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Autor: Sergio Hebert Ayala Olguín

Conferencia Calidad y Productividad al estilo Japonés por Carlos Kasuga

Introducción

El Sr. Carlos Kasuga, presidente de Yakult, se presento en Noviembre de 2011 en la


Semana Nacional de PYME “Innovar para crecer” para dar una conferencia sobre calidad.

Primeramente, se presentó como presidente de Yakult, además de ciertos cargos que


fueron dados a conocer por la moderadora. Es hijo de inmigrantes japoneses que llegaron
a México con la finalidad de superarse. Fue criado con un estilo de vida japonés lleno de
disciplina y buenos valores pero creció con un profundo amor y agradecimiento por este
país.

Su primera incursión en la industria mexicana fue con una empresa fabricadora de


accesorios de hule como inflables y salvavidas. Su éxito fue tal que en 1968 fabricaron los
globos con la forma de aros olímpicos para los Juegos de México 68.

Con seguridad este hombre es el ejemplo de empresario y persona de calidad humana


que deberíamos imitar.

Desarrollo

Al comenzar el tema fuerte de la conferencia, comienza refiriéndose a los hombres de


calidad, lo cual denomina como el elemento primordial para una empresa de calidad,
pero, ¿Cómo ser un hombre de calidad? Aquí es donde aparecen los cuatro pasos para
ser un hombre de calidad.

Primeramente tenemos el bien ser, que no es otra cosa que ser bien en todo sentido, ser
buen trabajador, ser buen hijo, ser buena persona, tener las cualidades positivas posibles.
Después viene el bien hacer, que significa que todo lo que hagamos debemos hacerlo
bien. Si estos primeros dos se cumplen se llega al punto del bien estar que se explica
como la satisfacción del deber cumplido, que te desarrollaste bien y cumpliste con tus
tareas de una manera responsable. Finalmente esto se canaliza en un resultado, el bien
tener, que es la ganancia posiblemente monetaria que se ganan los trabajadores por su
esfuerzo. Esto define a los hombres de calidad que se comprometen con su trabajo y
obtienen su recompensa.
Autor: Sergio Hebert Ayala Olguín

También define que el principal error de este país está en los programas de educación
que solo se enfocan en que los jóvenes adquieran conocimientos pero lo que en verdad
forma a los buenos empresarios es la educación formativa, aquella que enseña los
buenos valores.

Carlos Kasuga y algunos empresarios japoneses decidieron hacer una donación de una
escuela al país llamada El Liceo Mexicano Japonés donde los alumnos son hijos de
funcionarios y políticos pero se enfocan en la educación formativa y sobretodo en la
higiene y la limpieza, el primer paso hacia la calidad.

Aclara que los empleados no se sienten identificados con la empresa, no le toman cariño,
ya que no son tratados de manera respetuosa por los superiores.

Tiene el ideal correcto de que el tiempo debe ser invertido de manera productiva porque
las horas perdidas no vuelven.

Otro ideal es el de que el buen empresario debe ser el ejemplo para sus empleados y no
un déspota con ellos. El buen empresario es el primero en llegar y el ultimo en irse. El
liderato del empresario resalta y tiene mucho peso ya que, como el Sr. Carlos afirma, los
pescados se pudren por la cabeza.

Siente pena porque a pesar de que México es rico en recursos, Japón es tres veces más
rico que México. Su decadencia está en la educación formativa. La falta de ello provoca
desconfianza y miedos ante la recompensa de aquellos que practican buenos valores
como honestidad y valor. En Japón crecen con un ideal: “Si no es tuyo, debe ser de
alguien más”.

En México se invierte en seguridad cuando lo correcto sería inculcar la educación


formativa y evitar tantos actos inseguros y de delincuencia.

El gran error de los empresarios ha sido pensar que ninguno de sus empleados puede
cometer errores.

El ideal de los elefantes de circo surge a partir de que estos mamíferos, después de tanto
tiempo de estar encadenados, se acostumbran y ya no hacen el intento por liberarse,
comparándole con las circunstancias que llevan al hombre a temer a los errores y
confrontar sus responsabilidades obligándole a mentir.
Autor: Sergio Hebert Ayala Olguín

Para el Sr. Carlos los maestros de primaria y secundaria merecen más respeto del que se
les da y dice que en Japón ellos son los mejor pagados porque ellos forjan a las
generaciones del futuro, quienes sostendrán al nuevo Japón.

También declara que tanto los empleados como el resto de las personas necesitan de
motivación, si en verdad se quiere que se dé más calidad y más esfuerzo de los
trabajadores, primero uno mismo debe de dar más y motivar a ese extra.

Lo más importante para el Sr. Carlos es el proveedor ya que el proporciona las materias
primas para sus productos, la calidad que se le imprime al producto se nota y por lo tanto
los clientes llegan solos.

Conclusión

La gran filosofía japonesa destaca entre las grandes industrias del mundo. Ellos son
perfeccionistas, han crecido en un ambiente y una disciplina que se encarga de formar no
hombres con conocimiento, sino con integridad.

El gran acierto del Japón ha sido inculcar estos valores desde la infancia y aplicarlos a la
vida diaria, despertar e irse a la cama con esa idea.

Es por eso que el perfeccionismo que ellos aplican a sus métodos y maquinarias está
acompañado de la disciplina de querer ser mejor a cada instante. Buscan conseguir esa
satisfacción cuando se invierte tiempo y esfuerzo en algo y al final se llega a una
recompensa.

Los japoneses se han instalado en el ideal de que nada es más importante que las
personas, sus empleados, ya que sin ellos no lograrían sus mayores objetivos. Por mucho
que una maquina sea indispensable, la mano de obra comprometida es quien genera la
calidad y la productividad.

Entre más comprometidos e identificados se sientan los empleados con la empresa y su


trabajo, mayor será el esfuerzo y el compromiso que impriman que riendo hacer más y ser
mejores cada día a cada instante.

Bibliografía

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