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España - Las ideas pedagógicas de Marx

H
ace mucho que en España, en el cam- Partamos de la idea, expresada por Mana-
po de las luchas educativas, se echa corda y enfatizada desde diversas corrientes
en falta una crítica global al conjunto críticas, de que la escuela tal como hoy exis-
del sistema educativo que sirva como punto te es una institución históricamente conexa
de partida para construir alternativas de ca- a estructuras sociales superadas. Si el mode-
rácter sistémico. Aquellos sectores que han lo jesuítico que la inspira ya era anacrónico
venido impugnando desde hace décadas, de cuando empezó a extenderse la escolariza-
forma muy sólida, la escuela capitalista ha ido ción, ¿cómo no va a resultar obsoleto hoy, y
siendo apartados convenientemente de los no digamos en una futura sociedad socialista?
ámbitos de discusión (y difusión) general, a Es por ello que ya Marx y Engels investigaron
medida que se imponían las soluciones tecno- este problema, crucial para el marxismo no
cráticas y la cada vez mayor centralización del sólo por el papel que se atribuirá a la educa-
currículum, al tiempo que se emprendía el ata- ción en el camino hacia la sociedad comunista,
que a la escuela pública desde diversos fren- sino también dentro de la lucha del movimien-
tes. Afortunadamente, no faltan análisis bien to obrero por los derechos socioeconómicos,
fundados de las tendencias que sigue la edu- políticos y culturales del proletariado en el
cación occidental en relación con las necesi- marco de la dominación burguesa.
dades del capital, como los de Nico Hirtt. Con Engels, en su proyecto de programa para
todo, lo cierto es que la perspectiva socialde- la Liga de los Comunistas (1847), ya estableció
mócrata se ha convertido en absolutamente que, tras la revolución, la dominación política
dominante en el movimiento de respuesta a del proletariado debía servir para llevar a cabo
las políticas neoliberales, sin que desde otras «amplias medidas que atentasen directamen-
corrientes de la izquierda se vaya más allá de te contra la propiedad privada y asegurasen
generalidades más o menos “socialistas”. la existencia del proletariado». Una de esas
El pensamiento de Carlos Marx nos brinda medidas, «que dimanan necesariamente de
algunas pistas a partir de las cuales es posible las condiciones actuales», era la «educación
urdir esa posible alternativa. No de manera de todos los niños en establecimientos esta-
dogmática, catequística, sino partiendo de la tales y a cargo del Estado, desde el momento
realidad material presente, tal y como hicie- en que puedan prescindir del cuidado de la
ron en su momento el genio alemán y, junto a madre. Conjugar la educación con el trabajo
él, Federico Engels. En sus ideas se inspiraron fabril[2].»
Krupskaya y Lunacharsky para construir el que Aquí, tanto las medidas democráticas (uni-
fue el sistema educativo más avanzado del versalidad y gratuidad de la enseñanza, de ca-
mundo, hace ahora un siglo, y las mismas si- rácter público) como las socialistas (unión de
guen siendo válidas, aun hoy, para dar cuenta enseñanza y trabajo) están destinadas a todos
y respuesta al fracaso de la escuela capitalista los niños, y no únicamente a los hijos de los pro-
en múltiples facetas. Por ello, repasaremos letarios. Son, por tanto, medidas de aplicación
sus aspectos más significativos a partir del inmediata y validez universal, no meramente
magnífico estudio de M.A. Manacorda[1]. provisional. Obsérvese, además, que al final

[1] M.A. Manacorda (1979). Marx y la pedagogía moderna. Barcelona: Oikos-Tau.


[2] F. Engels (1847). Principios del comunismo, §18.

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futura escuela socialista. Pero, sobre todo, es


“Es reseñable, asimismo, el la ligazón entre enseñanza y trabajo la que, al
abordar las ideas pedagógicas de Marx y En-
vínculo que desde el principio gels, resulta más impactante y ajena a nues-
se establece con «las condicio- tras concepciones acerca de la educación. Y se
debe remarcar la referencia al trabajo, por su
nes actuales», como principio caracterización en el pensamiento marxista, y
metodológico que debemos no al mercado laboral como es típico cuando
se plantea esta relación en el marco educati-
seguir a la hora de esbozar la vo capitalista (por ejemplo, al referirse a las
futura escuela socialista. Pero, “competencias clave” definidas por la Estra-
sobre todo, es la ligazón entre tegia de Lisboa para la UE).

enseñanza y trabajo la que, al


El trabajo y la emancipación del
abordar las ideas pedagógicas
proletariado en Marx y Engels
de Marx y Engels, resulta más
impactante y ajena a nuestras Para Marx, el trabajo constituye el carácter
concepciones acerca de la edu- específico del ser humano como actividad li-
bre y consciente («pues qué es la vida, sino ac-
cación. Y se debe remarcar la tividad», reflexionaba en 1844). Recordemos
referencia al trabajo, por su ca- que Engels, asimismo, afirmó que el trabajo es
«la condición básica y fundamental de toda la
racterización en el pensamien- vida humana», hasta el punto de que «el tra-
to marxista, y no al mercado bajo ha creado al propio hombre»[3]. Pero, en
las condiciones históricamente determinadas
laboral como es típico cuando por la división del trabajo, está degradado a
se plantea esta relación en el «medio para la satisfacción de una necesidad,
de la necesidad de mantener la existencia físi-
marco educativo capitalista.” ca». En esas condiciones, el ser humano vive
en el reino de la necesidad, no en el de la li-
del párrafo Engels especifica que todas estas bertad. Es más, el trabajador se relaciona con
medidas «serán aplicables y surtirán su efecto su propia actividad «como con una actividad
centralizador [de la propiedad en manos del extraña, que no le pertenece», y por tanto lo
Estado] exactamente en el mismo grado en mismo le sucede con su propia vida personal,
que el trabajo del proletariado multiplique las «una actividad que no le pertenece, indepen-
fuerzas productivas del país». Interesa desta- diente de él, dirigida contra él». Es la «enajena-
carlo porque la discusión entre la prioridad de ción respecto de sí mismo»[4]. «¿Cómo resulta
la educación o del desarrollo económico para —se preguntan Marx y Engels en La ideología
la construcción del socialismo planeará sobre alemana— que sus relaciones adquieren una
el despliegue del sistema educativo soviético existencia independiente, que les es opuesta,
durante la década de los veinte. y que las fuerzas de su propia vida se convier-
Es reseñable, asimismo, el vínculo que des- ten en fuerzas que los dominan? En breves pa-
de el principio se establece con «las condicio- labras: la división del trabajo[5]».
nes actuales», como principio metodológico Así pues, hay una expresión negativa del
que debemos seguir a la hora de esbozar la trabajo, que «“subsume” a los individuos bajo

[3] F. Engels (1988). El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre [1876]. Moscú: Progreso.
[4] K. Marx (1977). Manuscritos: economía y filosofía [1844]. Madrid: Alianza, p. 110-111.
[5] K. Marx y F. Engels (1988). La ideología alemana [1846]. Barcelona: L’Eina, p. 82.

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una determinada clase social, predestinando trabajo […], y necesitan derrocar al Estado,
su posición en la vida y su desarrollo perso- para imponer su personalidad». Mientras que,
nal»[6]. Con la división entre trabajo manual en las etapas anteriores, los individuos esta-
e intelectual, «se da la posibilidad, más aún, la blecían sus relaciones en tanto que miembros
realidad de que las actividades espirituales y de una clase, «con la comunidad de los pro-
materiales, el disfrute y el trabajo, la produc- letarios revolucionarios, que toman bajo su
ción y el consumo, se asignen a diferentes in- control sus condiciones de existencia y las de
dividuos, y la posibilidad de que no caigan en todos los miembros de la sociedad, sucede ca-
contradicción reside solamente en que vuelva balmente lo contrario: en ella toman parte los
a abandonarse la división del trabajo[7]». Tan- individuos como individuos[9]».
to los trabajadores como los capitalistas se Por eso, como veíamos en Principios del co-
ven limitados a una existencia marcada por la munismo, la escuela basada en la unión de en-
unilateralidad: si el obrero ha acabado convir- señanza y trabajo debe acoger, en principio, a
tiéndose en un apéndice de la máquina, colo- todos los niños y adolescentes. Como observó
cado frente a su propio trabajo como algo aje- Engels, las escuelas creadas por la burguesía
no, el capitalista «conoce la realización de las para los obreros los condenaba a «una ver-
fuerzas humanas esenciales sólo como realiza- dadera y auténtica atrofia moral y desolación
ción de su desorden, de sus humores, de sus intelectual»; pero tampoco la cultura de las
caprichos arbitrarios y bizarros[8]». En el caso clases dominantes permitía a estas elevarse
del obrero, existe una contradicción «entre espiritualmente, dado su carácter tradicional
la personalidad del proletario individual y su y eminentemente decorativo[10].
condición de vida, tal como le viene impuesta, Así pues, se trata de devolver al trabajo la
es decir, el trabajo»; por eso, «los proletarios, cualidad de actividad humana no escindida,
para hacerse valer personalmente, necesitan pero solo hay una forma de lograrlo:
acabar con su propia condición de existencia «Las cosas, por tanto, han ido tan lejos,
anterior, que es al mismo tiempo la de toda que los individuos necesitan apropiarse
la anterior sociedad, es decir, acabar con el la totalidad de las fuerzas productivas

[6] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 51.


[7] K. Marx y F. Engels, La ideología alemana, p. 28.
[8] K. Marx, Manuscritos…, p. 166.
[9] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 67-68.
[10] Ibíd., p. 79-80.

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existentes, no sólo para poder ejercer totalidad de fuerzas productivas»: para poder
su propia actividad, sino, en general, ejercer ese control político que ponga el tra-
para asegurar su propia existencia. […] bajo al servicio de la omnilateralidad del ser
La apropiación de estas fuerzas no es, humano, culminando esa tendencia que Marx
de suyo, otra cosa que el desarrollo de observa en el capitalismo.
las capacidades individuales correspon- La apropiación —colectiva— de la totali-
dientes a los instrumentos materiales dad de fuerzas productivas hace posible una
de producción. La apropiación de una omnilateralidad que Manacorda define como
totalidad de instrumentos de produc- «el llegar histórico del hombre a una totalidad
ción es ya de por sí, consiguientemente, de capacidades y, a la vez, a una totalidad de
el desarrollo de una totalidad de capaci- capacidad de consumo o goces en los que,
dades en los individuos mismos[11]». ya sabemos, hay que considerar sobre todo
Solo los proletarios, «totalmente exclui- el goce de los bienes espirituales, además de
dos del ejercicio de su propia actividad», y los materiales, de los que el trabajador ha es-
mediante una revolución que derribe el modo tado excluido a consecuencia de la división
de producción anterior y su organización so- del trabajo[12]». De esa manera, será posible
cial, pueden llevar a cabo una tal apropiación. «la absoluta manifestación de las facultades
Llegamos así al elemento consciente y al pro- creadoras subjetivas del hombre», que apa-
blema del poder político. La supresión de la rece como universalmente disponible en las
propiedad privada supone la completa eman- diferentes facetas humanas, incluida la pro-
cipación de todas las cualidades humanas, y el ducción, en la que «está en situación de hacer
comunismo será la apropiación de la esencia frente, como individuo, a la variación de la tec-
humana. «De hecho, el reino de la libertad em- nología». Esta es, de acuerdo con Manacorda,
pieza únicamente allá donde termina el traba- la manifestación del ser humano: «trabajo om-
jo determinado por la necesidad o por la fina- nilateral, y no-trabajo igualmente omnilateral
lidad externa». El ser humano es tal en cuanto como desarrollo de las potencias universales
deja de identificarse con su propia actividad del cerebro humano». De donde se sigue en
vital en la naturaleza, para pasar a conocer, lo pedagógico que, para conseguir reintegrar
querer y configurar esa actividad como una las diversas capacidades humanas, «se exige
relación que, al menos potencialmente, es la reunificación de las estructuras de la ciencia
una relación universal u omnilateral con toda con las de la producción[13]».
la naturaleza, modificándose a sí mismo y a la Es más, en tanto en cuanto la escisión afec-
sociedad. ta también a la esfera moral, alienando al ser
Para Marx, se trata de superar la alienación humano al establecer normas diferentes para
concreta, la separación entre trabajo y mani- el comportamiento humano en el ámbito eco-
festación de uno mismo, producida histórica- nómico, moral y religioso[14], se hace necesa-
mente con la división del trabajo, que se pre- ria también la «reintegración de un principio
senta como división entre trabajo intelectual unitario del comportamiento»; y eso exige no
y trabajo manual. En la fábrica, el trabajo ma- sólo una teoría pedagógica y un sistema edu-
nual pierde todo carácter de especialización, cativo que reintegren tales esferas, sino «una
pero en cuanto cesa todo desarrollo especial, praxis educativa que se base sobre un modo
se percibe la tendencia al desarrollo omnila- de ser lo más asociativo posible y colectivo en
teral del individuo. Por eso, es necesaria «la su interior y, a la vez, unido a la realidad social
apropiación por parte de los individuos de una que le rodea[15]».

[11] K. Marx y F. Engels, La ideología alemana, p. 75-76.


[12] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 89-90.
[13] Ibíd., p. 93-94.
[14] Marx presenta la prostitución y el tráfico de esclavos como ejemplos de esta escisión en Manuscritos, p. 161.
[15] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 83.

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En la misma línea, Engels afirmó que la abo- pias inclinaciones. Por consiguiente, la
lición de la propiedad privada permitirá el de- educación los liberará de ese carácter
sarrollo de las fuerzas productivas, haciendo unilateral que la división actual del tra-
imposible la división de la sociedad en clases, bajo impone a cada individuo. Así, la so-
nacida de la división del trabajo, ya que se preci- ciedad organizada sobre bases comunis-
sará personas que desarrollen sus aptitudes en tas dará a sus miembros la posibilidad de
todos los sentidos. Aquí tenemos el principio de emplear en todos los aspectos [es decir,
la educación politécnica, pero también su condi- omnilateralmente] sus facultades desa-
ción: el desarrollo de la producción socializada: rrolladas universalmente [ídem]. Pero,
«Es preciso desarrollar correlativamente con ello desaparecerán inevitablemente
las aptitudes de los hombres que em- las diversas clases[16].»
plean estos medios. […] la dirección De este modo, «el desarrollo universal de
colectiva de la producción por toda la las facultades de todos los miembros de la so-
sociedad y el nuevo progreso de dicha ciedad merced a la eliminación de la anterior
producción que resultará de ello nece- división del trabajo, mediante la educación in-
sitarán hombres nuevos y los formarán. dustrial, merced al cambio de actividad» serán,
La gestión colectiva de la producción no junto a otros, los principales resultados de la
puede correr a cargo de los hombres supresión de la propiedad privada. La unión de
tales como lo son hoy, hombres que de- enseñanza y trabajo productivo debe basarse
penden cada cual de una rama determi- en el aprendizaje sobre todo el sistema de la
nada de la producción, están aferrados a producción, ya que el fin de la educación es de-
ella, son explotados por ella, desarrollan sarrollar a los jóvenes omnilateralmente, con
nada más que un aspecto de sus aptitu- el resultado práctico de hacerlos disponibles
des a cuenta de todos los otros y sólo para alternar su actividad, según las necesida-
conocen una rama o parte de alguna des sociales y sus propias inclinaciones.
rama de toda la producción. La industria
de nuestros días está ya cada vez menos
en condiciones de emplear tales hom- El carácter de la enseñanza
bres. La industria que funciona de modo
planificado merced al esfuerzo común En los Principios, Engels se refería a la
de toda la sociedad presupone con más “educación industrial”. También Marx hizo
motivo hombres con aptitudes desarro- mención de la “enseñanza industrial” por la
lladas universalmente [omnilateralmen- misma época, en las conferencias que darían
te], hombres capaces de orientarse en lugar a Trabajo asalariado y capital, señalando
todo el sistema de la producción. Por su carácter utópico y reformista:
consiguiente, desaparecerá del todo la «Otra proposición predilecta de los bur-
división del trabajo, minada ya en la ac- gueses es la enseñanza, en particular
tualidad por la máquina, la división que la enseñanza industrial universal [...] El
hace que uno sea campesino, otro, za- verdadero significado que la enseñan-
patero, un tercero, obrero fabril, y un za ha adquirido entre los economistas
cuarto, especulador de la bolsa. La edu- filantrópicos es este: adiestrar a cada
cación dará a los jóvenes la posibilidad obrero en el mayor número posible de
de asimilar rápidamente en la práctica ramas de trabajo, de modo que, si por la
todo el sistema de producción y les per- introducción de nuevas máquinas o por
mitirá pasar sucesivamente de una rama un cambio de trabajo fuese expulsado
de la producción a otra, según sean las de una rama, pueda encontrar con más
necesidades de la sociedad o sus pro- facilidad la sistematización en otra[17]».

[16] F. Engels, Principios del comunismo, §20.


[17] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 25.

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tras la toma del poder, para revolucionar la


“En este punto interesa des- forma total de producción:
«Enseñanza pública y gratuita de todos
tacar, con Manacorda, el he- los niños. Abolición del trabajo de los ni-
cho de que la historicidad ños en las fábricas en su forma actual.
Unificación de la enseñanza con la pro-
de las formaciones sociales ducción material.»
es, en Marx, el presupuesto Se modifica la referencia a la gratuidad y el
de todo análisis crítico de las carácter público de la enseñanza, desaparece
la referencia a la edad y se aboga por la desa-
estructuras existentes; junto a parición del trabajo infantil en la fábrica «en su
ello, es también el desarrollo forma actual», dado que la “enseñanza indus-
trial” no puede ser positiva sin esta abolición.
histórico la base sobre la que De esta manera, se mantiene la unión de ense-
se asientan sus conclusiones ñanza y trabajo material productivo, pero no
en la fábrica capitalista tal cual es, porque esta
acerca de lo que deberá ser la no elimina la división del trabajo, sino que sólo
sociedad futura, pues «el sis- le puede dar una función liberadora la inter-
vención política, como ya se ha comentado.
tema actual, aun con todas las En este punto interesa destacar, con Ma-
miserias que vuelca sobre ella, nacorda, el hecho de que la historicidad de
las formaciones sociales es, en Marx, el pre-
engendra simultáneamente supuesto de todo análisis crítico de las es-
las condiciones materiales y las tructuras existentes; junto a ello, es también
el desarrollo histórico la base sobre la que se
formas sociales necesarias para asientan sus conclusiones acerca de lo que de-
la reconstrucción económica berá ser la sociedad futura, pues «el sistema
actual, aun con todas las miserias que vuel-
de la sociedad” ca sobre ella, engendra simultáneamente las
condiciones materiales y las formas sociales ne-
¿Cómo no pensar en las ya mencionadas cesarias para la reconstrucción económica de
“competencias clave” y en las conclusiones la sociedad[18]»:
de Nico Hirtt? ¿Cómo no comparar esta pre- «Del sistema fabril, como puede seguir-
paración para el mercado laboral y para la ge- se en detalle leyendo a Robert Owen,
neración de plusvalía con la formación para el surgió el germen de la educación del fu-
desarrollo pleno de las capacidades humanas turo, la cual combinará, para todos los
que caracteriza, como hemos apuntado, las niños que hayan alcanzado cierta edad,
ideas pedagógicas de Marx y Engels? el trabajo productivo con la enseñanza y
Sea como fuere, Marx apartaría esta con- la gimnasia, no sólo como método de au-
tradicción con la formulación de su compañe- mentar la producción social, sino como
ro, para retomar el resto de la formulación en- el único método para producir hombres
gelsiana sobre la enseñanza en el Manifiesto enteramente desarrollados[19]».
Comunista. Allí se cita, como parte de las me- Queda del todo claro, pues, que la escue-
didas inmediatas que el proletariado tomará la no escapa a esa perspectiva histórica, así

[18] K. Marx (1989). Salario, precio y ganancia [1865]. Madrid: VOSA, p. 139. Poco después, escribiría: «El desarrollo
de las contradicciones de una forma histórica de producción es […] el único camino hacia la disolución y trans-
formación de las mismas». K. Marx (1976). El Capital [1867], libro I, tomo II. Sección cuarta, cap. XIII. Maquinaria
y gran industria. Madrid: Akal, p. 231.
[19] Ibíd., p. 225.

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como la contundencia («el único método») absoluta del hombre para necesidades
con la que Marx establece sus conclusiones variables del trabajo; sustituir al indivi-
sobre la educación futura. Resulta evidente duo parcial, al mero portador de una
en el penúltimo párrafo transcrito la presen- función social parcial, por el individuo
cia de la horrenda realidad del trabajo infantil totalmente desarrollado, para el que las
en las fábricas británicas de mediados del si- distintas funciones sociales constituyen
glo XIX. Ya hemos hecho, asimismo, una breve modos alternativos de actividad[20]».
mención de la tendencia a la omnilateralidad A pesar de la barbarie en la que se desa-
que Marx advirtió en el sistema fabril capi- rrollaba la instrucción establecida por las
talista. En efecto, para Marx la exigencia de llamadas cláusulas educacionales de la ley
omnilateralidad se deriva de la versatilidad a fabril, descrita por Marx en el mismo capítu-
la que se ve abocado el obrero industrial de lo[21, la enseñanza elemental en la fábrica se
su tiempo: había convertido en condición obligatoria del
«La industria moderna nunca considera trabajo para los niños menores de catorce
ni trata como definitiva la forma exis- años[22]. Además, la burguesía también ha-
tente de un proceso de producción [...] bía dado pasos hacia una mayor versatilidad
Revoluciona constantemente, junto de los trabajadores, sobre la base de la gran
con la base técnica de la producción, las industria, a través de las escuelas para obre-
funciones de los obreros y las combina- ros: politécnicas, agronómicas y “de enseñan-
ciones sociales del proceso de trabajo. za profesional”. Es el tipo de instrucción que
De este modo, revoluciona también, no Marx había criticado veinte años antes por-
menos incesantemente, la división del que, como recordará de nuevo, allí «los niños
trabajo en el interior de la sociedad, lan- de los obreros reciben alguna enseñanza en
zando incesantemente masas de capital la tecnología y en el manejo práctico de los
y de obreros de una rama de la produc- diversos instrumentos de producción»; lo cual
ción a la otra. La índole de la gran indus- resulta de todo punto insuficiente para hacer
tria condiciona, por tanto, el cambio del posible un ser humano omnilateral y redunda
trabajo, la fluidez de las funciones, la en el aspecto alienante del trabajo, ya que el
movilidad multilateral del obrero. […] obrero no deja de verse empujado y hostiga-
La gran industria, con sus mismas catás- do por la variación de una ciencia y tecnología
trofes, erige en cuestión de vida o muer- separadas de él, que cambian incesantemente
te la variación de los trabajos y, por tan- sus condiciones de trabajo y le exigen una ha-
to, obliga a reconocer como ley general bilidad sin contenido. Solamente «la inevitable
de la producción social y a adaptar a las conquista del poder político por la clase obre-
circunstancias su normal realización, la ra conquistará también para la enseñanza tec-
mayor multiplicidad posible de obre- nológica, tanto en teoría como en la práctica,
ros. Convierte en una cuestión de vida su lugar en las escuelas obreras[23]», en con-
o muerte el sustituir esa monstruosidad sonancia con las ideas apuntadas por Engels
que supone una mísera población obre- veinte años atrás acerca de la eliminación de
ra disponible, mantenida en reserva la división del trabajo.
para las variables necesidades de explo- Durante estos años, pues, Marx utiliza en
tación del capital, por la disponibilidad sus textos dos términos en torno a los que

[20] Ibíd., p. 228-230. Donde aquí se dice «la mayor multiplicidad posible de obreros», otras versiones traducen «mul-
tilateralidad posible de los obreros», lo cual se ajusta más al sentido del pasaje y a la perspectiva que aquí es-
tamos tratando. La misma idea aparece plasmada en el sexto capítulo (inédito) de El Capital. K. Marx (1997). El
Capital, libro I, sexto capítulo (inédito). Resultados del proceso de producción inmediato [1863-1866]. Barcelona:
Curso, p. 56-57.
[21] K. Marx, El Capital, I, tomo II, sección cuarta, p. 117-120.
[22] Ibíd., p. 223-224.
[23] Ibíd., p. 230-231. M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 90.

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se puede construir lo que será la escuela del tradicción, a la posibilidad de eliminar esta
futuro: la instrucción «politécnica» y la «en- contradicción[25]». En efecto, con el socialis-
señanza tecnológica». La primera, tal y como mo la tendencia a la omnilateralidad del ser
muestra la escuela “poliprofesional” con- humano no será ya una contradicción con las
cedida por la burguesía a los obreros, com- relaciones sociales de producción existentes,
porta la disponibilidad o versatilidad para los como bajo el capitalismo, sino un objetivo a
distintos trabajos o cambios en el trabajo, lo conseguir mediante la organización de la
cual es positivo porque se contrapone a la producción: el trabajo, la educación, etc.
división del trabajo propia de la fábrica. La «Una cuestión de vida o muerte», «una ha-
segunda supone la unidad de teoría y prácti- bilidad sin contenido»… Son aseveraciones
ca, avanzando hacia la omnilateralidad del ser que, siglo y medio después, no dejan de resul-
humano, ya no limitado a uno u otro aspecto tarnos familiares a poco que conozcamos los
de la producción, de manera que se opone a debates en torno a las relaciones entre escue-
la división entre trabajo manual y trabajo in- la y sistema productivo. En efecto, es evidente
telectual. que los sistemas educativos de las principales
Marx, por tanto, derivó de la realidad ma- economías capitalistas promueven, incluso de
terial existente en su época, en la que la en- forma más masiva y estructurada que en el
señanza de los niños se desarrollaba ya en la pasado, y ante las incertidumbres que agitan
propia fábrica, y con una perceptible tenden- la producción capitalista desde la gran crisis
cia a lo poliprofesional, la propuesta emanci- de los años setenta, la imbricación de la ense-
padora de una formación omnilateral que con- ñanza con la producción, tanto en la escuela
tribuyera a desarrollar todas las facetas de la como en los centros de trabajo: ciclos forma-
personalidad humana, en estrecha conexión tivos, “competencias clave”, asignaturas rela-
con la producción, acabando con la vieja divi- cionadas con la economía y la empresa, me-
sión del trabajo y por tanto con las diferencias todologías activas…, fomentan la versatilidad
de clase; lo cual no sería posible sin la toma (ciertamente limitada por las necesidades de
del poder por el proletariado. la reproducción social) de la fuerza de traba-
Es importante señalar que, como desta- jo futura y su adaptación a distintos entornos
có Manacorda, este planteamiento impli- de trabajo, y le proporcionan los rudimentos
ca «todo el marxismo». Porque, en efecto, estrictamente necesarios sobre tecnología,
no sólo incluye el contenido del materialis- ciencia aplicada, organización del trabajo, va-
mo histórico, sino también «toda la teoría lores deseables (incluida una educación políti-
del movimiento dialéctico de lo real», que ca) y “habilidades sociales”. No parece haber,
contempla la generación de aspectos con- por tanto, grandes diferencias de fondo en la
tradictorios, contradicción que se agrava realidad histórica de la que debe surgir la es-
hasta convertirse en antagonismo abso- cuela de nuestro futuro.
luto, que abrirá la puerta a su superación Partiendo de estas bases (aunque también
mediante la intervención consciente del cabe la posibilidad, por cronología, de que
ser humano[24]. Como recalca Manacor- el documento que vamos a analizar fuera el
da, Marx coordina, «con la constatación del punto de partida de la redacción definitiva del
proceso natural y espontáneo, el motivo de libro I de El Capital), Marx concretó aún más
la intervención voluntaria y consciente [...] sus ideas pedagógicas a la hora de plasmarlas
destinada a hacer estallar la contradicción programáticamente. Así, en las Instrucciones
—en este caso, entre condición obrera y a los delegados del comité provisional lon-
exigencia objetiva de hombres omnilatera- dinense al I Congreso de la Internacional, en
les— y a pasar de la realidad de un desarrollo Ginebra (1866), tocó aquellos puntos «que
productivo, que existe solamente en la con- daban impulso de un modo inmediato a las

[24] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 40-41.


[25] Ibíd., p. 44.

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necesidades de las luchas de clases y a la orga- productivo en estas edades debía ir acompa-
nización de los trabajadores como clase[26]», ñado por una formación cultural, que incluiría
entre los que se incluían los problemas relati- la enseñanza intelectual, la educación física (y
vos a la educación. Se trataba de medidas que los ejercicios militares) y el «adiestramiento
requerían ser impuestas mediante la fuerza tecnológico, que transmita los fundamentos
del Estado, esto es, a través de la toma del po- científicos generales de todos los procesos de
der político por el proletariado. producción, y que, al mismo tiempo, introduz-
De acuerdo con las Instrucciones de Marx, ca al niño y al adolescente en el uso práctico y
que partía de la tendencia registrada por la en la capacidad de manejar los instrumentos
industria moderna, el Congreso estableció elementales de todos los oficios». Y añadía
que «en una sociedad racional, todo niño, sin Marx en sus Instrucciones: «La unión de traba-
distinción, a partir de los nueve años, debe- jo productivo remunerado, enseñanza intelec-
ría contribuir con su trabajo a la producción», tual, ejercicio físico y adiestramiento politéc-
por repugnante que fuese todavía la forma nico, elevará a la clase trabajadora por encima
en que se daba el trabajo infantil bajo el capi- de las clases superiores y medias[29]».
talismo[27]. Los niños y jóvenes se dividirían Aquí, es importante destacar el aspecto
en tres clases, con diferente carga horaria de teórico y práctico de la enseñanza tecnológi-
trabajo, tanto industrial como doméstico: dos ca (mencionada también en El Capital, como
horas para los niños de nueve a doce años; hemos visto), que se dirige así a incluir, «om-
cuatro para los de trece a quince; y seis horas nilateralmente, los fundamentos científicos de
(con una de descanso) para los de dieciséis y todos los procesos de producción y los aspec-
diecisiete años[28]. Ahora bien, todo trabajo tos prácticos de todos los oficios», puesto que

[26] F. Mehring (1968). Carlos Marx y los primeros tiempos de la Internacional [1916]. México: Grijalbo, p. 62.
[27] Ibíd., p. 66.
[28] Obsérvese que el sistema educativo soviético, inaugurado en 1918, establecería la escuela única general politéc-
nica para los niños y jóvenes de entre ocho y diecisiete años.
[29] F. Mehring, Carlos Marx…, p. 66-67. M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 33.

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Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones M-L

de lo que se trata es de liberar al ser humano señanza rigurosa de nociones y de técnicas».


«de la servidumbre a una sola rama de la pro- Pero no dejaría de lado los saberes humanís-
ducción[30]». ticos, que probablemente sean aludidos con
Es el tipo de saber teórico y práctico que, aquella «enseñanza intelectual» de las Instruc-
por permitir alcanzar la omnilateralidad al ser ciones de 1866. Simplemente, este último tipo
humano, se considera superior a cualquier de aprendizajes corresponderían en su pensa-
otro tipo de enseñanza que haya podido exis- miento al “reino de la libertad”, al desarrollo
tir. Bajo el capitalismo —dirá Marx en 1869 de las capacidades humanas, y hallarían su si-
ante el Consejo General de la Internacional—, tio en «la vida cotidiana, en el trato espiritual
la formación tecnológica «debe compensar con los adultos», mientras que los saberes
las deficiencias que surgen de la división del técnico-científicos (aquellas «nociones incon-
trabajo», proporcionando a los aprendices un trovertibles»), y con ellos la escuela, perma-
conocimiento profundo de su oficio, no limi- necerían en el “reino de la necesidad”, donde
tado a «aquello que la burguesía entiende por los niños se apropiarían de «una totalidad de
enseñanza técnica[31]». Se trata de adquirir posibilidades de dominio sobre la naturaleza y
«conocimientos de fondo, es decir, las bases sobre el mismo hombre[34]». Se puede inter-
científicas y tecnológicas de la producción, y pretar, por tanto, una acentuación de los con-
la capacidad de trabajar […] con el cerebro y tenidos “científicos” en la escuela, bien como
con las manos, porque esto corresponde a un «elementos de objetivo rigor», o bien como
total desarrollo humano». Frente a la “pluri- «contenidos de un alcance total que permiten
profesionalidad” esgrimida por la burguesía, una comprensión general del mundo natural y
Marx opone la omnilateralidad de un ser hu- humano[35]».
mano completo que, «consciente del proce- El resto de goces intelectuales (el «reino de
so que desarrolla, lo domina y no es domina- la libertad») quedarían fuera de la “estructu-
do[32]». ra escuela”, junto a los adultos, en “la vida”,
En cuanto al contenido concreto de la en- como queda dicho: es «el reino de las vocacio-
señanza, las intervenciones de Marx ante el nes individuales, de las actividades desintere-
Consejo General de la Internacional muestran sadas, no productivas inmediatamente», que
su interés por no «introducir materias que al ser parte integrante del ser humano, deben
admitan una interpretación de partido o de entrar asimismo en su educación[36]. No cabe
clase», ni en las escuelas elementales ni en duda de que un planteamiento tal es coheren-
las superiores, sino que estas deberían apren- te con la preocupación por una escuela vincu-
derse fuera de la escuela, en contacto con los lada a la vida: esto es, al mundo de los adultos,
adultos «en la lucha cotidiana por la vida». Es ya sea en la producción (tal y como sucedía en
el caso de la economía política. «Únicamente la etapa preindustrial) o en el desarrollo de
materias tales como las ciencias naturales, la los goces intelectuales, en contraposición a la
gramática, etc., pueden enseñarse en la escue- separación producida por la escuela burguesa
la»: «nociones incontrovertibles y que no den entre el mundo infantil y el mundo adulto. En
lugar a conclusiones de tipo personal[33]». este tema insistirá el marxismo, tanto en los
Para Manacorda, esta idea de Marx «tien- países socialistas —sobre todo en Rusia du-
de a excluir de la enseñanza toda propaganda, rante los primeros años del Narkompros, y en
todo contenido que no sea una adquisición general allí donde se ha tendido a integrar la
inmediata de saber», para construir «una en- escuela en la fábrica, identificando escuela no

[30] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 34.


[31] Ibíd., p. 99.
[32] Ibíd., p. 105.
[33] Ibíd., p. 100 y 117.
[34] Ibíd., p. 113-114 y 118.
[35] Ibíd., p. 121
[36] Ibíd., p. 121.

90 Unidad y Lucha
España - Las ideas pedagógicas de Marx

sólo con enseñanza, sino también con educa-


ción—, y con particular interés, en Occidente, “...de acuerdo con su interven-
desde Gramsci.
Un planteamiento tal puede tener, en fin,
ción ante el Consejo General
un sentido pedagógico: téngase en cuenta de la Internacional en agosto
que la clase obrera había obtenido sus apren-
dizajes, tradicionalmente, en una relación diá-
de 1869, Marx era bien cons-
dica con un adulto (en el taller artesano o en ciente de la insuficiencia del
la familia, no en una escuela o institución simi-
lar), a través de la cual recibía los elementos
sistema educativo para trans-
tanto técnicos como culturales de su educa- formar la sociedad de la que
ción: un tipo de aprendizaje que les sería ve- surge, pero al mismo tiempo
dado a los niños de las familias obreras con la
imposición del sistema fabril en perjuicio de la alertaba contra la tentación
producción artesana. de renunciar al combate en
Hemos insistido en el método utilizado por
Marx para obtener sus conclusiones acerca este campo hasta el momento
de la educación del futuro; pero nos interesa en que la revolución hubiera
también incluir aquí una referencia que hace
Marx, en la Crítica al programa de Gotha (1875), trastocado las relaciones so-
a las reivindicaciones educativas más o menos ciales: «Por una parte, se exige
inmediatas de la clase obrera, en su pugna con
el Estado burgués. Esto nos devuelve al ele- un cambio de las condiciones
mento de la intervención consciente, ya apun- sociales para crear un sistema
tado, y a la diferente perspectiva que plantea
el marco sociopolítico (burgués o socialista) de enseñanza correspondiente
en el que se desarrolle la escuela. Téngase en y, por otra parte, se exige un
cuenta que, de acuerdo con su intervención
ante el Consejo General de la Internacional correspondiente sistema de
en agosto de 1869, Marx era bien consciente enseñanza para poder cambiar
de la insuficiencia del sistema educativo para
transformar la sociedad de la que surge, pero
las condiciones sociales»”
al mismo tiempo alertaba contra la tentación
de renunciar al combate en este campo has- listas alemanes su demanda de una «educa-
ta el momento en que la revolución hubiera ción del pueblo igual para todos», planteando
trastocado las relaciones sociales: «Por una la cuestión: «¿Se cree que, en la sociedad ac-
parte, se exige un cambio de las condiciones tual (y sólo hay que ocuparse de ella [puesto
sociales para crear un sistema de enseñanza que se trata aún de demandas que deben ser
correspondiente y, por otra parte, se exige un exigidas en el seno de la sociedad burguesa]),
correspondiente sistema de enseñanza para la educación puede ser la misma para todas las
poder cambiar las condiciones sociales[37]». clases? O bien, ¿se quiere obligar por la fuer-
Lo fecundo de esta doble advertencia es pa- za a las clases superiores a no recibir más que
tente por el hecho de haber constituido uno la enseñanza limitada de la escuela primaria,
de los ejes del pensamiento crítico de raigam- únicamente compatible con la situación eco-
bre marxista sobre la educación, hasta hoy. nómica no solamente de los obreros, sino
En primer lugar, Marx reprocha a los socia- también de los campesinos?[38]» Y, en efec-

[37] Ibíd., p. 98 y 106.


[38] K. Marx (1968). Comentarios al Programa del Partido Obrero Alemán [1875]. En F. Mehring, Carlos Marx y los
primeros tiempos de la Internacional, p. 131.

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Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones M-L

to, siendo la escuela un instrumento de repro- vas, al margen del sistema burgués, profunda-
ducción de desigualdades sociales, un «apa- mente alienante como ya se ha dicho. Así, por
rato de hegemonía» como afirmará Gramsci, ejemplo, el Tercer Congreso de la Internacio-
¿cómo creer que la burguesía en el poder vaya nal (Bruselas, 1868) había aprobado organizar
a proporcionar el mismo tipo de educación a conferencias de ciencia y de economía para
quienes están destinados a constituir la elite y obreros, ante la falta de escuelas oficiales[42].
a los hijos de las clases subalternas? En efecto, Por otra parte, en 1871 Marx aplaudiría las me-
sólo mediante la toma del poder por el prole- didas tomadas por la Comuna de París al res-
tariado es posible plantearse la posibilidad de pecto:
una escuela igual para todos; y eso, con nume- «Todas las instituciones de enseñanza
rosos problemas y debates de fondo, como se fueron abiertas gratuitamente al pue-
verá tras la revolución de Octubre. Por eso, blo y, al mismo tiempo, emancipadas de
en 1869 Marx se había mostrado en contra de toda intromisión de la Iglesia y del Esta-
una enseñanza superior gratuita, dado que do. Así, no sólo se ponía la enseñanza
era un coto de la burguesía[39]. al alcance de todos, sino que la propia
Para Marx —quien insistirá aquí en los ejes ciencia se redimía de las trabas a que la
centrales que ya hemos analizado— todo el tenían sujeta los prejuicios de clase y el
Programa de Gotha, «independientemente de Poder del gobierno[43]».
su tilín-tilín democrático», estaba «infectado Lo cual no era óbice para defender aque-
de la servil creencia de la secta lassalleana en llas medidas que pudieran hacer avanzar al
el Estado o, lo que es aún peor, de la creencia proletariado hacia el socialismo. Así, «el párra-
en el milagro democrático». Por eso, advierte fo relativo a las escuelas por lo menos habría
contra la vacuidad de demandar la asistencia debido exigir la anexión de escuelas técnicas
obligatoria para todos y la instrucción gratui- (teóricas y prácticas) a la escuela primaria»,
ta. Y, lo que nos parece más interesante, con- abundando así en uno de sus argumentos
dena la «educación del pueblo por el Estado», principales[44].
demandada en el Programa, para abogar por Marx rechaza también la prohibición gene-
«proscribir de la escuela […] toda influencia ral del trabajo de los niños, sin indicación del
del Gobierno y de la Iglesia», especialmente límite de edad, como ingenua y reaccionaria,
en el imperio alemán[40]. En 1869, Marx ha- «puesto que una rígida reglamentación del
bía defendido ante el Consejo General que tiempo de trabajo según la edad, así como
«la enseñanza estatal está considerada como otras medidas de protección de los niños, el
enseñanza bajo el control del gobierno, pero combinar acertadamente el trabajo produc-
esto no es absolutamente indispensable. […] tivo con la instrucción, es uno de los medios
La enseñanza puede ser estatal, sin estar bajo más eficaces para la transformación de la so-
el control del gobierno[41]», que podría nom- ciedad actual», al socavar las bases de la divi-
brar a los inspectores para vigilar el respeto a sión del trabajo, como ya se ha indicado[45].
las leyes, pero sin inmiscuirse en la enseñanza. Parece que lo que se pretende al reivindicar,
Una matización llena de sentido en una época en lo inmediato, esa unión entre enseñanza
en la que el movimiento obrero empezaba a y trabajo productivo que caracterizará a la
poner en pie sus propias instituciones educati- escuela futura es agravar las contradicciones

[39] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 99.


[40] K. Marx, Comentarios…, p. 132.
[41] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 98-99.
[42] Ibíd., p. 101.
[43] K. Marx (1976). Manifiesto del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores sobre la gue-
rra civil en Francia en 1871 [30 de mayo de 1871]. En K. Marx, La guerra civil en Francia. Madrid: R. Aguilera, p.
66-67.
[44] K. Marx, Comentarios…, p. 132.
[45] Ibíd., p. 134.

92 Unidad y Lucha
España - Las ideas pedagógicas de Marx

ya señaladas, mediante la intervención cons- nalizadas hacia la escuela estatal, en lugar de


ciente, para acercar el día en que dejen de poder disponer de sus propios instrumentos
serlo mediante la imposición de unas nuevas de clase para hacer efectivo su derecho a la
relaciones sociales de producción. En efecto, educación al margen del Estado? Como seña-
según Manacorda, este hecho significaba in- la Manacorda, la escuela se ha desarrollado
sertar al niño en la producción moderna, para «en el interior, pero principalmente alrede-
dar lugar a formas más avanzadas de vida y de dor y por fuera del mundo de la producción»,
relaciones sociales, además de devolver a la y ha tendido a identificar de modo creciente
clase obrera, despojada de la vieja formación enseñanza y educación. «Una escuela que se
artesanal y campesina, una forma superior de limitara a la enseñanza entendida como ins-
enseñanza[46]. trumento, como posesión de unas técnicas,
En relación con esto, Manacorda se plan- y renunciase a los fines de la educación y de
teaba cómo puede el trabajo, al asociarse con la “formación de los sentimientos”, no sería
la enseñanza, constituir el contenido y el mé- concebible actualmente[48]». De hecho, el
todo para la formación del ser humano om- planteamiento de un Gramsci o una Krupska-
nilateral, si ese trabajo es la condición de su ya, insertos ya en un contexto histórico muy
sometimiento. Y concluía que: distinto del de Marx, difiere notablemente del
«no es en realidad el trabajo como pro- aquí expuesto.
ceso educativo o como parte del mis- Entiéndase que no se trata de un ejerci-
mo, el que puede por sí solo invertir la cio contemplativo, sino de tratar de situar las
condición social y liberar al hombre. [...] tendencias dominantes a partir de las cuales
Pero esta real participación del trabajo esbozar la escuela correspondiente a nuestro
como proceso educativo en la trans- propio futuro. Cabe recordar que aun la for-
formación social, será tanto más eficaz ma de llevar a cabo la unión de enseñanza y
en la medida en que no sea una mera producción produjo muchos quebraderos de
ingeniosidad didáctica, sino una real in- cabeza a los bolcheviques a finales de la dé-
serción en el proceso social del trabajo, cada de 1920; pero tal vez la respuesta esté,
unión entre estructuras educativas y es- como apunta Manacorda al final del último
tructuras productivas, lo cual no quiere párrafo citado, más en este aspecto esencial
decir, necesariamente, unión “escuela- que en la institución en la que se debe llevar
fábrica”, dado que los dos términos no a cabo. Para este autor, la consecuencia de la
son igualmente coesenciales a la socie- separación entre ciencia y trabajo bajo el ca-
dad moderna, al representar más bien pitalismo es la tendencia objetiva a «formar
la “escuela” un residuo de organizacio- una vida de la comunidad en donde ciencia
nes sociales precedentes; pero significa y trabajo pertenezcan a todos los individuos.
ciertamente unión de enseñanza-pro- Es decir, la escuela no puede configurarse de
ducción[47].» otro modo que como el proceso educativo en
Sin embargo, si bien ciertamente la escue- donde coinciden ciencia y trabajo». Una cien-
la es un residuo de otro tiempo, una institu- cia no especulativa, sino operativa; un trabajo
ción burguesa (o incluso anterior al régimen no parcial, sino coordinado en lo posible con
burgués, como ya se ha comentado), ¿no es la tecnología de la fábrica[49].
cierto que sufrió una transformación, desde No cabe duda, en fin, de que las herra-
finales del siglo XIX, que acabó convirtiéndola mientas elaboradas por Marx nos permiten
en un aparato de hegemonía sobre las clases concluir, en nuestra opinión, que la escuela
subordinadas, y que por ello estas fueron ca- burguesa apunta hacia la futura escuela socia-

[46] M.A. Manacorda, Marx y la pedagogía moderna, p. 103.


[47] Ibíd., p. 61.
[48] Ibíd., p. 115.
[49] Ibíd., p. 71.

Abril de 2018 93
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones M-L

lista con tanta o mayor claridad que hace cien de la educación burguesa y, con ayuda del mé-
años. En nuestra mano está ponerlas frente a todo marxista, apuntar a un camino de eman-
frente, para desnudar el verdadero carácter cipación, desde fuera y dentro del aula.

Partido Comunista de España (Marxista–Leninista)


Marzo de 2018

94 Unidad y Lucha

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