Emmanuel Lévinas sostiene que el Otro, en el discurso filosófico, se encuentra silenciado y
reducido a mismidad. En este trabajo se vincula dicha apreciación con las críticas que el comunitarismo, el feminismo y el posmodernismo realizan a las teorías morales universales, particularmente respecto a la identidad del ser moral. Una posible respuesta a dichas críticas es la alternativa que Seyla Benhabib propone al distinguir entre otro generalizado y otro concreto. La asunción de un universalismo interactivo que asuma la generalidad de un Otro como también su particularidad, puede ser la puerta de ingreso de la alteridad a la reflexión filosófica.