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Los hijos son herencia del Señor para que el hombre alcance la plenitud de la vida.
Toda herencia es para disfrutarse en alguna época de la vida, sin importar que esta sea
económica o un inmueble, pero se llega el momento que será de utilidad y beneficio para quien
la recibe.
Dios ha dado herencia a los hombres: ¡Los hijos! , para que en su vida los disfruten.
Pero una herencia debe saberse administrar, invertir, emplear en algo útil para sacar utilidad,
ganancias, intereses de ella, de igual manera, todo padre de familia debe saber invertir en la
formación de los hijos para lograr una excelente recompensa el día de mañana.
A.- Le interesa la opinión que su propio hijo tenga de él. Conceptos, calificativos,
reconocimientos todo lo que un hijo da acerca de su padre es lo que importa. La sociedad puede
verter una opinión, pero cuenta más lo que el hijo mayor o menor; niño o niña diga de su papá.
B.- Sabe que su hijo lo va a elegir como modelo a seguir. En los deportes elegirá al
campeón, al exitoso; en los negocios, al rico, al poderoso; en la educación, al inteligente, al
premiado; pero en la vida, elegirá a su padre como modelo a seguir. He ahí la importancia de
ser un buen ejemplo de ser un cristiano.
C.- Procura hacer sentir orgulloso al hijo por el papá que tiene. Ningún padre de familia
se propone causar vergüenza a su hijo, porque se hable mal de su padre. Él trabaja
incansablemente para que se hable siempre bien de él.
A.- Formar el carácter. Es el padre quien se sienta con su hijo y lo aconseja, lo educa, lo
forma con valores morales para que sea un hombre de bien.
B.- Su actitud ante la vida. El padre es quien orienta, motiva y siempre alienta a su hijo para
no rendirse jamás, para siempre intentarlo una vez más, para siempre dar lo mejor de sí; para
mostrar una actitud correcta ante cualquier circunstancia.
C.- Temor a Dios (Dt. 6:1-9). Papá es quien educa a su hijo en el conocimiento de Dios. El
verdadero maestro de la Biblia es el padre, el que tiene toda la responsabilidad de que un hijo
conozca a Dios, es papá; el único que puede lograr que un niño, un adolescente, un joven, un
hombre ame al Señor, eres tú, sí tú que eres padre.
D.- Confianza en sí mismo. Las palabras que expresas, los calificativos que le das, la manera
como te diriges a él, la confianza que le tienes eso va a determinar si tu hijo ha de ser una
persona llena de confianza en sí mismo o un tímido e inseguro hombre.
E.- Amor a la vida. Nunca te quejes delante de él, tampoco, critiques a la gente ante sus
oídos, no sientas lastima de ti y de tus circunstancias, harás que no ame la vida. Da gracias a
Dios siempre, háblale de todo lo positivo, cuéntale de lo bello que es vivir, haz que ame la vida.
F.- Enséñale valores. El respeto a sus superiores, sin importar que esté o no de acuerdo con
ellos, debe mostrar respeto por ellos como personas. La honestidad debe practicarla en la
escuela, los deportes, el trabajo, los negocios y desde luego, en la iglesia. La
humildad siempre debe ser su amiga, sin importar qué tan alto haya llegado en la vida,
siempre debe considerar que es Dios quien lo bendice y que todos los hombres somos
iguales. Bondad, recuérdale siempre que la nobleza del alma es la riqueza más valiosa en esta
vida, motívalo para ayudar al necesitado, siempre hacer un favor y que siempre sea un hombre
útil a la sociedad.
H.- Lo valora como persona. Nunca lo ve como objeto o una mascota, tampoco se siente
dueño de él; lo respeta como a un ser humano, alguien que es integrante de la familia y
escucha su opinión, le apoya en sus intereses. Destaca siempre las cualidades que posee.
I.- Lo disfruta. Le dedica tiempo de calidad, para jugar, caminar, salir de paseo, ayudarle en
sus tareas. Es feliz con él, nunca tiene otro compromiso para no atenderlo, para no prestarle
atención. Es su mejor amigo, platica con él, brindándole confianza de hablar, preguntar.
Conclusión:
1.- Un hijo es una persona que Dios ha depositado en tus manos desde el momento que nace,
para que lo ames, lo disfrutes, y le des una excelente formación como hombre de bien. Eres el
responsable de lograr ese noble propósito, es a ti como hombre, como padre que el Señor te dio
tan enorme papel, a nadie más.
2.- Un padre de familia se ocupa en atender las necesidades económicas, físicas, emocionales,
mentales, espirituales e intelectuales se su hijo: Ya que su educación es integral. La meta es
formar una persona de carácter firme y sólido para toda la vida.
3.- ¿Quieres ser el “Mejor papá del mundo”? Sé un buen ejemplo para tu hijo. Disfruta cada
momento de la vida de tu hijo y con tu hijo; haz que él se sienta orgulloso de ti.