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Dialnet RanciereUnaIntroduccionFedericoGalende 5402365 PDF
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que ejerce el maestro sobre el alumno, lo político, esto es, una distribución a
el intelectual militante sobre el obrero priori de las posiciones que cada uno
explotado, el artista sobre el espectador debe ocupar y de las capacidades e inca-
entusiasta— se erige precisamente sobre pacidades ligadas a esas posiciones; una
el reparto que separa a capaces e incapa- política en lo estético, es decir, una vo-
ces, a potentes e impotentes; es el repar- luntad emancipadora del arte que busca
to que atraviesa las tres prácticas en sus suprimir la distancia entre el actor y el
respectivos campos. espectador haciendo que éste vea lo que
Ahora bien, articuladas por una misma por sí solo no es capaz de ver y de esa
lógica y montadas sobre un prejuicio en manera reproduciendo la distancia que
común —“el que depara a la actividad separa a una posición de otra; y una ló-
de los capaces un poder de maleabi- gica pedagógica implicada en lo estético
lidad sobre la pasividad del resto”—, y en lo político, es decir, un principio
esas prácticas no dejan de cruzarse en- explicador por el cual el alumno, como
tre sí. El dirigente ilustrado es el que el oprimido o el espectador, debe apren-
puede guiar al obrero en su proceso de der lo que el maestro le enseña. Al alum-
emancipación precisamente porque po- no se le enseña a saber lo que el maestro
see la ciencia que le permite ver lo que sabe; al oprimido se le enseña a eman-
los oprimidos ignoran. En ese sentido ciparse de la desigualdad que lo oprime;
el campo de la política reproduce en su al espectador a ver lo que no podía ver.
seno aquella división de las inteligencias Pero a su vez el oprimido no se emanci-
que es constitutiva de la esfera del saber pa si no es viendo, tomando conciencia
dominante. División política e intelec- de los mecanismos que lo mantienen
300 tual que a su vez envuelve un régimen en la ilusión, al mismo tiempo que no
de distribución a priori de lo sensible: aprende a ver si no es transformándose
aquél régimen estético que estructura de espectador en actor y apropiándose
en una sociedad cualquiera las relacio- del saber que el docto le entrega.
nes del decir, del ver y del hacer (Ran- A partir de aquí, Federico expone una
cière, J., 2010, p. 19). Hay así, como doble paradoja: aquella de la voluntad
bien muestra Federico, una estética en política del emancipador progresista y
Rancière. Una introducción / Carlos Casanova
menos y desconoce de este modo que su ces e incapaces. Algunos pensarán que
ignorancia no es simple falta de saber se debe dejar de contemplar el mundo,
sino un modo desordenado y tentativo pues lo que importa es transformarlo;
de relacionarse con éste. A diferencia del otros pensarán que debemos distanciar-
maestro, que supuestamente procede de nos críticamente del hacer para poder
manera metódica, ordenada y progresi- ver e interpretar el sentido de lo que se
va, de lo más simple a lo más complejo, hace. En verdad, ambas posturas res-
el indocto conoce yendo a tientas, com- ponden a una misma lógica; en ellas
parando lo que descubre con aquello sigue obrando la estructura policial de
que ya sabe y recuerda, un signo con un la desigualdad, y ligada a ésta, una re-
hecho, un signo con otro signo, lo sa- lación establecida entre el decir, el ver
bido con eso que todavía ignora, según y el hacer.
el azar de los encuentros; comparando
lo que se ha aprendido de memoria con ***
eso que no sabe. El maestro, en cambio,
es aquel que puede hacer parir la verdad Se comprende entonces en qué sentido
porque ha sido antes capaz de expulsar el libro de Federico se propone, a par-
de sí la infancia que domina aún en el tir de una lectura de Rancière, “revisar
ignorante. críticamente” las relaciones en el cam-
Se podrá pensar que unos deben ver po de la ciencia, de la política y de la
lo que otros hacen, o a la inversa, que estética. “Revisar críticamente” significa
unos deben hacer lo que otros ven o han “desamarrar los nudos que han man-
previsto; como sea, el postulado es el tenido generalmente unida la lógica
mismo: el postulado de la desigualdad de la emancipación con la lógica de la 303
intelectual entre quienes hacen sin ver o crítica ilustrada” (Galende, F., 2012, p.
quienes ven sin hacer. Da lo mismo cuál 12). Una empresa tanto más crucial en
sea la posición que se privilegie, ya que cuanto Rancière opone a la lógica peda-
en cualquier caso permanecen incues- gógica lo que llama “lógica de la eman-
tionadas las evidencias sensibles que cipación”. Esta última opone a la lógica
estructuran las relaciones entre capa- de la desigualdad un principio igualita-
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del arte “que han mantenido —como que, sin embargo, deja libre el acto de
dice él— generalmente unida la lógica una inteligencia que obedece a sí mis-
de la emancipación con la lógica de la ma (Galende, F., 2012, p. 39). En el
crítica ilustrada”. En el primer capítulo, cuarto capítulo, Federico saca las con-
a partir de la polémica Rancière-Althus- secuencias políticas de la ruptura de la
ser, Federico muestra la incapacidad de potencia de la memoria con la lógica
la teoría para exhibir un continuum no pedagógica del saber dominante: “La
suficientemente revisado entre régimen emancipación del artesano —escribe
policial y orden explicador. Incapacidad Federico— es ante todo la conquista
que estaría marcada por una paradoja: poética de su aventura sobre la mate-
aquella “de una izquierda ilustrada que, ria amorfa de las cosas, la conciencia
tratando de exhibir ante los oprimidos de que su actividad sobre esta materia
cómo son manipulados, los manipula no es discernible de la actividad del
a la vez” (Galende, F., 2012, p. 21). A discurso sobre la materia díscola de la
partir de aquí, Federico en el segundo experiencia” (Galende, F., 2012, p. 61).
capítulo desmonta el mito sobre el que En consecuencia, no hay dos inteligen-
se funda la ciencia pedagógica: “el mito cias: la del trabajador intelectual y la del
de un mundo dividido entre quienes trabajador manual. Hay emancipación,
nacieron enseñando y quienes tuvie- nos dice Federico, y por tanto hay polí-
ron que aprender” (Galende, F., 2012, tica, allí donde se quiebran los lazos de
p. 33). Federico muestra aquí cómo la necesidad que anudan una ocupación
irreductible memoria de una capacidad a una forma de inteligencia. A partir
anónima rompe esa separación sobre la del quinto capítulo Federico ingresa
que todo orden policial se soporta. En en el campo de la política, para exhibir 305
el tercer capítulo profundiza en esa me- luego en el capítulo sexto los lazos que
moria que todos comportamos como la unen a la policía con la filosofía política:
potencia que se actualiza a través de la “Policía”, sostiene Federico, denota “la
relación entre la voluntad del maestro subsunción constitutiva de la política
y la voluntad del estudiante; relación en la filosofía”; “filosofía política” es el
de fuerza entre una voluntad y otra título para la subsunción “del escándalo
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