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EN ESTE NUMERO
Alejo Carpentier
Alberto Moravia
Marshall McLuhan
B,
û
I
1972
ANO
DEL LIBRO
El 1972
Correo Año
Internacional
del Libro
ENERO 1972
AÑO XXV
Página
PUBLICADO EN 13 EDICIONES
4 LIBROS PARA TODOS
por René Maheu
Española Norteamericana
Los artículos y fotografías de este número que llevan el 24 ELOGIO Y REIVINDICACIÓN DEL LIBRO
signo © (copyright) no pueden ser reproducidos. Todos
los demás textos e ilustraciones pueden reproducirse, siempre por Alejo Carpentier
que se mencione su origen de la siguiente manera : "De
EL CORREO DE LA UNESCO", y se agregue su fecha
de publicación. Al reproducir los artículos y las fotos deberá
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grafías reproducibles, serán facilitadas por la Redacción EN EL TERCER MUNDO
siempre que el director de otra publicación las solicite
por escrito. Una vez utilizados estos materiales, deberán por Y. V. Lakshmana Rao
enviarse a la Redacción tres ejemplares del periódico o revista
que los publique. Los artículos firmados expresan la opinión
de sus autores y no representan forzosamente el punto de
vista de la Unesco o de la Redacción de la revista. 33 LATITUDES Y LONGITUDES
REIVINDICACIÓN
DEL LIBRO
24 diversos estudios
de crítica literaria.
de
Fue
musicología y
durante varios
ensayos
años
en estos últimos años. Pruebas se nos
buscan, en esta boga de las tiras
género. En 1889-1893, el francés Chris¬
tophe, con su clásica Famille Fenouil-
director de la Editora Nacional de La Habana
cómicas, de que las generaciones nue¬ lard, prosigue el camino de Töpffer, sin
y actualmente es Ministro Consejero Cultural
de la Embajada de Cuba en París. vas se están apartando de la lectura. olvidar la serie de Le Sapeur Ca-
"Si tan noble se considera la invención
remotas. "
FRANCIS BACON
member (1890-1896), desde entonces y los Piratas, Mandrake el Mago, que, meros Hombres en la Luna, La Guerra
famosa. Cuando yo era niño, antes de con sus hazañas fabulosas, alimentaron de los Mundos, El Hombre Invisible,
la Primera Guerra Mundial, existían en una nueva mitología que aun nos acoge La Isla del Doctor Moreau, fueron el
París, gozando de enormes tiradas, en las páginas de periódicos moder¬ alimento intelectual de mis trece años...
unos periódicos infantiles titulados Le nos...
¿El folletín, periodístico, televisado?
Petit Illustré, Cri-Cri, l'Intrépide, la Pero todo esto, señores austeros, Folletines fueron los Libros de Caballe¬
Semaine de Suzette (creador del per¬ informadores del Santo Oficio de la
rías, con Amadís de Gaula a la cabeza;
sonaje clásico de Bécassine), l'Epatant Cultura, no ha impedido la edición, re¬
con las inolvidables aventuras de los
folletines (|y de los buenos!) los de
edición, traducciones multiples, de Javier de Montepin, Emilio Gaboriau,
Pieds Nickelés de Forton (1908) que, Tolstoi, Pirandello, Thomas Mann, Mar¬
Eugenio Sue, a comienzos del siglo XIX,
con el tiempo, entraron en el panteón cel Proust, James Joyce, Hermann
hasta llegar a ese super-folletín
de su propia gloria. Broch (no quiero alargar una harto (folletín con magníficas calidades lite¬
En los mismos años, los niños fácil enumeración de apellidos ilustres) rarias) que fue el de Los Miserables,
ingleses se regocijaban con las aven¬ a quienes el público medio del siglo de Victor Hugo, primer best-seller
turas y tribulaciones de Buster Brown pasado hubiese calificado de «autores
absoluto de la literatura mundial (un
y de su perro, que se remontan al difíciles», por no decir «ilegibles». millón de francos-oro ganó su autor
año 1902. Y, hacia el año 1913, el genial ¿La ciencia-ficción? Es un género con ese libro), que sigue gozando de
Bud Fisher, en los Estados Unidos, literario que ha existido siempre. Sus una inmensa aceptación en todo el
inventaba los extraordinarios perso¬ clásicos son Luciano de Samosata; el ámbito de habla hispánica hasta el
najes de Mutt and Jeff (en América La¬ autor de un romance medioeval de extremo de que a los «lectores de
tina : Benitín y Eneas) que se mantu¬ Alejandro el Grande, que hace descen¬ tabaquerías» o lectores públicos de las
vieron durante más de cuarenta años der al héroe de su historra a las simas manufacturas de puros y cigarrillos
en las páginas de los diarios, entron¬ de los mares en una cápsula de cris¬ cubanos, plebiscitos de oyentes soli¬
cando, a través de las amarguras del tal; Orlando Furioso que cruza un citan periódicamente una nueva audi¬
nuevo neo de Geo McManus, de los Océano a nado; Cyrano de Bergerac, ción de la historia de Jean Valjean. El
maravillosos Katzenjammer Kids (en con su viaje a la luna; Swift, el inago¬ folletín, como lo vemos hoy en las
español: Maldades de dos pihuelos), table Swift, mucho más imaginativo en pantallas de la televisión, no hizo el 25
de Krazy Cat (1923), El Gato Félix, de los últimos viajes de Gulliver que en menor daño al desarrollo de la porten¬
Popeye, con sus espinacas energéti¬ los realizados en tierras de gigantes tosa obra de Balzac, ni puso trabas a
cas, con los Tarzanes, Superman, Terry y de enanos; H.G. Wells, cuyos Pri- los amagos poéticos pre-surrealistas
SIGUE A LA VUELTA
ELOGIO DEL LIBRO (cont.)
imperio azteca:
historieta ilustrada
Jecoicancû.^^
tían impresores, desde luego. Impre¬ otros terrenos habían leído, desde
sores que, mediante el pago de una luego, a Darwin, Haeckel, Le Bon, Re¬
suma determinada, publicaban (nunca nan, Taine, Emerson, pero de manera
a más de 2.000 ejemplares) un libro esporádica y sin mayor persistencia.
debido a la tarea de un eminente pro¬ Por lo demás, para ellos, la filosofía
fesor, de un poeta ya famoso, de un era terreno dejado a los filósofos
ensayista dado a conocer por los perió¬ (gente de una actividad bastante difícil
dicos. Y, una vez hecha la edición, de definir, si hemos de estar de acuer¬
tenía el autor que recogerla por su do con un regocijado ensayo de Ray¬
cuenta y repartirla personalmente a las mond Queneau); la arqueología era
librerías, donde el tomo era acogido cosa de arqueólogos; la sociología,
con displicencia cuando no con cosa de sociólogos; las ciencias,
hostilidad (« Bueno... Déjeme diez cosas de científicos. Y en cuanto a
ejemplares... Pero le advierto que la política... oh, en cuanto a la política:
la producción nacional se vende muy «Juegos de manos, juegos de villanos»,
poco...»), quedándose generalmente, al decía mi abuelo... Anatole France,
cabo de tantos trabajos y sinsabores, esteta, dilettante de la filosofía, de la
con un millar de ejemplares invendidos política, de todo; autor de «vidas de
que iban a parar al sótano o al des¬ santos» en quienes no creía, verda¬
ván de su casa, condenado a un dero touche-á-tout como diría un
olvido que a veces muy pocas veces francés, fue, no hay que olvidarlo, el
era reparado por la curiosidad maestro de toda una generación repre¬
retrospectiva de una generación futura sentativa de una época.
que descubría un precursor, de pronto, 't*! :
Hoy, asomémonos a los escaparates Fotos 1, 2, 3, 5, 6. 8, 10,
en nuestro pobre autor fenecido sin
de una librería en París, en Londres, 13, 14. 20, 21, 22 © Roger
pesares ni glorias. (Exceptuemos el Viollet, París. Foto 17
en Buenos Aires, en México, en La © Roger Viollet-SPADEM.
éxito continental, excepcional, de un
Habana, donde se quiera. Allí, las no¬ Fotos 11, 12. 19 © René-
Rubén Darío... pero recordemos, tam¬ Jacques, Pans. Foto 9
velas están situadas en nivel de igual¬ © Armand Colin, Paris. Vl-
bién, lo poco entendida que fue la
dad con el libro que trata de las exca¬ Foto 15 © National Perio¬
todavía insuperada grandeza de un dical Publications, Nueva
vaciones realizadas en Sumer, en la York. Foto 16 © Tate
César Vallejo cuando aun lo teníamos Gallery, Londres. Foto 7
Isla de Creta, en algún lugar de
entre nosotros...). © SPADEM, Paris.
México o del Perú; todos los hombres
La actitud del público ante el libro, de mi generación han leído a Freud,
por lo demás, ha variado en el mundo a Jung, a Lacan (y quiero hacer la lista
entero (no me refiero desde luego a breve); han leído a Marx, a Engels,
los países subdesarrollados donde no
a Gramsci, a Lukacs; hay libros de
puede hablarse de un «público lector» filosofía que, en estos últimos años,
por el hecho elemental de que una resultaron verdaderos best-sellers; la
inmensa masa de seres humanos, allí, cibernética, las ciencias, la astronáu¬
no sabe leer ni escribir...). Como tica (nuevas formas de la ciencia-
cada cual extrae sus observaciones
ficción, pero esta vez con hombres
y conclusiones de alguna experiencia de verdad que ponen el pie en la luna)
propia, pienso en la generación de mi apasionan a todo un público.
padre, de mi abuelo, tenidos, en su
Las colecciones se multiplican: mo¬
época, por gentes superiormente
cultas. nografías artísticas cada vez menos
costosas; vidas de compositores, his¬
¿En qué consistía su cultura? En la
torias de la música, tratados de orga-
necesaria para ejercer decorosamente Y con ello no se sorprendan ustedes
nografía ad-usum-delphini (todo esto
y a veces con verdadero talento la de que si los editores del siglo pasado
ayudado por el disco); política, histo¬
práctica de una profesión mi abuelo (salvo en los casos excepcionales de
ria contemporánea, sociología viviente,
abogado, mi padre arquitecto... Esta¬ un Victor Hugo o de un Zola) tiraban
exploraciones, conocimientos del pla¬
ban al tanto de cuanto pudiera per¬ un libro de literatura peor aún si
neta, estructuralismo, Lévi-Strauss,
feccionarlos, ayudarlos, en el cumpli¬ era de filosofía o sociología sobre
etc., etc. (1). El público lector crece
miento de sus respectivas actividades. una base de 2.000 ejemplares, hoy las
de día en día, en cuanto a curiosidad,
Pero... ¿por lo demás? Eran hombres deseo de enterarse, poder de asimi¬ tiradas de 20.000, 30.000, 50.000 y
cultos, tenidos por muy cultos en el lación, anhelo de acceder a zonas del hasta de 100.000 son hechos corrien¬
medio de hombres, muy cultos también, pensamiento que ayer le eran igno¬ tes. Y, por lo pronto, no conozco un
en el cual se desenvolvían. Pero... ¿en radas... editor en Europa o en América La¬
qué consistía su cultura? En ser doctos tina que, desde hace treinta años, se
28 en humanidades. Conocían a sus clási¬
Cl) Un-Jiumorista francés decía reciente¬
haya declarado en quiebra: prueba de
cos griegos, latinos, medioevales, a mente que las grandes estrellas de la que «el negocio rinde» como suele
los autores de los distintos Siglos de época eran James Bond y el Reverendo decirse. Y rinde, porque hay lectores.
Oro español, francés, inglés... , del Padre Teiihard de Chardin. Lectores para quienes los mass-media
Esta constelación de retratos de autores y de ilustraciones 9. Ilustración de Christophe para La Famille Fenouillard. 10. Victor
de libros no evoca sino una parte minima del torbellino Hugo. 1 1 . Una página manuscrita de Los endemoniados de
de lecturas, de la vorágine de libros a la que se ve arrastrado Dostoyevski. 12. Ilustración de El lirio del valle de Balzac.
un público lector que, como escribe Alejo Carpentier, 13. Luigi Pirandello. 14. Ilustración de Nuestra Señora de Paris
crece día a día en su "anhelo de acceder a las zonas del de Victor Hugo. 1 5. Superman, por Joe Shuster.
pensamiento que ayer le eran ignoradas. " 16. Ilustración de William Blake para La Divina Comedia de
Dante. 17. Marcel Proust, por J.-E. Blanche. 18. Ilustración
1. Herbert George Wells. 2. León Tolstoi. 3. Ramón del Valle de Granville para Los via/es de Gulliver. 19. Dibujo de Victor Hugo.
Inclán. 4. Ilustración de Granville para Los viajes de Gulliver 20. Pio Baroja. 21. Gavroche, héroe de Los Miserables de
de Jonathan Swift. 5. Arthur Rimbaud, por Verlaine. 6. Carlos Victor Hugo. 22. Ilustración de Papá Goriot de Balzac.
Marx. 7. César Vallejo, por Picasso. 8. Fedor M. Dostoyevski. 23. Ilustración de Gustavo Doré para Orlando Furioso de Ariosto.
no compensan la incomparable «medi¬ tiene La Divina Comedia papel que otro tipo que excluyen, por fuerza, las
tación a solas», frente a la página desempeñar, por ahora, donde la po¬ hambres de lectura... Y ante esto, no
impresa, que constituye la lectura de sesión de un puñado de arroz o de desempeñemos el papel burlesco de la
un libro. un mendrugo de pan es la cuestión noble dama de Proust que, durante
A ello podrá responderse que sub¬ que debe resolverse hoy mismo, sin la guerra de 1914-1918, tenía, como
siste el terrible problema de los países dilaciones que suelen ser motivo de máxima preocupación, la de que su pa¬
subdesarrollados, donde enormes ma¬ vergüenza para los hombres de nues¬ nadero le entregara, cada mañana a
sas de seres humanos son incapaces tra época. Pero ese problema lo cono¬ pesar de las restricciones impuestas
de escribir su propio nombre en una cen todos, aunque algunos se hayan al consumo de ciertas materias pri¬
hoja de papel. Pero esto atañe ya a hecho el innoble propósito de igno¬ mas los bizcochos que eran el
otro problema, problema de educación rarlo. Ahí la ecuación no se define en adorno y encanto de su desayuno
intensiva y masiva que tiene que plan¬ términos de cultura, de lecturas, sino tomado prudentemente antes de la
tearse desde el momento en que el de sistemas. lectura de un periódico que hubiese 29
niño pronuncia las primeras palabras Si hay hambre de lectura es total¬ podido traerle malas noticias sobre la
de su idioma. Y ese problema no se mente cierto en los países desa¬ posición de los ejércitos aliados en
resuelve con libros más o menos, ni rrollados, hay, no tan lejos, hambres de los frentes.
Lee primero los mejores libros,
pues de lo contrario corres el
riesgo de no leerlos nunca.
r4J
Los libros sirven para
cerrar las heridas que las
armas abren.
José Martí
El libro es como
"s
¿Quién enseña y
no habla? El
fe
Libro.
Aforismo africano
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