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FUNDAMENTOS ADMINISTRATIVOS

¿PRIMA MÁS LA SALUD DE UNA PERSONA O LA RELIGIÓN EN CUANTO A


LAS TRANSFUSIONES DE SANGRE?

STEPHANIE PAOLA WILLIE VARGAS

LAURA PATRICIA ESCORCIA

ESTUDIANTES

DR. DIEGO MAURICIO HIGUERA JIMENEZ

DOCENTE

ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO ADMINISTRATIVO

CORPORACIÒN UNIVERSITARIA AMERICANA - SEDE BARRANQUILLA


¿PRIMA MÁS LA SALUD DE UNA PERSONA O LA RELIGIÓN EN CUANTO A
LAS TRANSFUSIONES DE SANGRE?

¿Qué opinan hoy los médicos sobre las transfusiones de sangre?

Por décadas, los testigos de Jehová han sido criticados por rechazar las
transfusiones de sangre. Su rechazo se basa en el mandato bíblico de abstenerse
de sangre (Hechos 15:29). En ocasiones, dicha postura ha ido en contra de la
opinión de los médicos, pues se pensaba que los tratamientos sin sangre
suponían demasiados riesgos.

Sin embargo, cada vez son más los profesionales con experiencia en el campo de
la salud que ensalzan las ventajas de valerse de estrategias clínicas que eviten las
transfusiones sanguíneas.

El número de primavera de 2013 de la revista Stanford Medicine


Magazine, publicada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford
(Estados Unidos), contenía un informe especial sobre el tema de la sangre. Uno
de los artículos se titulaba “Against the Flow—What’s Behind the Decline in Blood
Transfusions” (En contra de la corriente. Por qué ya no se hacen tantas
transfusiones de sangre). La autora, Sarah C. P. Williams, señaló: “En los últimos
diez años, un creciente número de estudios ha demostrado que en muchos
hospitales de todo el mundo se administra sangre donada en mayor cantidad y
con mayor frecuencia de la necesaria, tanto dentro como fuera del quirófano”.

El artículo cita a la doctora Patricia Ford, fundadora y directora del Centro de


Medicina y Cirugía sin Sangre del Hospital de Pensilvania (Estados Unidos). Ella
dijo: “La idea de que el paciente morirá si no tiene cierto volumen sanguíneo, de
que la sangre es la salvación, está profundamente arraigada en la cultura
médica. [...] Y aunque eso sí es cierto en algunos casos, no lo es en la mayoría”. *

La doctora Ford, que atiende a alrededor de setecientos testigos de Jehová al año,


afirmó también: “Gran parte de los médicos con los que hablé en un principio
tenían el falso concepto de que sin una transfusión, muchos pacientes morirían.
Yo misma lo creía hasta cierto grado. Pero pronto descubrí que con tan solo poner
en práctica unas cuantas estrategias muy sencillas es posible atender con éxito a
esos pacientes”.
En agosto de 2012, la revista Archives of Internal Medicine publicó los resultados
de un estudio realizado en cierto hospital durante veintiocho años con pacientes
sometidos a operaciones de corazón. Los pacientes Testigos se recuperaron más
rápido que los que recibieron transfusiones de sangre. Además, tuvieron menos
complicaciones durante su estancia en el hospital. Su tasa de supervivencia tras la
operación fue mejor, y veinte años después era casi igual a la de los
transfundidos.

Un artículo publicado en The Wall Street Journal el 8 de abril de 2013 informó: “La
cirugía sin sangre —es decir, sin sangre donada— ha beneficiado por años a los
pacientes que rechazan las transfusiones por motivos religiosos. Pero esta
práctica es cada vez más común en los hospitales. [...] Los cirujanos que la
defienden afirman que no solo contribuye a reducir los costos relacionados con la
compra, almacenaje, procesamiento, análisis y transfusión de sangre, sino que
también evita los riesgos de contraer infecciones provocadas por transfusiones de
sangre, así como otras complicaciones que prolongan la estancia hospitalaria del
paciente”.

No sorprende, por tanto, que Joaquín Casanova, director quirúrgico del Hospital
de Manises (Valencia, España), declarara recientemente: “Las ventajas de [este
tipo de] cirugía son evidentes. Por un lado, el paciente mejora más rápidamente
gracias al empleo de técnicas mínimamente invasivas que favorecen la
recuperación y [acortan] el tiempo de hospitalización y, por otro, se reducen las
posibles complicaciones intrahospitalarias asociadas a las transfusiones”. Por su
parte, Robert Lorenz, director médico de la Clínica de Cleveland (Estados Unidos),
dijo: “Es verdad que cuando transfundimos a un paciente, sentimos que le
estamos haciendo un favor [...]. Pero los resultados de las investigaciones indican
que a la larga le hacemos un daño”.

DESTACADOS expertos de más de cuarenta países se dieron cita en Moscú para


el 60 Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Cirugía Cardiovascular y
Endovascular, que se celebró del 20 al 22 de mayo de 2011. “Un evento de esta
envergadura es a los médicos lo que las Olimpiadas a los atletas”, comentó una
reportera de la televisión rusa.

Algo que capturó la atención de los presentes durante los tres días del congreso
fue una caseta de información sobre alternativas médicas a las transfusiones,
atendida por miembros de los Servicios de Información sobre Hospitales de los
Testigos de Jehová. Entusiasmados, los médicos se llevaron cientos de carpetas
informativas, libros, DVD y artículos médicos sobre esta importante cuestión. Una
de las cosas más solicitadas fue el DVD que contiene el documental Estrategias
alternativas a las transfusiones: sencillas, seguras y eficaces. *

 Muchos de los médicos que se acercaron a la caseta concordaron en que el tema


de la reducción de la pérdida de sangre en el quirófano requiere seria atención.
Un cardiocirujano italiano que participó en el congreso comentó que conocía bien
a los testigos de Jehová y que había realizado exitosamente alrededor de setenta
cirugías de corazón en pacientes Testigos sin necesidad de transfusiones.
Además mencionó que las cirugías sin sangre son cosa de todos los días en su
clínica. Un catedrático del Instituto Alemán de Cardiología, con sede en Berlín, se
llevó un DVD para él y otro para un colega. Él dijo a los congresistas que
recientemente había operado sin sangre a un bebé de apenas 2,5 kilos
(5,5 libras), y que en su clínica se han llevado a cabo cirugías de corazón en
bebés aún más pequeños.

El éxito de las cirugías sin sangre obedece a una combinación de técnicas,


instrumentos y fármacos encaminados a reducir la pérdida de sangre

Un mes después del congreso de Moscú, médicos de diversos países asistieron al


Cuarto Simposio Belomorsk de Anestesiólogos y Médicos de Cuidados Intensivos
de la Región Noroeste de Rusia, que se celebró en la ciudad de Arjánguelsk.
También en esta ocasión, los Servicios de Información sobre Hospitales
despertaron la curiosidad de todos con su caseta. Al ver lo que se presentaba allí,
una médica de San Petersburgo exclamó: “¡Esto es justo lo que necesitamos!”.
Lamentó que algunos de sus colegas siguieran administrando transfusiones a
pacientes con quemaduras simplemente por costumbre. “Sus artículos serían de
gran utilidad en la conferencia sobre tratamiento a quemados que se está
organizando en San Petersburgo”, añadió con entusiasmo.

Por todo el mundo son cada vez más y más los médicos que reconocen las
ventajas de la medicina y la cirugía sin sangre. Solo el tiempo dirá si se
convertirán en la norma universal.

En los últimos años, la medicina ha desarrollado algunas técnicas de ahorro y


reposición de sangre que han contribuido a tratar pacientes que han optado por
esta decisión de vida a pesar de los consejos médicos tradicionales. 1

1
https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/biblia-transfusiones-sangre/
Rescate celular
Durante procedimientos quirúrgicos complejos, el rescate celular es una técnica
mediante la cual una máquina extrae sangre del paciente y la almacena. Luego,
otro tipo de aparato la "limpia" y vuelve a introducir en el organismo.
En ningún momento se interrumpe el flujo de sangre del organismo y,
técnicamente, es aceptada por muchos Testigos.

Vasoconstricción
A través de un conjunto de fármacos, los cirujanos buscan "ahorrar" toda la
cantidad de sangre posible durante las operaciones reduciendo
hemorragias. El cóctel está diseñado para constreñir los vasos sanguíneos
y reducir el flujo circulatorio.

Eritropoyetina
Los hematólogos pueden utilizar eritropoyetina (una citocina glicoproteica)
para estimular la formación de eritrocitos. Es decir, fomentar la producción de
células sanguíneas en pacientes que necesitan una transfusión sanguínea por
anemia.
Si bien esta técnica funciona en muchos pacientes, lo cierto es que el compuesto
necesita algunos días para que estimule adecuadamente la producción de células.
En cambios, las transfusiones tienen un efecto más que inmediato.

Derivados de la sangre
No obstante, en los últimos veinte años algunos Testigos de Jevohá han
comenzado a aceptar gradualmente derivados de la sangre tales como plasma,
globos rojos y blancos y plaquetas.
En tanto a este punto, un número de la publicación oficial de esta religión del 15
de junio de 2000 los derivados no pueden considerarse "sangre íntegra". Es así
que llega a decir que "la Biblia no da detalles al respecto, por lo que cada cristiano
debe tomar una decisión consciente ante Dios". 2

2
https://www.clarin.com/sociedad/tratan-medicos-testigos-jehova-rechazan-transfusiones-sangre_0_r1aSc-
juz.html
¿Por qué no aceptan transfusiones de sangre los testigos de Jehová?

Es debido a razones religiosas, más bien que médicas. Tanto el Antiguo como el
Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre (Génesis 9:4; Levítico
17:10; Deuteronomio 12:23; Hechos 15:28, 29). Además, para Dios, la sangre
representa la vida (Levítico 17:14). Así que los Testigos obedece el mandato
bíblico de abstenernos de la sangre por respeto a Dios, quien nos dio la vida.

La Biblia prohíbe el consumo de sangre. Por tanto, los cristianos no debemos


comerla. Tampoco debemos aceptar transfusiones de sangre ni de alguno de sus
componentes principales. Veamos los siguientes versículos.

Rumor: Muchos Testigos, incluidos niños, mueren cada año por no aceptar una
transfusión de sangre.

La verdad: Esta acusación carece de fundamento. Hoy los cirujanos suelen


realizar intervenciones complejas —tales como operaciones ortopédicas o de
corazón y trasplantes de órganos— sin transfusiones. * Los pacientes que
no aceptan transfusiones se recuperan igual o mejor que quienes sí las aceptan,
aun en el caso de los niños. * De todos modos, nadie puede asegurar que un
paciente morirá si no recibe sangre ni que sobrevivirá si la recibe. 3

Derechos fundamentales de las personas

La acción de tutela es una institución jurídica que consagró la Constitución de


1991 para proteger los derechos fundamentales de las personas, de
vulneraciones o amenazas que emanen de autoridades públicas o, bajo ciertos y
expresos presupuestos, de particulares. Se trata de un procedimiento judicial
autónomo, directo y sumario que en ningún caso puede sustituir los procesos
judiciales que para los diferentes casos establece la ley; en este sentido la acción
de tutela no es una institución procesal alternativa o supletiva.
"La institución de la acción de tutela, tal como quedó plasmada en nuestro
ordenamiento constitucional, implica un notable avance en relación con similares
instituciones en otros ordenamientos. En efecto, el constituyente de 1991
contempló la posibilidad de que la tutela procediera también contra particulares, lo
cual no está previsto en otras legislaciones. Posiblemente se debe ello a que, en
3
https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/biblia-transfusiones-sangre/
principio, se ha considerado, erróneamente, que es el Estado, a través de las
autoridades públicas, quien viola por acción u omisión, los derechos
fundamentales de las personas, cuando la realidad demuestra que éstos también
son vulnerados, en forma quizás más reiterativa y a menudo más grave, por los
mismos particulares." (Corte Constitucional, Sentencia C-134 de 1994, M.P. Dr.
Vladimiro Naranjo Mesa).
EL juez u organismo judicial ante el cual se invoca un derecho primario, como los
que busca proteger el artículo 86 de la Carta, debe entrar en el fondo del asunto
para examinar, con criterio de justicia material, las circunstancias en medio de las
cuales se ha producido el acto o la omisión que puedan estar causando la
perturbación o el riesgo del derecho fundamental para definir si el daño o la
amenaza existen; para establecer sobre quien recae la responsabilidad del
agravio y para impartir, con carácter obligatorio e inmediato, las órdenes
encaminadas a restaurar la vigencia real de las garantías constitucionales" (Corte
Constitucional, Sentencia T-034 de 1994, M.P. Dr. José Gregorio Hernández
Galindo)
La mayoría de religiones aceptan, forman y tienen líderes, pastores, sacerdotes o
guías, a quienes corresponde, como misión principal, atraer a su respectiva fe
creyentes, para ello, por lo general, recurren a la divulgación de sus principios por
distintos medios siendo el más usual el ejercicio de la predicación. En el caso de
los Testigos de Jehová éstos rechazan las organizaciones de tipo clerical, dado
que, señalan, la Biblia "...no apoya la idea de un clero con títulos y una clase laica
a la cual dirigiera el clero su predicación", en su criterio "...la predicación y la
evangelización es una de las responsabilidades más importantes de todos los
miembros de la congregación cristiana", sin embargo, aceptan que en cada una
de sus iglesias, grandes o pequeñas, se escojan de entre sus miembros algunos
ancianos.
La Convención Universal Sobre los Derechos del Niño suscrita en 1989 y
ratificada por el Congreso Nacional a través de la Ley 12 de 1991, establece
que un niño es todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que
la ley interna de cualquiera de los Estados signatarios disponga cosa distinta.
El ordenamiento superior colombiano tan sólo hace referencia a la mayoría de
edad para efectos del ejercicio de la ciudadanía, así el parágrafo del artículo 98
de la Carta Política establece que "mientras la ley no decida otra edad, la
ciudadanía se ejercerá a partir de los dieciocho años"; el contenido de dicha
norma superior coincide con lo dispuesto al efecto por el legislador en el
artículo 1 de la ley 27 de 1977 que señala: "Para todos los efectos legales,
llámese mayor de edad, o simplemente mayor, a quien ha cumplido dieciocho
(18) años".
Es claro entonces como ya se había dicho, que para los menores la incapacidad
es la regla general, pues en principio ellos se proclaman incapaces de pleno
derecho; sin embargo, tal condición sólo se atribuye sin excepción a los infantes,
niños menores de 7 años, de quienes se presume la total ausencia de "juicio y
discernimiento"; a medida que tales características se afianzan en el individuo, no
obstante éste se mantenga en el intervalo de edad en que se es menor de edad,
la ley le reconoce un mayor grado de capacidad para realizar y ejercer actos
jurídicos que lo comprometan.
La patria potestad se refiere a las relaciones jurídicas de autoridad sobre la
persona de los hijos, ella se define "como el conjunto de derechos  que las
leyes atribuyen a los padres sobre los hijos no emancipados, para facilitar a
aquéllos el cumplimiento de los deberes que la ley les impone. Por su
naturaleza, la patria potestad está conformada por poderes conjuntos de los
padres que les permiten cumplir los deberes de criar, educar y establecer  a
los hijos y se reducen fundamentalmente al poder de representar a los hijos
menores en todos los actos jurídicos que a ellos convienen y, con algunas
limitaciones al derecho de administrar y gozar del usufructo de los bienes que
éstos posean. Como no sea en cuanto son complemento de los deberes que
han de cumplir los padres, de ninguna manera pueden ser confundidos los
unos con los otros."[9]
 
Es decir, que los derechos que se derivan de la patria potestad son derechos
instrumentales, cuyo ejercicio, restringido única y exclusivamente a sus
titulares, sólo será legítimo en la medida en que sirva al logro del bienestar del
menor.
Por lo tanto se debe resolver proteger el derecho a la vida de los menores de
edad por cuanto así lo establece la ley, sin tener que desconocer la libertad de
culto. En este caso los padres tienen la patria potestad y la responsabilidad sobre
los hijos de velar por su bienestar protegiendo así sus derechos y deberes para
con la sociedad.

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