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I. Introducción.
1
Vbgr. MOSSET ITURRASPE, Jorge. Responsabilidad por daños, tomo X,
Responsabilidad del Estado, cap X., pág. 335 y ss. (Ed. Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2004) señala: “no es aventurado decir que la doctrina no se ha
ocupado en especial de la responsabilidad del municipio, ni la que predica
una “responsabilidad pública municipal”, ni aquella otra, a la cual
adherimos, de una “responsabilidad municipal dentro del Código Civil”. Y si
bien semejante omisión encuentra explicación en la tesis privatista, no
ocurre lo mismo con la publicista, dado que pregona la competencia
administrativa, no delegada, en temas de responsabilidad, tanto en la de
las provincias como en la de los municipios” (pág. 355).
En este trabajo –en el que se sustentan ideas de
inspiración publicista-, se hace especial hincapié en las
consecuencias que se derivan de la organización federal y de
la autonomía municipal, que obtuviera jerarquía constitucional
con la reforma de 1994.
II.1. Generalidades.
II.2. Responsabilidad.
5
CASSAGNE, Juan Carlos. Derecho Administrativo, séptima edición, t. I, pág.
485. (Ed. Lexis-Nexis Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2004).
6
CASSAGNE, Juan Carlos. Derecho Administrativo, cit., t. I, pág. 478. Conf.
REIRIZ, Maria Graciela. Responsabilidad del Estado, en “El derecho
administrativo argentino, hoy”, pág. 225. (Ed. Ciencias de la
Administración, Bs. As., 1996) y, especialmente, GAMBIER, Beltrán y
PERRINO, Pablo. E. ¿Pueden las provincias dictar leyes en materia de
responsabilidad del Estado?, J.A. 1996-IV.793.
7
MAYER, Otto. Derecho Administrativo Alemán, t. I, pág. 181 y ss. (Ed.
Depalma, Buenos Aires, 1982). La liberación de las instituciones jurídicas
de las que se había apoderado el Derecho civil, decía, “no será definitiva
hasta que no se haya hecho desaparecer de los cerebros de nuestros juristas
esa idea absolutamente falsa de que las relaciones pecuniarias y las
relaciones de Derecho Civil son idénticas”.
Ello es así, como señala PERRINO8, porque las reglas del
régimen de la responsabilidad civil –que han sido diseñadas
para aplicarse a las relaciones entre privados-, además de
diferir en sus fines y fundamentos, no contemplan la singular
posición de la Administración en cuanto titular de
prerrogativas asignadas para el logro del bien común, ni la
complejidad del obrar estatal y sus consecuencias.
II.3. Contrato.
8
PERRINO, Pablo. La responsabilidad... cit, pág. 295. En igual sentido, sus
citas: REBOLLO, Luis Martín. Los fundamentos de la responsabilidad del
Estado, en Responsabilidad del Estado y del Funcionario Público, p. 21 (Ed.
Ciencias de la Administración, Buenos Aires, 2001) y CASSAGNE, Juan Carlos.
Las grandes líneas de la evolución de la responsabilidad patrimonial del
Estado en la jurisprudencia de la Corte Suprema, en el mismo volumen, p. 29
y ss.
9
C.S.J.N., 3/3/92, “Yacimientos Petrolíferos Fiscales c/Corrientes,
Provincia de y Banco de Corrientes s/ Cobro de australes” (Fallos, 315:158)
10
C.S.J.N., 2/3/93, “Cinplast IAPSA c/ ENTel s/ordinario” (Fallos, 316:212)
servanda rige en toda su dimensión, de modo que de su
trasgresión se derivará la responsabilidad del Estado.
16
Véase: PRIETO, Hugo ¿Responsabilidad del Estado o responsabilidad del
funcionario? Un caso atípico: la Provincia del Neuquén, JA-2002-II-1346. El
sistema neuquino es plausible, porque la responsabilidad del Estado se
funda en los principios del Estado de Derecho, y su reconocimiento
constituye un notable avance en la lucha por las libertades. El Estado
responsable es inherente a la república democrática moderna. Y cabe
sostenerla -entre muchas otras cosas- con la responsabilidad personal del
funcionario, para promover la actuación rigurosa del funcionario dentro del
marco de la ley. (PRIETO, Hugo. La Constitución de Neuquén. Elogio, crítica
y propuesta de reforma, elDial.Express del 21/2/2005).
Sólo a falta de normas provinciales (constitucionales o
legislativas, según el caso) y municipales (constitucionales o
legislativas, según el caso), y luego de acudir a otras normas
de derecho público –provincial, en primer término y sólo
después nacional- resultarán aplicables las normas civiles por
analogía17.
III.1. Generalidades.
17
“...la legislación civil es aplicable mediante el recurso de la analogía
porque... cuando la causa generadora de la responsabilidad es la actuación
del Estado sujeta al Derecho Administrativo, la cuestión se rige por normas
y principios de Derecho Público y no por el Derecho privado. Por ende, en
tales situaciones no es correcta la aplicación directa de las normas del
Código Civil al ámbito del Derecho Administrativo, el cual constituye una
disciplina jurídica autónoma que se autointegra en tanto se nutre de su
propio sistema de normas y principios que difieren en muchos casos de los
del derecho privado” (PERRINO, Pablo. La competencia de los tribunales
contencioso administrativos de la provincia de Buenos Aires, ED-178-984.
18
SPOTA, Alberto Antonio. Ensayo sobre el artículo 123 de la Constitución
Nacional y la autonomía de los municipios. LA LEY 2001-E, 946. Cfr. ÁBALOS,
María Gabriela. La autonomía y el federalismo en la Constitución Nacional
luego de la reforma de 1994. Especial referencia a la autonomía municipal,
La Ley Gran Cuyo, 2000-417.
19
Que no cabe profundizar aquí. Baste señalar que, respecto de la Auditoría
General, Defensor del Pueblo y Ministerio Público, la autonomía es acotada
a lo “funcional”, de modo que sólo respecto de los municipios, ciudad de
Buenos Aires y universidades nacionales se refiere a su estricto
significado.
entidades, para regirse mediante normas y órganos de gobierno
propios.”20
20
Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición, 2ª. Tirada
corregida. Ed. Espasa-Calpe, 2003. Edición electrónica Versión 1.0.
21
SPOTA, Alberto Germán. Ensayo sobre el artículo 123... cit.
22
Fue conscientemente. Me consta que el texto del actual artículo 123 fue
trabajosamente elaborado y acordado en la Comisión de Competencia y Régimen
Federales, aprobado sin modificaciones por la Comisión Redactora y por
amplísima mayoría en el plenario de la Convención Constituyente de 1994.
Como miembro informante del despacho referí expresamente la transferencia
de poder que implicaba la autonomía municipal (Diario de Sesiones de la
Convención Nacional Constituyente; 24° Reunión, 4 de agosto de 1994; p.
3191). Véase también la intervención de la convencional AZCUETA, p. 3586).
23
Señalé en el citado discurso: “...es necesario dar a esta cuestión alguna
precisión. De allí la explicación en el sentido de que el texto
constitucional se referirá a la autonomía en los órdenes institucional,
político, administrativo, económico y financiero. Lógicamente, cada
Constitución o, en su defecto, cada ley provincial deberá contemplar las
particularidades locales para acceder al grado mayor de autonomía, que es
el de municipio de convención, y que se identifica en esta reforma como de
orden institucional. Es decir que cada Constitución provincial adoptará los
recaudos para que los municipios de esa provincia puedan acceder al dictado
de sus propias instituciones. Esto tiene vinculación, justamente, con esa
descentralización del poder, que lo acerca al ciudadano y al vecino de cada
una de las ciudades de la Argentina.” (Diario de Sesiones, cit., p. 3191).
24
C.S.J.N., 28/5/02, “Municipalidad de La Plata s/inconstitucionalidad
del decreto-ley 9111”; Fallos: 325:1249; Revista de Derecho Administrativo,
Año 2002-813, con nota de LOPEZ CALDERÓN, Javier y FACIO, Rodolfo E.
Luego, “las Constituciones Provinciales no pueden, bajo la
apariencia de reglamentar tal autonomía, transponer los
límites de lo racional y razonable para la vigencia efectiva
de los municipios”25
28
Cfr. HERNÁNDEZ, Antonio M. Derecho municipal, T. I, cap. VI, p. 386 (2ª.
Ed. Actualizada, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1997); ROSATTI, Horacio.
Tratado de Derecho Municipal, segunda edición actualizada, T. I, p. 107;
ÁBALOS, María Gabriela, La autonomía y el federalismo en la Constitución
Nacional luego de la reforma de 1994. Especial referencia a la autonomía
municipal, La Ley Gran Cuyo, 2000-417 y El municipio y sus relaciones con
la provincia en el federalismo argentino luego de la reforma de 1994. La
Ley-2001-F, 1164.
29
Por ejemplo, la Constitución de Neuquén dispone: “Artículo 186. Los
municipios comprendidos en la primera categoría dictarán sus respectivas
Cartas Orgánicas para el propio gobierno sin más limitaciones que las
contenidas en esta Constitución. La integración de los cuerpos colegiados
deberá realizarse aplicando el sistema establecido en el inciso 4) del
artículo 66” (representación proporcional sistema D´Hont). La de Río Negro:
“Artículo 228. Los municipios dictan su Carta Orgánica para el propio
gobierno conforme a esta Constitución, que asegura básicamente: 1. Los
principios del régimen representativo y democrático.”
Cabe destacar, por su relación con la materia objeto del
presente estudio, la intrínseca relación existente entre el
orden administrativo de la autonomía municipal y la materia
propia del municipio.
30
HERNÁNDEZ, Antonio M. Federalismo, autonomía municipal y ciudad de Buenos
Aires en la reforma constitucional de 1994, p. 143. (Ed. Depalma, Buenos
Aires, 1997).
31
ROSSATTI, Horacio Daniel. Tratado de Derecho Municipal, cit., t. I, p.
107.
32
Es doctrina de la C.S.J.N. que “las prerrogativas de los municipios
derivan de las correspondientes a las provincias a las que pertenecen”
(“Operadora de Estaciones de Servicio SA c/Municipalidad de Avellenada”,
28/4/98, Fallos; 321:1052; y que por lo tanto, es atribución del Poder
Constituyente provincial y de su legislación otorgar tales facultades a los
municipios, ya sea en forma exclusiva o en concurrencia con otros
territorios o servicios estatales, o bien, como propias o delegadas por el
Estado Provincial. (C. 835. XXXVII. "Cadegua S.A. c/ Municipalidad de
Junín", 5/10/2004).
33
Artículo 204 y ccdts., Constitución Provincial y de acuerdo al principio
del artículo 11, “La Provincia adopta para su gobierno el principio de la
descentralización de los Poderes y reconoce las más amplias facultades a
los municipios, en forma tal que sean éstos quienes ejerzan la mayor suma
de funciones del gobierno autónomo en cada jurisdicción, equivalente a
ponerlo en manos de los respectivos vecindarios. Lo que exceda la órbita
local corresponderá a las autoridades provinciales, las que decidirán
también cuando las obras o medidas a resolver involucren a varias comunas”.
Seguramente se trata de la constitución provincial que atribuye cualitativa
y cuantitativamente el mayor grado de materia propia a los municipios.
III.4. Las facultades legislativas.
34
Siguiendo a LA PÉRGOLA, nuestra autonomía provincial es del tipo
“residual”, que Friedrich concibe como el residuo de la soberanía
originaria de los miembros, mientras que la autonomía municipal es
“otorgada”, procedente de la descentralización de una comunidad unitaria.
“La autonomía otorgada difiere de la residual no tanto en la naturaleza ni
tampoco, necesariamente, en la extinción, cuanto en que son el fruto de un
procedimiento diverso de formación del Estado” (LA PÉRGOLA, Antonio. Los
nuevos senderos del federalismo, p. 72. Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1994). Cfr. FRIEDRICH, Carl J. Teoría y realidad
de la organización constitucional democrática. FCE, México, 1946, Cap XI,
p. 183. y ss.
35
“Esta es la situación en el Estado unitario, si se prescinde de que, por
regla general, los reglamentos dictados sobre la base de las leyes, pero
constitutivos, en rigor, de normas de carácter general, limitan también su
vigencia a una parte del territorio” (KELSEN, Hans. Teoría general del
Estado, p. 218. Editora Nacional, México, 1973. Trad. Por Legaz Lacambra).
En cambio, es inherente a la autonomía36 la potestad de
regular las relaciones que se derivan de la competencia
material atribuida al municipio, en la fase de producción
normativa con carácter general (ley en sentido material) y en
la etapa de la ejecución normativa mediante actos de
administración.
para dar forma jurídica a dichos actos, lo cual significa que deben ser
promulgados y pueden ser vetados. Sin embargo, si el Congreso, en uso de su
atribución discrecional, dispusiera utilizar otra forma jurídica distinta
de la ley, no cabría la promulgación ni el veto presidencial."
41
C.S.J.N, 21/3/89, “Rivademar, Angela D. B. Martínez Galván de c.
Municipalidad de Rosario”, Fallos (Fallos 312:326); La Ley 1989-C-49, con
nota de Alberto BIANCHI; ED-133-1989, con notas de Germán BIDART CAMPOS y
Daniel HERRENDORF.
42
C.S.J.N., 24/8/89 “Promenade SRL c/Municipalidad de San Isidro s/Demanda
contencioso administrativa” (Fallos 312:1394); Revista de Derecho
Administrativo, Año I, N° 2, p. 391, con nota de Alberto BIANCHI.
43
C.S.J.N., 18/4/97 “Telefónica de Argentina c/Municipalidad de Chascomús”
Fallos 320:610; íd. Fallos 321:1052 (cit. en nota 32), etc.
44
Cfr. ÁBALOS, Maria Gabriela. La función legislativa... cit, p. 141, y su
cita de notas 34 y 35: MOUCHET, Carlos. La legalidad en el municipio
(Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1934).
y financiero, lo hacen debiendo respetar las atribuciones
mínimas necesarias para el desempeño de los cometidos de la
institución municipal, sin transponer los límites de lo
racional y razonable de la reglamentación de la autonomía para
la vigencia efectiva de los municipios.
V.1. Generalidades.
La potestad del municipio para reglar, en ejercicio de sus
facultades legislativas, la materia de responsabilidad del
estado (municipal, en el caso) en general, y la contractual en
particular, de acuerdo a las particularidades locales está, no
obstante –como señalé más arriba- sujeta a los límites de la
constitución municipal, los de la constitución provincial que
corresponda y, obviamente, a los límites que surgen de la
Constitución Nacional.
45
MARIENHOFF, Miguel S. Tratado de Derecho Administrativo, t. IV, p. 724 y
ss. (6ª ed. actualizada, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1997).
46
MERTEHIKIAN, Eduardo. La responsabilidad pública. Análisis de la doctrina
y jurisprudencia de la Corte Suprema, p. 55 (Ed. Ábaco de Rodolfo Depalma,
Buenos Aires, 2001).
47
GORDILLO, Agustín. La responsabilidad extracontractual del Estado por
hechos y actos de la Administración Pública, tesis inédita, Buenos Aires,
1959, citada por REIRIZ, María Graciela. Responsabilidad del Estado,
Eudeba, Buenos Aires, 1969.
48
FIORINI, Bartolomé. Derecho Administrativo, t. 2, p. 718 (Ed. Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1976).
49
CASSAGNE, Juan Carlos. Derecho Administrativo, séptima edición, t. I,
pág. 490. (Ed. Lexis-Nexis Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2004).
En ese orden de ideas, REIRIZ50 encuentra el fundamento
constitucional de la responsabilidad del estado en los
principios de igualdad antes las cargas públicas, el derecho
de propiedad y los derechos adquiridos.
55
C.S.J.N., 24/8/95, “Pérez, Fredy Fernando c/ Empresa Ferrocarriles
Argentinos s/sumario” (Fallos, 318:1598). Había referido el “principio de
la reparación integral propio de la materia en examen” en “Cabral, Norma
Ester c/ Benítez, Raúl y otros”, 25/9/1990 (Fallos, 313:944) y
posteriormente lo hizo del “derecho de las víctimas a una reparación
integral”, sin cita de norma constitucional alguna en “Peón, Juan Domingo
c/Centro Médico del Sud S.A. 17/3/98” (Fallos 321:487).
56
C.S.J.N., 21/9/04, “Aquino, Isacio c/ Cargo Servicios Industriales S.A.
s/accidentes ley 9688”, La Ley 2004-F-95, con varias notas; JA-2004-IV
Número Especial. El derecho laboral en la nueva integración de la Corte,
pág. 54, con nota.
57
Votaron concurrentemente Petracchi-Zaffaroni y Belluscio-Maqueda y, cada
uno por sus votos, Boggiano e Higthon. No votó Fayt.
58
GELLI, María Angélica (“Los casos “Vizzoti” y “Aquino” y el examen de los
efectos de las sentencias”; La Ley 2005-A-927) dice que “también de esa
norma derivaron el derecho a la reparación integral o razonable”, que –en
realidad- son cosas distintas. Explícitamente, sólo Petracchi-Zaffaroni lo
hicieron respecto de lo “integral” que –agregan- vale tanto como decir
´justa´; los demás refirieron que cabe “conferir al principio alterum non
laedere toda la amplitud que este amerita, y evitar la fijación de
limitaciones en la medida en que impliquen “alterar” los derechos
reconocidos por la Constitución Nacional (art. 28)”.
59
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída. El Derecho de daños en el marco del Derecho
Constitucional. XXIX Jornadas Nacionales de Derecho Administrativo. Revista
Argentina de Régimen de Administración Pública, XXVI-309, p. 178). Conf.
también: MOSSET ITURRASPE, Jorge. “Inconstitucionalidad de los topes
indemnizatorios de origen legal respecto de los daños injustos (violatorios
de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales)”, Revista de
Derecho de Daños, 2001-1, p. 125 y ss; PIZARRO, Ramón Daniel “La Corte
consolida la jerarquía constitucional del derecho a la reparación (primeras
reflexiones en torno a un fallo trascendente y a sus posibles proyecciones
futuras), La Ley, 2004-F-90.
dañar a otro y de la reparación integral, porque ello
excedería demasiado el objeto del presente estudio.
60
Aunque inspirado en la Constitución Norteamérica, reconoce la clara
influencia de origen francés que evidencia la expresión “soberanía del
pueblo” (Cfr. CARNOTA, Walter F. Los derechos implícitos y las tradiciones
jurídicas (A propósito del Bicentenario del “Bill of Rights”
norteamericano), JA-1990-II-765). Y está insertado en un sistema que es de
base continental, con preponderancia de la ley escrita, a diferencia del
norteamericano, que admite la aplicación de principios superiores al
derecho positivo. “Para la concepción americana, los derechos son
anteriores tanto a la Constitución como al gobierno (o, según un modo de
expresarse más usual entre nosotros, al Estado)” (ZAGREBELSKY, Gustavo. El
derecho dúctil. Ley, derechos, justicia, p. 55; Ed. Trotta, Madrid, 5ª ed.,
2003). Esa concepción no es trasladable a nuestro derecho.
61
Aunque discutibles en el sistema norteamericano, resultan particularmente
aplicables a nuestro sistema de control de constitucionalidad las ideas de
John Hart ELY quien sostiene, esquemáticamente, que los legisladores son
No resulta convincente, por lo demás, que el principio
alterum non laedere y el supuesto derecho a la reparación
integral puedan sustentar su pretendida jerarquía
constitucional en el artículo 17 C.N., porque esta cláusula
protectoria del derecho de propiedad62 está sujeta a la
reglamentación legal.
VII. Colofón.
72
V. Nota 14.
la aplicación de las normas del Código Civil73, aún por
analogía o supletoriamente, en el ámbito del Derecho Público.
73
Nuestro más alto tribunal ha resuelto casos de responsabilidad de los
estados provinciales, por competencia originaria, aplicando principios,
normas y arbitrando soluciones de carácter nacional a las provincias que
han sido llevadas ante sus estrados; logrando darle a nuestro federalismo
un perfil que no se compadece con la letra ni con el espíritu de nuestra
Constitución... se sustrae de los tribunales provinciales materias que son
de la esfera de sus atribuciones, y luego, en un segundo y desacertado
paso, se aplica el derecho común, pretendiendo con ello hacer común/civil a
la cuestión tratada” (ADRIAO, Alejandro. La responsabilidad del Estado y el
sistema federal de gobierno, p.32. En Homenaje a la Constitución de 1853.
Ed. Asociación de docentes. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2004),