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SOGIAL HUMANISTICA II SELECCION DE TEXTOS UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA Presentacién El curso de Social Humanistica II tiene la finalidad de proporcionar al estudiante de la Facultad de Ingenieria el conocimiento de la problematica histérica, econémica y social de la sociedad guatemalteca actual. El curso tiene como objeto el estudio la sociedad guatemalteca y la problemética a la que se ha enfrentado en la historia reciente. El conocer, comprender e interpretar correctamente dicha realidad coadyuva en el proceso de la transformacién de cada uno de los estudiantes de la Facultad de Ingenier‘a, para que de forma conseiente y respon- sable desarrolle tanto su vida estudiantil como su profesién en el futuro. El texto de Social Humanistica IT esté diseftado para que acompaite el desarrollo de las siete unidades, que son abordadas en clase de acuerdo con la metodologia planteada por cada profesor y el programa del curso. En el mismo orden se incluyen lecturas adicionales como apoyo para cada unidad. El texto inicia con una lectura sobre la Revolucién de Octubre y,a continuacién, otra relacio- nada con la historia inmediata; muestra desde ya cémo se dio el proceso desde 1954 hasta 1996. Se hace un recorrido por los principales acontecimientos politicos de Guatemala, sus manifestaciones, los actores sociales y los efectos que dicha problemética generan en la sociedad actual. Asimismo, la historia reciente guatemalteca esta estrechamente vinculada con los proce- sos no solo politicos sino econémicos y culturales; por ello también se abordan en el texto lecturas relacionadas con las corrientes de pensamiento econdmico y la globalizaci6n. En la historia reciente de Guatemala se han evidenciado, asimismo, una serie de problemas, uno de los mas importantes, la pobreza. Explicar las causas de esta y sus “formas” de manifes- tarse se ha convertido en un objeto de estudio actual; la lectura Definicién y medicién de 1a pobreza multidimensional, proporciona una vision objetiva. La pobreza también es el resultado de diversos factores, tal es el caso del acceso a la tierra, especialmente en Guatemala, que constituye un problema social relevante. Con la lectura La tierra y ef derecho a la alimentacién, asi como con la explicacién de los conffictos agrarios que hay cn nuestro pais se busca entender las causas de la desigualdad y la pobreza. Comprender el Estado guatemalteco también esta estrechamente relacionado con el pro- ceso de formacién de otros sectores econémicos, sociales y politicos en el pais. Por ello, estudiar el desarrollo industrial se plantea en la lectura El proceso de industrializacién en Guatemala; se aborda, también, cémo este se ha dado a finales del siglo XX. Al final del texto se incluye la lectura Desarrollo de la estructura espacial de la ciudad de Guate- ‘mata desde su fundacién hasta la Revolucién de 1944, que explica el proceso de la formacién de la ciudad de Guatemala desde la perspectiva historica, Con Ia seleccién de textos para Social Humanistica II, pues, se pretende acompafar el desarrollo temético de cada unidad y, a la vez, ofrecer a los y las estudiantes documen- tos que puedan consultar para la comprensién de la realidad nacional. 2 Indice UNIDAD: LA ERA REVOLUCIONARIA 1944-1954 El ascenso de Ubico, 00 ‘Memorial de los 3 Era revolucionaria: una Constitucién moderna ... 00 La Revolucién, 1944-195 Principios de la Revolucién, dictados por la Junta Revolucionaria de Gobierno. 0 UNIDAD 2: HISTORIA INMEDIATA: COMO Y POR QUE OCURRIO LA VIOLENCIA (Entorno hist6rico) Para qué nos sirve la Historia. 00 Causas histéricas y origenes del Confiicto Armado Interno. 00 Concepto de Paz firme y duradera, 00) Gobiernos de 1944 81999 vermnn 09 UNIDAD 3: CORRIENTES DE PENSAMIENTO ECONOMICO Y LA GLOBALIZACION Corrientes de pensamiento ceonsmico y participacién del Estado en la economia, 00 2Qué es la globalizaci Agentes de la globalizacién Historia de la globalizacié ontradieciones de la globalizacién ‘00 onsecuencias de la globalizacién 00 UNIDAD 4: DEFINICION Y MEDICION DE LA POBREZA MULTIDIMENSIONAL Definicin y medicién de la pobreza multidimensional 00 La canasta que aplaca el hambre, malnutre y engatta a los salarios, 00 UNIDAD 5: LA TIERRA Y EL DERECHO ALA ALIMENTACION La tierra y el derecho a la alimentacié 00 La agricultura familiar en Guatemala 00) Tenencia dela tierra, conflctos agrarios y Acuerdos de 00 Glosario de términos catastrales 00 UNIDAD 6: FORMAS INICIALES DE LA INDUSTRIA EN GUATEMALA fc la industria en Guater 00 00 Glosario 00 UNIDAD 7: DESARROLLO URBANO Desarrollo de Ia estructura espacial en la ciudad de Guatemala: desde su fundacién hasta la Revolucién de 1944. 00 UNIDAD 1: LW TEN REVOLUCIONARIA Sead Secil Humanistic 2| Feud de ngeniria EL ASCENSO DE UBICO Fernando Gonzalez Davison Si en América Central ta coercién norteamericana fue el mecanismo privilegiado para poner presidentes, en Guatemala no seria el caso: la persuasién seria privilegiada en atencién a los sucesos politicos delicados e inestables de 1930. En plena crisis econémica y con un Estado exhausto de recursos (acaso en la bancarrota), algunos créditos externos dificil- mente obtenidos (en condiciones onerosas) mantuvieron en parte el funcionamiento del Gobierno. La oligarquia dividida en varios clanes profundizé su divisién para as{ tomar el poder cuando Lazaro Ghacén enfermé y qued6 paralizado, En una lucha por designar al presidente provisional, los “chaconistas” ponen a B, Palma para que lo supla temporal- mente. Ello contrarfa a la jerarquia militar que apoya al primer designado, el ministro de Defensa (M. de Le6n), a quien Palma —segun- do designado— pone en prisién. En el interin la embajada norteamericana da la proteccién a Jorge Ubico, que es su carta politica presiden- cial, Se gesta un golpe militar contra Palma (en el cual est ajeno Ubico), con el fin aparente de poner al general M. de Ledn en la presiden- cia; sin embargo, este muere en el golpe, hecho que generé total desconfianza en el general M. Orellana’, lider del golpe militar. Este se hace designar presidente provisional a inicios de 1930. Pero no goza del apoyo de Washington, que presionarfa durante ese afio para que dele- gase su poder a otro individuo “imparcial”; finalmente —Chacén atin enfermo— Orellana y la embajada norteamericana escogen a J. M. Reina Andrade (proubiquista), quien asume como presidente interino en enero de 1931. 1 Se gna el parentenco con ol expresiente mien en 086 Social Humanisica2| Facultad de Ingenieria Ubico se habia preparado un afio atrés para la campafia electoral. Washington logra que las elecciones se hagan de inmediato, en febrero del mismo aio, a fin de que Ubico sea el candi- dato con mayor oportunidad. La oposicién de otros grupos oligarquicos queda en suspenso, por falta de tiempo, y Ubico queda como candidato tinico, y gana las elecciones con mas de 300 mil votos*, El general Ubico asume ese mes sus funciones y sus seguidores toman el control de Jas diversas instituciones del Gobierno (inclu- so el legislativo y el judicial) y son miembros del Partido Liberal Progresista, una rama del partido liberal, con tintes populistas en la campafia electoral y que en la prictica queda- rian en el olvido®. En efecto, Ubico entre sus primeras medidas clausuré las organizaciones obreras ¢ hizo otro tanto con las otganizacio- nes privadas (para evitar alianzas como la de 1920). Paralelamente persiguié cruelmente a reales y potenciales opositores, y prohibié la libertad de prensa. Entre las medidas econdmicas emer- gentes que tomé a nivel econémico —no podfan ser otras para un terrateniente de aquel tiempo— fue la de sanear las finanzas pitblicas, decretando una disminucién de entre 10% y 30% el salario de los empleados pitblicos; pero al mismo tiempo amplié la participacin estatal en la construccién Giniciando la construccién de varios edificios piblicos) y en la apertura de caminos (con la gleba “indigena” haciéndola posible casi gratuitamente y forcivoluntariamente a través, de la ley de vialidad). Pero, para mermar la insatisfaccién del campesinado —herido por la crisis y en una ‘THe, Guteral, 9 de febrero de 93 ph Ubica, Jorge, Discurso ante la Asemblea Legislatva. Tip. Nec. ‘Guatemala Bae febrero de 13,endcho discus antiepa a pala dimlatn.” pes nea te agra i en Conta Ge a seteater Clee va, cuando belo pldlese en Beque a olgarqus. 4Grieb, Kenneth: American Involmentin the Rice of J. Ubico, {Giitan Sadie (SLT Na‘ioSudios del Cae: Gniveradad Se Puerto Wo, 1988 pp 73h Diario de Centro Amie, 21 de ar de 908.1 lise observa un tea eenpis deus medida sniar tomas ef asad. {6 Decreto Legislativo 19058 de abril de 1934 Rec. de Leyes sociedad en la cual hasta el maiz era en buena parte importado— y evitar los conflictos latentes. Ubico otorgé “en usufructo” diversas tierras baldias (como lo hizo Estrada Cabrera a inicios del siglo) a diversas comunidades. Pero la medida que hizo congraciar al campe- sinado con Ubico, fue el decreto por medio del cual se exoneraba el pago de las deudas con trabajo a los habilitados, y prohibia asimismo. ese sistema (aunque en la prictica se seguiria utilizando con el nombre de “enganchamien- to”), en razén de que desde 1930, la escasez de tierra del campesinado ya lo obligaba a buscar trabajo en diversos latifundios. Para ello, se le obligé a demostrar que laboraba 160 dias al afo en las haciendas, mediante la Ley de Vagancia (que existié en varios periodos del régimen liberal con anterioridad)’. Las medidas en “favor” del campesina- do precolombino eran fruto de los motines y rebeliones dadas desde 1928: ... si esto sigue, las cosas podrian salir de control escribia, en plena crisis su jefe politico‘, Esa mediacién debe de ser vista como una politica tendiente a limar ciertas asperezas en favor del statu quo, y para que de manera alguna su desarrollo hubiera tenido los efectos que ensangrentaron, a El Salvador en 1932. Entre tanto el despacho de Agricultura yla oficina de trabajo —con su financiamiento estatal—, se han convertido en la prictica, en parte del sistema policfaco®. Es més, se doté a los terratenientes para perseguir y capturar ‘malhechores en su jurisdiccién (vieja prictica, aunque legalizada)”, Pocos bancos que sobrevivieron a la ctisis y que no pudieron financiar las hipotecas de los propietarios particularmente de unida- des cafeteras (motivando una concentracién mayor a favor de cuatro firmas alemanas en la produccién del grano), fueron intervenidos Taam oi Gre A Guten Cai. te Aoeh se tp spy. Co bp dees ich Baa Zu eno Sh retest eipcvicnesh ae por el Banco Central de Guatemala (controla- do igualmente por alemanes). Al mismo tiempo —ya era tarde— se establecié la garan- tia prendaria (de la cosecha) en lugar de la hipoteca como garantia en el otorgamiento de créditos a los terratenientes, asi como una moratoria para su pago". Desde esos afios se generé entre la mediana propiedad rural cafetera y los hipote- cados oligarcas locales, un repudio en contra de los intereses alemanes (controladores del crédito, de los insumos agricolas, de los “bene- ficios” de procesamiento y la comercializacién del café). Sin duda alguna la fraccién oligérquica alemana tenfa gran poder interno, aunque jamés comparable a los intereses norteameri- canos (que ocupaban militarmente parte del Caribe y de Centro América) en donde politi- camente sobredeterminaban —en ltima instancia— las sociedades dependientes del istmo. Ambos intereses neocoloniales sabo- reaban las ventajas del statu quo; eran fuerzas que, unidas, habfan logrado hacer impermea- ble al pais yal area la influencia antiimperialis- tay agrarista proveniente de México. Si bien Ubico se plegé a Washington en materia de politica exterior centroamericana, apoyando de una u otra manera a lo que caricaturescamente se llamé “Liga de Dictado- res” (que no existié formalmente)", a pesar que entre los dictadores hubieran liberales y conservadores (se soportaban con cierto sinsabor), Ubico y otros més seftalaban su admiracién por Franco, Mussolini y Hitler. Incluso Ubico —con el aplauso de petroleros texanos— fue el primero en reconocer a Franco y este enviaria a Guatemala su primer enviado diplomédtico en 1937. Un afto atris —con la crisis de Etiopia— Ubico retiré a Guatemala de la Sociedad de Naciones, a TT Almismo tempo seg wabre la usura, Wave Roe de eyes aos Io31y9s2 12 Grieb, Kenneth. The Myth of Cental American Dictators League, [Jounal of Ameitean lules, Cambridge Unipres, VO 10 pate 2 Nowio78 pp 2205 Social Humanitica 2 | Focutad de Ingenieria imitacién de los paises fascistas. El anticomu- nismo local era propio y mayor dado los acon- tecimientos de El Salvador de 1932 (insurrec- cién dirigida por comunistas). Pero, algo nota- ble también, reconocié la conquista de Corea por parte del Japén, Ello ya sembré dudas en Estados Unidos, donde aquella “liga de dicta- dores” (Ubico, Martinez, Carias, Somoza) parecia inclinarse a favor de los paises del “eje”. Por ello se envia en 1938 una flotilla de aviones norteamericanos, cuya presencia era un signo en oposicién a esa politica” que desa- rrollaba Ubico. A nivel interno, el control regional en el pais se profundizé: los secreta- rios de las municipalidades habjan sido pues- tos por el Ejecutivo en el pasado, ahora los alcaldes fueron suplidos por intendentes, nombrados por los jefes politicos (también a cargo de sus funciones multisectoriales ya referidas en el campo militar, interior, hacen- dario y de “fomento”). Ademés se cre6 la Poli- cfa rural y de Hacienda en razén del latente descontento rural. En el campo puramente militar (la militarizacién de la Direccién de Caminos y de los Telégrafos se fortaleci6), se habia dado un viraje importante: desde inicios del Gobierno de Ubico la Escuela Politécnica (militar) empezé a ser dirigida por oficiales estadounidenses (como sucedié en América Central) y su influencia en la nueva ofic dad, crearia diferencias con respecto a la vieja oficialidad. Esta iltima fue compensada con cargos de generalato: llegarian a tenerlo mas de 60 oficiales altamente privilegiados respec- toa los “j6venes”; eso era demasiado para un ejército de alrededor de 8 mil hombres (140 soldados por general). Los generales estaban imbricados en casi todos los ramos de la admi- nistracién estatal. También para mejorar el {BGA Gunman Gavdibon pase ly Gusiree, V, M. reve historia del Movinient Sina en ‘Guatemala Sin edova fecha: po (Tule Univers). sg, Cetera otra r9) de Ease ela. Hora de ret. Guatrsala 973 (See. directores de pant). 1G Ordena del hrc, Decret ga dl 3 novierbre de 1570 biti de Cento artic, Guatemals novembre de tty” s Social Humanistica2| Facultad e Ingenieria control interno se habjan creado las coman- dancias locales (ya no solo en la cabecera departamental), en la cual no se practicé cons- cripcién de “indigenas”® (prefiriéndose para ello a mozos ladinos de las haciendas con la protesta de los terratenientes). En relacién con los fines de honestidad que dijo el Gobier- no cumplir, contrario a ello, Ubico acepté una pensién vitalicia efectiva junto con su salario y un “premio” a su labor de Q 200 mile: Ese apoyo social no era total pues desde ese afio elementos incluso de la oligar- quia generan un movimiento contra la influen- cia “anglo-saxona” en el istmo por su apoyo a las dictaduras. Tienen un relativo respaldo de ‘México, pero este no hace més que darles asilo: el Gobierno de Guatemala consideraba “comunista” al mexicano; este observaba al de Guatemala como una especie de “porfiriato” (de Porfirio Diaz, caido en la Revolucién mexicana), ‘Ademds de ese elemento de corrup- cién, Ubico —no se sabe bajo qué causa— desmantelé las lineas y equipo del tren eléctri co de Los Altos, construido defectuosamente por firmas alemanas (US $ 8 millones al aire y atin adeudados)". De este proyecto solo quedé la peque- fia hidroeléctrica que surtiria electricidad a Quetzaltenango”, Todo ello pone en duda su rol del gobierno propiciador de un “sano desa- rrollo” alabado tanto por el Kenneth Grieb. A este estudioso le sorprende el nimero de carreteras hechas, que atin no fueron suficien- tes para articular al pafs. Y, omite, fueron hechas por una gleba semiesclava. Ademds a diferencia de otros paises de América Latina que —tras la depresién de los afios 30— iniciaron tareas de industrializacion no pagando la deuda externa, Ubico opt6 por cancelarla: la politica presionada por los Esta- I DeSey EaeSlnv eg de de ai de 19. Ree de Lege de 18 La renovaciin dl contrat y loe agumentos pueden ler en Becreto hey ter del ig de may de abe 19 Si causaba enormes péndidas dicho ten al erario pblio por ‘Baller deetoe cia Gonsrecson, Ube des dean as Erma constructors demanas, no destmntclar sus instlaciones. Ease tambien Cred, A Gusteiaan Caudill p17. dos Unidos en ese sentido redujo asf la capaci- dad para apuntalar una incipiente industria local (que solo se verd estimulada por el cese de importaciones a raiz de la I Guerra). Ubico asi se ufanaria de haber saldado a deuda externa del pais casi totalmente, al final de su gobierno. En efecto, se continué la vieja tradi- cién liberal poco desarrollista destinando el grueso del gasto piiblico hacia dos éreas: los gastos de seguridad y la deuda publica (de hecho casi no habfa atencién estatal en los servicios sociales como salud y educacién, sino un modesto control epidemiolégico y muy pocas escuelas) y, a nivel financiero, igualmente las transferencias eran muy limita- das a sectores oligrquicos y a la incipiente burguesfa local. 3, UBICO ANTE LA II GUERRA Y CRISIS DEL REGIMEN En 1939, una de las primeras acciones de Ubico al iniciarse la IT Guerra, fue escribir un telegrama a Franco en el cual le solicitaba mantuviera su neutralidad, en aras de la “his- panidad” (es decir que la mantuviera para no verse forzado a romper relaciones por presién de los Estados Unidos). También de inme- diato Ubico declara a Guatemala neutral en el conflicto —para evitar malentendidos con las, dos fuerzas forineas al interior del pais. Al mismo tiempo, para congraciarse con un Es dos Unidos que solo ha criticado a Berlin, Ubico prohibe a todo extranjero cualquier participacién politica (aunque los alemanes la harian a su modo con sualtivez, mds que acos- tumbrada en Guatemala). La guerra corté las exportaciones de café dirigidas a Alemania (2.° mercado de Gua- temala), pero Estados Unidos, dentro de su politica de “buen vecino”, para atraer a su favor al continente, ofrece mayores precios y compras de café. La guerra asi no fue un mal negocio. Lo anterior fue confirmado con el 30Grieb,A Guatemalan Caudill. pase primer Convenio Interamericano de Café en 1940. Al siguiente afio Estados Unidos declaré Ja guerra alas “potencias del eje”. Ello signifi- €6, para dolor de Ubico, que a Guatemala se le presioné para que se decretase la intervencién de todos los bienes alemanes (mas de 200 haciendas generalmente cafeteras, numerosas industrias y establecimientos comerciales)”, con un valor superior a los 60 millones de délares (el presupuesto del Estado en 1940 era de $ 12 millones). Se volvia a repetir el fend- meno de lucha antimperialista como en tiem- pos de Estrada Cabrera, Entre tanto el valor de buena parte de las exportaciones de café a elevado precio fue a parar a las arcas puiblicas, las cuales florecieron desde aquel aio. Ademés, los impuestos de exportacién por tal concepto, sirvieron para elevarlas axin més. Ubico resucité el caso de Belice y, con apoyo de los Estados Unidos, obtiene el bene- plicito de Inglaterra por llevar el caso a un tribunal arbitral, Pero el Gobierno alemén le transmite antes de 1941, que Alemania al ganar Ja guerra, entregarfa ese territorio a Guatema- la. (El Gobierno conservador inglés aparente- mente hizo la misma oferta). Todo ello se esfumaria tras concluir el conflicto mundial (derrota alemana y caida del Gobierno conser- vador inglés). Si bien Ubico fue el artifice de los diversos intereses oligdrquicas y forineos, la intervencién de los bienes alemanes y la parti- da de los ciudadanos germanos a centros de los Estados Unidos, provocaria un vacio politi- co, que sus abogados tratarian de suplir en Guatemala a nivel de poder. Ello con dificultad manifiesta, pues el pais habria de tener —casa nueva— una base aérea estadounidense. Entre tanto la Iglesia, aprovechando la permisibilidad de Ubico de autorizar el ingre- so de varias congregaciones (de una Iglesia Hippel, Gunema, vo de jie de epee x a ‘oviembre det. thanacioatizadon esd en el numero dl 14 de Sansa 35 Grich A Goatemmlan Cail. 377 Social Humenistiea2| Facultad delngenera franquista) y ya con un obispo aceptado desde 1928, empezariaa jugar un modesto papel poli- tico, siempre al lado de los conservadores; estos tiltimos, articulados con los abogados de los alemanes, inician la presién paulatina en favor de la devolucién de sus bienes (casi imitando el proceso de 1919). Por supuesto que los universitarios y ciertos intelectuales se perfilan como deseosos de hacer llegar la democracia al pais, al tenor de la declaracién de los aliados (EE.UU., URSS ¢ Inglaterra), era su lucha contra el nazismo y fascismo. En esa direccién apoyan y van més alla del simple reclamo por la libertad. En verdad son expre- siones de las capas medias asfixiadas en sus expectativas por el escaso desarrollo, teniendo el Estado recursos suficientes para dinamitar la sociedad. Ello se empieza a evidenciar no solo también entre los obreros, como cosa natural, sino incluso desde 1940 al interior de la oficialidad joven*. Algunos de estos oficiales son arrestados por sus opiniones. Por supues- to caus6 creciente malestar la renovada elec- cién de Ubico en 1943*. Algunos grupos poco organizados traman sin resultado, su asesina- to. La organizacién contra Ubico solo podia provenir de segmentos de la oligarquia misma —la fraecién conservadora y alemana—; estas fracciones aprovechando el fenémeno espec- tacular de la caida del general Martinez (mayo de 1944) y de las diversas manifestaciones populares (reclamando basicamente alza de salarios), hacen comprender a Ubico que sus dias estén contados. Su intencién inequivoca es “capturar” enseguida el poder y continuar con este a través elecciones, dindole a Ubico las garantias del caso, y retomar los bienes a los alemanes. Ubico, entrado en afios, recuer- da posiblemente los afios finales de Estrada Cabrera. Sin disparar un tiro, renuncia ante el pliego que lo solicitaba firmado por 311 “nota- 3 fale Martine. RafoeL Unico. Tip. Nas, Guatemala 198. ibe. pas Hpi hS 6 Social Humanisiea2| Facultad de Ingenieria bles” que incluian conservadores, progresistas y abogados de intereses alemanes, en junio de 1944. Pero Ubico deja asegurado el poder en un triunvirato militar de su confianza, encabe- zado por el general Ponce Vaides que “velaria” por el proceso electoral prometido. Se iria Ubico, otorgando 15% de aumento de los sala- rios piblicos, ya una medida tardfa, aunque bajo “estado de ley marcial”. Pero al mismo tiempo para evitar tentaciones, Ubico paga $ 8 millones de la deuda externa y deja sin botin posible las arcas del Estado. MEMORIAL DE LOS 311* Seftor presidente de la Repiblica: El dia sdbado 24 de junio, a las dieciséis horas, se presenté a Ud. un memorial suscrito por mas de trescientas personas, pidiéndole: a) el restablecimiento, sin demora, de las garantias constitucionales; y b) la plena efecti- vidad de tales garantias. Hicieron la entrega de ese memorial, en nombre de los firmantes, los Licenciados Federico Carbonell y Jorge A. Serrano, quienes, al dia siguiente en la maftana fueron Iamados al Palacio Nacional con el objeto de que reunieran a un grupo de perso- nas firmantes de la solicitud, afin de discutir la forma mas conveniente y patristica de conju- gar la gravisima situacién creada en el pais. Atendiendo esa insinuacién, y guiados tinica- mente por méviles del mds puro interés patridtico, celebramos una Junta con los Secretarios Salazar, Anzueto, Sdenz de Tejada, Gonzélez Campo, y Rivas, y como tnica gestin posible por nuestra parte, ofrecimos acercarnos a los diversos sectores representa- dos en las manifestaciones populares, con el objeto de conocer en forma precisa todas y cada una de sus aspiraciones y transmitirlas al Gobierno de la Repiibliea. Gon ese exclusivo propésito solicita- mos que se nos otorgaran por escrito las garantias seguridad personal, libertad de prensa, de asociacién, y de libre expresién de palabra. Ninguna de elias nos fue concedida y el acta, que principiabaa redactar- se, quedé inconclusa ante la imposibilidad de coneiliar dos criterios totalmente opuestos: el nuestro, que consideraba indispensable para solucionar la aguda crisis del pais, la obtencién de los medios indicados: y el del gobierno, que necesarias: 7 Repredcide de ana cbr del Jorge Maro Gala Laguardi apelaba a mantener inalterable la situacién de fuerza creada por la suspensién de garantias y que se negaba a otorgamos en lo personal las seguridades por escrito que tan de buena fe le solicitamos. En vista de tales circunstancias dimos por concluida nuestra misién. En la tarde del propio dia de ayer, el Honorable Cuerpo Diplomético acreditado en. el pais se sirvié convocarnos al Edificio de la Embajada Norteamericana para comunicamos que el gobierno de la Reptiblica le haba solici- tado abocarse con nosotros y conocer si esté- bamos en disposicién de reanudar las conver- saciones suspendidas esa mafiana. Ante la situacién, cada vez més tirante, y a pesar de que ya eran conocidos de todos los incalifica- bles atropellos del mediodfa, aceptamos 1a iniciativa del Gobierno y acudimos nuevamen- tea Palacio. Encontramos la misma actitud de intransigencia de parte de la Delegacién del Gobierno, formada por algunos Secretarios de Estado y el de la Presidencia. Fueron inttiles todos nuestros razonamientos y esfuerzos por lograr del Gobierno las facilidades que pudie- ran acercamos al éxito de la misién que se querfa confiarnos y que, por aquellos deplora- bles sucesos, aparecia cada vez mds remoto. Llegados a este punto, solicitamos entrevistarros directamente con Ud, esperan- do encontrar mayor armonia con nuestro criterio. Usted, sefior Presidente, recordaré todas nuestras observaciones; a insistencia sincera y razonada con que le hicimos ver el origen popular y espontaneo del movimiento reivindicador que conmueve al pais, provoca- do por los largos afios en que el pueblo se ha visto privado del ejercicio de sus derechos; la necesidad ingente de establecer las garantias ciudadanas; el distanciamiento real en que se ha mantenido Ud., del pueblo, debido a la falta absoluta de medios de libre expresién; de haberse creado hacia usted, en el pais, por su actuacién y la de sus colaboradores, mas que Social Humanistiea2 | Facultad de ingenera un sentimiento de respeto, uno de temor indi vidual e inseguridad social; la inconveniente centralizacién de las funciones piblicas; el desequilibrio que significa la existencia de un Gobierno rico frente a un Pueblo pobre; la justificada impaciencia del pueblo de Guate- mala ante la inmutabilidad de su Gobierno por el largo espacio de catorce aftos; su sistema de gobierno en pugna con las realidades del presente; la resistencia de su Administracién a realizar las necesarias reformas sociales; los, abusos de autoridad reiteradamente cometi- dos durante su administracién; los perturba- dores intereses creados entre sus servidores que han contribuido a falsearle la realidad ambiente; y, en fin, sefior Presidente, todas aquellas circunstancias que han llevado al pais, ala presente situacién de tinicamente protesta publica, En un principio, nuestras esperanzas se vieron alentadas por la actitud receptiva de Usted ante la franqueza de nuestras expresio- nes, ante la sinceridad de nuestros propésitos, y ante el comiin interés patriético que en Usted suponiamos. Nos manifesté usted que la nica forma de gobernar al pais es la que Ud., ha puesto en préctica; que no restituirfa las garantias constitucionales; que la libertad de imprenta suponfa la inseguridad del gobier- no; que la organizacién de partidos politicos de oposicién era incompatible con el orden publico y que no los permitiria mientras estu- viera en el poder; que el actual movimiento de opinion tiene su origen en corrientes ideoldgi- cas que vienen de fuera. Ante nuestra mds profunda sorpresa afirmé usted que por su prestigio y experiencia gubernativa su alej miento del poder significaria el caos para Gua- temala, dindonos la impresin de conceptuar- se insustituible al frente de los destinos del pais. Le reiteramos la solicitud ya hecha al Gabinete, de todos los medios necesarios para ponemos en contacto con la opinién publica y traerle una clara expresién de los deseos 8 Social Humanitica 2 | Facultad de Ingenieria ciudadanos. Accedié Ud,, tinicamente a que, sin hacer reunién de clase alguna, nos pusiéra- mos en contacto en forma individual con personas de los distintos sectores y le transmi- tiésemos las verdaderas aspiraciones del pueblo guatemalteco. Para el debido cumplimiento de nues- tra gestion patristica, y con la tinica garantia que nos fue concedida por usted, salimos de Palacio a cumplir la misién que voluntaria- mente nos habjamos impuesto. iCual seria nuestra sorpresa al darnos cuenta de que mientras parlamentébamos en Palacio, y el Honorable Cuerpo Diplomdtico estaba dedicado a las nobles funciones de Mediador, la policfa y la tropa acribillaban a balazos a hombres, mujeres y nifios que pacifi- camente desfilaban por las calles, entre cuyas damas se contaba doita Julieta Castro de Rolz Bennett, esposa de uno de nosotros! La indignacién general por tan repro- bables hechos era profunda e incontenible. La sangre de las victimas robustecia las ansias de libertad. Considerabamos que la crueldad de la fuerza publica era insuperable obstaculo a nuestros propésitos; y asi quedé confirmado al entrevistamos con personas de los diferentes sectores sociales. Con tan dolorosa conviccién volvimos a presencia del Cuerpo Diplomiético, y le expu- simos el fracaso de nuestras gestiones, debido a los acontecimientos, de los cuales ya estaba enterado ese Honorable Cuerpo, cuyos senti- mientos humanitarios fueron de nuevo evidenciados. Esta maftana a las nueve horas fuimos llamados por el sefior Director General de Policia, quién, en cumplimiento de las instrue- ciones recibidas del sefior Secretario de la Presidencia, nos notificé que la autorizacion que usted nos habia otorgado quedaba sin efecto y que tendriamos que atenemos a las consecuencias emanadas del Decreto de suspensién de garantfas. La misién patriética que habiamos aceptado quedaba definitivamente concluida por disposicién del Gobierno. Como obligada consecuencia de los hechos narrados, consideramos que es nues tro deber ineludible, segtin lo acordamos con usted, llevar a su conocimiento la expresién inequivoca de los anhelos populares que hemos podido palpar y que son el verdadero origen de la situacién angustiosa por que atra- viesa Guatemala, Tales aspiraciones se concre- tan visiblemente, palmariamente, y de manera incontrovertible en la necesidad sentida por todos, como tinica solucién patriética y incon- veniente, la de que Usted renuncie en forma legal a la Presidencia de la Repiiblica. Protestamos al sefior Presidente, en nuestra més alta calidad de ciudadanos, que lo que dejamos expuesto se cifie por entero a la realidad de los hechos y del momento que vive nuestra Patria, Guatemala, 26 de Junio de 1944 Un Partido de Estudiantes ERA REVOLUCIONARJA: UNA CONSTITUCION MODERNA. Tomado del Compendio de Historia de Guatemala de 1944-2000 Bl triunvirato gubernativo comenzé a legislar por medio de decretos que persegufan modemizar al Estado. Sin embargo, el acto juridico politico més importante que realizé, fue la convocatoria a una Asamblea, para que elaborara una nueva Constitueién. Para ello, se realizaron elecciones libres para integrar esta Asamblea, habiendo quedado efectos algunos ciudadanos notables de ese momento, entre los cuales sobresalian muchos jévenes recién egresados de las aulas universitarias. La nueva Constitucién fue terminada en marzo de 1945 y sancioné cuestiones muy importantes, tales como: ‘La separacién de poderes dentro del Estado. * Lamodificacién del Ejército, creando la Jefa- tura de las Fuerzas Armadas y el Consejo de la Defensa Nacional. ‘¢ La autonomfa en beneficio de la Universidad de San Carlos. En estos dos casos, debido a Ja importante participacién del Bjército y la Universidad en los sucesos del veinte de octubre. ‘* El fin del trabajo forzoso y de la prisién por deudas, al reconocerse y validarse el respec- tivo decreto de la Junta Revolucionaria. ‘* Esto de una manera legal porque el trabajo forzoso en la préctica fue un proceso que duré muchos afios para llegar a ser suprimido. ‘* Las posibilidades de interpelacién de los ministros de Estado, El reconocimiento de la mujer como ciuda- dana y el otorgamiento de la capacidad de voto, que lamentablemente fue negado a la mujer analfabera, ‘© El reconocimiento de las garantias sociales. Social Humanistica2| Facultad de Ingeniela Es decir, los derechos a la seguridad social, al empleo ya la educacién de todos los ciuda- danos. La division territorial en departamentos tal como los conocemos hoy, asi como el resta- blecimiento de las alcaldfas como institu- ciones auténomas y como base de la divisién politica del Estado, electas popu- larmente. En general, se considera que esta ha sido una de las Constituciones més avanzadas y democriticas que ha existido en Guatemala. Sin embargo, se objeta, como ya se mencion6, que politicamente limité el voto de la mujer a aquellas que sabfan leer y escribir, a pesar de la gran importancia que cobré la mujer, letrada 0 no, como protagonista de la caida de Ubico, y de la peticién que varias mujeres dirigieron al Congreso para obtener el derecho al voto. No obstante estas limitaciones, hay que entender aquella Carta Magna como un paso hacia delante en el desarrollo del pais. En las comunidades se vivid un cambio cuando, en lugar de los intendentes nombra- dos por el Presidente de la Reptiblica como se acostumbraba en el régimen anterior, se eligie- ron alcaldes y miembros de los concejos y, en. algunas comicidades, alcaldes indigenas, iniciando asf un proceso que mas tarde toma- ria mayor fuerza. Por otra parte, se reprocha a esta Cons- titucién haber creado el Consejo Nacional de Ja Defensa y la Jefatura de las Fuerzas Arma- das, ademés del Ministerio de 1a Defensa, dandole un exceso de autonomia al Ejército y creando una figura muy poderosa, la de Jefe de las Fuerzas Armadas colocado, jerdrquicamen- te, al lado del Presidente de la Repiiblica. 10% Social Humanistica 2 | Facultad de Ingenieria EN BUSCA DE UN PRESIDENTE CON IDEALES REVOLUCIONARIOS La Junta de Gobierno convocé tam- bién a elecciones para clegir Presidente de la Repiiblica, en los comicios a celebrarse en diciembre de 1944. Inmediatamente inicié la legalizacién de varios partidos politicos que propugnaban por las ideas de la Revolucion, tales como el Frente Popular Libertador (FPL) y el Partido Renovacién Nacional (PRN). Estos partidos habjan comenzado a organizar- se desde junio de 1944 cuando renuncid el dictador. Ya desde los meses anteriores al derro- camiento de Ponce Vaides, se mencionaron algunos nombres de ciudadanos ilustres que podrian ser candidatos a tan alto cargo. Se buscaba que fueran civiles, y que tuvieran la capacidad de impulsar todo el programa de reformas que se necesitaba; también era indis- pensable contar con un lider capaz de unir cantidad de nuevos grupos politicos, los cuales gozaron después del 20 de Octubre de un ambiente de libertad politica como muy raras veces se habia conocido en el pais. Fue asi como surgié la candidatura del doctor Juan José Arévalo, un ilustre pedagogo que residia en Argentina desde 1937, donde habia realizado estudios en educacién y gozaba de un indiscutible prestigio en las universidades y los circulos intelectuales. Habia dictado importantes cétedras, escrito varios libros y era un respetado académico, El doctor Arévalo habfa salido del pais en 1936, perseguido por la dictadura ubiquista, en busca de un clima que le permitiera supe- rarse y dedicarse a sus estudios sin que se convirtiera en objeto de la represién dictato- rial. Su nombre se habfa hecho popular inter- namente, circunstancia que permite entender por qué en Guatemala se mencionaba como posible candidato presidencial desde meses antes de la renuncia de Ubico. La candidatura del doctor Arévalo fue secundada con entu- siasmo por muchos grupos politicos, sindica- tos yafinaciones culturales, los que se congre- garan en el Frente Unido de Partidos Arevalis- tas (FUPA), encabezado por el Partido Reno- vacién Nacional y el Frente Popular Libertador. No tardé en convertirse en el candida- to de la Revolucién de Octubre. Los partida- ios que quedaban del régimen derrocado, se fragmentaron en varios grupos, pero el mis fuerte de ellos era el de los partidarios del licenciado Adrién Recinos apoyado por los partidos Frente Nacional Democritico y Demécrata Central, que representaban la continuidad del ubiquismo y del sistema auto- cratico liberal imperante desde 1871. Al celebrarse los comicios presidencia- les del 17 al 19 de diciembre de 1944, triunfé abrumadoramente el doctor Arévalo (85% de los votos). Su més cercano rival, el licenciado Adrién Recinos, alcanzé el 6.7%. El nuevo presidente asumié el 15 de marzo de 1945. LA SITUACION MUNDIAL Cuando el doctor Arévalo asumié tan importante cargo, en el contexto internacional se libraban las tiltimas batallas de los Aliados; en mayo Alemania se rindié a las fuerzas Alia- das, quedando pendiente ganar la guerra contra Japén, conflicto que no pasaria més alla de septiembre de ese mismo afio. En aquellos dias se preparaba ya la Conferencia de San Francisco, donde nacié la Organizacién de las Naciones Unidas. En Guatemala, mientras tanto, surgia un gobierno democritico, y en Latinoamérica durante esa misma década se daban movi- mientos populares a favor de las gobiernos electos libremente, como en Pent y en Ecua- dor. Costa Rica seria escenario, pocos aitos més tarde, de la toma de poder por José Figue- res, una vez derrocado el gobierno de Teodoro Picado. En El Salvador, al caer Maximiliano Hernandez Martinez, era juramentado como presidente el general Castafieda Castro. Se generalizaba una vocacién demoeritica. Sin embargo, atin persistirian por mucho tiempo las dictaduras de Anastasio Somoza, en Nica- ragua, de Lednidas Trujillo, en Repiiblica Dominicana, y de Tiburcio Carias Andino, en Honduras, aunque, en este caso, no duré tanto tiempo en comparacién con los otros paises. EPOCA REVOLUGIONARIA 1945-1950 EL GOBIERNO DEL DOCTOR AREVALO El gobierno arevalista se conformé de una manera heterogénea, con representantes de diversas tendencias, que diferfan en cuanto al aleance y contenido de la reformas por reali- zarse. La figura del Presidente de la Repiblica trataba de mantener la unidad y mediaba continuamente para solucionar las diferencias suscitadas entre aquellos. Desde el principio se evidencié la presencia de unos grupos que querfan Hevar a cabo numerosas reformas sociopoliticas, y de otros, que querian avanzar més despacio, 0 no ir mds alla de Ia reforma politica, temiendo evar a la prictica los cambios sociales reque- ridos por el pais. Este proceso de tendencias discrepantes se ahondaria a lo largo del man- dato constitucional del doctor Arévalo. Debe apuntarse que en aquel gobierno participaron muchos funcionarios extremada- mente jévenes. Manuel Galich, por ejemplo, contaba con 23 afios al momento de iniciar el ejercicio de su cargo. Asi sucedié también con un buen niimero de diputados; algunos de ellos no habian terminado atin sus estudios universitarios, tal el caso del bachiller Marco Antonio Villamar Contreras, quien contaba con 21 aiios de edad, pasando a ser el diputado més joven en la historia nacional. De ahi que en los partidos politicos se hablara de la juven- tud como el futuro de la patria, como el grupo que asumia, desde ese momento, una postura Social Humanisica2| Facultad e Ingenieria més comprometida con las ideas y las exigen- cias del cambio. Arévalo inauguré un estilo de gobierno democratico que trataba de encontrar consen- sos en la sociedad por medio de diversas opiniones. Uno de los ejemplos més relevan- tes fue el llamado “Triangulo de Escuintla”, que del 27 de mayo al 1 de junio del 45 convocd a los empresarios y a los trabajadores organi- zados en sindicatos, para dialogar con las autoridades sobre los problemas econémicos de la regién sur occidental (Escuintla, Suchite- péquez, Retalhuleu y parte de Santa Rosa). Aquella experiencia sirvié para plantear la politica econdmica del Gobiemo, asi como para conocer las demandas de los empresarios sobre las garantfas e incentivos que esperaban para la produccién. Por su parte, el sector laboral pidié nuevas condiciones de trabajo, mejores salarios y el derecho a organizarse. Esta era la primera vez. que se escuchaba a los, trabajadores agrupados en sindicatos, en un didlogo plural, sin acudir a la represién. Mucho de lo expuesto se incluyé después en el Cédigo de Trabajo que promulgé el Congreso de la Republica en 1948. De este tipo de reuniones colectivas saldria la demanda ciuda- dana para la creacién del Seguro Social en 1949. Con la nueva politica se reorganiza, entre otras instituciones, el Banco Central, laméndolo Banco de Guatemala. EL ENFASIS EN LA EDUCACION Y EN LA CULTURA Siendo Arévalo un pedagogo, estaba convencido de que la alfabetizacién y la educa- cién en general son indispensables para el desarrollo del pafs. Por eso, durante su perio- do presidencial se estimuld la reapertura de escuelas normales que estuvieron cerradas porque habian sido del desagrado de Ubico y la creacién de otras de acuerdo con las necesida- des regionales. Se intenté enfatizar la forma- cién de maestros para la educacién rural creando la Escuela Normal La Alameda, inau- Social Humanisvea2| Facultad de Ingenieria gurada en Chimaltenango. Asimismo, se reor- ganizé el sistema de ensefianza; se construye- ron edificios para escuelas primarias tipo Federacién; se implementé un amplio sistema de becas para que los jévenes de los departa- mentos se incorporaran al estudio de las cien- cias y tuvieran nuevas oportunidades cultura- les; se inicid un estudio legislativo que culmi- 1n6 con la Ley del Escalafion Magisterial. Fue en esta época cuando se convocé al primer Gon- greso de Maestros indigenas. Como parte del interés de Arévalo por la cultura y la educa- cién, podemos comprender su apoyo al resur- gimiento de bibliotecas, de asociaciones cultu- rales, de circulos de escritores, de revistas, entre otras. Mencién especial merece la funda- cién de la Editorial del Ministerio de Educa- cién Publica, entidad que en su primer momento estuvo bajo la direccién de Bartolo- mé Costa Amic, un exiliado republicano, espa- fiol, responsable de 1a activa publicacién de textos escolares; de obras de autores guate- maltecos y de clésicos de la literatura universal. ‘A poco de iniciado el nuevo régimen, en septiembre de 1945, se funda la Facultad de Humanidades en la Universidad de San Carlos. Se invité a distinguidos docentes extranjeros a fin de dar inicio a las carreras humanisticas, como la filosofia, la literatura, la educacién, la historia, las bellas artes y la sico- logia. EL INICIO DE LAS DESAVENENCIAS IDEOLOGICAS aor qué y para qué hablar de las desavenencias ideoldgicas y de las tendencias comunistas y anticomunistas suscitadas en aquella época? Responder a esta pregunta es impor- tante porque ayuda a explicar ciertas debilida- des del régimen, pero, sobre todo, porque ilumina el final de la experiencia revoluciona- ria. Como se dijo, existia una pluralidad de opiniones diferentes sobre los alcances y obje~ tivos finales de la Revolucién, La mayorfa de revolucionarios estaban de acuerdo en que Guatemala debia moderni- zarse y democratizarse pero no estaban de acuerdo en cémo hacerlo y hasta dénde debian llegar. Las primeras sobre este tema surgieron en el Congreso de la Repiiblica, con motivo de la propuesta del Cédigo de Trabajo. Este hecho enfrenté fuer- temente a muchos diputados y generé polémi- cas en la prensa y Ia sociedad en general. No debe olvidarse que la principal adversaria del Cédigo era la United Fruit Company (UFCO, compafifa bananera transnacional de capital norteamericano) porque, al crearse sindicatos para exigir ventajas laborales y alza de los sala- rios, ponfa en entredicho sus intereses econé- micos, Este Cédigo, muy avanzado para su tiempo, protegia los derechos de los trabaja- dores, es decir, se convertia en una defensa contra el poder y la arbitrariedad de sus patro- nos. Temas como el derecho a la huelga, el ago de vacaciones e indemnizacién y el dere- cho ala seguridad social, les parecieron excesi- vos a muchos empleadores, y los juzgaban ‘mareados con un caricter socialista y comu- nista. iscusiones serias Bn realidad, esta discusién se venia dando en muchos paises desde los afios ante- riores a la Segunda Guerra Mundial. Se acre- centaba al observar el contexto social y polit co en que habfa ocurrido la industrializacién de los paises europeos y de los Estados Unidos de América, en donde las luchas obreras habfan logrado, poco a poco, importantisimas conquistas sociales ante los abusos de los duefios de las fibricas y de tantos otros empresarios; entre ellas, la mejora de las condiciones laborales, precedida por la obten- cién de jornadas laborales menores a las de 12 014 horas que existian a principios de siglo en muchos paises, pero que, a esas alturas, se habfan convertido en una violacién de la legis- lacién reconocida por varios paises. México, vecino cercano, sirvié de ejemplo en aquella polémica generada en el contexto guatemalte- co, dado el éxito de su proceso revolucionario. Algunos pensaban que estas conquistas eran de cardcter comunista, trasplantadas de la Revolucién rusa de 1917 0 de la que acababa de ocurrir en China en 1949. Una ver finalizada la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividia en dos campos: el capitalista, liderado por los Estados Unidos de América, y el socialista, abanderado por la Unidn Soviética. Desde 1945, el Primer Minis- tro inglés, Winston Churchill, habia afirmado en un célebre discurso que una “cortina de acero” habfa caido sobre Europa. Aquel fue el punto de partida de la Guerra Fria, es decir, de la confrontacién entre el capitalismo y el comunismo, entre dos potencias por la bitsqueda de la hegemonia mundial. Es el ‘momento en que la rivalidad ideolégica, y polf- tica, y el enfrentamiento militar se activan entre ambos bloques. En el caso de Guatemala, la discusion del Cédigo de Trabajo fue el tema que agité el panorama ideolégico de aquel entonces. Pero las oportunas declaraciones y las actuaciones reflexivas del presidente de la Republica tran- quilizaban, aunque no por mucho tiempo, a los politicos conservadores. Se sabia que Arévalo no simpatizaba con posiciones extre- mas, y como prueba de ello, se negé a legalizar el Partido Comunista, que ya existia, y clausu- 16 Ia escuela de formacién ideolégica del mismo. LA LUCHA POR EL PODER Y LA MUERTE, DE ARANA Durante el Gobierno de Arévalo, el ministro de la Defensa era el coronel Jacobo Arbenz, mientras que en el cargo de jefe de las Fuerzas Armadas estaba el también coronel Francisco Javier Arana, ambos triunviros de la Junta Revolucionaria. Pronto empezaron a perfilarse como candidatos a la sucesién presi- dencial. Uno y otro tenfan el prestigio y la simpatfa social necesarios. En 1944, a raiz de las primeras eleccio- nes libres, se habfa pactado que ningiin miem- Social Humanistica 2 | Facultad de Ingenieria bro de la Junta Revolucionaria podria ser candidato presidencial, pero seis aftos después el consenso politico se invirtié: era convenien- te para el pais que el presidente fuera un mili- tar y qué mejor que uno identificado con los ideales de la Revolucién, rompiéndose asi aquel pacto. Al poco tiempo de manifestar el coronel Arana su intencién de participar en las justas electorales, fue déndose un proceso de crecientes simpatias en toro a él. Contaba con mucho respaldo dentro del Ejército, el empresariado y los politicos amados “mode- rados” que temfan la influencia del comunis- ‘mo, o simplemente, de las ideas de proteccién y apertura social dentro del Gobierno. Ellos deseaban darle un rumbo menos popular, menos confrontativo a la Revolucién; dichos sectores estaban también apoyados por la United Fruit Company, asi como por el Gobierno de los Estados Unidos de América, cuyos representantes diplométicos apoyaban Ja estrategia para lograr la victoria electoral de Arana. Por el otro lado, se encontraban los simpatizantes del coronel Arbenz, joven mili- tar, poseedor de una personalidad que desper- taba el apoyo, principalmente, de los obreros, de los campesinos y de los jévenes miembros de los partidos politicos como el Partido Accién Revolucionaria (PAR), que vefan en el distinguido militar a alguien que podfa no solo continuar, sino levar més alld el proceso revo- lucionario, dado su compromiso con los inte- reses populares. Estando asi las cosas, las contradicciones entre ambos precandidatos a la presidencia se hicieron cada vez mds agudas. Los partidarios de Arana estaban preo- cupados por el respaldo gubernamental a la candidatura de Arbenz; de ahi que le sugirie- ran a Arana que le diera un golpe de Estado al presidente Arévalo. El presidente al enterarse de esta maniobra, en reunién con sus conseje- ros, decidié la captura de Arana. Asi, el 18 de julio de 1949, en un confu- so accidente ocurrido a inmediaciones del puente La Gloria, ubicado en una carretera 3 ut Social Humanistica2| Facultad e Ingenieria cercana al lago de Amatitlén, se produjo un tiroteo en el cual fue asesinado el coronel Arana. Existen muchas versiones al respecto, incluso se habla del involucramiento de Arbenz en estos acontecimientos. Todo parece indicar que la intencién original no era ases narlo, sino aprehenderlo y la captura degeneré en una trdgica balacera. Este asesinato produjo un enfrenta- miento violento entre los partidarios del régi- men y los aranistas. Nuevamente se sublevé la Guardia de Honor y se combatié durante dos dias en la capital. Finalmente, gracias a las fuerzas de aviacién que permanecieron leales al Gobierno y al apoyo de la poblacién civil, se llegé a un cese del fuego que generd un arregio politico que permitié la continuidad del proceso democratico. Asi, el periodo presiden- cial de Arévalo pudo legar a su final, y oportu- namente se convocé, de acuerdo con la Cons- tituci6n, a la celebracién de elecciones. EPOCA REVOLUGIONARIA II 1951-1954 EL GOBIERNO DEL CORONEL JACOBO ARBENZ GUZMAN éPor qué gané la presidencia el coronel Arbenz? En esencia, se trataba de un militar que, desde las gestas revolucionarias, habia demostrado una clara identificacién con las posturas populares, Esto le permitié ganar con amplia mayoria sobre su mas cercano conten- diente: el general Miguel Ydigoras Fuentes, antiguo militar de la época de Ubico que se habia mantenido en la oposicién politica durante el Gobierno de Arévalo. Guando el 15 de marzo de 1951 asumié la presidencia de la Reptiblica, el nuevo presi- dente definié los tres principios fundamenta- les de su gobierno: Convertir a Guatemala de una nacién depen- diente y de economia semicolonial, en un pais econémicamente independiente. Transformar a Guatemala, de un pais atrasa- do y de economia predominantemente feudal, en un pais capitalista y moderno. Hacer que esta transformacién se Tlevara a cabo de tal manera que trajera consigo la mayor elevacién posible del nivel de vida de las grandes mayorfas. Dichos principios se traducirian més tarde en el inicio de las siguientes obras de infraestructura bisica: # Construecién de la hidroeléctrica de Juriin- Marinalé, en Escuintla. Construccién de la carretera al Atlintico. Construccién del puerto de Santo Tomas, bajo el nombre Matias de Galvez. Estas obras tendrian como objeto recuperar para el pais la generacién de energia eléctrica, hasta ese momento en manos de la compaiifa norteamericana Electric Bond and Share, asi como recuperar una linea de comu- nicacién hacia el océano Atléntico, ya que hasta ese momento solo existian la via férrea propiedad de la UFCO y el muelle de Puerto Barrios. Pero la meta més importante del Gobierno de Arbenz era la realizacién de la reforma agraria, conocida también como. Decreto 900, que buscaba poner fin a la rela- cién minifundio latifundio. Este programa de gobierno era acepta- do por la mayor parte de los sectores del pais: partidos politicos, sindicatos, ligas campesi- nas, Bjército; pero era visto con reserva por grupos minoritarios de profesionales de la ciudad capital y, sobre todo, por los terrate- nientes y los empresarios, entre ellos por la United Fruit Company. Muy importante era la animadversién de la alta jerarquia de la Iglesia catélica y del Gobierno de los Estados Unidos de América, protector de intereses econdmi cos en suelo guatemalteco. De esta forma, se continuaban perfilando las tendencias adver- sas ala Revolucién que ya habjan comenzadoa aflorar durante el Gobierno de Arévalo. Con- tradictoriamente, se extendia un ambiente de cautela y de duda entre quienes deseaban avanzar lentamente, al mismo tiempo se atiza- ba el dnimo de quienes querian, por el contra- rio, emprender las medidas. revolucionarias que produjeran los cambios histéricos cuanto antes, Convivian, pues, en un mismo pafs, los partidarios de una revolucién democritico burguesa y los de una revolucién popular, orientada a establecer medidas de corte socia- lista, EL PROYECTO DE REFORMA AGRARIA La reforma agraria se perfilaba como necesaria para modernizar las. relaciones productivas en el campo, creaba un mercado interno, y generaba un apoyo politico para el régimen. Esto se podria resumir en dos aspec- tos: poner en marcha un proceso que le permi- tiera alos campesinos tener tierras para traba- jarlas y darles la oportunidad de tener mas ingresos. De esta manera, los campesinos no dependerian de trabajos en las fincas, con sala- rios bajos y malas condiciones laborales. En una palabra, a reforma agraria tenia como objetivo la distribucién de la tierra que provendria de la expropiada a los grandes latifundios no cultivados, o de fincas estatales. No se afectaban, en cambio, aquellas propie- dades menores de dos caballerias. La tierra se daria en usufructo vitalicio, y se obtendrian préstamos si se diera antes como garantia, pero sin poder venderla. El procedimiento para otorgar tierras se canaliz6 por medio de los Comités Agrarios Locales, los cuales reci- bian las denuncias de tierras ociosas que pronto pasaban a los Comités Agrarios Depar- tamentales, para que, por medio del Departa- mento Agrario Nacional, se realizaran los expedientes administrativos de tierras. La aplicacién de esta ley produjo muchos casos de abusos y una enorme agita- cidn en el campo, asi como la violenta invasién de tierras, muchas de ellas promovidas por agitadores extremistas como Leonardo Casti- Ilo Flores y Carlos Manuel Pellecer. Durante el afio 1953 se dieron los mas duros enfrenta- mientos entre duefios de fincas y los Comités Agrarios Locales, causando alarma en todos los propietarios de tierras con una extensién superior a las dos caballerias Social Humanistica 2| Facultad de Ingenieria La mayor parte de las tierras afectadas por la reforma agraria se encontraban en la costa sur y en el noroccidente, donde perdura- ban grandes haciendas de origen colonial. En algunas comunidades esta agitacién dio lugar ala divisién entre revolucionarios y conserva- dores y, mis tarde, entre comunistas y antico- munistas, segin se situaran en simpatias y actividad en relacién con esta ley. Para muchos, sobre todo para el Gobierno de los Estados Unidos de América, la Reforma agra- ria fue la prueba definitiva acerca de la afilia- cién comunista del Gobierno de Arbenz, Gireunstancia a la cual se sumaba la amistad que el presidente tenia con conocidos miem- bros del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT formado en 1949 pero cuyos origenes se remontan a inicios de los afios 20). Recorde- mos que dos de sus miembros, José Manuel Fortuny y Victor Manuel Gutiérrez, eran cola- boradores muy cercanos del presidente. HACIA LA CONFRONTACION TOTAL Hacia 1953 las posiciones estaban defi- nidas en una alineacién de fuerzas contrarias al Gobierno de Arbenz, las que se pueden situar ast: El gobierno estadounidense del presidente Eisenhower y, en especial, su Secretario de Estado, John Foster Dulles, asf como el hermano de este, Alten Dulles, direc- tor de la CIA, La United Fruit Company, propietaria principal de tierras en el pais y entre cuyos accionistas se encontraban los hermanos Dulles. La alta jerarquia de la Iglesia catdlica, enca- bezada por el arzobispo Mariano Rosell Arellano, quien habfa suscrito y divulgado la Carta Pastoral Contra los Peligros del Comunismo en Guatemala, habia impulsado el Congreso Eucaristico Nacional en 1950, como una demostracién de fuerza. El arzo- bispo Mariano Rosell Arellano habia puesto en marcha una cruzada de peregrinacién del Cristo de Esquipulas para rogarle que termi- nara con el comunismo en Guatemala. ast 16" Social Humanitica2| Facultad de Ingenieria © La mayor parte de los terratenientes del pais, algunos de ellos agrupados en la Asociacién Guatemalteca de Agricultores (AGA), vefan el proceso de reforma agraria como una amenaza contra sus intereses. © Ciertos regimenes extranjeros, tales como el Gobierno de Nicaragua, de la Reptiblica Dominicana y Honduras, fuertemente com- prometidos con los intereses de la Gompa- ‘iia Bananera. A favor del Gobierno arbencista se puede citar las siguientes fuerzas: # Partidos politicos de distinta ideologia, algu- nos de ellos con cierta reticenciay diferencia, de opinién; entre ellos, el apoyo decidido del PGT. © El respaldo de los sindicatos, ligas campesi nas y Comités de Reforma agraria que, juntos, conformaban los Comités de Defen- sade la Revolucién. # El apoyo implicito del Ejército. # El apoyo politico formal de algunos Gobier- nos de América Latina y Europa Oriental. Estos dos iiltimos, como se veri a continuacién, no eran reales, y terminaron siendo factores en contra del propio Gobierno de Arbenz. Esta confrontacién se daba en el marco de la Guerra Fria, que se hacfa cada vez mis dspera en cuanto al nivel ideol6gico. Era, asimismo, el momento de la Guerra de Corea, y dentro de los Estados Unidos se daba el fenémeno del macartismo como persecucién contra intelectuales y artistas acusados de comunistas. LOS HECHOS La primera confrontacién seria con Estados Unidos se dio en el marco de la X Conferencia Interamericana realizada en Caracas durante marzo de 1954. En esta activi- dad diplomatic, a pesar del discurso del canciller de la Reptiblica, Guillermo Toriello, se adopt6 una resolucién en contra de Guate- mala, condenindola, y de hecho aislindola internacionalmente. Ya en esos momentos Estados Unidos trabajaba en la organizacién de la Operacién Exito, que no era mas que la planificacién del derrocamiento del segundo y Liltimo Gobierno de la Revolucién. La Operacién Exito tuvo la caracteris tica de ser predominantemente politica y propagandistica. Con sus auspicios se organi- za al Ejército de la Liberacién, bajo la jefatura del teniente coronel Carlos Castillo Armas. Es asi como una conjuncién de guatemaltecos desafectos al régimen, un grupo de agentes de la GIA, y grupos de aventureros pagados por los Gobiernos de Somoza y de Trujillo, conflu- yeron en tierras hondurefias para preparar la invasion de Guatemala, precedida por insis- tentes ataques aéreos. Contrariamente a lo que pueda pensarse, este grupo no sobrepasé Jos mil hombres. LA ACTITUD DEL EJERCITO E17 de junio, el Ejército de Guatemala presenté al presidente Arbenz un pliego de veinte preguntas que evidenciaban, en primer lugar, la inquietud de la institucién sobre las posiciones politicas y el liderazgo guberna- mental de los integrantes del PGT y, sobre todo, el nivel de influencia ideolégica comu- nista ejercida en el mandatario. El segundo tema del cuestionamiento era la posibilidad de dar armas a las milicias populares creadas para defender a la Revolu- Gin. Desde prineipios de afio, cuando el régi- men, sintiéndose amenazado, quiso comprar armas previendo un ataque militar, se encon- tr6 con la negativa de varios Gobiernos. Ello lo forzaria a adquirir algin armamento checoes- lovaco, lo cual provocd temores en el Ejército ante la posibilidad de que estos pertrechos fueran distribuidos entre la poblacién y quedaran fuera de su control. Arbenz. afirmé que la influencia del PGT no era crucial para su Gobierno y nego. que tuviese intencién de formar milicias popu- lares. El presidente cometié, no obstante, el error de no apreciar el significado politico que tenia el cuestionamiento del Ejército, que también habia sido sometido a una intensa campaiia ideolégica sobre los peligros del comunismo. A pesar de las respuestas del presidente, la duda y el temor quedaron sem- brados entre los miembros de la institueién armada, SE INICIAN LAS ACCIONES: Durante el mes de junio de 1954 se vivia en Guatemala un clima de confrontacién irremediable. En el campo, las invasiones de tierra se sucedian una tras otra, en tanto que, los mitines y las manifestaciones de apoyo al régimen iban siendo cada vez menos. Los sermones y advertencias de la Iglesia arrecia- ban. No tardaron en surgir las trasmisiones de radio Liberacién, la emisora establecida por los opositores de Arbenz, que divulgaban los pormenores de una invasién inminente, por parte de un ejército con mucho armamento y un contingente de soldados superior al de las Fuerzas Armadas Nacionales. Algunos aviones surcaron el cielo de la ciudad capital, ametrallando objetivos milita- res y dejando caer propaganda contra el régi- men, asi como amenazas de muerte sobre sus, colaboradores. Se produjo una campajia de rumores de la més diversa indole, entre ellos, una supuesta marcha de campesinos para saquear la ciudad. El Gobierno denuncié el complot internacional, incluso en las Naciones Unidas y en la Organizacién de los Estados America- nos (OEA), pero solo recibié como respuesta Ja retérica del discurso ambiguo. Se decreté, en este contexto, la suspensidn de las garan- tfas constitucionales, y se persiguié a los opo- sitores del Gobierno, logrando encarcelar a algunos de ellos. Se llevaron a cabo cortes de energia eléctrica en toda la Republica para prevenir los ataques aéreos, pero con el consi- guiente efecto sicoldgico negativo en la pobla- cidn, que nunca antes habia sufrido esta clase de acciones. A todo esto se sumaban tanto Tas noticias de la prensa mundial como las decla- raciones del Gobierno norteamericano sobre Social Humanistica 2 | Facultad de Ingenieria los efectos del comunismo en el continente, Los efectos sicolégicos de la operacién estaban plenamente logrados cuando la Radio Liberacién anuncié el inicio de la invasién en €l norte y el oriente del pais. Nunca antes nuestra sociedad se habfa visto confrontada tan radicalmente en su seno entre dos posicio- nes opuestas: el comunismo y el anticomunis- mo, pugna que definfa y llegarfa a justificar cualquier actitud que se tomara, por violenta gue esta fuera. EL FIN DE LA EXPERIENCIA REVOLU- CIONARIA Una vez iniciada la invasién, el Gobier- no dio la orden de rechazarla. El Bjército nacional estaba en la posibilidad material de hacerlo, pero, fuera de una escaramuza en Guatén, el enfrentamiento entre las tropas no se dio, ya que los oficiales negociaron para detener el ataque a Chiquimula. Las presiones y las amenazas del embajador estadounidense John D. Peurifoy, eran diarias y se dirigfan contra el Gobierno y el Ejército. Arbenz se encontré ante la evidencia de que no era obedecido y de que a su Gobierno lo defende- rian los sectores populares que le pedian armas, pero ya era demasiado tarde para proporcionarselas, ademas de que no contaba con suficiente armamento. De haberse efectuado Ia distribucién de armamento, se hubiese desencadenado una verdadera guerra civil, pero las pocas armas que se tenian nunca fueron repartidas. Arbenz confiaba en el Ejército nacional. La operacién Ilegé a su desenlace cuando Arbenz decidié renunciar, la noche del 27 de junio de 1954 y transmitié esa decisién al pueblo por radio. El presidente entregé el mando al coronel Carlos Enrique Diaz, jefe de las Fuerzas Armadas, esperanzado en que la institucién armada sabria negociar un digno final de las hostilidades, sin que los guatemal- tecos suftieran las consecuencias, rompiendo de esta manera el orden constitucional. El " 18" Social Humanistca 2 | Facultad de Ingenieria efecto fue verdaderamente desmoralizante. La Revolucién habia quedado interrumpida. BALANCE DE UNA EPOCA La experiencia revolucionaria de diez afios constituye, sin dudado, uno de los perio- dos de nuestra historia més ricos en transfor- maciones democraticas. En esa época se abrié paso a la participacién politica de las capas medias, principalmente urbanas, de la pobla- cién. Se dieron pasos hacia adelante en cuanto ala educaci6n, y a la creacion de instituciones de gobierno més participativas. Se crearon partidos politicos amplios y con participacién popular. Al mismo tiempo, se organizé més la sociedad para expresar y canalizar sus deman- das, por medio de asociaciones, sindicatos, y otros. En este periodo se inicié la participa- cién politica de la mujer y de la juventud como algo importante. Especialmente en la segunda parte del periodo se quiso sentar las bases de un desarrollo econémico y social con un cariicter nacional. Por otra parte, se comenz6 a dar el enfrentamiento entre comunistas y anticomu- nistas como dos visiones distintas sobre el poder politico y sobre los destinos del pais. El comunismo tenfa la visién de construir una sociedad con un modelo socialista planificado Y Supuestamente igualitario, tomando como aspiracién la Revolucién rusa. El anticomunis- mo reivindicaba los valores tradicionales de la familia y la religién, Propugnaba un modelo capitalista inspirado en el desarrollo de los Estados Unidos y un modelo de Estado autori- tario, es decir, no democritico, ligado a una concepcién del poder como ejercido por un pequeiio grupo y, en definitiva, en su propio beneficio. En el proceso revolucionario deben resaltarse cinco hechos politicos fundamenta- les. * La promulgacién del Cédigo de Trabajo ‘como una conquista para la modernizacién del pais y para la clase trabajadora y al mismo tiempo, el primer enfrentamiento dentro de la Revolucién. La muerte del coronel Francisco Javier Arana, como un elemento definitorio de las, divisiones dentro del proyecto revoluciona- tio. La Reforma agraria del Gobierno del presi- dente Arbenz como el elemento clave para intentar una recomposicién del poder econémico y politico, y la implementacién de un nuevo modelo de desarrollo econémi- co basado en la relacién entre la agricultura y el mercado interno, duramente adversada por los terratenientes y la Iglesia catélica, que consideraron que se colectivizaba la propiedad para hacer del Estado el gran propietario. «La intervencién de los Estados Unidos y su conversién en un actor principal y de primer orden dentro de la arena politica nacional. La politica guatemalteca a partir de entonces queda sujeta, atin més clara- mente, a la influencia internacional, * El abandono, a partir de la invasion del 54 y por mucho tiempo, de parte de las clases, dirigentes del pais, de la democracia como proyecto politico. A partir de 1954 hasta 1986, lo que se conocié como democracia en Guatemala fue un régimen muy restrictivo, que vedé la participacién a partidos social- demécratas, socialistas y comunistas y restringié 1a organizacién social que suele acompaiiar a un régimen democrético. LA CONTRARREVOLUCION Rota la Constitucién, no fue dificil echar por tierra el pacto de transicién de mando acordado entre Arbenz y Diaz. Prime- 10, por el caos y la incertidumbre social que caracterizaban el plano politico: era evidente Ja presencia nula de los partidos politicos y del Congreso de la Repiiblica, érgano que se trans- formé en mero espectador, al perder la capaci- dad de actuacién independiente. Segundo, la ausencia de comunicacién no solo entre los cuadros revolucionarios, sino entre la Junta de Gobierno y los numerosos campesinos que en Retalhuleu, Suchitepéquez. y Escuintla pedian armas y una estrategia a seguir para iniciar la resistencia. No hubo, como queda claro, capacidad de accién ni de respuesta politica a la embestida contrarrevo- lucionaria, encabezada por el embajador Peurifoy, implacable en cuanto a cumplir el interés supremo de su pais: derrocar al comu- nismo a como diera lugar. Expulsado Diaz, tomé, fugaz e ilegitimamente, la presidencia el coronel José Angel Sanchez, quien tuvo que entregar el mando a los coroneles Elfego H. Monzén, Mauricio Dubois y José Luis Cruz Salazar. La jefatura de esta nueva Junta queda- ba en manos del coronel Monzén, En El Salva- dor, Castillo Armas esperaba poder entrar triunfalmente al pafs. El problema de la entra- da triunfal del Ejército de Liberacién a la ciudad de Guatemala representaba el punto de quiebre entre la nueva Junta de Gobierno y el caudillo liberacionista. © més especificamen- te: entre Castillo Armas y el coronel Monzén, quien aun con ser ferviente anticomunista y militar experimentado en el campo politico, guardaba cierta fidelidad a la institucién armada. Esta situacién permitié que Castillo Armas tomase ventaja sobre el coronel ‘Monzén, quien por presiones de Peurifoy viajé a San Salvador a reunirse con el lider rebelde Castillo Armas, Durante el encuentro, Castillo Armas no tuvo mayor problema para dejar en claro su deseo de entrar a Guatemala investido con amplios poderes personalizados. Castillo Armas recibié a Monzén con una especie de gabinete de gobierno, confor- mado por abogados, empresarios y militares, quienes firmaron un pacto que puede resumir- se de la forma siguiente: se reconocia implici- tamente el liderazgo de Castillo Armas al rees- tructurar la Junta de Gobierno, permitiendo su incorporacién, lo mismo que la del mayor Enrique Trinidad Oliva; por otro lado, se acordé combatir el comunismo, y el Bjército tomé control de las instituciones piiblicas y del orden juridico legal. La Junta Militar quedé integrada de la siguiente manera: Social Humanistica2| Facutad de Ingenieria teniente coronel Carlos Casillo Armas, coro- nel José Luis Cruz Salazar, coronel Mauricio Dubois, coronel Elfego Monz6n y mayor Trini- dad Oliva. De esa manera, Castillo Armas salfa victorioso, y el 3 de julio de 1954 era recibido en la ciudad capital con los honores que habia exigido para si, al frente del Bjército liberacio- nista. Solo hacfa falta sacar definitivamente del juego de poder al coronel Elfego H. Monzon. LA REBELION DE LOS CADETES Un suceso que retrasé la toma plena del poder por parte de Castillo Armas fue el enfrentamiento entre los cadetes y las fuerzas del Ejército de la Liberacién, Este se generé a rafz, del Desfile de la Unidad del Ejército, en el que, segtin los cadetes, se desvirtuaba la insti- tucionalidad militar, al darte cabida en sus filas a los “traidores a la patria’. El 2 de agosto de 1954, en un acto osado, los estudiantes de la Escuela Politécnica, en contubernio con algu- nos militares inconformes con el nuevo rumbo seguido por la oficialidad guatemalte- ca, atacaron de noche el lugar donde estaban. acuarteladas las fuerzas liberacionistas. Estas tropas tan heterogéneas y sin experiencia militar fueron vencidas répida- mente. Gracias a la intervencién del arzobispo Rosell Arellano, Castillo Armas se mantuvo en pie, y los rebeldes depusieron sus armas. Habian sido convencidos de que no serian castigados; sin embargo, la Escuela Politécnica fue cerrada por algin tiempo y los participan- tes en la intentona dignificante de la institu- cionalidad militar fueron duramente castigados. Castillo Armas no tardé en asumir la presidencia, El desenlace del desfile militar y de la sublevacién de los cadetes, asi como la incomodidad generada en el interior de la Junta de Gobierno, permitieron comprender a algunos de sus miembros el peligro que corrian al obstaculizar los deseos de la Libera- cién. Asi, los coroneles Cruz Salazar y Dubois 19% Social Humanistica2| Facultad de Ingenieria no dudaron en trasladarse de la carrera militar alacarrera diplomatica en el exterior. Cuando ellos abandonan la Junta, quedan tres miem- bros. Dos en franca confrontacién de intere- ses: Monzén y Castillo Armas; el primero, temiendo la represién que se pudiese desatar en su contra si traicionaba al caudillo, no lo piensa dos veces y le otorga su voto para que se inicie el gobierno. Al tomar por si solo el poder, Castillo ‘Armas traicioné el Pacto de Caballeros acor- dado previamente con Ydigoras Fuentes y con el abogado conservador Juan Cérdova Cera, quienes conscientes de esta situacién, habfan decidido apoyar a Castillo Armas bajo la condicién de que, al entrar triunfalmente en la ciudad capital, convocarfa de inmediato a la promulgacién de una nueva Constitucién, asi como a elecciones generales. Hizo, en efecto, lo primero, pero no lo segundo, ya que al disol- ver la Junta de Gobierno, Ilamé a un plebiscito para que se ratificara su presidencia, a la vez que se procedia a elegir a la Constituyente encargada de la elaboracién de la nueva normativa constitucional. Dicho érgano se Ilevé casi afio y medio para redactar la nueva Constitucién que susti- tuiria a la promulgada en 1945. Con 485,699 votos a favor y solo 400 en contra, la voluntad popular confirmé en un plebiscito a Castillo Armas como presidente. Es importante aclarar que el voto no era secreto, pues se emitia de viva voz ante la pregunta de un comisionado gubernamental. A los votantes se les pregunté cesté usted de acuerdo en que el coronel Carlos Castillo Armas contintie en el poder? El margen de abstencionismo por rechazo y temor fue bastante alto. Al caudillo liberacio- nista se le fijaba un perfodo de gobierno cuyo término abarcaba hasta el 15 de marzo de 1960. LA IGLESIA CATOLICA La Carta Pastoral y la cruzada antico- munista apoyada por la Iglesia favorecié la causa contrarrevolucionaria. A pesar del afin del arzobispo Rosell, la Iglesia no logré que el Estado declarara a la religién catélica como la oficial en el pais, ni la ensefianza escolar obli- gatoria de dicho credo. Lo tinico que el clero logré fue ser reconocido como persona juridi- cay, con ello, tener el derecho de adquisicién de bienes. En general, la Iglesia obtuvo la promesa de que los religiosos y el clero no serian perjudicados. La relativa apertura del Estado hacia la Iglesia propicié la llegada de 6rdenes religiosas extranjeras para instalarse en el interior del pafs, las cuales serfan porta~ doras de una visién del catolicismo distinto. Esta presencia de religiosos catélicos extranjeros intensificé la pugna entre la Accién Catélica y los catélicos tradicionales, que habia empezado a vislumbrarse desde 1940. REPRESION Y SUS CONSECUENCIAS En este contexto, Guatemala tomaba partido en la Guerra Fria. El proyecto politico a seguir era la represién no solo del comunis- mo, sino de cualquier grupo, asociacién 0 partido que aspirara a un trato mas democréti- co. De esta forma comienza el segundo exilio guatemalteco (el primero, mucho menos numeroso y dramético, data de la época dicta- torial de Estrada Cabrera y de Ubico). Salen del pafs, o se ven impedidos de retornar a este, bajo amenaza de perder su vida y la de sus familias, figuras prominentes como Miguel Angel Asturias, Luis Cardoza y Aragon, Augus- to Monterroso, Mario Monteforte Toledo, ‘Marco Antonio Villamar Contreras, Carlos Paz ‘Tejada, Enrique Augusto Noriega, Manuel Galich, Ratil Osegueda, Carlos Illescas, Ratil Leiva, entre muchisimos més. Se calcula que fueron detenidos alrede- dor de 12,000 guatemaltecos. Cerca de 2,000 personas, principalmente intelectuales, se marcharon del pais; al mismo Jacobo Arbenz lo obligaron a desnudarse, y dejar que la prensa lo fotografiase, en una oficina del aero- puerto nacional, antes de tomar el avién que lo llevarfa a México. Es indudable que el casti- Hoarmismo no se midi, al igual que sucedié en los tiltimos meses del Gobierno arbencista, en cuantoa perseguir y acabar con los adversa- rios politicos. Se procedié a disolver a las centrales sindicales, tales como la Central Nacional del Campo (CNG), la Federacién Sindical de Guatemala (FSG), el Sindicato de Trabajadores de la Educacién (STEG) y el Sindicato de Trabajadores de la UFCO. En cuanto a las organizaciones politicas y cultura- les, fueron abolidos los partidos politicos asi como importantes centros de actividad cultu- ral. Uno de los casos més terribles que ejemplifican los niveles de represin de la contrarrevolucién, es el de la prisién de Escuintla, cuya capacidad maxima era de 200 presos, pero donde Iegaron a aglomerarse hasta 10 000 personas. Muchos de ellos, al no poder respirar fueron muriendo por asfixia segiin consta en el informe Guatemala nunca mis, elaborado por el Proyecto de Recupera-~ cién de la Memoria Histérica (REMHI). Social Humanisvea2| Facultad de Ingenieria LAREVOLUCION, 1944-1954 Tomado de “La batalla por Guatemala”, de ‘Susan Jonas, FLACSO. GUATEMALA, EDITORIAL NUEVA SOCIEDAD, 1994. En Guatemala, setenta aftos de libera- lismo acentuaron el subdesarrollo de la monoexportacién dejando al pafs en una crisis de estancamiento. La inestabilidad interna subyacente terminé por manifestarse; el colapso del orden liberal fue desencadenado por acontecimientos externos: la recesién del capitalismo mundial causado por la quiebra del mercado de valores en el afio de 1929 y la Gran Depresién de los afios treinta, lo cual fue seguido por la Segunda Guerra Mundial. La sacudida por la quiebra de 1929 fue transmitida ala economia guatemalteca a través del sector cafetalero, mis vinculado al mercado mundial. Durante los afios treinta los precios del café cayeron a menos de la mitad del nivel de 1929. El advenimiento de la Segun- da Guerra Mundial excluyd a Guatemala del acceso alos mercados europeos, aumentando enormemente la dependencia con respecto a Estados Unidos, permitiéndole a estos fijar los precios del café casi unilateralmente, lo cual produjo una significativa pérdida de ingresos por exportaciones. La crisis del sector de comercio exterior se tradujo en un estanca- miento general y prolongado, reduciendo drdsticamente propiedades de los pequefios productores. La gran contraccién del capitalismo mundial, especialmente en las expansiones de Estados Unidos en el extranjero, ofrecié opor- tunidades a los paises latinoamericanos; México y los paises sudamericanos mas gran- des aprovecharon el vacio de control extranje- ro para emprender una industrializacién que sustituy6 las importaciones basndose en un Social Humanstica 2 | Facultad de Ingenieria creciente mercado interno. Pero el régimen de Ubico, en Guatemala, en lugar de buscar alter- nativas, intenté reforzar el status quo. No se tomé ninguna medida para aliviar el desem- pleo. En vez de estimular nuevas areas de produccién, Ubico adopté politicas defiacio- narias. Tampoco aproveché la salida de capital extranjero (desinversién) para establecer el control nacional sobre sectores clave de la economia, sino que, por el contrario, los nuevos contratos ampliaron los privilegios de la UFCO y el IRCA. Por qué el Estado fue incapaz de modernizar la economia guatemalteca? El factor crucial era la base social del régimen de Ubico, especialmente la oligarquia cafetalera importadora/exportadora, aliada de los mono- polios estadounidenses. En lugar de empren- der la industrializacién, estos reaccionaron a la crisis econémica mundial asegurando la cooperacién del Estado para que protegiera sus intereses especificos, facilitara la explota- cién de la fuerza de trabajo indigena y mantu- viera la ley y el orden. Asi pues, los afios treinta trajeron salarios més bajos y una nueva legisla- cién laboral represiva (por ejemplo, la Ley de Vagancia), suplementadas con medidas politi- camente represivas (como ejecuciones de lideres obreros y de la oposicién). No obstan- te, ni estas medidas pudieron contener las presiones estructurales por un cambio. En la década de 1940 también habia presiones externas: incluso la dependencia de Estados Unidos fue contraproducente. Duran- te la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos impuso la liquidacién de grandes intereses alemanes y recluyé a germano-guatemaltecos en campos de concentracién estadounidenses. Hubo tropa estacionada en Guatemala para defender el Canal de Panamé, y para mantener a Ubico a favor de los aliados. La propaganda antifascista de Estados Unidos ofrecié los fundamentos ideolégicos a los oponentes de Ubico, no solo porque era un dictador sino también porque eran obvios sus sentimientos profascistas. Hacia 1944, la derrota segura del fascismo a nivel internacional abria el espacio para un ataque frontal contra la dictadura en Guatemala. La crisis afloré en junio de 1944, dos meses después de que la presién popular derribara la dictadura en El Salvador. Lo que empezé como una huelga estudiantil que reclamaba la autonomia universitaria, en poco tiempo se convirtié en una huelga general en. Ja ciudad de Guatemala, después de que el Gobierno denegara las peticiones de los estu- diantes, suspendiendo las garantias constitu- cionales, y disparara a quienes manifestaban, contra el Gobierno, matando a uno de ellos. En el transcurso de una semana, la huelga general y las constantes manifestaciones obli- garon a Ubico a renuneiar, no sin haber desig- nado un triunvirato militar, el cual manipuld la “eleccién” de Federico Ponce como presidente provisional. Prometiendo algunas concesiones en seftal de buena voluntad, el régimen de Ponce se consolidé en el poder, dejé a muchos ubiquistas en altos puestos, y aumenté el nivel de represién. El descontento se generalizé: los obreros en todo el pais, ¢ incluso oficiales del ¢jército, protestaban por los bajos salarios, Por ultimo, dndose cuenta de que Ponce no tenia intenciones de convocar a elecciones, la oposi- cién politica opté por la rebelién armada. El 20 de octubte de 1944, estudiantes y obreros armados se unieron a los militares disidentes para derrocar a Ponce. La junta interina, enca- bezada por dos militares, Francisco Javier Arana y Jacobo Arbenz, y por un civil, Jorge Toriello, convocd a elecciones para presiden- tes y diputados. El 1s de marzo de 1945, Juan José Arévalo Tlegé a la presidencia con el 85% de los votos (de varones que sabian leer y escribir). 2Quiénes eran los revolucionarios de octubre? La fuerza dominante era la pequefia burguesfa urbana, por lo general educada, pero frustrada por la ausencia de libertad politica y de oportunidades de avance econémico. El movimiento fue encabezado por una genera- cién de estudiantes universitarios, la mayoria de clase media, que se consideraban a sf mismos como “desclasados”. La coalicién incluia también a intelectuales y profesiona- les, pequefios empresarios y comerciantes, cuyas perspectivas econémicas habfan estado limitadas, y a empleados publicos mal paga- dos, en particular, maestros y oficiales jévenes, en el Ejército. A estos grupos se unieron los, propietarios nacionales y progresistas no partidarios de Ubico. El movimiento fue también apoyado por un limitado niimero de campesinos politi- zados y por el proletariado incipiente, tanto rural (principalmente obreros de las banane- ras) como urbanos (artesanos empobrecidos y obreros de las pocas fabricas). La fuerza de trabajo indigena no fue central para el movi- miento de octubre, si bien el malestar general entre esta poblacién habia minado la estabili- dad del régimen de Ponce. Lo que hizo posible la coalicién revolucionaria fue el deseo de amplios sectores de la poblacién de establecer una democracia constitucional. Pero, ademds de eso, las necesidades de las diferentes clases, eran muy diversas. La pregunta para el futuro era: équién guiaria la revolucién y con qué fines? Social Humanitica 2 | Focutad de Ingenieria EL “SOCIALISMO ESPIRITUAL” EN EL PODER Arévalo, el primer presidente revolu- cionario, era intelectual y maestro. Se referia a su orientacién ideolégica como “socialismo espiritual”, pero “socialista” solo por estar ingpirados en la preocupacién por los ideales humanitarios y el bienestar publico. Como idealista, se opuso tanto el individualismo liberal como al socialismo marxista por ser “materialista” (ver Diaz Rozzotto, 1958, cap. I). La primera tarea de Arévalo y de la nueva Constitucién, aprobada pocos dias antes de que asumiera el cargo, era establecer la democracia politica. Se concedié el sufragio “universal” a todos los adultos con excepcién de las mujeres analfabetas (76.1% de mujeres, 95.2% de las cuales eran indigenas, segin cifras de 1950). Se garantizaron las libertades, bisicas de expresién, de prensa, etcétera. Se podia organizar partidos politicos y estos funcionar libremente, a excepcién del Partido Comunista y de otros partidarios “extranjeros © internacionales”. Tras la dictadura liberal, que duré setenta aftos y que excluyd toda actividad politica, las elecciones podrian tener verdaderos contendientes, ofreciendo reales alternativas politicas. Se descentralizé el poder politico al tiempo que se le daba auto- nomia a la universidad, a las municipalidades, alas fuerzas armadas y a otras instituciones. El Gobierno de Arévalo dedicé una tercera parte de los gastos del Estado a un ambicioso programa de bienestar social, con énfasis en la construccién de escuelas, hospi- tales y viviendas. Sin embargo, la legislacién social habria sido insignificante sin un movi- miento laboral organizado. Hacia 1945, la fuerza laboral guatemalteca era rural en un 90% 238 age Social Humanisica2| Facultad de Ingenieria y consistia principalmente en trabajadores cafetaleros indigenas, desorganizados y desprotegidos. La tinica fuerza laboral rural reconocida como proletariado moderno que se concentraba en los puntos de produccién, con un germen de conciencia colectiva y con una historia de huelgas esponténeas antes de 1945, eran los 15,000 trabajadores de las dos plantaciones de la UFCO. También en las ciudades, la mayor concentracién de trabaja- dores estaba en la empresa ferrocarrilera (5,500 empleados en la IRCA) y en las instala- ciones portuarias. El proletariado industrial trabajaba principalmente en la industria ligera (textiles y procesamiento de alimentos) y constituia el 1.7% de la poblacién econémica- mente activa, complementada por un semi- proletariado de artesanos. Los niveles de suel- dos en 1945 eran extremadamente bajos: un promedio de 6.08 Quetales a la semana =US86.08, pues en ese entonces 1 Quetzal guatemalteco equivalia a US$1) para los esca- 80s trabajadores de la industria (Q4.59 para las mujeres), y Q2.00 a la semana para los trabaja- dores agricolas (Guerra Borges, 1969, 31). Por primera vez, la nueva legislacién laboral protegia a los trabajadores en lugar de explotarlos. La Constitucién de 1945 abolié efectivamente la Ley de Vagancia y de todas las, formas de trabajo forzado. Ei Cédigo de Trabajo de 1947 definié los derechos basicos: contratos obrero-patronales _obligatorios, salarios minimos, igual pago por igual trabajo, condiciones razonables de trabajo, cobertura de seguridad social, el derecho de huelga y de formas sindicatos. No obstante, el Gobierno conservé para si la prerrogativa de reconocer sindicatos especificos, de arbitrar las disputas laborales y de disolver sindicatos “ilegales”, incluyendo aquellos que no sirvieran a “intere- ses extranjeros” o que estuvieran comprome- tidos abiertamente en politica. Los trabajadores de la ciudad, de las bananeras y del ferrocarril ripidamente comenzaron a organizarse para asegurar sus derechos bajo el Gédigo del Trabajo, con lo que surgieron algunas politicas. El principal objetivo inmediato era el mejoramiento de las condiciones de trabajo. Hacia 1950 se habia Jogrado un buen niimero de pactos colectivos y obtenido algunos avances limitados, a pesar de la fuerte oposicién de los empresarios orga- nizados. A la mayoria de trabajadores del area rural no les fue tan bien. Los sueldos del campo subieron poco o casi nada. E] Cédigo de Trabajo de 1947 no hizo previsiones para la sindicalizacién de fincas que tuvieran menos de 500 trabajadores. En 1948, una enmienda permitié su organizacién, pero bajo condicio- nes restrictivas. Estos sindicatos intentaron reforzar sus nuevos derechos, pero el Gobier- no de Arévalo no promovid seriamente la sindicalizacién de los trabajadores del area rural. La herencia del subdesarrollo en Gua- temala no dejaba ninguna duda acerca de la necesidad de efectuar cambios en la base productiva del pafs. Arévalo inicié un progra- ma de promocién de la inversién dirigido prin- cipalmente a la diversificacién econémica. El financiamiento se facilitaba a través de un sistema baneario racionalizado, bajo la diree- cién del Banco de Guatemala. Pero la verdade- ra prueba para las intenciones de Arévalo de transformar la economia afectaba a los encla- ves extranjeros y la tenencia de la tierra, ambas {reas controladas por intereses sdlida- mente atrincherados. Las inversiones extranjeras se dejarian intactas, pero serian reguladas en funcién de los intereses nacionales. El Gobierno intenté limitar las tarifas de la Empresa Eléctrica de Guatemala (EEG) (pero no asi las de IRCA) y lograr conformidad con Ia nueva legislacién laboral. Se obligé a IRCA a aceptar un pacto colectivo. En 1947, el Gobierno se empefié en. que la UFCO se sometiera a un arbitraje en los conflictos salariales, tanto en los campos como en Puerto Barrios; sin embargo, la com- paiiia empleé muchas formas de presién (declarando el cierre patronal y suspendiendo Jas operaciones de embarque) con lo que logré ganar ambos casos al final. Asi pues, ha 1950, poco se habia hecho para una verdadera restriccién del poder o de los privilegios de los tres monopolios. Las nuevas leyes regulaban la participacién de los futuros inversionistas extranjeros en la explotacién de los recursos guatemaltecos (especialmente el petréleo), pero dindoles bienvenida en la industria. El programa agrario de Arévalo fue puesto en marcha con tropiezos y a empujo- nes. La mayoria de las plantaciones que ante- riormente eran de los alemanes, y que fueron intervenidas durante la guerra, permanecieron bajo administracién estatal como fincas nacio- nales para ser arrendadas. Los otros progra- mas del Gobierno se enfocaron hacia el crédi- toy la asistencia técnica. La Ley de Alquileres Forzados de 1949 fue diseftada para poner un alto a la costumbre generalizada entre los finqueros de echar a los campesinos de los terrenos que les habfan alquilado anterior- mente; en la préctica, esta ley afecté mayor- mente a los pequeiios terratenientes, dejando intacta la propiedad de los finqueros. A pesar de que la Constitucién reconocia “la funcién social de la propiedad privada”, “prohibia” los latifundios y permitia la expropiacién de propiedades privadas en beneficio del interés publico, no se produjo ninguna expropiacién. Con todo, el programa de Arévalo no pasé de reformas moderadas. Ciertamente, como lo sefalara un observador estadouni- dense en 1950, esas reformas “no fueron tan radicales como las del New Deal en Estados Unidos o la Labor Government en Gran Breta- fia” (Inman, 1951, 10). Pero para la clase traba- jadora habfan mejorado las condiciones de trabajo y, lo que es mds importante atin, los obreros pudieron organizarse para reclamar cambios. En este sentido, el Gobierno de Arévalo preparé el camino para futuros cam- bios de mayor alcance. Social Humanistica2| Facultad e Ingenieria EL CAPITALISMO NACIONAL A PRUEBA La contienda con vistas a las eleccio- nes de 1950 habfa comenzado ya en 1949. El jefe de las Fuerzas Armadas, Francisco Javier Arana, anuncié su candidatura a la presiden- cia, y la oposicién de la derecha vio en él la iiltima oportunidad para hacer retroceder la Revolucién. En el ya pesado ambiente de julio de 1949, Arana fue asesinado misteriosamente. Tal asesinato desencadené un alzamiento militar liderado por sus partidarios. Los estu- diantes y los trabajadores organizados salie- ron a las calles a derrotar a los insurgentes derechistas, con armas distribuidas por Arbenz, ministro de la Defensa del Gobierno. Restablecido el orden, continud la campafia electoral, que fue interrumpida por un aborta- do intento de golpe de Estado dirigido por el coronel Carlos Castillo Armas. En el ambiente democratico recién establecido, varios partidos politicos se habian formado, separado y finalmente fundido en tres corrientes principales. En oposicién al ubiquista Miguel Ydigoras Fuentes y al conser- vador moderado Jorge Garcia Granados, Arbenz estaba apoyado por los campesinos, por dos de los tres partidos revolucionarios y por los comunistas. Los resultados de las elec- ciones, reconocidas por todos como limpias, dieron una abrumadora mayoria a Arbenz, con €1 63% del total de votos. Guando asumié el poder en 1951, Arbenz aclaré su objetivo de transformar la economia de un capitalismo dependiente (al que lamaba “feudalismo”) a un capitalismo nacional e independiente, redistribuyendo los ingresos de manera significativa. La estrategia para romper la dependencia guatemalteca era la industrializacién en sustitucién de las importaciones, utilizando recursos naturales —que era la estrategia normal de las Naciones Unidas—. Habia que estimular la empresa 2st 26 Social Humanisiea2| Facultad de Ingenieria privada y Arbenz adopté algunas recomenda- ciones claves de la misién de alto nivel que en. 1950 enviara el Banco Mundial a Guatemala. Pero, para construir una moderna economia capitalista, el Gobierno de Arbenz tuvo que confrontar los dos grandes intereses fuerte- mente consolidados que el gobierno de Aréva- lo habfa dejado intactos: los monopolios extranjeros y la oligarquia terrateniente. Los nuevos inversionistas extranjeros serfan bien recibidos en tanto respetaran la soberanfa guatemalteca (cumplimiento de la legislacién laboral nacional y pago de impues- tos). Deberian abstenerse de solicitar privile- gios especiales, crear monopolios, en especial con los recursos naturales, y de intervenir en la politica nacional. Con respecto a los tres monopolios estadounidenses que ya estaban funcionando en Guatemala, la estrategia de Arbenz fue restringir su poder, que no habia sido obstaculizado, no nacionalizandolos sino compitiendo con ellos y obligindolos a cum- plir con las leyes laborales del pais. De esta manera, emprendié tres proyectos principales de construccién: una planta hidroeléctrica administrada por el Gobierno, que proporcio- naria un servicio mas barato y mejor que el de la EEG; una carretera al Atlintico para compe- tir con el caro monopolio de IRCA en el trans- porte, y un nuevo puerto en el Atlintico, Santo ‘Tomés de Castilla, para competir con el de la UFCO en Puerto Barrios. El juego se torné mis dificil cuando Arbenz dejé ver sus intenciones de reforzar las leyes y los juzgados guatemaltecos, los cuales, en algunos casos importantes, apoyaron las demandas de los trabajadores. La UFCO contraatac6 reduciendo sus servicios de embarque y despidiendo a 4,000 trabajadores; entonces el Gobierno de Arbenz confiscé a la UFCO 26,000 acres, para garantizar el pago de Jos sueldos atrasados. No obstante, al final, la compaiiia consiguié la renovacién del antiguo pacto laboral a cambio de US$650,000 por sueldos atrasados. De todas maneras, todos los conflictos anteriores eran un mero ejercicio de calenta- miento para la tormenta que desataria la Ley de Reforma Agraria de 1952. La Reforma Agra- ria era la condicién previa para la industriali- zacién capitalista basada en un amplio merca- do interno. Ya que la Reforma Liberal de 1871 habia entregado mucha de la buena tierra a una minoria de propietarios privados, ninguna reforma agraria seria podia evitar la confronta- cién con los viejos intereses establecidos. El Gobierno de Arbenz procedié cautelosamen- te, haciendo estudios minuciosos y consultan- do con todos los grupos afectados (incluyendo la Asociacién General de Agricultores de los finqueros, que también estaba representada por el Ministerio de Agricultura). Finalmente, la Ley de Reforma Agraria fue aprobada por el Congreso en junio de 1952. La ley preveia la expropiaci6n de tierras ociosas en terrenos de mas de 223 acres y su distribucién entre posi- bles beneficiarios elegibles. Los campesinos recibirian la tierra ya fuera en propiedad o en. usufructo de por vida y pagarian una propor- cidn del 3% 0 5% de su produccién anual. Las indemnizaciones se harian por medio de bonos del Gobierno, fijando el valor de la tierra de acuerdo con los avaltios hechos por los propietarios en 1952 con fines de tributa- n. La ley seria puesta en vigor por comités agrarios cuyos miembros en su mayorfa repre- sentaban a los campesinos; en iiltima instan- cia, todas las apelaciones serfan manejadas por el presidente. También se distribuirfa la tierra de las fincas nacionales propiedad del Estado. La expropiacién empezd en enero de 1953. El objetivo general (algunas veces viola- do en la préctica) era eliminar las grandes extensiones de tierra ociosa, respetando la integridad de las haciendas de cualquier tamaiio que estuvieran bien utilizadas (Comi- té Interamericano de Desarrollo Agricola, 1965, 43). Para junio de 1954, se habian afecta- do 2.7 millones de acres (a pesar de que solo el 455% de esta tierra habia sido tomada). Aproxi- madamente, 100,000 familias de campesinos recibieron tierras, asi como crédito y asisten- cia técnica de parte de las nuevas dependen- cias del Estado. Los servicios sociales del area rural fueron manejados ampliamente. Pero el proceso no marchaba sobre ruedas. Los finqueros objetaban casi cada aspecto de la ley ya menudo tomaban represa- lias violentas contra los campesinos. A su vez, los campesinos, impacientes, en ocasiones tomaban la iniciativa antes de Ilenar los requi- sitos legales; se producian ocupaciones espon- tineas de tierra y era frecuente la violencia campesina, ya que estos no discriminaban entre latifundistas y pequefios terratenientes. Politicamente, la reforma agraria polariz6 al pais entero entre partidarios y oponentes de la revolucién en su totalidad. Siendo la UFCO la mayor propietaria de tierras en Guatemala, apenas podia esperar conservar sus posesiones intactas. De sus mas de 550,000 acres, no mas del 15% estaba culti- vado (la compaiiia sostenfa que necesitaba “grandes reservas” para combatir los efectos de las enfermedades del banano). En varios decretos, el Gobierno le expropié a la UFCO un total de 400,000 acres ofreciéndoles en compensacién Q1,185,115 (Paredes, 1964, 30). Esta cifra se basaba en los avalos anteriores de la UFCO para el pago de impuestos. La compaiifa, respaldada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, reclamaba que solo la propiedad y los daitos en las posesiones del Pacifico tenjan un valor de cerca de 16 millo- nes de délares. El asunto era importante no solo por la diferencia de 15 millones de déla- res, sino también porque llevé a su climax una crisis que se venia preparando desde hacia tiempo. Sociel Humanistca 2 | Facultad de ingenieria ESTADOS UNIDOS REACCIONA Inicialmente, las relaciones entre el Gobierno de Arévalo y Washington eran cordiales, contando con expertos técnicos y misiones culturales estadounidenses que asesoraban activamente a Arévalo. Puesto que era receptivo al capital extranjero, la inversion privada de Estados Unidos en Guatemala aumenté de 86.9 millones de délares en 1943 a 105.9 millones en 1950. Pero la luna de miel duré poco tiempo. Cuando las violaciones de la UFGO al Cédigo de Trabajo se convirtieron en el principal problema, el embajador de Estados Unidos “sugiris” modificar el cédigo porque este era “discriminatorio” contra la UFCO (Bauer Paiz, 1956, 41). En vez de capitu- lar ante las presiones, el Gobierno insistié en legar a una solucién legal de la disputa. ‘A medida que crecfa el nacionalismo en Guatemala, Arévalo cancelé un contrato con la Misin Educativa de Estados Unidos (oficialmente, por razones de presupuesto). La Ley del Petrdleo de 1949 précticamente certé Jas puertas a las empresas petroleras estadounidenses, a pesar de las francas presio- nes del embajador Patterson a su favor. Mas adelante, las relaciones se volvieron més tensas cuando Patterson le pidié a Arévalo, que despidiera a algunos ministros de su gabi nete, asi como a diecisiete “comunistas” del Gobierno. Cuando el embajador empez a asistir a reuniones clandestinas de la oposi- cidn que conspiraba para derrocar a Arévalo, el Gobierno exigié que se le retirara de su cargo. Para entonces, la prensa norteamericana denunciaba a Arévalo como simpatizante del comunismo; los amigos de la UFCO y otros en. el Congreso estadounidense, apoyaron las reclamaciones de la compaiifa y se hicieron eco de las acusaciones de comunismo. aye ase Social Humanistica 2 | Facuttad de Ingenieria La situacién se deterioré después de 1951, yel Gobierno de Estados Unidos suspen- did la ayuda econémica. El Gobierno de Arbenz fue declarado non grato por la comuni- dad de crédito internacional, como conse- cuencia de su negativa a someterse a las reco- mendaciones del Banco Mundial y no recibié mas ayuda (aunque eso no se formalizé en la politica norteamericana hasta 1954). Washing- ton también presenté reclamaciones formales contra el Gobierno en nombre de la UFCO. Las presiones de Estados Unidos y de Ja UFCO encontraron un fuerte eco en Guate- mala La reforma agraria de Arbenz habia pola- rizado la opinion publica y destruyé la coali- cidn revolucionaria de 1944. Los trabajadores. del campo y de Ia ciudad y la mayoria de cam- pesinos indigenas, junto a los sectores nacio- nalistas de la pequefia burguesia, estaban firmemente comprometidos con la Revolu- cidn. Contra esta estaban los finqueros y gran. parte de la burguesia sin tierra, la Iglesia caté- lica y muchos profesionales y militares de la pequefia burguesia que habjan participado en. Ja Revolucién de 1944. Los sectores conserva- dores se habian manifestado contra el “comu- nismo” desde 1950, contando con el apoyo activo de la Iglesia. A los opositores del Gobierno pertenecientes a la clase alta se unid un fuerte contingente de mujeres comercian- tes del Mercado Central de la ciudad de Guate- ‘mala, la mayorfa de ellas devotas catélicas. En resumen, la radicalizacién de la Revolucién que se produjo durante el Gobierno de Arbenz sent6 las bases para el crecimiento de un fuerte movimiento derechista contra el comu- nismo, con profundas raices en la burguesia y en algunos sectores de la pequefia burguesia. El resto de la historia esta bien docu- mentado en otros estudios. Hacia el mes de enero de 1954, el Gobierno contaba con claras evidencias de conspiraciones para su derroca- miento, en las que estaban involucrados Casti- lo Armas e Ydigoras Fuentes. Los exiliados guatemaltecos en Honduras y Nicaragua habfan venido organizando el movimiento de “Liberacién” desde 1952. A principios de 1953, Ja CIA se habia puesto en contacto con ellos, escogiendo a Carlos Castillo Armas como su lider (este habia recibido entrenamiento mili- tar en el Fuerte Leavenworth de Kansas, Esta- dos Unidos), financiando el entrenamiento, equipamiento y pago de un ejército mercena- rio. En la Conferencia Interamericana de la Organizacién de Estados Americanos (OEA) que se realizé en marzo de 1954 en Caracas, Estados Unidos presioné para asegurarse de que se aprobara una resolucién contra Guate- mala, convocando a la unidad hemisférica y la mutua defensa contra la “agresién comunis- ta”, En realidad, esta resolucién le daba mano libre a Estados Unidos para invertir en cual- quier pais en el que existiera tal amenaza, Solamente Guatemala se opuso a la resolu- cin, con las abstenciones de México y Argen- tina, Los delegados latinoamericanos aplau- dieron efusivamente al brillante discurso de Toriello, Ministro de Relaciones Exteriores guatemalteco en defensa de Guatemala, al tiempo que capitulaban ante las amenazas de Estados Unidos de suspender la ayuda. Mientras tanto, Estados Unidos prepa- raba la base para operacién a través de su equipo de embajadores en América Central. A la cabeza estaba el nuevo embajador en Guate- mala (desde octubre de 1953), John Puerifoy, experto anticomunista, famoso por el papel que desempené en Grecia, haciéndola “segura para la democracia”. En mayo de 1954, Washin- gton encontré pretexto para hostigar abierta- ‘mente a Guatemala, cuando un embarque de armas checoslovacas llegé a Puerto Barrios en €l barco sueco Alfhem (Arbenz recurrié a Che- coslovaquia dado que, en 1948, Estados Unidos habia impuesto un embargo al envio de armas para Guatemala por parte de todos sus aliados y habia bloqueado fuertemente todos los intentos de comprarlas en fuentes del “mundo libre”). Como reaccién, Estados Unidos aumenté los envios de armamento a los regimenes conservadores de Honduras y Nicaragua y denuncié abiertamente a Guate- mala, La CIA increments su guerra psicolégica en Guatemala a través de las emisiones de Radio Libertad. Aislado a nivel diplomatico y con prue- bas irrefutables de la conspiracién invasora, a principios de junio el Gobierno de Arbenz declar6 el estado de sitio y actué duramente contra conocidos colaboradores. Pero estas medidas Ilegaron demasiado tarde. El 18 de junio, las fuerzas mercenarias de Castillo ‘Armas (160-200 hombres) invadieron Guate- mala desde Honduras; en lugar de seguir a la ciudad de Guatemala para la batalla, se detu- vieron justo en Ja frontera, en Esquipulas. Todos los observadores estin de acuerdo en la que invasién hubiera sido un fracaso de no haber estado respaldada por la operacién aérea de la CIA. Un dia después de la invasién, Guate- ‘mala se present6 ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una protesta formal contra la agresién hondureiia y nicaragiiense. Pero el delegado de Estados Unidos, que ademas era jefe del Consejo de Seguridad, Henry Cabot Lodge, decidié que no era un caso de agresién internacional sino de “guerra civil” interna y por lo tanto no concernia al Consejo de Seguridad. Después de que el Con- sejo se rehusara a considerarlo, el caso guate- malteco fue referido a la OBA, que estaba dominada por Estados Unidos y que habia condenado a Guatemala en marzo. Mientras tanto, los aviones de la CIA, tripulados por pilotos estadounidenses, inicia- ron un bombardeo continuo sobre la capital y otras ciudades, con el fin de desmoralizar al Gobierno, Arbenz se desanimé cuando los jefes de las fuerzas armadas desertaron 0 se negaron a defender al Gobiemo y le pidieron que renuneiara. El 27 de junio, Arbenz renun- cid y entregé el poder a tres militares “leales”. El embajador Peurifoy se negé a captar el reemplazo de Arbenz por oficiales del Ejército y empez6 a hacer maniobras para instalar Social Humanstica2| Facultad de Ingenieria como presidente al favorito de la GIA, Carlos Castillo Armas, quien entré en Guatemala a bordo del avién del embajador de Estados Unidos y tomé posesién de la presidencia el 8 de junio, 29° 30" Social Humanistica 2 | Fecutad de Ingenieria PRINCIPIOS DE LA REVOLUCION, DICTADOS PORLA JUNTA REVOLUCIONARIA DE GOBIERNO Entre los decretos leyes emitidos por la Junta Revolucionaria, los cuales glosaremos oportunamente, destaca el mimero 17 que contiene el llamado Decélogo de principios y aspiraciones inmediatas de la Revolucié: 1, Descentralizacién de los poderes del Ejecutivo y efectiva superacién de los del Estado. Altemabilidad en el poder, aboliendo ta reeleccién y reconociendo al pueblo el derecho de rebelarse cuando se intentara, 3, Supresién de los Designados a la Presiden- cia y substitucién de estos por un Vicepre- sidente, 4. Nueva Constitucién y organizacién del Bjército, que garantice en forma efectiva su posicién apolitica y le permita desempefiar las funciones para que fue instituido, de defender la libertad, la Constitueién y la integridad nacional, creando dentro de la nueva organizaci6n de este una garantia efectiva para sus miembros a efecto de que su profesién quede instituida bajo bases sélidas que no puedan ser destruidas al capricho del gobernante, quien no tendré injerencia en la organizacién téenica ni profesional del mismo, la cual ser delega- da en el Consejo Superior del Ejército para obtener asi la posicién social y profesional que se merece. 5. Organizacién democritica de las munici- palidades mediante la eleccién popular de sus miembros. 6. Autonoma efectiva del Poder Judicial, ‘Autonomia de la Universidad Nacional. Reconocimiento constitucional de los Partidos Politicos de tendencia democréti- ca, organizados conforme a la ley, y repre- sentacién de las minorfas en los cuerpos colegiados de eleecién popular. 9. Sufragio obligatorio y voto secreto para el hombre alfabeto. Sufragio obligatorio y voto piblico para el hombre analfabeto, limitando su ejercicio a elecciones munici- pales, Reconocimiento de la ciudadania a la mujer preparada para ejercerla, 10, Bfectiva probidad administrativa. Social Humanisica2| Facuitad de Ingenieria 31% UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA FACULTAD DE INGENIERIA CURSO: SOCIAL HUMANISTICA II Unidad 1 Aiio: Semestre: Fechi Nombre: Cui: Registro Académico: HOJA DE TRABAJO Now Instrucciones: realizar un breve andlisis de los aportes del perfodo revolucionario guatemal- teco (1944-1954). Politica interna Politica externa PAP Social Humanist 2 | Facultad dengenieria Situacién interna Acontecimientos relevantes Cédigo de Trabajo / aPor qué se dicté la ley? Situacién actual Ley Orginica del IGSS Soci Humanisica2 | Facultad lngeieia 33 UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA FACULTAD DE INGENIERIA CURSO: SOCIAL HUMANISTICA II Unidad Afio: Semestre: Fecha: Nombre: Cui Registro Académico: HOJA DE TRABAJO No.2 Instrucciones: complete el siguiente esquema. EL PROCESO sus CAUSAS —— ‘SUS CONSECUENCIAS REVOLUCION DE OCTUBRE DE 1944 LOGROS ALCANZADOS JUNTA PRIMER GOBIERNO REVOLUCIONARIA ‘SEGUND9 GOBIERNO REVOLUCION REVOLUCION CONSECUENCIAS EFcCTOS 34% Socal umanisie | Fact de ngenera Social Humanistca2.| Facultad de Ingenieria ast UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA FACULTAD DE INGENIERIA CURSO: SOCIAL HUMAN{STICA II Unidad I Aiio: Semestre: Pech Nombre: Cui: Registro Académi HOJA DE TRABAJO No3 Instrucciones: busque en Internet el Decreto goo, Iéalo y complete con sus propias palabras los siguientes elementos. L Objetivos 2. Funciones del Estado ‘Tierras afectadas al Decreto Cultivos y actividades productivas Areas protegidas Proteccién del agua 36 Social Humanistea2| Facutad de Ingenieria 7. Expropiacion y formas de pago de tierras 8. Estructura organizativa Elabore una hipétesis sobre los resultados que este decreto hubiera tenido a largo plazo. Sociol Humanistca2 | Facultad de ingen 37 UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA FACULTAD DE INGENIERIA CURSO: SOCIAL HUMAN{STICA II Unidad I Ao: Semestre: Fecha: Registro Académico: HOJA DE TRABAJO No.4. Instrucciones: lea el siguiente texto y complete el cuadro que aparece a continuacién. El contexto de la intervencién norteamericana de Guatemala en 1954 (Fragmento) Gustavo Palma Murga E127 de junio de 1954, el presidente Jacobo Arbenz Guzman fue obligado a renunciar a su alta inves- tidura por la ciipula del e)ército guatemalteco. Con esta renuncia se alcanz6 uno de los objetivos que altos funcionarios del gobierno de EE.UU., y de la Agencia Central de Inteligencia (CLA) se habian trazado en Ia llamada Operacién PBSUCCESS, con el propésito de “salvar a Guatemala de caer en las garras del comunismo internacional”. Al mismo tiempo, se facilitaba que el llamado “Ejército de la Liberacién Nacional” pudiera ingresar triunfante a la ciudad de Guatemala, luego de un dificultoso y poco exitoso -en términos politicos y militares- periplo que habia iniciado en la frontera hondurefia, ala altura del departamento de Chiquimula. Estos acontecimientos marcaron de manera contundente la historia posterior del pais. No solo por las medidas que de manera inmediata ejecuté el gobierno de Castillo Armas para cortar de tajo el proceso de reforma agraria, sino, también, por el cierre de los espacios politicos que a partir de entonces se produjo en el pais. Estas medidas han tenido -hasta la actualidad- tremendas repercusio- nes en términos de las profundas carencias y dificultades para acudir al didlogo y a la negociacién, como vias privilegiadas para enfrentar nuestros problemas y ver nuestro futuro. La polarizacién social y politica que alli se gest6 y potencid, sin precedentes en nuestra historia, sigue siendo muestra y testimonio de los terribles efectos que este quiebre historico ha significado para la sociedad y el pais. De igual manera, evidencia cémo Guatemala fue obligada a entrar, de manera violenta y contundente, en una dindmica de polarizacién politica de caracter internacional, hegemonizada por EE.UU., en el contexto de la llamada “Guerra Fria”. El cierre abrupto del periodo revolucionario en junio de 1954, fue posible tanto por la ejecucién de Jos planes de intervencién que se elaboraron en Washington, como por la colaboracién y presiones de quienes, en el interior del pais, se oponfan al proyecto politico reformista del presidente Arbenz. De tal manera que ambos factores deben ser considerados, al momento de tratar de entender o expli- car este hecho histérico especifico. Justificando la desestabilizacién del Gobierno de Arbenz Las consideraciones sobre la injerencia que Guatemala podia tener en a seguridad nacional de EE.UU,, nunca fueron apremiantes. A finales de 1953, los analistas del Departamento de Estado opinaban que la influencia comunista en Guatemala era relativamente trivial, con excepcién de la influencia que algunas personas pudieran tener sobre el propio Arbenz. Tampoco era sostenible el argumento de que Guatemala podia ser la avanzada para la invasién del canal de Panamé por parte 38° Social Humanitica 2 | Facuited de Ingenieria de los soviéticos. Ademés, Guatemala no tenfa relaciones diplométicas ni militares con la URSS y nunca se comprobé la existencia de vinculos entre ambos paises. En este contexto, el principal argumento sobre el que EE.UU., se bas6 para justificar los temores de subversién comunista en Guatemala -y en América Latina por extension- fue el programa de refor- ma agraria; pero sobre todo, porque afectaba a la United Fruit Company. Por ello, los cambios que dicha reforma agraria promovia en el régimen de propiedad fueron percibidos como una amenaza al principio de la propiedad privada, tanto por EE.UU., como por los grandes terratenientes guatemal- tecos. Solo a partir de esta premisa, se agregaba que esos cambios estaban generando inestabilidad social que amenazaba los intereses politicos, econémicos y de seguridad estadounidenses. Fl proce- so de nacionalizacién del petrdleo, que entonces se estaba dando en Iran, fue inmediatamente com- parado al caso guatemalteco. En 1953, el gobierno norteamericano decidié que la CIA asumiera el control de las operaciones inter- vencionistas en Guatemala, como lo habia hecho en Irn, Se registré un primer intento para promo- ver una revuelta contra Arbenz, que se localizé en Salama, pero fracas6 (Operacién Fortune). A esta le siguié la llamada Operacién PBSUCCESS. Se trataba, fundamentalmente de un plan que sera ejeeutado por mercenarios, dado que ls fuerzas militares de EE.UU., no debian aparecer bajo ninguna circunstancia involucradas en él. Actores sociales y politicos Justificaciones de la intervencién en Guatemala Consecuencias para Guatemala

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