La inspiración verbal y plenaria de la Escritura recayó exclusivamente sobre los autógrafos sagrados, su infalibilidad se limita por tanto al Texto Original, y nunca benefició al copiado manuscrito, aunque este fuera en los idiomas originales de la Biblia. Si esto es así, mucho menos entonces puede beneficiar a las traducciones que de ellas se derivan, y así, la sola consideración de una versión perfecta es imposible. Nuestro intenso (y extenso) contacto con las labores de traducciódfghjkjhgfkuytf