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carrera (1/3)
La pastoral juvenil como un
apoyo vocacional
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10 ideas de ayuda pastoral
ante el enamoramiento (2/3)
La pastoral juvenil como apoyo
en el área sentimental
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2. Un plan de salir en grupo. Realice un plan con otros jóvenes de la
iglesia para invitarlo a salir a comer o caminar, para sacarlo del abismo
sentimental.
3. Reclutarlo para el servicio. No descarte al joven porque esté
confundido sentimentalmente. El servicio como apoyo en un ministerio
de la iglesia o en la ayuda social puede permitirle re-direccionar su
perspectiva.
4. Hablar con su familia. Hablar con sus padres o hermanos nos
ayudará entenderlo mejor; observar a su familia nos dará́ más luz sobre
su comportamiento.
5. No compare. Cada joven es un mundo y no se le puede comparar
con otros (ni a sus espaldas ni en su presencia). Sus luchas y victorias
son únicas; compararlo destruirá́ toda intención de buscar apoyo en
nosotros.
6. No es pecado. El estar confundido sentimentalmente no es un
pecado, es parte de la vida, de crecer. Hay un dicho que cae bien a
algunos líderes: «La vaca no se acuerda de cuando fue ternera».
7. Influencia camuflada. A veces el joven no nos contará todo lo que
necesitamos saber para ayudarlo, pero sí a otros jóvenes del grupo.
Pues busque jóvenes maduros a modo de ‘espías’ para cuidarlo y
bendecirlo... no para hostigarlo.
8. Sea real desde el púlpito. Es bueno contar testimonios de cómo
tenemos fe en nuestro Dios, pero también es bueno contar nuestros
errores, sufrimientos, derrotas o fracasos, porque el joven no quiere un
superhéroe, sino alguien como ellos mismos.
9. No mande indirectas. Si predica, no mande indirectas. Mencionar
en público detalles personales del joven, incluso si omite su nombre,
solo hará́ que pierda su confianza y respeto.
10. Defina las etapas. Algunas iglesias no aceptan el enamoramiento,
sino solo «amistad larga, noviazgo corto y matrimonio para toda la vida».
Sea que comparta o no este modelo, sea claro con sus jóvenes, y
ayúdeles a entender que es mejor que su relación sentimental sea clara
y regulada, en vez solo de tener ‘algo’ y a escondidas.
Como pastores, necesitamos tener en cuenta esta posibilidad de la
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confusión sentimental en nuestros jóvenes. Y estar listos para
ayudarles a vivir su enamoramiento de una manera que agrade al
Señor, con dominio propio (1 Ti 1.7).
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Finalmente, para afirmar en los jóvenes una espiritualidad
auténticamente bíblica, necesitamos entender los tiempos en
que vivimos y adecuarnos para que nuestro mensaje tenga
sentido en el mundo actual. No se puede negar la bendición
de las prédicas de hace cien años, pero no podemos predicar
los mismos mensajes hoy. Aquellos predicadores de antaño
fueron reconocidos por dar un mensaje desafiante y oportuno
a las necesidades latentes de su tiempo. ¡Hagámoslo también
nosotros!