genéticos. Los experimentos más célebres fueron los llevados a cabo por el doctor Josef
Mengele, que tuvieron como víctimas a gitanos y hermanos gemelos. 

El apodado como “Ángel de la Muerte” escogía a los sujetos que serían investigados apenas
se apeaban del tren cuando llegaban al campo de AusImagenchwitz, basándose en ciertos
defectos físicos o rarezas que pudieran interesarle.

Mengele recibía el apoyo intelectual del Instituto Káiser Guillermo de Antropología,


Eugenesia y Genética en Dahlem, y enviaba los reportes de sus investigaciones al doctor
Von Verschuer, quien desde la Universidad de Frankfurt le tutorizaba desde su profundo
conocimiento en el campo de la genética de gemelos.

Con los hermanos gemelos que usaba para sus estudios, Josef Mengele los estudiaba
durante unas semanas, y cuando les había sometido a las pruebas pertinentes, les
administraba una inyección letal de cloroformo directa al corazón.

Otras pruebas espeluznantes

En las lúgubres dependencias de los campos de concentración se efectuaban otras


investigaciones y pruebas de una violencia inusitada: torturas durante los interrogatorios,
administración de inyecciones que contenían virus a humanos, esterilización forzosa y
estudio para el avance en técnicas quirúrgicas.

Sin ir más lejos, el doctor Kurt Heissmeyer fue el artífice en la administración de


inyecciones infectadas de tuberculosis a los presos del campo de concentración de
Neungamme. Algunos de estos reos también fueron expuestos a gas fosgeno con el fin de
realizar investigaciones para hallar un antídoto para la intoxicación, pues el gas fosgeno
había sido utilizado como arma biológica durante la II Guerra Mundial.
Los prisioneros víctimas de investigaciones fueron también mutilados para después probar
de trasplantar las extremidades en otro preso, también mutilado. El objetivo era descubrir si
era posible el trasplante de brazos o piernas, pero la metodología empleada fue
terriblemente cruel, y los pocos presos que no fallecieron quedaron mutilados. El
experimento no logró ningún resultado concluyente.

Otra macabra idea fue surgida del médico Hans Eppinger, quien andaba intentando
descubrir un modo de potabilizar el agua marina. Mantuvo a varios gitanos privados de
comida y agua, y les obligó a beber, únicamente, agua de mar. Como resultado, gran parte
de los gitanos desarrollaron patologías severas.

En los campos de concentración eran habituales los envenenamientos mediante inyecciones


o mediante la ingesta de comida. También se experimentó con la inseminación in vitro en
mujeres, llegándose a extender la idea de que se les había inyectado esperma de diferentes
animales para crear un monstruo.

Reflexiones éticas

Estos experimentos llevados a cabo durante el nazismo plantearon en lo sucesivo decisivas


reflexiones de lo que debía ser la experimentación con humanos y sus límites éticos. La
barbarie pertrechada por doctores como Mengele o Heissmeyer son un infausto recuerdo de
la sinrazón que llevó a decenas de miles de víctimas a ser torturadas en nombre de una
ciencia desprovista de cualquier ética

Experimentos con gemelos


La eugenesia o manipulación genética fue uno de los mayores intereses de los
nazis. Y se creía que los gemelos eran la opción ideal para descubrir más sobre
la genética. Según Otmar von Verschuer, biólogo y preocupado con el “higiene
racial”, la investigación con gemelos era el “método soberano para la
investigación genética con humanos”. Con estas pruebas se buscaba encontrar
las similitudes y diferencias en la genética de los gemelos. Josef Mengele fue
el hombre encargado de liderar estos experimentos. Más de 1500 pares de
gemelos fueron sometidos a pruebas y sólo 200 sobrevivieron. Mengele fue
seleccionado como el médico principal de Auschwitz por haber realizado un
estudio en el que según él, la raza de una persona podía identificarse por la
forma de la mandíbula.

Para llevar a cabo los experimentos, los gemelos eran separados por edad y
sexo. Luego eran encerrados. Los experimentos iban desde inyecciones con
químicos en los ojos para ver si así podían cambiar de color, hasta coser a dos
gemelos para “crear” siameses.

Experimentos con trasplantes


La finalidad de estos experimentos era la de estudiar la regeneración de
músculos, nervios y huesos. Para ello, se realizaron trasplantes de huesos y se
extrajeron músculos y nervios; todo sin anestesia. Este tipo de experimentos se
realizaron en el campo de concentración de Ravensbrück. La mayoría de las
víctimas quedaron mutiladas o discapacitadas, además que muchas murieron.

Experimentos de esterilización
Desde 1941 hasta 1945, se realizaron experimentos de esterilización sobre todo
en Auschwitz y Ravensbrück. La finalidad era la de esterilizar a millones de
personas en poco tiempo y con poco esfuerzo. Además de estos experimentos,
como parte del programa de esterilización compulsiva, el gobierno nazi
esterilizó cerca de 400,000 personas. Los prisioneros recibieron inyecciones
que contenían yodo y nitrato de plata, mismas que causaron dolor abdominal y
cáncer cervical. Para evitar eso, los pacientes fueron tratados con radiación.

Entre las enfermedades de la época que acababan con las tropas alemanas en el
campo de batalla estaban la malaria, tuberculosis, fiebre, hepatitis tifoidea. Por
ello, la segunda clase de experimentos buscaba combatirlas.

Experimentos sobre malaria


 
En el campo de concentración de Dachau se realizaron investigaciones para
tratar la malaria. Lo que se hacía era tomar prisioneros, quienes eran infectados
con mosquitos o inyectados con extractos de una glándula mucosa de
mosquitos. Lo que se buscaba era que los prisioneros contrajeran la enfermedad
para luego aplicarles diversas drogas y ver cuál era más eficaz. Más de 500
personas murieron a causa de este experimento.

Experimentos sobre el tifus, viruela, cólera y difteria


En Buchenwald se realizaron experimentos para investigar la fiebre y su
posible solución. Los prisioneros fueron inyectados con la bacteria del tifus, lo
que ocasionó la muere de más del 90% de las víctimas. Otros prisioneros
fueron vacunados con sustancias químicas, para después de algunas semanas
ser inyectados con gérmenes de fiebre. El resto eran infectados sin protección
previa para comparar los resultados. También se realizaron experimentos con
viruela, fiebre amarilla, cólera, difteria, etc.

Experimentos para combatir la hipotermia

Con estos experimentos se buscaba encontrar la mejor manera de combatir la


hipotermia. Como los soldados podían estar horas a temperaturas
considerablemente bajas, tratar la hipotermia era importante para los nazis.
Estos experimentos fueron dirigidos por la Luftwaffe, fuerza aérea de
Alemania, así como por los comandantes de Dachau y Auschwitz. Los
prisioneros eran colocados en agua a una temperatura entre los 2.5 y 12ºC; eran
vestidos con el uniforme aéreo y con o sin casco [2]. Para medir la temperatura
corporal se insertaba una sonda en el recto. En algunos de los estudios se
dejaba a los prisioneros hasta por tres horas en el agua y en otros se sumergía
la parte posterior de la cabeza.
Con los experimentos se lograba ver a qué temperatura el prisionero moría, y el
tiempo que había estado en el agua. Además se buscaba saber cómo resucitar
mejor a la persona luego del congelamiento. El médico de la SS, Sigmund
Rascher, publicó los resultados obtenidos en la conferencia médica “Problemas
médicos surgidos del mar y el invierno” en 1942.

Experimentos con gas mostaza y fosgeno


En los campos de concentración de Natzweiler y Sachsenhausen, los
prisioneros eran sometidos a gas mostaza y fosgeno para probar posibles
antídotos. Lo anterior para evitar que los soldados nazis murieran en combate a
causa de estos.

Experimentos con veneno y bombas


Para investigar el efecto de distintos tipos de veneno, entre 1943 y 1944 se
realizaron diversos experimentos en el campo de concentración de Buchenwald.
Los venenos se colocaban en la comida de los prisioneros, por lo que no sabían
que estaban siendo envenenados. Las víctimas morían como consecuencia del
veneno aunque a veces eran asesinadas para realizar la autopsia.
 
También se realizaron experimentos en este campo para ver el efecto de
algunos fármacos en las quemaduras con fósforo. Las quemaduras se realizaban
a prisioneros con sustancias que se extraían de bombas incendiarias.

 
Muchos de los prisioneros que fueron sometidos a experimentos, murieron
durante las pruebas y otros tantos fueron asesinados después para ver el efecto
tras la muerte. Los pocos que sobrevivieron quedaron marcados de por vida.
Algunos mutilados y otros con discapacidad de por vida; pero todos con un
trauma psicológico que no se podía comparar con nada.
Después de que la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en 1945, muchos
médicos fueron llevados a juicio. El código de Núremberg fue el resultado de
las disputas entre médicos que establecieron que debía existir un
consentimiento voluntario de los pacientes, debía evitarse el dolor y el
sufrimiento.
Lamentablemente el dolor nunca podrá desaparecer por completo; aun después
de la muerte de la mayoría de aquellos que vivieron las atrocidades del
Holocausto, las lágrimas derramadas han formado ríos tan grandes que ni el
paso del tiempo logrará secar.

Todos tenían lugar en los campos de concentración


Durante la Segunda Guerra Mundial, el nazismo llevó a cabo una brutal persecución contra
judíos, discapacitados, homosexuales, gitanos y cualquier persona que ellos no
consideraran “pura”. Todos permanecieron encerrados como prisioneros en campos de
concentración y fueron sometidos durante años a las torturas más inimaginables. Entre estas
prácticas destacan los experimentos nazis con humanos, cuyo final solía ser la muerte o
desfiguración de los mismos. Una de las figuras más representativas de esta atrocidad
es Josef Mengele, el encargado de realizar los experimentos en el campo de concentración
de Auschwitz.

Experimentos con gemelos

Los experimentos con gemelos eran muy frecuentes durante el nazismo. Con ellos
estudiaban las diferencias y similitudes en su genética. Mientras comprobaban los límites
del cuerpo humano al ser manipulado de forma antinatural.
Uno de los estudios más recurrentes afectaba a la genética de los gemelos.

Los experimentos con gemelos eran muy frecuentes durante el nazismo. Con ellos
estudiaban las diferencias y similitudes en su genética. Mientras comprobaban los límites
del cuerpo humano al ser manipulado de forma antinatural.

Bombas incendiarias

Los presos también eran utilizados como sujetos de prueba para evaluar el efecto de las
quemaduras del fósforo o el napalm, extraídas directamente de las bombas incendiarias
empleadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Trasplantes sin anestesia

Los trasplantes de huesos sin anestesia ocurrían muy a menudo.

Los nazis investigaron la regeneración y el trasplante de músculos, nervios y huesos en


prisioneros sin ningún tipo de anestesia. Muchos de ellos salieron de la operación
completamente mutilados tras una horrible agonía.

Esterilización

El Dr. Clauberg realizó durante varios años diversos experimentos de esterilización, con el
objetivo de ahorrar tiempo y esfuerzo en un proceso tan complejo. Más de 400.000
individuos fueron víctimas de este estudio, siendo la radiación el tratamiento más exitosos
de todos. Los prisioneros eran engañados y esterilizados sin que ellos nunca lo supieran.

Efectos de la congelación
Los prisioneros permanecían durante horas en tanques de agua helada.

Los nazis forzaban a los sujetos a permanecer en un tanque de agua helada o a la intemperie
con temperaturas bajo cero. Los prisioneros elegidos eran jóvenes rusos o judíos con un
buen estado de salud. Para comprobar la temperatura corporal, les introducían una sonda
aislada en el recto.

Veneno

En el campo de concentración de Buchenwald, los presos ingerían veneno oculto en sus


comidas con fines científicos. Aquellos que sobrevivían un tiempo adicional eran
asesinados para acelerar la autopsia. Se llegaron incluso a utilizar balas envenenadas
durante las sesiones de tortura.

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