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Muchos de los sujetos murieron como resultado de los experimentos conducidos por los
nazis, mientras que muchos otros fueron asesinados una vez que se completaron las pruebas
o para estudiar el efecto post mortem.27 Aquellos que sobrevivieron a menudo quedaron
mutilados, sufriendo de discapacidad permanente, cuerpos debilitados y presión
psicológica.2815
El 19 de agosto de 1947, los médicos capturados por las fuerzas aliadas fueron llevados a
juicio en el proceso de USA vs. Karl Brandt et. al. que es comúnmente conocido como
el Juicio de los doctores. Durante el proceso, varios médicos alegaron en su defensa que no
existía una ley internacional concerniente a la experimentación médica. No obstante, en la
medicina alemana, el principio de consentimiento informado no era original para cuestiones
en torno a la Segunda Guerra Mundial. En 1890, el doctor Albert Neisser infectó pacientes
(en su mayoría prostitutas) con sífilis sin su consentimiento. A pesar del respaldo de gran
parte de la comunidad académica, la opinión pública liderada por el psiquiatra Albert Moll
estuvo en contra de Neisser. Mientras que Neisser fue multado por una corte disciplinaria,
Moll desarrolló «una teoría de un contrato legal positivista en la relación médico-paciente»
que no fue adoptada por la ley alemana.29 Finalmente, el Ministro para asuntos religiosos,
educativos y médicos emitió una directiva que declaraba que las intervenciones médicas,
con excepción del diagnóstico, curación e inmunización, estaban excluidas bajo toda
circunstancia «si el sujeto era menor de edad o no competente por otras razones» o si no
había dado su «consentimiento inambiguo» luego de una «explicación correcta de las
posibles consecuencias negativas» de la intervención; sin embargo, esta directiva no era
legalmente vinculante.29
En respuesta a ello, los doctores Leo Alexander y Andrew Conway Ivy elaboraron un
memorándum de diez puntos titulado "Experimento médico permisible" que fue conocido
como el Código de Núremberg.30 El código trata sobre la necesidad del consentimiento
voluntario de los pacientes, evitar dolor innecesario y sufrimiento y el supuesto de que la
experimentación no terminará en la muerte o en discapacidad; 31 no obstante, no fue citado
en ninguno de los descubrimientos contra los reos y nunca se convirtió en ley médica
alemana o estadounidense.30
Cuestiones éticas
Los conocimientos médicos modernos sobre cómo reacciona el cuerpo humano al
congelamiento hasta el punto de la muerte se basan casi exclusivamente en los
experimentos médicos nazis.[cita requerida] Esto, junto con el uso reciente de información
procedente de investigaciones biomédicas nazi sobre los efectos del gas fosgeno, ha sido
controvertido y presenta el dilema ético para los médicos modernos que no están de
acuerdo con los métodos usados para obtener esta información. 20 De forma similar, se ha
creado una muy seria controversia sobre el uso de los resultados de pruebas sobre armas
biológicasrealizadas por el Escuadrón 731 del Ejército Imperial Japonés;32 sin embargo, los
resultados del Escuadrón 731 fueron mantenidos clasificados por los Estados Unidos y se
concedió indulto a la mayoría de los médicos involucrados.33
10 ATROCES EXPERIMENTOS NAZIS CON SERES HUMANOS
Entre las mayores crueldades del régimen más atroz del mundo moderno estuvieron los
experimentos con humanos realizados con los cautivos de los campos de concentración.
Esta lista reúna algunos de los más sorprendentes.
-Gases: los nazis querían conocer a fondo el efecto del gas mostaza y el fosgeno sobre el
cuerpo humano. Para esto, los utilizaron sobre prisioneros, muchos de los cuales murieron
en la prueba.
-Heridas en la cabeza: el Dr. Wichtmann martillaba la cabeza de niños, a los que mantenía
atados, para calcular cuantos golpes exactamente aguantaba el cráneo.
-Altura y presión: el Dr. Rascher encerró a prisioneros en una cámara de baja presión para
buscar formas de ayudar a los pilotos alemanes que tenían que estar a grandes alturas. De
los 200 cautivos, murieron 80.
Para probar la eficacia de la sulfamida, los presos tenían que hacerse heridas en sus piernas
con cristales y arena para similar el escenario de una herida de batalla. A pesar de que las
conclusiones ayudaron a avanzar en el mundo de la medicina, los presos sufrieron gran
dolor y algunos acabaron muertos.
3.- Hipotermia
Sigmund Rascher, encargado de muchos de estos terribles experimentos, quiso descubrir
cuánto tiempo demoraba en morir una persona producto de la hipotermia. Para tal efecto,
las víctimas eran introducidas en bañeras heladas en exteriores, lo que llevó a la muerte de
la mayoría. Los que no, eran sometidos a otros experimentos para intentar ser revividos.
4.- Bombas
Durante el Holocausto los presos de Buchenwald tomaban veneno para ver cómo
reaccionaban y cuánto tardaba en hacerle efecto. Algunos murieron inmediatamente y otros
simplemente fueron asesinados para poder realizar autopsias y ver los resultados.
7.- Esterilización
Para este experimentos los presos se sometieron a diferentes tipos de esterilización, con el
fin de averiguar cuál era más rápida y barata.
8.- Regeneración
La historia del nazismo es ampliamente conocida, pero hoy nos queremos detener en un
aspecto más particular: los experimentos con humanos.
Congelación e hipotermia
Las muertes y enfermedades causadas por el duro invierno que tenían que enfrentar los
militares en el Frente Este llevó a los médicos y científicos nazis a investigar en
profundidad los efectos para la salud del frío extremo, la congelación y la hipotermia.
A las víctimas —jóvenes judíos, principalmente rusos— se los ponía en tinas de agua
helada o desnudos a la intemperie en temperaturas menores a cero grados Celsius, con una
sonda rectal que medía su temperatura corporal. La mayoría de los sujetos de investigación
moría al llegar a los 25 grados Celsius.
Por otra parte, los experimentos para resucitar también eran crueles y dolorosos en aquellos
que estaban a punto de morir. Las estrategias de reanimación eran varias: se los ponía bajo
lámparas de rayos ultravioletas que quemaban la piel, se les irrigaba agua hirviendo que
generaba ampollas, se los ponía en tinas con agua caliente cuya temperatura se iba
aumentando, o hacían que una mujer «caliente» al hombre teniendo relaciones sexuales con
él.
Experimentos genéticos
La raza aria era el objetivo de los nazis: cabello rubio, ojos azules, superhombres de una
única raza en todo el mundo; quienes no cumplieran esas características debían ser
exterminados.
En el caso de los gemelos, Mengele los estudiaba por varios días y luego de todas las
pruebas necesarias los mataba con una inyección de cloroformo en el corazón.
Otra loca idea fue la de Hans Eppinger, que buscaba una forma de hacer bebible el agua de
mar. Se privó de comida y agua fresca a los gitanos y se los obligó a beber solo agua de
mar, por lo que muchos desarrollaron graves enfermedades.
Estos son solo algunos de los peores experimentos nazis con humanos, ¿sabías de ellos?
Todos conocemos el trágico destino de las víctimas, sujetos de estos experimentos, pero
¿qué habrá sucedido con sus victimarios?
Una de las facetas más desconocidas pero igualmente macabras del periodo histórico de la
Alemania nazi es, sin duda, los experimentos que realizaron los médicos del régimen con
personas humanas como víctimas. Comparando los experimentos psicológicos más
inmorales de la historia con las investigaciones del doctor Mengele, uno se da cuenta que el
experimento de la Prisión de Stanfordfue, prácticamente, un juego de niños.
La sociedad actual valora a los médicos como aquellas personas que se especializan en
sanar a las personas, evitarles dolor, y procurar por su bienestar y su salud. No obstante,
durante los años del nazismo los médicos desempeñaron otras funciones. Muchos médicos
e investigadores estuvieron implicados en experimentos realizados en los campos de
concentración. Un total de 15 de los 23 médicos acusados de haber perpetrado estos
horribles experimentos fueron declarados culpables durante los juicios de la Alemania
posterior al Tercer Reich.
Hipotermia y congelación
Probablemente uno de los experimentos más brutales fue el realizado por Sigmund
Rascher, el mismo médico que fue artífice de las investigaciones de hipotermia antes
explicadas. Himmler, dirigente de las SS, alentó a Rascher para que investigara la conducta
humana en condiciones extremas de presión atmosférica. Quiso indagar sobre la altura
máxima a la que los soldados paracaidistas y los pilotos de los aviones militares podían
saltar al vacío sin padecer daños.
De los más de dos cientos sujetos que participaron en las pruebas de Rascher, setenta
fallecieron.
Cuando fue llevado delante de los tribunales por los aliados después de la guerra, una de las
investigaciones más macabras salió a la luz. Un informe daba fe de las anotaciones de
Rascher, donde se relataba el caso de un judío de 37 años que fue obligado a tirarse desde
una altura de 12.000 metros. Después del tercer salto desde esa altura, sufrió una agonía y
murió al cabo de pocos minutos.
Experimentos genéticos
El triunfo de la raza aria era uno de los principales objetivos de los nazis. La raza aria, sin
embargo, es un concepto pseudocientífico que usó la propaganda nazi para establecer las
bases de una sociedad en que esta falsa procedencia étnica marcara la criba entre lo humano
y lo inhumano. Desde el nazismo, los arios, popularmente descritos como rubios, con ojos
azules y de complexión atlética, debían erigirse como la raza pura que dominaría el planeta.
Las personas que no cumplían estos rasgos, poco más que debían ser eliminados. Las leyes
que regulaban el matrimonio se encaminaron a investigar la procedencia racial y determinar
su pureza.
En los campos de concentración se realizaron múltiples investigaciones en el campo de la
genética con el fin de perfeccionar la raza y comprender la naturaleza de los defectos
genéticos. Los experimentos más célebres fueron los llevados a cabo por el doctor Josef
Mengele, que tuvieron como víctimas a gitanos y hermanos gemelos.
El apodado como “Ángel de la Muerte” escogía a los sujetos que serían investigados apenas
se apeaban del tren cuando llegaban al campo de AusImagenchwitz, basándose en ciertos
defectos físicos o rarezas que pudieran interesarle.
Con los hermanos gemelos que usaba para sus estudios, Josef Mengele los estudiaba
durante unas semanas, y cuando les había sometido a las pruebas pertinentes, les
administraba una inyección letal de cloroformo directa al corazón.
Otra macabra idea fue surgida del médico Hans Eppinger, quien andaba intentando
descubrir un modo de potabilizar el agua marina. Mantuvo a varios gitanos privados de
comida y agua, y les obligó a beber, únicamente, agua de mar. Como resultado, gran parte
de los gitanos desarrollaron patologías severas.
Reflexiones éticas
Para llevar a cabo los experimentos, los gemelos eran separados por edad y
sexo. Luego eran encerrados. Los experimentos iban desde inyecciones con
químicos en los ojos para ver si así podían cambiar de color, hasta coser a dos
gemelos para “crear” siameses.
Experimentos de esterilización
Desde 1941 hasta 1945, se realizaron experimentos de esterilización sobre todo
en Auschwitz y Ravensbrück. La finalidad era la de esterilizar a millones de
personas en poco tiempo y con poco esfuerzo. Además de estos experimentos,
como parte del programa de esterilización compulsiva, el gobierno nazi
esterilizó cerca de 400,000 personas. Los prisioneros recibieron inyecciones
que contenían yodo y nitrato de plata, mismas que causaron dolor abdominal y
cáncer cervical. Para evitar eso, los pacientes fueron tratados con radiación.
Entre las enfermedades de la época que acababan con las tropas alemanas en el
campo de batalla estaban la malaria, tuberculosis, fiebre, hepatitis tifoidea. Por
ello, la segunda clase de experimentos buscaba combatirlas.
Muchos de los prisioneros que fueron sometidos a experimentos, murieron
durante las pruebas y otros tantos fueron asesinados después para ver el efecto
tras la muerte. Los pocos que sobrevivieron quedaron marcados de por vida.
Algunos mutilados y otros con discapacidad de por vida; pero todos con un
trauma psicológico que no se podía comparar con nada.
Después de que la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en 1945, muchos
médicos fueron llevados a juicio. El código de Núremberg fue el resultado de
las disputas entre médicos que establecieron que debía existir un
consentimiento voluntario de los pacientes, debía evitarse el dolor y el
sufrimiento.
Lamentablemente el dolor nunca podrá desaparecer por completo; aun después
de la muerte de la mayoría de aquellos que vivieron las atrocidades del
Holocausto, las lágrimas derramadas han formado ríos tan grandes que ni el
paso del tiempo logrará secar.
Los experimentos con gemelos eran muy frecuentes durante el nazismo. Con ellos
estudiaban las diferencias y similitudes en su genética. Mientras comprobaban los límites
del cuerpo humano al ser manipulado de forma antinatural.
Uno de los estudios más recurrentes afectaba a la genética de los gemelos.
Los experimentos con gemelos eran muy frecuentes durante el nazismo. Con ellos
estudiaban las diferencias y similitudes en su genética. Mientras comprobaban los límites
del cuerpo humano al ser manipulado de forma antinatural.
Bombas incendiarias
Los presos también eran utilizados como sujetos de prueba para evaluar el efecto de las
quemaduras del fósforo o el napalm, extraídas directamente de las bombas incendiarias
empleadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Trasplantes sin anestesia
Esterilización
El Dr. Clauberg realizó durante varios años diversos experimentos de esterilización, con el
objetivo de ahorrar tiempo y esfuerzo en un proceso tan complejo. Más de 400.000
individuos fueron víctimas de este estudio, siendo la radiación el tratamiento más exitosos
de todos. Los prisioneros eran engañados y esterilizados sin que ellos nunca lo supieran.
Efectos de la congelación
Los prisioneros permanecían durante horas en tanques de agua helada.
Los nazis forzaban a los sujetos a permanecer en un tanque de agua helada o a la intemperie
con temperaturas bajo cero. Los prisioneros elegidos eran jóvenes rusos o judíos con un
buen estado de salud. Para comprobar la temperatura corporal, les introducían una sonda
aislada en el recto.
Veneno