Primera sublevación de los esclavos negros en la isla, 26 de diciembre de 1522

A principios de 1500, la industria azucarera no existía en la isla, por lo que la presencia de

negros esclavos era escasa. Fue entonces, que bajo la iniciativa de Fray Bartolomé de las Casas
y los padres Dominicos, surge la idea de que se trajesen negros esclavos africanos, para que
estos sustituyeran a los indios, quienes no resistían las duras condiciones de trabajo en los
ingenios y trapiches.

El 26 de diciembre de 1522, en Nigua, se produjo la primera sublevación de negros esclavos

que eran explotados en el ingenio de Diego Colón, en Nigua, en protesta por los maltratos que
sufrían de parte de los beneficiarios de su mano de obra.

Unos 40 miembros de la tribu de los Gelofes incendiaron el ingenio de Diego Colón y doña
María de Toledo llamado La Nueva Isabela, situado a orillas del rio Nizao y en un hato de
Melchor de Castro, dieron muerte a 12 españoles.

En el levantamiento de los esclavos traídos de África en el ingenio de Diego Colón en Nigua fue
determinante el hecho de que pertenecían a una tribu caracterizada por su orgullo y porque
hablaban la misma lengua.

Los insurrectos fueron alcanzados antes de llegar a Azua por Melchor de Castro y un grupo de
colonos, quienes los derrotaron y les causaron seis muertos y muchos heridos. Varios de los
sobrevivieron al combate fueron ahorcados a lo largo del camino Nizao-Haina, que era la
principal zona cañera en la época y sus cadáveres fueron dejados allí para intimidar a los
demás y renunciasen a toda idea de rebelión.